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Lo que necesitas.

en Dominación

Me respondes con un gruñido somnoliento al teléfono. -Buenos días. -Repito con paciencia.

-Nosdias cariiño. -Respondes todavía dormida.

-Levántate. -Te indico haciendo mas severo mi tono. -Estoy repostando, llegare a casa pronto.

Otro gruñido. -¡Que te levantes ahora mismo! -Mi tono atrae la atención un la ama de casa innecesariamente arreglada que reposta su todocamino.

-Sal de la cama y ponte de pie ahora mismo. ¡Ya! -Oigo sonidos que indican que intentas obedecer.

-¿Que pasa?

-¿Estas de pie? Ponte de pie fuera de la cama. -Mas ruidos y gruñidos.

-Ya estoy.

-Buena chica. Ahora posa el movil y desnudate.

-Pero si es lunes. -Ya estas discutiendo, señal segura de que estas despierta.

-Los lunes son para que explores tus intereses. Pero sobre todo para que satisfagas tus necesidades. Lo que necesitas hoy es entregarte, no pensar en nada. ¿No fue eso lo que me dijiste? Ahora haz lo que te he ordenado. -Concluyo mientras pago el combustible y siento la mirada curiosa de la madurita clavada en mi.

-Ya esta. -Respondes mientras aparto el coche del surtidor.

-¿Ya esta que?

-Que ya me he desnudado... ¿Amo? -Añades dubitativa.

-Ya es la segunda, no creas que me voy a olvidar.

-Pero... -Intentas interrumpir.

-Ponte de puntillas y escucha. -Te atajo. -Te vas asegurar de estar bien limpia y rasurada para tu dueño. Después vas a ponerte tu collar, coger un cojin, el juguete que prefieras, la fusta , el flogger y los pones delante de la puerta de casa. -Continuo mientras el todocamino pasa a mi lado innecesariamente despacio. -Vas a arrodillarte de espaldas a la puerta con el culo bien arriba y la cara pegada en el suelo. Quiero que te masturbes hasta que yo llegue. Cuando entre espero que me saludes como debes, y no te olvides recordarme que debo castigarte por impertinente. Ya puedes empezar. -Cuelgo sin darte tiempo a responder.

Cruzo la ciudad respetando escrupulosamente el código. Tomándome mi tiempo para llegar a casa. Aparco del otro lado de la calle, a unos metros del portal. Abro la puerta de casa totalmente permitiendo que golpee suavemente la pared para que te sepas expuesta ante cualquiera que pase por el descansillo.

-Bienvenido a casa Amo Alfonso. -Saludas mientras separas tus nalgas y me muestras la humedad de tu sexo. Espero en silencio. La puerta abierta tras de mi. Los segundos pasan...

-Su esclava le recuerda que debe ser disciplinada. -Añades por fin.

-Buena chica. -Respondo mientras cierro la puerta. -¿Has cumplido mis instrucciones? -Pregunto mientras juego con tu húmedo sexo.

-Si Mi Dueño. -Contestas con intención, usando el titulo que sabes me resulta particularmente excitante.

-¿Y te has aseado bien? -Pregunto mientras lubrico el esfínter con tus propios fluidos.

-Si Aaamo. -Respondes con un gemido cuando mi dedo se introduce en tu ano.

-Demuéstralo. -Ordeno mientras te ofrezco el dedo que lenta mente e extraído de tu culo.

Con cierto reparo introduces las falanges en tu boca. Después, cuando no notas ningun sabor especialmente extraño, comienzas a saborearlo usando tu lengua. Esforzándote por excitarme.

Enderezo tu espalda tirando suavemente de tu pelo. Dejándote arrodillada, conmigo a tu espalda, las piernas totalmente separadas. Coloco tus manos en tu sexo, y empiezo a acariciar tus senos mientras te masturbas obediente.

-Te estas portando muy bien, pero sigo teniendo que disclipanarte por tu impertinencia. -Explico mientras me levanto y coloco tus manos entrelazadas tras la nuca.

Me levanto con movimientos deliberados y sacudo la fusta amenazante un par de veces. -Tienes que aprender respeto, dejar de ser tan quisquillosa. -Explico mientras golpeo rápido. Aunque intencionalmente la lengüeta solo acaricia con algo de energía tu erecto pezón.

-¿Que se dice? -Te quedas mirándome confusa y el segundo golpe se estrella dolorosamente en tu seno. Por un segundo una lagrima parece asomar. Coloco el asta en tu boca y me quito la chaquetilla lentamente. Después me deshago de la camisa. Arrodillado frente a ti y te acaricio los senos con delicadeza. Despacio retiro la fusta de tu boca.

-Gracias por educarme. Prometo intentar ser mas cariñosa. -Respondes antes de que me incorpore, y yo no puedo evitar recompensarte con un beso profundo y posesivo. El primero de una excitante y educativa semana.