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Nuevas Responsabilidades (III)

en Sadomaso

Esta es una serie de relatos en la que los personajes se van construyendo poco a poco para formar un particular universo, por lo que recomiento leer el inicio de esta saga.

Nuevas Responsabilidades http://www.todorelatos.com/relato/134613/

Nuevas Responsabilidades (II) http://www.todorelatos.com/relato/134682/

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Después de ducharme me dirijo al comedor donde encuentro que Mandingo ya ha preparado la mesa y a Ingrid y Verónica esperando para servirme ya recuperadas de sus castigos matinales.

Ingrid ha vuelto a vestirse con el traje de mesonera de Baviera y Verónica, que lleva la cabellera pelirroja suelta y ligeramente húmeda debido a la ducha con un aspecto sensual y salvaje, ha optado por un minivestido de látex de color azul eléctrico que se le pega al cuerpo como una segunda piel marcando los pezones, con la parte superior de sus tetas totalmente descubiertas, hasta los muslos y que apenas cubre su bonito culo, como detalle ha incluido un minidelantal blanco que rompe la uniformidad azul del vestido y resalta su carácter de servicio. Ha completado su atuendo con unas bellas sandalias también azules de 15 cm de tacón que se sujetan las piernas con unas bonitas tiras que se enroscan desde los tobillos hasta casi las rodillas cual serpientes haciendo resaltar sus infinitas piernas.

-          Mandingo ¿Cómo se encuentra Sophie?

-          Algo mejor Amo, la he llevado a su cama y en estos momentos está recuperándose de las emociones vividas esta mañana.

-          Bien, ya que ambas estáis recuperadas procederéis al servicio de la comida - digo dirigiéndome a Ingrid y Verónica – Mandingo puedes retirarte.

-          Si, Amo – responde el dócil negro.

-          Habéis comido –pregunto a las dos esclavas.

-          Si, Amo –responden. Tienen orden de comer media hora antes que yo la dieta personalizada que tiene cada una de ellas.

-          Bien Ingrid como aperitivo me apetece un poco de leche. Acércate.

La bella alemana se acerca hasta la mesa y la siento en mi regazo mientras procede a liberar sus tetas. Me amorro a la derecha y procedo a succionar fuertemente la mama para que libere su preciado néctar que es dulce y tibio –debido a la dieta que Ingrid realiza-. Ingrid reacciona con grandes gemidos al trabajo que estoy haciendo en sus tetas y procedo a sentarla a horcajadas sobre mí.

-          Verónica acércate y libera mi polla para que Ingrid pueda disfrutarla.

-          Si Amo –responde la pelirroja mientras se acerca y como puede me baja los pantalones y calzoncillos hasta los tobillos mientras sentado y con Ingrid, cada vez más caliente, ya a horcajadas me sigo alimentando con su leche.

-          Ingrid, vamos nena aprovecha y empálatela hasta el fondo.

-          Gracias Amo –responde la fraulein con una sonrisa en sus bonitos ojos azules, mientras noto como mi polla se desliza dentro de la húmeda y cálida gruta.

A partir de ese momento la rubia se dedica a subir y bajar sobre mi polla cada vez más y más rápidamente y yo a succionar y morder esos suaves pechos que tan sabroso líquido me están proporcionando. Al cabo de unos minutos y queriéndome reservar para la tarde le digo a la ya muy excitada esclava.

-          Ingrid tienes un minuto para correrte.

-          Si Amo, gracias Amo–responde entre jadeos la ardiente alemana mientras acelera todavía más su endiablado ritmo.

Al cabo de unos segundos y cuando se encuentra al borde del orgasmo me suplica entre jadeos.

-          Amo, por favor los pezones.

Y como ya se lo que necesita procedo a engarfiar fuertemente ambos pezones con los dedos y a retorcerlos 180 grados mientras la rubia se corre entre grandes alaridos y finalmente se deja caer abrazándose fuertemente a mi cuello y diciendo.

-          Gracias Amo, soy suya para siempre.

Mientras Ingrid se recupera abrazada a mí me giro y observo que los pezones de Verónica se marcan notablemente en su vestido y la cara tiene un ligero rubor rosáceo indicador del estado de calentura en el que se encuentra.

Suavemente ayudo a Ingrid a levantarse de mi regazo y procedo a comer sin más dilación. La comida trascurre con normalidad.

Al finalizar la comida indico a Ingrid y Verónica que me acompañen a la siesta mientras Mandingo se encargará de recoger el servicio.

Al entrar en la habitación ordeno a ambas esclavas que se desnuden.

-          Ingrid tu ya has tenido tu ración, pero fíjate en tu compañera Verónica, con los pezones empitonados y el coño brillante debido a la humedad que rezuma.

-          Si Amo, parece una perra en celo –responde la esclava rubia relamiéndose.

-          Verónica súbete a la cama y ponte de rodillas con las piernas abiertas y las manos en la nuca.

-          Si Amo –responde la sobreexcitada pelirroja, adoptando la posición demandada.

Yo también me subo a la cama y me dedico a abrazar, morrear furiosamente y morder suavemente los pechos de la pelirroja que cada vez se está excitando más. Mientras tanto ordeno a Ingrid:

-          Ingrid colócate debajo del coño de Verónica y dedícate a comérselo como si fuera el manjar más exquisito que hay.

-          Con gran agrado Amo, el néctar de esta pelirroja es de los más dulces que he probado. – Responde la rubia lanzándose con gula al clítoris de la excitada irlandesa y mordisqueándola con pasión.

-          Amo, por favor–Suplica la bella pelirroja entre gemidos

-          Si Verónica, puedes correrte cuantas veces desees.

-          Gracias Amo, responde –mientras se convulsiona entre gemidos y de su coño sale un inmenso chorro que moja la cara de la fraulein.

Pero este no es el final, la ardiente pelirroja va a tener todos los orgasmos que pueda y alguno más. Mientras dejo que se recupere unos segundos ordeno a Ingrid que se calce un consolador de buen tamaño, aunque no excesivo, algo que Verónica pueda disfrutar, además le indico a Ingrid que tenga rugosidades para que lo sienta mejor. Mientras tanto ordeno a Verónica:

-          Verónica ¡A cuatro patas sobre la cama con las piernas abiertas!

-          Si Amo –responde la pelirroja, que aún tiene ganas de marcha.

-          Ingrid, de un golpe y hasta el fondo –ordeno a la rubia mientras procedo a insertar mi polla en la boca de la pelirroja hasta la campanilla.

-          Con gran placer Amo –responde la rubia empalando el coño de la pelirroja de un solo golpe sin mucho esfuerzo debido a lo mojada que ésta se encuentra.

Ingrid y yo nos acompasamos para retirarnos los dos a la vez y al mismo tiempo introducirnos en la irlandesa hasta el fondo, que se estira y encoge cual acordeón. La alemana mientras la empala con certeras y profundas estocadas se estira para pellizcarle los pezones, lo que hace que la pelirroja se excite aún más.

El ritmo va in crescendo y los gemidos de Verónica indican que va a tener un nuevo orgasmo. Ingrid procede a sujetar a la esclava por la cabellera pelirroja y la cabalga ferozmente a un ritmo endiablado. Esto hace que la pelirroja levante su cara y me facilita la tarea de introducir mi polla hasta el fondo de su garganta y mantenerla ahí durante largos segundos, hasta que veo que Verónica se pone roja y la saco para que pueda coger aire y vuelta a empezar.

El orgasmo de la pelirroja se acerca e Ingrid no escatima golpes profundos de cadera, hasta que Verónica se deja ir en un largo orgasmo, no satisfecha la rubia continua bombeando el coño de la pelirroja y agachándose procede a frotar y pellizcar el clítoris de la misma, mientras yo me dedico a pellizcar y retorcer sus pezones, lo que hace que Verónica encadene una larga serie de orgasmos encadenados que la dejan exhausta sobre la cama.

Para mí hubiera sido un deleite haber disparado chorros de semen hasta su campanilla, pero aún quedan orgasmos para Verónica así que hay que controlarse.

Dejamos que la pelirroja se recupere unos minutos estirada boca abajo sobre la cama, y mientras tanto ordeno a Ingrid que proceda a relajar el esfínter de la irlandesa, por lo que la rubia amorra la cara al espectacular culo de la pelirroja y con la punta de su lengua procede a golpear suavemente el esfínter que se va relajando poco a poco.

Tras unos minutos en los que permitimos recuperarse a la voluptuosa pelirroja, comento con la bella rubia:

-          Ingrid ¿Que tal el coño de tu compañera?

-          Dulce, húmedo y cálido, Amo.

-          Entonces, ¿crees que mi polla debe hacerle una visita?

-          Por supuesto Amo, responde la rubia –acariciándose lascivamente el consolador.

-          Por favor, Amo no  puedo más –Suplica Verónica con un hilo de voz.

-          Pero Verónica, creo que tu compañera Ingrid te está haciendo un gran regalo y deberías ser más agradecida.

-          Amo me duelen todos los músculos, soy incapaz de tener otro orgasmo.

-          Tranquila cariño, que de tus orgasmos nos encargamos nosotros.

Me pongo de pié y cogiendo a Verónica a horcajadas la deslizo por mi pene hasta que queda totalmente encajada, su pubis golpea contra la base de mi pene y a fuerza de brazos la hago subir y bajar lentamente por mi polla.

En una de esas subidas, y mientras la tengo en el punto álgido Ingrid acerca su arnés al culo de Verónica y cuando la dejo caer resbala suavemente por mi pene y noto como el consolador de  Ingrid se va abriendo paso firmemente en el culo de Verónica, que recibe el doble empalamiento entre jadeos y bufidos. Tras unas cuantas embestidas empiezo a notar el cansancio y decidimos cambiar de posición, nos acercamos a la cama e Ingrid sin dejar de empalarla se tumba bocarriba quedando la pelirroja totalmente empalada encima de la rubia, suavemente hago que Verónica se incline hacia atrás mientras Ingrid la sujeta con sus brazos y el coño de la irlandesa se me muestra en todo su esplendor, por lo que no dudo en introducir de un solo golpe mi polla hasta los huevos.

Es delicioso sentir su coño lleno y el rozamiento que provocan en mi polla las protuberancias del consolador de Ingrid a través de las paredes vaginales. La bella pelirroja se encuentra llena a más no poder.

Inicio un suave metesaca que hace que el coño de la sudorosa pelirroja palpite cada vez más y se noten en sus músculos las contracciones próximas al orgasmo, mientras observo que sus precioso ojos verdes se encuentran acuosos debido al extenuante placer que está sintiendo. Con un hilillo de voz suplica:

-          Por favor Amo, estoy exhausta, no puedo más.

-          Verónica cariño, si noto como tu coño palpita como el de una perra suplicando más placer.

El cuerpo de la pelirroja tiembla suavemente y se inicia un nuevo orgasmo, que mantengo en su punto álgido con una frenética actividad, hasta que nuevamente la irlandesa cae derrumbada y sin fuerzas. Esta vez también me tengo que contener para no eyacular dentro de ella, pero aun queda el último acto.

Con la esclava casi sin fuerzas, Ingrid y yo procedemos a desempalarla de la rubia y tumbándome yo en la cama boca arriba me la coloco encima y perforo su culo sin mucho esfuerzo, ya que está agrandado por la actividad de la fraulein. Tumbado dejo que Verónica se tumbe encima mío e Ingrid abre suavemente sus piernas para proceder a insertar tres dedos en su vagina. La rubia dilata poco a poco el coño de la pelirroja hasta que consigue introducir su mano hasta la muñeca en la vagina de la irlandesa que sin fuerzas tan solo puede gemir roncamente. En mi polla noto como la mano de Ingrid se mueve y me acaricia a través de las paredes vaginales, procediendo a un movimiento de entrada salida que hace que me vaya excitando gradualmente.

El roce de la mano de la alemana hace que tanto Verónica como yo cada vez estemos cada vez más y más próximos al orgasmo, cuando prácticamente estoy en el punto de no retorno pellizco con fuerza los pecosos pezones de la irlandesa y los retuerzo de forma inmisericorde, lo que provoca un último y largo orgasmo en la pelirroja y un gran corrida por mi parte.

Ingrid retira suavemente la mano de dentro de Verónica y le acerca una bebida isotónica ya que la pelirroja está al borde del desmayo y hay que recuperarla, mi polla va perdiendo consistencia dentro de su culo, tras unos momentos de recuperación retiro la polla del culo de Verónica y acercándosela a la boca le indico.

-          Sucia esclava limpia la polla de tu Amo.

-          Si Amo, responde la esclava – introduciéndose la flácida polla en su boca y procediendo a limpiarla con su saliva.

Mientras Verónica mantiene mi polla en su boca, y al ver rebosar el semen de su culo le indico a la rubia.

-          Ingrid que el néctar de tu Amo no se desperdicie.

-          Si Amo, responde la rubia – mientras se amorra al blanquecino culo de la pelirroja y procede a lamer y chupar los restos de semen que van saliendo del culo de la misma.

Bueno chicas, ahora a descansar indico, mientras me tumbo boca arriba. Verónica aún tiene mi polla flácida en su boca por lo que le ordeno.

-          Verónica, mantén mi polla en tu boca todo el rato, si me despierto y no está en ella desearás no haber nacido.

-          Si Amo –se intuye que dice la pelirroja con la polla dentro de la boca.

-          Y tu Ingrid acércame una teta a la boca que necesito un chupete para dormir.

-          Si Amo –se acerca la rubia introduciendo su pezón derecho en mi boca, el cal procedo a succionar y morder con deleite

Y tan ricamente me quedo dormido.

Me despierto de la siesta succionando cual niño de pecho el pezón de Ingrid, que he tenido todo este rato en la boca mientras observo una mueca de dolor en su cara. Vaya parece que he tenido alguna regresión al pasado y he succionado y mordido más de lo debido.

De repente noto como mi polla está siendo succionada con ganas, y compruebo que Verónica ha seguido mis órdenes y mantiene mi polla, que ya no está flácida, dentro de boca.

Sería agradable disparar unos chorros de semen en la garganta de la pecosilla irlandesa, pero para esta tarde tengo grandes planes y ya son las 16:30.

Algunos habréis notado que Mandingo ha tenido una plácida existencia, lo que va en contra del asco que anteriormente he comentado que le tengo a los esclavos, esto se debe a que lo he reservado porque la tarde se la vamos a dedicar exclusivamente a él.

-          Verónica, Ingrid. Avisad a Sophie, adecentaros y vestiros de enfermeras.

-          Si Amo –responden mientras se alejan con una sonrisa en los labios y gran alegría imaginándose quién va a recibir sus “cuidados”.

Cuando salgo de una revivificante ducha las tres bellas esclavas me están esperando perfectamente uniformadas, con su uniforme de latex blanco totalmente ceñido al cuerpo, que resalta a la perfección el bello moreno de Sophie, su graciosa cofia y el cinturón rojo hace que resalten sus estrechas caderas y remarcan los voluptuosos pechos de la alemana y la irlandesa, y esas medias blancas que acaban unos centímetros por encima de las rodillas, sujetas con ligueros al cortísimo uniforme, dejando al descubierto esos muslos torneados. Para acabar cada una de ellas con unos tacones kilométricos que moldean su figura para resaltar esos culos que apenas pueden contener los uniformes.

-          Bien chicas seguidme al salón.

-          Si Amo –responden, Ingrid y Verónica con una gran sonrisa y Sophie algo despistada.

Cuando llegamos al salón, grito al esclavo negro para que venga.

-          Mandingo.

-          Si Amo –responde el esclavo apareciendo en el comedor y quedándose cetrino al ver a las tres esclavas uniformadas de enfermeras

-          Bien Mandingo, hoy vas a tener suerte, es el día del ordeño, tras un mes de continencia hoy te vamos a vaciar esas pelotas repletas y vas a tener orgasmos hasta decir basta.

-          Pero Amo –intenta replicar sin mucha convicción el esclavo.

-          Ni peros ni nada, acércate a Ingrid que va a retirarte la jaulita de tu pene.

Mandingo lleva un suspensor de castidad que mantiene su orgullosa polla dentro de una jaula con finas puas que hace que cada vez que se excita éstas se inserten en la delicada carne de su polla, el resultado de ello es que rápidamente recupera su estado de reposo.

Mientras Ingrid, con grandes muestras de repugnancia, es algo racista, bueno es muy racista, retira el suspensor de Mandingo liberando su polla. Verónica y Sophie acercan un bonito mueble diseñado para el ordeño, es un mueble con forma de escalera en el que el esclavo se puede arrodillar y con un agujero a la altura de la polla del esclavo, y una parte superior sobre la que el esclavo se puede reclinar para ofrecer mejor su culo.

-          Mandingo colócate en la camilla.

-          Si Amo –responde resignado el esclavo, colocándose en la camilla.

-          Bien Mandingo, como debido al mes de sequia estás excesivamente caliente, y no voy a permitir que tengas un orgasmo placentero, el primero va a depender de tí. Ingrid, Verónica rellenad el agujero para meter la la polla con papel de estraza dejando un hueco para que Mandingo la introduzca.

-          Si Amo –responden las dos esclavas haciendo una bola con papel de estraza y taponando el agujero de tal forma que Mandingo pueda atravesar con su pene dicha bola y le salga el extremo de la polla por el otro lado.

-          Sophie acércate al armarito y trae dos rebenques y dos pinzas dentadas para los pezones.

-          Si Amo –responde la menuda francesita, trayendo el material indicado.

Resaltar que los rebenques son dos instrumentos con un mango de 50 cm y una lengua redonda y pesada de cuero de otros 50 cm que en cada azote dejan unas marcas pronunciadas en el culo. Además son bastante fáciles de manejar y gracias a su mango de 50 cm se puede conseguir un impacto extremadamente doloroso. Hasta el culo de pedernal del escultural negro va a sufrir.

Las pinzas dentadas tampoco dejan mucho lugar a la compasión, son unas pinzas con afilados dientes que se clavan firmemente en los pezones del esclavo que las lleva y gracias a sus dientes se pueden estirar y retorcer sin que salten.

-          Verónica, Sophie, coged cada una un rebenque, colocaros detrás de Mandingo y esperad mi señal.

-          Si Amo –responden las excitadas esclavas con una sonrisa en los labios.

-          Ingrid coge las pinzas colócate delante de Mandingo.

-          Si Amo –responde la escultural rubia, con una gran sonrisa, anticipando lo que se le viene encima al esclavo y disfrutando de antemano del dolor del mismo. Como ya os he dicho es Ingrid es tremendamente racista y recibe con gran placer cada castigo de Mandingo y si encima lo suministra ella es capaz de correrse con solo azotar al negro.

Pese a intuir la que se le viene encima el esclavo está tremendamente excitado y su polla exhibe en todo su esplendor sus notables 25 cm.

-          Mandingo coloca la polla en posición dentro del papel de estraza.

-          Si Amo –responde el negro.

-          Cuando yo os diga, Mandingo empieza a follarte el papel de estraza, cuanto antes te corras antes parará el castigo. Verónica, Sophie mientras tanto azotad con todas vuestras fuerzas el culo de Mandingo. Ingrid a ti nada que decirte disfruta de los pezones del puto negro.

-          Si Amo –responden los esclavos a coro.

-          Ya!!! -indico

Mandingo empieza un desesperado movimiento de caderas mientras Verónica con gran maestría y Sophie haciendo lo que puede, es su primera vez, descargan tremendos golpes en el culo del esclavo que se va cubriendo de profundas rayas rojizas. Ingrid pinza los pechos del musculoso negro sonriendo y mirándole a los ojos.

-          Disfruta ahora, puta blanca de mierda –le dice Mandingo entre dientes sin parar de bombear- que dentro de nada vas a tener mi polla en tu garganta hasta la campanilla.

-          Antes muerta que comer la polla de un sucio negro –responde la fraulein retorciendo 360 grados las pinzas ancladas a los pezones del esclavo – te voy a arrancar esta mierda de pezones que tienes negro de mierda.

-          Agggg-se corre el esclavo entre alaridos de dolor y puede que alguno de placer, debido a lo caliente que estaba no ha durado prácticamente ni un minuto.

-          Parad! –indico.

Verónica y Sophie dejan de golpear el maltrecho culo del negro que ahora está cubierto de una buena cantidad de rayas que lo cruzan en todos los sentidos.

Ingrid, retira las pinzas de los negros pezones, pero en vez de abrirlas estira y estira de ellas hasta que llega al límite del agarre de las mismas, que es muy alto, y estas se sueltan de los ahora sangrantes pezones entre alaridos y gritos de “puta fraulein de mierda te voy a matar” por parte de Mandingo.

-          Muy bien Mandingo, ya has tenido un placentero orgasmo –digo con ironía.

-          Gracias Amo –responde el resignado esclavo

-          Por supuesto no vamos a dejar ahí ese charco de semen –digo señalando los restos de la inmensa corrida –, los buenos esclavos limpian lo que ensucian así que creo que debes limpiarlo tú mismo.

-          Si Amo –responde el bien adiestrado esclavo y se dirige a limpiar con la lengua la inmensa corrida del suelo. Mientras está de rodillas y con el culo en pompa se observan perfectamente las marcas del rebenque y como estas se van hinchando y adquiriendo un tono azulado.

Como esto es un milking day no puede quedar así, aun quedan unas cuantas corridas más.

-          Mandingo quita el papel de estraza y vuelve a tu posición.

-          Si Amo –responde el negro volviendo a la camilla e introduciendo el ahora flácido pene por el agujero de la camilla

-          Bien chicas, ahora cada una tendrá que conseguir de forma individual que Mandingo eyacule, vamos a empezar por Sophie que es la que menos experiencia tiene.

-          Si Amo –responde la joven francesita colocándose delante de la aun en reposo espectacular polla del negro  tremendamente sonrojada.

-          Sophie ponte los guantes de esparto que hay encima de la mesa –son unos guantes de peeling bastante agresivos.

-          Si Amo –responde Sophie, ppniendose los guantes y colocándose de rodillas frente a la polla del negro.

-          Verónica coge un rebenque y ponte detrás de Sophie, y tu Ingrid coge otro rebenque y ponte detrás de Mandingo.

-          Si Amo –responde Sophie.

-          Si Amo –responde Ingrid y dirigiéndose al esclavo le espeta – me las vas a pagar todas juntas negro inútil.

-          Bien Sophie, cuando yo diga vas a empezar a pajear la polla de Mandingo, cada treinta segundos caerá un rebencazo sobre vuestros culos, así que cuanto antes se corra Mandingo mejor para los dos. Si en 10 minutos no se ha corrido recibirás 25 azotes en las tetas con la caña. ¿Entendido? Sophie.

-          Si Amo –responde con voz asustada la francesita.

-          Tres, dos, uno, ya!!!

La asustada francesa comienza la paja con excesivo ardor, lo que provoca grandes alaridos de dolor de Mandingo que le grita.

-          Puta francesa, con suavidad me vas a despellejar la polla.

-          Treinta segundos, indico yo!!!

A la vez se oyen dos alaridos de dolor. Verónica ha golpeado certeramente el culo de la francesita, que para la prueba se ha subido el uniforme hasta la cadera dejando su culo al aire y ahora aparece en el mismo una línea horizontal que cruza las dos nalgas.

Ingrid ha sido más creativa, y certera con el rebenque, lo maneja con gran maestría y en vez de golpear directamente el culo en un golpe horizontal, ha lanzado un movimiento vertical que ha impactado en la raja del culo del negro y descendiendo por la misma ha procedido a enroscarse en ella y acabar con un trallazo final en los huevos del ahora aullante negro.

-          Ingrid!!! En el culo –le llamo la atención

-          Lo siento Amo -responde la alemana mirándome con unos inocentes ojos azules y haciendo pucheros – se me ha escapado.

-          Nazi de mierda –le grita el negro dolorido.

-          Seguid que el tiempo corre.

La dolorosa paja sigue entre trallazos en el culo de las dos bellas esclavas a Sophie y Mandingo.

Cuando tan solo queda un minuto, y habiendo recibido ya 18 trallazos en su culo la atribulada francesita decide jugárselo el todo por el todo y asiendo fuertemente la polla del negro con ambas manos enguantadas empieza una frenética paja entre alaridos de dolor del desdichado esclavo que finalmente se corre entre lágrimas y aullidos cuando tan solo quedan unos segundos.

-          Bien Mandingo. Hoy estás de suerte una bella esclava te ha proporcionado un gran placer. Creo que deberías agradecérselo.

-          Si Amo. Sophie gracias por el momento de placer que me has proporcionado.

-          De nada –responde la francesita mirando avergonzada al suelo.

-          Sophie. Mira el charco que ha dejado Mandingo –bastante más escaso que el anterior- como buena esclava que eres y siguiendo el ejemplo de Mandingo deberías limpiarlo.

-          Si Amo –responde la esclava con cara de asco, pero veo que se está adaptando perfectamente a esta nueva vida ya que entre arcadas lame los restos de corrida del suelo, sin ocurrírsele rechazar la orden.

Tras unos minutos en los que dejo que el negro se recupere indico.

-          No hay dos sin tres, por lo que vamos a proceder al siguiente ordeñado.

-          Amo tengo la polla destrozada –indica un sudoroso negro – no creo que pueda aguantar más.

-          Mandingo ¿que opinas de Verónica?

-          Que es una de las esclavas más bellas y sensuales que tiene en su cuadra Amo –responde el esclavo.

-          ¿Y no te gustaría que esta escultural pelirroja te la mamase? Así sin más, sin castigos.

-          Si Amo –responde dubitativo el negro.

-          Bien pues hoy es tu día de suerte, Verónica te la va a chupar, pero para que se esmere creo que debería estar motivada como Sophie. ¿No crees Mandingo?

-          Si Amo –responde intrigado el esclavo.

-          Bien pero no quiero marcar ese escultural culo con azotes así que lo que vamos a hacer es proceder a motivar a Verónica con descargas eléctricas que esta mañana he visto que le han gustado. Sophie colócale un electrodo en el coño a Verónica y conéctalo al aparato.

-          Si Amo –responde la francesita ejecutando mis órdenes.

-          Mandingo ¿Sabes lo único malo que tiene la corriente?

-          No Amo –responde mosqueado el negro que no sabe por dónde le va a caer.

-          Que si tiene un punto de entrada, el coño de Verónica. Tenemos que darle un punto de salida y el mejor lugar van a ser tus huevos.

-          Amo, si me ha dicho que no me iba a castigar.

-          Y no te voy a castigar, vamos a castigar a Verónica si no te la chupa bien, el dejar salir la electricidad por tus huevos es un tema de física elemental. Ingrid pon una pinza en los huevos de Mandingo y conéctalos al aparato. Sophie acércame el aparato.

Sophie obedeciendo mis órdenes me acerca el aparato que gradúo a descarga máxima con una duración de dos segundos, puede que os parezca poco, pero dos segundos a potencia máxima es un castigo brutal. Me tumbo en el sofá e indico a Sophie e Ingrid que me hagan una mamada a dos bocas mientras me preparo para disfrutar del espectáculo.

-          Verónica, las reglas son las mismas que con Sophie, una descarga cada 30 segundos y tienes 10 minutos, si no tus maravillosas tetas serán marcadas con la caña. Tres, dos uno. Ya!!!

La pelirroja, experta en estas lides, se tomó su tiempo y en vez de empezar a follarse la boca con la maltrecha polla de Mandingo procedió a introducírsela totalmente en su boca y a succionar fuertemente para que esta reviviera. A los 30 segundos se produjo la primera descarga, el alarido de Verónica fue coreado por un segundo alarido de Mandingo, pero la brava pelirroja mantuvo la polla del negro en la boca con lo que gran parte de la descarga fue para los huevos del negro.

Tras algunas descargas Verónica y Mandingo sudaban a mares y la polla del negro seguía sin dar señales de recuperación, con lo que la desesperada pelirroja optó por follarse la boca con la polla del negro y empezó a mover su cuerpo cual pistón impulsando su cabeza hacia delante y hacia detrás para recorrer toda la polla desde el momento en que sus labios tan solo succiona el capullo del inmenso aparto hasta que la tiene hundida en las profundidades de su garganta mientras con las manos agarra fuertemente el culo del negro para poder introducirse la polla lo más a fondo posible, cuando una descarga coincide en esa posición es un espectáculo maravilloso ver los dos cuerpos temblando violentamente por el efecto de las descargas, oir los gruñidos de la pelirroja con todo el cipote incrustado en su garganta y los alaridos del sudoroso Mandingo incapaz de correrse.

Una vez transcurridos los 10 minutos y con la polla flácida del negro en la boca doy por acabada la tanda con una última descarga que se prolonga durante 10 interminables segundos y que hacen que Mandingo se mee en la boca de Verónica, que tiene su polla introducida hasta la garganta. Esto hace que la pelirroja muestre toda su furia y saque la polla de Mandingo arañándola con los dientes.

-          Negro de mierda, pichaflácida que eres incapaz de correrte, me las vas a pagar solo sirves para que usen tu culo, eres un eunuco incapaz de correrte y que encima se me mea encima.

-          Verónica, stop -le grito llamándola al orden, aunque sus ojos verdes relampaguean odio hacia el lloroso negro que tiene la polla maltrecha después de la terrible paja de Sophie,  las descargas que ha recibido con Verónica y el roce de los dientes de la bella pelirroja al sacarse la polla de la boca.

-          Pero Amo, este negro de mierda aparte de ser impotente se ha meado en mi boca y me he tenido que tragar toda su porquería.

-          Si Verónica y lo peor de todo es que encima no has conseguido que se corriera, así que acércate y dispón tus tetas para que sean visitadas por la caña.

-          Si Amo –responde la pelirroja que ante la inminencia del castigo se ha calmado y se acerca.

-          Sácate las teas por el escote del uniforme –le ordeno

La sudorosa pelirroja con grandes esfuerzos consigue sacarse los generosos senos del uniforme de latex que se le pega como una segunda piel, y entre bufidos consigue acatar la orden. Ahora los lechosos senos se muestran en todo su esplendor.

-          Manos a la nuca –le indico

Verónica entrelaza las manos tras su nuca por debajo de su esplendorosa cabellera pelirroja lo que hace que sus ya prominentes senos se proyecten hacia adelante esperando temblorosamente el beso de la vara.

-          Negro de mierda –sigue mascullando entre dientes la temperamental pelirroja hasta que descargo certeramente el primer golpe atravesando los dos pezones. –Agggggg – grita la pelirroja

-          Bien esclava, que se dice.

-          Uno, gracias Amo –responde.

El siguiente golpe muerde la parte superior de los senos, y tras arrancar un segundo gruñido de la esclava, se ve aparecer una línea roja que resalta sobre la blancura nívea de los pechos.

-          Dos, gracias Amo –gruñe entre dientes la esclava.

Al cabo de un breve rato ya son 15 las marcas que la fina vara ha dejado sobre los pechos y que se pueden ver perfectamente delineadas poco a poco con el castigo la otrora furiosa pelirroja se va calmando, no hay nada como un poco de música de vara para calmar a las fieras. Los ojos verdes están llenos de lágrimas.

Como Verónica tiene la parte superior de las tetas llenas de marcas decido que los últimos 5 varazos sean en la parte inferior, normalmente más sensible. Algunos amos tienen una cruz giratoria o poleas que permiten colgar a la esclava bocabajo, en este caso decido utilizar a Ingrid como mobiliario y hago que se ponga a cuatro patas mientras ordeno la flexible pelirroja que haga el puente sobre ella, lo que deja la parte interior de los senos totalmente disponibles para ser azotados por la vara.

-          Verónica, si no mantienes la posición volveremos a empezar. ¿Entendido?

-          Si Amo –responde la esclava con voz temblorosa debido al esfuerzo.

Sin más preámbulos procedo a descargar el decimosexto varazo en la base de ambos pechos con toda la fuerza de la que soy capaz, lo que hace temblar y tambalearse a la pelirroja que a duras penas mantiene el equilibrio.

-          Dieciséis, gracias Amo –cuenta la esclava con voz tenue

El castigo continúa entre sudores, temblores, sollozos y gemidos guturales de la esclava que aguanta la paliza que le está cayendo a duras penas.

El último golpe decido impactarlo en la parte inferior de ambos pezones, siendo recibido por la esclava con un aullido estremecedor y grandes temblores es su cuerpo que se derrumba al mismo tiempo que medio ida susurra:

-          Veinte,  gracias Amo

-          Verónica voy a ser compasivo y no voy a tener en cuenta que esta última y suave caricia no has sido capaz de soportarla, pero que sea la última vez.

-          Gracias, Amo –responde la esclava derrumbada en el suelo.

-          Suerte que tienes un amo compasivo y generoso –respondo. Haciéndole notar lo bueno que soy con ellas alguna vez.

Una vez hemos finiquitado el castigo de la ahora llorosa pelirroja, me acerco de nuevo a Mandingo.

-          Mandingo, ya has catado la morena y la pelirroja, para que tengas un día completo vas a probar a la mejor, a la rubia.

-          Amo, tengo la polla en carne viva –suplica el maltrecho esclavo

-          No Amo – oigo decir a Ingrid con voz temblorosa – No pienso tocar la polla de ese sucio negro.

-          ¿Cómo? –rujo acercándome a la alemana que mantiene la cabeza gacha y la vista clavada en el suelo.

-          Amo podéis castigarme, pero prefiero la muerte antes que dar el más mínimo placer a un negro de mierda.

-          Bien Ingrid, sabes que no pienso tolerar ninguna falta de respeto y dado que tienes un problema con Mandingo creo que lo mejor para que entrelacéis amistad es hacer correr pareja vuestra suerte. Como este negro necesita ayuda vamos a hacer que se corra mediante estimulación prostática, es decir, Verónica le va a romper el culo con una polla del tamaño de la suya. Verónica trae un arnés del tamaño de la polla de Mandingo pero con protuberancias.

-          Si Amo –responde la pelirroja que ve como la oportunidad de calmar su furia contra el negro que no ha sido capaz de correrse en el turno de Verónica y ha provocado que esta lleve las tetas llenas de marcas de la vara.

-          Mandingo como hasta ahora solo has sido capaz de correrte con Sophie, supongo que es la que más te ha gustado, y por lo tanto mientras Verónica te empala SOphie va a volver a hacerte una buena paja con los guantes de esparto.

-          Amo, por favor –suplica lloroso el negro- tengo la polla en carne viva, los huevos destrozados por la electricidad.

-          Bahhh, si lo hago por ti, después de hoy volverás a pasar unos meses sin correrte y quiero que te quedes lo más vacio posible para que te quedes relajadito y duermas bien.

Mientras tanto me dirijo a Ingrid:

-          Ingrid esta falta de respeto no se puede tolerar y es merecedora de un duro castigo.

-          Si Amo, estoy dispuesta a recibirlo antes que tocar a este sucio negro– responde la alemana.

-          Bien, como mi deseo es que estéis más unidos, la duración del castigo dependerá de lo que tarde en correrse Mandingo. Te vas a colocar delante de él, cara a cara y vas a verlo mientras con la palmeta procedo a azotarte el culo.

La palmeta es una palmeta de madera, pesada de unos 2Kg , con agujeros para que adquiera mayor velocidad y con finas protuberancias que se incrustan en las nalgas y piernas cuando son golpeadas. Realmente es un instrumento de castigo brutal, pero la falta de respeto de Ingrid me obliga a tomar este tipo de decisiones.

Una vez Mandigo está fuertemente amarrado a su potro de ordeño e Ingrid está sobre el potro mostrando en toda plenitud sus nalgas y piernas, ya marcadas esta mañana por el cinto, mirándose los dos con odio cara a cara. Le indico a Verónica y a Sophie.

-          Empezad

Y suelto un tremendo trallazo en las nalgas de la rubia que con odio le grita a Mandingo.

-          Puto negro de mierda córrete de una vez si no quieres que en la próxima te arranque esa mierda de huevos que tienes.

Entre aullidos, debido a la brutal penetración que le ha hecho Verónica, que ha introducido el arnés e un solo golpe debido al resentimiento que tenía contra Mandingo por no haberse corrido, y la sádica paja que le está haciendo Sophie con los guantes de esparto. Mandingo consigue replicarle.

-          Hija de puta nazi, te voy a reventar por los tres agujeros, te voy a follar hasta destrozarte, voy a meterte la polla hasta el esófago y mearme directamente en tu estómago, te voy a ahogar con mi lefa.

El odio que se tienen el uno al otro hace que de momento aguanten el castigo, pero tras unos cuantos palazos sobre Ingrid y unos minutos de Verónica destrozando el culo y Sophie la polla del negro los ánimos se van calmando y ya solo se oyen los golpes de la palmeta y los gritos de los dos esclavos que son incapaces de recibir el castigo con la adecuada compostura.

Tras unos minutos y 25 palmetazos, el culo de Ingrid muestra un aspecto lamentable, parece carne de hamburguesa está totalmente tumefacto.

-          Ingrid, puedes para el castigo cuando quieras, tan solo se la tienes que chupar a Mandingo.

-          Nunca, Amo –responde sisea la llorosa esclava.

-          Bien prosigamos- y continúo descargando golpes esta vez bajando por los muslos de la brava alemana, que tan solo es capaz de soltar gemidos en respuesta al brutal castigo que está recibiendo.

Mientras tanto el ordeño de Mandingo no da los resultados esperados y le indico a Verónica que ataque más fuertemente la próstata del esclavo, lo que hace que la pelirroja inserte más fuertemente el pene en el culo del negro.

Al llegar a los 47 palmetazos, Ingrid me indica.

-          Amo, por favor, chuparé la polla del puto negro.

-          No Ingrid, ahora es un premio poder mamársela a Mandingo, ¿cómo lo tienes que pedir? -le digo mientras le suelto dos impresionantes trallazos en el muy maltrecho culo.

-          Amo, por favor, permitiría a esta sucia esclava ayudar con su sucia boca a ordeñar a este magnífico esclavo de su propiedad.

-          Muy bien Ingrid –le respondo mientras le suelto el trallazo número 50 que deja su culo y sus piernas en un estado deplorable.

-          Sophie, deja a tu compañera Ingrid y acércate a mí.

-          Si Amo –responde la francesita abandonando la polla de Mamadou

-          Ingrid, sin trucos, mámasela hasta que se corra, si haces cualquier tontería recibirás 50 azotes con la vara en el culo y no estás en disposición de aguantarlo.

-          Si Amo –responde la rubia, por fin sumisa una vez ha recibido el castigo que necesitaba.

Ingrid se inserta la flácida pero impresionante polla hasta el esófago y empieza a succionar con fuerza, mientras Verónica sigue atacando la próstata de Mamadou con el arnés. Estoy tan embelasado que me olvido de Sophie, y tras unos minutos de bombeo y succión frenéticos Mamadou se corre entre estertores.

La muy bien enseñada Ingrid se acerca a mí para que pueda ver la mínima corrida del negro, an solo han sido cuatro miserables gotas.

-          Bien Ingrid, para acabar de sellar vuestra amistad dale un beso a Mamadou y compartid su corrida –le digo a Ingrid con voz dura

-          Si Amo –responde la resignada esclava que sabe que no está en disposición de aguantar otro castigo pero que si tengo que aplicárselo no me temblará la mano. Y procede a morrease con evidentes muestras de asco con Mamadou.

-          Bien Mamadou, creo que por hoy ya se ha acabado. No creo que te quede ni una solo gota más de semen.

-          Gracias Amo –responde el negro aliviado.

-          Perdón Amo –dice Verónica.

-          Si ¿Verónica?

-          En el hospital –ya comente que nos parecía que tenía formación en medicina- para los clientes que tenían problemas eyaculatorios teníamos un procedimiento para asegurarnos que se les extraía todo el semen.

-          ¿Y cuál era? –pregunto altamente interesado.

-          Es una especie de electro estimulación de la próstata. Consiste en introducir un polo por el culo del paciente hasta que llega la próstata y otro por la uretra hasta que también llega a la próstata.

-          Muy interesante, prosigue – le indico.

-          La introducción se hace con el paciente sedado porque es muy dolorosa.

-          Ahhh, por eso no te preocupes Mandingo es un bravo guerrero.

-          Una vez se han introducido ambos polos se hace circular pulsos de corriente entre intensidad uno y diez hasta que la próstata se contrae y el paciente vacía todo el semen. Esto también se hace sedado porque es altamente doloroso –responde Verónica con una sonrisa en los labios haciendo pucheros.

No sabía que la pelirroja era tan rencorosa, por tan solo veinte azotes en las tetas se está vengando de forma altamente cruel de Mandingo.

-          Bien, es una experiencia que creo que no queremos perdernos ¿no? ¿Ingrid te gustaría verlo?

-          Por supuesto Amo –responde con una sonrisa sádica la rubia.

-          ¿Verónica?

-          Amo, sería un gran honor poder hacerle una demostración –responde, mirando fijamente a los ojos de Mandingo que está temblando.

-          ¿Sophie?

-          Si el Amo cree que puede ser una buena experiencia –responde la francesita sin saber que decir.

-          Buen respuesta Sophie.

-          Bien Mandingo, a ti no hace falta preguntarte, ya ves que el resto estamos totalmente de acuerdo, y además estoy seguro que deseas satisfacer a tu Amo. ¿No Mandingo?

-          Si Amo, responde el negro que afortunadamente sigue atado en la posición en la que le penetró Verónica y con la polla hecha unos zorros saliendo por el agujero del potro.

-          Verónica, ves a por el material necesario.

En unos segundos Verónica vuelve con el electroestimulador y dos polos, uno del tamaño del consolador usado anteriormente para  acceder a la próstata desde el culo y otro del grosor del dedo meñique de unos 40 cm de longitud para acceder a la próstata via la uretra.

-          Verónica, Ingrid proceded

Mientras la rubia y la pelirroja se acercan al negro con sonrisas sádicas en su rostro, ordeno a Sophie que se tumbe sobre mis rodillas y procedo a azotarle el culo con desgana, tan solo por ir haciendo algo.

Ingrid, con unos guantes de latex puestos, procede a coger la polla del negro con la mano izquierda mientras que con la derecha inserta firmemente la varilla en la uretra del negro, cuando ésta se atasca con certeros golpes, a los que Mamadou responde con sollozos, hace que siga avanzando.

Mamadou suda a mares y tan solo solloza, ya no tiene fuerzas ni para gritar.

Una vez introducida la varilla en la uretra, Verónica procede a insertar el consolador conductor de un golpe lo que hace que el cuerpo del negro se tense y arquee con las últimas fuerzas que le quedan mientras cae derrotado.

Una vez se han colocado ambos polos y conectados al electroestimulador, Verónica empieza con las descargas, lo que hace que Mamadou recupere el sentido y aulle como un poseso mientras su cuerpo tiembla, se pone en tensión y se arquea, por suerte está firmemente atado, pero sus convulsiones hacen moverse el potro.

Verónica incrementa voltio a voltio las descargas hasta que llegan a nivel máximo y deja un gran pulso de 10 segundos, las convulsiones del negro son tremendas, parece que va a desmontar el potro, los aullidos son animales, totalmente lastimeros y finalmente una blanca gota de semen se derrama por la punta de su polla.

Me acerco a la misma y pasando el dedo por la polla la recojo y la dejo en los labios de Mamadou.

-          Bien Mamadou, eres un gran semental.

-          Gracias Amo –responde el negro toralmente derrotado sobre el potro.

-          Ingrid, Verónica lleváoslo al dormitorio comunal y haced que descanse.

-          Si Amo.

-          Sin trucos, sino lo pagareis caro.

-          Si Amo –responde las dos bellas esclavas.

Espero que lo hayais disfrutado