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El Bloque II - La entrega de Shirley

en Dominación

El Bloque Capitulo II – La venganza

Disclaimer: Todo lo que se relata aquí es producto de la imaginación calenturienta y enfermiza ;-) del autor. En la vida real rechazo de plano la trata de mujeres, el chantaje y otros recursos que se reflejan en este relato.

Recordar que el lema del BDSM es SSC, haciendo hincapié en la C, consensuado.

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Ha pasado un año desde que me encontré con Jamaica y el negocio ha ido viento en popa. Tras el primer mes, Jamaica quedó tan impresionado por el aumento de caja que me regaló a la Lolita negra pelirroja, la espectacular diosa de ébano que me impresionó en la primera cita que tuve con él, ahora es mi esclava. Si como lo habéis oído ESCLAVA. Puedo hacer con ella lo que quiera, me la regaló para poder así empuñar la fusta o el látigo sin ningún tipo de límites o restricciones.

En este tiempo he conocido a las chicas y he visto la peor cara de la prostitución, como las tienen chantajeadas a través de su familia, por ejemplo las gemelas rusas Irina y Sonya están en esa situación desde los dieciséis años porque su padre debe mucha, mucha pasta a la mafia rusa, y la situación actual es el cielo comparado con los infiernos que han pasado entre los dieciséis y los dieciocho en los que solo podían trabaja clandestinamente.

A las sudamericanas y negras las tienen dominadas o bien por sus familias o con el vudú, por ejemplo mi Lolita está convencida que si me abandona o no me sirve diligentemente ella y su familia sufrirán grandes males, por lo que acepta sumisamente su condición de esclava.

La tailandesa Suki directamente fue vendida por sus padres a los traficantes de trata de blancas en su país.

Otras como la elegante francesa Sophie está aquí porque Jamaica tiene un suministro ilimitado de coca y para ella es la forma más sencilla de suministrarse las dosis que necesita.

Y finalmente tenemos el caso de Lorena, ella está en esto por voluntad propia, a pesar de ser increíblemente bella es muy insegura y para ella es una autoafirmación de su valía que un cliente pague por sus servicios. Si a eso le sumamos una tendencia masoquista que hace que se ponga como una perra en celo cuando alguien “acaricia” su espectacular trasero con un cinto o una caña tenemos el coctel explosivo que es esta chiquilla.

Pero a final de cuentas no soy un salvapatrias y pensé si yo no estoy en este puesto vendrá otro, y prefiero follarme yo a estos chochitos qué que se los follen otros. Sé que es la posición fácil e incluso hipócrita pero la vida es así, y para una vez que llevaba cartas ganadoras no pensaba renunciar a ellas.

No obstante a pesar de vivir en un paraíso, me encontraba algo encabronado y Jamaica lo notó, un día tomando cervezas me comentó:

-          ¿Todo bien Juan?

-          Si, Jamaica

-          Pues no estoy tan seguro –me responde el inmenso negro

-          Vas a decir que soy gilipollas, pero pese a tener un harén a mis pies que ya les gustaría tener a muchos jeques árabes no consigo sacarme de la cabeza a mis dos vecinas, Dios lo que daría por poder follármelas, tanto a esa poligonera pelirroja como a la furcia divorciada.

-          ¿Quién lo iba a decir? Tienes a once mujeres espectaculares y tú te cuelgas de una poligonera y una marujita new generation. Hay que joderse. Pero hablando de vecinos, tenemos que cambiar de administrador de fincas, el que tenéis ahora puede que no sea de nuestra cuerda y si los vecinos se quejan puede jodernos, así que te paso el teléfono de Tomás, nuestro administrador, es un crack, eso sí putero de cojones, y como tiene barra libre lo vas a tener en el edificio varias veces a la semana. Cuéntale tu problema y a ver si a él se le ocurre algo.

Fui a hablar con Tomás que convocó una reunión de vecinos e hizo el cambio de administrador sin problemas ya que mis propiedades gracias a los bajos representan el 75,02% de las cuotas y puedo tomar todas las decisiones del edificio.

Al comentarle lo que me jodía no poder follarme a las vecinitas me dijo.

-          Mira Juan, follártelas no podrás, pero al menos echarlas sí. Y jodiéndolas bastante.

-          ¿Cómo? –pregunté anhelante

-          Pues como siempre, dinero. Vamos a hacer un plan de subidas y derramas que nos las vamos a crujir. Primero vamos a empezar por contratar un servicio de conserjería 24 horas al día, ni que decirte que lo cubrirán tres putillas de Jamaica por lo que el dinero que pagues por una banda lo recibirás por otra y solo les costará el servicio a esas dos furcias.

-          Buena idea Tomás. Además si las vestimos en plan sirvienta sexy le alegramos la vista a los clientes. Y tres putillas más que tengo para mí harén particular y a estas podré darles caña de verdad, que le estoy pillando el gusto a eso de azotar a las niñas.

-          Por otra parte vamos a acometer reformas en el edificio. ¿Se te ocurre algo?

-          A ver mi idea cuando quería comprar todo el edificio era construir en la azotea una zona de piscina, solárium, spa.

-          Perfecto, pues lo vamos a hacer y encima ellas van a financiar parte.

-          Y finalmente para acabar de ahogarlas empadronaremos a alguna putilla que tenga un certificado de movilidad reducida, aprovechando que por ley se tienen que acometer las reformas necesarias para adecuar el edificio vamos a ponerlo a todo lujo. Ni que decirte que el presupuesto que presentemos nosotros será el que se apruebe, para eso tienes mayoría en la comunidad, además estará bastante hinchado. Y las obras las ejecutaremos nosotros a nuestro gusto. Tu tranquilo que en un año esas dos van a estar hasta el cuello de deudas.

Conseguimos subir la cuota de la comunidad de 100€ al mes a 1.000€ ya que había que pagar los sueldos de las tres putillas que iban a hacer de conserje, para la piscina se pidió una financiación que había que amortizar y la puntilla fue la derrama de 12.000€ que se exigió a cada vecino para la adecuación del edificio. Total que las vecinitas pasaron a tener que pagar en un año 24.000 €.

Intentaron vender los pisos, pero nadie los quería comprar, la jugada de las conserjes fue magistral, y cada vez que venía un posible comprador se le salían los ojos de las órbitas cuando veían a esas zorras enseñándolo todo y encima de decían lindezas del tipo “venís a ver el cuchitril de la guarra del 1º 2ª” o casualmente se cruzaban con alguna de las niñas que impúdicamente le ofrecían sus servicios por un módico precio. Esto espantaba a cualquier posible comprador.

Para enterarme de la situación económica de las dos guarrillas mandé al banco a preguntar por la situación el préstamo a Irina y Sonya. El director del banco es un gordo baboso de unos 60 años que en cuanto ve una jovencita se le van los ojos y las manos. Ya os podéis imaginar su comportamiento en cuanto vio a tan espectaculares hembras. Se deshizo en amabilidades hacia ellas, se las llevó a su despacho y entre sobeteo y sobeteo les proporcionó todos los datos de la situación económica de las dos vecinitas. Lo que él no sabía era que las gemelitas llevaban sus teléfonos grabándolo todo.

La situación económica de las vecinas estaba al límite, pero para asegurarme de que nada se torciera decidí ir a hablar con el director del banco.

-          Hola, venía para informarme de la situación de los pisos de la finca tal y tal.

-          Perdone, señor, pero como comprenderá no podemos dar información confidencial de nuestros clientes –me responde todo digno el director del banco.

-          A ver gordo seboso de mierda –le digo mientras dejo mi móvil encendido encima de la mesa con el video que grabó Irina- Te tengo cogido por las pelotas y voy a apretar y retorcerlas hasta que revientes. Tengo material para arruinarte la vida, si hago llegar esto a tu mujer te dejo sin blanca, y si lo hago llegar a tus superiores te enfrentas al despido y a demandas de cárcel ¿Entendido?

-          Si, si –balbuceó el gordo director.

-          Bien entrégame todos los extractos de sus cuentas, de sus maridos y familiares. Así como la situación de la hipoteca y posibles préstamos.

Las dos vecinitas financieramente vivían al límite, la poligonera pelirroja tenía unas deudas impresionantes, aun debía 260.000€ del piso, 90.000 eurazos de un Lexus RX que había comprado hace poco y unos préstamos personales que habían pedido para un viaje al caribe que hacía que la parejita se fundiera solo en préstamos 2.000€ al mes, además de los gastos de la casa y para vivir.

Con los 1.100€ de sueldo cajera y los 1.500€ del musculitos tan solo les quedaban 600€ para pasar el mes. Imaginad su situación cuando la comunidad pasó a costar 1.000€ al mes. Los impagos empezaron a acumularse desde el primer recibo.

La situación de la marujita era bastante mejor ya que el pringado del marido se hacía cargo de todos los gastos: hipoteca, recibos, colegio de la niña que a sus 18 años aun está en 2º de la ESO… y encima le pasaba 1.500€ al mes de manutención. El pobrecillo estaba pringando todos los meses 3.000€ para esa víbora y solo le quedaban 500€ para sus gastos. No me extraña que hubiera acabado otra vez en casa de sus padres. Como podréis imaginar la subida de comunidad también fue trágica para ella.

Ahora, un año después, la situación ya está madura y llega el momento de la venganza. Tomás convoca por burofax una reunión de vecinos con un único punto en el orden del día: “IMPAGOS EN LA COMUNIDAD: ACCIONES JUDICIALES”.

El día de la junta estamos: la vecinita poligonera, el musculitos, la marujita del ático, un notario que hemos contratado para que levante acta, Tomás y yo que vengo acompañado por mi fiel Lolita, a la que el notario no quita ojo de encima.

Como la reunión es en la portería también está pululando por allí Natasha, la conserje, una dulce rubita de unos treinta años, no es del nivel de mis niñas pero es un caramelito muy apetecible, menuda no pasa del metro cincuenta pero totalmente siliconada con dos pechos inmensos que parecen dos pelotas de béisbol, unos increíbles ojos azules y una sonrisa permanente en sus jugosos labios. Hoy le hemos obligado a que se vista en plan doncella francesa y es un espectáculo, la falda con un gran vuelo apenas le tapa el culo, en cada movimiento se ve su coño asomando por debajo de ella. Muestra sus bonitas piernas encima de unos tacones de vértigo y sus siliconadas tetas pugnan por salir del ceñido escote en forma de corazón que las aprisiona. El sr. notario no pierde detalle. Cuando ya estábamos todos reunidos ha salido de su garita para acercarse a los presentes y ofrecernos sus servicios:

-          ¿Desean los señores algo de beber? –nos pregunta con una sonrisa en su cara.

-          Si, gracias Natasha –le respondo yo amable- ¿Señor notario le apetece algo de beber?

-          Gracias, un vaso de agua me iría bien.

-          Natasha, un poco de agua para el señor notario y para Tomás y para mí lo de siempre.

La marujita del ático se pone roja de indignación por la humillación que está sufriendo ignorándola ostensiblemente, pero supongo que opta por comérsela dado que debe todos los recibos de la comunidad. Natasha nos trae a Tomás y a mí un café a cada uno y al notario el agua.

-          Tome sr. notario, estoy a su total disposición para lo que necesite – le dice mientras lo mira seductoramente mordiéndose los jugosos labios remarcando las palabras total disposición, que bien educadas están mis niñas.

Tomás inicia la junta indicando que se va a proceder a votar las acciones legales por el impago de las deudas de la comunidad. Indica que el 1º1ª tiene una deuda de 22.000€ y el ático 1ª de 19.000€, que se va a proceder a solicitar en una semana por vía judicial la cancelación de la deuda. En caso de que ésta no se cancele se solicitará el embargo de bienes, dando prioridad a los pisos para que éstos respondan de la deuda.

Aunque las dos vecinitas braman de indignación se procede a la votación que gano por un ajustadísimo 75,02% gracias a los coeficientes superiores de los dos bajos.

El notario levanta acta y firmamos como testigos Tomás y yo. A una seña mía Natasha se acerca al notario y cogiéndole de la mano se lo lleva diciéndole con voz melosa:

-          Por aquí Sr. Notario, permítame agradecerle sus impresionantes servicios.

El notario se fue más contento que unas pascuas indicándonos que al día siguiente él mismo se acercaría a entregarnos las actas de la junta.

Al irse el notario se desencadena la tormenta, las dos vecinas nos insultan y nos llaman de todo diciendo que no van a permitir esto, que van a luchar lo indecible para no perder lo que es suyo.

Al día siguiente las vecinitas fueron a ver al director del banco, pero éste perfectamente aleccionado les denegó el crédito que solicitaban. Sé que recurrieron a familiares y amigos, pero en plena crisis era imposible que reunieran tanto dinero.

Para meterles aún más presión pasados tres días desde la junta Jamaica habló con el marido de la marujita del ático y lo contrató como técnico de mantenimiento, ya que es eso a lo que se dedica, ordenadores, teléfonos… pero con dos cambios sustanciales:

  • Jamaica le ha dejado un cuchitril en un edificio suyo y se puede tirar a las putillas del edificio, son de bajo nivel pero el tío está encantado.
  • A cambio el sueldo declarado es de 1.500€ con lo que la pensión a la vecinita se ha reducido a unos míseros 1.000€.

El tío ahora está encantado porque tiene pasta y putas hará todo lo que Jamaica le diga y encima se venga de las dos zorras que lo estaban exprimiendo.

Con los vecinos del primero, la actuación de Jamaica fue bastante menos sutil, tan solo se acercó al taller en el que trabaja el musculitos y obligó al dueño a despedirlo. ¿Qué como lo hizo Jamaica? El cabrón del dueño es un putero de cuidado y en cuanto Jamaica le enseñó las fotos y videos que tenía de él, aceptó. Tan solo fue necesario revisar la taquilla del musculitos para encontrar en ella coca, era de dominio público su afición a la misma y todo fue coser y cantar, a la puta calle.


 

La entrega de la Poligonera

El despido del musculitos fue la puntilla. Al día siguiente sobre las siete de la tarde, estaba tan tranquilo en mi apartamento, totalmente desnudo, azotando con un grueso látigo las bellísimas nalgas y las turgentes tetas de Lolita. La pobre negrita permanece colgada de sus muñecas mientras se deshace en lágrimas y gritos de dolor, cuando oigo que llaman al timbre.

Nicole, la elegante francesa que hoy está castigada por no rendir, se encuentra en cuclillas frente a mí agarrando mis nalgas con las dos manos y clavándose profundamente mi polla en su garganta.

-          Nicole, ves a abrir –le ordeno mientras continúo ensañándome con el cuerpo de la mulata.

Vestida con tan solo una gargantilla, medias con ligueros y unos altísimos zapatos que añaden 15 cm a sus ya imponentes 170 cm es todo armonía y elegancia, sus medidas en el límite justo para que no falte de nada pero que no sea grosero. A sus 32 años se conserva perfectamente y las gafas de pasta y ese tono francés qu eme vuelve loco le dan un aire de secretaria realmente sexi. Si a eso le sumamos los finísimos surcos que la implacable caña ha dejado recientemente en sus tetas y culo como parte de su castigo hace que su presencia sea irresistible.

Al llega a la puerta oigo la voz chillona de Shirley, así se llama la vecinita pelirroja.

-          Hola, quiero hablar con Juan

-          Perdona, pero el Sr. Juan se encuentra ocupado en estos momentos –le replica la bella francesa con su sugerente voz, recalcando la palabra señor.

-          Nicole, no seas así y déjala pasar – le replico desde el salón mientras descargo un nuevo trallazo que hiere certeramente los dos pezones de Lolita que ruge de dolor, y me siento en el sofá.

Al regresar al salón, sin importarle la visita, Nicole se coloca entre mis piernas y continúa con sus trabajos orales.

-          Bien Shirley, tú dirás - le digo mientras la inspecciono de arriba abajo

La vecinita se ha vestido para matar. La cabellera pelirroja suelta, maquillada como una perra, resaltando en su cara los labios de un rojo intenso y las ojeras fruto de las preocupaciones que no ha conseguido tapar con los kilos de maquillaje que se ha puesto.

Lleva un top amarillo ceñidísimo, dos tallas menos que la suya, y se nota que debajo del mismo los grávidos pechos están sin sujetador, algo caídos debido al paso del tiempo pero aún apetecibles.

El top deja ver una cintura bastante cuidada pero con la barriga un poco fofa.

Una minifalda a juego con el top, que se ciñe a sus caderas y a sus piernas como una segunda piel y que tan solo cubre lo estrictamente necesario. A continuación se aprecian unas piernas bastante bonitas pero con algo de celulitis y se ha enfundado unas botas de cuero que acaban un poco por debajo de las rodillas.

Vamos el sueño de cualquier voyeur pajillero. En definitiva una poligonera de dudoso gusto vistiéndose como ella cree que van las mujeres para encandilar a los hombres.

-          Mira Juan, te voy a ser sincera, no podemos pagar el dinero que debemos, estamos arruinados, pero he visto las miradas que me echabas y yo podría ser muy amable contigo –me dice mientras humedece sus labios e hincha su pecho echando los hombros hacia atrás para que aprecie mejor la mercancía- si nos perdonaras la deuda.

-          A ver Shirley, ¿te me estás ofreciendo como zorrita? Mira no te humilles más, Nicole levántate y ponte al lado de esta puta.

La impresionante Nicole se pone al lado de Shirley y las diferencias se hacen patentes.

-          Mira zorra -le digo a Shirley- fíjate en el impresionante cuerpo de la hembra que tienes a tu lado, ¿crees que tus patéticas ubres de vaca, fofas y caídas pueden competir con los turgentes senos de Nicole?

La bella francesa para resaltar mis palabras inspira profundamente y sus senos se yerguen desafiando a la gravedad.

-          ¿O crees que esa barriga hinchada de tanta comida basura puede atraerme pudiendo perderme en la cálida y acogedora cintura de la preciosa yegua que tienes a tu lado?

-          Pero –intenta interrumpirme una Shirley roja de vergüenza

-          ¿Tal vez has pensado que esas piernas celulíticas son más atractivas que las dos elegantes e infinitas piernas de Nicole, o que tu culo fofo y caído es más apetecible que la maravillosa grupa de la seductora potranca que tienes a tu lado?

-          Pero Juan antes me mirabas con deseo.

-          Calla –le interrumpo- aun si obviara tu evidente falta de atractivo y elegancia e intentara hacerte un favor follándote, crees que podrías proporcionarme una décima parte del placer que estas geishas me proporcionan continuamente.

-          Lo siento, soy una tonta –replica Shirley que estalla en sollozos.

-          No, no lo eres –le digo mientras tomándole de la barbilla mientras la miro fijamente a los llorosos ojos– tan solo estás desesperada.

Hago una pausa esperando que respire y se calme un poco.

-          Mira, podría proponerte algo.

-          Si, Juan, lo que sea –me responde ansiosa.

-          Sshhh –le interrumpo poniéndole un dedo encima de sus labios- sabes que me gusta jugar duro, muy duro. Fíjate en las marcas de caña Nicole o en las del látigo de Lolita.

-          Ohhh –exclama sorprendida Shirley, que debido al nerviosismo ni siquiera se había percatado de ello.

-          Puedo anularte toda la deuda, los 22.000€ e incluso si eres buena compraros el piso. Pero esto tiene un coste.

-          Lo que sea Juan, lo que sea.

-          Te voy a pagar exactamente lo mismo que cobra cada una de estas zorras de lujo, 250€ la hora, pero en esa hora te voy a poder hacer de todo, humillarte, azotarte, violarte, lo que quiera, excepto mutilarte o dañarte permanentemente. Va a ser tremendamente humillante y doloroso, pero por cada tarde que estés conmigo 4 horas te llevas 1.000€ y además no te echo al juzgado encima. ¿Aceptas?

Tras una breve pausa, Shirley me responde:

-          Bien sabe dios que no tengo otra alternativa, nos tienes bien pillados. Acepto.

-          Te quiero el sábado por la tarde aquí cuando salgas del súper. Y que venga tu marido a entregarte.

Llegó el sábado y aparecen en la puerta Shirley y el musculitos.

-          Toma, cerdo –me dice el musculitos –si fueras hombre arreglaríamos esto en la calle, como hacen los machos.

Ya me esperaba una reacción así para la que estaba totalmente preparado.

-          Mira, musculitos, te voy a dar una oportunidad de librar a esta zorrita de la tremenda agonía que le espera.

-          Dispara cerdo –me desafía mirándome fijamente a los ojos.

-          Mira si eres tan hombre te reto a ver quién aguanta más tiempo una mamada. Por una parte Shirley me come la polla y Lolita te la come a ti. Si yo me corro primero os vais los dos y la deuda total queda saldada.

Sin nada que perder el musculitos acepta inmediatamente. Repantigados cada uno en un sofá y con la polla al aire las dos yeguas toman posición entre las piernas de cada uno, la pelirroja entre mis piernas y Lolita entre las del musculitos.

Mientras Shirley se lanza a comerme la polla, Lolita tan solo se pone de pie y acaricia la cara del musculitos, acerca sus labios a su oreja y la mordisquea suavemente, le susurra con su voz ronca al oído, le da un cálido beso y repentinamente la polla del musculitos empieza a soltar chorros de semen, se ha corrido sin necesidad de tocarlo como un tímido adolescente.

-          Hijo de perra –exclama Shirley – no has podido aguantarte las ganas, en cuanto ves a una zorra se te van los ojos, y me condenas a esto. Te odio.

-          Perdona cariño –se excusa el musculitos- La apuesta no ha sido justa –protesta- ¿Cómo sabemos que este cabrón no viene ordeñado previamente? Nos ha engañado.

-          A ver pichafloja, la apuesta era sin contraprestaciones, tan solo para humillarte y que tu mujercita vea la escoria que eres, pero si tan hombre eres vamos a subirla. Ahora ya estás ordeñado, por lo que si tuvieras razón, que no la tienes, estamos en igualdad de condiciones. Te hago de nuevo la misma apuesta. Si yo me corro primero os vais y deuda saldada

-          Acepto –me interrumpe el musculitos.

-          Peeeeeeero – continuo tranquilamente - si tú te corres primero también serás mi esclavo.

Esta vez el musculitos vacila, ya que la apuesta ha subido mucho con respecto a él.

-          Cabrón, ¿dudas en aceptarla? –le increpa Shirley- O sea que tu mujer puede degradarse todo lo que sea pero en cuanto te toca apechugar te echas para atrás. Puto drogota, fracasado sin empleo, tu mujer te mantiene y ahora no tienes los huevos necesarios para defenderme.

-          Hecho –me responde desafiante, acorralado por la fiera de Shirley

-          Lolita, a ver si ahora puedes probar la polla de este “macho” –le digo a la negra con una sonrisa de desdén.

Shirley se lanza ávida contra mi polla, y digo bien contra, su técnica es penosa, habrá comido muchas pollas pero nada comparado con la técnica de mis putillas. Es incapaz de trabajar las distintas partes de la polla, de mimar cada una de ellas, tan solo se dedica a subir y bajar como un pistón desbocado, succionando y lamiendo desesperadamente. No tiene ninguna oportunidad.

Al cabo de un rato empieza a cansarse y me suplica:

-          Por favor, Juan, ¿podría utilizar también las manos?

-          ¿Tú que dices milhombres? –le pregunto al musculitos que tiene serios apuros para aguantar, la técnica de Lolita es diabólica, con su boca recorre el pene en toda su longitud, cuando tan solo tiene la cabeza de la polla entre sus labios la lame suavemente como si fuera un helado mientras te mira con ojos inocentes, luego la succiona fuertemente y empieza a engullirla, la lengua revolotea jugando con el frenillo y el glande mientas poco a poco la polla desaparece en su boca, cuando llega al fondo de su garganta, la aprisiona y masajea con ésta mientras la lengua sigue revoltosa jugueteando y los labios la aprisionan. Notas la pesada respiración en tu pubis cuando su nariz se incrusta en el mismo porque tiene toda la polla dentro de ella, lentamente se la va sacando y los labios y la lengua la recorren sentido inverso, para volver a iniciar de nuevo tan delicioso tormento.

-          Si –responde el musculitos, con voz entrecortada mientas gruesas gotas de sudor perlan su frente

-          Bien chicas, podeis utilizar las manos.

Shirley frenética empieza a pajearme con ambas manos mientas succiona mi capullo dentro de su boca. Pero Lolita, en un alarde de maldad, introduce un dedo en el culo del musculitos y presiona la próstata haciendo que éste se corra con inmensos chorros de leche que van a parar a la cara de una feliz Lolita.

Ganada la apuesta agarro firmemente la cabeza de Shirley y procedo a follarle la boca sin compasión, hundo profundamente mi polla hasta su garganta y la mantengo allí hasta que se pone roja por falta de aire, la saco entre mocos y babas mientras desesperada toma el aire que le falta para nuevamente follar a fondo su boca. Disfruto tanto de esa sensación de dominio que en pocos golpes me corro abundantemente en su cara mientras le digo al musculitos.

-          ¿Has visto como tenía leche de sobra?

Al recuperar el aire, Shirley empieza a insultar a su pareja.

-          Maricón de mierda, te meten un dedo por el culo y te corres. ¿Es eso lo que haces en el gym con tus amigos? Eres odioso –se derrumba entre sollozos Shirley que durante unos momentos ha tenido la esperanza de librarse del infierno que le espera.

-          Bien, zorrita –me dirijo al musculitos- lo primero que vas a hacer es lamer el semen del macho alfa de la cara de tu mujercita.

-          Hijo de puta te voy a matar –se abalanza sobre mí. No tiene ninguna oportunidad, ya habíamos previsto esta situación y Lolita le aplica una descarga con una pistola eléctrica que lo deja inconsciente.

Le atamos los pies y las manos y Lolita lo despierta con un par de buenas ostias.

-          Cabrón despierta –le increpa.

-          Bien milhombres, ahora vas a hacer el trabajo que te he ordenado. Lame el semen de la cara de tu dulce mujercita –le digo con una sonrisa.

-          No –se niega en redondo

Lo que no ha apreciado es que al lado suyo se encuentra Niara que descarga un fuerte fustazo en la flácida polla del musculitos.

-          Agggg, negra de mierda –grita el musculitos- si no estuviera atado te destrozaba hija de puta.

-          ¿Puedo señor? –me pregunta Niara deseosa de medirse con el musculitos.

Lo que no mide bien este engendro es que Niara es una imponente negra de un metro noventa, no es un saco de músculos más bien es una bella gacela pero está perfectamente entrenada y es capaz de tumbar a cualquiera. En su Somalia natal desde los diez años participó en guerrillas, está totalmente bregada en el combate y acostumbrada al dolor. Para ella su situación actual es muchísimo mejor que la que vivió de niña y nos considera su familia a la que hay que honrar y proteger.

Lolita suelta al musculitos, que echando espumarajos por la boca intenta abalanzarse sobre Niara, ésta con un rápido giro de cintura lo proyecta contra la pared y aprovechando el mismo giro golpea violentamente con su poderosa pierna la espalda del pelele que choca violentísimamente contra la pared, quedando totalmente aturdido. KO en tres segundos.

Sin darle tiempo a recuperarse le hace una llave aprisionándolo por su brazo y cuello y lo acerca a la cara de Shirley. Retorciéndole el brazo y presionando en su cuello le increpa:

-          Maricón, haz lo que te ha ordenado el Sr.

Entre lágrimas de humillación, dolor, rabia y asco lame el semen ya algo seco de la cara de Shirley, en la que me parece ver un atisbo de sádica sonrisa viendo humillado a su marido. Parece que el paraíso no era tal.

Al acabar de lamer la cara de Shirley, Niara lo tumba violentamente contra la mesa y aleccionadas como están les digo:

-          Lolita, te lo has ganado, disfruta.

Una cruel sonrisa aparece en el dulce rostro de la bella negrita, que desnuda como está se acerca a un armario para coger un inmenso dildo negro de 26 cm de largo por 10 de diámetro, totalmente rugoso y con protuberancias. Una máquina de matar.

Lolita se acerca lentamente al musculitos que sigue aprisionado contra la mesa por la poderosa Niara. El terror se refleja en sus ojos. Lolita le acerca el inmenso pollón a su boca y le dice:

-          Chupa, mójalo para que te entre mejor.

El muy tarugo cierra obstinadamente la boca y encogiéndose de hombros Lolita le dice:

-          Bueno pues será por las muy muy malas.

Lolita se pone un arnés e inserta el dildo en él. La imagen que ofrece es totalmente incongruente. Una diosa de ébano, espectacular, bellísima, totalmente desnuda excepto por los altísimos zapatos de tacón, con marcas del látigo en sus turgentes pechos y perfectas nalgas. Y de repente ves salir de su pubis un descomunal y aterrador pene negro. Es una imagen poderosa y excitante.

Acariciando al machito con la punta de los dedos recorre lentamente su cuerpo mientras se coloca detrás de él. El musculitos clama venganza, grita que nos va a denunciar. Ya cansado de sus tonterías me acerco a él y agarrándole por los pelos hago que alce la cabeza para que me mire a los ojos y le increpo:

-          Tarado de los cojones, has hecho una apuesta y vas a pagarla, no te importa que violemos y torturemos a tu mujer pero eres incapaz de aguantar lo que se te viene encima. Que sepas que todo está grabado y se ve como aceptas las condiciones y términos de la apuesta, así que ahora paga con tu culo los cheques que firma tu asquerosa boca, cabrón.

De reojo veo que a Shirley no le ha disgustado el discursito que le he echado a su marido.

-          Lolita, todo tuyo.

-          Allá vamos –me dice la negrita guiñándome pícaramente un ojo.

Niara se tensa porque sabe que el cabrón va a luchar lo indecible.

Lolita apoya el descomunal dildo en la entrada trasera del musculitos y empieza a empujar lenta pero firmemente la cabeza el dildo contra su esfínter. El musculitos grita como un cerdo llevado al matadero mientras Lolita le anima:

-          Venga que ya ha entrado la cabeza, es lo que más cuesta, ahora solo faltan los siguientes 20 cm. Querido si lo hubieras chupado sería más fácil.

Niara tiene que utilizar toda su fuerza y habilidad para mantenerlo contra la mesa, el cuerpo del musculitos se tensa hasta límites insospechados por el dolor. De su boca tan solo salen aullidos de dolor y su cara es una máscara de rabia, vergüenza, dolor y odio.

Poco a poco, y con un gran esfuerzo por parte de Lolita el culo del musculitos engulle el inmenso dildo y ahora Lolita empieza un lento mete saca que va aumentando de ritmo. En la cara de la negrita se refleja el inmenso placer que siente humillando a este hombretón.

Los aullidos de dolor ahora son tan solo gemidos y exhausto como está por el castigo al que está siendo sometido Niara apenas tiene que hacer fuerza para sujetarlo.

De repente cuando el mete saca de Lolita adquiere un ritmo infernal, aunque la polla del cabrón está flácida vemos como dispara chorros de semen, el muy cabrón se ha corrido con el tratamiento que le ha dado la negrita.

-          Mira Lolita, al muy cabrón le gusta el tratamiento que le has dado.

-          Ohhh –responde Lolita haciéndose la indignada - perrito malo te has corrido mientras te castigaba. Eso es de perritos muy muy malos.

El muy cabrón ahora se encuentra rojo de vergüenza, su hombría ha quedado totalmente aniquilada.

-          Por ser un mal perrito ahora te vas a ir con tus dueñas para que te castiguen –le digo yo humillándolo aún más- Lolita llevároslo para que las chicas lo disfruten y tu vuelve para ayudarme con Shirley.

Al irse a levantar, Niara de un empujón le ordena.

-          A cuatro patas como el perro que eres, y lame el estropicio que has dejado –le dice mientras cogiéndole del pelo restriega su cara contra el semen.

EL pobre está roto, ya no queda nada de su dignidad, ahora mismo es un despojo en manos de unas chiquillas que se lo van a pasar bomba con él. De reojo miro la cara de Shirley y me parece reconocer en ella que siente asco y decepción por su pareja al ver como se ha derrumbado y se ha convertido en una piltrafa.

En este año he estado con muchas mujeres, aparte de mi Lolita, las diez putillas que superviso y las conserjes no ha habido semana que no me calzara dos o tres de las chicas de Jamaica y sus socios. Y si bien todas han sido putas que básicamente se dedicaban a satisfacerme algo he aprendido de los mecanismos para dar placer a una mujer. Una vez destruida la confianza y el respeto de Shirley por su marido ahora era el momento de convertirla en una perra salida que se entregara a mí, y para ello pensaba esforzarme al máximo.

Suavemente me acerco a la pelirroja que viendo lo que le he hecho a su marido no se espera nada bueno. El miedo se refleja en sus ojos de cervatilla acorralada.

Shirley está tensa, para relajarla me pongo a su espalda y la empujo contra el espejo de la pared. Queda acorralada de cara al espejo y yo pegado a su espalda. Suavemente empiezo a masajear sus hombros mientras le susurro:

-          Tranquila, no todo va a ser dolor.

Me esmero con sus tensos hombros que poco a poco se van relajando. Hundo mi nariz en su cabellera y delicadamente empiezo a besar su cuello y mordisquear sus lóbulos. Shirley sumisa se deja hacer.

Viene vestida como el otro día, delicadamente tomo el borde inferior del top y la despojo de él dejando al aire sus pesadas tetas. Mis manos se apoderan de esos deseados senos acariciándolos suavemente, mis dedos acarician sus pezones de forma exquisita mientras noto que estos reaccionan a tan placentero tratamiento. Reflejada en el espejo veo la cara de Shirley y tiene los rojos labios entreabiertos reflejando el placer que siente, suaves gemidos salen de su garganta mientras frota su culo contra mí ya enhiesta polla.

Mis labios recorren su espina dorsal, descendiendo hasta su grupa. De un solo tirón desgarro su falda y su anhelado culo se muestra esplendoroso ante mí, lo lamo, lo sobo, rompo a mordiscos el hilo dental que traía como tanga quedando con tan solo las botas puestas. Hundo mi nariz en su culo y aspiro su delicioso aroma, jugueteo con mi lengua en su delicado agujerito.

Los gemidos de Shirley se hacen más sonoros y el movimiento de caderas se acentúa. Está saliendo la perra que hay en ella.

Irguiéndome le doy la vuelta y aprisiono sus muñecas contra la pared mientras devoro su boca, enardecida responde ferozmente al salvaje beso mientras me grita:

-          ¿No me querías cabrón? Pues aquí me tienes fóllame.

-          Vas a desear una y mil veces que te folle, pero hasta que no te lo ganes no lo haré. Vas a suplicar que haga que te corras, pero sufrirás para conseguirlo y una vez empieces a correrte vas a seguir hasta que supliques que pare, pero seguiré y seguiré follándote, vas a ser un juguete entre mis manos –le susurro con voz ronca de deseo.

Paso mi mano por su coño y este destila flujos como si fuera un manantial, la zorrita ya está preparada para el siguiente nivel. Me siento en el sofá y arrastrándola de la mano la tumbo sobre mis rodillas.

-          No sabes las ganas que tenía de azotar este culo –le digo mientras le suelto un ligerísimo azote, casi una caricia a la que Shirley responde con otro gemido de placer.

Mientras sigo azotando muy suavemente su culo con la otra mano masajeo su clítoris y meto un par de dedos en su chorreante coño, las caderas de la pelirroja se restriegan para obtener el máximo placer, pero tan solo quiero tenerla excitada mientras su bonito culo va tomando un ligerísimo tono carmín.

-          Por favor, Juan –me suplica – quiero correrme.

-          Las cosas no van así nena, te lo vas a tener que ganar –le digo mientras le introduzco un pequeño huevo vibrador en su coño, a muy baja potencia, tan solo para mantenerla excitada.

Debido a la calentura que tiene mis azotes pueden incrementar su fuerza y ahora ya caen sonoros. La carne de las ahora ligeramente rojizas nalgas de Shirley tiembla deliciosamente ante los repetidos ataques de mi mano.

-          Por favor, por favor, señor, necesito correrme –me dice con voz infantil.

Vaya, ya hemos pasado de Juan a señor, la cosa marcha bien.

-          Déjeme correrme y haré lo que quiera.

-          Mira pequeña, vas a hacer lo que quiera te corras o no. El placer te lo tienes que ganar. ¿quieres que suba la intensidad del huevo?

-          Siiiii, porfi.

-          Bien, se me está cansando la mano. Si quieres que te aumente la intensidad a partir de ahora los azotes serán con la zapatilla.

Mientras duda distraídamente acaricio suavemente su clítoris para ponerla aún más perra si cabe.

-          Señor, por favor, azóteme con la zapatilla –me responde al cabo de unos segundos.

Pongo el huevo a intensidad máxima y al cabo de unos segundos le suelto un buen azote con la zapatilla que deja una bonita marca violácea en sus nalgas.

-          Auchhh –se queja Shirley, mientras se remueve dulcemente sobre mis rodillas.

Le cedo el mando a Lolita, que ha entrado sigilosamente y baja el huevo de nuevo a intensidad mínima. De repente Shirley desconcertada pregunta.

-          ¿Qué pasa? El huevo ya no vibra fuerte, vuelve a estar flojito.

-          Claro –le respondo yo- Funciona a base de zapatillazos, por cada golpe tendrás diez segundos de vibración máxima. Cuando quieras seguimos.

-          Otro – exige Shirley.

-          Tch, th, tch. ¿Cómo? –plas - ¿piden? –plas- ¿las niñas? –plas  ¿educadas? –plas ¿las cosas? -plas plas

Le recrimino mientras marco cada palabra con un severo azote.

-          Por favor, Sr.Juan, deme otro azote.

-          Muy bien, Shirley, eres una niña buena –y Lolita acciona el mando, mentalmente cuento hasta ocho y descargo otro zapatillazo para hacer coincidir el dolor con la excitación máxima.

-          Por favor, Sr.Juan, deme otro azote –suplica Shirley tras unos breves segundos para recuperarse del azote

Y nuevamente la zapatilla golpea esas preciosas nalgas que van adquiriendo un intenso color rojizo.

Los golpes caen de forma pausada pero Shirley se da cuenta que de esta forma no va a poder conseguir el tan ansiado orgasmo, necesita que la estimulación sea continua, por lo que empieza a suplicar los azotes de forma continuada.

Ahora el huevo vibra a potencia máxima dentro de su coño mientras los golpes caen cruelmente sobre su culo que tiene un furioso tono rojizo.

-          Basta, basta –suplica Shirley –así no puedo correrme, por favor necesito que me estimule el clítoris.

-          Shirley, como me caes bien vamos a hacer una cosa, vamos a poner el huevo a vibración máxima y la deliciosa Lolita va a devorarte ese precioso coño.

-          ¿Mientras usted sigue azotándome con la zapatilla?

-          No, la zapatilla era para el huevo vibrador, evidentemente la hábil lengua de Lolita tiene otro precio.

-          ¿Y cuál es?

-          La caña, te apoyarás contra la pared y sacarás el culo. Tendrás el huevo a toda potencia y Lolita se situará entre tus piernas para llevarte al tan deseado orgasmo. ¿Aceptas?

-          Va a ser doloroso, pero necesito correrme. Acepto.

Shirley y Lolita adoptan la posición ordenada. La pelirroja, con tan solo las botas puestas, se muestra esplendorosa apoyada contra la pared proyectando el castigado culo hacia afuera para que éste quede a merced de la cruel caña. El contraste con la jovencísima negra que se coloca entre piernas es impactante.

-          Lolita empieza.

La experimentada negrita pone toda su pericia al servicio del inminente orgasmo de Shirley. Cuando apenas lleva unos segundos el odioso silbido de la caña se oye claramente cortando el aire para a continuación oír el tremendo grito de Shirley.

-          Arggggggg, duele mucho.

-          ¿Quieres que paremos?

-          Noooo, por favor, necesito correrme.

Lolita se afana en el clítoris de Sheila, que vuelve a excitarse rápidamente, mientas nuevamente la caña corta el aire y se oye un nuevo aullido de dolor de Shirley, pero ésta se concentra en su inminente y liberador orgasmo.

Dos bellas líneas se marcan en relieve en el antes impoluto culo de la pelirroja, pero no me entretengo ya que el orgasmo va a llegar de un momento a otro y aun quiero darle algún azote más.

Tan solo me da tiempo a soltarle cuatro dolorosos azotes más cuando Shirley estalla en un orgasmo que se prevee brutal y reparador.

Se prevee, porque una bien aleccionada Lolita nada más ver que Sheyla ha alcanzado el reparador orgasmo lo interrumpe con un sádico mordisco en su clítoris. La oleada de dolor que se transmite a su cerebro corta el orgasmo de forma inminente mientras frustrada cae de rodillas envuelta en un lastimero sollozo.

-          ¿Por qué Amo? ¿Por qué? –me pregunta mirándome desde el suelo con gruesas lágrimas corriendo por sus mejillas y el maquillaje totalmente deshecho.

-          Pequeña, esta es la primera lección: soy dueño de tu placer, puedo hacerte alcanzar el cielo repetidas veces, pero solo si y cuando yo quiero.

-          Por favor, Amo, necesito correrme, necesito un orgasmo –me suplica, mientras aprecio el nuevo cambio de Sr a Amo de una cada vez más entregada Shirley, ya no queda nada de la arrogante y orgullosa vecinita.

-          La segunda es que debes entregar tu dolor para placer de tu Amo, y éste te recompensará si has sido una buena esclava.

-          Pero ya lo he hecho Amo –me replica- he suplicado que me azote.

-          Pero lo has hecho buscando tu placer, suplicabas más azotes buscando el frenesí del orgasmo. Ahora te voy a dar una segunda oportunidad, vas a poder entregarme tu dolor, te voy a azotar en las tetas, y si considero que has sido una buena esclava te recompensaré con el tan ansiado orgasmo.

-          Como usted ordene Amo –me replica totalmente derrotada Shirley

-          De pie, con las manos detrás de la nuca y las piernas ligeramente abiertas -ordeno

Shirley adopta la posición, está bellísima, la roja cabellera salvaje enmarcando su cara. Los ojos anegados en lágrimas muestran el calvario que está pasando. Los pechos plenos, ligeramente caídos como frutas maduras, un cuerpo suave que muestra la plenitud de su dueña.

Para hacerla sufrir aún más, vendo sus preciosos ojos con un suave pañuelo de seda. Y le digo:

-          Shirley, no te voy a exigir que me supliques los azotes, aún no estás preparada para ello, pero debes mantener la posición de castigo hasta que yo te libere de ella. ¿Entendido?

-          Si, Amo –responde con voz temblorosa la pelirroja.

Para no hacerla sufrir en demasía, descargo el primer golpe del cinturón que me regaló Jamaica en los pechos de Shirley.

Un desgarrador aullido de dolor resuena en el piso y una fatídica mancha roja atraviesa la parte superior de los blanquecinos pechos mostrando claramente el lugar en el que el terrible cinturón ha mordido golosamente ambos pechos.

El cuerpo de Shirley es presa de temblores fruto del castigo al que está siendo sometida.

Nuevamente se oye el silbido del cinturón y un nuevo grito de dolor sale de la profundidad de la garganta de Shirley. La terrible marca roja de sus pechos se hace más grande y muestra tonos violáceos allí donde ambos cinturonazos se han superpuesto.

Cae un nuevo azote, la totalidad de la parte superior de los otrora blanquecinos pechos se muestra ahora de un furioso rojo intenso. Las lágrimas de Shirely ruedan abundantes por su rostro, pero la brava muchacha mantiene la posición de castigo.

Un nuevo azote tortura cruelmente los ya castigados pechos, la sensual pelirroja está al límite de sus fuerzas y este nuevo azote hace que debido al dolor que siente deje escapar un ligerísimo chorro de orina. Se siente como la perra apaleada que se mea encima.

Haciéndole una seña a Lolita le indico que coloque su boca muy cerca del coño de Shirley y seguidamente descargo un tremendo azote que atraviesa ambos pezones. Shirley enloquece de dolor y ahora sí que deja escapar un inmenso chorro de orina que es tragado por Lolita. La bella negrita justo en el momento del azote aplica su boca al coño de Shirley tragando la orina y lamiendo el coño de la castigada pelirroja que se derrumba entre gritos de dolor.

Lolita no abandona su presa y sigue lamiendo el coño de Shirley mientras ésta solloza derrumbada en el suelo. Acerco mis labios a sus maltratados senos y los lamo suavemente mientras acaricio su preciosa cabellera y le susurro palabras tranquilizadoras:

-          Ya está, ya pasó mi bella princesa.

Poco a poco el dolor deja paso al placer, las caderas de la potranca buscan la lengua de Lolita y sus pezones se empitonan fruto del trabajo que estoy haciendo con mi lengua.

Cogiéndola en brazos me la llevo a la cama, es el momento de darle placer infinito a esta briosa yegua.

Con los ojos aún vendados Lolita y yo nos dedicamos a recorrer y acariciar todos los rincones del cuerpo de la excitante pelirroja, cuello, brazos, espalda, piernas, ningún rincón de su cuerpo deja de ser explorado pro nuestras manos, labios y lenguas. Suspiros de placer emanan ahora de la garganta de la diosa exhausta por la tremenda paliza que ha recibido.

Shirley es un juguete en nuestras manos que suplica que la follemos, pero cruelmente Lolita y yo evitamos los pezones, culo y coño de Shirley.

Lolita de dedica torturar a Shirley lamiendo y mordisqueando la suave piel de los muslos alrededor de su coño. La excitada pelirroja enloquece de ansiedad, agita las caderas buscando el consuelo de la lengua de Lolita que se lo deniega una y otra vez. Mientras yo me fundo con ella en un apasionado beso, nos devoramos los labios, fieras lenguas que luchan una contra otra, la mía buscando dominarla, la suya saciarse de placer.

A una breve indicación Lolita ataca vigorosamente el coño de Shirley y un profundo orgasmo estalla como un tsunami en el interior de la pelirroja.

Sin darle tiempo a recuperarse ensarto mi polla en su coño y bombeo furiosamente mientras Lolita le quita la venda y se funde en un pasional beso con Shirley.

Excitada como está la salvaje yegua no tarda en encadenar una serie de orgasmos que recorren todo su cuerpo, noto las palpitaciones de placer de su coño. Entre Lolita y yo la mantenemos en un éxtasis continuo, el placer que la recorre es devastador, todos sus músculos se hallan extenuados.

Shirley suplica que la dejemos descansar que está destrozada, pero aún le quedan muchos orgasmos pendientes.

Poniéndola a cuatro patas lamo su agujerito trasero para dilatarlo, mientras Lolita se afana con su ya desfallecido coño. Enfilo mi polla a su agujero trasero y lentamente se la clavo, entra con dificultad mientras Shirley solloza que no puede más, que por favor la dejemos.

Al final la polla entra hasta el fondo y empiezo a bombear suavemente mientras Lolita invade la vagina de Shirley con su delicada mano.

Mi polla nota el vaivén de la pequeña mano de Lolita dentro de la vagina de la pelirroja que con este tratamiento vuelve a tener otro orgasmo que hace que llegue al extremo de su resistencia y fruto de tantas y tan extremas sensaciones cae desmayada en la cama.

Despido a Lolita con un beso y me tiendo al lado de Shirley a descansar un poco.

Al cabo de un par de horas Shirley se despierta y me dice:

-          Amo, me ha abierto un nuevo mundo. ¿Es siempre así?

-          Así ¿Cómo?

-          Tanto dolor y tanto placer.

-          No, a veces es aún mejor. Esta tarde no te conocía y tú no estás acostumbrada a este tratamiento, poco a poco vas conociendo a las esclavas y puedes llevarlas a las más altas cotas de placer y de dolor que pueden soportar.

-          ¿Aún más dolor?

-          SI, Shirley, el dolor es el preludio del placer, y en muchas ocasiones ambos se funden para transportarte a experiencias maravillosas.

La pelirroja se queda un rato pensativa y de repente me dice.

-          Amo, mi vida está arruinada, hoy me ha demostrado que mi pareja es una persona despreciable que tan solo se preocupa de sí misma. Me gustaría que me rescatara y servirle, sé que no soy mucha cosa comparada con las bellezas que tiene en su harén, pero le prometo esforzarme e intentar ser una buena esclava.

-          Bien Shirley, será un honor tenerte como esclava. No sé si te has fijado pero en toda la sesión aun no me he corrido.

-          No, Amo.

-          Ha sido porque quería correrme contigo como esclava, le digo mientras le beso y nos fundimos en un tierno abrazo.

Esta vez la follo suavemente, poco a poco la llevo hasta un interminable orgasmo que nos invade a ambos, esta vez es un orgasmo reparador que nos une profundamente.

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En el siguiente capítulo se verá la entrega de la marujita del ático. Lo publicaré en Sadomaso ya que el tratamiento que va a recibir es muy muy duro.