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Nuevas Responsabilidad (IV)

en Sadomaso

Hola, os dejé el lunes con las chicas recuperándose de los castigos:

  • Ingrid, la bella rubia teutona, recuperándose de la tremenda paliza que recibió por su insolencia.
  • Verónica, la temperamental pelirroja, maltrecha por las repetidas descargas eléctricas.
  • Sophie, la menuda francesita, adaptándose a su nueva vida como esclava y rehaciéndose de la brutal enculada que le hice rompiéndole a la vez el culo y la dignidad.
  • Mandingo, el hercúleo negro, hecho unos zorros tras la amena paliza a la que lo sometieron las tres bellas esclavas.

Como el lunes ya era tarde y los esclavos estaban bastante maltrechos decidí salir a cenar con la alegre pandilla, mi prima Alison y los gemelos Broghton: Helmer y Jasper. Volvimos a casa ya el martes de madrugada, con unas copichuelas de más, algo excitados y con grandes ganas de diversión y juerga. Afortunadamente el martes es el día en que tengo a todos los esclavos a mi disposición y entre los cuatro debimos montar una juerga memorable, la pena es que prácticamente no recuerdo nada de este martes.

Como imaginareis estamos a miércoles y como cada mañana me despierta la agradable sensación de succión en la polla que hoy está siendo ejecutada de manera sublime por Svetlana, mientras Yuki me proporciona un relajante masaje en la cabeza e Irasema está a los pies de la cama ofreciéndome en una bandeja colgada de sus gordos pezones un revitalizante mejunje de tomate, apio, hierbas y no sé cuántas cosas más que es un magnífico remedio contra los excesos.

Mientras tomo el batido a sorbitos y voy despertándome Ashanti, con su avinagrada cara de siempre, me informa que ya han administrado los castigos diarios de los esclavos (ver capítulo 1), pero que a algunos no se los han podido administrar porque están muy dañados por la diversión de ayer. Vaya parece que Jasper y Allison disfrutaron de lo lindo e hicieron cosas creativas, seguro que el bueno, bruto y aburrido de Helmer tan solo se dedicó a utilizar como saco de boxeo a alguna esclava, a ver si quedo con ellos y revisamos las cintas de las cámaras para echarnos unas risas.

Como ya os comenté cada día hay cuatro esclavos a mi servicio mientras el resto van a trabajar dedicándose a obtener el dinero necesario para mantener el nivel de vida de la familia.

Hoy están de servicio el grupo de las “listas”. Al tener la familia una infinidad de posesiones, fábricas y diversos negocios necesitamos mandos operativos que controlen dichos negocios y ejecuten fielmente las órdenes que imparten mi padre y tío Evan, para ello lo mejor son esclavos fieles y perfectamente adiestrados.

Estos esclavos son la élite dentro de los esclavos y gozan de grandes privilegios, tienen esclavos a su servicio, manejan grandes cantidades de dinero y en general llevan una vida de placeres y lujos que no estaría a su alcance de otra manera por lo que es un puesto altamente codiciado.

Tenemos un programa de detección que busca jóvenes talentos para ser moldeados y formados a nuestra voluntad desde una temprana edad para que cuando sean mayores puedan servirnos de forma fiel y eficaz. Svet, Yuki e Ira son las jóvenes pupilas que están siendo formadas por la implacable Ashanti. Paso a presentarlas.

Svetlana, Svet para acortar, con sus 18 años recién cumplidos es una joven y muy bella representante de su Bielorrusia natal. Altísima, rozando los 1,80m, con una exuberante melena rubia que enmarca unas bellas y delicadas facciones, nariz pequeña y recta, boca cual fruta madura con labios llenos y sensuales, siempre pintados de rojo pasión y unos ojos azules, muy muy claritos que tienen una bella mirada miope corregida por unas bonitas gafas de concha que le dan un aspecto intelectual en este caso cierto, ya que desde luego a Svet no se le puede achacar el prototipo de rubia tonta.

De su cuerpo tan solo decir que si Leonardo Da Vinci la hubiera conocido en vez del “homo cuadratus” hubiera hecho la “mulier specie optima”, con unas medidas de 95-65-95 y una piel suave y nívea, tiene unos pechos llenos y turgentes que debido a su joven edad se erigen altivos y desafiantes a los ingratos golpes de la vara y sus pezones rosados, duros como rocas que se diría han sido hechos para ser mordidos con saña por las crueles pinzas dentadas que habitualmente los visitan.

Una cintura estrecha con un liso vientre en el que se muestra un hundido y apetecible ombligo que continua bajando hasta un maravilloso monte de venus que da acceso a su cálido y habitualmente excitado clítoris arropado por unos sonrosados labios menores y mayores.

La parte trasera no desmerece a tan bella hembra de grácil cuello de cisne que desemboca en una tonificada espalda. Espalda esculpida a golpe de látigo y gimnasio en la que no sobra ni falta un solo músculo. Como no podía ser de otra forma dicha espalda corona un precioso culo en forma de corazón que puesto a cuatro patas incita a cabalgarla rudamente para domar a golpe de polla la potranca que Svet lleva dentro.

El culo se sostiene sobre dos bellísimas e interminables piernas que cuando hago que se apoye contra la pared o que se agarre los tobillos con las manos para recibir unos duros y bien merecidos cintazos tanto en el culo como en los muslos, tiemblan como flanes repartiendo uniformemente la energía del doloroso impacto.

En cuanto a su carácter ha sido fácil domarla, ya que la descubrimos a los tres años en un orfanato de su Minsk natal gracias a unas pruebas de aptitud que la familia realiza en las más diversas instituciones, y desde tan tierna edad ha sido educada en la sumisión y fidelidad a sus amos cosa que ve natural, así como en los castigos necesarios para corregir sus faltas.

De su inteligencia pocas cosas hay que decir, cursando a la vez las carreras de ingeniería aereonaútica y empresariales con excelentes resultados, de espíritu tenaz y ganador no hay nada que la desvíe de su meta.

Yuki es una jovencita tailandesa de 19 años que físicamente es una piltrafa, con sus escasos 145cm de altura con un cuerpo sin desarrollar y al que no se le espera, pechos escasos y culo totalmente plano, escumichizada, con una cara gris y sin personalidad enmarcada por un pelo lacio y sin vida, tan solo serviría para limpiar letrinas en un burdel de su país natal.

Pero Yuki es un genio de las matemáticas, la detectamos a los 12 años en las famosas pruebas PISA y siendo como era la cuarta hermana de una familia de campo y sin recursos fue fácil y barato comprarla para seguidamente ingresarla en una escuela/internado de Bangkok solo para thailandeses y seguirse formando, cosa que ha hecho satisfactoriamente.

Los valores de la fidelidad, servicio y sumisión los ha recibido por parte de su tradicional y palurda familia y han sido continuados en el internado por lo que es una esclava fiel y aplicada, fue tremendamente fácil convencerla para que firmara un contrato de esclavitud con la familia prometiéndole un buen futuro si era aplicada.

Está cursando el doble grado de Matemáticas y Física con excelentes resultados y se ha mostrado especialmente habilitada para los análisis de inversiones en bolsa. El gran problema de Yuki es que es muy empática y le falta instinto asesino en los negocios y es algo que debemos moldear.

Como tercera “alumna” tenemos a Irasema, Ira para la familia, un magnífico exponente de la garota brasileña de Ipanema, tan alta como Svet pero con formas más rotundas y una piel canela producto del mestizaje, tiene una abundante melena negra ensortijada y rebelde como su carácter, que enmarca una cara enigmática, con unos profundos ojos negros y unos voluptuosos y carnosos labios.

El cuerpo de diosa mulata con acogedores pechos que se cimbrean al ser golpeados por el látigo y gordísimos pezones negros perfecta diana para la fusta. Un culo brasileiro sublime moldeado a base de samba, duro, definido y graaaande, una delicia para la regla y la palmeta que habitualmente lo visitan en largas sesiones. Todo ello aderezado por unas piernas robustas y fuertes con unos muslos amplios y bien definidos de color dorado como el sol de sus playas natales.

Ira es originaria de una favela de Brasil, ya desde muy jovencita había tenido coqueteos con las drogas, la prostitución y una infinidad de entradas y salidas en correccionales. En uno de ellos haciéndole unos test de personalidad detectaron que es una personal increíblemente hábil manipulando a los demás pero sin capacidad de empatizar, tremendamente narcisista y egoísta que utiliza a los otros en provecho propio, pero a la vez muy seductora y hábil embaucando a la gente, vamos una hija de la gran puta con todas las letras, justo el perfil que necesitamos, una maravilla, por lo que desde los catorce años veníamos vigilándola, pero nos resultaba útil que se criara en las calles para que se fuera endureciendo.

A Ira la contratamos hace casi poco más de un año justo cuando cumplía los 18. El día de su cumpleaños decidió pegarse un homenaje con su pareja y ambos atracaron una licorería pero el atraco salió mal, era de esperar ya que la teníamos totalmente vigilada y los detuvieron. El mismo día se hizo un juicio express y fue condenada a dos años de cárcel.

Hablamos con el juez y le solicitamos que su ingreso en prisión fuera memorable, por lo que a su llegada la recibieron cinco “amables” celadoras que se encargaron de darle una calurosa bienvenida, en los trozos de video que nos hizo llegar el juez se ve como recibe una brutal paliza, como las cinco funcionarias se ensañan con su cuerpo y este es golpeado sin misericordia por las porras, como le introducen dos porras en el coño y otra en el culo mientras es obligada a comerle el coño a una tercera celadora y otras dos golpean violentamente sus tetas. Es tanto el dolor que recibe que en un momento del video se ve como tiene una regresión a la infancia y solloza pidiendo ayuda a su mamá. Finalmente pierde el control de sus esfínteres meándose y cagándose encima lo que enfurece todavía más a las celadoras, que redoblando sus esfuerzos golpean cada vez más salvajemente a Ira hasta que esta se desmaya fruto del dolor.

Tras dejarla descansar un par de horas para que se recupere de la inmensa paliza recibida, dos celadoras la limpian a base de manguerazos a presión con agua fría y la visten con el burdo uniforme de la prisión, para a continuación llevarla a la sala de visitas en la que le espera un abogado de nuestra familia. El amable abogado hizo entender a Ira que había llegado a las ligas mayores, que esto era la cárcel, que se habían acabado sus entradas y salidas en apacibles correccionales en los que solo les castigaban cuando incumplían las normas. Que el día a día de la cárcel iba a consistir en palizas y violaciones, y que cuando saliera de la misma, sin trabajo y sin dinero era carne de cañón por lo que seguro iba a delinquir de nuevo y nuevamente volvería a prisión, si es que lograba salir de ella.

Con tan convincentes argumentos y la promesa de una vida mejor como esclava-jefa Ira no dudó en “afiliarse” a la familia, más aún cuando le prometimos que por cada año que cumpliera sus funciones de forma brillante tendría un bonus, dicho bonus consiste en cederle una semana a una de las amables celadoras que la convenció en prisión para que firmara con nosotros, poniendo como único límite la integridad física de la celadora. El verano pasado pudo disfrutar de una de ellas, Candy, una rubita menuda de 22 años a la que Ira tuvo que comerle el coño en su ingreso en prisión. Aún no he visto los videos de la semana que pasó con la rubita, pero ésta al finalizar la semana solicitó ser esclava de la familia y aún ahora pasadoa unos meses desde esa semana si Candy se cruza con Ira y ésta clava sus ojos en ella, Candy se pone a temblar y literalmente se mea de miedo, por lo que vemos que aparte de una hija de puta rencorosa debe ser bastante creativa a la hora de aplicar su venganza.

Debido a su capacidad de manipular a la gente a Ira la estamos formando en sicología, derecho y relaciones laborales.

Por supuesto las tres pupilas llevan uniforme escolar: blusa blanca ceñida, un par de tallas menores de lo que aconsejaría la decencia, anudada justo por debajo de las tetas que se yerguen prominentes y se muestran en todo su esplendor gracias al sujetador de media copa que las realza y muestra sus pezones en todo su esplendor. Minifalda de colegiala, muy mini y con mucho vuelo que muestra sus encantos al menor movimiento, y dado que solo llevan liguero en la cintura para sujetar las medias pero no bragas dichos encantos se muestran en casi todo momento, medias hasta un palmo por debajo de la falda sujetas al liguero que dejan sus muslos sugerentemente descubiertos y finalmente unos zapatos cerrados de salón de 15 cm de tacón. Si a eso juntamos que Svet suele recoger su bella cabellera rubia en dos graciosas coletas o que Ira habitualmente deja su larga y ondulada cabellera negra suelta, tanto una como otra son los arquetipos de la colegiala inocente y sexy con la que todos hemos soñado alguna vez.

Como habréis notado solo he nombrado a Svet e Ira ya que aunque Yuki lleva el mismo uniforme no existe algo más patético, sus casi inexistentes pechos son incapaces de rellenar una blusa que le queda grande, anudada sobre un esquelético vientre y una falda que si bien le va corta y apenas tapa nada no hay nada que tapar debido a que tiene un culo más liso que una tabla, con unos muslos escurridos y una cara de pan con aspecto atontado es la viva imagen del bochorno y la vergüenza ajena.

 Finalmente tenemos a Ashanti que lleva a nuestro servicio más de 30 años, la reclutamos en su Johannesburgo natal y ha tenido una vida de lujo y confort ya que ha sido una de las esclavas-jefe de nuestra familia hasta que hizo dos operaciones nefastas y se le ha retirado del puesto, y consecuentemente se le han eliminado todos los privilegios que dicho trabajo conlleva.

A sus 50 años se conserva estupendamente, es una negra alta y estupendamente formada a golpe de deporte, bisturí y tratamientos de belleza. Se ha operado de todo lo que podáis imaginar: aumento de pechos, liposucciones, reducir caderas…, tratamientos rejuvenecedores de todo tipo, hasta convertirse en una barbie black.

Tío Evan me obligó a incluir en el grupo de esclavos a Ashanti porque dice que aunque es una fracasada que ha perdido capacidad para los negocios bien puede formar a las nuevas pupilas, el problema es que esta vieja bruja no me cae nada bien y yo no estoy tan seguro que sea capaz de formarlas adecuadamente, discutido este punto con mi tío llegamos a un método que incentiva a tanto a las pupilas como a la institutriz a utilizar todo su potencial.

Durante la semana, las esclavas van a la universidad y la jodida negra es la encargada de su educación y de administrar los correctivos necesarios. Hay que reconocerle que es tremendamente rigurosa con las chicas y raro es el día en que la caña, fusta, palmeta… no visita el culo, tetas, muslos de las tres en intensas sesiones por no rendir al nivel exigido.

Cada día deben rendir una prueba test de 25 preguntas y 15 minutos de duración de las diversas materias que están cursando y que inmediatamente es corregida por el ordenador archivando los resultados en el historial de cada una de ellas.

Dicho examen aunque de tipo test es de respuesta abierta, por lo que de las cuatro respuestas pueden ser ciertas una, dos o tres, nunca las cuatro. Si la alumna acierta una respuesta de forma completa tiene el total de cuatro puntos que es el máximo que puntúa cada pregunta, pero si la pregunta tiene dos respuestas y solo marca una, en lugar de cuatro puntos solo puntuará por dos. Evidentemente los errores están penalizados y si una pregunta está incorrecta resta dos puntos, para que las alumnas no contesten al tun tun, y si en una pregunta se marca una respuesta correcta y una incorrecta se penaliza igualmente con menos dos puntos, en el mundo de los negocios los errores se pagan muy caros.

Este sistema de examen junto con un tiempo muy ajustado hace que las chicas contesten bajo una alta presión, lo que las va entrenando para tomar decisiones de forma rápida y bajo presión.

Por supuesto solo hay un resultado aceptable para estas pruebas la excelencia, si no puntúan un diez sobre diez antes de irse a acostar tendrán una enérgica charla con Madame Ashanti como le llaman las chicas. Durante dicha charla recibirán el adecuado incentivo en forma de castigo para que se vayan con el culo caliente a la cama y mediten acerca de redoblar sus esfuerzos.

Los castigos están tabulados de la siguiente manera:

Entre un 9 y un 10

10 azotes con la palmeta en el culo

Entre un 8 y un 9

10 azotes con la fusta en el coño

Entre un 7 y un 8

10 azotes con la caña en las tetas

Entre un 6 y un 7

15 azotes en los muslos posteriores con el cinto

Entre un 5 y un 6

15 azotes en los muslos delanteros con el cinto

Entre un 4 y un 5

25 azotes en los pies con la caña

Entre un 3 y un 4

25 azotes en el coño con el cinto

Entre un 2 y un 3

50 latigazos por todo el cuerpo con un bullwhip

Entre un 1 y un 2

50 pinzas en las tetas, coño y muslos y hacerlas saltar con la fusta

Entre un 0 y un 1

50 descargas eléctricas en las tetas y coño a potencia máxima durante 15 segundos cada descarga

Y si estais mirando la tabla de castigos para ver si es mejor sacar una nota menor que otra porque soportas un castigo mejor que otro, ellas ni se lo plantean, porque los castigos son acumulativos, de tal manera que si por ejemplo sacan un 7,2 se llevan el siguiente castigo:

  • 10 azotes con la palmeta en el culo, por no haber sacado un 10
  • 10 azotes con la fusta en el coño, por no haber llegado al 9
  • 10 azotes con la caña en las tetas, por no haber llegado al 8

Y contad esto por un 7,2 cuando tienen un mal día y sacan una nota menor se van bastante calentitas a la cama.

Estos son los castigos mínimos, si Ashanti considera que las chicas no se han esforzado o han cometido alguna falta tiene amplios podres para dictar y ejecutar los castigos que considere oportunos además de estos. Cosa que hace frecuentemente y que hace que tanto Svet como Ira la odien profundamente, la imbécil de Yuki debido a su gran empatía es incapaz de odiar a nadie, además con ella Ashanti no se ensaña tanto, yo creo que es porque está celosa de Svet e Ira.

Ashanti en gran parte es responsable de las notas de las niñas y como responsable que es debe ser también castigada cuando éstas no alcanzan las notas exigidas, y el día de recibir ese castigo es hoy. ¿Será por eso que siempre la veo con cara avinagrada?

Esta semana las notas de las chicas no han sido especialmente buenas:

 

Svet

Yuki

Ira

Jueves

8,9

9,2

6,4

Viernes

7,5

8,7

9,2

Sabado

6,9

5,6

5,4

Domingo

8,7

8,9

9,6

Lunes

7,9

8,8

5,9

Y se han llevado unos buenos castigos, la verdad es que no han tenido muy buena suerte y alguna notas se han quedado prácticamente rozando el siguiente nivel que implica menor castigo, y creo que Ashanti se ha cebado sobretodo con Svet a la que ha duplicado algún castigo por no haber saltado de nivel.

Para que os hagáis una idea los castigos de esta semana han sido:

Svet se ha llevado a lo largo de toda la semana:

  • 50 azotes de palmeta en el culo
  • 50 azotes de fusta en el coño
  • 30 azotes con la caña en las tetas
  • 15 azotes con el cinto en los muslos traseros

Por su parte Yuki ha recibido:

  • 50 azotes de palmeta en el culo
  • 50 azotes de fusta en el coño
  • 10 azotes con la caña en las tetas
  • 15 azotes con el cinto en los muslos traseros
  • 15 azotes con el cinto en los muslos delanteros

Y finalmente Ira:

  • 50 azotes de palmeta en el culo
  • 30 azotes de fusta en el coño
  • 30 azotes con la caña en las tetas
  • 45 azotes con el cinto en los muslos traseros
  • 30 azotes con el cinto en los muslos delanteros

Como os comentaba Ashanti es en parte responsable de estas notas y por tanto debe ser castigada por estos paupérrimos resultados, en total ha repartido como mínimo:

  • 150 azotes de palmeta en el culo
  • 130 azotes de fusta en el coño
  • 70 azotes con la caña en las tetas
  • 75 azotes con el cinto en los muslos traseros
  • 30 azotes con el cinto en los muslos delanteros

Y esto es lo que va a recibir ahora mismo, creo que es mejor concentrar este castigo en un solo día, porque así me da menos trabajo y el correctivo es más efectivo.

Ashanti viste como la típica institutriz, el rebelde pelo negro y fuerte recogido en un tirante moño alto del que no se escapa ni un mechón. Gafas de concha que apenas necesita pero que le otorgan un bello aspecto a sus profundos ojos marrones. Blusa blanca con los últimos tres botones abiertos, bien escotada, mostrando un abundante pecho que pese a su edad aún se mantiene erguido y realzado por un sujetador de media copa que lo eleva y marca los oscuros pezones contra la fina tela de la blusa. Falda tubular gris justo por debajo de las rodillas que se ciñe a su cuerpo como una segunda piel y pone de relieve su tremendo culazo de negra. Medias y botas de media caña con unos altísimos tacones.

Esa imagen adusta y seria, junto con su imponente estatura y la sempiterna fusta que siempre lleva en las manos o colgada de la cintura, hace temblar a las muchachas nada más oírla acercarse repiqueteando fuertemente y apresuradamente los tacones contra el suelo, cuando se para delante de alguna de ellas mirándolas fijamente con mirada dura y despreciativa, golpeando suavemente la palma de la mano izquierda con la fusta y chasqueando la lengua en tono descontento, hasta que la pupila baja la vista y rompe a sudar de miedo.

Pero esta es la imagen de la Ashanti con sus discípulas, cuando se encuentra delante de su Amo la imagen es otra, mirada baja, cabeza gacha y cuerpo encogido. Ya no se muestra desafiante desde su imponente altura realzada por los tacones sino que parece una gacela asustadiza. Manos entrelazadas en la espalda, justo por encima de su culo, en señal de sumisión y proyectando hacia adelante ese magnífico pecho, mientras oye el castigo que va a recibir, que no por sabido va a ser menos doloroso.

Al igual que Ashanti es responsable en parte de las notas de las bellas alumnas, éstas son responsables del castigo que va a recibir su mentora, por lo que deben asistir al mismo. Es habitual que tras el dictamen del mismo Ashanti mire con odio a las inquietas alumnas haciéndoles saber con solo la mirada que será implacable con ellas la siguiente semana para evitar este castigo, lo que provoca temblores y caras de pánico.

El castigo lo va a recibir en orden creciente de notas, lo que lentamente va hacer que vaya haciendo un humillante striptease.

El castigo se inicia con los 30 cintazos en los muslos delanteros por lo que le indico a las muchachas.

-          Svet, trae una silla y ponla en el centro del despacho

-          Si Amo –responde la bella rubia acercando una silla de respaldo alto y recto.

-          Ira, Yuki enrollad la falda de Ashanti hasta la cintura y bajadle las medias hasta las rodillas.

-          Si, Amo – responden las dos esclavas al unísono mientras se acercan a la imponente negra temblando y suben trabajosamente la ceñida falda dejando al descubierto unos fornidos y bien trabajados muslos. Acariciando suavemente muslos deslizan las medias hasta las rodillas de su institutriz.

-          Bien Ashanti, siéntate en la silla, con las piernas juntas.

-          Si, Amo –responde la bella negra con la mirada baja sentándose en la silla mostrando los oscuros muslos prestos a recibir la cruel mordedura del cinto.

-          Chicas, en gran parte vosotras sois responsables del tormento que va a recibir vuestra querida tutora, y supongo que Ashanti posteriormente arreglará cuentas con vosotras de la forma en que considere más adecuada.

Un tenso silencio se instala en el despacho, las chicas con cara compungida y mirada baja, estrujando el borde de sus diminutas faldas con sus manos, sintiéndose responsables del castigo que va a recibir su tutora, y al mismo tiempo sabiendo que mañana esta paliza repercutirá en ellas.

Ashanti mientras tanto fija su mirada en las estudiantes, dura y desafiante, presta a recibir el castigo y deseosa de venganza.

-          Ashanti, espero que recibas tu bien merecido castigo con la dignidad de tu puesto y seas un ejemplo para las inútiles esclavas que tienes a tu cargo.

-          Amo, espero ser merecedora de sus atenciones y soportaré estoicamente el castigo que tenga a bien proporcionarme para ser una mejor esclava a su servicio.

-          Bien, empecemos. Yuki ¿Cuantos cintazos en las muslos tiene que recibir tu amada tutora por vuestra incompetencia?

-          30, Amo –responde con un ligero susurro la oriental.

-          Bien empecemos –respondo cogiendo el cinto de encima de la mesa de mi despacho mientras lo doblo en dos y me acerco a Ashanti, mientras lo hago chasquear entre mis manos, y sin más dilación descargo un fuerte cintazo en la parte superior de los muslos, lo que hace que la carne tiemble como un flan ante tan tremendo impacto, que Ashanti exhale sonoramente ante la centellada de dolor que estalla repentinamente en su cerebro y se agarre con las manos al borde de la silla mientras entre dientes grita.

-          Uno, gracias Amo

Los primeros 15 cintazos caen parsimoniosamente sobre los muslos de la negra que muestran claramente, pese a su oscuro color de piel, los lugares en los que se han producido los impactos. A Ashanti le cuesta mantener la postura, y eso que es tan solo el inicio del castigo.

En estos momentos ya suda profusamente debido al dolor y su respiración se muestra entrecortada, cuando paro un momento y me dirijo a las esclavas que se mantienen muy juntas y con los ojos clavados en los muslos de su mentora.

-          Bien chicas, hoy vas a aprender una nueva lección. Y la lección es la siguiente, muchas veces vais a tener que tomar decisiones y realizar acciones que vayan en contra de vuestra integridad personal, pero por el bien mayor de la familia os deberéis sacrificar. Estas decisiones comportarán miedo, y hoy vais a empezar a superarlo. Ira ¿Qué crees que pasará si azotas a tu tutora?

-          Que a la más mínima oportunidad se vengará cruelmente –responde Ira.

-          O sea que es una acción que repercutirá gravemente en tu contra, ya que probablemente Ashanti encuentre rápidamente la manera de vengarse.

-          Si, Amo –responde Ira, intuyendo por dónde va la acción.

-          Pero si yo te lo pidiera, deberías hacerlo, ya que es un deseo de tu Amo y no deben importarte las consecuencias de tu acción, sino que debes asumirlas como un servicio a mí.

-          Si, Amo –responde dubitativa la imponente mulata.

-          Bien, acércate y toma el cinto –le respondo mientras le alargo el cinturón.

La joven mulata, se acerca y toma el cinto de entre mis manos.

-          Bien, Ira, acércate a la silla y sigue aplicando el castigo en los muslos de tu amada tutora.

Cuando se acerca, Ashanti la mira con odio, hasta ahora tenía asumido que su Amo podía aplicarle los castigos que decidiera, pero ser castigada por una de sus pupilas y encima de las más bellas, es una humillación demasiado grande para ella y hace que salga a relucir todo su odio. Quedamente le espeta.

-          Disfruta, porque a partir de ahora tu vida va a ser un infierno.

-          Chicas, chicas no distraeros en banales conversaciones sociales y prosigamos con el castigo que se nos echa la mañana encima. Ira, continúa y como no me guste lo que estoy viendo, tomarás el sitio de Ashanti para el resto del castigo.

Ante tamaño incentivo sin dudarlo, Ira, con las piernas abiertas y bien asentada lanza el brazo hacia atrás y con un rápido giro de su cadera impulsa el brazo hacia adelante y descarga un impresionante trallazo sobre los muslos de la negra que se vuelve a agarrar a la silla, como si ésta pudiera proporcionarle algún consuelo o mitigar su dolor.

La estampa de Ira es sublime, en cada golpe la corta falda revolotea mostrando los encantos de la mulata, dejando ver ese culo de ensueño hecho por y para la samba, ver esos poderosos muslos moviéndose al compás, observar como el generoso pecho se hincha, marcando los duros pezones contra la suave tela de la blusa, antes de lanzar el trallazo que acompaña de una exhalación, casi un gruñido animal de placer, como las mejores jugadoras de tenis cuando lanzan su golpe ganador y sobretodo esa cara de placer, de zorra excitada, vengándose de las palizas recibidas por su antes verdugo y ahora víctima.

Los trallazos se suceden inmisericordes sobre Ashanti, a la que tan solo el profundo odio hacia su ahora verdugo y unas ansias ilimitadas de venganza le permiten sobrellevar el castigo con lágrimas en los ojos y sordos gruñidos de dolor. Esta vez he sido magnánimo y no la he obligado a llevar la cuenta.

Tras cinco trallazos perfectamente ejecutados, indico a Ira que pare.

-          Ira, alto, cédele el cinto a tu compañera Svet y acércate.

-          Si, Amo –responde con desgana la mulata entregándole el cinturón a la imponente rusa, que lo recibe con una sonrisa de placer.

Ira se acerca a la butaca en la que estoy cómodamente sentado y le indico que se ponga a mi derecha con las piernas abiertas.

-          Svet, prosigue con el castigo – indico a la rubia que está ansiosa por poder tomarse la revancha contra su tutora.

Mientras tanto procedo a acariciar los muslos de la mulata que tengo a mi vera y subo la mano para acariciar su coño que noto completamente encharcado. Violentamente la siento de espaldas en mi regazo -que no lo había comentado pero me gusta observar y aplicar los castigos desnudo- e inserto mi ya enhiesta polla, que me duele de lo dura que está en su encharcado coño.

Ira en cuanto siente mi polla llenándole y mis dedos engarfiados en sus pezones apretándoselos y retorciéndoselos fuertemente, excitada como está con el placer de haber castigado a su pesadilla diaria y viendo como su compañera rusa prosigue con el cruel castigo inicia una cabalgada frenética, un metesaca a ritmo endiablado que hace que se corra antes de que su rubia compañera acabe de propinar los siguientes cinco trallazos a la tutora, que sigue apretando fuertemente los labios, su boca es una fina línea que refleja un rictus de dolor, sus ojos ya anegados en lágrimas y tan solo su orgullo de esclava-jefa la mantiene en la correcta posición para asumir el castigo.

Mientras Ira se derrumba tras el brutal orgasmo que ha tenido mando parar a Svet.

-          Svet, cede tu puesto a Yuki y ven a comerme la polla.

-          Voy, Amo -responde la bella rusa entregando el temible cinto a su compañera oriental.

Mientras Svet procede a engullir mi polla en su totalidad, brillante por los jugos de Ira, le indico a Yuki.

-          Yuki, prosigue con el castigo.

-          Pero señor, no puedo castigar a mi mentora, le debo respeto –responde la escuchimizada oriental temblando.

-          Yuki, a quien debes obediencia y respeto es a tu Amo, que te ordena que procedes con el castigo.

-          Si, Amo –responde dubitativa la tailandesa mientras se acerca llorosa a Asahnti y descarga un suave golpe con el cinto.

Si ver a Ira y Svet suministrar el castigo a Ashanti era una estampa altamente excitante. Ver a dos poderosas hembras empuñando un brutal cinturón, acompasando sus cuerpos perfectos para conseguir la mayor precisión y velocidad de impacto. Ver como suben y bajan sus enhiestos pechos con los jadeos de esfuerzo y excitación. Ver esos labios entreabiertos por la concentración y la excitación del momento emitiendo sonidos guturales. Una estampa que excitaría a cualquiera.

Ver a Yuki es algo patético, una menuda y llorosa oriental, ridículamente vestida de colegiala, que empuña un cinto en la mano que no sabe qué hacer con él. Mientras no se golpee a ella misma, aunque se lo tendría merecida por inútil.

-          Yuki, si no descargas el cinto con la suficiente fuerza el golpe no se contabilizará.

-          Me esforzaré Amo –responde la ahora verdugo

-          Uno

-          Otra vez uno

-          Sigue siendo uno

Aunque la pupila se sigue esforzando y los golpes cada vez son más fuertes, tras treinta trallazos no contabilizados es la propia Ashanti la que se cabrea.

-Puta de mierda – exclama una cabreada Ashanti – por culpa de tu inutilidad estoy recibiendo una paliza gratuita. Empuña fuertemente el cinto y golpea como si te fuera la vida en ello, esclava inútil.

Sollozando e hipando Yuki finalmente descarga un trallazo con todas sus fuerzas en los muslos de Ashanti, que si bien en la ejecución es altamente mejorable, en el resultado no hay mucho que objetar, arrancando un alarido de dolor de Ashanti que no esperaba tan fuerte trallazo por parte de su alumna predilecta.

-          Muy bien, Yuki – continúa así, le digo mientras me relajo disfrutando de la mamada que me está haciendo Svet arrodillada entre mis piernas.

A su vez una llorosa Yuki prosigue descargando con todas sus fuerzas trallazo tras trallazo sobre una sudorosa Ashanti que a duras penas soporta tan terrible castigo.

Cuando ya ha descargado sus correspondientes cinco trallazos, le ordeno.

-          Para, Yuki

-          Si, Amo –me responde la menuda esclava- lo siento Madame –susurra a Ashanti que le sonríe desvaídamente.

-          Ashanti levántate por favor.

-          Si Amo –responde la negra levantándose trabajosamente y asumiendo la posición de esclava con las manos entrelazadas en la espalda.

-          Ira, retira la silla. Ashanti, súbete la falda hasta la cintura, junta las piernas e inclínate agarrándote los tobillos con las manos.

-          Si Amo – responde la espectacular negra, mientras asume la posición de castigo mostrando sus dos bellas piernas en todo su esplendor y ese macizo culo que pronto será visitado por la paleta.

Echando a un lado a Svet que continuaba succionando ávidamente mi polla, me acerco a Yuki, que todavía en trance mantiene el cinturón entre sus manos, y se lo cojo con suavidad.

-          Bien, Ashanti, espero que la primera parte del castigo haya sido satisfactoria.

-          Si Amo, gracias por educar a esta inútil esclava y hacer que sirva mejor a la familia –responde con su cabeza casi tocando el suelo debido a la incómoda posición que mantiene con las manos agarrando fuertemente sus tobillos y mostrando su parte maravillosa parte trasera.

-          Como te veo ansiosa, vamos a proseguir con el castigo, si mal no recuerdo son cuarenta y cinco azotes. ¿No chicas?

-          Si, Amo –responden alegremente Svet e Ira que han recuperado su posición de esclavas y están ansiosas por asistir a la continuación del castigo, relamiéndose y esperando poder participar en él.

-          Si, Amo –responde de forma más apagada Yuki

-          Bien chicas, como quiero que Ashanti se concentre en el castigo para que sea más provechoso para ella, llevareis vosotras la cuenta.

-          Si Amo –vuelven a responder alegremente a coro la brasileña y la rusa, y más quedamente Yuki

Sin más dilación procedo a empuñar firmemente el cinto y reemprendo el castigo con un certero golpe que deja una marca blanca justo donde acaba el culo y empiezan los muslos que rápidamente se torna más oscura.

Se oye el alarido de dolor de Ashanti y a las chicas gritando alegremente.

-          Uno, Amo

Los azotes van cayendo de forma continuada sobre las dos estilizadas y largas columnas que Ashanti tiene por piernas, y en éstas se ponen de relieve las marcas que el pesado cinturón va dejando tras las sucesivas y dolorosas visitas a los muslos traseros de Ashanti.

Cada azote es alegremente coreado por las chicas, cuando ya llevo treinta azotes, de repente Ira, supongo que creyendo que los quince azotes restantes se los iban a repartir entre las tres alumnas, inicia el movimiento de acercarse hacia mí con una gran sonrisa en los labios adelantando el placer que va a obtener por volver a azotar a la vieja arpía.

Nada más iniciar el movimiento, desplegando el cinturón en toda su extensión le propino un certero trallazo sobre los dos inmensos globos que tiene como pechos, acción que provoca u grito de dolor y que hace que se pare estupefacta.

-          ¿Dónde crees que vas esclava estúpida?

-          Amo, pensé que nosotras íbamos a continuar el castigo, como en la parte anterior –responde Ira con la mirada hundida en el suelo

-          Pensé que, pensé que. ¿Y tú eres una aspirante a dirigir las empresas? Chicas que sabemos acerca de las rentabilidades de los fondos de inversión.

-          Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras –cantan Svet y Yuki

-          Y Yuki ¿Cómo podemos extrapolar esta enseñanza a la situación actual?

-          Que hayamos participado en castigos pasados no asegura que lo vayamos a hacer en castigos futuros.

-          ¡Muy bien! ¿Cuál ha sido el error de Ira? Yuki.

-          Se ha precipitado en la toma de decisiones y no ha esperado a tener señales del entorno que le ayudaran a tomar una decisión correcta, en otras palabras, que se ha tirado a la piscina sin mirar si había agua –responde la menuda alumna, con una sonrisa de satisfacción en los labios por ser la primera de la clase, mientras Ira la mira con odio.

-          Muy bien Yuki. Y como toda acción conlleva su reacción e Ira ha errado en una decisión es justo que reciba su penalización. ¿No estás de acuerdo Ira?

-          Si, Amo –responde la mulata de forma compungida.

-          Únete a tu tutora para continuar con el castigo.

La imponente brasileña se acerca a su tutora y poniéndose a su lado toma la misma postura que ella, piernas juntas, doblada por la cintura y agarrándose los tobillos. En su caso debido a la cortedad de la falda de colegiala no hace falta subírsela ni enrollársela a la cintura para que muestre plenamente la grupa trasera y sus muslos de garota. Si bien el culo y piernas de Ashanti son impresionantes, palidecen ante la perfección y juventud de la parte trasera de Ira que hacen que quede extasiado unos momentos ante tamaña belleza.

-          Bien Yuki, como has sido una alumna aplicada vas a ayudarme con el resto del castigo.

-          Si, Amo –responde quedamente Yuki.

-          Acércate al cajón y coge otro cinturón.

-          Si Amo –responde Yuki cogiendo otro cinturón como el que o tengo entre mis manos.

-          Svet, acércate a Yuki y muéstrale como se debe descargar un buen trallazo

-          Si, Amo –responde la escultural eslava tomando el cinturón de las manos de Yuki. – Mira Yuki, se trata de ponerte en ángulo de 90 grados con respecto a tu objetivo, echar el brazo derecho que agarra fuertemente el cinturón hacia atrás mientras giras todo lo que puedas la cadera hacia la derecha. Y empiezas a bajar el brazo derecho mientras lo acompañas de un movimiento de cadera hacia la izquierda lo que hace que a la fuerza del brazo se incorpore la fuerza de todo tu cuerpo, y muy importante piensa siempre en golpear más allá del objetivo, ya que si no inconscientemente frenarías en el último momento y restarías potencia al golpe.

-          Excelente descripción Svet, pero creo que Yuki se sentiría más cómoda si después de una descripción teórica le hicieras una demostración práctica. ¿No es así Yuki?

-          Si, Amo, una demostración me ayudará a visualizar mejor la técnica.

-          Ira, supongo que no te importa ayudar a tus dos queridas compañeras.

-          No, Amo –se oye responder a la brasileña que mantiene la posición de castigo.

-          Bien Svet, procede.

Svet se acerca a su compañera y agarrando fuertemente el cinturón procede a lanzar un trallazo perfecto contra los perfectos muslos de la mulata que lo recibe con un temblor generalizado en su cuerpo.

-          Bien Yuki. ¿Lo has visto?

-          Si, Amo.

-          Svet cédele el cinto y vamos a ver qué tal lo hace.

Yuki coge el cinto y aplica un severo trallazo sobre los muslos de Ira, que resopla y aguanta la posición de castigo a duras penas.

-          ¿Qué tal lo ha hecho Svet? – le pregunto a la rubia mientras le guiño un ojo cuando Yuki no me ve y tanto Ira como Ashanti son incapaces de ver nada debido a su posición

-          No muy bien, Amo, Yuki no ha sincronizado el giro de cadera con el movimiento del brazo y ha perdido potencia en el golpe.

-          ¿Puedes mostrarle el fallo de forma práctica? –pregunto a la rubio

-          Por supuesto Amo.

-          Ira perdona por las molestias ocasionadas – le digo a la mulata- pero comprenderás que es necesario corregir estos pequeños fallos y la colaboración entre compañeras es algo fundamental.

-          Si, Amo –responde Ira, como no podía ser de otra forma.

-          Mira, Yuki – se dirige Svet a la oriental- primero has movido la cadera y luego el brazo. De esta forma - y descarga un trallazo con toda la fuerza de su brazo derecho que cruza de forma horizontal el centro de los muslos de Ira, que lo recibe con otro sonoro gruñido.

-          Pero la forma correcta es ésta, sincronizando el brazo y la cadera para que en el momento del impacto ambos avancen a la máxima velocidad posible. Así –le muestra Svet a Yuki mientras descarga ahora sí un perfecto trallazo que resuena como una explosión en el despacho y arranca otro alarido de la castigada.

-          Bien, Yuki. Vamos a ver si lo has entendido.

-          Si, Amo – responde una cada vez más animada oriental que agarrando el cinto se coloca en posición y ahora sí descarga un trallazo perfecto que Ira recibe como puede, y arranca una sonrisa en Yuki por la satisfacción de un trabajo bien hecho.

-          Bien Svet, ¿Qué crees? –le pregunto a la rubia mientras le vuelvo a guiñar un ojo.

-          Amo, excelentemente ejecutado, pero…

-          ¿Cómo puedes tener alguna objeción a tan excelente trallazo? –le pregunto

-          Puede haber sido fruto de la casualidad, Amo, no sé si será capaz de ejecutar esta acción de forma repetida sin errores.

-          ¿Con cuántos golpes te sentirías satisfecha?

-          Yo creo que cinco trallazos ejecutados de forma impecable serían una buena medida Amo.

-          Ira crees que con cinco está bien o deberíamos incrementarlos.

-          Cinco creo que están bien, Amo –responde Ira

-          Bien si ambas estáis de acuerdo. Yuki procede con la tanda.

-          Si, Amo –responde Yuki adoptando la posición correcta

Es una pena que la pobre chica sea tan fea, porque la verdad es que la ejecución de los cinco trallazos es perfecta, y en cada uno de ellos ha arrancado alaridos de dolor a Ira que suda a mares debido al castigo que está recibiendo.

-          Yo creo que bien. ¿Tú qué opinas Svet? –y vuelvo a guiñarle un ojo a la rubia que tiene un ligero rubor en la cara debido a la excitación que le produce esta situación.

-          Amo, lamento tener que contradecirle, y debo de reconocer que probablemente haya sido un fallo mío al explicarle a Yuki la técnica, pero el segundo y cuarto trallazo no puedo darlos por buenos, ya que el impacto no ha sido perfectamente horizontal.

-          No estás siendo muy quisquillosa Svet –le respondo mientras sigo haciéndole discretos guiños.

-          No, Amo. Los impactos horizontales nos permiten distribuir perfectamente los golpes sobre el cuerpo de la esclava. Mientras que los impactos en diagonal se superponen de forma descontrolada con los ya suministrados de forma previa y no permiten controlar el daño que se le puede hacer a la esclava –me responde seriamente y en tono académico Svet.

-          Bueno Svet, si es por un tema de seguridad yo creo que habría que repetir la tanda.

-          Si, Amo. Ira perdona mi olvido pero creo que la cuestión de la seguridad de las esclavas es muy importante y no podemos escatimar esfuerzos para asegurarla. –se dirige Svet en tono serio a la mulata.

-          No te preocupes, Svet –responde compungida Ira.

-          Bien Yuki, si todos estamos de acuerdo procede con otra tanda.

-          Si, Amo –responde la oriental, y nuevamente adopta la posición de castigo.

Como en la tanda anterior hace una ejecución perfecta de los trallazos que vuelven a arrancar alaridos de dolor de Ira que entre estas tonterías ya ha recibido catorce trallazos que marcan sus muslos visiblemente.

-          Svet ¿Qué opinas? –le pregunto esta vez sin hacerle ninguna señal.

-          Amo, creo que la ejecución ha sido perfecta.

-          Estupendo, puedes volver a tu sitio, pero creo que antes tanto Yuki como tú debéis darle las gracias a Ira por haber prestado su colaboración.

-          Gracias Ira –cantan al unísono ambas esclavas.

-          No ha sido nada – contesta la mulata entre dientes - contad siempre con mi colaboración.

-          ¿A ver dónde estábamos? Ah si, Yuki adopta la posición de castigadora junto a Ira y procederemos al resto de esta parte del castigo tú con Ira y yo con Ashanti. Espero que te esfuerces.

-          Si, Amo –responde la oriental adoptando la posición.

-          Svet, por favor ¿Nos puedes ayudar a sincronizarnos contando los azotes?

-          Si, Amo –responde con una sonrisa la rubia- Uno.

Y al oir el número tanto Yuki como yo descargamos en las esclavas un nuevo azote que arranca gritos de ambas.

-          Dos –prosigue Svet

Y nuevamente cae otro azote en los muslos de las esclavas, con nuevos alaridos de dolor, temblores y sudores por parte de las mismas, están a punto de desfallecer.

El castigo continúa a buen ritmo, y Yuki está ejecutando los golpes de forma perfecta, lo que hace que tanto los muslos de Ashanti como los de Ira muestren cardenales en su totalidad, no hay zona de los muslos que ya no haya recibido varios impactos y las zonas que han sido más castigadas, tengo predilección por la parte alta de los muslos, justo donde acaba el culo, presentan un bonito tono azulado oscuro que resalta perfectamente tanto en la negra piel de Ashanti como en el dorado mulato de Ira.

-          Quince –canta Svet

Y con un último trallazo acabamos esta parte del castigo.

-          Muy bien Yuki- creo que has ejecutado el castigo de forma perfecta.

-          Gracias Amo –responde una sudorosa Yuki, que intuyo que el haber castigado a una alumna que es compañera suya le ha excitado más de lo que está dispuesta a admitir.

En estos momentos me encuentro altamente excitado ya que desde el comienzo del castigo aun no he descargado mi leche en ninguna de las esclavas, por lo que decido tener unos momentos de asueto y dejar descansar unos momentos a Ashanti a la que aún le queda mucho tormento por delante.

-          Bien Ira, creo que Yuki ha hecho un excelente trabajo y deberías agradecérselo.

-          Si, Amo –responde la mulata aún en posición de castigo.

-          Ashanti adopta la posición de sumisión y descansa un poco que aún te queda muchos castigo por delante. Yuki adopta la posición de revisión, piernas abiertas y manos a la cabeza detrás de la nuca. Ira agradécele como tú sabes a Yuki el excelente trabajo.

-          Si, Amo –responden simultáneamente ambas esclavas, acatando las órdenes.

Ira se acerca a Yuki y empieza a besarla desde los labios, baja hasta los inexistentes pechos y continua bajando para de rodillas detenerse en el coño de la orientas y empezar a comérselo vorazmente, a introducir su lengua en el coño de la oriental y a lamer y morder suavemente su clítoris, mientras con las manos extendidas hacia arriba masajea y pellizca los pezones.

Yuki se abandona al placer que la brasileña le está proporcionando.

Mientras tanto me acerco a Svet y la doblo sobre la mesa del despacho para que muestre su impresionante culo, a golpes de pié abro sus piernas para poder acceder de un solo golpe al coño que sigue encharcado y rezumando jugos y procedo con movimientos largos y lentos a follarme a la eslava que gime de placer mientras invado su cálida cueva.

La estancia se encuentra en silencio, roto por los gemidos de placer de Svet y Yuki, girándome veo que la cara de Ira está cubierta por los jugos de la oriental y que en estos momentos debido al placer que está sintiendo se mea encima de la mulata que bebe con avidez el mejunje compuesto por la orina y los fluidos de Yuki, a la cual asalta un violento orgasmo y se derrumba en el suelo.

-          Ashanti, ayuda a Ira y que Yuki no pare de correrse –le indico a la negra que ya se ha recuperado ligeramente de la paliza recibida.

-          Si, Amo –responde Ashanti que se acerca a Yuki e Ira y ordena a la mulata –Ira tu dedícate al cuello y a los pechos, yo me dedico al coño y al culo.

-          Si, Madame –responde Ira atrapando con los labios y dientes un pezón de Yuki mientras pellizca el otro con la mano.

Ashanti mientras tanto se moja las manos en los fluidos de Yuki y mientras succiona cual aspirador el clítoris de la oriental, en un alarde de técnica introduce tres dedos en el coño de la menuda tailandesa y con la otra mano procede a meter dos dedos en el culo de la oriental que sintiéndose llena en ambos agujeros y con la sensación que le produce la succión del clítoris y las atenciones que está proporcionando Ira a sus pechos encadena entre sollozos incontrolados una larga serie de orgasmos.

Mientras tanto noto que el coño de Svet, calentada por la situación y por la follada a la que está siendo sometida, palpita en un intenso y silencioso orgasmo que me calienta aún más y agarrándola fuertemente de las coletas como si fueran las bridas de una yegua salvaje procedo a continuar mi cabalgada, pero ya no de forma lenta y suave, sino de la forma correcta a la que hay que cabalgar y domar a una potranca salvaje como está.

Mi polla se clava profundamente en su coño y con movimientos cortos pero muy rápidos procedo a percutir las profundidades del mismo. Noto como la polla golpea repetidamente las paredes del útero y llena todo el coño de la rubia, que con esta cabalgada salvaje encadena una serie de orgasmos que hacen que su coño se hinche y palpite fuertemente contra mi polla lo que provoca que yo también llegue al orgasmo y me corra abundantemente dentro del coño de la rubia.

-          Ashanti, atenta a la situación, en el momento en el que me retiro del coño de Svet se lanza a succionar la leche que rebosa del mismo.

-          Muy bien Ashanti, esta ha sido una buena acción y por ello te voy a facilitar el castigo.

-          Gracias Amo. –responde de forma agradecida la esclava.

Como Svet y Yuki están extenuadas después de la cadena de orgasmos que han tenido y yo necesito recuperarme, decido que ahora sí, sea Ira la que continúe con el castigo. Así que sentándome de nuevo en mi cómodo sillón, indicándole a Yuki que se arrodille entre mis piernas y mantenga mi polla suavemente dentro de su boca, haciéndole ligeros masajes con su lengua y siento a la bella Svet en mi regazo para poder juguetear con su cuerpo mientras prosigue el castigo, ordeno a Ashanti que adopte la nueva posición de castigo.

-          Bien Ashanti, creo que la siguiente parte de la disciplina de hoy son setenta azotes con la caña en los pechos, y te acabo de comentar que iba a facilitarte el castigo por haber estado atenta y no permitir que los maravillosos jugos de tu Amo se desperdicien por el suelo.

-          Si, Amo – responde la negra, con un ligero asomo de esperanza en su voz.

-          Para que veas lo magnánimo de tu Amo, voy a permitir que te introduzcas tus bragas en la boca y que en vez de recibir el castigo de pie, lo puedas recibir cómodamente sentada en la silla con las manos atadas detrás del respaldo.

-          Gracias, Amo –responde una desilusionada Ashanti pues la muy ilusa creía que iba a reducir el número de golpes que iba a recibir.

Lentamente Ashanti se baja las bragas, empapadas del sudor y de algunas gotas de orina que se le han escapado a lo largo del castigo y con gesto de repugnancia hace una bola y se las introduce en la boca, intenta bajarse la falda hasta las rodillas pero la detengo.

-          No, Ashanti, ya estás bien con la falda enrollada en tu cintura, quiero disfrutar del color de tus muslos apaleados mientras azotan tus tetas, y lógicamente despójate de la camisa y el sujetador para tener un libre acceso a tus tetas.

-          Si, Amo –responde la esclava, mientras se despoja de la ceñida camisa y del sujetador que realza sus grandes pechos. Pechos que se mantienen erguidos gracias a las repetidas operaciones que esta esclava se ha podido permitir gracias al dinero de la familia, pero que ahora van en su contra ya que dejan más fácilmente accesibles dichos senos.

-          Ira, acerca la silla al centro del despacho, que Ashanti se siente en ella y procede a atarle las manos por detrás del respaldo.

-          Si, Amo – responde la brasileña acercando la silla y haciendo que Ashanti se siente, procede a atar las manos tras el respaldo, lo que hace que los pechos de Ashanti se proyecten y los deje bien accesibles a la caña.

Mientras con mis manos jugueteo con los pezones y el coño de Svet y siento la suave caricia de Yuki en mi polla, ordeno a Ira.

-          Ira, empieza descargando 50 azotes en la parte superior de los pechos, pero como se está haciendo tarde hazlo de forma rápida y contundente, tienes dos minutos.

-          Si, Amo –responde Ira, que está preciosa con su uniforme de colegiala, mostrando los muslos traseros con cardenales por la paliza recibida y con la temible caña en sus manos, pero lo más excitante es la visible respiración agitada y la cara de inmenso placer que tiene, como le gusta a esta perra torturar a sus compañeras, suerte que ha nacido esclava sino pobres de sus esclavos, cuando sea esclava jefa habrá que atarla en corto y contenerla.

Y repentinamente en la sala tan solo se oye el silbido de la caña y el sordo impacto contra los sensibles pechos de Ashanti, seguido de aullidos lastimeros apagados por las bragas que tiene en la boca entremezclados con los jadeos de Ira provocados por el esfuerzo físico y la excitación. Realmente Ashanti está pasando un mal rato.

Ashanti se agita convulsa en la silla debido a la lluvia de golpes que están recibiendo sus tetas, probablemente sean los dos minutos más largos de su vida, llora a mares, es un lastimoso gemido continuo entrecortado por sus hipos e inevitablemente deja escapar un chorro de orina debido al dolor que siente en estos momentos.

Por suerte para Ashanti la tortura se interrumpe repentinamente, aunque la negra prácticamente ni se da cuenta debido al nivel de dolor que ha aguantado, poco a poco retorna a la realidad.

Ira está en un estado de excitación incontrolable y aun sabiendo que esto le costará un terrible castigo por parte de Ashanti, lanza la vara contra el suelo y empieza a restregar la cara de la negra contra su coño hasta que explota en un abundante orgasmo que mancha la ya sucia por las lágrimas cara de la negra.

Una vez ya calmadas sus ansias uterinas me dirijo a Ira:

-          Ira, sabes que lo que acabas de hacer es del todo incorrecto y que no tiene excusa para una esclava que aspira a ser jefa.

-          Lo siento, Amo, me he dejado llevar por la excitación del momento.

-          Lo que pasa, Ira, es que eres una perra viciosa que solo piensa con el coño en vez de pensar con la cabeza, y desde luego esto no lo voy a permitir. Por favor Svet, toma el relevo a Ira y tu Ira acércate aquí.

-          Si, Amo –responden las esclavas. Svet tomando la caña entre sus manos y esperando junto a Ashanti para reanudar el castigo e Ira poniéndose a mi lado en postura de sumisión.

-          Bien Svet, dado que tú eres la responsable de suministrar el resto del castigo vamos a aprovechar la magnífica técnica que tienes con la caña y vas a descargar los 20 azotes restantes en los pezones de Ashanti, no quiero ninguna fuera de lugar. ¿Entendido?

-          Si Amo –responde la rubia con una sonrisa, ya que sabe que no va a fallar ninguno y que va a disfrutar enormemente con esta actividad.

-          Esta vez dejaremos que Ashanti disfrute un poco más del placer de ser azotada y dejarás pasar 5 segundos entre un azote y el siguiente. Proceded.

Y como alumna aplicada que es Svet empieza a descargar certeros azotes en los negrísimos pezones de Ashanti.

-Shhhhhhh, zas, Aaaaaggggggggg, es el ruido que se oye de forma continua.

Mientras Svet se dedica a cumplir su tarea, siento a Ira en el apoyabrazos de la silla y me dedico a retorcer fuertemente sus pezones que asoman por encima de su escotada y ceñida camisa. La mulata no se atreve a soltar ni un solo gemido apretando fuertemente los dientes e intentando aguantar el chaparrón provocado por su conducta, aunque gruesos lagrimones se deslizan por sus mejillas indicativo de que el trabajo en los pezones está siendo altamente efectivo.

Cuando tras un par de minutos más Svet acaba de suministrar el castigo a Ashanti, ésta se haya prácticamente desmayada por el dolor, balbucea palabras incomprensibles y está en otra dimensión, la dimensión en la que se refugian las esclavas cuando prácticamente se sienten morir de dolor, al igual que la vez anterior poco a poco se va recuperando y levanta la vista hacia mí. Le sonrío levemente y le guiño un ojo para hacerle saber que está siendo una brava esclava, al ver mi contento una tímida sonrisa ilumina su cara.

En estos momentos, Ashanti no está en disposición de continuar el castigo, por lo que mando a Svet que la acueste en la cama para que se recupere de la tremenda paliza a la que está siendo sometida, beba líquidos ya que ha sudado copiosamente durante el castigo, y ha perdido gran cantidad de líquidos entre sudor y orina. Ordeno a Yuki que adecente el despacho manchado de sudor y la orina de Ashanti y mientras tanto me quedo con Ira decidiendo que hacer con ella.