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La pila

en Hetero: General

La pila…

En ese pueblo rural, que visito en compañía de una amiga que acude por el aniversario luctuoso de su abuela, realmente no hay mucho que hacer, los familiares de la amiga a quienes acompaño, son gente sencilla, noble, y pensar en que podamos organizar una fiesta dista mucho de las costumbres de la genta por aquí… así que me digo: “calma… disfruta lo que hay en el momento”…

Así que me dispongo a salir de la casa que nos recibe, me dirijo al centro del pueblito pintoresco, donde hay un kiosko, árboles y unas bancas… Al cruzar una calle una camioneta se aproxima y me da el paso, volteo la cara para dar gracias al conductor y me topo con su mirada, una mirada fría bajo un sombrero blanco, su brazo recargado en la ventana de la puerta y con una mano sobre el volante de la camioneta, y otra mano acicalando un bigote obscuro, le doy las gracias y el ligeramente inclina el ala del sombrero… no sé que pasa… no sé si es el pueblo que de pronto me remonta a épocas pasadas, donde puedo sentir la fuerza animal, instintiva y básica despertar en mi… me descubro como una “hembra” tentando a su hombre, si, me siento una perra!!!

Sigo mi andar y me tomo mi tiempo, pero puedo sentir su mirada siguiendo mis pasos, no puedo evitar sentirme sensual, así que imprimo un poco mas de movimiento en la cadera al caminar, mi espalda ahora erguida eleva retador mi pecho, el escote deja ver una parte nada ostentosa de mi pecho, pero le doy forma sobre mi blusa poniendo mi mano sobre este “descuidadamente”… por supuesto! Agito mi cabello largo, rizado hasta la cintura, y me digo: “mírame… soy una nena de ciudad, pero también hembra  buscando hombre que me cabalgue”… Termino el cruce, no volteo mas a verle, pero lo siento tras de mí, se escucha nuevamente el vehículo en movimiento.

En la esquina frente al kiosko hay una tienda, aún me siento acalorada y agitada por el amigo de la camioneta, así que compro una paleta fría, y la tendera muy amable me hace la plática, me dice que debiera ir a la Pila del pueblo que es un bonito lugar para conocer, señala el camino al final de la calle que me llevaría a dicho lugar, que a lo lejos se divisa arbolado, fresco, lleno de sombra y humedad.

Agradezco la charla, y al salir de la tienda me cruzo con tremendo hombre de corte ranchero, yo mido 1.6 el quizá 1.8, pues me sacaba por un buen tanto, ancho de espaldas, camisa de cuadros azul con las mangas remangadas dejando ver unos brazos gruesos, con vellos, pantalón de mezclilla, botas, y un fuete en la mano… él detiene sus pasos, se cuadra con los pies ligeramente separados, cubriendo casi todo el ancho de la puerta, elevo mis ojos para verlo de frente, pongo mi mirada de niña buena, me mojo los labios, respiro profundo para elevar mis pechos, y le pregunto: “¿puedo…?”, él me mira, pone una mano en el paquete entre sus piernas, que eleva sopesando el contenido… y sin decir mas, Se gira dando un paso al costado, dejando solo un pequeño espacio para pasar… me mira desafiándome a pasar… cree acaso que voy a recular?, no sabe lo que le espera!!! Giro mi cuerpo dándole la espalda, él no se mueve ni un ápice, y yo me deslizo frente de él haciéndome paso, entre costales de maíz apilados y el cuerpo majestuoso del ranchero, me pongo de puntillas para pasar (y para alcanzar!!!), mi cadera amplia enfundada en unos jeans que delineaban el contorno de mis nalgas,  empiezo a moverme de un lado a otro para desplazarme, mis nalgas que son de buen tamaño, redondas y paradas se elevan tallando su verga que se siente de muy buen tamaño sobre la ropa, termino el desliz… me giro, lo miro y digo: “gracias”, él incólume me mira… su mirada está obscura, una sonrisa tenue bajo su bigote me hace temblar, se lleva la mano al ala de su sombrero que vuelve a inclinar y me dice: “hasta mañana”… (tiemblo… que voz!!!) lo miro, sonrío nuevamente, y giro dándole la espalda sacudo nuevamente mi cabello, y contoneando la cadera sigo mi andar… lo sé, lo siento… me estás mirando!!!

Acaso era una cita? Esa noche no pude dormir, soñé con sus manos, con esa voz que taladraba mis oídos, que eleva mis sentidos… me levanté temprano, mi amiga iría al cementerio a limpiar a limpiar la tumba de la abuela, harían una pequeña ceremonia muy familiar  de la que estaba excluída, por lo que sin sentirme agraviada, dirigí mis pasos al kiosko…

Ahí lo miro en la tienda, está recargado en su camioneta, el fuete en su mano, me mira, hacemos contacto visual… pero hoy no voy a la tienda… sigo con mis pasos, paso por delante de él, apenas si lo miro, el inclina el ala de su sombrero, y yo sigo… me dirijo al final de la calle, voy a la pila…

Caminando por esas veredas, lo siento siguiendo mis pasos, sé que está ahí y muevo la cadera al caminar, llevo un vestido blanco debajo de las rodillas, y con los hombros al descubierto, llevo sandalias y el cabello suelto con los chinos alborotados, él atrás con el fuete en la mano golpeando su pierna al caminar.

 Yo no volteo, pero sé que me sigue, no hay nadie en la vereda, y sigo caminando hasta llegar a la pila, me acerco a ella y tomo agua con mis manos para mojar mi cara y mi cuello, el agua escurre hasta mis pechos, está fría, mis pezones se erizan, levanto mi falda para mojar mis piernas y mis pies, él está parado recargado en un árbol cerca de la pila me mira, con esa mirada que traspasa mi ropa y me desnuda…me penetra hasta el alma!

Yo lo miro de reojo, sé que está ahí, mirando, supongo que mira mis pechos que ahora se dejan ver a través de la tela mojada, me gusta sentirme así… sé que le gusta lo que ve, pues alcanzo a ver que con su mano toca su verga sobre su pantalón la aprieta y la acomoda…

Quiero que vea mis nalgas, así que me vuelvo a parar, le doy la espalda, juego con el agua fría y meto mis manos para tomar mas agua y mojar mi cara otra vez, me agacho hacia la pila, separo un poco las piernas y levanto las nalgas… mientras el agua baja deslizándose en mi piel atemperando el calor de mi cuerpo, siento de pronto un ardor en mis nalgas, es un golpe imprevisto de tu fuete!!! De mi boca sale una exhalación, es un grito de dolor ahogado en mi garganta que se desprende del ardor que ha dejado en mis nalgas… siento un poco de miedo!!!

Sé que es él, intento voltear para mirar su rostro frente a mi y perderme en sus ojos, pero su cadera oprime la mía y me aprisiona contra la pila, siento su verga rosando mis nalgas, y sus manos recorriendo mi espalda hasta llegar a mis pechos, que los toma en sus manos y los estruja con fuerza, intento moverme, no sé si para escapar de él, o para incitarlo mas, pues me hechiza sentir su erección restregándose en mis nalgas, su dominio sobre mí… con su boca busca mi cuello, recorre con su lengua mi hombro y me muerde…

Me sostengo con las manos aferrada a los bordes de la pila, mientras mis manos siguen mojándose con el agua que fluye entre mis dedos… con una mano hala mi cabello hacia él, con la otra mano levanta la falda, siento el calor de su mano tocando mis nalgas, me mira, sonríe: “me estás esperando”, si, lo estaba esperando, y no llevo ropa interior, él sigue agarrando mis nalgas, revive el ardor cuando pasa su mano sobre la huella que dejó su fuete, se separa un poco para ver el panorama, aprieta mis nalgas y vuelve a azotarme con su mano, yo solo digo “auch!!!” y él me dice: “creíste que pasarías a mi lado calentándome sin que te castigara?”

Ahora mete su mano entre mis nalgas, me toca sin restricción, toca mi culo, dobla mas mi torso empujándolo hacia la pila, para levantar mis nalgas hacia él, eso le da acceso a mi concha, la cual abre con sus dedos y me los mete cogiéndome con ellos, escucho mis gemidos que ya no son de dolor… al estar empinada así mis pechos están tocando el agua, meto mi cara al agua y tomo agua entre mis labios, me toma del cabello y me levanta volteándome hacia él, toma mis labios que aun tienen agua y me besa con furia, “me calientas!, ahora verás lo que te espera!!!”, me muerde me chupa los labios, me coge con su lengua invadiendo por completo la boca, al tiempo que pega su verga a mi pelvis, vuelve a apretar mis pechos baja mi blusa, y ahora toma mis pechos con sus labios, yo tomo su cabeza y lo aprieto mas a mi, no quiero que me suelte, muerde mis pechos, mis pezones, me duelen, vuelvo a gemir, estoy jadeando, me encanta tenerlo así…

Vuelve a halar mi cabello, y me sienta en una piedra junto a la pila: “abre la boca, te la vas a tragar”, saca su verga del pantalón… grande, hinchada, cabezona, roja y con venas, la boca se me hace agua, intento pescarla con los labios, en verdad quiero mamársela, pero él juega con ella, y golpea mi cara con ella, yo babeo y él me la deja ir de un solo golpe en la boca, siento mis labios abrirse a plenitud, siento como toca mi garganta, siento los arqueos que me provocan su tamaño y la estimulación en mi paladar, mas no quiero soltarla, ése hombre me ha dado lo que me gusta, y creo que sabe que en ese momento es mi dueño… me dice: “tienes mirada de nena pero alma de zorra y mamas como una puta”, Hace crecer mi orgullo y mi vanidad así que sigo metiendo y sacando de mi boca esa tranca dura, lo mojo, dejo pequeñas mordidas en todo su palo, no quiero que se venga todavía, solo quiero seguir chupando a mi macho, me gusta verme así de rodillas ante él tan grande, tan hombre… meto sus huevos en mi boca, los lamo, los chupo a mi placer… de pronto él me detiene…

Me levanta y me sienta en el borde de la pila con la falda hacia arriba, el agua moja mis nalgas y refresca el ardor que siento en ellas, separa mis piernas y su verga grande, hermosa y recién mamada, se hace espacio entre mis carnes y me clava siento que me parte, pero no puedo dejar de pedir más:“así papito, cógeme mas”, él vuelve a besarme, el agua nos moja se mezcla con mis líquidos, él sigue metiendo y sacando, sigue cogiéndome, sigue clavándome, y apretando mis nalgas con sus manos, metiendo un dedo en mi culo como controlándome desde ahí, yo tomo su cara entre mis manos y busco sus labios para seguir besándolo, para seguir chupándolos, me da su lengua la que mamo con ansiedad, has que me venga otra vez, vente en mi… de pronto su cuerpo se tensa, y gruñe con intensidad, se está viniendo dentro de mi, me llena de leche…  hala mi cabello y escucho su voz grave en mis oídos diciéndome: “eres una puta, eres mi puta”… y en ese momento me vengo, siento espasmos en mi vagina… que delicia!!!

Se separa de mi, me mira y  sonríe seguro de si, guarda su verga que aún está parada dentro el pantalón: “aquí te veo mañana”, no es una pregunta, no pide mi opinión, es un órden, sabe que le pertenezco... y se marcha dejándome sentada en la pila, cogida, satisfecha, con los labios hinchados, los pechos al descubierto rojos y marcados por sus labios, mis nalgas rojas mojándose y entre mis piernas su semen escurriéndose y diluyéndose con el agua…

Gracias por leerme... Espero sus comentarios...