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ENSEÑANZAS DE RANCHO… 2La abuelita roba leña

en Sexo con maduras

La abuelita roba leña

Al terminar las jornadas de trabajo en la clínica, un rato de esparcimiento siempre son necesarias para despejar la mente y relajar el cuerpo. Caminar por las veredas, entre el campo y los árboles era mi pasatiempo. Nunca lo hacía sola, pues aún cuando mi figura era de autoridad… en el rancho nunca se sabe.

Una tarde caminando en una vereda con Mariana, la señora que siempre me cuidaba y me acompañaba durante mis consultas  a domicilio, nos percatamos que se escuchaban jadeos, y ruidos muy característicos de alguna pareja cogiendo entre los arbustos.

Mariana me toma del brazo y me dice: -camina, camina y no voltees…

yo le dije: -espera vamos a ver que pasa!!!

ella me respondió: -no sabes lo que pasa? Te voy a contar, Resulta que se están cogiendo a doña Cirila?

- a doña Cirila? Cuál Cirila?

- a la abuelita!!!

- La abuelita? Tu vecina?, cómo crees, si está bien… abuelita

-Pues si pero… hay necesidades

- Cómo crees?

- Mira doña Cirila me contó que todo empezó cuando un día se quedó sin leña, por su edad ya no pudo caminar hasta el potrero de abajo donde el comisariado dijo que podían recoger leña los que no tenían terrenos. Así que venía caminando con la intención de ir por su leña y vio que en este potrero ya había leña cortada y acomodada en tareas (así le llaman a las pilas de leña que acumulan en bloques con un monto de leña determinado) que había juntado Fermín en su potrero para venderla. Como no había nadie en ese momento a doña Cirila se le hizo fácil meterse y robarse un poco de leña. Lo hizo como 3 veces, pero Fermín el dueño del potrero (de unos 35 años), si se dio cuenta que le hacía falta leña de las tareas que había juntado. Así que una tarde juntó sus tareas de leña, y se escondió para ver quien le robaba la leña y que le pagara lo que le robaba.

Doña Cirila de unos 70 años creyendo que como siempre no había nadie, se metió al potrero, tomó la leña que podía cargar y cuando ya se disponía a irse, se le apareció Fermín:

- así que usted es la que se roba mi leña

- ay hijito es que ya estoy muy vieja para caminar hasta el otro potrero por leña

- pues si doña Cirila pero me está robando, y esta leña la he cortado para venderla y ahora me tiene que pagar

- ay Fermín, pero con que te voy a pagar, si vivo sola y no tengo dinero, regálame tantita leña

- no doña Cirila, si usted me lo hubiera pedido antes a la mejor se la hubiera dado, pero me ha robado, así que o me paga o vamos a la delegación

- pero no tengo dinero Fermín y necesito leña para calentar mi cafecito

- pues de aquí no se va sin que me pague, y si no tiene dinero, pues tiene un agujero y yo tengo con que llenárselo y le aseguro que la va a calentar mas que el cafecito

y diciendo esto Fermín se saca la verga del pantalón y se la empieza a menear haciéndola crecer

-         Fermín pero si ya estoy vieja, como te voy a pagar con eso

-         pues usted decide o me paga o la demando

Y doña Cirila no teniendo otra opción se sentó en una piedra y se levantó la falda, como era costumbre en el rancho las mujeres no llevaban calzón y menos las mujeres adultas. Fermín al ver la disposición de doña Cirila se le acerco con la verga ya parada y le abrió las piernas lo mas que pudo e intentó metérsela en el coñito de doña Cirila

-         ay Fermín pero ya estoy bien seca

-         ahorita lo arreglamos.

Dijo Fermín escupiendo en su mano para mojar su verga y una vez hecho esto le fue metiendo su pedazo de carne dura en la conchita de doña Cirila quien hacia ya 30 años que había enviudado al morir su señor a causa de una mordida de víbora y no se había vuelto a juntar con otro señor, así que a causa de la edad y los años de abstinencia se encontraba muy estrecha, lo que pareció satisfacer a Fermín quien pese a sus esfuerzos le seguía dificultando la entrada en el coño de doña Cirila, así que se salió y queriendo mojarla mas le dirigió su verga a la boca de la señora, y esta le dijo:

-         Fermín soy una vieja, no tengo ni dientes

-         pues así está mejor abra bien la boca y chúpemela hasta que se me ponga mas dura y mas mojada

Y sin decir mas le metió la verga hasta la garganta haciendo que la viejita se arqueara de la intrusión de aquella carne en su boca

-         querías leña abuelita? Aquí tienes la mía

La verga entraba y salía de la boca de doña Cirila, y sin darse cuenta era ella misma quien se la agarraba con sus manos y se la metía a su boca una y otra vez controlando ella las acometidas en su garganta haciendo endurecer aquel tronco de carne, cuando Fermín sintió que su verga ya estaba suficientemente mojada y dura la volvió a colocar en la entrada del coño de doña Cirila y se la dejó ir hasta el fondo, doña Cirila ya nada mas gritaba:

-         Fermín, Fermín me vas a matar!

-         Si, pero se va a morir feliz con esta cogida

Fermín metía y sacaba su verga del coñito de doña Cirila que estrujaba la verga como exprimiéndola, mientras se escuchaban los huesitos de las caderas de la viejita con cada embestida del cuerpo de Fermín, hasta que este se tensó y eyaculó dentro de ella. Poco a poco se fue saliendo. Doña Cirila le reclama por haberse venido dentro de ella y Fermín se ríe diciendo:

-         no se preocupe no creo que vaya a tener mas crías

-         ay Fermín como eres malo, ya me descompusiste toditita

-         piense en el café calientito que se va a tomar al ratito abuelita

Como pudo doña Cirila se levanta escurriendo de leche entre sus piernas carga su leña en su espalda y se empieza a retirar. Fermín le dice:

-         y cuando quiera leña me avisa para venirla a despachar, aquí la espero

Y desde ese día doña Cirila toma su café calientito y no le falta la “leña”…

Enseñanza de rancho: Ladrona que roba a leñador… tiene verga de a montón!!!