miprimita.com

Como aman los dioses (XII) - Bacanal en alza.

en Gays

Como aman los dioses (Capítulo XII) - Bacanal en alza.

[Hailan]

     — ¡SORPRESAAAAA!—escuché a mi familia gritando en un unísono más que evidentemente planificado. Yo salté más que asustado de mi cama mientras irrumpían agresivamente a mi habitación. Vi a mi mamá cargando un pastel con velas encendidas entre sus manos mientras papá y Samuel la acompañaban con sonrisas que también compartían con complicidad entre sí. No había un año en el que no hicieran ese ritual.

—"Cumpleaños feliz, cumpleaños a ti,

Cumpleaños pequeño Hailan...

¡CUMPLEAÑOS FELIZ!"—

     Cantaron con poca armonía pero a pulmón tendido los tres, mientras observaban con expectación mi reacción ante "la sorpresa", que cual ancestral tradición hacían desde que yo tenía uso de la razón. Yo permanecía en shock no por la sorpresa en sí, si no ante semejante demostración de azúcar, una irritante melaza, y aun este año habían superado sus propios records.

—¡Vamos niño teto!, no te quedes allí con esa cara de mosca, ¡Sopla las velas y pide un deseo, que a mamá se les van a caer las manos por tu puto pastel—exclamó Samuel siendo tan borde como siempre con esa sonrisita suya irritante.

— ¡SAMUEL!—le espetó nuestra madre— ¿Que te dije sobre esa boca sucia?—le regaño con el pastel aun en sus manos.

—Sí, si... Lo siento—se disculpó Samuel entre refunfuños.

— ¡Vamos hijo!, sopla las velas—me dijo mi padre con una súplica cariñosa que no pude rechazar.

     Finalmente me senté sobre la cama dándome por vencido, y a continuación suspiré, pensé con una profunda sinceridad—"Que todas las personas que me rodean sean completamente felices"—soplé fuerte y no pude evitar mostrar una sonrisilla que se destiló de mi interior.

— ¡Diablos!, la boca te apesta a rayos hermanito—exclamó Samuel con cara de asco. Yo simplemente le ignoré.

— ¿Que pediste hijo?—preguntó mi madre con un divertido interés.

—Nada muy trascendental mamá—le respondí escueto. La verdad no era muy creyente en esas cosas, pero si iba a cumplir con esa tradición no creía que fuese correcto ventilar mi deseo... Además me daba un poco de penita lo que pedí, pero era realmente lo que deseaba, que todo continuara igual o mejor con las personas que quería en este mundo. Yo a pesar de mi carácter áspero tenía muchas razones para estar feliz con la vida, solo que dentro de mí sentía necesitar algo, pero ni con mi espectacular cerebro podía discernir que era...

— ¿Y bien enano?—

— ¿Y bien enano que?—pregunté retante, siendo igual de borde que Samuel.

— ¡Ay!, ¡vamos!, no te hagas el desentendido, que siempre vives alardeando de lo inteligente que eres y blah blah blah...—respondió mofándose de mí.

— ¡Respétense chicos!—

—Tranquila mamá, es solo un poco de juego entre hermanos—respondió Samuel mientras mamá hacía cara de cansancio— ¡Vamos!, no puedes ser tan tonto Hailan, hablo de cuáles son tus planes de bueno...Lo que aún queda de tu día de cumpleaños—aseveró con un ligero guiño a mi régimen pesado de sueño.

—Ahhhhg...Era eso—respondí entre bostezos cuando al fin entendí. Samuel miraba con saña y mamá despreocupada. Recordando seguro que su hijo prodigio era un ermitaño y prefería pasar su cumpleaños en casa leyendo. Papá miraba con esperanza en su mirada de que lo sorprendiera este año.

— ¿Y bien?—preguntó Samuel mientras me sacaba de entre mis pensamientos y letargo.

—Ah, sí, cierto... Pues los chicos me están organizando un pijamada en casa de Seymour, ya saben, algo sencillo entre nosotros... La verdad yo me opuse, pero ellos insistieron...Así que bueno, esos son mis planes, pero no se preocupen Elodie me buscará y me traerá—

     Sus caras describían perfectamente la variedad de emociones humanas. La sorpresa trágica, la felicidad burlona y las expectativas marchitas de que algo mejor iba a acontecer. No era difícil adivinar a quien pertenecía cual emoción, por lo menos siendo yo no era difícil. Sabía que Samuel estaba conteniendo una poderosa detonación de carcajadas opulentas y burlas ágiles dignas de mí detrás de esa sonrisa. Papá se veía deshonestamente feliz porque al fin su hijo tendría algo de acción en su juventud, no era lo que esperaba, pero sabía que le alegraba un poco eso, y mamá… Estaba simplemente horrorizada por la idea, evocaba las tragedias griegas con su expresión. Respiré con pesadez prediciendo lo que pasaría a continuación.

—Vaya enano, no pues... ¡Felicidades!, no esperaba menos de mi hermanito, procura no hacer nada bizarro en tu pijamada, Ejemm... Ejemm... "Ñoño"—dijo fingiendo tos para mofarse. Yo le miré con una sonrisa ácida en retribución.

— ¿Tu en una pijamada?, ¿En casa de Seymour Astraios?, No jovencito, ¡ESO SI QUE NO!—espetó mi mamá indignada acentuando cada sílaba, montando una de sus escenas de drama.

—Vamos Karen deja al chico—le pidió papá previendo la situación. Samuel solo observaba al fondo riéndose de todo, ensereciendo la cara cuando mis padres volteaban a él. El muy idiota estaba saboreando la situación.

—Pensé que te ibas a quedar en casa como siempre...Ya había preparado tu pastel favorito y todo y tú me sales con esto Hailan Takoda, ¡Sobre mi cadáver saldrás de esta casa para ir a la de Seymour Astraios!—

— ¡Ay mamá!, pero si ya habíamos tenido esta conversación antes, y sabes que no dejaré de ser amigo de Seymour solo porque no te agrada a ti, tienes que confiar más en mí y en mis capacidades, además todos tenemos derecho a escoger nuestras amistades—

— ¡Pues déjame decirte que tu amigo es un libertino hijo!, no tiene padres responsables como tú que lo orienten y dudo mucho que ese chofer misterioso le ponga altos a su modo de vida, ¡Además! es descuidado, y de él nunca he escuchado nada halagador... Salvo lo groseramente rico que es ¡Si tan solo supieras lo que se habla de ese chico en las reuniones de padres!

— ¡Ya basta Karen!—gritó mi papá para que mamá pudiera reaccionar—Deja de hablar mal de ese pobre muchacho… Solo porque le gusten los chicos no lo hace una mala persona, yo pienso que está bien que Hailan sea su amigo, así quizás pueda que le presente a alguna de sus amiguitas, los gays siempre tienen amigas hermosas, por no decir que son súper fiesteros...¡Eso es lo que necesita nuestro hijo!, relajarse un poco de tanto estudio—decía mi padre estrujándome risueño, alentándome a tener más vida social y sacando el tema de las chicas de nuevo—¡Vamos Karen!, deja de molestar al chico, nosotros también fuimos jóvenes, ¿Recuerdas?—

     Mamá permanecía quieta y callada pero amenazante, como una mina de la segunda guerra mundial, escuchando a papá molesta, encerrada en su estricta forma de pensar.

—Papá tiene razón mamá, deja que le dé un poco el sol a Hailan que ya parece papel de arroz—agregó Samuel, yo le miré con cara de "¿Qué haces?".

—Vamos mujer, no te pongas así, es el cumpleaños del chico, ya es todo un hombre y no puedes seguir sobreprotegiéndolo. Pronto conseguirá mujer y procreará bebés—continuó papá ante la cara descompuesta de mamá, Samuel no aguantó la risa y tuvo que salir del cuarto por un momento para no enojar más a mamá.

     Yo me limité a escucharlos con fastidio. Después de todo me daba igual si me dejaban ir o no, de todas formas yo no quería asistir desde el principio, pero probablemente me quedaría sin amigos si no asistía a mi propia fiesta de cumpleaños.

— ¿Saben qué?, ¡Hagan lo que quieran!, déjalo ser homosexual si te da la gana, permítele ser un libertino, a mí me da igual, no crie un hijo para que me traicionara por culpa de mi propio esposo, ¡Pero eso sí!, si le pasa algo es tu culpa—soltó iracunda antes de salir molesta de mi habitación con un portazo.

     Justo en ese momento entró Samuel de nuevo a la habitación, desconcertado por la cara de mamá al salir.

— ¿Que le hicieron?—preguntó con una risa sarcástica a la que ignoramos papá y yo.

—No te preocupes hijo, ya sabes cómo es tu mamá de exagerada algunas veces, pero no la culpes por ser así, sabes que lo hace porque quiere protegerlos—continuó papá revolviéndome cariñosamente el cabello mientras también apretujaba a Samuel.

—Ahhg...—suspiré—Lo sé papá, es solo que a veces es difícil de manejar...—

— ¿Conoces a alguien más que sea igual que ella Samuel?—le preguntó papá en un tono gracioso.

—Creo que si conozco a alguien tan o más obstinado que ella—respondió mirándome con gracia.

— ¿Quién?, ¿Yo?, Jajajajaja están súper equivocados los dos, yo soy más que suficientemente flexible, al contrario de mamá—les contesté orgulloso.

—Sí, claro...Jajajaja tan igual de flexible que mamá al pensar que todo el mundo está equivocado menos ustedes dos—respondió Samuel.

     Papá y él se carcajeaban justo al frente mío,  no entendía cómo podían reírse de tan mal chiste sin ningún tipo de compasión ni respeto por mí. Estuve a punto de hacerme la víctima de nuevo hasta que vi como repentinamente se abrió la puerta de mi habitación, era mamá.

— ¡Ah!, se me olvidó dejarte tu regalo, ¡Diviértete en tu pijamada!, feliz cumpleaños—dijo ella reseca con evidente molestia.

     Lanzó la sólida caja de regalo envuelta en papel brillante a la cama como si de un pasé en el fútbol se tratase. La atrapé por poco y me sorprendió la fuerza y la frialdad con la que la dejo allí. Ni se inmuto de mi reacción, se dio media vuelta y salió de la habitación de otro portazo que nos dejó a los tres con cara de incredulidad, con los ojos abiertos como platos. No pudimos contenernos y hervimos en risa los tres. Ella tenía un carácter obstinado, pero después de todo sin su presencia no lograríamos conciliar felicidad alguna, era el complemento perfecto para un papá descuidado y risueño como el mío.

—Bueno chicos, muy bonito todo el asunto del cumpleaños pero iré a comer, ya se me hace tarde y los chicos no deben tardar mucho en pasar a recogerme para irnos a la facultad—dijo Samuel antes de retirarse de la habitación para bajar al comedor.

[...]

—Hijo, creo que deberías seguir el ejemplo de tu hermano y bajar a comer, que ya está atardeciendo y tu apenas te vienes levantando...Y no te preocupes por tu mamá, tu ve tranquilo a tu fiesta y pásala en grande que yo me ocupo de ella, se cómo hacerla feliz—dijo papá con una cara que me revolvió el estómago, no sé a qué se refería con "ocuparse de ella", pero por el tono lascivo ni ganas me dieron de preguntar.

— ¡Gracias!... Creo, aunque no es una fiesta papá, es solo una pijamada, solo irán los chicos, será algo tranquilo—

—Bueno, independientemente de lo que sea quiero que te diviertas, es más, ten—dijo sacándose un gordo fajo de billetes de bolsillo del pantalón de jean—por si quieres agregarle un toque o algo más entretenido a tu cumpleaños. Pero eso sí, ¡Nada de drogas!, hasta alcohol te lo permito, ya sabes que tienes un padre moderno—dijo dándose caché a si mismo con ese empeño suyo de ser un papá moderno.

—Gracias papá, pero creo que no lo necesitaré, ni siquiera pagaré transporte, me viene a buscar Elodie—dije intentando devolverle el dinero.

—Oh vamos, no seas agua fiestas hijo—

—"¡Genial!"—Pensé—"Hasta mi propio padre piensa que soy un viejo agua fiestas"—

—Quédatelo, ¡Es una orden! Jejejeje, es más, ten esto—dijo pasándome un condón a la palma de mi mano—Pero ni se lo digas a tu madre, que me mata. Ya estás en edad, y me gustaría que trajeras una chica a casa. Incluso podrías probar suerte con esa amiguita tuya la destetada, Eliroy o como se llame, se ve que tiene carácter, te has imaginado como debe ser en la...—

— ¡PAPÁ!, QUE ASCO ELLA ES COMO UNA HERMANA—respondí escandalizado devolviéndole el condón al escuchar sus pervertidas intenciones.

—Bueno, da igual, la destetada no está nada mal, sea destetada o no...—dijo el con una sonrisa morbosa en su cara.

—Se llama Elodie papá, y olvidate de esa idea, ella es solo una amiga—dije con cansancio de su actitud. Ya me estaba incomodando bastante.

—Bueno hijo como sea, lo que quiero es que te sueltes más... Aprovecha tus oportunidades y vive sin remordimientos mientras seas joven. Bueno te dejaré de molestar, ¿A qué hora es que vas a la fulana pijamada?—

—No lo sé, creo que me iré cuando anochezca—

—Genial, nos escribes cuando salgas, creo que llevaré a tu mamá a cenar así que te quedas con Samuel hasta que se vaya—

—Está bien papá—

—Ok, diviértete mucho y no hagas muchos desastres, feliz cumpleaños hijo—se despidió saliendo de mi habitación no sin antes guiñarme un ojo.

     Tras un largo suspiro finalmente me decidí a entrar al baño para cometer un genocidio, después de todo no podía deambular por la vida con un zoológico de bacterias en mi boca. En el impoluto espejo de mi baño me topé con un joven bastante desaliñado, con el pelo espigado y delgado, una melena de león negra, piel canela, cejas gruesas y tupidas, con las pestañas larguísimas que abrazaban unos ojos pardos como el café humeante, solo para acentuar más mis rasgos hindúes un trozo de barba de chivo debajo de mi labio que no servía si no para molestar y ser objeto de burlas.

     Aun después de haberme levantado conservaba las marcas de las monturas de mis lentes, yo era un nerd de corazón, un sabelotodo al que sus amigos decidieron adoptar como una mascota, yo no me consideraba guapo y mi seguridad era nula si no se trataba de cosas del instituto, y es que aunque mis amigos no lo supieran los admiraba a todos por su confianza. Seymour era un casanova que bailaba al son del viento con los bolsillos llenos y sin regentes sobre él, Elodie tenía exceso de personalidad y confianza, un tren sin frenos ni carril.

     Jordan aunque imponga respeto por su físico es algo parecido a mí, es inseguro, pero en algo nos diferenciamos, que aunque nadie lo note yo sí sé que es una persona que sufre y yo con todas mis cargas no lo hago, solo siento un ligero vacío en mí que no consigo llenar entre banalidades, pero al que más admiro es a Jyrki, sí, aunque sea increíble lo envidio, es todo lo que nunca he sido, alguien despreocupado, divertido, alocado, un alma atrevida llena de confianza por más que viva regándola, por eso creo que entre todos tengo un vínculo más grande con él, porque solo yo sé que quiero aprender todo lo que pueda de él, aunque no sepa cómo apropiarme de esa seguridad, porque no lo quiero simplemente copiar, quiero lograrlo a mi forma.

        Perdido en mi reflejo reaccioné al escuchar el auto de mis padres salir de la casa, terminé de lavarme la cara y bajé al comedor a llenar mi estómago de estupideces, noté que sobre la mesa estaba Samuel entretenido con lo que confirmé que era un libro, muy peculiar de su parte. Servidos el cereal y la leche me senté frente a él en el comedor y decidí abrir Facebook desde mi móvil para ojear las que seguro serían las únicas y humillantes felicitaciones que tendría en redes sociales. Ya estaba acostumbrado a ser recordado solo por mis tías en mi cumpleaños, después de claro, mandar saludos a mis padres y comentar lo grande y apuesto que estaba en mis fotos, quería bloquearlas, pero de seguro llamarían a mamá preguntando porque no les aparecía en Facebook…

     Todo iba normal en mi muro, las felicitaciones de primos, mis adoradas tías, claro, sarcasmo, felicitaciones de Elodie, Jordan y… ¿Qué?, ¿Qué hacían esas felicitaciones allí?, compañeros de clases y del propio instituto, gente a la que conocía y tenía agregadas porque yo les envié solicitud, pero ni siquiera cruzaban palabras conmigo en persona, siempre había sabido que me habían aceptado por mera cortesía, y de una risa incomoda de lastima no había pasado de ellos en persona.

     Casi setenta y algo de mensajes de felicitaciones por todos lados, unos aros de cereal se fueron de rebeldes a mis vías respiratorias de la impresión, comencé a toser fuerte y escandalosamente mientras no lograba salir de mi asombro, me estaba ahogando con cereal, inmediatamente Samuel dejó lo que sea que estuviese haciendo y corrió a auxiliarme, ya no podía respirar, él no paraba de preguntar que me pasaba y yo no podía articular bien mis señas por la desesperación, tuve que señalarle la caja de cereales y mi garganta para que ese animal de hermano entendiera que me estaba asfixiando, intentó hacer que los expulsara apretando mi estómago.

     Justo cuando sentía que me iba a desmayar metió su mano a lo profundo de mi garganta y con brusquedad sacó un conglomerado de cereales empelotados, sentí aspirar la propia vida cuando pude respirar de nuevo él me miraba con una profunda incredulidad con la ceja preocupantemente arqueada.

—Eres el único ser humano que conozco que es lo suficientemente tonto y delicado como para asfixiarse con cereal, y créeme que si conozco algunos nerds más tontos que tú en la universidad—me dijo con curiosidad y risa.

— ¡NO SEAS IDIOTA!, estuve a punto de morir, ¡No es gracioso!—

—Sereno moreno, ¿Igual sin mi ayuda de seguro estarías muerto?, ¿No?—

—Pues era lo mínimo que debías hacer, soy tu hermano—dije molesto.

—Vamos, no me tientes…Que la opción de deshacerme de ti es bastante tentadora, después de todo me robaste la mitad de las cosas que me pertenecían cuando era hijo único—dijo sonriente.

— ¡Ja ja ja! Idiota, muy gracioso—le dije con una mirada mortal.

— ¡Ven! Vamos, no puedes enojarte con tu hermanazo mayor, además te salvé la vida, se un poco más humilde chico—dijo abrazándome con su enorme cuerpo hasta que me tronaron las articulaciones.

— ¡Ya!, ¡Ya!, déjate de falsedades—le dije irritado de su contacto—Además de que no quiero sentirme asfixiado de nuevo…Y bueno, gracias…—dije algo apenado— ¡Pero tampoco te creas mucho por eso!, ¿Eh?—

—Ciertamente eres hijo de nuestra madre—dijo riendo—Nunca se les puede ganar—

—Y tu hijo de tu papá—

—Vamos, enano que esto no es una competencia por ver quién es peor, jajajaja—y a continuación me revolvió la cabeza cariñosamente— Y cuéntame ¿Qué te asustó tanto que hizo que te ahogaras de una forma tan estúpida?—

—Pues esto—dije mostrándole el teléfono—Esta gente del instituto nunca me había escrito siquiera, y de repente ¡PUM! Me felicitan todos en mi cumpleaños—le dije aun sorprendido.

—Oh, con que fue por eso ¿Eh?...Mi hermano el nerd famoso de repente, mmmm… ¿Seguro que no publicaron un video íntimo de ti?—

— ¡No idiota!—dije arrancándole el teléfono de entre sus manos, ya me estaba empezando a irritar de nuevo—Eso, eso no sería para nada posible—dije entre titubeos.

—Oh, comprendo, aun eres virgen jejejeje… Deberías hacer algo con eso hermanito, no queremos que seas un fracasado que viva siempre de parasito en su casa, como dijo papá “A conseguir mujer y procrear bebes”—

— ¿Siempre tienes que ser tan fastidioso?—

— ¡Claro! Ese es el trabajo de los hermanos mayores—

— ¿Ser irritantes?—

—No, es preparar a sus hermanitos para la crueldad del mundo, para que se sepan defender cuando no estemos—

     Juro que por un momento me creí su papel amable del buen hermano mayor, juro que casi se me sale una lagrima por tan buena actuación digna de un premio de la academia, su mirada parecía sincera, pero se trataba de Samuel, mi descerebrado e irritante hermano mayor, nunca se tomaba nada enserio, de repente los dos oímos como desde la calle sonaba la corneta de una camioneta, mi cuerpo se tensó de repente —“¡Elodie!”—pensé.

—Oh, ya vinieron a por mí enano, ayúdame a sacar las maletas hasta la calle—

     Y así era, falsa alarma no era mi destetada amiga, eran los amigos de la universidad de Samuel que pasaron buscándolo para irse todos juntos a la facultad que quedaba a ocho horas en auto de la ciudad, estaba por comenzar un nuevo semestre en la facultad. Él tenía suerte de escapar de las pegajosas y embarazosas garras sobreprotectoras de nuestros padres. Le ayudé a sacar sus maletas hasta la camioneta de sus igual irritantes amiguitos que no dudaron en hacerme blanco de sus bromas por la “forma de espagueti” de mi cuerpo. Les ignoré y después de empacado todo subió a la camioneta con sus simios.

—Bueno enano, nos vemos en seis meses o quizás menos—

—Está bien, chao—le respondí escuetamente a su despedida e hice ademan de regresarme a la casa sin más.

— ¡OYE TONTO QUE AÚN NO ME HE TERMINADO DE DESPEDIR!—gritó desde el otro lado de la pared mientras yo le veía desde la ventana frontal de nuestro hogar.

— ¿AH SÍ?, DISCULPA NO TE OÍ, PENSÉ QUE ERA EL VIENTO MOVIENDO LOS BASUREROS—le contesté burlón.

—SI CLARO, RIETE AHORA, ESPERO QUE OCURRA LO MISMO CUANDO TE SIENTAS SOFOCADO POR NUESTROS PAPIS JEJEJEJE, AH Y ENANO—

—COÑO, ¿NO TE PUEDES IR Y YA?—le respondí pedante.

—NO TE HAGAS ILUSIONES, DE SEGURO SUFRES DE FAMA PASAJERA, A LO MEJOR TE CONFUNDIERON CON OTRO HAILAN TAKODA, ¡YA SABES QUE ESE NOMBRE ES MUY COMÚN!—

—SI CLARO, COMO TU DIGAS—le respondí a gritos.

—SERÁ QUE PUEDEN DEJAR EL ESCANDALO, ESTO NO ES UN BARRIO—gritó la vecina de al frente, una vieja solterona y malhumorada que no tenía nada más interesante que hacer con su vida.

     Después de dedicarle una mirada de oído a la vecina de al frente, finalmente encendieron la camioneta y Samuel se despidió con su irritante sonrisa  y una mano al aire. No lo soportaba, pero aun así tener que aguantarlo por tantos años me había hecho quererle, le correspondí la sonrisa y agité la mano, observé como se perdían en el horizonte colorido que cortaba el paisaje a la mitad, con mi sonrisa estúpida recordé la hora.

— ¡Mierda! Elodie odia que la hagan esperar—

     No fue difícil elegir un pijama, tomé la de panda a blanco y negro con capucha de orejitas, y justo a tiempo pasado unos minutos sonó el claxon.

— ¡VAMOS HAILAN!, SOLO PORQUE SEA TU CUMPLEAÑOS NO QUIERE DECIR QUE NO TE VAYA A GRITAR SI NO TE APURAS—

     Cerré la puerta de la casa mientras me carcajeaba, ella simplemente nunca cambiaría. Subí la camioneta y vi que llevaba un simple pero sexy pijama en dos piezas color rosa. Ella se detuvo a observarme con una hermosa sonrisa de emoción, claro, solo le duró hasta que vio las orejas de mi capucha, intentó disimularlo, pero a mí me dio igual.

— ¿Que sucede?, ¿Tengo un grano o que jejeje?—pregunté nervioso.

— ¡No!, es solo que ya es tú cumpleaños de nuevo y eso me hace feliz—

—Uy, pero que extraña estás, solo no me vayas a decir que te gusto jajaja—

—Ni que tuvieses tanta suerte…—me respondió golpeándome levemente el hombro—Solo dame un segundo que busco tu regalo—dijo mientras se estiraba hacía los asientos traseros tras desabrochar su cinturón.

—No debiste molestarte—

— ¡Por supuesto que sí debí molestarme tonto!, ahora deja de hacerte el humilde, ábrelo y sé feliz, ¡De nada!—me dijo ella con una fuerte seguridad en sí misma.

      Tomé la pequeña cajita entre mis manos y la zarandeé un poco a ver si podía adivinar lo que había dentro.

— ¡OYE!, La vas a estropear ¡NO SEAS BRUTO!—me espetó, acción seguida me arranco la cajita de las manos.

—Déjame la abro yo, ya no confió en ti—

     Ella sacó una cosa de la guantera que parecía un mango, apretó un botón y allí me di cuenta de que era una navaja.

— ¿Qué haces con eso loca?—le dije sobresaltado.

—Ah, ¿la navaja?—preguntó con tranquilidad mientras apuñalaba con maestría mi regalo.

—Pues sí, claro, la navaja ¿Qué más?—

—Ah es que una dama siempre tiene que estar protegida jeje, además son muy útiles—

—Estás loca amiga…—le dije con resignación.

—Listo, ten, de nada—

— ¿Qué?, ¡NO LO HICISTE!?—exclamé de la sorpresa.

—Mmm… Sí, si lo hice, como puedes ver. Si no lo hacía yo, no lo ibas a hacer tu nunca, ah y no te preocupes ya hablé previamente con tu oftalmóloga, así que ya vienen previamente graduados para ti—

—Ya va… ¿Qué?, ¿Hablaste con mi oftalmóloga?—pregunté al fin cayendo en cuenta.

—Sí, no me lo agradezcas—

—Sí, bueno, es que no me das más opciones jejejeje—respondí apenado regresándole un abrazo.

—Te prometo que te verás mucho mejor sin esos lentes gruesos y agresivos que se empeñan en ocupar todo tu rostro, ¡Ahora abróchate el cinturón, los chicos nos deben estar esperando!—

[…]

     La brisa helada de la noche intentaba colarse por las ventanas de la camioneta de Elodie, yo solo me dedicaba a ver como las caras de los transeúntes pasaban a toda velocidad y se perdían tras nosotros como la mancha que queda tras un borrón sobre el papel. Por alguna razón en ese momento y justo ese día, me sentía consumir por un sentimiento inexplicable de ausencia, como si algo faltara, aunque tuviese a todos en mi vida sentía que algo faltaba y no podía descifrar que era. Finalmente llegamos a la enorme casa de Seymour y apenas bajamos, ambos nos miramos extrañados, pues notamos un aglomeramiento de carros alrededor de su casa. Decidimos ignorar eso y tocamos al timbre.   

—Oh, son ustedes chicos, pasen adelante—nos recibió Evan con una perfecta sonrisa blanca tras abrir la puerta. De inmediato noté que llevaba puesto un pijama que poco dejaba a la imaginación y realzaba su cuerpo de gimnasio. Me sentí apenado y estúpido frente a él por mi pijama de panda para gordos frikis—Tengo entendido que hoy es tu cumpleaños, ¿Cierto?—me preguntó él y yo asentí— ¡Charoúmena genéthlia querido Hailan!—me dijo antes de abalanzarse sobre mí en un abrazo que sinceramente no esperé.

—Perdón, pero ¿Que dijiste?—le pregunté intentando no ser grosero.

—Oh, ¡Yo sé!, ¡Yo sé!—dijo Elodie agitando su mano impacientemente, como si estuviésemos en la escuela—Significa Feliz cumpleaños, ¿Cierto?—le preguntó ella a Evan.

—No sabía que hablaras griego Elodie—le dijo él.

—No buenorro, es su cumpleaños, fue fácil de adivinarlo jejeje, ¿Ahora Seymour te tiene de ama de llaves?—preguntó burlona.

—Tú ignórala Evan, es una necesitada de atención—le respondí yo.

—No te preocupes Hailan, jajaja déjala que exprese toda su creatividad al mundo—respondió él con algo de sarcasmo.

—Lo ves Hailan, alguien que al fin aprecia mis encantos—y ella depositó un beso cortés en la mejilla de él a manera de saludo—Ahora muéstranos al dueño de la casa por favor—

—Ah sí, él está sentado en el patio, por la piscina—

      Inmediatamente ella y yo volvimos a cruzar miradas de preocupación. Seymour nunca salía a su patio y menos cerca de la piscina, de hecho nosotros sabíamos que tenía patio y piscina porque éramos muy entrometidos, pero a él en particular no le llamaban la atención las piscinas ni el aire libre, de hecho nos dijo que la piscina ya venía con la casa cuando la compró y no se dio cuenta que esta tenía hasta que se mudó.

—Vengan, yo los llevo—nos dijo él haciéndonos pasar como si en realidad fuese el ama de llaves.

     Le seguimos cruzando el recibidor hasta que notamos que había instalada una cabina de Dj. Ciertamente no estaba muy ambientado con este tipo de cosas pero tampoco era un ignorante así que reconocí en el acto lo que era, Elodie volteo a verme.

— ¿Esto es lo que yo creo que es?—preguntó ella incrédula.

—Evan, ahora que tú también vives en esta casa, ¿Nos podrías decir que hacen todas esas cosas de Dj a mitad de la sala?—pregunté yo.

     Imagino que nuestras caras de confusión fueron poco digeribles, porque de inmediato el colocó una mueca de incomodidad.

—Chicos, creo que lo mejor es que les explique Seymour… Acompáñenme—respondió Evan excusándose.

     Le seguimos por los serpenteados y brillantes pasillos de la casa de Seymour. Los pisos parecían espejos y todo estaba decorado lujosamente, salimos al patio trasero luego de que Evan corriera con propiedad la corrediza de cristal transparente y allí se veía a Seymour, sentado con cara de vela derretida en lo que parecía…

— ¿Es eso una barra al aire libre?—preguntó Elodie de sopetón sin poder contener su confusión.

     Ciertamente no lo estábamos imaginando, junto a la ostentosa piscina que Seymour nunca usaba estaba instalada una barra al aire libre bajo el amparo de una especie de caney, él estaba sentado con esa cara de pereza y resignación que parecía estar a punto de derretirse sobre su trago con sombrillita que bebía lentamente. Se veía distraído, al parecer aún no había notado nuestra presencia, también noté que traía su pijama puesta de color azul eléctrico. En esas volteó hacia nosotros y su semblante cambió por una enorme sonrisa, se levantó de la barra y caminó hacia mí, me abrazó como si no me hubiese visto en años.

— ¡Feliz cumpleaños hermano!, pensé que no vendrías con lo estirado que eres Jajajajaja—me dijo estrujándome a él, de refilón observé a Elodie y Evan con cara de tontos conmovidos.

—Pues estirado y todo pero aquí estoy, ¿No? jejeje—respondí.

—Ok ¡Basta de fingir que no vimos esa cabina de Dj y esta barra al lado de la piscina Seymour Astraios!, ¡Explícanos pero ya de que va toda esta maroma!—dijo Elodie sin poder contenerse más.

     Seymour se desprendió de nuestro abrazo y correspondió a la pregunta de Elodie con esa cara de vela derretida que tenía antes de que nos viera.

—No solo la cabina del Dj y la barra libre, tan solo observen esto—

     El sacó del bolsillo de su pijama un pequeño control remoto y tras oprimir uno de los botones comenzaron a emerger unas cornetas que estaban bien ocultas en los alrededores de todo el patio, también apareció un sistema de iluminación en el techo de la casa que apuntaba a la piscina y la pintaba de colores, efectos laser y luces parpadeantes como las de una discoteca. La cara de Elodie quedó hecha poema de la impresión e imagino que la mía tampoco se quedó atrás.

—Y eso no es nada chicos, en la cocina hay un ejército de cocineros y mesoneros armados lo suficiente como para alimentar a un batallón del ejército, aparte de las cosas que no han llegado porque aún es temprano—

—Pe-pe-pero… ¿Cómo?, ¿Y por qué?, ¿Para que todo eso?, ¿NO ERA UNA PUTA PIJAMADA Y YA?—dijo Elodie entre tartamudeos de la impresión, yo no necesité agregar nada más, ella representaba totalmente mi estado de shock.

—Aún es una pijamada querida amiga—dijo el zarandeándose el pijama para que ella lo notara—Esto como te darás cuenta es obra de una mente chiflada y amante de los excesos—dijo Seymour teatralmente.

—En otras palabras esto es culpa de Jyrki chicos—agregó finalmente Evan a la conversación.

— ¿PERO PARA QUE CARAJOS CONTRATÓ TODAS ESTAS COSAS?—preguntó ella alterada— ¿Acaso nunca ha asistido a una jodida pijamada ese idiota?—

—Al parecer no—respondió Seymour con pesadez.

— ¿Pero para que quiere todas estas cosas?, ¿Está loco acaso?, bueno eso siempre lo hemos sabido, ¿Pero cómo carajos le permitiste que hiciera todo esto Seymour Astraios?—le preguntaba Elodie ya alterada.

—Oh no, ¡Eso sí que no!, a mí no me vas a echar la culpa de las estupideces que hace Jyrki, tu sabes que es impredecible—se excusó él.

— ¿Pero cómo no echártela zopenco?, ¿O se te olvida que tú fuiste el instigador de todo esto?, “Denle un voto de confianza al pobre de Jyrki, eso fue hace mucho ya, Elodie ni siquiera tenía senos en ese entonces”—respondió ella imitando y mofándose de la voz de Seymour.

— ¿Aun recuerdas lo de los senos?, que buena memoria la tuya Elodie—preguntó el boquiabierto.

—Ohhh, por supuesto que lo recuerdo y no se me olvida que me debes esa, ¡Pero eso aquí no es lo importante!, lo importante es que eres un inepto por dejarle hacer lo que se le dio la gana—

— ¿Inepto?, pero como osas insultarme en mi propia casa niña pendeja—respondió Seymour haciéndose el ofendido—Además de que intenté evitarlo durante toda la tarde—

—Pues lo intentaste mal idiota—

     Observé de refilón como Evan intentaba ocultar su risa por la situación, se notaba que estaba disfrutando la pequeña batalla entre Elodie y Seymour, pero ahora no podía dejar de pensar en lo incomodo que iba a ser todo con tantos desconocidos aquí en la casa y de seguro todos los autos que estaban aparcados afuera eran de los cocineros y meseros y todo ese gentío, y creo que ninguno lo notó pero me imagino que era el barman que venía a situarse aquí en la barra pero cuando vio a los chicos discutiendo se dio media vuelta disimuladamente y se regresó al interior de la casa.

—Además, ¿De dónde sacó tanto dinero ese idiota para todos estos periquetes?—preguntó Elodie.

—Eso es algo obvio Elodie, de donde crees que sacó tanto dinero—le insinuó Evan aguantándose la risa.

—Ay Seymour no me digas que le soltaste las tarjetas—dijo ella con los ojos chinitos.

—Solo la negra en realidad—respondió él apenado.

— ¿Y ahora qué hacemos con todo esto?, tan solo mira la cara de Hailan, esto era justo lo que no quería para su cumpleaños—respondió ella.

—Sí lo sé, ni me lo digas, esto era lo que me preocupaba precisamente, pero tranquilo Hailan, nosotros haremos lo posible para que todo salga bien—

—Sí, pero para eso necesitamos tener a Jyrki bajo control, por lo menos esta vez no fue con animales como la última vez—dijo Elodie con algo de resignación.

—Sí, tienes razón, ¿Dónde está Jyrki Evan?—

—Ah, él dijo que estaría ocupado en algo muy importante en la cocina, que por eso le ayudara con los invitados, por eso les abrí la puerta yo—

— ¿Cómo que algo muy importante?, ¿Qué puede tener de importante?, espero que no se le esté ocurriendo alguna estupidez, Evan si eres inteligente y pareces serlo, no lo tomes muy en serio, es nuestro amigo y todo pero le faltan varios tornillos, no te dejes engatusar por él, ¡Pensándolo bien de seguro que si estará tramando alguna estupidez!—dijo Elodie alterada.

— ¿Dónde dijiste que estaba?—preguntó Seymour.

—En la cocina—

— ¿Puedes hacer el favor de ir a buscarlo?—

—Sí, tráelo a enfrentarse a la justicia—le apoyó Elodie—Tiene que disculparse con Hailan por lo que hizo—

—Oh bueno, sí está bien, ya lo traigo chicos—respondió Evan con inseguridad antes de irse a buscarlo.

—Oye Hailan, hermano, de verdad también discúlpame a mí, en parte yo tengo la culpa de todo esto por confiar en ese loco, yo también quería que esto fuese una simple pijamada, todos estamos conscientes de que no te gusta esta clase de espectáculos y que preferías algo simple con solo amigos y…—

     Mientras él me pedía disculpas mi cerebro lo silenció y se concentró en otra cosa, en las miradas de lastima y arrepentimiento que traían Elodie y Seymour, como si yo fuese un perro con una pata rota, ¿Tan predecible era yo?, que daban por sentado el hecho de que prefería algo tranquilo y quieto sin tanto desastre. Por un momento quise decirles que todo estaba bien, que todos estos extraños en la casa no me molestaban en absoluto, pero la verdad es que si lo hacía, me molestaban y hubiese preferido algo tranquilo, y es que aunque no podía evitar abrazar mis instintos de nerd también me molestaba el hecho de que mis amigos me vieran como un anciano cascarrabias, hasta mi propio padre pensaba que yo era un aguafiestas.

—Entonces me disculpo por eso, y Elodie también, ¿Verdad Elodie?—

     Y ella asintió, la verdad me había perdido en mis propios pensamientos y ya ni sabía de qué rayos estaban hablando.

—Pero no te preocupes, que apenas venga a dar la cara le daremos su buen escarmiento por payaso—dijo Elodie ensañada.

     Yo quería decirles que no había problema, pero mi “yo” nerd pedía a gritos la cabeza de Jyrki, porque en parte si estaba muy molesto con él por todo este alboroto que causó, pero simplemente las palabras no podían salir de mi por más que lo intentara. Tenía mezclado todo dentro de mí, y el lado extrovertido que había imaginado y creado en mi cabeza se moría por salir y dejar atrás al viejo Hailan, pero ellos dos no me la ponían fácil, parloteaban sin parar como dos guacamayas, hablando de mi persona y dándome lastima como si no me tuviesen al frente, me sentía tan pequeño y cobarde.

—Sí, tienes razón, esa también sería una opción, solo hay que llamar a ver si hacen el reembolso, pero de eso me encargo yo dentro de un rato—decía Elodie— ¿Por cierto, lograste hablar con Jordan?—

—Lo visité y al parecer todo se debe a la situación con sus padres y le comprendo de cierta forma, no debe ser fácil vivir bajo el mismo techo que sus padres cuando estos viven matándose veinticuatro siete, y encima encargarse él solito de los gemelos, pero le dije que si lo que le preocupaba era que lo separaran de sus hermanitos que no se preocupara, que yo lo apoyaría con un buen par de los mejores abogados del país—

—Claro, eso debe influir, pero creo que él no te está diciendo toda la verdad Seymour—

— ¿Cómo así, no te comprendo?—le preguntó el confundido.

—Vamos no puedes ser tan tonto, nosotros tres conocemos muy bien a Jordan y sabemos que incluso cuando está muy molesto por algo es lo suficientemente consiente como para no pagarla con algún inocente—

—Eso es cierto—respondí yo finalmente.

—Claro, eso lo sé—dijo Seymour— ¿Pero que tiene eso que ver con lo de sus padres?—

—Oh vamos, no puedes ser tan caído de la mata—le dije yo con algo de exasperación por lo ingenuo que es—Elodie trata de explicarte que lo de sus padres es una mentira de Jordan, si fuese por lo de sus padres andaría de mal humor todo el tiempo, pero esas escenitas son desencadenadas por una persona en particular—

— ¿Evan?—

—Pues claro tonto, esas escenas de telenovelas solo las hace cuando se topa con Evan, y él ciertamente no le ha hecho nada, y me refiero a nada conscientemente—

— ¿A qué te refieres?—

—Vaya que si eres zopenco, o te estas convirtiendo—intervino Elodie—A ver, te lo explicaré despacio para que entiendas, ¿Que tiene Evan o que ha conseguido de diferente que pueda hacer que Jordan se transforme de esa manera?—

     Seymour tan solo miraba su coctel de sombrillita intentando hallar las respuestas a ese acertijo. Realmente daba risa su ingenuidad y no sé por qué, pero me causó gracia el pensar que sin todo el dinero que recibe de su papá mi amigo probablemente sería un mendigo por lo tonto que es para algunas cosas, no me lo podía ni imaginar dirigiendo la empresa de su papá, ni siquiera un puesto de helados.

—Pues la respuesta es sencilla, que Evan es el único chico que ha conseguido robar tu atención de forma seria, ¡Y no vayas a intentar negárnoslo Seymour Astraios!, ¡Que cualquier chico que dure más de una semana a tu lado y no te aburra es más que digno de admiración!—

—Oh, ya entiendo, pero no vayan a comentar nada de esto frente a Evan chicos, porque después lo pueden espantar, aun no le he propuesto nada formal—

— ¿Qué acaso no son novios?—preguntó Elodie desconcertada.

—Nop—negó él infantilmente.

—Wao eso sí que es sorprendente, luego les daré mis felicitaciones a Evan por conseguir cazar al cazador—

—Oh vamos tonta, ¡No es para tanto exagerada!, pero sigo sin entender que tiene eso que ver con los padres de Jordan—dijo Seymour inocentemente.

     Yo la verdad no pude soportar tanta estupidez junta y reunida en un ser humano, no aguanté y exploté.

— ¡OLVIDA A LOS PUTOS PADRES! LE GUSTAS A JORDAN, ES MÁS QUE OBVIO SEYMOUR, Jordan está celoso de Evan—

     Elodie me miró con cara de pocos amigos y me dio un ligero codazo, Seymour abrió tanto los ojos que pensé que se le iban a salir de sus cuencas de la sorpresa cuando al fin entendió de que iba nuestra teoría conspiratoria. Sé que no debí decírselo de esa manera, pero es que me sacó de mis casillas, Seymour iba a decir algo, pero se calló cuando a lo lejos observó como Evan salía a través de la corrediza de cristal, nosotros también lo hicimos, hasta que notamos que alguien venía detrás de él, venía con un esmoquin y un pastel muy mal decorado en sus manos con velitas encendidas, se trataba de Jyrki, venía todo despeinado con una pequeña coleta en su cabeza intentando contener su cabello semi-largo.

     Sentí como poco a poco mis ojos se iban inundando de lágrimas, era felicidad, debía admitir que el idiota de mi amigo se veía bien en ese esmoquin, ni siquiera sabía para que lo quería en una pijamada pero a mí a esas alturas me daba igual, los anteojos se me estaban empañando y veía las luces de las velas algo distorsionadas por la humedad, observé como de inmediato las caras de Elodie y Seymour se enternecieron, ahora parecía que se les había olvidado que hace unos minutos reclamaban la cabeza de Jyrki. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de nosotros como para escuchar el tapetear de sus zapatos formales de tacón comenzó a cantar junto a Evan, que ahora parecía su cómplice.

“Cumpleaños feliz, cumpleaños a ti”

     Elodie y Seymour comenzaron a acompañarlos con las palmas, y francamente quedamos todos pasmados y sorprendidos, pues básicamente cualquier persona podría alardear de cantar mejor que Jyrki Klaus, pero Evan estaba a un nivel totalmente inalcanzable, consiguió transformar algo tan básico y sencillo como el feliz cumpleaños en algo simplemente maravilloso de presenciar por estar vivo, ese chico cantaba de puta madre, y juro que por un momento me hizo dudar de mi heterosexualidad.

“Feliz cumpleaños querido Hailan

¡Cumpleaños feliz!”

     Colocaron el pastel con las velas aun encendidas sobre la barra y sentí las sonrisas expectantes y ansiosas de todos sobre mí. Cerré los ojos y soplé, esta vez el deseo fue por mí, deseé que en algún momento el Hailan extrovertido que tantas veces he imaginado en sueños dentro de mi cabeza en algún momento tenga su oportunidad de salir a respirar. Sentí los brazos de todos sobre mí en un abrazo grupal, luego de separarnos se abalanzó Jyrki sobre mí, colocó sus brazos por sobre mis costados y me levantó del piso y me hizo girar.

—HAILAAAAAAN, FELIZ CUMPLEAÑOOOOOOOS ANCIANITOOOOO—

—Sí, si gracias ¡PERO BÁJAME IDIOTA!—le grité molesto pues no me gustaban las alturas.

—Oh está bien, pero cálmate amiguito, es tu cumpleaños y no es sano que te amargues tanto, es más ¡Ven y muerde el pastel!—me dijo Jyrki.

—Y si mejor dejas y busco una cucharilla en la cocina—

—Nada de cucharillas ¡Y déjate de mamadas!, muerde el jodido pastel que lo preparé yo mismo—

—No, sabes que, mejor pruebo el pastel después, es que ahorita no tengo apetito—me excusé cuando escuché que él lo había preparado.

—Tranquilo bobo, el pastel no tiene nada—

— ¿En serio?, no te creo, ¡Pruébalo!—

—Ashh, ¿Por qué siempre tienes que ser así de ridículo y estirado?, ¡Evan!, ¿Verdad que el pastel no tiene nada?—gritó Jyrki.

—No, no tiene nada, yo mismo lo ayudé a preparar—respondió Evan visiblemente divertido de la situación.

—Bueno, pero si me pasa algo ya saben que es culpa de este loco, ¿Ok?—

     Todos asintieron entre risas, me acerqué al desaliñado pastel y les pedí a todos que se alejaran de mi cabeza por seguridad, pues no quería que me empujaran en plena mordida, con cuidado saqué mis dientes y le di un cuidadoso mordisco con temor a ensuciarme, después de un par de mordida vi que era de vainilla, y todo estaba en orden.

— ¿Y bien?—preguntó Jyrki.

—Está rico—dije entre mordidas.

—Más te vale, me costó mucho hacerlo…—

—Oye idiotita, una pregunta—intervino Elodie.

—Si dígame, su majestad—respondió Jyrki haciendo una reverencia.

— ¿Qué onda con ese traje?—

—Ah, ¿El esmoquin?—

—Sí, eso mismo—

—Pues para estar elegante para los invitados—

— ¿Los quiénes?—preguntó Seymour con cara de incredulidad.

—Ah, cierto se me pasó decirles chicos, invité a unas cuantas personas al cumpleaños de Hailan—

—Déjame ver si entiendo pequeño gusano, para eso todas las cosas que contrataste, ¿No?—preguntó Elodie.

—Ujumm—respondió el inocentemente.

— ¿A cuántos invitaste Jyrki?—inquirió Seymour mientras su cara se volvía cada vez más roja.

—A pues hice una invitación general en el instituto, calculo que solo unas cincuenta personas, igual recuerda que no somos muy populares—

— ¡Te mato Jyrki!—respondió Elodie.

     En ese momento simplemente dejé de escuchar todo lo que pasaba a mi alrededor, entré en un estado de pánico, solo observé levemente como Jyrki comenzó a correr y Elodie se puso a perseguirlo hecha una fiera.—¿Querías ser extrovertido?—escuché a una voz en mi cabeza—Pues allí está tu oportunidad de serlo—

— ¿Hailan te sientes bien?—preguntó Evan visiblemente preocupado.

     Sentía que mis manos temblaban sin control alguno, que la noche se volvía más fría y el pánico se apoderaba de mí— ¿Para qué carajos vine?—me preguntaba una y otra vez, parecía que el universo trabajaba de formas muy eficientes y mi deseo estaba en bandeja de plata, ¿Lo tomaba o lo dejaba?

[Nota del Autor]

     Bien, espero hayan disfrutado el capítulo. Déjenme sus impresiones si gustan, pues para mi es maravilloso saber que hay vida detrás de mi pantalla; pueden hacerme críticas o preguntas (Eso sí, no les voy a hacer spoiler xD), adoro hablar con ustedes. La segunda parte del Bacanal la esta misma semana si todo sale bien (tuve que dividir el bacanal en tres capítulos de lo largo que resultó). Esa es otra cosa, díganme si me extiendo demasiado (si la lectura les resulta pesada o ligera), que tengo inquietudes respecto a eso. Como había explicado antes, el bacanal marca algo así tipo una “segunda temporada” por lo cual introduciré personajes nuevos y aumentará el asunto de la mitología, no se preocupen, todo lo tengo firmemente planificado, les quiero.

Siempre vuestro, Klisman.