Mi prima Ana era una chava muy arriesgada en todo. Le gustaba divertirse mucho y experimentar siempre cosas nuevas. Nunca se negaba a una oportunidad para probar cosas nuevas. A mí me gustaba mucho quedarme en su casa por que podíamos divertirnos haciendo lo que quisiéramos. Mis tíos nunca estaban, todo el día trabajaban, y por la noche salían a divertirse con sus amigos. Confiaban en mi prima porque ella era muy responsables con sus tareas, pero cuando sus padres no estaban presentes ella se alocaba por completo. Con ella fue con la que experimenté mi primera cerveza y mi primer trago de alcohol fuerte. Un whisky que mi tío guardaba en su alacena. Pasábamos momentos muy felices juntas. Incluso algunas veces me dio consejos acerca de chicos. Ella salía con varios chicos a la vez, los manejaba como si los tuviera de una correa en su mano. Cada uno hacia lo que ella quería y era algo increíble de ver.

Me gustaba ir a su casa los fines de semana, porque mi tío llevaba a mi tía a casa de sus padres a otro estado; y nos dejaban a solas todos esos días. Nos poníamos a beber, veíamos películas incluso a veces nos contábamos de las relaciones sexuales que ambas teníamos. Como ya estábamos en la universidad a veces competíamos por ver quien se acostaba con más chicos en el mes. Éramos algo fáciles por así decirlo pero eso era lo divertido; las dos sabíamos cómo hacerlo sin quedar embarazadas y nos divertíamos de lo lindo.

Un fin de semana, de esos de los que me iba a quedar con ella; paso lo de siempre. Mi tío llevaba a mi tía a casa de sus padres y nosotras nos quedamos solas. Mi prima quería emborracharse y yo también así que fuimos al refrigerador y a la alacena por algo de botana y cervezas. Siempre había muchas cervezas en el refrigerador, porque mi tío era un aficionado ferviente a la cebada. Los gustos de mi prima eran un poco más refinados, pero cuando no había más; pues se conformaba con eso. Llevamos algunas botanas y varias cervezas a su cuarto. Era grandísimo y muy lindo. Mi tío era arquitecto y tenía una casa enorme y muy hermosa. Tenía hasta su propia sala de cine y una alberca muy grande. En ocasiones solíamos servirnos copas de vino y nos relajábamos en la piscina en nuestros trajes de baño. Nos pusimos a ver televisión juntas y a platicar toda la noche. Nos pusimos muy ebrias, tanto que ya no podíamos ni hablar bien. Mi prima era algo suelta de lo boca cuando bebía y comenzó a contarme algunos secretos suyos que nunca le había dicho a nadie. Empezó por contarme cosas que estaba haciendo actualmente con su novio.

-Oye July, no te imagines lo que hice con mi novio ayer por la noche.

-¿Qué fue lo que hiciste con él?

-Lo deje que me lo metiera por detrás, al principio me dolió mucho; pero después de varias veces se empezó a sentir muy rico.

-No puedo creer que le hayas dado las nalgas Alicia, estas bien loca; ojala yo pudiera ser tan aventada como tú.

-Pues si puedes serlo, tu no pienses las cosas prima; ese es tu problema piensas demasiado todas las cosas. Arrójate al precipicio con los ojos cerrados.

-Te prometo que eso es lo que voy a  hacer de ahora en adelante.

-Sabes, hay otro secreto que tengo más grande que aún no te he contado aún. Nunca se lo he dicho a nadie, supongo que es porque creo que es algo muy sucio y asqueroso; pero en nadie confió más que en ti para contarlo.

-Tu sabes que mis labios están sellados prima, yo jamás contaría algo que tú me digas. Nunca haría algo para lastimarte.

-Hace un par de días que mis padres estaban en el trabajo, yo estaba muy sola y me puse muy borracha para olvidarme de mi soledad. Ese día hice algo impensable.

-¿Pero, que fue lo que hiciste prima; tan grave es?

-Pues estando así de borracha deje que Roco me chupara la vagina-

-¡¿Qué, Roco tu perro prima?!

-Sí, ya sé que es algo asqueroso pero el perro estaba muy ansioso y no paraba de olerme la vagina. Tenía mi periodo en ese momento y parecía que a él lo volvía loco y lo deje que me lamiera.

-No lo puedo creer prima, no te lastimo mordiéndote o algo.

-Para nada prima, lo hacía de una manera muy tierna; como cuando lame mi cara y me da besitos.

-¿Cómo te sentiste, te gusto?

-Eso es lo que me pone más mal, me sentí tan bien que hasta me vine en su lengua. Fue el orgasmo más terrible que he tenido. Ni siquiera con mi novio he disfrutado tanto.

-Pero es tu perro prima, no puedes hacer eso con un animal.

-¿Crees que no lo sé? por eso me siento tan culpable tonta. Me siento fatal porque lo disfrute y mucho.

-No puedo creerlo, ¿tan bien se siente?

-No sabes lo delicioso que lo hace.

Su perro era un labrador muy bonito. Con su pelo blanco y era bastante enorme. Cuando se paraba nos rebasaba. Mi prima y yo ya estábamos muy borrachas y se le ocurrió algo muy loco. ¿No te gustaría probarlo July? –pregunto-. Yo no sabía que responderle. -Anímate mensa, yo no le voy a decir a nadie. No creo que tu vayas a hacerlo ¿o sí? No, claro que no –respondí-. Pues entonces hazlo, créeme nunca has sentido nada igual. La verdad yo estaba algo curiosa por cómo se sentía pero no estaba muy segura de hacerlo. Mira, para que te animes yo lo hago primero; vas a ver cómo me hace venir y a lo mejor entonces te animas –dijo-. Yo me quedé sorprendida porque mi prima se quitó los shorts y no llevaba calzones. Pude ver su vagina llena de vello por completo desnuda. Llamo a Roco y el perro vino de inmediato. Ansioso y muy juguetón le lamia la cara y se la llenaba toda de saliva perruna. Después se sentó en la alfombra de su cuarto y abrió las piernas ara su perro. Ven Roco, ven mi amor –dijo mientras se tocaba la vagina golpeándola levemente-. Roco de inmediato se acercó a su dueña y comenzó a lamerle la vagina como si fuera un bol de agua. Desesperadamente le lamia la vagina rápidamente con su gran y gruesa lengua pasando hasta por el rincón más oculto de su ingle. Ella acariciaba su cabeza tiernamente dándole pequeñas caricias mientras el perro le daba el más salvaje sexo oral que he visto en toda mi vida. Ella gemía como una prostituta barata mientras yo me preguntaba<< ¿eso se siente tan bien?>>. Ella se convulsionaba por todo su cuerpo y no podía parar de gritar. Sus ojos se volteaban y sus manos mantenían la atención de su mascota en su vagina sujetándolo con fuerza. Sigue papito, sigue mi amor, haz venirse a mami –dijo antes de apretar los dientes y cerrar los ojos echándose para atrás.

Su cuerpo se convulsionaba sin control. Ella ya no tenía más dominio sobre su cuerpo. Temblaba cada vez que el perro decidía lamerla más profundamente hasta que no pudo soportarlo más. Un grito tremendo salió de su garganta y un gran chorro mojo la cara de su perrito. Seguía gimiendo y temblando mientras su vagina involuntariamente seguía arrojando chorros de su orgasmo hacia el suelo de su habitación. No podía creer lo que estaba viendo. Un perro acababa de hacer venir a mi prima ante mis ojos. Ella como pudo recupero su aliento después de varios minutos y se sentó diciendo –te toca a ti prima-. Yo me quite el shorts y mi calzón y quede desnuda ante Roco trague saliva y el perro vino hacia mí. Continuara…