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12 orgasmos como 12 uvas o algo parecido. TERCERO.

en Hetero: General

Eva está recuperando la respiración sentada, mientras mira hacia el techo e intentando recordar como ha podido tener ese maravilloso orgasmo nota el jaleo de las risas de sus amistades en la mesa, por lo que se incorpora. Sube su tanga y se lo pone. Se acicala su vestido mientras se mira en el espejo y se retoca algo su pelo, ya que ha sido antes alterado por ese impresionante orgasmo.

Cuando sale del cuarto de baño intenta aparentar que no le ha pasado nada y por ello camina incluso algo más lenta de lo normal llegando casi a cámara lenta a la mesa en dónde sus dos acompañantes que están sentados en ambos lados de su silla la miran y es cuando le preguntan que si se encuentra bien.

Ella por no decir que se encuentra en la gloria les da la respuesta que realmente ha tenido un exceso de alcohol, lo que hace que ambos piensen que está algo tomada y es la ocasión para intentar tener algún contacto por su parte, casi como se suele pensar en estas ocasiones, por lo que siendo muy egoístas por sus partes e individualmente empiezan su acercamiento pero Eva solo se sienta en su silla para seguir cenando, aunque recibe de parte de uno de ellos la mano en su muslo que lógicamente ella aparte y ahora ya no con una sonrisa sino con una frase típica de ella “ni de coña creas que estoy mal para dejarme tocar, por tanto, deja tu mano en la mesa que así te servirá de algo” mientras el otro acompañante con una sonrisa en su rostro cree que tiene mejor proyección para atacarla por lo que intenta ser más caballeroso y es por ello que acerca la mano de ella a su boca para besar sensualmente, pero Eva se la retira con otra frase de su estilo “no creas que porque vayas a ser correcto tienes algo que hacer conmigo ya que la noche tiene muchas sorpresas y yo ya llevo dos maravillosas” y con ello siguen tomando la cena.

Eva ahora tras estar eufórica y con ganas de más juerga, porque aunque no lo crean pero es cierto ya que las mujeres realmente se activan cuando tienen más de dos orgasmos y en el caso de ella realmente quiere seguir sintiendo más en su cuerpo por lo que espera más acontecimientos, entonces abre sus piernas y ya le da igual con quien se rocen sus piernas por debajo de la mesa ya que han encendido su ardor sexual y no hay quien la detenga esta noche.

Mientras yo vuelvo a estar debajo de la mesa en frente de tus piernas que veo que las abres y visualizo como metes tu mano debajo del mantel y me empiezas a dar indicaciones claras. Ahora eres tú la que desea tomar las riendas de la situación o al menos ese es tu intento.

Pones la mano recta y en vertical, dándome la señal de que me paré en seco para no hacer nada. Sabes que voy a seguir dándote placer pero ahora eres tú la que vas a dirigir como lo deseas, por ello sin que nadie de tus comensales allegados a tu cercanía se den cuenta haces que por un lateral de ti bajes la tira de tu tanga sobre tu vestido negro, por ello también te inclinas un poco para decirle algo al oído a tu compañero de mesa demasiado caliente para cualquier persona pero realmente estas jugando con su excitación. Cuando notas que ya tienes la tira del tanga cercana al principio de tu muslo te incorporas balanceando un poco tu cuerpo hacia el otro lado, para también decirle a tu otro compañero de mesa algo más caliente en su oído, con lo cual con tu otra mano bajas el otro lado del tanga y así una vez que ambos están casi en tu principio de piernas te incorporas y te quedas recta.

Realmente lo estas pasando genial, porque ahora mismo tienes a tres hombres pendientes de ti mientras el resto de comensales ni saben lo que esta ocurriendo cerca de ti.

Tus dos acompañantes de mesa creen que esta noche van a tener sexo contigo y tú los calientas más con miradas, con frases al oído pero sin dejar que te toquen, porque para ello tienes a quien realmente deseas, a mí, en la postura que más te excita y excita a cualquier mujer caliente y es de rodillas o agachado entre tus piernas. Una dominación sexual que te eleva los grados de excitación tanto en tu mente como en tu cuerpo.

Con tus dedos separas la tela de tu tanga y los llevas hacia mí, así que yo te ayudo y te voy deslizando tu prenda por tus muslos y por tus piernas hasta que llegan por debajo de tus tobillos y cuando te levanto un pie, tú incluso ayudas a que te quite el tanga de dicha pierna alzando ligeramente, pero también lo haces con tu otra pierna, por lo que ahora si estas sentada y con tu coño al aire para que yo vuelva a darme un banquete que es lo que realmente estás deseando de nuevo aparte de que te penetre de una vez. Aunque la noche es larga ya lo deseas y es por ello que yo empiezo a poner directamente mis dedos en tus labios para separarlos y levantar un poco tu clítoris con mi dedo, mientras lo muevo lentamente de abajo hacia arriba y empiezas a sentir esas palpitaciones de nuevo.

Como sé que te encanta que te metan mano pues sigo con ello, pero ahora noto como te recuestas un poco en tu silla, cosa que tus compañeros incluso se extrañan pero tú sigues a tu rollo y me vas a ofrecer todo tu esplendor vaginal al borde de la silla para que realmente si te penetre, solo que esta vez voy a meter tres dedos de un solo movimiento porque aunque no es lo que siempre deseas tener dentro de ti es lo único que en mi postura puedo darte. A veces la imaginación hace realizar posturas increíbles pero es que debajo de la mesa es casi imposible hacer otra cosa para follar a una mujer si no es con los dedos o con juguetes, pero hoy no tenemos ningún juguete, por tanto mis dedos serán ese falo que necesitas ya tener dentro.

Y empiezo a realizar tu tortura sexual, la que realmente a veces me has dicho que tenías como fantasía. Estar rodeada de hombres y que uno te hiciera esa follada tan salvaje sin apenas poder decidir quien te penetra pero también llevando otra situación erótica con los otros hombres. Y chica, nadie te gana con la imaginación.

Empiezas a conversar con ambos, incluso con alguna de tus amigas enfrente de ti para calentarles más mientras ellos quieren ya llevar sus manos a tus muslos que realmente con tus gestos de levantar sus manos estás dando a conocer las intenciones a las demás personas y claro pues ya entran todos en dicha conversación que aumenta más los grados de excitación de toda la mesa con las risas, con los comentarios y con la ayuda de las chicas en dichos temas.

Por otra parte estás recibiendo en tu cuerpo eso que siempre has querido. Sexo. Masturbación. O dicho sutilmente “que te metan mano literalmente” y eso es lo que te voy ha realizar ahora, exactamente.

Voy con mi dedo corazón y falange a tu zona cardiaca, en donde haciendo el movimiento de meter los dos dedos en tu cueva muy húmeda, entran sin ningún obstáculo. Llegan a tu zona rugosa y se quedan quietos.

Gimes en voz baja, porque si llegas a hacerlo en voz alta la historia cambia y ahora la estás dominando tú. Controlas todo aunque no sepas lo que realmente te voy a dar.

Cuando tu vagina se calma por la introducción de mis dedos, los empiezo a mover para dar a entender que quiero empujar tu clítoris desde dentro aunque realmente lo que hago es estimular tu zona rugosa.

Si.

Lo sé.

Eso es ser perverso. Es hacer que tu cuerpo empiece a excitarse sobre manera, pero es que si no lo hago no seria tu amante y no me querrías para ti sola.

Muevo mi mano y la voy sacando, por lo que mis dos dedos se deslizan hacia fuera de ti y es cuando incluso abres más tus piernas indicando con ese gesto que realmente quieres que entre y no salga y así hago, solo que ahora al llegar casi a sacar mis dos dedos meto un tercer dedo.

Un hombre podría ser malvado o bueno en este tipo de situaciones.

Malvado sería si dejará que entraran los dedos lentamente hasta el tope de mis otros dedos que están fuera de ti y así estimularan tus labios mientras los otros tres que empezarán a dar gusto dentro. Pero soy bueno y soy malvado y además soy tu diablillo que sabe sacarte lo que nadie te ha hecho o sino solo hay que mirar como estás de perraca perdida ahora mismo.

Introduzco tres dedos, rápidamente, de un golpe llegando al tope de mis otros dedos chocando contra tus labios. Por supuesto mis tres dedos que están dentro de ti han llegado a tu zona G. Y podría ser bondadoso y hacerte un masaje interno con los dedos mientras saco y meto lentamente mi mano de ti, pero es que soy malvado.

Taladro tu coño con mis dedos de tal manera que ya empiezas a sentir ese movimiento y como no quieres que nadie se dé cuenta de lo que pasa entre tus piernas pues te incorporas un poco y empiezas a balancear rápidamente para decirles cosas a los oídos a tus comensales cercanos como también te incorporas hacia delante para decir tonterías a tus amigas que están en frente. Con esos movimientos tú misma estás moviendo tu cadera y claro haces que incluso mi perversa penetración manual haga el efecto que yo quiero que realmente es que te dejes follar muy duro.

Tu respiración apenas la controlas y tu voz entre los gemidos y jadeos silenciosos es una manera apenas audible entre quienes están cerca de ti, dando a entender que realmente el alcohol ya ha hecho efecto en tu cuerpo y empiezas a desvariar aunque realmente es que intentas controlar que nadie se dé cuenta de lo que realmente te pasa.

Yo, como soy bastante malvado y notando como mueves tu cuerpo casi para que se escapen fuera mis dedos, en uno de tus movimiento meto un cuarto dedo.

Si.

Cuatro dedos.

Dentro de ti.

Y si, sabemos que te entran porque ahora si los tienes dentro y es cuando empiezo a follarte rápido y fuerte y sin pensar en lo bien que te lo estas pasando, solo quiero que sufras felizmente dentro de ti, por lo que incluso noto que tu cadera va subiendo y bajando al notar mis cuatro dedos aplastados y metidos dentro de ti. También por la postura en la que te encuentras haces que saque y meta mi mano con tal rapidez que la humedad de tu vagina sea el mejor lubricante para mi mano, así hago que te nazca el siguiente orgasmo y te empieza a dar resultado ya que noto las vibraciones dentro a través de mis dedos.

Pero crees que voy a seguir con mis dedos dándote la mejor cabalgada manual que nunca has tenido por lo que notando que ya incluso en tu conversación no puedes apenas hacer una frase completa es cuando voy ha hacer que chilles y dejes a todos con la boca casi abierta, porque si, lo voy ha hacer.

Agarro con mi otra mano una de tus piernas y atrayendo tu cuerpo hacia mí, meto el quinto dedo, dentro de ti, lentamente, hasta que realmente mi muñeca está a punto de rozar tus labios.

Tu grito es casi inminente aunque realmente haces que no salga ningún ruido de tu boca pero si la tienes muy abierta, ya que uno de tus comensales cree que le estas provocando e intenta meter su lengua en tu boca, en plan cachondeo, pero lo apartas de dicho intento porque realmente lo que necesitas es respirar y que te entre aire para poder soportar ese pedazo de orgasmo que si está saliendo de ti por tener mi mano dentro de ti.

Y si, te vuelves a correr pero en modo silencioso o en modo mute. Sin ruido. Sin apenas moverte. Pero con mi mano metida dentro.

Y si, cielo, nunca te lo habían hecho pero es que yo he sabido dilatar y excitar tanto tu cuerpo como para hacerlo.

Dejo mi mano dentro de ti, pero no te follo con ella, porque sé que el esfuerzo es muy grande, por lo que sin moverme, espero que tu cuerpo expulse mi mano lentamente y así es como tienes uno de tus primeros y brutales orgasmos de la noche.

Eso si, nada más salir mi mano, relamo todos los jugos, que por cierto, son sabrosos y deliciosos.