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12 orgasmos como 12 uvas o algo parecido. SÉPTIMO.

en Hetero: General

Son las cinco de la madrugada del día 1 de enero del nuevo año. La gente siguen algunas disfrutando de la fiesta, otras están ya descansando tras haber pasado una feliz noche. Otras van de camino a recogerse y claro, evitando los controles de alcoholemia que los agentes de tráfico suelen hacer para que no haya accidentes. Otras empiezan a prometer retos para cumplir en el año nuevo que hace unas horas ha comenzado y otras esperan a ciertas amistades a que lleguen.

El caso de nuestra protagonista es peculiar, ya que sin estar su amante con ella ha tenido que seguir divirtiéndose con sus amistades, que no es que no le guste hacerlo pero si es cierto que con lo que ha sentido antes de que acabará el año, pues la verdad es que se ha quedado con algo de ganas de más.

Para solventar lo que extraña y teniendo a esos dos amigos que estaban sentados a su lado en la mesa y que no paraban de intimar con ella, decide que qué mejor idea que seguir su ritual sexual con ellos. No es lo mismo que con su amante, ya que conoce a la perfección que es lo que hace que su cuerpo se excite de tal manera, pero a veces es mejor cambiar para probar nuevas sensaciones. Por ello decide calentar más el ambiente que ellos creen que ya han conseguido en Eva, y claro, pues a uno le dice que está algo excitada por la situación de la cena, y al otro amigo le indica que desearía seguir de una manera especial, todo dicho al oído de cada uno, sin que ellos supieran realmente lo que ella desea hacer.

Se va acercando más a cada uno de ellos, por lo que sin poder evitar, ellos se dan cuentan que están muy cerca el uno del otro y esa mujer entremedias de ambos, por tanto uno le pregunta al oído si dejan apartado al otro y Eva, siendo muy picarona le responde que desea estar con los dos a la vez.

Uy.

Una mujer que desea estar con dos hombres a la vez.

Parece casi una fantasía de muchos hombres y de miles de mujeres, pero en este caso no es la fantasía de ninguno de los dos hombres, pero si de la única mujer, por tanto, ella se lo dice claramente a los dos, y o aceptan o no hay nada de sexo esa noche y en el futuro con ella.

A ver. Seamos sinceros. ¿Quién no desea tener sexo en la primera noche del año y con una mujer que aparte de estar muy atractiva es caliente por naturaleza? Vamos, yo no me lo pienso dos veces y eso que soy el autor de la historia.

También es verdad que muchos hombres sueñan con dos mujeres y eso de tener que compartir una mujer con otro hombre es cuando salen esos pequeños celos o dicho sutilmente “gilipolleces de celos por ser el macho de la hembra que la satisface” pero realmente no se comparte nada con nadie, ya que es ella la que desea estar con ambos en ese momento, y es quien desea que la colmen de placer, por tanto, nos dejamos de haber quien es el más viril, el macho alfa, el hombre que la deja agotada y vamos a ver quien realmente puede apagar el fuego interno que esa mujer lleva teniendo desde que su amante le arranco el primer orgasmo de la noche.

Por tanto, una vez aclarada la situación solo quedaba saber donde hacerlo, pero como estaban en la casa de una de las amistades, pues no lo tuvieron muy difícil, solo tenían que ir los tres a una habitación y empezar a disfrutar de ella o ella de ellos o ellos con ella o como sea.

Entran en la habitación y mientras uno se pone en la espalda de Eva, el otro empieza a meter su lengua en la boca de ella, mientras cuatro manos van sobando y acariciando por todo el cuerpo, costado, tetas, culo, muslos, incluso entre sus muslos para llegar a esa zona ardiente que toda mujer tiene y que todo hombre desea. Si. El principio del sendero del volcán.

Mientras ella no para de gemir y jadear, ya que son cuatro manos tocando su cuerpo. Son dos bocas mordiendo y besando tanto su boca como su cuello o nuca. Son dos cuerpos de hombre algo tomados de alcohol que están intentando presionar el cuerpo bastante excitado de ella. Y todo, de pie, aunque hubiera dado igual si están tumbados en la cama, porque ella está en medio de los dos.

Mientras uno le sube su vestido negro para poder incluso meter su mano entre sus muslos, desde atrás, el otro mete sus manos por dentro del vestido y llega a tocar esos pechos cubiertos por ese sujetador de encaje, por lo que el vestido digamos que está casi a la altura del estomago, y ya puestos, que mejor que quitarle esa prenda para que ella se quede en ropa interior. Por tanto, lo hacen, pero nota el hombre que está detrás que el tanga está completamente mojado y es cuando piensa “vaya mujer, con nada que le hemos hecho se ha mojado tanto que su tanga está empapado de sus jugos” aunque si supieran lo que ha tenido antes no pensarían con tanto egocentrismo.

El otro hombre le levanta el sujetador por encima de sus senos, ya que desea y necesita morder esos pezones que están como diamantes pulidos, empitonado o estirados, aparte de que tiene sus senos ya bastante hinchados por la excitación que le están dando esos hombres.

Ella intenta quitarse el sujetador, porque aunque no lo crean, molesta mucho esos aros que hacen que la copa asiente y realce el busto de un bello pecho, por lo que en cuanto puede desabrochar dicha prenda de su cuerpo hace que se libere de la presión y es cuando uno de sus pezones acaba dentro de la boca de uno de los hombres.

Pero Eva no para de recibir excitación ya que el hombre que está detrás de ella, ya tiene metidos un dedo dentro de esa mojada cueva y claro, no es por nada, pero entre el masaje de lengua y boca en un pezón que le están dando y el masaje o casi follada de un dedo que le está haciendo el otro, pues empieza a sentir unas pequeñas convulsiones dentro de ella, para saber que al menos con dos hombres si va a poder conseguir algo que su amante ya había hecho antes, pero como su cuerpo es todo excitación pues desea más y es por eso que separa un poco sus piernas, para que ese dedo que la está masturbando dentro de su vagina, tenga un hermano para ayudarlo, y así es como el hombre decide meter un segundo dedo.

Pero ya sabemos que si alguien está tocando una zona que deseas experimentar tú no vas a dejar que se lleve el premio, por lo que el hombre que está mordiendo y succionando el pezón de Eva baja una mano suya para intentar masturbar el clítoris que está de nuevo en acción, duro y excitado, y claro, seamos sinceros, ella está ahora en una explosión de sentidos y sensaciones que no puede parar de gozar, por lo que decide que les va a dejar a ellos que sigan lo que están haciendo, solo los guiara con sus gemidos y jadeos, que en esa situación es la mejor manera de expresar como deben de seguir y no parar.

Claro que Eva sigue teniendo puesto el tanga y claro, esa prenda impide a un hombre muy excitado poder masturbar mejor un clítoris, por tanto decide que si no puede excitarla más entonces es mejor quitar esa prenda para así reventar ese clítoris con sus dedos, y agarrando con sus manos de dicha prenda, desliza el tanga pero se topa con que la mano de su amigo está interrumpiendo el deslizamiento, ya que siguen sus dos dedos dentro de ella, casi follándola. Por lo que tiene que sacar esos dedos mojados de esa cueva que está la borde de la explosión nuclear interna.

Total, que le quitan el sujetador y el tanga, y Eva está completamente desnuda y es cuando la hacen que se siente en la cama, para que así pueda empezar a hacer lo que uno desea, y ya sabemos que limpiar el sable también excita mucho a las mujeres, pero ella lo que quiere no es limpiar el sable de uno de ellos, sino que es tragar, es hacer una rica y profunda mamada hasta que la dejen sin respiración, por lo que uno se baja la cremallera y saca del interior de su pantalón una verga bastante dura y alargada. Preparada para empezar a taladrar esa boca que ella ya tiene abierta. Aunque cuando la ve Eva hubiera deseado que fuera algo más, pero en estos casos no se pueden pedir reclamaciones sino tragar con lo que hay.

Mientras el otro también quiere pero sabe que ella solo puede introducir una en su boca y él quiere entrar en ella y sentir su calor, por lo que subiendo a la cama y poniéndose de rodillas detrás de ella, la agarra de la cadera y le hace el gesto para que se ponga en la posición de tumbada boca arriba, ya que desea entrar en ella mientras Eva sigue mamando y el hombre que la folla la boca pueda incluso meter más en dicha posición.

Cuando el segundo hombre entra dentro de la vagina de ella, lo hace tan fuerte y de golpe que hace que el cuerpo de Eva se salga un poco de la cama y también se meta casi hasta los testículos de él en su boca, pero es cuando sale de su boca totalmente empalada ese gemido de brutalidad de haber entrado en ella, que no es más que el reclamo para excitar aún si se puede a esos hombres, por lo que mientras que uno empieza a follar su vagina fuertemente y rápido, él otro empieza en la boca de ella y claro, de tanto meter y sacar por un sitio y por el otro Eva no aguanta más y tiene un nuevo orgasmo, pero ellos que son tan delicados no se dan cuenta, porque siguen con su tarea de reventar a dicha mujer.

Por ello es cuando sin darse cuenta empieza a vibrar el cuerpo de ella, y eso hace que el hombre que la está martilleando su coño con su pene, explote dentro de ella, y que el hombre que está agarrando de la cabeza de Eva, le haga una fuerte metida y descargue dentro de la garganta, por tanto, todos acaban muy rápido ese orgasmo a tres bandas.

¿Y qué pasa cuando ocurre este hecho? Pues muy fácil.

Eva quiere seguir disfrutando.

El hombre que ha descargado dentro de su vagina, empieza a estar algo agotado y necesita descansar un poco.

El otro hombre que ha llenado el interior de la garganta de ella, necesita recuperarse para poder entrar dentro de ella.

Pero Eva desea más y es cuando toca el momento que yo lo llamo “quitate, que si no sigues moviéndote, para que coño te quiero dentro” y es cuando hace que se retire a los dos hombres, y se tumba en la cama, esperando a ver cuando comienza el segundo asalto de ambos, porque sabemos que una vez se empieza una guerra sexual de orgasmos, la que más tarda en agotarse es la mujer y los que sacan la bandera blanca de rendirse son los hombres, por tanto, no hay bandera pero si mástiles algo flácidos y claro, ella tiene que esperar a que se pongan a tono.

Pero es una mujer.

Una mujer caliente.

Una mujer caliente que simplemente con pasar sus dedos y manos por sus labios, pechos y clítoris, enciende la motivación necesaria para que esos dos hombres se pongan las pilas para seguir con ella.