miprimita.com

El vicio de su boca.

en MicroRelatos

Con esta mujer que llamaré Vero, aunque no es su nombre real, tuve un encuentro maravilloso un fin de semana que fui a su ciudad. Ya nos conocíamos de antes de un congreso literario en su ciudad y que está reflejado en el relato del mismo nombre, aunque bastante más detallado. Es real dicha historia, pero en este caso incluso es más concentrada.

Esta chica es mucho más joven que yo, pero eso no es problema, incluso Vero me dijo que deseaba tener encuentros con hombres maduros y que conmigo ya la primera vez fue alucinante pero ha mejorado cada vez que nos vemos.

Quedé con ella en un fin de semana, en uno de los hoteles de su ciudad, y ella deseaba que tuviéramos un encuentro perfecto para disfrutar los dos.

Llegue al hotel a eso de la una de la tarde y no tenía habitación asignada, por lo que hasta la tarde no podría verla, que era cuando ella estaba libre, por tanto, visita turística por la ciudad, que además me vino de lujo para mi próxima novela, que tampoco diré como se llamará.

Cuando Vero quedo libre, la invite a cenar, y tras la cena y unas copas en uno de los sitios de moda de su ciudad, pues no me lo pensé dos veces. Quería que ella hiciera lo que más le gusta, chupar y lamer mi miembro, que no se cansa nunca, y bueno, ¿qué mejor sitio que en la habitación del hotel? Pero subir en el ascensor, es su perdición, no se aguanta las dos plantas que hay, por lo que en cuanto se cierran las puertas, me baja la cremallera y se la traga entera, bueno, mientras no esté muy erecta, que entonces no puede hacerlo.

Mientras vamos por el pasillo, su mano está dentro de mi bragueta, y claro, cuando entramos en la habitación, ya la estoy subiendo su mini falda y metiendo mi polla dentro de su coño para que me regale su primer orgasmo, contra la pared.

Luego le encanta este hotel, porque tiene en sus habitaciones o al menos en las que siempre nos dan, una mampara de cristal transparente en la ducha, y le encanta provocarme con su culo apoyado y abierto, para que sepa que ese agujero marrón que tiene, tengo la diana para mi dardo.

Yo con Vero ya llevo tiempo perforando sus agujeritos, pero le encanta sentirse partida por mi grosor, por eso, cuando llevamos ya un par de polvos siempre me cabalga por su ano. La dejo que me cabalgue y lleve el ritmo, hasta que me pone tan caliente que la tumbo boca abajo en la cama y la penetro tan fuerte hasta que le lleno el culo por dentro de mi leche.

Cuando se pone Vero en posición de cuatro patas, sabe que la reviento su coño, porque es donde más se corre ella, pero cuando se pone de pie, pegadas sus tetas a la pared, ya sé que ella quiere que la empotre por su culo. Digamos que cada postura es una perforación distinta de ella.

Siempre me pide que me quite el condón cuando la follo su culo y cuando es su coño, incluso quiere hacer todo sin protección pero al ser tan joven, es mejor que tengamos precaución, hasta que decidamos que hacer.

Vero es muy ardiente, pero lo es más cuando siempre me dice por mensaje privado por el móvil, que me espera para que me enseñe su ciudad como guía turística, pero realmente lo que es de visita es sus ganas de tener sexo, sus ganas de no acabar nunca y las ganas de que cada vez que quedamos, tengamos nuevos orgasmos y en mayor cantidad. Así que Vero, para el próximo fin de semana, pienso destrozar tu cuerpo y robarte más orgasmos.