miprimita.com

12 orgasmos como 12 uvas o algo parecido. CUARTO.

en Hetero: General

Como nuestra protagonista había tenido unos de sus pocos y maravillosos orgasmos como nunca había imaginado nunca tuvo que recomponer su estado frente a la atenta mirada de alucine tanto de sus compañeros cercanos de mesa como del resto de los comensales ya que no entendían como por una cena se podría tener tantos espasmos y tanta cara de placer.

Cuando Eva se dio cuenta de lo que había ocurrido mientras seguía con algunos espasmos dentro de ella por ese fuerte orgasmo que había tenido, fue cuando pensó en que era hora de ir al baño en donde debería de recuperarse un poco.

Mientras se levantaba casi tambaleando su cuerpo y viendo incluso que se le nublaba la vista se tuvo que apoyar en la silla, por lo que ambos compañeros que estaban a su lado se percataron de que no iba muy bien y decidieron ayudarla, pero ella no necesitaba en esos momentos a nadie ya que estaba con alegría en todo su ser pero viendo que ellos no la dejan estar sola y de pie, dejo que la ayudaran a ir al baño, y cuando llego, les dijo amablemente que lo que tenia que hacer dentro era cosa de ella sola, por lo que agradecía mucho la ayuda prestada pero que se iría recuperando poco a poco.

Tras cerrar la puerta con el pestillo puesto porque no se fiaba mucho de esos dos hombres, se sentó en la taza del váter con la tapa puesta y agachando un poco su cuerpo comprobó que seguía sin su tanga por lo que pensó que no había soñado nada, simplemente lo había sentido completamente en ella.

Incluso pensó que como estaría de excitada para que le hubieran metido una mano completamente y hubiera encadenado ese gran orgasmo que todavía sentía dentro de ella.

Cuando ya su cuerpo empezó a recuperar su estado normal, ella se echo agua en la cara, en su nuca con su mano mientras se recogía un poco su melena para no mojarse mucho y oyó las voces de sus dos compañeros asistentes que la reclamaban para saber como se encontraba se fijo que la cortina de la ducha se movía un poco y claro, la curiosidad en este caso era claramente lo que hizo que ella moviera con su mano dicha cortina y descubrir a quien ella no se esperaba encontrar pero que con una sonrisa maliciosa daba a entender que si lo deseaba de nuevo.

Tras apartar con tu mano y brazo parte de esa tela me viste completamente de pie en el plato de ducha, desnudo y con algo que ya necesitabas ver, tocar e incluso sentir en tu cuerpo. Te acercaste para decirme algo pero sabiendo que no serían palabras bonitas te agarre de tu cuello y metí toda mi lengua dentro de tu boca. Sé que debería dejarte incluso que hablarás, pero a veces las palabras sobran para ciertas cosas y este era el momento de no decir nada.

En este cuarto de baño, el plato de ducha es algo original porque en una de las paredes tiene como un bordillo en el cual si te sientas te puede caer de la alcachofa fija en el techo (ya que luego también tiene otra alcachofa con la manguera extensible) pues te llega el agua a las piernas y casi al estómago por lo que te ayude a que te sentarás en dicho bordillo y una vez que lo hiciste mientras nos besábamos me pude delante de ti.

No hizo falta decirte nada ni indicar con ningún gesto que lo hicieras, porque tú sola agarraste con una mano el tallo y abriendo tu boca un poco más de como la tenías, te viniste hacia mí introduciendo todo lo que pudiste y sin mirarme pusiste tus manos en mi culo para incluso ayudarte a meter todo dentro de ti.

Cuando note como la cabeza de mi pene tocaba toda tu garganta fue cuando sabía que ahora me ibas a dar uno de los mejores placer humanos que se puede tener con una mujer. No te separaste en varios segundo, era casi como que deseabas tragarla pero yo te dejé hacer ya que en estas labores quien sabe hacer dicho masaje bucal es mejor darle su tiempo. Apoye ambos manos estirando mis brazos en la pared para dejarte hacer mejor.

Notaba la compresión de los músculos de tu garganta darme ese masaje y claro cerré mis ojos para disfrutar incluso más. Mientras tú seguías deleitando tu boca, tu lengua y tu garganta sobre ese trozo de carne que iba aumentando más y más dentro de tu boca hasta casi notar como te llegaban unas arcadas por el ansia con el que estabas haciendo dicho ejercicio.

Retiraste tu cabeza de mi cintura y sacando mi miembro me miraste alzando tu cabeza con los ojos vidriosos y con esa sonrisa maligna que te encanta poner cuando estás completamente excitada. Y moviendo de nuevo tu cabeza volviste a tragarla entera con tu boca erguida para mirarme mientras yo abría mis ojos y te miraba tu cara de deseo que me estabas dando al tragarla completamente hasta llegar tu nariz a enterrarse en mi pubis totalmente depilado.

Empezaste ha hacer ese movimiento que todo el mundo conoce de empujar y retroceder tu cuello y cabeza sobre lo que te estabas comiendo o más bien, tragando porque tu manera de hacerlo para mí era una tragada profunda y sin apenas notar tus dientes y muelas y sabes que eso es casi como pensar en que estamos entrando en una vagina pero realmente en este caso no era esa zona precisamente.

Yo notaba como salía de tu boca esos gemidos de placer que realmente te estaba gustando tanto como a mí lo que estabas haciendo y es por ello que un buen amante siempre debe dejar que hagan cuando oye esos ruidos en la boca, porque incluso excitan tanto a quien los hace como quien los recibe al igual que cuando una persona se deleita con una buena comida de clítoris y vagina que siempre se producen los gemidos del placer que conllevan a un gran alto grado de excitación tanto mental como física.

Estabas tan cachonda que en un momento quise ayudarte con los pelos de tu melena para que no se metieran en tu boca, por lo que con mis dos manos recogí por ambos lados tu pelo y sujetando con mis manos en tu cabeza empecé a sentir la necesidad de hacer ese movimiento que no a todas las personas que hacen esa mamada tan profunda le gusta que le hagan, pero yo sé que a ti incluso te excita más. Por eso, agarrando tu cabeza por ambos lados empecé a mover mi cadera para que entrara en tu boca incluso más rápido de lo que estabas tú haciéndome. Por ello supe que tendríamos un juego de dar y recibir por ambas partes.

Te agarre con decisión y moviendo mi pelvis como cuando lo hemos hecho otras veces estando en la posición de a cuatro pero sin agarrarte de tu cadera empecé la follada de tu boca, primero lentamente para no ahogarte para ir aumentando y de vez en cuando sacando mi falo de tu boca para que respires un poco porque sé que puedes respirar por la nariz pero no soy de los que les gusta ahogar a la persona que le está haciendo una maravillosa mamada profunda por ello sacando y dando golpes en tu nariz y labios con mi capullo volvía a meterme en tu boca y así hasta que en uno de los movimientos agarre tu cabeza más fuerte y la empuje contra mi pubis mientras hacia el movimiento rápido de meterme y salir.

Sé que este movimiento te pone tan cachonda que eres capaz de aguantar hasta que yo te llene toda tu garganta, pero aunque tenía ya ganas de sacar todo mi jugo esperé a otro momento porque para mí me parecía demasiado pronto para hacerlo pensando en que necesitabas más estimulaciones y es por lo que solté tu cabeza y deje que siguieras tú.

Agarraste con una mano mi tallo y con toda tu boca abierta me guiñaste un ojo y fue cuando empezó mi calvario. Te metías de golpe y no parabas de mover tu cuello y cabeza, como intentando hacer un boca a boca en una situación de reanimación, solo que realmente ya estaba muy reanimado y por eso cuando empezaste a absorber y agitando toda tu cabeza de una manera rápida supe que deseabas extraer mi líquido blanco de dentro de donde lo tenemos los hombres.

Dejé que siguieras pero quise comprobar como estabas de excitada y que mejor manera que bajar mi mano entre tus piernas para notar que mientras tú seguías reanimando lo que no estaba aún muerto porque contigo nadie muere, al contrario, incluso revive de la mejor forma, pues yo comprobé que estabas incluso más húmeda que tu boca por lo que metí de golpe tres dedos y te masturbe frenéticamente.

Saber que estabas deseando que te llevara a un clímax extraordinario y sabiendo que estabas muy excitada hizo que mi mente no pudiera controlar mucho más dicha situación por lo que sin decirte nada dejé que siguieras haciendo tu reanimación bucal frenética y ardiente mientras yo te masturbaba tan rápido que incluso creo que tuvimos al mismo tiempo en nuestros cuerpos varias sacudidas de placer y conllevo a que tu boca aprisionará más mi polla mientras me cerrabas las piernas con mis dedos metidos entre ellos, destrozando más tu clítoris e incluso queriendo entrar dentro de ti, pero como sabía que hacía poco te había metido la mano, realmente quise reventar tu músculo sexual, por eso moví tan enérgicamente como pude y así entre tus gemidos casi anulados por lo que tenias dentro de tu boca, mientras de mi boca empezaban a salir ya jadeos pues estábamos en un momento casi que era la banda sonora de nuestro acto sexual.

Note como de mis testículos empezaban a no poder aguantar más y fue cuando con la otra mano que tenía libre, agarre de tu melena y apreté contra mi cadera, para que mi pelvis se moviera sola dentro de tu boca, y así yo empecé a follarte tu boca mientras mi otra mano te masturbaba tu clítoris de tal forma que estabas teniendo un doble placer nacido de tu boca y acabando en tu coño.

Seguí moviendo tan rápido que no pude aguantar mucho y fue cuando con varios espasmos fuertes de mi cadera empecé a llenarte tu garganta, porque en tu boca solo tenias mi tallo y así sabía que incluso apenas podrías saborear mi dulce néctar que tanto te gusta, pero también sabía que tu cuevecita empezaba a vibrar del masaje fuerte, rápido, enérgico y acelerado que solo pude oír un jadeo ahogado mientras tragabas mi liquido pero de tu otra garganta volvía a nacer ese río de jugo blanco que me regalaste de nuevo.

Nos quedamos pegados, tú con tu boca en mi herramienta, esperando creo a que se desinflará un poco y saliendo incluso por tu comisura de labios esas gotas de saliva mezclada con algo de mi liquido seminal mientras que de tus labios vaginales salían liquido mezclado con tu orgasmo.

Cuando note que ya estabas casi sin respiración me separé de ti, llevando mis dedos a mi boca y chupando como antes había hecho en todos tus orgasmos, para saborearte más y mejor. Así pudiste respirar por tu boca. Vi tus ojos tan brillantes como nunca los había visto.

Me arrodille ante ti.

Acerque mis dedos a tu boca pero está vez no deseabas probarte, por lo que agarraste de mi cuello y nos fundimos en un beso metiendo nuestras lenguas en donde pude notar algo de un sabor extraño de tu cuerpo pero que realmente sabía que era parte de mi cuerpo.

No se te vino nada de mi semen, pero si sabías a mi pene, por lo que el beso blanco no podríamos reproducirlo como realmente te gusta pero si pudimos saborear ambos el sabor de mi pene en tu boca y eso creo que incluso te puso más ardiente.

Me miraste y me preguntaste:

— ¿Me vas a dejar respirar un poco está noche o va ha ser así toda la noche?

Metí mi mano entre tus piernas y guiñando mi ojo derecho metí mis cuatro dedos entre tus labios para frotar aún más tu clítoris. Esa respuesta mía sabías lo que quería decir.

Sabias que contigo no tengo nunca fin y está noche solo iba a ser como una noche única y especial, por tanto, me levante y me quedé apoyado en una de las paredes, mientras empezaba a reírme mirándote.