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Mi tia y mi prima son unas putas

en Sexo con maduras

Continuación de los relatos “Detenidas por tráfico de drogas” y “Jovencita preñada en el calabozo”, siento el retraso queridos lectores, para compensarlo os adjunto varios relatos en uno. Espero que os gusten :)

 

EL CUÑADO DE LOLA

 

Ricardo, el policía, estaba enfurecido, acababa de ver a su cuñada Lola siendo fichada por prostitución, la habían detenido en un polígono industrial ejerciendo el oficio mas antiguo del mundo.  Por otra parte su hijo, Tobías, acababa de abandonar la clínica de rehabilitación donde se recuperaba de sus adicciones al alcohol y las drogas. El rebelde Tobias harto de los controles y la presión de la clínica había decidido abandonarla y se había presentado en casa aquella misma mañana.

 

Ricardo no se lo podía creer, todo se estaba volviendo en su contra. Había organizado el registro del piso de su cuñada para poder detener al novio de su sobrina y librarse de aquel indeseable. Ahora se encontraba  con su sobrina implicada de gravedad en un asunto de tráfico de drogas y a su cuñada fichada como una vulgar puta.

 

El comisario le había llamado a su despacho, aquello se estaba complicando demasiado y su propio jefe había asumido la dirección del caso para que él no se viese implicado también.

 

-¿Me ha llamado Jefe?- preguntó Ricardo asomándose al despacho del comisario.

 

-Pasa Ricardo, pasa… siéntate- el gesto del gordo comisario era serio.

 

-Acabo de ver a mi cuñada siendo fichada……-comenzó a decir Ricardo pero se tuvo que callar al entrar otro policía al despacho para entregarle una carpeta al comisario con las diligencias abiertas.

 

-Ricardo, el caso de tu sobrina se está complicando y me temo que te puede salpicar..- dijo serio el Comisario mientras ojeaba los documentos de la carpeta que le acababan de pasar.

 

-¿Salpicarme a mí? ¿Por qué?

 

-Tu figuras como tutor legar de tu hermano al que acabas de ingresar en una residencia, tu cuñada que acaba de ser detenida ejerciendo la prostitución está a punto de ingresar en una clínica de rehabilitación para curar sus adicciones al sexo, al alcohol y al juego. Casualmente también eres su tutor legal según estos documentos y recientemente has avalado una hipoteca del piso de tu cuñada. Te recuerdo, un piso donde hemos encontrado un alijo de droga.  Tu situación financiera y la de tu familia es desastrosa, cualquiera podría pensar que tu también estas implicado en este turbio asunto de las drogas-

 

-¿Pero Jefe, duda de mí?, eso es una locura, llevo meses detrás del novio de mi sobrina, ese malnacido lleva años trapicheando en el barrio.

 

-Lo sé Ricardo lo sé, pero la realidad es la que es. La detención de tu cuñada ha terminado de complicar las cosas, sus adicciones suponen un claro móvil del delito y tu vinculación con ella no te ayuda nada.-

 

-Pero Jefe… ¿no lo estará diciendo en serio?,  mis problemas financieros son ocasionados por los gastos que me supone la rehabilitación de mi hijo, como usted sabe estaba en una clínica también. Precisamente hoy se ha presentado en casa abandonando la clínica, no sé que puedo hacer con él, estoy muy preocupado la verdad-

 

-Joder Ricardo, ¿no te das cuenta?, si es que sois una familia de viciosos, cada cual con su vida hace lo que quiere pero en estos momentos no te ayuda nada. Desde fuera todos los cabos apuntan a ti. Pero tranquilo, somos amigos, te conozco desde hace muchos años y voy a intentar solucionar este embrollo  en el que te has metido tú solito.

 

Ricardo comenzaba a estar asustado por las palabras de su jefe, todo lo que decía el Comisario tenía sentido. Las ganas que tenía de librarse del novio de su sobrina quizás le habían hecho precipitarse y ahora se encontraba metido en un lío de campeonato. Por eso no dudó en confiar en la experiencia de su jefe, el viejo Comisario y él llevaban mucho tiempo trabajando juntos, incluso su Jefe era el padrino de su hijo.…

 

-Por supuesto Jefe, haré lo que usted diga, sabe que yo no tengo nada que ver con ese asunto de la droga…-

 

-Lo sé Ricardo, lo sé… haremos lo siguiente, en primer lugar te trasladare en comisión de servicios una temporada fuera de la ciudad, tan solo el tiempo necesario hasta que todo esto esté aclarado. Cuanto antes mejor, te irás hoy mismo

 

A Ricardo no le gustaba nada esa idea pero comprendía que en esos momentos cualquier cosa era mejor que verse involucrado en el turbio asunto de las drogas encontradas en el piso de su cuñada, así que acepto con la cabeza.

 

-Bien, si queremos librar de algún modo a tu sobrina para que no entre en la cárcel lo mejor será aparentar que vive en una familia decente, nada de ingresar a su madre en una clínica de momento, se tendrá que curar en casa, quizás hasta tenga que volver su marido de la residencia para que parezcan mas necesitados de cara al juez.

 

Ricardo sabía perfectamente que de cara al juicio presentar un entorno familiar normalizado ayudaría en lo que afectaba a su sobrina, pero para eso aún se necesitaba conseguir la declaración de culpabilidad de su novio y así se lo manifestó a su jefe.

 

-No te preocupes por eso, vamos a colgarle el muerto a un traficante que tenemos encerrado, el novio se marchará de la ciudad y tu sobrina solo tendrá que cumplir servicios comunitarios, es lo mejor que puedo conseguir, a fin de cuentas la droga estaba en su cuarto.

 

Ricardo suspiraba aliviado, a simple vista parecía una buena solución pero ahora mismo su mayor preocupación era su hijo ¿quien se ocuparía de él?. Tobías era difícil de mantener a raya viviendo en casa, su padre apenas estaba para dormir y el chaval entraba y salía a su antojo.

 

-No te preocupes por eso Ricardo, sabes que Tobías es como un hijo para mí, yo me haré cargo. Creo que lo más sensato sería que vaya a vivir a casa de su tía, será lo mejor para todos. Por lo que sé es la única família que tenéis en la ciudad, ¿no es así?

 

-Si, asi es… no tengo a nadie más- dijo Ricardo un poco agobiado por la situación.

 

-Bien entonces creo que ya hemos tratado todos los puntos. Confío que en unas semanas esté todo aclarado y puedas volver a tu puesto. Ahora cuando salgas te darán tu nuevo destino, de incorporación inmediata, yo de ti me iría a casa a preparar equipaje para unos días, cuanto antes desaparezcas de aquí mejor para todos. Aprovecha y habla con tu hijo, dile que venga a verme hoy mismo, sabes que conmigo va recto como una vela. Tranquilo, yo me encargo de todo…- dijo el Comisario en un tono que no podía ocultar las ganas de quitarselo de encima. 

 

El Comisario se quedo pensativo con lo que había comentado Ricardo de su hijo, aquel chaval rebelde era como un hijo para él, el hijo que siempre había deseado tener.  Incluso se lo había llevado un par de veces de putas, la primera vez para que perdiese la virginidad. Si señor, Tobías era su ojito derecho, golfo y rebelde como el viejo Comisario. Sin embargo su padre, Ricardo, era un estorbo para él, una molestia para llevar a cabo los planes que tenía pensados para Lola y su hija.

 

Minutos después Ricardo salía de la comisaría con el papel de su nuevo destino, no le dejaron despedirse de su cuñada ni de su sobrina, tenía la sensación de ser un apestado que no ha cometido ningún delito pero que todas las miradas apuntan a él, empezando por sus propios compañeros por los murmullos que escuchó en la comisaría antes de marcharse.

 

EL COMISARIO

 

-Traedme a la puta esa del polígono- ordenó el comisario a uno de los agentes

 

-¿A la madre de la preñada de los calabozos Jefe?- preguntó el poli

 

-Si, a esa 

 

Poco después un par de policías traían a Lola que seguía esposada con las manos a la espalda, el Comisario se la quedó mirando fijamente.  Lola tenía todo el aspecto de haber sufrido una agresión sexual, bajo una gabardina color crema completamente abierta llevaba un vestido negro de fiesta, escotado, sin mangas, con finos tirantes a los hombros. Parecía que el vestido era originalmente largo pero que alguien lo había cortado de forma burda con unas tijeras para convertirlo en una especie de micro vestido que apenas alcanzaba a cubrir la zona púbica. Unas medias negras, altas al muslo, de rejilla quedaban completamente a la vista, estaban rotas en varias zonas. Zapatos negros de fino tacón de aguja, mas parecían unos zapatos de fiesta que los de una puta poligonera.  El escote del vestido ya de por si generoso estaba rasgado también, dejando claro que no llevaba sostén, las tetas grandiosas casi se le salían fuera a cada movimiento. Y menudas tetas, eran tremendas, dos melones que botaban a cada paso con unos pezones que se clavaban con nitidez en la fina tela del vestido. Desde luego por el físico estaba claro que era la madre de la chavala que estaba en el calabozo, su hija había heredado aquellas tetazas, de eso no había ninguna duda.

 

-Quitadle las esposas y dejadnos solos- dijo el Comisario a los dos policías mientras él se dirigía a bajar las cortinillas de las cristaleras del despacho.

 

-Señor Comisario tengo que hacer una denuncia.. ¡me han violado¡ sus hombres han abusado de mí en mi propia casa y luego en ese polígono al que me han llevado.. me han golpeado.. me han vejado….- dijo Lola mostrando  un moratón que llevaba en el cuello y subiendo las mangas de la gabardina para que viese la moraduras en sus brazos, especialmente sus muñecas por las esposas. La mujer hizo intención de sentarse en la silla que había frente a la mesa del Comisario…

 

-!Siempre igual, todas las putas acusan a la policía cuando las detienen! ¡No te he dicho que te sientes ¡Quédate de pie….  y quítate la gabardina¡ quiero ver esas moraduras..- dijo en tono seco, nada amistoso, 

 

Lola sorprendida por el tono del Comisario de policía obedeció sin rechistar, se quitó la gabardina y la dejó sobre la silla. Mientras tanto aquel cincuentón gordo, calvo, pero con el mayor cargo en la comisaría no dejaba de pasear por el despacho, dando vueltas alrededor de la mujer como si fuese un indio comanche esperando asaltar el fuerte.

 

-¿Eres consciente que tu hija está en el calabozo?, el tráfico está penado muy duramente en este país, puede ir a la cárcel por mucho tiempo, ¿es lo que quieres?- dijo el Comisario plantandose frente a la mujer y mirando con descaro el escote de Lola

 

-Claro que no, no quiero que mi hija vaya a la cárcel ¿Que tiene que ver una cosa con la otra?, quiero denunciar a esos cerdos..- dijo convencida Lola, pensando que los intentos de chantaje de los otros policías no tendrían efecto si los denunciaba a su jefe.

 

-Querida señora, todo en esta vida está relacionado, por supuesto que si quiere formular alguna denuncia está en su derecho, será su palabra frente a la de media docena de agentes de la ley que aseguran que la detuvieron cuando ofrecía sus servicios a unos camioneros. Creo que los camioneros han declarado que se les ofreció por 30 euros el completo o 20 por la mamada, es lo que han declarado. Sinceramente me parece muy poco para una mujer como usted pero comprendo que en su situación de adicta al alcohol y al juego la necesidad obliga.

 

Ante la sorpresa de Lola el comisario sacó de una carpeta un papel, era su solicitud de ingreso en la clínica para tratar sus adicciones. -Tiene que comprender que con esta documentación, las declaraciones de los policias y las de los clientes es muy difícil que su denuncia prospere. Sinceramente tengo que decirle que ningún juez daría crédito a su versión con estas pruebas. Su vestuario provocativo, su olor a alcohol… por cierto la prueba de alcoholemía ha dado positivo… tampoco la ayudan en nada señora para que su versión sea creíble- Dijo el Comisario en tono convincente y con la experiencia de tratar a diario con delincuentes de todo tipo.

 

Lola se derrumbó, las palabras del Comisario la hacían ver con crudeza que sería muy difícil demostrar lo que había ocurrido realmente, no pudo evitar el llanto, la rabia, la impotencia hicieron que no pudiese contener las lágrimas 

 

-Me violaron dos policias en mi propia casa, luego me hicieron vestirme asi, ellos cortaron mi vestido con unas tijeras. Después me llevaron a un polígono donde me ofrecieron a un par de camioneros mientras llegaban sus compañeros, esos testigos que usted dice me obligaron a beber y abusaron de mí como quisieron hasta que llegaron cuatro policías más  que me hicieron subir a la caja del camión y de nuevo abusaron de mi tirada en el suelo sobre unos cartones..llevo varias horas de mano en mano como una muñeca ¿no ve mis ropas destrozadas?, han hecho todo lo que han querido conmigo.. he perdido la cuenta de las veces que me han penetrado- 

 

Lola se cubría con las dos manos la cara sin poder contener el llanto, las lágrimas descendían por sus mejillas  haciendo que se mezclaran con el maquillaje que la habían obligado a ponerse, pintarrajeada como una vulgar puta de carretera. Desde luego la imagen de Lola en aquellos momentos era grotesca.

 

-Los hechos son los hechos señora, usted puede decir lo que quiera pero las evidencias las tiene sobre la mesa, declaraciones de los testigos, de los agentes, certificado de sus adicciones, prueba de alcoholemia, vestuario… etc. son irrefutables.- decía  mientras sus manos pasaban un papel tras otro ante la mirada atónita de Lola

 

-Por otra parte está el tema de su hija, esperaba mayor cooperación por su parte, la niña puede ir a la cárcel y a usted parece no importarle ese asunto, desde que ha entrado en mi despacho no ha dejado de hablarme de usted  ¿y su hija… no le importa?- dijo dejando la carpeta sobre la mesa y volviendo a ponerse frente a la mujer apenas a un palmo de su cara mirándola fijamente

 

-Sus hombres intentaron chantajearme con ese asunto… pensé que usted sería diferente ¿que es lo quiere? ¿abusar de mí también? ¿Es usted tan cerdo como sus hombres?, haga lo que quiera conmigo pero deje en libertad a mi hija- pidió Lola cesando en su llanto y mirando enrabietada al gordo comisario.

 

-¿Cuántas veces te has corrido esta noche?.. los camioneros declaran que un par de veces con ellos ¿y con los demás?.. -

 

-¿Que clase de pregunta es esa? ¿Está loco?... usted esta peor que sus hombres

 

-¿Quieres que mande a esos mismos policías que quieres denunciar al calabozo en el que está tu hija?.. ¿te imaginas lo que harán con ella?, con ese bombo tan grande que lleva…- el silencio se hizo en la habitación, Lola después de semejante amenaza no se atrevió a replicar más.

 

-Dime Puta  ¿cuantas veces te has corrido esta noche?, en los informes de ingreso en la clínica pone que también eres adicta al sexo, seguro que hoy has disfrutado mucho con todos esos rabos duros para ti sola, toda esta pantomima tuya no me engaña. ¡Responde¡ ¿Cuántas veces te has corrido?- El comisario era plenamente consciente que la tenía completamente rendida, sus manos cogieron los dos pechos de Lola con total impunidad sacándolos fuera del vestido y comenzando a magrearlos.

 

-No lo sé,... no lo sé… varias..no puedo controlarlo… es una enfermedad- dijo Lola resignada aguantando el manoseo del hombre que tenía frente a ella

 

-Jajajaja ¿enferma?.. ya me gustaría a mi que todas las mujeres tuviesen la misma enfermedad uhmm sería estupendo que todas fuesen unas perras salidas como tu.  Tienes las tetas pringosas, se me pegan los dedos.. está claro que te las han regado muy bien...menudas cubanas tienes que hacer con estas tetazas, ¿cuantas cubanas has hecho esta noche puta?.. dime.. ¿cuantas? ¿cuántas veces se han corrido en estas tetas?, Dime Puta, ¿cuantas veces?-

 

-¡Maldito cerdo¡ ¿Está loco? ¡Déjeme en paz¡- Lola no se pudo aguantar y le dió un manotazo en las manos del comisario,  haciendo que las apartara, estaba harta de sus manoseos y de aquellas preguntas….

 

-Jajaja la gata saca las uñas¡ Esta bien, esta bien, voy a tener que mostrarte la cruda realidad, imagino que tendras ganas de ver a tu hija, ¿no?.... ponte la gabardina, ¡tápate¡ voy a pedir que la suban a una sala de interrogatorios. Seré bueno contigo le diremos a tu hija que has venido a verla. Mejor que no se entere que a su madre la han detenido por puta ¿no te parece? - El comisario fue hacia el teléfono de su mesa y dió las instrucciones para que subieran a Loli a una de las salas de interrogatorio.

 

El Comisario había previsto que llegaría ese momento cuando se enteró de que habían detenido a Lola y le faltó tiempo para bajar al calabozo donde estaba su hija para aleccionarla. -Antes de liberarlos a ti y a tu novio quiero una garantía de que cumpliras tu compromiso- le dijó el Comisario a Loli-

 

Loli que había sufrido  todo tipo de abusos durante las últimas horas en aquel calabozo estaba dispuesta a firmar lo que fuese para que dejasen en libertad a su amado novio y a ella misma. Aquella libertad no iba a ser gratis, era consciente de que los dos se iban a librar  de diez años de cárcel pero a cambio ella trabajaría esos diez años de puta para el Comisario

 

-¿Que garantia quiere?, seré su puta los próximos diez años- dijo Loli creyendo que era suficiente con las muestras que había dado en las últimas horas de hacer todo lo que le pidieran.

 

-Eso lo dices ahora porque estas en el calabozo y la amenaza real de ir a la cárcel está muy presente ¿pero quién me  dice a mi que si os libero no te echarás atrás?. Quiero una garantía real, tienes que firmar estos documentos por los que legalmente seré el tutor de tu hijo cuando nazca hasta que cumpla diez años. No tengo ningún interés en hacer de padre, tú te encargaras de criarlo y le cuidarás, pero si en algún momento no haces todo lo que te diga perderás a tu hijo.- dijo el Comisario que quería tener bien atado el compromiso de la chica, si lo firmaba mas que una puta seria su esclava, estaba seguro que no había mejor garantía que su propio hijo para que Loli hiciese todo lo que le pidiera.

 

Loli no se podía creer que alguien fuese capaz de pedir algo así, no tenía alternativas, si se negaba y acababan los dos en la cárcel la administración se encargaría de quitarselo para siempre. Al menos si lo firmaba el Comisario se comprometía a que ella lo criase. Resignada aceptó y firmó los documentos.

 

-Muy bien, era la única opción inteligente. Una cosa más, nuestro acuerdo es privado, no tiene porque saberlo nadie que no deseemos, especialmente tus padres. Para ellos tú evitarás la cárcel a cambio de hacer servicios a la comunidad los próximos diez años.-

 

-Gracias, eso es muy importante para mi, mi padre está ingresado en una residencia, si se enterase de algo le costaría la vida- dijo Loli a la que le parecía encontrar un rastro de humanidad en aquel ofrecimiento.

 

-Bien, si tu eres buena conmigo yo soy bueno contigo- dijo el Comisario con voz paternal al tiempo que sus manos se apoyaban en los hombros de la chica haciendo que se arrodillara delante de él…

 

-Chúpamela un poquito zorrita, me pones cachondo cada vez que te veo mmm, solo una chupadita rapida mmm, luego bajaré con mas tiempo para que me cuentes todos las cochinadas que te han hecho mis hombres mmm me gusta mucho que me cuentes esas cosas con detalle mientras te ordeño las tetas mmmm. Espero que mis hombres no lo hayan hecho, es lo único que les prohibi, me gusta que guardes tu leche para mí-

 

Loli obedeció sin rechistar, se arrodilló, bajó la cremallera del pantalón, sacó la verga completamente tiesa y comenzó a mamar. Había perdido la cuenta de cuántas veces había mamado una polla en las últimas horas.

 

-mmm así, así, mmm, que bueeenooo, que bien lo haces zorrita… sigue mamando así, no pares.. pero escúchame atenta. Tu madre ha venido a visitarte, quiere saber cómo te encuentras, voy a dejar que subas a verla, os dejaré a solas en una sala de interrogatorios,  te voy a decir cómo te tienes que comportar y que le tienes que decir. Veras, con tu madre quiero que…. bla bla bla- el comisario le fué detallando todo lo que esperaba de ella en aquella visita mientras la chica seguía chupando con ganas aquella verga dura como el hierro, pero el Comisario no parecía interesado en correrse.. se quería reservar.

 

-¡Vale, ya está bien putita¡ si sigues chupando me sacarás la leche y me quiero reservar para más tarde. Recuerda tus padres no tienen que saber nada de nuestro acuerdo, es nuestro secreto, si se enteran sin mi permiso perderás a tu hijo putita. Ahora vas a subir arriba conmigo, te dejaré a solas con tu madre, recuerda todo lo que te he dicho, insistele que solo yo puedo salvaros de ir a la cárcel, quiero verte llorar, quiero verte desesperada, muerta de miedo. Quiero que cuando le digamos que hemos conseguido salvaros de la cárcel este muy agradecida conmigo, a tus padres tiene que parecerles una verdadera suerte que te pases los próximos diez años haciendo “servicios a la comunidad”. ¡Piensa en tu hijo putita y haz muy bien tu papel¡ ¿Alguna duda?

 

-Ninguna, no se preocupe, jamás se enteraran, no tengo ningún interés de que sepan que su hija va a ser una puta los próximos diez años.-

 

-Tranquila, no te preocupes, tienes la carita de niña y la pinta de mosquita muerta pero  disfrutas jodiendo. Necesitas correrte varias veces al día, eres la hembra mas caliente que he conocido en mi vida. ¡Vas a disfrutar putita… vas a disfrutar¡. Portate bien y no te faltará de nada ni a ti ni a tu hijo, pero jamás discutas nada que te pida, JAMÁS.

 

Parecerá extraño pero Loli no se inmuto al escuchar aquellas palabras, a fin de cuentas había cambiado un macho dominante por otro. Toni la había acostumbrado a que hiciese todo lo que le pedía, ahora sería el Comisario quien dirigiera su vida. Ella seguiría igual, seria la misma perrita obediente de siempre, pero ahora su cuerpo valía lo que estuviesen dispuestos a pagar por usarlo. Sabía que el Comisario no se conformaría con poco pero haría lo que fuese necesario para no perder a su hijo. 

 

El Comisario y Loli subieron a una sala de interrogatorios donde esperaba Lola, las dejo solas, madre e hija se fundieron en un abrazo y el Comisario las siguió observando desde fuera a través de los cristales. Desde donde estaba pudo escuchar perfectamente la conversación de las dos mujeres a través de los micros de la sala. Loli hizo perfectamente su papel, reconoció el delito y le dijo que la única persona que podía ayudarla era el Comisario.  Apenas les dejaron diez minutos para que pudieran hablar. Después dos policías sacaron a Lola de la sala y la llevaron a la sala contigua donde esperaba el Comisario.

 

-¿Y bien Lola, que tal tu hija?, su destino está en tus manos. Puedo ayudarla para que salga bien parada de este embrollo o puedo hacer que ahora entren en la sala los mismos policías que te han detenido. ¿Que prefieres?

 

-¡Maldito cerdo¡ Déjela en paz, haga lo que quiera conmigo pero ayude a mi hija a salir de este lío y yo haré todo lo que usted quiera.-dijo Lola resignada viendo que era la única salida que le quedaba. Su voz se torno en súplica.

 

-Veras Lola quiero que entiendas que la solución que tomemos no será algo puntual. Será algo para los próximos diez años, el tiempo que pasará tu hija haciendo servicios a la comunidad en lugar de ir a la cárcel. Podrá llevar una vida normal, criar a su hijo. Pero Tú, durante ese tiempo tendrás que compensarme por el favor.-

 

-¿Diez años? ¿Tanto tiempo?

 

-Es el tiempo que pasaría en la cárcel si no haces nada. ¿Estás dispuesta a ayudar a tu hija o prefieres verla entre rejas?

 

-Haré lo que sea, sabe que lo haré.

 

-Bien, eso espero. Toma este teléfono, lo llevarás encendido siempre, atenderás a quien llame, sin preguntar nada, harás exactamente lo que te diga quien llame, sin protestar, sin discutir ninguna indicación. ¿Es fácil no?

 

-¿Quiere que haga de puta para usted? ¿Eso es lo que quiere?- dijo Lola con tono de resignación.

 

-No. una puta cobra por un servicio y tiene cierta libertad de elección, de hacer o no lo que le piden, de tener vida privada fuera del trabajo. Tú, no. Tú serás solo una perra obediente que hará todo lo que se le diga, cuando se le diga. Sin elección, sin discusión, TODO.

 

Lola ardía en ganas de negarse, de mandarlo todo a la mierda, aquel gordo baboso le repugnaba, quería que fuese su esclava durante diez años. Era algo muy difícil de digerir, demasiado, incluso para ella.

 

El Comisario llamó por teléfono y poco después entraron en la sala donde permanecía Loli los mismos dos policias que habían detenido a Lola. El Comisario y Lola veían la escena por el cristal. Por los micrófonos los dos escuchaban lo que decían los policías que Lola conocía tan bien.

 

-Apoya las manos en la mesa. Seguro que tu madre ha intentado pasarte algo, tenemos que cachearte.- Decía uno de los policías que había cacheado horas antes a Lola

 

-¡Detenga esto, por favor deténgalos, van a violarla, son los mismos que me violaron a mí- suplicaba Lola al Comisario mientras veía como la escena se repetía. Aquel falso cacheo eran unos abusos descarados, donde los dos policías tan solo buscaban manosear a su antojo a Loli que permanecía inmóvil con las manos apoyadas en la mesa aguantando el sobeteo al que la estaban sometiendo.

 

Cuando Lola vió como el policía levantaba el vestido de su hija, dejaba sus nalgas desnudas a la vista y comenzaba a desabrocharse el pantalón con intención de violar a Loli fué cuando Lola no pudo soportarlo más -Está bien, esta bien, haré lo que quiera, todo, lo que sea, deme ese maldito móvil, sere su perra durante diez años pero haga que se detengan, no quiero que mi hija sufra ningún daño.-

 

El Comisario, con una mueca de satisfacción en la cara cogió de nuevo el teléfono y  Lola pudo ver como respondía el policía que estaba mirando como su compañero iba a violar a Loli. -Ya está bien, deteneos, llevad a la chica al calabozo-

 

Los policías obedecieron, sacaron a Loli de la sala y se la llevaron. El Comisario extendió la mano para que Lola cogiese el móvil que le había ofrecido. 

 

-No lo olvides, tenlo siempre encendido y haz exactamente lo que se te diga cuando te llamen, no quiero ninguna queja o tu hija irá directa a la cárcel sin vuelta atrás. 

 

-Esta bien, esta bien, haré todo lo que dice- dijo Lola resignada cogiendo el móvil que le ofrecía el Comisario.

 

-Bien, eso espero, un par de cosas más, tu sobrino Tobías se ha marchado de la clínica, su padre, tu cuñado Ricardo, va a tener que estar fuera de la ciudad una temporada. Te harás cargo de tu sobrino y posiblemente tenga que salir tu marido de la residencia, si queremos que tu hija no entre en la cárcel tendreís que aparentar ser una familia muy normal y muy decente.

 

-No me ha dicho nada de eso mi cuñado Ricardo- dijo Lola sorprendida

 

-Seguro que no le ha dado tiempo, ha sido todo muy rápido. Tobías es para mi como un hijo, de hecho soy su padrino así que en cierto modo casi somos familia jajaja.- la risa burlona del Comisario no podía ocultar que le satisfacía aquel hecho. La mente calenturienta de aquel crápula parecía estimularse imaginando situaciones del chaval con su tía. Eran el tipo de “cochinadas” que le gustaba ver y escuchar.

 

-Tobías siempre ha entrado en mi casa como si fuese la suya,  Hasta que se metió en el mundo de las drogas estaba mas con mi familia que con su padre desde que se separó.-dijo Lola, que en verdad tenía un gran afecto por aquel chaval. La vida había sido muy dura con el chico, abandonados por su madre, con un padre que nunca estaba en casa y a pesar de todo siempre buen estudiante, con notas brillantes. Nadie supo muy bien que ocurrió cuando un buen día abandonó los estudios, quería ser maestro como su prima Loli, pero dejó de visitar a su familia y comenzó a rodearse de malas compañías. “una lastima”, pensaba Lola.

 

-Quiero que me lo cuides bien, todos hemos tenido su edad, ya sabes como son los chavales, el chico seguro que necesita cariño, tienes que ser la madre que nunca tuvo, escucharle, saber lo que necesita, llevarlo por el buen camino

 

-Siempre lo he hecho- respondió Lola que no entendía tanta insistencia con su sobrino

 

-Creo que en tu casa solo teneis dos dormitorios, el tuyo y el de tu hija, ¿es así?

 

-Si, así es- respondió Lola extrañada por la pregunta

 

-Bien, entonces el chaval dormirá en tu cama. Me parece más razonable que duerma con la tía que con la prima.-

 

-Pero… Tobías ya no es un niño.. tiene la edad de mi hija. Es mi sobrino, no creo que sea lo mas adecuado meterlo en mi cama. ¿Y si mi marido sale de la residencia? ¿no me decía usted que quizás fuese necesario?. En casa tenemos un sofá cama…- decía Lola ante aquel imprevisto de tener que meter a su sobrino en su cama.

 

-|No vuelvas a replicar nada de lo que te digo|, te he dicho que el chico duerme en tu cama y dormirá en tu cama, se la ofrecerás generosamente, |TU, harás que duerma en tu cama|, es mi ahijado, no lo olvides. Le tengo mucho cariño, incluso lo lleve un par de veces de putas para que lo desvirgaran, quiero que esté bien atendido, no voy a seguir pagándole putas cuando tiene una en casa- dijo tajante el comisario

 

-Tobías es como un hijo para mi, no puedo hacer eso...por favor no me obligue a hacer algo así, tan solo es un chaval… yo, yo…-decía Lola angustiada por aquella “sugerencia”.

 

-|Tu, eres una puta. Mi puta| Y harás todo lo que te diga, ¿queda claro?. Vas a seducirlo, meterlo en tu cama, decirle que estas muy necesitada con tu maridito ingresado. |Te lo vas a follar|, no una vez, no, quiero que el chico te folle cuando le apetezca. Los chicos a su edad están empalmados a todas horas, seguro que cuando te metas en la cama él te espera con la polla dura, quiero que se desfogue contigo. Que no me entere que le niegas nada Lola, ¿Ha quedado claro lo que quiero?

 

-¿Y mi hija, que dirá si ve a su primo dormir en mi cama?, no puedo hacer eso, no me obligue por favor….- suplicaba la pobre Lola

 

-Esta bien, esta bien, dormirá con tu hija. La verdad me da igual si duerme en tu cama o en la de tu hija, el coño que lo atienda es cosa vuestra. Si tu prefieres que tu sobrino se folle a tu hija no hay mas que hablar.-

 

-Es usted un cerdo repugnante, está bien, haré lo que me pide, deje en paz a mi hija- dijo Lola resignada

 

-Eso está mejor Lola, mentalízate, desde hoy eres una puta perra, vas a dejar contentas todas las vergas que te diga, la de tu sobrino tan sólo es una más. Esa es un capricho personal mío, me pone cachondo que me cuentes los detalles cuando te pregunte mmm. Ya sabes, no quiero ni una queja de nadie, me los dejas bien contentos, incluido el chaval, todo lo que te pidan, sin quejas, sin peros, bien contenta y agradecida. ¿Ha quedado claro ahora lo que quiero?-

 

-Ha quedado claro- dijo Lola en voz baja sin poder contener la mirada del Comisario

 

-Así me gusta, eso esta mejor. Ninguno de los dos queremos ver a tu hija en la cárcel ¿verdad?. Puedes irte a tu casa, descansa, pero mantén el móvil encendido, no lo olvides- Dijo amenazador el Comisario a modo de despedida.

 

Lola cogió el móvil y salió de allí, tenía la sensación de estar viviendo una pesadilla, tenía ganas de despertar, pero todo aquello era muy real, demasiado, no tardaría en darse cuenta.

 

EL SOBRINO DE LOLA

 

Aquella misma noche Tobías se presentó en casa de Lola. Su tía se empeñó al llegar que se instalase en su propio cuarto, tan solo contaba con  la cama grande de matrimonio pero el apartamento era pequeño. El se ofreció a dormir en el sofá pero su tía se negó en redondo.

 

-No te preocupes hijo, hay confianza, eres mi sobrino y no se trata de pasar una noche, tienes que quedarte en casa hasta que regrese tu padre.

 

Tobias de la misma edad que su prima, ambos 18 años, era un chaval delgado, de baja estatura, cabello rizado pelirrojo, piel pecosa, guapito de cara pero con apariencia de crio,  desde luego aparentaba varios años menos de los que tenía. 

 

Poco dado a las relaciones sociales, introvertido, en casa de su padre se pasaba el día delante del ordenador. Se había convertido en un pajillero compulsivo mientras veía páginas porno, las horas pasaban una tras otra sin que se cansara de masturbarse una y otra vez, un auténtico adicto al sexo. La naturaleza le había dotado de un miembro de considerables dimensiones, parecía mentira que el cuerpo de un chaval con pinta de enclenque escondiera semejante verga, no solamente grande y gruesa sino con una considerable capacidad de recuperación. El alcohol y las drogas se habían convertido en sus compañeros de sesiones de sexo cibernético.  Su padre intentó rehabilitarlo metiéndolo en una clínica pero el chico, harto de la presión y los controles al cumplir su mayoría de edad decidió abandonarla.

 

Aquella primera noche de Tobías en casa de su tía fue extraña para el chico, se sentía un poco cortado, se metió en baño para ponerse un pijama aprovechando que Lola estaba recogiendo la cocina. Cuando ella entró en el dormitorio Tobías estaba metido en la cama, no podía evitar sentirse excitado, tenía la polla dura desde que Lola le había dicho que tenían que dormir juntos.

 

Tobías se dió la vuelta en la cama para evitar mirar a su tía mientras se desvestía para ponerse el camisón que había sobre la silla. Poco después sintió como ella entraba en la cama y se pegaba a su espalda.

 

-No te preocupes hijo, no quiero que estés incómodo por dormir con tu tía. Se que lo has pasado mal últimamente.- dijo con ternura Lola al tiempo que se pegaba a la espalda de su sobrino.

 

Tobías notaba la presión de los pechos de Lola pegados a su espalda, el roce de aquellas tetas grandes hacía que su erección en lugar de disminuir alcanzara el apogeo de que era capaz. De repente notó la mano de su tía recorriendo su espalda, bajando hacia su culo, acariciándolo con suavidad, rodeando su cintura despacio para terminar buscando aquel pene juvenil completamente erecto. 

 

-Vaya… estas excitado, menudo paquete tienes hijo- dijo Lola metiendo su mano dentro del pijama de su sobrino y acariciando aquella verga dura como un palo. Lola sabía perfectamente lo que tenía que hacer, el Comisario había sido muy explícito, estaba segura que posiblemente al día siguiente la llamaría para preguntar por lo que había ocurrido. Aquel crápula seguro que le excitaba escuchar de sus labios los detalles.  Estaba en juego la libertad de su hija y eso estaba por encima de cualquier escrúpulo que pudiese tener con su sobrino.

 

-Perdona tía, no lo puedo controlar- decía Tobías avergonzado por no poder controlar la excitación. Desde luego era imposible conseguirlo mientras notaba la mano de su tía meneándosela con suavidad pegada a su espalda. 

 

-No te preocupes hijo, a tu edad es normal que te ocurra esto estando en la cama con una mujer.  Quítate el pantalón del pijama, estarás mas cómodo.-

 

Tobias sin responder, en silencio, bajó con sus manos el pantalón del pijama, sacándolo fuera de la cama. 

 

-Ven date la vuelta,  Pegate a mi espalda, Abrazame, hace muchos días que nadie lo hace en mi cama.-

 

Los dos se giraron hacia el lado contrario de la cama, Tobías se pegó a la espalda de su tía, su mano derecha bajo la almohada y la otra sobre las sábanas abrazaron a su tía. Lola cogió aquellas dos manos temblorosas y las llevó a sus pechos al tiempo que notaba como la verga de su sobrino, dura como una piedra, presionaba en sus nalgas. 

 

-Tranquilo hijo, no estés nervioso, puedes cogerlas con fuerza, aprietalas. ¿Te gusta tocarle las tetas a la tía?- preguntaba Lola con voz suave y melosa intentando relajar al muchacho que comenzó a manosear aquellas tetazas grandes que sus manos eran incapaces de abarcar. 

 

Tobías lejos de relajarse tenía la respiración cada vez mas agitada, sus manos se afanaban por abarcar las tetas de su tía, manoseandolas, tocándolas a su antojo. No tardó en notar la mano de su tía buscando su verga que presionaba con fuerza las nalgas de Lola.

 

-No digas nada hijo, ya noto cómo estás. No te preocupes, ven, colócala entre mis piernas, yo me encargo, deja que te guíe.- La mano experta de Lola cogiendo aquella polla juvenil la llevó a la entrada de su vagina, estaba excitada, se sentía mojada, había sido una sorpresa para ella descubrir lo bien dotado que estaba su sobrino. No le costó ningún esfuerzo dejar que aquella verga presionase sobre la entrada de su coño y se deslizó dentro con total facilidad. 

 

Tobias al notar como su tía se la había metido dentro del coño por completo instintivamente comenzó a mover la cintura. |La estaba follando, se estaba follando a su tía|. Apenas una docena de embestidas con suavidad y Tobías sintió que estaba a punto de correrse, aceleró los movimientos, su respiración se convirtió en jadeos.

 

-Tranquilo hijo, tranquilo, no te preocupes. Puedes vaciarte dentro de mí, no me importa, tomo la píldora- decía Lola animándole para que se corriese.

 

El chico que no podía contenerse mas se descargó en el coño de su tía, no sabía que decir, estaba aturdido, todo aquello había sido tan fácil, 

 

-Muy bien hijo, tranquilo, dejala dentro, puedes dormirte así ¿te ha gustado?

 

-Si tía, mucho

 

-Puedes hacerlo por las noches, a mi tambien me ha gustado, será nuestro secreto.

 

El chico no dijo nada, continuó abrazado a su tía agarrado a sus tetas, notando como su verga ahora flácida salía de aquel coño jugoso que se le había ofrecido con tanta facilidad. Poco después escuchaba la respiración profunda  de su tía completamente dormida, él era incapaz de conciliar el sueño. “Pobrecilla, tiene que estar muy necesitada”, pensó Tobías imaginando a su tía carente de sexo al tener a su marido ingresado en la residencia. 

 

Sus manos aferradas a las tetas de Lola por encima del camisón no tardaron en buscarlas metiéndose dentro de la prenda, libres de sujetador Tobías comenzó de nuevo las caricias y su verga no tardó en responder de nuevo. Dura como antes, su mano la cogió con fuerza buscando colocarla de nuevo entre las piernas de su tía, le fué muy sencillo encontrar la entrada y meterla de nuevo. 

 

Lola continuó dormida, no fue consciente que su sobrino se la follaba por una segunda vez, en esta ocasión durante un buen rato hasta que como la vez anterior se corrió de nuevo dentro de su tía.  Cuando sonó el despertador para su tía indicando que era la hora de levantarse para ir a trabajar ella vió a su sobrino completamente dormido, sin escuchar el fuerte sonido de la alarma, 

 

“Pobrecito, está frito”, pensó Lola, solamente consciente de la primera vez que su sobrino la había follado aquella noche, pero era ella la que no se había enterado que el chico había repetido hasta tres veces más sin que ella se diese cuenta nada.

 

Después de aquella primera noche la escena se repitió cada día, Lola se acostaba de espaldas a su sobrino que al instante se pegaba a su espalda y abrazándola comenzaba a follarla hasta que se corría dentro de ella.

 

 

 

 

 

Después de aquel primer día los acontecimientos se fueron desarrollando muy rápidamente.  Loli fue puesta en libertad al día siguiente, al mismo tiempo que su novio Toni abandonaba la ciudad bajo la amenaza de ingresar en prisión.

 

Loli le dijo a su primo que su novio la había metido en un problema y que por eso se había tenido que ir de la ciudad. Al día siguiente Loli acudió a la ONG tapadera donde debería oficialmente realizar sus trabajos a la comunidad.  Bajo una apariencia legal desde el local se accedía al piso superior donde Loli y tres jovencitas más eran explotadas. Un lupanar de lujo donde cada chica tenía su habitación y una madam controlaba la entrada y salida de clientes. Solo se accedía con cita previa, clientes selectos, contactos del Comisario y gente muy adinerada dispuesta a pagar grandes cantidades por disfrutar de cualquier fantasia sexual.

 

A Loli le asignaron un turno de 9 a 13h así por las tardes podía continuar con sus estudios con normalidad. Una jovencita tan exuberante como ella, en avanzado estado de gestación era un bocado muy apetecible para muchos crápulas con dinero así que le pusieron un tiempo máximo de 20 minutos por cliente. De tal modo que pudiera contentar una docena de vergas cada mañana. 

 

Los clientes pagaban antes de entrar donde negociaban los servicios con la madam, en cualquier caso el paquete de servicios básico de cualquiera de las chicas incluía la libre disposición de sus tres agujeros las veces que quisieran repetir en los veinte minutos asignados. Cien euros era el mínimo si el cliente no solicitaba algún “servicio especial”.  De tal modo que Loli facturaba para el lucroso negocio del Comisario mas de mil euros diarios en tan solo cuatro horas. Los clientes eran captados a través de internet con suma facilidad, incluso pagando por anticipado la reserva de dia o hora, todos querian disfrutarla antes de que pariera.

 

Lola por su parte renunció a la excedencia en su trabajo y se reincorporó de nuevo. Por las tardes comenzaba a sonar el móvil, clientes en hotel, domicilios, fiestas privadas, cenas. El círculo de clientes no era muy amplio, pero repetían asiduamente, pronto se dió cuenta que el Comisario había establecido una especie de calendario para repartir y ocupar todas las tardes hasta avanzadas horas de la noche. 

 

Loli encerrada en aquella habitación por las mañanas, su madre llevada de aquí para allá por las tardes, ambas habían comenzado en el mundo de la prostitución sin tiempo a asimilarlo. Madre e hija tenían algo en común, las dos eran hembras extremadamente ardientes, especialmente Loli incapaz de contener varios orgasmos cada mañana mientras era montada sin descanso durante las cuatro horas que estaba en el burdel. Las dos tenían el domingo como día de descanso semanal pero ambas sabían que el Comisario las podía llamar en cualquier momento. 

 

Tobias por su parte llevaba casi una semana instalado en la casa, apenas las veía, entraban y salían y cuando llegaban a casa las dos estaban rendidas y se metían en su cuarto.  Igual que cuando vivía en el piso de su padre, se pasaba el día holgazaneando en el sofá con su portátil. No había podido soportar la presión en la clínica de rehabilitación, excesivo control, pero hacía esfuerzos para mantenerse alejado del mundo de las drogas, la prueba era que desde que había salido no había vuelto a consumir, otra cosa distinta era el cibersexo al que seguía enganchado.

 

Las folladas nocturnas a su tía comenzaban a ser rutinarias y repetitivas para su vigorosa juventud. Antes de eso, sus únicas experiencias reales de sexo habían sido acompañado por el Comisario, su padrino, que se lo había llevado un par de veces de putas para que se desvirgara. Después de una semana en el sofá Tobias pensó que quizás pudiese localizar a la putita que le llevó su tío en un piso de contactos, aquella chavala poco mayor que él había sido una experiencia muy satisfactoria que le encantaría repetir. 

 

Tobías estaba navegando por páginas de contactos buscando aquella zorrita que le desvirgó cuando sus ojos se quedaron como platos fijos en el anuncio que tenía delante, “18 añitos, zorrita preñada a punto de parir, todos los servicios. Me encanta que me follen el culo mientras me tocan el coño, me corro con facilidad.  Tetas increíbles para hacer cubanas. Aprovecha los últimos días antes de dar a luz, solo con cita previa. 100 euros completo, incluido anal.”. Acompañando este texto varias fotos de la chica en poses obscenas, a cuatro patas, de frente abierta de piernas, mostrando el coño completamente abierto y aquella panza increíble, agarrándose las tetas con las dos manos, ufff. En todas las fotos la cara estaba difuminada para evitar ser reconocida, pero Tobias vió aquel tatuaje en el hombre, pincho en la foto y la amplió lo máximo que daba la resolución, el tatoo se leía perfectamente “All for love”, todo por amor en castellano. Aquel tatoo era el que llevaba Loli, su prima, era inconfundible. 

 

La verga de Tobías se puso dura al instante, su chándal bajado a la altura de las rodillas la dejaba a la vista, llevaba toda la mañana haciéndose pajas, pero aquellas fotos la pusieron en funcionamiento nada mas verlas. Tobias seleccionó las fotos y las descargó en su portátil junto con un pantallazo del anuncio. Pulso de nuevo en las fotos y las visualiza a pantalla completa, en bucle, que fuesen pasando mientras el se pajeaba. “Joder prima que buena estas, vaya tetas, vaya culo, vaya coño peludo…” se decía Tobías mientras su mano aceleraba los movimientos de la paja. 

 

Una paja brutal, la mejor paja que se había hecho en su vida, pensaba Tobias mientras buscaba las fotos del verano pasado del día que fué a la piscina con su tía y su prima. Se había pajeado tantas veces viendo aquellas fotos de las dos en bikini, su prima por aquel entonces no estaba preñada, su cuerpo delgadito hacía que destacasen aún más aquellas tetazas que tenía desde cría. Ahora podía verlas completamente desnudas, colgando, de frente, mostrando aquellas areolas grandes como dos galletas marias, aquellos pezones puntiagudos. Pulsó en una de las fotos de la web de contactos, una en la  que su prima estaba abierta de piernas abriéndose el coño con las dos manos, labios grandes, sonrosados, pero sobre todo con aquel matojo de pelo negro que cubría por completo su entrepierna. “Buff menudo chocho tienes prima..” se decía Tobías a punto de correrse viendo a su prima completamente abierta para él.

 

No le dió tiempo a reaccionar, de repente el ruido de la puerta de casa al abrirse y su prima entrando directamente en el salón, a su espalda, viendo como su primo se masturbaba compulsivamente en el sofa y el grito de Loli  - !Tobias ¿Que haces?!-

El susto del pobre chico fue descomunal, no pudo contener la corrida que soltó directamente sobre la pantalla del portátil donde permanecía la foto de su prima de frente abierta completamente de piernas.

 

Su prima no necesito más de tres pasos para ponerse a su espalda en uno de los laterales del sofá -!Eres un guarro, ¿te estabas haciendo una paja en mi casa?!- dijo Loli que no se había percatado de la foto que estaba viendo su primo.

 

-Joder que susto prima, buff.. no me he podido contener al verte asi, menudo felpudo…- Dijo Tobías de forma inocente mientras se subía el chándal para guardar la verga de la vista de su prima, una verga que permanecía dura y no podía disimular el bulto que marcaba en el chándal. 

 

Loli miro con detalle la pantalla del portátil llena de chorretones de semen de la corrida de su primo pero al instante pudo reconocerse en la foto que ocupaba toda la pantalla -¿De donde has sacado esa foto? ¿Como tienes eso?- preguntó Loli que desconocía por completo que sus fotos figuraban en una web de contactos, con su rostro oculto, pero era ella, estaba claro.

 

-He visto tu anuncio en internet, te he reconocido enseguida por el tatuaje- respondió Tobías que señalaba en la pantalla el tatoo de su prima mientras intentaba limpiar la corrida con una servilleta de papel. 

 

Loli estaba blanca como el papel, no podía negar lo evidente, desconocía que hubiesen puesto un anuncio de ella en ninguna web, pero ahora ya era demasiado tarde para negar lo evidente, al menos a su primo. Su máxima preocupación era que ni su madre ni su padre llegasen a enterarse de nada, eso era lo único que tenía en la cabeza. -Prometeme que no dirás nada de esto a mis padres- rogó Loli. 

 

Tobías se la quedó mirando fijamente, su prima estaba verdaderamente asustada, el miedo estaba en el ambiente. Loli llevaba un vestido premamá color crema, amplio, pero que no podía disimular su tremenda barriga. Abotonado al frente de forma discreta quedaba ceñido a su pecho que parecía hinchado, a punto de explotar dentro del vestido.  No excesivamente corto le llegaba poco mas arriba de las rodillas. Zapatos planos. Desde luego no tenía pinta de puta de internet. 

 

-¿De verdad eres una puta prima? ¿Ahora vienes de que te follén?- dijo Tobias con mas curiosidad que otra cosa. Realmente le costaba creer que su prima estuviese haciendo aquello.

 

-Promete que no dirás nada a mis padres- insistió Loli que era su única preocupación. 

Aquel interés de Loli, su insistencia, pareció hacer reaccionar a Tobías. La veía acojonada, no sabía si a punto de llorar o de echarse de rodillas delante de él.

 

-No me has respondido prima ¿eres una puta? ¿ahora vienes de follar?- 

 

-Si, lo soy, si, es muy largo de explicar, tengo que hacerlo. Pero mis padres no tienes que enterse. Por favor primo, ¿me guardarás el secreto?- dijo Loli sentándose en el sofá junto a su primo, su voz entrecortada, sus manos temblorosas.

 

-Siempre me has gustado Loli, dejé de venir a esta casa cuando comenzaste a salir con Toni, estaba celoso de él. Me pones muy cachondo prima, no veas lo cachondo que estaba viendo tus fotos.-

 

-Bueno si tu no dices nada… yo podría encargarme de aliviarte de vez en cuando- dijo Loli intentando contentar a su primo para evitar que dijese nada, aquella posibilidad la  aterraba. La mano de Loli se apoyó sobre el bulto que marcaba el chandal de su primo, el chaval seguía manteniendo una buena erección después de la corrida.

 

-¿Lo harías? ¿Así, sin mas?- Tobías estaba desconcertado, le costaba asimilar que su prima fuese una putilla, siempre tan inocente, tan buena estudiante, había cambiado desde que comenzó a salir con Toni, pero jamás podía imaginarse que hasta ese extremo. Y sin embargo ahora la tenía sentada a su lado en el sofá agarrándole la polla con la mano con total naturalidad.

 

-Venga primo, que ya somos mayorcitos, es solo sexo. Tu no dices nada y yo me porto bien contigo, necesitas que te bajen este palo, está muy dura mmmm. ¿Te crees que no he visto siempre como me mirabas las tetas?, seguro que prefieres verlas y tocarlas cuando quieras a que se enteren mis padres ¿a que sí primo?... mira que hinchadas se me han puesto desde que estoy preñada, ven tocalas- decía Loli soltando la verga del chaval para cogerle la mano y llevarla a su escote

 

Tobías se dejaba hacer, Loli se encargó de ponerle la mano sobre sus pechos y los dedos del chico hicieron el resto, amasando los pechos con fuerza sobre el vestido, mirándolos a su antojo…

 

-¿Te gustan? que gordas se me han puesto, ¿verdad?, las tengo rebosantes de leche, ¿quieres que te haga una paja con ellas?, veras que rico….¿No les vas a decir nada a mis padres, verdad primo?-

 

Tobias estaba aturdido, sin saber que decir, la soltura que demostraba su prima manejando la situación le hacía empequeñecerse, se sentía incómodo, pero al mismo tiempo el sobeteo que le estaba dando a las tetas de su prima le habían puesto la polla a reventar, tenía una erección de caballo, el bulto bajo su chándal era considerable…

 

-Joder.. vaya tienda de campaña se te ha puesto primo, déjame a mí, yo me encargo de bajarla, pero antes prométeme que no dirás nada..¿lo prometes?

 

-Lo prometo- dijo Tobías con una tremenda excitación que no podía disimular de ningún modo.

 

-Ven primo, vamos a mi cuarto, no vaya a ser que venga mi madre del trabajo antes de tiempo- dijo Loli con soltura, levantándose del sofá y cogiendo a su primo de la mano.

 

Tobías se dejaba llevar como un corderito, su prima le metió en su cuarto y lo hizo sentarse en su cama al tiempo que le bajaba el pantalón del chándal y dejaba aquella verga juvenil de considerable tamaño, totalmente erecta, a la vista.

 

-mm menudo pollón tienes primo, uff vaya nabo, que calladito lo tenías con lo flacucho que eres. Tranquilo déjame a mí, tu prima se encarga de todo- decía Loli viendo el estado de nerviosismo en el que estaba su primo. 

 

Loli se desabotono el vestido que se abría por delante, bajo las tapas del suje premamá y dejó sus pechos a la vista, grandes, tremendos, hinchados… Sus manos los cogieron con las dos manos presionandolos haciendo que chorritos de leche brotaran de sus pezones..

 

-¿Ves como me sale la leche primo?, las tengo bien cargadas, mirá cómo rezuman… ¿Te gustan? ¿Quieres correrte en ellas?, ven primo, ven…- dijo Loli arrodillándose entre las piernas de su primo y acercando sus tetas a la polla dura de Tobías totalmente empalmado, rodeándola con ellas y comenzando a deslizarlas de arriba abajo una y otra vez al tiempo que bajaba la cabeza y comenzaba a lamer el glande del chico que asomaba entre sus pechos.

 

Tobias no podía contener los gemidos retorciéndose en la cama intentando mantenerse sentado mientras sus dos manos se apoyaban y agarraban la colcha con fuerza….-joder prima… que pasada- decía Tobías

 

-Mmm que rico| Tienes un buen rabo primo, me estas poniendo cachonda- dijo Loli levantando la cabeza un instante para volver a mamar con ganas. Llevaba apenas una semana trabajando de puta para el Comisario y lejos de sentirse mal disfrutaba con su trabajo. Su grado de excitación aumentaba cada día que pasaba corriendose con facilidad, cada mañana disfrutaba de varios orgasmos mientras era montada por un hombre tras otro. Las pollas entraban y salían de sus agujeros sin descanso y para la caliente jovencita era como tener una sesión de sexo de cuatro horas con el mismo. Si aquello no era ninfomanía se le parecía mucho.  Era la única explicación que ella le encontraba al sentirse excitada en ese momento, mamando la verga a su primo, grande, dura, un buen rabo juvenil que le llenaba la boca y estaba haciendo que su coño se empapara de nuevo.

 

-Despacio prima, despacio…. joder no seas tan ansiosa, estoy a punto de correrme. ¿Te importa si te la meto? tengo los huevos a reventar- dijo Tobías notando que estaba a punto de vaciarse en la boca de su prima.

 

Loli dejo de mamar, le miro a la cara sonriendo -claro primo claro, metemela, yo también estoy cachonda, necesito correrme- dijo Loli levantándose del suelo y subiendo a la cama para ponerse a cuatro patas con las rodillas apoyadas en el borde de la cama mientras sus manos se aferraban a la colcha esperando la embestida.

 

Tobías se levantó de la cama, se puso de pie a la espalda de su prima, entre sus piernas y sus manos cogieron el borde del vestido para echarlo sobre la espalda de Loli. -pero que cochina eres prima, |Vas sin bragas, marrana|- decía el chico viendo aquel culazo poderoso completamente desnudo, en pompa, con la piernas separadas ofreciendo sus agujeros bien abiertos, el ano enrojecido y muy dilatado por las múltiples penetraciones a las que era sometido diariamente, el coño muy peludo pero mostrando unos grandes labios vaginales rosados que dejaban la puerta abierta de aquella vagina,  rezumando jugos por la excitación.

 

-¿Te molesta que lleve el coño al aire primo?, follame el culo y tócame el coño, quiero correrme…. metemela joder, necesito polla..- pedía Loli ansiosa

 

Tobías con la verga en la mano miraba aquel agujero dilatado, enrojecido, a sus 18 años nunca había enculado a ninguna mujer. Miraba como su prima después de ensalivar sus dedos ella misma acercaba la mano a la entrada del ano para lubricarlo -venga metemela, venga, ¿a que estas esperando?-

 

Tobías se dejó llevar, apoyó su verga en la entrada del culo de Loli y presiono, la polla se deslizó con facilidad sin ofrecer ninguna resistencia, mientras la mano de su prima se frotaba el coño sin esperar sus caricias -uhmm uhmm que rabo mas rico, muévete joder, muévete, fóllame fuerte, con ganas- pedía Loli

 

Tobias cogio con las dos manos las caderas de su prima y tiró con fuerza hacia él comenzando un mete saca rápido, estilo conejito duracell. Aquella verga juvenil, dura como un palo, entraba y salía del culo de Loli a buen ritmo. La chica se masturbaba con ganas mientras era enculada, con la cara apoyada contra la cama y el culo en pompa. 

 

-Uhmm ahhh ahhh que rico| no pares, no pares| sigue follándome el culo, uhmm uhmm como me gusta, métemela toda, hasta el fondo, estoy muy cachonda, muy caliente.. a punto de correrme, sigue, sigue, por favor- insistía Loli que movía su mano compulsivamente acariciando su coño

 

-Buff buff, yo también estoy a punto prima, ¿puedo correrme en tu culo?

 

-Claro, claro que si, llenamelo de leche, voy a correrme, estoy ardiendo, tengo el coño a cien… |Ahora, dámela, dámela toda| Ahhh Ahhh Ahhhh-

 

El orgasmo de los dos llegó simultáneamente, un gran chorro de flujo brotó del coño de Loli mientras Tobias se tumbaba sobre su espalda al tiempo que vaciaba la leche de sus testículos en el culo de su prima. 

 

Los dos se habían quedado tendidos, boca arriba, sobre la cama. Tobías le cogió la mano a su prima mientras se miraban el uno al otro sin decir nada. Loli rompió el silencio

 

-¿Te ha gustado Tobías?, ¿Era la primera vez que te follabas un culo? ¿o eras virgen del todo?- preguntó Loli curiosa

 

-Me ha gustado mucho Loli, no lo había hecho nunca por detrás, por delante si..- respondió Tobías un poco avergonzado

 

-Mi madre no tiene que enterarse de nada, si eres buen chico dejaré que me la metas de vez en cuando. Uhmm tienes un buen rabo primo- la mano de Loli cogió la verga, ahora flácida, de su primo acariciándola

 

-No te preocupes Loli, no diré nada, tranquila- desde luego que no, pensó Tobías, no estaba dispuesto a desaprovechar la ocasión de seguir disfrutando de su prima.

 

Después de aquel día Tobias buscaba la ocasión de repetir con su prima permanentemente, pero no era fácil, si su prima no llegaba pronto al medio día su tía regresaba del trabajo y los podría pillar. Por las tardes Loli iba a clase después de comer, su tía recibía llamadas a diario que la hacían salir también al poco de marcharse su prima, cada día le daba una excusa mas peregrina cuando se marchaba de casa, cambiada de ropa,  con unas prendas cada vez mas provocativas. Unas veces era un recado, otras veces que tenía que ir a comprar pero Tobías estaba con la mosca detrás de la oreja, ninguna mujer se viste tan provocativa para bajar al super. Lola estaba fuera de casa tres, cuatro o cinco horas todas las tardes.

 

Pocos días después después de comer Loli se fué a clase, su tía recibió una llamada y cuando colgó se metió en la ducha olvidando su móvil sobre la mesa del comedor. Tobías que permanecía sentado, comiendo un dulce, vió la luz del móvil al recibir un mensaje, no pudo evitar mirarlo. “Hoy ponte los leggins que te regalé, sin nada debajo, me gusta ver como se te marca ese coño de puta que tienes. He invitado a un amigo, te follaremos los dos, me da morbo, Tranquila te pagaré por los dos”. Tobías hizo una foto con su móvil a la pantalla del teléfono de su tía, aquel mensaje demostraba que su tía era otra puta igual que su prima. Solo de pensarlo el rabo se le puso duro al instante, dos putas en casa, madre e hija y él se las estaba follando a las dos buff.

 

Veinte minutos después salía Lola de la ducha, vestida con un albornoz de baño blanco, el pelo recogido en una toalla, se notaba que no llevaba nada debajo por el movimiento de sus pechos, el balanceo de sus nalgas. A sus 39 años era una mujer realmente atractiva, voluptuosa, sexy, una mujer maciza si señor. 

 

Tobías se la quedo mirando cuando ella se acercó a la mesa y cogió su móvil leyendo el mensaje que él había visto minutos antes. Ella no dijo nada, le miró como preguntándose en su interior si el chico lo habría visto, a fin de cuentas el móvil estaba en la mesa junto a su sobrino. Tobías no había dado muestras de consumir alcohol ni drogas en los días que llevaba en su casa, había vuelto a ser el chico tímido y encantador que era antes de sus adicciones. Callado pero muy observador Tobías se fijó en el pin que tecleó su tía para encender su móvil y vió como ella despreocupada volvía a dejarlo sobre la mesa para dirigirse hacia su cuarto.

 

-Voy a cambiarme, tengo que salir para hacer unos recados- dijo Lola

 

Tobías no pudo resistir la tentación al verla meterse en su cuarto de coger el móvil de Lola, teclear el pin de acceso y pulsar el botón del whatsapp. Buff docenas de mensajes subidos de tono con citas de clientes donde le detallaron el vestuario que querían, los servicios, precios, una auténtica y completa agenda de una puta profesional.  Tobías seleccionó una docena de conversaciones y pulso la opción de exportar los chats a su teléfono móvil. Ahora no disponía de un solo mensaje sino una completa colección de citas con precios y servicios muy detallados “joder con la tía” pensaba Tobias mientras lo hacía. 

 

Pocos minutos después salía Lola de su cuarto vestida con unos leggins color crema totalmente ceñidos a su cuerpo como si fuesen unas medias a la cintura, una blusa negra entallada semitransparente que traslucía un sujetador blanco y una gabardina ligera que se apresuraba a abotonar para que su sobrino no la viese con aquellas pintas, ya era tarde, Tobías se la había adelantado a su intención de ocultarse. Los dos disimularon como sino se hubiesen dado cuenta de nada. Lola cogió su móvil y lo metió al bolsillo de la gabardina.

 

-Posiblemente tarde en volver, tengo que hacer bastantes cosas. ¿Te quedas en casa Tobias?, sales muy poco, quizás deberías comenzar a salir a la calle.- dijo Lola con voz preocupada viendo que su sobrino se pasaba el día en casa. 

 

-Prefiero no salir de casa hasta que me encuentre totalmente recuperado- respondió Tobías a su tía.

 

-Como prefieras, parece que lo llevas muy bien y eso me alegra mucho. Para mí ya sabes que eres como un hijo- dijo Lola con ternura y voz sincera poniéndose a su espalda, su pechos rozaron la nuca de su sobrino al inclinarse para abrazarlo de forma cariñosa.

 

Tobías totalmente empalmado no pudo aguantarse mas al notar las tetas de su tía frotándose en su cabeza -Joder Tía, ¿si tuvieses un hijo también te lo follarías?- soltó el chaval a bocajarro.

 

Lola ofendida soltó sus brazos de la espalda de su sobrino, estuvo a punto de darle un guantazo pero se contuvo, apretando los dientes y conteniendo la ira.

 

-No te hagas la ofendida tía, se perfectamente que sales todas las tardes para hacer de puta, he visto tus mensajes del móvil. Y parece que no tienes bastante porque cuando vienes a casa, te metes en la cama conmigo y  dejas que te la meta todas las noches. Eres una zorra, me das asco.-

 

-Hijo yo.. tengo que hacerlo.. no puedo explicártelo- dijo Lola intentando salir del paso.

 

-Yo pensaba que estabas realmente necesitada de sexo y por eso te lo montabas conmigo en la cama por las noches. Pero ahora he visto que eres una viciosa, una puta. mientras yo me mato a pajas durante el día en ese maldito sofá.

 

-No es así Tobias, hago lo que hago porque tengo que hacerlo, no tiene nada ver con lo nuestro- repetía Lola aturdida porque su sobrino estuviese al corriente de sus obligaciones fuera de la casa.

 

-¿Lo nuestro?, lo nuestro es que me metiste en tu cama y cada noche te tiras a tu sobrino, para luego ver que te comportas  como si no pasara nada.|Eres una puta|. 

Quiero que me la chupes antes de marcharte a zorrear con cualquiera, me la has puesto dura restregandome tus tetas.-

 

-HIjo tengo que marcharme ahora, ya lo hablaremos cuando vuelva- dijo Lola nerviosa intentando salir del paso, aquello se le estaba yendo de las manos.

 

Tobias realmente tenía una buena erección, sin pensarselo dos veces se bajó el pantalón del chándal que llevaba y se sacó aquella verga juvenil tan gloriosamente desarrollada.

 

-¿Mi prima sabe que su madre es una puta?, estoy seguro que no. - dijo Tobías con voz seria, el tono no tenía nada que ver con su comportamiento habitual, educado, introvertido. Acostumbrado a que su tía se metiese en la cama por las noches dándole la espalda y dejando que su sobrino se pegase a ella para meterla como quien se la mete a una muñeca.

 

-Hijo… yo…. No le digas nada a tu prima.. por favor.- respondió Lola en tono de súplica.

 

-Depende de ti. Ya me canso de metértela como si me follara una almohada. Te he dicho que me la chupes puta. |Hazlo|-

 

Lola resignada se arrodillo frente a las piernas de su sobrino, cogio la verga con la mano y comenzó a menearla al tiempo que su sus labios se acercaban  para llevarse el glande a la boca. Comenzó a lamer la verga y no tardó en meterla en su boca para tragarla casi por completo iniciando una buena mamada.

 

-uhmm ves que bien tía, seguro que no te importa comerte un rabo mas antes de salir a zorrear,  uhmm lo haces muy bien tía, se nota que practicas mucho. Sigue, sigue, asi, asi, comemela toda, enterita, me gusta  como lo haces.

 

Lola no se paró en su mamada, escuchaba a su sobrino pero se esforzaba en ponerle ganas para terminar cuanto antes. No podía permitirse el lujo de llegar tarde con su cliente, el Comisario no perdonaba los retrasos.

 

-Ufff.. uhmm, me tienes a cien, estoy a punto… voy a correrme ahhh ahhh que rico, que bien la chupas tía, que bien.. |Trágate mi leche, trágatela toda|- decía Tobías sintiendo que no podía contener su corrida mas tiempo.

 

Lola se afanaba en acelerar sus movimientos con la boca, subiendo y bajando, tragandola toda, al tiempo que su mano derecha masturbaba a su sobrino y la izquierda masajeaba sus huevos a punto de reventar. De repente el chico se quedo rígido, un espasmo recorrió su cuerpo al mismo tiempo que Lola notaba como aquel semen caliente llenaba su boca, una corrida generosa, abundante, que ella tragaba sin dejar que una gota escapase de sus labios.

 

-Uhmm que rico tía, lo has hecho muy bien, seguro que no te importa que lo repitamos de vez en cuando, ¿verdad?. Por cierto, seguro que no te importa si llamo a un par de amigos para que vengan esta tarde a jugar en casa con la consola ¿verdad?

 

-Claro hijo, claro, te vendrá bien estar con algún amigo, te pasas el día solo y eso no es bueno. Teneis cosas en la nevera para merendar y algunos refrescos- dijo Lola actuando como si no acabase de comerle la polla a su sobrino. Los días que llevaba trabajando de puta hacían que estuviese adquiriendo una frialdad digna de una profesional. 

 

-|Pero que puta eres, ¿cómo puedes actuar como si no acabase de pasar nada?. No me has respondido tía, quiero que me la chupes de vez en cuando y follarte por el día no solo por las noches- dijo Tobías impaciente por saber cómo iba a reaccionar su tía desde ese momento.

 

Lola tragaba saliva y los restos de semen que aún tenía en su boca,  escuchando a su sobrino mientras se retocaba los labios con carmín, actuaba como una verdadera profesional,  mirándose frente al espejo que había en la entrada dispuesta a salir de casa.

 

-Cuando estemos solos hijo, cuando estemos solos puedes repetir- Dijo Lola con frialdad al tiempo que salía de casa

 

LOS AMIGOS DEL SOBRINO

 

Una hora después estaban Jorge y Pablo, dos amigos de Tobías, en casa de Lola. Aquellos dos chavales no eran precisamente dos angelitos, compañeros de juergas eran dos golfos de cuidado, de su misma edad, sin ninguna intención de rehabilitarse los dos seguían enganchados al alcohol y las drogas.

 

-Chicos aquí en casa nada de consumir, quiero dejarlo de verdad, sino es así os vais de casa- dijo Tobías siendo conocedor del riesgo de juntarse de nuevo con ellos. Pero al mismo tiempo quería probarse asi mismo que era capaz de dejarlo, se sentía bien, a punto de decir que estaba completamente rehabilitado.

 

-Tranqui chaval, ya sabemos que lo quieres dejar. Solo venimos a visitar a un amigo- dijo Pablo que parecía el cabecilla

 

-Eso tío, que hace mucho que no te vemos el pelo. Mola echar unas partidas al fornite, hace mucho que no jugamos.-añadió Jorge

 

Los tres comenzaron a jugar sin mas preambulos, un par de horas después descansaron para merendar algo.

 

-El otro día vi a tu prima, vaya barrigón tío, que pasada de tetas se le han puesto joder, dicen en el barrio que su novio Toni se ha dado el piro, parece que estaba metido en un asunto chungo- dijo Jorge

 

-A mi me mola tu tía, buff esta super buena, madurita, tetona ¿os acordáis hace un par de años, un verano que estabas pasando las vacaciones aquí con tus tíos y vinimos a merendar?- añadió Pablo

 

-Joder, claro, como olvidarlo, el día que ella salió de la ducha, se dejó la puerta entreabierta de su dormitorio y la vimos mientras se vestía, buff menudos cántaros, vaya culo, vaya coño peludo, la de pajas que me habré hecho recordando aquel día- corroboró Jorge

 

Tobías se sentía con ganas de hacer partícipes a sus amigos de lo que había descubierto de su tia -chicos, si me guardáis el secreto os cuento lo que acabo de descubrir de mi tía- dijo Tobías de forma inocente.

 

-Claro joder, somos colegas, cuenta tipo, cuenta- insistió Pablo

 

-Pero esto queda entre nosotros ehh- dijo Tobias sacando su móvil y abriendo los archivos de los chats que se había enviado del teléfono de Lola. -Mirad los chats que le he pillado a mi tía de su móvil-

 

Los dos amigos de Tobias, uno a cada lado de este, sentados en el sofá leen las conversaciones de los chats con los ojos como platos, hasta que en uno de ellos además de la conversación muy subida de tono detallando lo que quería el cliente que hiciese Lola aparecieron fotos de la mujer sobre una cama en poses obscenas, exhibiéndose, masturbandose, un album completo donde se veía a Lola con todo detalle, desnuda, a cara descubierta. 

 

-Joder tío pedazo de puta que esta hecha tu tía, que pasada, menudas fotos, esto es mejor que los recuerdos de hace dos años, mucho mejor, joder que pajotes me voy a hacer con estas fotos- dijo Pablo dando por supuesto que su amigo las compartiría con ellos. 

 

-Nada de eso tio, estas fotos no salen de mi móvil- dijo Tobías

 

-Venga joder, que es solo para hacernos unas buenas pajas, no seas egoísta, seguro que tu te la vas a machacar viéndolas, paso de los chats, solo quiero las fotos para pajearme a gusto- insistió Pablo

 

-Esta bien, esta bien, pero esto se queda entre nosotros eh- respondió inocente Tobías que reenvio las fotos a sus amigos.

 

-Claro tio, claro, somos colegas  ¿no?- insistió Jorge viendo como las fotos comenzaban a llegar a su móvil.

 

-¿Sabes que te digo Tobias? que con estas fotos y estos chats nos podríamos follarnos los tres a la zorra de tu tía cuando nos diera la gana, estoy convencido que no le gustaría que esto se supiera. ¿Sigue trabajando en el Ayuntamiento, no?-dijo Pablo

 

-¿Estas loco?, no digas tonterías, mi tía se porta muy bien conmigo. Yo no soy capaz de hacer algo así, olvídate de eso, ya me estoy arrepintiendo de haberlas enviado….- dijo Tobías que se daba cuenta del error cometido al compartir aquello con sus amigos y no quería que ellos se enterasen de la “relación especial” que tenía con su tía.

 

-Tranqui tio, esta bien, lo que tu digas… era solo una idea… pero si tu no quieres.. pues nada, nos mataremos a pajas viéndola jajajaja- se burlo Pablo que no se quitaba la idea de la cabeza.

 

-Tíos ¿sabéis que os que me apetece? me muero de ganas por hacerme una paja viendo estas fotos mientras nos tomamos un copazo y nos hacemos unos petas, ¿mola o que?- dijo Jorge

 

-Tios ya os he dicho que no quiero consumir nada…-dijo Tobias viendo como Pablo sin hacer el menor caso sacaba una petaca con whisky de su bolsillo y se levantaba a buscar unas coca colas de la nevera.

 

-Tu haz lo que quieras pringao pero nosotros vamos a ponernos a gusto mientras nos pajeamos viendo a la puta de tu tía- dijo Pablo sin dar opción viendo como su amigo comenzaba a liar unos porros.

 

Tobías se resistió a beber ni fumar mientras sus amigos comenzaban a consumir al tiempo que se pajeaban viendo las fotos de su tía, unos minutos después la tentación fue demasiado fuerte y se sirvió un pelotazo mientras comenzaba a darle caladas al porro. Llevaba muchos días sin consumir nada, su cuerpo recibió con agrado los estímulos de la droga, todo fue comenzar, una hora después Tobias llevaba un pedo de campeonato, estaba eufórico por el subidón de los porros y el alcohol.

 

-Vaya pedo has pillado chaval jajaja se nota que has perdido la costumbre- se burlaba Pablo.

 

El tiempo había pasado volando, mas de cuatro horas, de repente se escuchó el sonido de la puerta de casa, alguien llegaba, era Lola, a Loli aún le faltaban un par de horas para terminar sus clases.

 

-¿Pero que estais haciendo? apesta a porro desde fuera de casa- dijo Lola furiosa entrando en el salón y viendo como Tobias recostado en el sofá estaba totalmente colgado, con un pedo de campeonato y no se enteraba de nada, ni siquiera se había dado cuenta que ella había llegado a casa.

 

-Tranquila señora, tranquila, no pasa nada, hemos tomado unas copitas y unos porritos, nada serio, pero a Tobías le han sentado un poco mal, está desentrenado- dijo Pablo levantándose del sofá para ponerse delante de Lola y tranquilizarla.

 

-Niñatos de mierda, Tobias llevaba tiempo sin consumir nada, fuera de mi casa, |Fuera|, no quiero que volváis a verle, |Fuera he dicho|- gritaba Lola

 

-Sin insultar señora, sin insultar, que aquí todos tenemos algo que callar, a mi no me da lecciones una puta como usted, menuda zorra esta hecha- replicó Pablo

 

-Pero que estas diciendo niñato, fuera de mi casa, |Fuera he dicho|- gritaba alterada Lola

 

Pablo instintivamente metió la mano a su bolsillo, sacando el móvil, en la pantalla había una de las fotos de Lola desnuda abierta de piernas sobre una cama, extendió el brazo y se lo mostró a Lola para que viese aquella foto.

 

-Lo sabemos todo Puta, cuando zorreas, cuanto cobras, sabemos todas las cochinadas que haces, todas, ¿tu hija lo sabe? ¿tu marido? ¿quieres que todo el mundo se entere? ¿eso es lo que quieres Puta?

 

-Pero… pero.. ¿como tienes esa foto? ¿como os habeis enterado? yo, yo…-decía Lola tartamudeando, muerta de miedo al verse descubierta, sabía perfectamente que aquel riesgo siempre estaba, vivía con el miedo de que los demás se enteraran algún día de lo que el Comisario la obligaba a hacer. Pero no estaba preparada para que ni su hija ni su marido lo descubrieran ahora.

 

-No te importa como nos hemos enterado, lo que te tiene que preocupar es que no entere todo el mundo, ¿verdad puta que no quieres que se entere nadie?

 

Lola apretaba los puños con rabia mientras su cabeza se movía de lado a lado, no, no quería de ningún modo que su hija y su marido se enterasen

 

-Ves Jorge, la señora va a ser muy buena con nosotros, quiere hacernos un servicio gratis para que estemos calladitos, ¿tu que dices? ¿aceptamos?-

 

-Nose, nose, tiene que ser muy buena para convencernos pero por lo que dicen sus clientes le encanta joder con dos tios a la vez, le gusta que le den rabo por el culo y el coño al mismo tiempo,  seguro que le gusta comerse las pollas de dos en dos. A mi me da cosa follarme una guarra así, igual nos pega algo…-se burlaba Jorge desde el sofá

 

-Por favor, haré lo que querais, todo lo que querais… no digáis nada de esto por favor…- suplicaba Lola

 

-Venga Jorge, no seas tan escrupuloso, es un poco cochina, pero esta buena ¿no?- mientras lo decía las manos de Pablo ya se habían encargado de quitarle la gabardina a Lola, ella permanecía de pie, inmóvil, aguantando las manos de Pablo que recorrían su cuerpo por encima de la ropa.

 

-Fíjate que melones tiene, vaya tetorras, tienes que probarlas uhmm- las manos del chico, ahora colocado a la espalda de Lola, se aferraban a sus pechos, magreándolos por encima de la blusa.

 

Tobías había permanecido callado en el sofá viendo la escena, con un buen colocón le costaba reaccionar, pero al ver la decisión de su amigo decidió tomar el control de la situación.

 

-Sueltala Pablo, dejala, vais a ver que bien que la chupa mi tía- dijo Tobías sin poder evitar que se le notase que estaba muy colocado

 

-Tobias por favor… ¿Porque has tenido que contarles nada?- decía Lola angustiada aguantando aquel manoseo del amigo de su sobrino que no le soltaba las tetas. Pero para su sorpresa justo en ese instante suelta sus pechos, tan sólo para tener las manos libres y aprovechar para tirar de sus mallas hacia el suelo, dejándolas en sus tobillos y haciendo que quede desnuda de cintura para abajo mostrando el coño y su culo.

 

-¿No has oido a tu sobrino, puta?, ves a chuparsela, queremos verlo ..- dice Pablo que permanece inclinado tras ella sacando por completo sus mallas. La mano del chico empuja su espalda haciendo que Lola camine de frente hasta colocarse frente a Tobías que la espera con la verga en la mano, grande, dura, totalmente erecta,  mientras Pablo apoya sus manos en los hombros de Lola obligándola a ponerse de rodillas ...

 

Tobías coge a su tía con las dos manos de la cabeza dirigiéndole la boca hacia su polla, haciendo que la trague por completo… Esta mareado, colocado, excitado, sus manos no sueltan la cabeza de su tía mientras se sienta de nuevo el sofá. Lola como un perrito aferrada a la verga de su sobrino gatea por el suelo mientras es observada por los dos amigos del chico.

 

Pablo y Jorge, con las vergas fuera, se masturban viendo la escena, uno a cada lado, a la espalda de Lola, aceleran sus manos, dos vergas jovenes, duras, no tan grandes como la de Tobías pero erectas, firmes como palos.

 

-Joder vaya culazo tiene la tía…- dice Jorge ahora mas animado y decidido que Pablo y sin pensarlo se inclina y acerca la verga a la entrada del culo de Lola, presionando con fuerza…

 

-Dale fuerte, follatela, enculada… a esta puta le gusta- Anima Pablo que se inclina en un costado para manosear las tetas de Lola que se bambolean a cada embestida

 

Tobias no suelta la cabeza de su tía, agarrándola con sus manos, presionando con fuerza su verga hasta meterla por completo en la boca de Lola.

 

-Trágatela toda, entera, hasta el fondo. ¿Te gusta que te jodan, verdad puta?, te vamos a follar, te vamos a reventar el culo…- dice Tobías fuera de si viendo como su amigo la encula con fuerza.

 

Jorge sin poder aguantar mas saca su verga del ano de Lola y poniéndose de pie se corre sobre la espalda y las nalgas de Lola, soplando, gimiendo.. Ahhh Ahhhh me corro,  me corro, repite una y otra vez.

 

Pablo ahora si, ansioso, aparta a su amigo y se arrodilló a las espalda de Lola, entre sus piernas pegado a su culo en pompa, pero el quiere probar el coño peludo, aquel chocho maduro, mojado, abierto, ofrecido.. sin ningún preámbulo su polla presiona en la entrada y el coño se abre como una almeja al vapor, jugoso, en todo su esplendor. Desde luego no es la primera verga que se lo folla aquella tarde….

 

-|Toma rabo puta, toma rabo| - repite insistente Pablo mientras se la folla con ganas.

 

Aquella no sería la única tarde que Tobías con sus amigos se follarían a su tía, Lola se había convertido en una muñeca rota a merced de los caprichos de cualquiera. 

 

Loli, su hija, dio a luz poco después, para ella no suponía un esfuerzo hacer de puta en aquel apartamento del Comisario. Estuvo dos meses sin trabajar para cuidar del recién nacido, su calentura hacía que se  follase a su primo por las mañanas mientras su madre trabaja y Tobías no tardó en compartirla también con sus amigos. 

 

Calmadas las aguas, Ricardo el cuñado policía de Lola no tardó en regresar, Tobías no quiso volver a casa de su padre. Ahora era él quien prostituía a su tía y su prima en las pocas horas libres que tenían y no estaba dispuesto a compartirlas con su padre.

 

FIN DE LA HISTORIA

 

 

 

Gracias amigos por vuestros mails y comentarios. Siento el retraso en escribir pero últimamente dispongo de menos tiempo. 

 

Un besazo fuerte

 

MARIARUIZRED