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La jovencita inocente va al cine

en Sexo con maduros

Era una nena preciosa, con una pequeña cintura, caderas grandes y redondeadas, pelito corto con una colita que le hacía ver toda su carita coqueta preciosa. Muy inocente había entrado a un cine de una ciudad que ella ni conocía, dado que a su padre recién  lo habían cambiado de sede de trabajo.

La muchachita entra al cine y espera ansiosa la película, sin saber de que se trataba, pero el nombre de la misma le parecía interesante: la chica maravilla.

Al entrar, todo estaba muy oscuro y lleno de gente, por la oscuridad no podía advertir que tipo de personas eran, así que se sienta en la última fila.

Al lado de ella, se sienta un hombre mayor y luego, casi al mismo tiempo, otro más. La nena pensando que era común por los pocos asientos que habían, no repara en las intenciones de los hombres.

La película comienza y, si bien el argumento empieza con escenas de una superhéroe, poco a poco empieza a encenderse la pantalla de escenas eróticas. Lo que realmente pasaba era que la jovencita había ingresado, por error, a un cine que hace algunos años atrás transmitía películas normales, pero que ahora únicamente transmitía películas XXX.

Al empezar las escenas porno, la jovencita vacila entre continuar allí sentada o retirarse inmediatamente. Las escenas son tan bien trabajadas que la jovencita decide seguir viendo y, poco a poco, se va calentando.

En la pantalla, un joven apuesto y musculoso, está besando a una colegiala inocente, mientras se la lleva a la cama, desnudándola lentamente. La jovencita mira atentamente, metiéndose en la boquita su canchita con una mano y con la otra frotándose con disimulo su entrepierna. Los dos hombres de su lado se dieron cuenta de ellos y se miraron de forma cómplice, dejándola seguir en su calentura.

La nena deja la canchita y empieza aacariciarse sus tetitas preciosas, por encima de su polo se aprecian sus pezones puntudos y su calorcito y hormonas en ebullición empiezan a poner durísimas las pingas de sus vecinos de asiento.

Uno de ellos se atreve un poquito y se saca su fierro grande y grueso y empieza a meneárselo, la nena lo mira con disimulo y en lugar de correr del lugar o gritar, sigue expectante viendo la película y de vez en cuando viendo como sube y baja la mano del hombre dejando ver su cabezota que ya para ese momento estaba goteando sus primeros líquidos seminales.

El otro hombre sigue con la mirada a la chica y decide también sacársela y meneársela.

La nenita se da cuenta también de ello y se calienta aún más, ya sin pudor decide meterse la mano por debajo de su pantalón elástico.

Al ver aquello, el hombre que estaba a su izquierda decide agarrar la manito de la pequeña y llevarla despacio hacia su pinga que ya para ese momento apuntaba firme hacia arriba; la nena intenta resistirse pero más pueden sus instintos y su calentura y se deja llevar por la mano firme del hombre maduro.

Al llegar su manito a la pinga del hombre ella siente como lo tiene durísimo y caliente, él, de manera paciente le agarra la manito y la hace subir y bajar haciéndole una masturbada muy excitante.

El otro hombre no se queda atrás, agarra su mano que estaba dentro del pantalón de la pequeña y se lo lleva a su pinga dura. A estas alturas la pequeña mira las escenas de sexo explícito en la pantalla mientras les menea los fierros calientes a dos hombres maduros y totalmente desconocidos.

Minutos después, el hombre de su derecha le dice al oído: ahora ponte de rodillas y empieza a chuparlas. La muchacha por primera vez escucha la voz de uno de ellos, la forma de decirlo la excitó tanto que su cuerpo instintivamente bajo de su asiento, poniéndose de rodillas sobre él, empezando a meneárselas ahora mirándolos directamente.

Uno de ellos ahora le agarra la cabecita a la muchachita y lentamente la hace llegar a su pinga gruesa; la nenita, imitando las escenas de la película, abre la boquita y empieza a chuparla lentamente, pasando su lengüita traviesa por todo el tronco caliente.

El otro hombre se para de su asiento y se sienta en el de ella, quedando justo al frente de ella, quien yace de rodillas chupándosela a su compañero. Después de unos minutos le agarra la cabecita llevándola hacia su pinga, la nena repite la acción anterior, pasa su lengüita por todo el tronco endurecido por la excitación, para luego metérsela toda en la boquita.

En ese momento el hombre le agarra los cabellos a la muchacha llevando su cabeza hacia él, haciendo que su pinga entre al fondo de su boquita, chocando con su campanilla, haciendo que la muchacha no pueda contener la tos.

Así la tuvieron, turnándose la boquita de la muchachita, un rato cada uno. La muchacha excitada chupa una y menea otra, atendiendo a ambas de manera alternada, complaciendo a ambos maduros.

Pero ellos quieren más, así que levantan a la nena y la hacen ponerse en cuatro en su silla, quedando con la colita en pompa hacia el asiento vecino y la carita hacia el otro asiento, por lo que uno de ellos apunta su pinga gruesa en la entradita de su coñito y el otro en su boquita.

El que está atrás de la muchachita menea su pinga en la entrada del coñito de la muchacha, haciéndola vibrar de placer. Al advertir que ya estaba totalmente mojada, apunta bien en la entrada y empieza a empujar. El otro, ya está dándole una follada a la boquita de la muchachita, entrando y saliendo de ella, agarrado de sus cabellos, empujándosela sin parar.

El que estaba atrás va entrando poco a poco en la pequeña, sintiendo lo apretada que estaba, sintiendo lo húmedo y caliente de su interior, lo que facilita la incursión. Se deleita con las nalgas preciosas de la muchacha, las acaricia, palmetea, aprieta y vuelve a acariciar.

Luego de unos minutos cambian sus lugares, la nena siente como la pinga del otro hombre es más gruesa que el del anterior, como la atraviesa con vehemencia y le abre su coñito como si se lo partiera en dos, sintiendo un dolorcito muy rico que la lleva a sacarse la pinga del otro de la boca y mirar a quien se la está follando de manera coqueta, gimiendo como gatita en celo.

Eso lo excita mucho al que estaba dándole con fuerza en el coñito, por lo que se atreve a meterle un dedito en el culito. Ella da un sobresalto y lo mira asustada, pero le gusta, por lo que gime ante el dedito desafiante de su hombre, el cual se mueve en círculos empujando de vez en cuando el anillo apretado de la preciosa muñequita.

Él al ver que no oponía resistencia sigue jugando en su pequeñito mientras no para de bombearla con fuerza y pasión. Luego decide entrar en acción, pero para eso necesita que la muchacha esté totalmente excitada, por lo que le dice a su amigo que se siente y a ella que lo monte, orden que obedecen ambos. Así, ya tiene a la muchacha con el culito expuesto y abierto, ya que su amigo, sabiendo de sus intenciones, la ha empezado a penetrar agarrado de sus nalgas, abriéndoselas de par en par.

Al ver eso, el hombre baja y empieza a lamerle el huequito trasero a la muchacha, lo que la transporta a otro mundo, a un mundo de placer total, lo que la hace entregarse totalmente a lo que le iba a pasar.

Mientras gime por el placer que ambos le daban, el que la estaba penetrando le dice al oído: dile a mi amigo que quieres que te haga. Y ella, fuera de sí, voltea su cabecita mirando al hombre que la seguía lamiendo y le dice: rómpeme el culito por favor.

El otro no se hizo de rogar y, apuntando su fierro caliente empieza a empujar abriendo lentamente el culito de la muchachita, haciéndola gritar de dolor. Obviamente, en ese tipo de cines, la escena es natural y ella no es la única que está gozando, así que sus gritos pasan por uno más en el público.

Él sigue avanzando, ella siente como la parten en dos ambas pingas, sobretodo el que le está perforando el traserito, ya que la penetración es tan fuerte que hasta la ha hecho sangrar un poquito.

Ellos siguen firmes, mientras uno entra en su coñito el otro entra en su culito, así sucesivamente le dan con fuerza a la muchachita quien gime sin pudor, sintiendo aquellas dos pingas gruesas que la atraviesan causándole un placer incontenible.

Luego de estar así varios minutos, el que la penetraba por atrás se para, saliendo de ella y la hace pararse, ahora para que se siente sobre su amigo, para empezar a ser penetrada por éste por la cola. Ella obedece y se sienta sobre su fierro ardiente, sintiendo como le arde a la vez el culito ante la invasión terrible que ella misma se está provocando al bajar sobre él.

Ahora la muchacha esta con las piernas puestas una cada una en los posavasos de los asientos, totalmente abierta, con el coñito expuesto y el culito atravesado, por lo que el que estaba de pie no duda en entrar en ella, agarrándola de su nuca y empezando con un mete y saca frenético, que la hace ver estrellas a la muchacha.

La nenita ante ese placer indescriptible siente que se viene, su cuerpo se eriza totalmente y sus huequitos se contraen para atrapar a sus intrusos, se contornea y gime con un grito ahogado, ellos sienten su corrida y no aguantan la excitación, sus pingas se les ponen anchas y calientes, ella siente eso y su orgasmo se prolonga, segundos después siente como le entran líquidos muy calientes en ambos huequitos, signo que sus invasores están corriéndose en ella, lo que le arranca un segundo orgasmo más pequeño que el anterior pero igual de delicioso.

Los tres se quedan unos minutos abrazados, hasta que uno de ellos, el que está encima, sale de ella y se sienta, ella se para y nuevamente se pone de rodillas, procediendo a lamerles sus pingas para dejárselas brillantes.

Luego, se dan cuenta que la película había terminado, así que con la sorpresa que ya todo estaba encendido, salen corriendo del cine, cada uno por caminos diferentes.