[...Me incliné y terminé de abrir sus jeans, de un tirón bajo su bóxer y me metí su pene en la boca. Lo ansiaba tanto, ensalivé todo el tronco y engullí con avidez. Quizás estaba un poco borracha, cuando me emborracho me pongo bien cerda. ...]
Dos amantes que se dejan llevar bajo la tormenta
Me acerqué, me tumbe a su lado y comenzamos a besarnos. No sabéis la sensación tan extraña que me invadió en ese momento. Era casi como si besara a alguien de la familia. Le había visto crecer y había ido cambiado mi forma de ver a ese ser tan encantador. Ahora, estaba a muy poco de follármelo.
“Me nombre es Mirielle Beltrán, mexicana de nacimiento y con 55 años encima no me da vergüenza o miedo el confesar mi edad, sobre todo cuando considero que, gracias a una sana alimentación, disciplina, ejercicios y a una benevolente genética; puedo presumir de tener una figura envidiable y de atraer miradas masculinas como si tuviera tan solo 20 primaveras…y quizá muchas más de cuando tenía esa edad. A la fecha (2019) casada, madre de tres hijas y un hijo, con un marido que adoro y que me ama; quien me permite hacer lo que me gusta y me apoya incondicionalmente, disfrutando de una posición económica holgada y de una hermosa residencia en un barrio pudiente y tranquilo…Si, lo se….hasta aquí mi historia puede sonar como la de miles de otras amas de casa que encuentran la felicidad, una más entre millones…Y quizá lo sea, salvo que el camino que he recorrido para llegar a este punto es…Bueno…Eso es precisamente lo que les quiero contar.”
Continua esta historia
Llegamos al Hotel y la primera sorpresa en la frente, por fin entiendo porque esas dos buscaban a alguien de confianza...
Victoria es una universitaria la cual se ha visto atraída por su profesor, él, después de tanto evitarla al fin cae entre sus bragas.
Sugirió que Marco se quedase a ver la peli conmigo para así no estar sola en casa, a lo que busqué al hombre con la mirada sin saber si era muy buena idea. Con todo lo que había pasado la tarde anterior...
He de decir que me gusta mucho que me den masajes y lo disfruto muchísimo, aunque son escasas las oportunidades de disfrutar de uno, pero posar y arrastrar mis manos sobre un cuerpo musculado, moreno, fuerte….con una cara que acompaña al cuerpo me pone muyyy cachonda. Así que recibí aceite en mi man
Manolo y su mujer están siguiendo un tratamiento de fertilidad en la Clínica Santa Tomilla.
En un bar un chico espera algún encuentro, decepcionado esta a punto de irse, hasta que una chica cambia su suerte...
El que tu mejor amiga te pida un favor no es raro, el que te meta en algo que parece sacado del guion de una película de comedia romántica, si.
Al ver aquella escena mi polla creció, me la saqué y empecé a pajearme mientras veía a la zorra de Amanda haciéndose dedos.
Traté de fingir que no me daba cuenta, pero su erección me apuñalaba entre mis nalgas, llegando incluso a crear una ligera separación entre ellas. Tenía el pene muy caliente y mi coño había comenzado a dilatarse inconscientemente.
Lo que puede pasar en una estación de metro cerrada(relato republicado)
Una pareja se deja llevar por las ganas mientras sus colegas asisten a un concierto
Si plantas la semilla del miedo y las condiciones son propicias echará raíces y terminara dando sus frutos
Nada me hacía pensar que ese día mi cuñada me pondría tan cachondo…
Nada como una piscina cubierta y quedarse a solas con tu mujer, para que el agua de la piscina empiece a calentarse...
Un chulito de 20 años me invita a tomar una copa, y termina como tiene que terminar; sexo salvaje y desenfrenado con el guaperas.
Kike busca y encuentra como organizar su vida sexual al trasladar su residencia a una nueva ciudad en la que no conoce a nadie
Sabiendo lo cachonda que está mi vecino, aprovecho para poco a poco irla calentando mientras mi mujer sigue en la inopia. Relato reescrito y vuelto a subir.
Después de una junta de padres, el padre de una de mis alumnas, me hace pasar un excitante momento.
Una vecina que llega tarde del gimnasio. Un vecino al que no soporta. Una avería en el ascensor y mucho tiempo por delante.
Los compañeros de colegio de mi hijo comienzan a despertar a la sexualidad y me miran con deseo, pero uno de ellos es más lanzado y tengo que darle una lección.