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Kimmy (05)

en Zoofilia

Hola soy .... bah!, ustedes saben quien soy.

En fin... Mis relaciones con Kimmy iban viento en popa. Pero honestamente ya me estaba aburriendo un poco de hacer siempre lo mismo. No sabía que hacer. No sabía si comprar otra perra o quedarme como estaba. Era una decisión difícil. Mientras lo pensaba, decidí alquilar unos vídeos zoofílicos para distraerme un rato. Los alquilé, los traje y me puse a verlos. Uno de ellos mostraba a una tipa mamandosela a un caballo. En un primer momento me quedé impresionado por el tamaño del pene de ese animal..... pero después la misma tipa estaba siendo penetrada por el caballo (claro, el caballo no se lo metió todo). Desde que puse los vídeos mi pene estaba muy erecto, pero al ver aquella mujer siendo reventada por un caballo mi verga inmediatamente comenzó a soltar líquido y la única palabra que salió de mí fue: KIMMYYYYY.

Ella vino inmediatamente, así que rápidamente me quité los calzoncillos y me quedé desnudo y puse mi verga a la merced de Kimmy. Ella ya sabía lo que tenía que hacer, y, mientras ella me lamía el pene, yo seguía viendo el vídeo. Me gustaba mucho ver aquella mujer sufriendo con aquel caballo. Al rato, el caballo terminaba de hacer su labor y se corría con chorros de leche enormes, que la mujer trataba de tragar y que prácticamente la lastimaba. Mientras esto estaba en el vídeo, Kimmy seguía tragándose mis líquidos y dando lenguetazos. Dejé que me lamiera hasta que estuviera casi por terminar y cuando estaba a punto de correrme empecé a cogermela. Mi pene estaba tan lubricado que al entrar en su vagina parecía seda. Era fantástico. Me vine dentro de ella con 4 o 5 chorros de leche. Después de terminar apagué todo y me fui a dormir. Kimmy se vino conmigo y siguió lamiéndome la verga hasta que se cansó y se durmió.

Eso fue en la mañana. Me levanté como a las 4:00 de la tarde, me bañé y comí. Pero durante todo ese tiempo mi mente estaba en el vídeo que me faltaba por ver, así que después de comer, me fui a verlo. Esta vez eran tipos cogiendose a yeguas, perras, chivas y burras. De todas me gustó la burra. Tenía una vagina inmensa y se veía muy apetecible, además yo ya me había cogido a perras y yeguas. Kimmy no estaba por ningún lado (supuse que estaba durmiendo todavía) así que tuve que emplear la vieja técnica de la mano y hacerme una paja.

Esa noche estuve pensando en donde conseguiría una burra. Recordé la granja adonde había ido (Relato: Kimmy 2da parte) y el dueño me dijo que podía ir cuando quisiera. Así que lo llamé por teléfono y me dijo que no había problema. A la mañana siguiente empaqué todo, le dejé suficiente comida a Kimmy y me fui. Al llegar el primero que me recibió (desgraciadamente) fue Guy, pero observé que habían unas chavas que no estaban la primera vez que vine y que estaban muy bien para pasar un rato.

Como no estaba trabajando, ocupé esa mañana y esa tarde, para conocer y hacerme amigo de las chicas. Eran tres: Mariale (16 años), Sandra (15) y Samantha (13). Cuando llegué Guy me había dicho que esas tres eran la putas de la zona, por lo que pensé que no me iba a costar nada acostarlas.

Esa noche no pasó nada con las muchachas, pero me fui a los establos a ver si encontraba una buena burra.... NADA. No encontré NADA. No tenían burras allí. Pensé que había perdido el viaje y regresé a mi recamara a dormir. Al despertar, como a eso de las 7:00 de la mañana, me dispuse a darme un baño. Al salir de la ducha yo estaba en interiores, pero mi sorpresa fue mirar a la cama y ver a Samantha ahí sentada.

- Que haces aquí? Le pregunté.

- Nada. Es que quería ver como eres después de bañarte.

???? No sabía que decir. Una niña de 13 años se me estaba insinuando. Era primera vez que me pasaba. Ella me pidió que me sentara en la cama junto a ella. Así lo hice, pero justo al sentarme comenzó a manosearme el pene por encima del interior. Si hubiese sido cualquiera de las otras dos inmediatamente las hubiera lanzado a la cama y me las hubiera clavado. Pero esta era muy niña.

- Relájate. Me dijo ella. Vamos, déjate llevar.

Sin poderlo evitar mi verga ya se había puesto muy dura y grande y Samantha ya me estaba quitando el interior, así que decidí cogermela. Me acosté en la cama boca arriba y ella, ya desnuda se puso sobre mí.

Cuando estaba por metérselo, me dijo que tenía una maña. Le gustaba que primero le lamieran el culo, y después se la cogieran. No lo dudé. La puse en cuatro patas y empecé a pasarle la lengua por ese hoyito.

Mientras se lo lamía a veces le pasaba la lengua en la vagina, lo que provocaba escalofríos y gemidos en ella. Una vez que le había lamido bastante el hoyito, decidí metérselo de una vez. En la misma posición que nos encontrábamos, le puse la cabeza de mi pene en el hoyo de su culo y empecé a empujar. Me costó mucho meter las dimensiones de mi pene en el culito de esa niña, pero lo hice. Ya que mi verga estaba adentro todo fue más fácil. Comencé a bombear suave y después más fuerte y más rápido. Ella lo estaba disfrutando mucho y yo ni se diga. De vez en cuando Samantha tomaba mi mano y se la llevaba a la boca para lamerme los dedos, como si fuera un pene. Ella estaba muy excitada. Mientras yo me la cogía ella se metía los dedos en la vagina y se masturbaba. No los conté muy bien, pero creo que tuvo como tres orgasmos. Yo estaba muy excitado también y me corrí dentro de su culo soltando 3 chorrotes de semen. Ella se despegó de mí y pensé que era el momento del segundo round.... pero se vistió y se fue. Bueno, no había sido tan malo.

Quieres saber lo demás?... Lee la segunda parte del relato.

Por cierto, quiero agradecer a las personas que me han enviado mensajes de que mis relatos son muy buenos. La verdad los hago para que se entretengan. Los relatos que escribo son reales y me han pasado a mí. Espero seguir recibiendo más mensajes.

Ah. Si hay alguna mujer zoofílica (o que simplemente le guste mucho el sexo) y viven en el estado Aragua en Venezuela y quieren tener un rato de sexo pues escríbanme a shonkil@hotmail.com

Aquí les pongo una foto. (No sé si sale en el relato). Si no aparece, escríbanme y yo se la envío.