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Kimmy (07)

en Zoofilia

Esa noche decidí ir a dar un paseo por la granja, a ver el paisaje, a respirar aire fresco, etc. Estaba caminando y de pronto se me acercan Mariale y Sandra quienes me dicen que su hermana les contó lo que había pasado entre nosotros. Me quedé callado, no sabía que decir. Ellas me dijeron que me tranquilizara, que a su hermana le encantaba y que a ellas también. Nos sentamos debajo de un árbol y me pidieron que les contara con detalles lo que había pasado, pues su hermana no les había contado mucho. Les expliqué todo y me dijeron que ellas también tienen una maña.

- A nosotras también nos gusta hacer algo diferente.

- Que cosa? Pregunté.

- A nosotras nos gusta hacerlo con animales.

Estaba de suerte. Ellas me contaron que habían intentado hacerlo con un caballo, pero que era demasiado para ellas. Me preguntaron que si yo lo había hecho con animales, y les conté lo de Kimmy y ellas me dijeron que no les extrañaba, que siempre veían a Guy cogiendose a yeguas todo el tiempo y que sabían que Guy era bisexual y que ellas lo hacían con perros y les gustaba. Decidí tomar la iniciativa y les dije que si querían lo podíamos hacer esa misma noche. Me dijeron que sí, pero que primero iban a ver a Guy cogiendose a una yegua, que a ellas les gustaba y les calentaba ver a otros teniendo sexo. Les dije que no había problema y nos quedamos platicando y esperando a que saliera Guy.

Como a las 2:00 de la madrugada sale Guy directo a los establos y lo seguimos. Nosotros pensábamos que se iba a follar a una yegua o algo así.... pero nos equivocamos. Guy se metió al establo e hizo una señal a alguien que estaba escondido. Era otro tipo que estaba esperando a Guy y al verse se saludaron con un beso en la boca.

Al ver esto decidí irme, pues no estaba dispuesto a ver un espectáculo de homosexuales, pero las chicas me detuvieron y me rogaron para que me quedara y viera. Guy y el otro tipo se desnudaron y empezaron a manosearse. Guy puso al otro tipo en cuatro patas y poco a poco se lo fue metiendo hasta que se lo enterró completo. Mientras Guy se lo cogía el otro se hacía una paja. Después se intercambiaron posiciones, y Guy era el cogido. Se hicieron un 69, se la mamaron mutuamente y se corrieron. Ver todo aquello me recordó las veces que me follé a Guy (sin que él tan siquiera me tocara algo que no fuera mi pene) y mi verga comenzó a crecer. Las chicas me dijeron que ya habían visto bastante, que nos fuéramos a su casa. Por el camino el tema de conversación de ellas era la verga de Guy, la del otro, el culo de este, el culo del otro... yo simplemente caminaba y listo, sin decir nada.

Cuando llegamos era una casa de dos pisos, me dijeron que tenía que entrar por la ventana de la recámara de Sandra y subir por una escalera desde la parte de afuera, para que sus padres no se dieran cuenta. Así lo hice subí por la escalera y al entrar vi dos perros, una hembra Lassie y un macho Dobermann. Mariale me lanzó a la cama, comenzó a besarme y a desvestirme y me preguntó que si quería cogerme a la perra. Le dije que estaba bien. Saqué un condón que siempre tengo (nunca salgas si él), me lo puse y acerqué a la perra.

Le miré la vagina y tenía un tamaño bastante aceptable. Comencé a metérselo poco a poco hasta que lo tenía todo adentro y empecé a bombear. Mientras yo cogía a la perra Mariale se metía algo como un vibrador y Sandra y Samantha ya estaban chupándole el pene al perro. El perro tenía el pene bastante grande y Sandra y Samantha lamían y lamían. A los minutos vi que Sandra se puso en cuatro patas y Samantha le puso el perro por detrás a Sandra, y, el perro, de una sola tacada ensartó a Sandra.

El perro se movía de una manera frenética y hacía gritar a Sandra. Noté que mi pene, dentro de la perra, comenzaba a tener un grosor mayor por el sólo hecho de ver todo eso y en unos segundos más me vine. 3 chorros de semen que se quedaron en el condón. Me despegué de la perra y cuando iba a quitarme el preservativo, Samantha, con sus manos tomó el condón, me lo desprendió y desparramó el semen que tenía sobre mi pene y comenzó a chupármelo. Estaba recibiendo una mamada de las buenas. Las otras dos seguían en lo suyo. Después que se había tragado todo mi semen, me sentó en la cama, se sentó sobre mí y me dijo que se lo metiera por el culo. Así lo hice. Se lo metí todo y como tenía la vagina libre, llamó a la perra quien se puso a lamérsela. Sandra se estaba separando del perro y Mariale la ayudó. Una vez separada Sandra le dijo a Mariale que le metiera el vibrador por el culo.

Sandra se volvió a poner en cuatro patas y Mariale, mientras le metía el vibrador le chupaba la vagina. Yo estaba gozando con Samantha y al rato se acercaron Sandra y Mariale y le dijeron a Samantha que era su turno. Samantha se despegó de mí y fue a buscar al perro, mientras las otras dos me lamían el pene. Samantha estaba chupándosela al perro, que no tardó demasiado en correrse, soltando grandes disparos de semen que daban en el piso. Para el perro todo había terminado. Samantha se acostó en el piso con la perra e hicieron un 69 entre las dos. Sandra y Mariale estaban todavía chupándomela, pero cuando se dieron cuenta que me iba a correr Mariale me dijo:

- Espera!! Quiero sentir toda esa leche dentro de mi culo.

No lo pensé dos veces y se lo metí lo más que pude. Una vez más, mi pene estaba poniéndose más grande y más grueso y cuando sentí que estaba en el límite me corrí soltando unos chorros increíbles en interminables, quedándome yo mismo sorprendido. Después quedé un poco cansado, pero yo quería lamerle la vagina a Mariale, así que me acosté boca arriba e hice un 69 con ella, aunque Sandra seguía lamiéndomelo. Escuché que Samantha se corrió y en ese momento Mariale estaba a punto de hacer lo mismo. Mariale se sentó sobre mi pene y se vino allí. 3 o 4 chorros de semen femenino en mi pene, testículos y abdomen. Entre las tres me limpiaron a punta de lengua y cuando estuvo todo listo ni siquiera me molesté en vestirme. Estaba tan cansado que decidí pasar la noche allí. A la mañana siguiente muy temprano me levanté y me fui.

Por cierto, quiero agradecer a las personas que me han enviado mensajes de que mis relatos son muy buenos. La verdad los hago para que se entretengan. Los relatos que escribo son reales y me han pasado a mí. Espero seguir recibiendo más mensajes.

Ah. Si hay alguna mujer zoofílica (o que simplemente le guste mucho el sexo) y viven en el estado Aragua en Venezuela y quieren tener un rato de sexo pues escríbanme a shonkil@hotmail.com