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Hola chicas. Soy Shon. Si no saben quien soy o no me recuerdan busquen en esta sección el relato escrito por mi "El programa", para que me conozcan.

He recibido e-mail de muchas chavas que leen y les gustan mis relatos, preguntándome si soy cariñoso, intenso... En realidad soy muy cariñoso y con mucho sentido del humor. Cuando estoy con una mujer me gusta hacerla sentir como si fuera la única del universo. Quizá es por eso que las mujeres se llevan tan bien conmigo. Bueno después de esa ayuda a mi mismo comienzo.

Hace unos meses abandoné el departamento donde vivía ya que estaba aburrido de estar siempre en el mismo lugar, así que decidí irme a otra parte. Consultando los avisos en el diario, encontré uno que decía que alquilaban departamento grande, bonito, buena ubicación, dos habitaciones... La pega era que tenía dos inquilinos viviendo ahí. Por un momento pensé en olvidarlo y buscar otro, pero que podía perder con averiguar?. Obviamente nada y me dirigí a la dirección que marcaba el diario.

Una vez allá llamo por el intercomunicador y me atiende una mujer. Le explico a que vengo y me dice que baja en unos instantes. Esperé. Como a los 5 minutos veo salir del ascensor a una rubia como de 17 años hermosa.

.- "Hola, soy Amanda. Tu eres el que viene por el departamento?"

.- "S,S,Si. Yo s,s,soy". Ni siquiera podía hablar bien, estaba embobado ante semejante belleza.

.- "Bueno, vamos arriba para que veas el departamento".

Inmediatamente deduje que ella era una de las inquilinas. Yo, con sólo ver aquel monumento, ya había decidido vivir allí y no me importaba que clase de departamento fuera ni quien era el otro inquilino. Cuando llegamos arriba veo el típico departamento femenino: Colores pastel, bien ordenado, limpio, era perfecto, pero mis ojos casi se salen de su lugar al ver a quien sería el segundo inquilino.

.- "Te presento a mi hermana gemela America". Me dijo Amanda.

No lo podía creer, no podía creer que tenía tanta suerte. Dos hermanas gemelas rubias y hermosas viviendo en el mismo departamento donde yo iba a vivir.

Me senté, me dijeron las reglas del edificio y cuanto tenía que aportar para el alquiler. Acepte todo y esa tarde recogí todas las cosas en mi antiguo departamento, de modo que esa misma noche estuviera instalado en el departamento de las rubias.

Terminé de mudarme a eso de las 11:00 de la noche, me despedí de las chicas y me acosté, pero no a dormir, sino a pensar como iba a hacer para acostarme con esas rubias, que por cierto, me dejaron con una tremenda erección todo el día. Pasaron dos meses y nuestra relación iba muy bien, pero nada de nada. Lo más que había hecho era verlas en traje de baño cuando frecuentemente íbamos a la piscina del edificio, pero más nada. Me sentía decepcionado de mi mismo, ya que por más que lo había intentado, no lograba acostarme con ninguna, era como si cada vez que intentaba estar con ellas, cada vez que las tenía listas para la estocada algo les dijera que no y me rechazaban. No comprendía lo que estaba pasando, pero decidí investigarlo. Una noche, llegué tarde al depa, como a eso de las 10:30pm y no las encontré viendo TV en la sala como usualmente lo hacen. Me acerqué cuidadosamente a su recámara y nada, no estaban allí. Pensé que habían salido y cuando paso por el baño veo la puerta entreabierta. Me asomo con mucho cuidado y... Voilá!!.

Allí estaban. Las dos, una sobre la otra en el jacuzzi del baño, besándose y acariciándose mutuamente. Yo no podía perderme semejante espectáculo, así que abrí la puerta del baño y entré, sentándome en el borde de la tina. Ambas me vieron, America que es la más tímida se quedó sorprendida al sentirse descubierta por mí. En cambio, su hermana Amanda que es de un carácter más "frío", no le importó que yo estuviera ahí, así que tomó a su hermana, casi a la fuerza y continuó besándola. Me di cuenta de que Amanda le gustó más que yo estuviera observándolas a ambas, ya que inmediatamente tomó a su hermana, la puso en "cuatro patas" y comenzó a lamerle desde la vagina hasta el hoyo del culo. Después de haber estado lamiendo por un rato, Amanda tomó un pene de plástico que tenía cerca del jacuzzi y comenzó a penetrar con él a su hermana quien parecía disfrutarlo mucho. Amanda le metía y sacaba el pene plástico a su hermana de una manera vertiginosa. America ya tenía su vagina de un rojo muy intenso por el roce que el pene falso le producía pero parecía no importarle y a los minutos se corrió con mucho semen que se escurría por la comisura que había entre el pene plástico y su vagina.

Cambiaron posiciones y era el turno de America hacer gozar a Amanda. Amanda se sentó apoyándose en una pared dejando todo su sexo a merced de su hermana, quien con los dedos le hacía un extraordinario trabajo. America parecía centrada en un único objetivo: Hacer salir el clítoris de su hermana. Sabía que si lo encontraba, le haría maravillas. Mientras America estaba en eso, Amanda apretaba, estiraba, encogía y a veces lamía sus duros pezones para tratar de aumentar el éxtasis, pero no hizo mucha falta, ya que su hermana encontró rápidamente su clítoris, al que comenzó a mordisquear y pellizcar con sus dedos haciendo que el cuerpo de su hermana se retorciera producto de múltiples y continuos orgasmos. Al cabo de unos minutos, Amanda no pudo aguantar más y se corrió con mucho flujo de dulce semen que su hermana gustosamente se tragó. Luego de esto, se ducharon y se fueron a dormir.

Bueno, espero que les haya gustado. Se que hay lesbianas que también les gustan los hombres, por eso si alguna leyó este relato y vive en el estado Aragua en Venezuela y quiere tener un buen rato de sexo escríbanme a shonkil@hotmail.com

Por cierto si les gustó el relato, escríbanme a la dirección de arriba y con gusto les enviaré otros escritos y vividos por mí. Además si quieren fotos de lesbianas escríbanme y se las mando.