miprimita.com

Una noche rebelde

en Parodias

Christian

Alfonso

Como pudo, Christian se coló en la habitación de Alfonso, esperando a que saliera de bañarse como lo hacía tras cada concierto, justo antes de salir de antro con todos los del grupo.

Ya él se había dado un buen baño rápido para esperar a Alfonso, pero sabía que pronto los dos tendrían que darse otro.

Se desnudó, dejando caer su ropa en el suelo, y se recostó sobre la cama para esperar a su amigo con la verga bien dura y parada e incluso chorreando en pre semen de solo pensar en su compañero de grupo.

No tuvo que esperar mucho para que saliera el chico, que al verlo sonrió lascivamente antes de quitarse la toalla que traía alrededor de la cintura y aventarla al suelo.

Alfonso: Veo que ya estás listo-dijo sujetando la firme verga de Christian con la mano al tiempo que se montaba sobre su abdomen-Quiero que me des verga por todos los huecos

Violentamente, Christian atrajo el cuerpo de Alfonso contra el suyo, aprisionándolo con sus brazos mientras su lengua se movía como una inquieta y húmeda serpiente dentro de la otra boca.

Sus dedos recorrieron la espalda del moreno hacia abajo, justo hasta llegar a sus redondas nalgas, las cuales abrieron para poder acariciarle el anito con las yemas y que comenzara a dilatarse para poder meterle sus 23 centímetros de largo.

Las lenguas de ambos se entrelazaban bajo el cobijo de sus labios, intercambiando saliva.

Alfonso gemía al sentir cuando los dedos de Christian entraban en su interior, y gemía protestando cuando los sentía saliendo, si por él hubiera sido llevaría un dildo dentro del culo las 24 horas del día para complacerse con la deliciosa sensación de su ano expandido, pero una vez lo había intentado y tanto era su placer que casi termina orgasmeándose en medio de un concierto.

Hundió los dedos en el pelo de Christian, ahora pintado de morado, al momento de sentir sus labios recorriendo su cuello y pectorales, atrapando sus pezones para rozarlos con la punta de la lengua, eso lo volvía loco.

Christian: Mmmmm, que ricas tetitas tienes

Dijo al tiempo de hundir más duro los dos dedos que tenía dentro del culo de su amigo, provocando que le jalara los pelos al suspirar de placer.

Christian: Eres toda un puto cabroncito, y eso es lo que me gusta de ti

Alfonso: Pues aprovéchame y cógeme, coño

Arqueó la espalda, recostándose hacia atrás para que Christian pudiera lamerle el abdomen, sabía que era lo que más disfrutaba.

Con la lengua, Christian recorrió el espacio entre los cuadritos de su amigo, lamiendo una y otra vez los caminos que se hacían más evidentes con el paso del tiempo y del ejercicio.

Llenó de saliva los músculos, haciendo que brillaran por la humedad, y al llegar a su vientre no pudo parar, tuvo que seguir chupando con hambre todo lo que encontraba a su paso, incluso los negros pelos púbicos.

Alfonso: Anda, mámamela cabrón

Rodeó con los labios la punta de la verga, y poco a poco fue bajando la cabeza para engullirla toda en su totalidad, su profunda garganta le permitía hacer tal cosa, aunque claro, la verga de Alfonso no era ni tan grande ni tan gruesa, así que cualquiera que lo intentara con seguridad lo lograría.

Algo tenía la verga de su amigo que le encantaba mamarla, chuparla una y otra vez, comerla como si fuera un suculento manjar, y aun mejor sus peludos huevos colgantes, cuyo sabor a sudor acumulado era simplemente delicioso.

Alfonso: Ah, sí, cómetela toda…

Con la espalda arqueada, Alfonso bajó la cabeza un poco para observar el momento en que su miembro aparecía y desaparecía entre los labios de su amigo, y con la mano lo agarró por el pelo para guiarle la cabeza en la chupada al tiempo que comenzaba a mover la cadera hacia adelante como si quisiera atravesar la cara de su amigo con su pene.

Los gruesos labios de Christian le brindaron un placentero calor que por poco hace que se vaciara en su boca, afortunadamente no fue así, podía seguir gozando con su amigo durante varios minutos más.

Cuando creyó no poder gozar más sintió que la ardiente boca de Christian ascendía de nueva cuenta, encontrando sus labios justo cuando dos dedos volvían a invadir su anito que comenzaba a abrirse.

Alfonso: Mmmm-gimió sin separarse de los labios de su amigo-Por eso me encantas, siempre sabes tocar los puntos adecuados para volverme loco

Christian: Un chulo conoce muy bien a sus perras

Los dos rieron, más Alfonso, pues a pesar de saber que en verdad era la perra de Christian no podía contener la risa al escuchar el tono en que lo decía.

No se cansaba nunca de besarlo, el sabor de su boca, sus movimientos rápidos y adecuados con la lengua lo hacían delirar de placer.

Pero pronto abandonó la boca de Christian, ya no quería comerle la lengua, ahora quería comerle la verga, y así lo hizo al darse vuelta sin importar que Christian tuviera que sacar los dos dedos que tenía en su interior.

Se montó sobre su pecho, plano a diferencia del suyo que gracias al ejercicio estaba duro como una roca, permitiéndole que continuara dedeándolo a su antojo, y cuando dio la primera lamida a esa gruesa y larga verga sintió a su vez otra lamida en su ya abierto agujero, echando un suspiro en respuesta a la acción.

Con la lengua de Christian en el culo, moviéndose habilidosamente para lamer sus paredes anales, comenzó a chupar su gruesa virilidad, abarcando apenas poco menos de la mitad.

La cabeza del pene rozaba su garganta, pero eso no le importaba, le gustaba tener esa sensación combinada de tener la boca llena y de querer volver el estómago.

Al lamer los vellos púbicos de Christian notó el color original de su pelo, castaño oscuro, y sonrió al voltear la cabeza para ver cómo le comían el culo. Dejó caer saliva sobre la verga, bañándola y observando como hipnotizado cuando caía su baba, mojando los rizados pelos.

Continuó mamando mientras le chupaban el ano, brindando y recibiendo placer, lamiendo las venas que se elevaban por todo el tronco del falo buscando llegar a la punta, pero desapareciendo al llegar a la cabeza.

Alfonso: Ahora te voy a montar como nunca antes-dijo a Christian mientras volvía a girarse sobre su cuerpo para quedar frente a él y darle un beso-¿Trajiste condón?

Christian: Claro

Alfonso esperó recostado sobre la cama mientras su amigo se ponía el condón, podía que le gustara el sexo en casi todas sus variantes, pero por eso mismo debía cuidarse, para poder gozar plenamente con diferentes hombres.

Sin hablar se pusieron en posición para empezar, bastaba una sola mirada para indicar lo que querían.

Christian se acostó de nuevo sobre la cama, y Alfonso se montó sobre su verga, bajando poco a poco para no lastimarse, a pesar de haber cogido en muchas ocasiones con él no se acostumbraba a su calibre.

Se tragó toda la verga por fin, sufriendo cada centímetro, pero sabía que muy pronto el poco dolor que sentía se convertiría en placer, y así fue. Al iniciar a moverse lo hizo con movimientos de cadera, circulares y lentos, y luego comenzó a saltar poco a poco sobre la virilidad de su amigo, gozando cuando caía de golpe, ensartándose en esa verga colosal que tanto lo había hecho gozar en ocasiones anteriores.

Pero no porque Alfonso estuviera cabalgándolo fuertemente Christian se iba a quedar sin hacer nada, así que comenzó a mover la cadera hacia arriba cuando sentía que el su amigo bajaba, tomándolo por las caderas para tener un ritmo uniforme.

Cambiaron de posición, ahora Alfonso estaba en cuatro patas sobre la cama, y Christian detrás suyo poseyéndolo violentamente como si quisiera destrozarle las entrañas, pues sabía que así le gustaba a su amigo y compañero.

Tomó de los pelos a Alfonso, jalándolo para entrar con más fuerza aún en su interior, y lejos de lastimarlo lo complacía con eso.

Christian: Aun cuando quien sabe cuantas vergas has tenido en el culo todavía aprietas, y bien

Alfonso: Cógeme más duro cabrón, rómpeme el culo

Cumplió la petición de Alfonso, y aceleró las embestidas, volviéndolas rápidas y despiadadas, entrando y saliendo de la estrecha intimidad de su amigo.

Eran esas ocasiones, cuando Christian lo poseía violentamente sin importarle más que la satisfacción de sus instintos, las que más disfrutaba.

Los jaloneos de su amigo lo obligaron a ponerse de pie con esa tremenda verga aun adentro.

Fue aprisionado entre el cuerpo de Christian y la pared, y a cada embestida salvaje y bestial su cara se restregaba contra la pared.

Con las caderas hacía movimientos semejantes a los que su compañero hacía para metérsela, y pronto parecía que era él quien cogía con el culo la verga.

Llevó hacia atrás los brazos, buscando el cuello de Christian para atraerlo al suyo y sentir los gruesos labios recorriéndoselo, devorándolo ansiosamente, y en esa posición sintió que se venía dentro de él.

Gimieron al mismo tiempo cuando estallaron de forma armonizar, la leche de Alfonso manchando la pared y la de Christian llenando el condón que tenía puesto.

Christian sacó el miembro del culo de Alfonso, y se quitó el condón tras haber descargado todo su semen.

Ambos cayeron exhaustos a la cama, agitados aun por todos esos minutos en que habían follado como locos. Alfonso buscó los labios de Christian para darle un beso profundo y húmedo, acariciándole la verga para luego esparcir los restos de semen en su duro abdomen.

Christian: Parece que nos tendremos que bañar de nuevo

Alfonso: Eso parece

Sonrieron al levantarse para meterse juntos al baño, siempre hacían lo mismo, ducharse para coger y luego volver a bañarse, pero juntos.

Mientras bajaban en el elevador aprovecharon para fajar una última vez esa noche, y justo cuando llegaban al lobby se alejaron para no levantar sospechas.

El resto del grupo los esperaba impacientes, sobre todo Christopher, que no soportaba estar con las chavas mucho tiempo, pues sus pláticas eran absurdas y sin sentido según él.

Dulce: ¿Dónde estaban?, hace rato estamos esperándolos

Alfonso: Bañándonos

Chritopher: Pues cuanto tardan bañándose o que onda

Alfonso y Christian se miraron sonriendo cínicamente, en efecto, se habían bañado, pero solo ellos sabían por qué habían demorado tanto en bajar.