miprimita.com

Dos chicos de cuidado

en Gays

Era un domingo por la mañana, Victor llegaba al departamento que compartía con Raul tras una noche de sexo animal con dos fans que había conocido en el antro. Al entrar al departamento notó que Raul no había despertado, eso era raro en él ya que le gustaba levantarse temprano para salir a correr, y en lo personal a Victor le gustaba verlo en esos ajustados shorts para entrenar que le marcaban tan deliciosamente el culo. Caminó a su habitación para cambiarse de ropa y vio que estaba abierto el cuarto de Raul, se asomó un poco para ver que hacía su amigo, y en efecto seguía dormido.

No podía despegar los ojos de su amigo, sobre todo porque estaba semidesnudo sobre su cama, solamente estaba vestido con una trusa negra que apenas podía contener la erección que tenia el cachanilla, lo mas raro era que las sábanas de la cama estaban intactas, como si no hubiera dormido ahí. Seducido por el panorama, Victor se acercó a su amigo y se sentó cuidadosamente a su lado procurando no hacer ruido. Parecía hipnotizado por la verga parada de Raul, tenía que verla aunque fuera solo unos cuantos segundos; sujetó la trusa por el elástico y la bajó lentamente. Su corazón latía rápidamente, y por fin dejó al descubierto el miembro erecto de su amigo, era perfecto, justo como lo había imaginado al masturbarse. Estaba dispuesto a cubrirlo de nuevo, pero sucumbió a la tentación y lo sujetó con firmeza por el tronco mientras lamía la punta, y después comenzó a lamerlo todo. Ya no le importaba que despertara Raul, no podía controlarse, había deseado eso por mucho tiempo y no pensaba echarse para atrás.

Raul abrió los ojos lentamente, aun estaba un poco mareado por la noche anterior, no sabía ni donde estaba. Sintió algo en su pene, como si se lo estuvieran chupando, creyó que era un sueño pero descubrió que no era así cuando bajó la vista y vio a Victor con su pene entre los labios.

R-¿Victor?-preguntó más desconcertado que sorprendido-¿Qué carajos estas haciendo?

V-Perdón Raul, pero ya no puedo más, me encantas, quiero sentir tu verga, chupártela toda, por favor, déjame mamártela.

R-¿Tanto lo quieres?-dijo viéndolo a los ojos, y entonces comprendió que lo deseaba con ansias-Continua

Raul hundió los dedos en el pelo de Victor para guiarle la cabeza a su mojado palo. En otra ocasión ni loco hubiera permitido algún tipo de contacto sexual, pero todavía estaba un poco crudo por la noche anterior. Sabía que no era correcto lo que estaba pasando, pero conforme fue tomando conciencia y sentía los calientes labios de Victor y su húmeda lengua jugando con su miembro empezó a gustarle. Era tanto su placer que dejó escapar unos gemidos, cosa que indico a su amigo que estaba haciendo bien su trabajo.

Victor separó la boca de esa suculenta y rica verga de su amigo y lo miró a los ojos sonriendo lascivamente. Sin dejar de mirarlo pasó su lengua por los redondos y velludos huevos de su amigo una y otra vez hasta cubrirlos totalmente de saliva. Se quitó la camisa que traía puesta y comenzó a recorrer el cuerpo de Raul con la lengua hacia arriba, deteniéndose en los duros pezones del cachanilla.

R-Ah, Victor, esto es...

V-¿Te gusta?

R-Mucho, continua

El chico moreno mordió delicadamente el pezón de su amigo, lo que hizo que escuchara un leve quejido en forma de gemido cuando arqueó la espalda. Acarició el duro abdomen de Raul y bajó hasta su pene, masturbándolo cuando lo tenía en sus manos.

R-Ahhhhhhh, ahora déjame a mí

Dijo obligando a Victor a recostarse sobre la cama mientras él se montaba encima para besarlo apasionadamente mientras le acariciaba el torso. Lamió los vellos que adornaban la parte debajo del ombligo de Victor y subió lamiendo todo su torso, deteniéndose en los duros y oscuros pezones de su amigo. No se cansaba de lamer y chupar el cuerpo del moreno, ni siquiera le había pasado por la cabeza hacer algo así, pero Victor tenía algo que lo hacía desearlo con locura y pasión. Por encima del pantalón estrujo el paquete del moreno y sintió su verga bien parada buscando ser liberada.

V-Ay cabrón, que rico me la sobas, síguele.

Raul le bajó el cierre a Victor y buscó su pene. Al encontrarlo lo sacó inmediatamente y lo contemplo, sus ojos se abrieron como nunca antes al ver el tamaño de ese palo, debía medir unos 20 cm aproximadamente, no estaba tan gruesa como la suya, pero aun así le gustaba. Vio que un líquido chorreaba de la cabeza de la verga, era el pre semen que resaltaba aun más las venas del miembro. Estaba maravillado con ese palo, nunca había visto otro que no fuera el suyo, así que estaba muy excitado. No resistió más y comenzó a lamerlo, de la base a la cabeza, recorría con la lengua las venas que saltaban en esa portentosa verga.

V-MMMM, que rico compadre, que bien usa esa lengua

El cachanilla levantó la vista y miró lascivamente a su amigo sonriéndole maliciosamente. Desabrochó el pantalón de Victor y se lo quitó junto con el bóxer blanco de algodón que tenía puesto. Si se sorprendió con la verga, con los huevos quedo peor, eran redondos, colgantes, llenos de vello. Tomó los huevos acunándolos en su mano para sobarlos, para sentirlos mejor, apretarlos a placer mientras chupaba lo que podía de la verga de su amigo, que ya jadeaba de placer al sentir todo lo que le hacía Raul.

V-Y pensar que de todo esto nos perdimos compadre, de saber que le gustaría me hubiera atrevido a hacerlo desde hace mucho

R-Yo también compadre, si hubiera sabido que esto era tan rico hubiera empezado desde hace mucho.

Dijo antes de tragarse su verga otra vez.

Victor se limitaba a disfrutar la mamada que su amigo le brindaba, hundió los dedos en el pelo de Raul y se unió al ritmo que ya tenía, igualmente lo hizo con su cadera, parecía que lo estuviera cogiendo por la boca. Toda su verga estaba cubierta de la saliva de Raul, ya que no solo chupaba desde arriba, sino también por los lados, y eso con el fin de complacer a su amigo, hacerlo sentir su boca en todas las partes de su miembro.

V-AH, compadre, quítese o lo voy a salpicar-dijo al sentir que se venía

R-Usted déjelo salir todo compadre, no se preocupe

V-AAAHHHHH

Gimió Victor dejando salir todo su semen, cerró los ojos mientras disparaba semen por todos lados, y al abrirlos vio que la cara de Raul había recibido casi todas las descargas.

V-Perdón compadre-dijo apenado-no creí que...

R-Usted no se preocupe compadre-lamiendo un poco del semen que tenía cerca de la boca-me encanta tomarme su leche, esta muy rica-sonriendo picadamente-como usted

Raul se acercó a Victor y le dio un tremendo beso en la boca, haciendo que su cara se manchara también con su propio semen. En medio del beso Victor se reía un poco al sentir la viscosidad de su propio jugo en su cara, Raul penso que era por algo malo y quiso romper el beso, pero Victor no lo permitió tomándolo por las mejillas cubiertas de semen y continuó chupándole la boca. Sus lenguas se entrelazaban como si fueran parte de una danza de lujuria mientras ellos se acariciaban y abrazaban, estaban ávidos de sentirse, de sentir sus cuerpos y disfrutarlos, habían perdido mucho tiempo y estaban dispuestos a recuperarlo. Victor deslizó su mano hasta el miembro de Raul y notó que su verga estaba parada y caliente, no era tan grande cómo la suya, pero si mucho más gruesa.

V-Dámela-dijo entre besos-te quiero dentro de mí

R-¿Estás seguro?, hay mujeres que no la soportan, ¿Quieres hacerlo de todos modos?

V-Claro que sí, hazlo ahora, cógeme.

Poseídos por el deseo, se recostaron en la cama, Victor de espaldas a la cama y Raul sobre él. Continuó besándolo un rato más mientras le acariciaba las piernas, y luego se las abrió para ver su anito en medio de sus dos nalgas y cubierto de una selva de vellos negros.

R-MMMMM, que rico culito, me lo voy a comer todo

V-Adelante, es tuyo

Raul sonrió complacido, y lamió todo el ano de Victor para lubricarlo, incluso le metió un par de dedos para acostumbrar a sus músculos anales a expandirse. Escupió el ano de Victor y lo lleno de saliva, y luego lo hizo con su pene. Colocó las piernas del moreno en sus hombros y acomodó la cabeza de su pene en la entrada de su culo, luego lo penetró lentamente para no hacerle daño.

Victor apretaba las sabanas y cerraba fuerte los ojos para no gritar de dolor, cada milímetro de carne que entraba en él era un martirio, sentía como se desgarraban sus paredes anales, pero al tener todo ese miembro adentro se acostumbro poco a poco al grosor, aunque no tuvo mucho tiempo para hacerlo ya que Raul comenzó a moverse casi de inmediato. Los ojos de Victor se abrieron por completo al sentir la rápida embestida de su amigo, incluso gritó de dolor. Sus músculos se tensionaron, y eso lo sintió Raul, aunque lo que a él le parecía placentero a Victor no, pues sentía el dolor de ser penetrado una y otra vez sin parar, sin embargo no se quejo y aguanto, pues sabía que pronto se convertiría en placer, y así era. Así estuvieron por algún tiempo, hasta que finalmente Raul sacó su falo y se vino en el miembro de Victor, manchándolo con semen por completo.

Cansado, Raul se recostó sobre su amigo y le dio un beso en los labios mientras le acariciaba el pecho, suave y con algunos vellos que lo adornaban.

V-Eso estuvo riquísimo Raul, que rico coges

R-Tú te mueves muy bien cabrón, ni una vieja me había hecho sentir lo que tú, ni siquiera Ines.

V-Tenemos que hacer esto de nuevo

R-¿Te parece ahora?

V-¿No te cansas todavía?

R-Tratándose de ti, nunca.

Raul abrazó a Victor, y comenzó a besarlo de nueva cuenta, como él mismo había dicho no se cansaba de su amigo, ahora que había descubierto ese nuevo placer no pensaba desperdiciarlo más.