miprimita.com

Cadena de Favores-Reunión anual (2)

en Orgías

Cadena de favores-Reunión Anual (2ª parte)

Creo que será mejor que sea yo (Mónica) quien os cuente la excitante historia que ocurrió una vez salimos de la discoteca.

En la puerta nos esperaba la Limosina. Con ellos habían venido dos niñatas, no creo que tuvieran más de 22 ó 23 años, que se agarraban a Jose C y Miguel como unas lapas

Eran unas chicas realmente guapas, muy delgadas, una morena y la otra rubia, ambas de pelo largo, algo rizado la rubia. La morena llevaba una minifalda muy corta y una blusa muy escotada la rubia en cambio usaba unos pantalones ajustados de piel y una camiseta. Yo parecía la gordita del grupo. Aunque eso si mi talla 120 superaba con creces el tamaño de sus pechos, más bien pequeños, no creo que usaran más de una 80.

Se puso en marcha la Limousine, mientras las jovencitas reían y acaparaban su atención riendo y provocándolos mientras abrían las botellas de arramblaban con el minibar. Tenía que jugar mis cartas y que se fijaran en mi, por lo que puse música, me saque la cazadora y comencé a moverme al son de la música, provocando con eso el movimiento arriba y debajo de mis tetas, todos empezaron a aplaudir.

- que bien bailas,

- y hago muchas cosas bien. ¿Cómo qué?

- follar, follo muy bien.

- pues aquí has llegado al sitio adecuado.

- lo siento, no sois mi tipo ninguno de vosotros y además tenéis pinta de pollicortos.

- entonces ¿para qué te has subido?

- porque nunca había subido a una limousine con famosos. Vosotros sois famosos, ¿verdad? Si os molesto me paráis y me busco un taxi.

- ¿Por qué dices que tenemos pinta de pollicortos?

- Demostrarlo, sacaros las pollas, venga.

Todos se las sacaron de inmediato y empecé a tocarlas, primero una a una y luego una en cada mano, acariciando el prepucio con pequeños movimientos, la verdad es que tenían buenas pollas. Las otras chicas también participaron del juego y metieron sus manos por medio. Los penes al aire empezaron a ponerse erectos debido a los tocamientos.

- Quietos, guardaros eso que luego no tenéis limite. Y además estamos llegando.

- Pero, nos vais a dejar así. Una mamadita si que nos haréis.

- Las putas están en la casa de campo, si tienes dinero para esto lo tienes para una.

Se tuvieron que guardar las armas en los estuches con malas caras.

En cuanto llegamos al hotel subimos a la habitación, las niñatas se asombraron del tamaño, evidentemente para este tipo de ocasiones no se repara en gastos y se elije la mejor suite del hotel. Lo primero que hicimos fue vaciar el minibar, mientras Paco preparaba algo para meterse por la nariz. Como nunca me han gustado esas cosas, me dirigí a la televisión y seleccione en el canal de adultos una película pornográfica, donde en ese momento dos rubias se besaban durante una escena lésbica. Paco t. le acerco una copa.

Me encantan las pelis porno, sobre todo cuando estoy sola. Manejo el consolador mejor que esa.

Todos se pusieron los ojos en la tv concentrados en la escena donde una le metía un consolador vía anal mientras hacia un Cunnilingus.

La película pornográfica y/o otras cosas habían surtido efecto, antes de que nos diéramos cuenta, las dos chicas ya estaban de rodillas saboreando las pollas de Jose C y Miguel que reían mientras apuraban su copa. Otra vez se habían vuelto a adelantar.

¿te apuntas a la fiesta, guapa? Dijo Paco T. con la polla en la mano

Te voy a dar algo mejor

Traje sobre una mesa de comedor estilo imperial, cuatro candelabros y los encendí. Apague las luces, y me subí a la mesa. Note como captaba la atención incluso de los que estaban siendo felados. Comencé por quitarme de nuevo la cazadora, la música con la que contaba eran los gemidos de la película porno que marcaban el ritmo de mi baile. Proseguí con la camiseta que lance sobre la cara e Pedro, me senté en la mesa, me saque los pantalones, y sin quitarme el sujetador me coloque a cuatro patas, moviéndose hacia adelante y atrás como si me la estuvieran metiendo por el culo.

¿queréis ver mis tetas?

venga enséñanoslas.

Me puse de pie, me quite el sujetador, al instante enmudeció la sala, parecía que había pasado un ángel. Mis dos grandes pechos habían causado impresión. Hice lo propio con mi tanga que fue a caer a la cabeza de una de las chicas que se había vuelto a ver el espectáculo.

Me agitaba y tocaba las tetas al mismo tiempo, agarrándoselas por debajo como el que coge dos melones y ofreciéndolas al público.

Miguel con la polla erecta se acerco a la mesa para tocarme, pero le dije que no con el dedo.

¿os ha gustado? Pues se acabo, me tomo la copa y me voy.

Me puse la camiseta y busque el sujetador. Las prendas de ropa estaban en manos de Miguel m., Pedro y Paco T.

¿Qué nos ofreces a cambio de tus prendas?

Está bien, os apetece tocarlas. Les dije mientras me levantaba la camiseta dejándolas de nuevo al aire.

Miguel M. que estaba más cerca las ataco de frente, abalanzándose sobre ellas para ser el primero, otro se acerco por detrás y mientras buscaba espacio entre las tetas y las manos de Miguel M. note como me restregaba el paquete en mi culo. Ya era el centro de atención, recline la cabeza y aparte el pelo dejando libre mi cuello para fuera mordisqueado. Pedro vio la escena y participo, metiéndome la mano en la entrepierna. Solo Jose C. continuaba con las otras dos chicas mi actor favorito, mientras yo era sobada por seis manos que como locas exploraban todo mi cuerpo. Sobre mis pechos se alternaban cogiéndolos y apretándolos, lamiéndolos, mis muslos, mi culo y mis agujeros eran asediados de manera brusca. Me excitaba ser la dueña de la situación, estuve así unos minutos, hasta que Jose C. dijo:

Me toca a mí.

Se acerco, con su polla inhiesta, me libre de los tres y le agarre el miembro. Por fin estaba conmigo, me excitaba mucho estar con él y me lance a besarlo mientras notaba sus manos repasar tetas, que sensación tan maravillosa cuando acepto mis besos y participo de ellos con su lengua dentro de mi boca, sin dejar de tocarme los pechos, lo hacía con dulzura, acariciando con armonía primero uno y luego otro.

Al ver la escena, el resto de compañeros, fueron a buscar a las otras chicas para apagar el calentón, se quitaron los pantalones y ofrecieron son vergas para ser feladas. Ellas las recibieron muy dispuesta y se las introdujeron en la boca con alegría.

Jose C no se cansaba de sobarme.

Se acerco al oído y me dijo,

¿me haces una cubana?

Yo dije si con la cabeza, se acerco al aseo y trajo un tubo de body milk, me saco la camiseta y lo vacio sobres mis tetas, repartiendo sobre todo por el canalillo, me esforcé por hacerle una paja que pretendía nunca olvidaría. Lo senté en el sofá, y sujetándome mis pechos le introduje el rabo en medio de ellos y empecé a moverlos arriba y abajo, su aparato se perdía entre ellos y el ponía una cara de placer totalmente desencajada.

Espera voy por un condón.

Pedro que había dejado su turno a Miguel en la boca de la rubia, me vio disponible sentada en el sofá y fue a sustituir a Jose C entre mis tetas, frotando sobre mis pechos su polla y antes de darse cuenta se había corrido sobre ellas.

Están muy ricas.

Creo que para compensare se arrodillo y me comió el coño. Jose C que estaba pendiente de mí, me acerco una toalla para que me limpiara al mismo tiempo me ofreció su polla para que la chupara, algo que no rehusé, aunque nunca me gusto demasiado chupar pollas, pero la de él era distinto.

Al poco rato, la saco de mi boca, le hizo un gesto a Miguel, que aparto su lengua de mi entrepierna y se puso encima de mí, busco mi rajita y me la metió toda.

Estaba excitadísima, me estaba follando mi actor favorito, con el que con tantas veces había pensado mientras me trabajaba con mi consolador. Me había preferido a mí antes que a las niñatas 10 años más jóvenes que yo. Mis pechos se movían como flanes de arriba para abajo, cada vez más rápido, según se aceleraban los movimientos de mi jinete, hasta casi llegarme a tocar la cara.

Las otras dos chicas eran también folladas, la rubia por Paco T., que podía verlo dándole por detrás a una de ellas en la posición del perrito, y la morena por Miguel, que lo hacía encima de la mesa. Él, me sonrió y con un gesto me dijo que era el siguiente.

Date la vuelta me dijo Jose C, me puse de espaldas a él, de rodillas sobre el sofá, me palpo la vulva, buscando el sitio de la penetración y me la volvió a clavar. Yo apretaba el culo para no dejarle salir la polla, para tenerla más tiempo dentro, eso le causaba un mayor roce a mi protagonista, que gemía de placer. Yo movía para adelante y para atrás mi trasero, loca por tener dentro de mí su polla, jadeaba de una manera irracional, que unido a los jadeos de las otras parejas motivaba a continuar follando con ansia.

El sonido de la apertura de una botella de cava fue el tiro de salida para la eyaculación de mi héroe, por lo que me quede un poco contrariada por su rapidez y muy cachonda deseando un poco más.

Darme más por favor. Grite esperando que alguien me oyera.

En ese momento, Miguel dejo a la chica con la que estaba y se dirigió hacia mí con su arma cargada. Y ocupo la posición que había dejado el actor. La muchacha se molesto porque la dejo a medio follar sin decirle nada.

Eres un imbécil. Vete a la mierda. Vámonos Marga. Le dijo a su amiga.

Y recogiendo sus ropas se largaron diciendo toda clase de improperios a los chicos, que no hacían más que reírse de ellas.

Te has quedado tu sola. Dijo Miguel mientras me penetraba por detrás.

¿Te lo estas pasando bien?, Por cierto, ¿Cómo te llamas? Me pregunto Paco T.

Mónica

Mónica, tengo que decirte que eres toda una hembra, mira que tetazas, que gusto da cogértelas dijo mientras me las sujetaba impidiendo que se movieran por las constantes envestidas. Y que culo, como se traga las pollas. Pero no me gusta cómo te llamas, no es un nombre para una golfa tetuda como tú. A partir de ahora te vamos a llamar Linda como a mi perra.

Linda, bonita porque no vienes aquí. Y te sientas

Paco se tumbo sobre la alfombra con el rabo mirando al techo, me desprendí de Miguel que se quedo algo molesto; y ladrando como una perrita, fui a sentarse sobre el poste inhiesto, lanzando un suspiro de emoción al notar la introducción. Antes incluso de que me sentara, ya tenía Paco mis tetas en las manos, no le cabían en ellas y disfrutaba tocándolas con el ritmo de movimiento de mis caderas. Miguel se resarció del abandono dándole un trago a la botella de cava poniéndose de pie a mi lado y mojando su rabo con el espumoso, me lo metió en la boca.

No me ha gustado que me dejaras así, eres una perrita mala.

La verdad es que hay momentos en que me gusta que me traten como una perra y este era uno de ellos. Paco T, tumbado boca arriba, comenzaba a mover sus caderas intentando llegar lo más profundo de mi interior, pues me había quedado algo estática al intentar aplacar la envestida bucal del deportista que había sustituido a su compañero en el manejo de uno de mis pechos. Ante mi sorpresa, Pedro se acerco por detrás me puso la mano en la espalda forzando a inclinarme, vertió cava en mi ano y metió su polla suavemente, sabía que no tenía que profundizar demasiado. La note grande y disfrute mucho. Miguel se enfado, modifico su posición y siguió ofreciéndome su magnífica verga para chupársela.

Era la primera vez que estaba penetrada por tres sitios, al mismo tiempo que mis amantes peleaban por disfrutar de mis voluminosas ubres, agarrándolas por donde podían, haciéndose hueco entre seis manos para alcanzarlas, me sentía como una reina complaciendo a tres machos, gozando del momento, llena por todas partes.

La triple penetración era todo un éxito los dos que cubrían mis agujeros bajos, se afanaban para llegar al orgasmo, primero se corrió el joyero y después Pedro, ambos lo hicieron en sus condones dentro de mí. Pero yo necesitaba más, y Miguel totalmente empalmado como un toro, saco su polla de mi boca y me dijo:

Las perritas buenas se ponen a cuatro patitas y no te vas a mover hasta que termine.

Le obedecí y le mostré mi jugoso culo y mis gordas tetas colgando. Su polla estaba muy dura y sentí algo de incomodidad por la brusquedad de su introducción. Pero me encanta que me la metan por detrás. Y Miguel sabía cómo hacerlo, y muy bien, primero se movió despacio buscando el fondo de mi vagina, haciendo movimientos circulares. Era un hombre fuerte, me domaba por las caderas haciendo su penetración cada minuto más intensa. Apoye los codos en el suelo y alce mi culo, pidiéndole que me follara con fuerza, fue grandiosa, la forma de poseerme, con autoridad, con energía, me hizo correrme. El se acabo sacándola de mi agujerito y dejando caer el semen sobre mi culo.

Cuando hubo terminado se aparto dejándome agotada, me quede un rato tumbada sobre la alfombra. Totalmente desnuda me volví boca arriba y vi como se acercaban Pedro y Jose C.

¿Has probado la lluvia dorada?

No

Paco, Miguel venid.

Mientras llamaba a sus compañeros se cogieron la pija y empezaron a orinarse sobre mí. Los otros llegaron e hicieron lo mismo. Yo abrí las piernas y los brazos para recibirlo todo, mientras oía sus carcajadas y comentarios,

Vamos golfa que es muy divertido.

Hay que ser muy perra para que te gusten estas guarradas.

Vaya puta hemos encontrado. Disfruta zorra.

Yo ya he vaciado todos mis líquidos corporales sobre la zorra.

Paco me levanto en sus brazos y rezumando líquidos por todo el cuerpo me llevo hasta el jacuzzi, allí estaba, preparado, rebosando espuma, con su agua caliente, con un atmosfera saturada de vapor de excelente olor a frutas. Me coloco dentro y me acercaron una copa.

Veo que a fin de cuentas no sois tan malos. Pero os habéis pasado un poquito con lo de la lluvia dorada.

Relájate, ahora te vamos a cuidar.

Me empezaron a masajear los pies y la espalda, otro me abanicaba, me daban de comer fresas y otras frutas, fueron uno minutos de relax magníficos. Jose c se acerco y empezó a pasarme la esponja por el cuerpo a besarme, hasta que llego de a mis partes intimas que froto con sumo cuidado, haciéndome estremecer de nuevo. Estuve relajándome unos minutos cuando oí decir a Paco T

Se te ha acabado el descanso.

De nuevo las cuatro pollas pedían guerra. Jose C me puso sentada frente a él sobre el borde del jacuzzi y no tardo ni un segundo en penétrame, al mismo tiempo que Paco, de pie, me giraba la cabeza para meterme su polla en la boca, los demás no quisieron quedarse mirando y se acercaron sentándose a mi lado para que les cogiera las pollas con la mano, haciendo que les masturbara. Otra vez mis voluminosa talla 120 sufría el ataque de multitud de manos que como locas buscaban un pedazo de carne que magrear, no se aburrían de tocar mis melones.

La forzada posición en que me encontraba me obligaba a tragarme el aparato de Paco entero que me dirigía la cabeza acorde con los movimientos de Jose C, que de nuevo se corría dentro de mí.

¡Ya!

Tenias el coñito muy rico para aguantar más, nena. Además no me gusta ser egoísta, y dejar esperando a otros. Se excuso Jose c por su reciente desparrame.

Pedro al ver el hueco libre se soltó rápido para cubrirlo el primero y continuar en la misma posición que lo había dejado el eyaculado actor. Miguel, a su vez intento desplazar a Paco que continuaba disfrutando de la felación; pero este no se dejo.

Espera que termino.

Y me agarro la cabeza para evitar que me separara y poder eyacularle dentro de la boca. Me entraron nauseas y escupí el semen

Eres un cabrón, no tenias porque hacer eso.

Lo has hecho también que no podía terminar de otra forma.

Ahora tenía a Pedro enfrente de mi empujando su miembro en mi interior, me hizo meterme de nuevo al jacuzzi y me sentó encima de él, ajusto de nuevo su polla y me empecé a mover lo que pude, pues Miguel me volvía a pedir su atención para continuar mi trabajo manual con su fuerte verga.

Intente que Pedro se corriera rápido pues notaba la polla de Miguel muy dura y me apetecía tenerla dentro. Me volví de espaldas, ayude a Pedro a metérmela por detrás, le puse las manos en mis tetas, moví mi culo de adelante a atrás cada vez mas rápido y aumente el volumen de mis gemidos.

Follame más, clávala dentro. Dale a esta perra lo que se merece.

Efectivamente, no tardo mucho en descargarse. Y pude dedicarle mi boca al vigoroso pene de Miguel. Que no espero para levantarme poniendo su pelvis a la altura de mi coño, quería follarme y a lo bestia. Se aferraba a mis muslos, clavándole las manos, yo me enganche a su cuello para dejarle hacer, su cuerpo musculoso me atraía mucho y las entradas y salidas de su polla dura parecían no acabarse, me hizo gozar plenamente y colabore con movimientos de cadera. Él cambio sus manos al culo para permitirse más fáciles movimientos. No podíamos parar de jadear, yo agarrada a aquel maravilloso cuerpo, llegamos a alcanzar una elevada velocidad en los movimientos, provocada por la excitación, hasta que note que me corría y el seguía con su penetración acelerada. De pronto paro.

Quiero correrme en tus tetas.

Me arrodille delante de él le puse la polla entre mi pechos y deje que las follara como quisiera hasta verter su caliente leche sobre ellas.

Exhausta, agotada me duche y me acosté en la cama con un dulce placer en todo mi cuerpo que me facilito quedarme dormida enseguida.

Por la mañana, alguien la luz del día me despertó. Alguien corría las cortinas. Con apenas tiempo para abrir ligeramente los ojos, lo primero que vi fue cuatro aparatos erguidos y dispuestos alrededor de mí.

Buenos días tetuda. Mira como nos hemos levantado.

Nos ha dicho Pedro que tu culito está muy rico y sabes moverlo muy bien.

Pero ¿qué hacéis? Dejadme. ¿es que no tuvisteis suficiente ayer?

Ayer fue ayer, y hoy sentimos de nuevo la llamada de la naturaleza.

Me sujetaron entre los cuatro y me ataron, boca abajo, de pies y manos a las cuatro esquinas de la cama dejándome formando una X en el centro.

Déjame a mi primero. Dijo Miguel mientras empezaba a hurgarme el ano con sus dedos.

Vaya culo más hermoso os vais a follar, dijo Pedro mientras se acomodaba para pajearse.

Miguel fue el primero en penetrarme, sin mucho preámbulo, su polla no entro fácil en mi agujero anal, aunque se había puesto algún tipo de crema sobre el preservativo, me hizo daño. Intente resistirme pero entre los otros dos forzaron a que lo dejara disponible, separando mis glúteos. La penetración de Miguel fue directa, buscando el fondo con violencia. No me quedaba más remedio que aguantar. Así que intente relajarme, pues los otros estaban esperando y seguro que querían llenarme el mismo agujero.

Mueve el culo, perra.

Nos han dicho que mueves el culo con una polla dentro como si comieras zanahorias.

Está bien pero hacerlo con más cuidado. Dije asumiendo mi papel de objeto sexual. Pon una almohada bajo mi vientre.

De esa forma quedo más elevado mi culo y más dispuesto para la penetración. Yo movía mis nalgas con un movimiento que agarraba la polla como si estuviera sujeta por dos rodillos, ni la propia energía vital de Miguel pudo aguantar ese tipo de tratamiento y entre gemidos y espasmos se descargo dentro de mí. Mientras esperaba al segundo gire la cabeza y vi como el cabrón de Pedro se reía al mismo tiempo que se pajeaba viendo a sus amigos empalándome analmente.

No tardo en entrar el segundo, esta vez era el joyero; que mas torpemente encontró el oscuro agujero y descargando todo su peso sobre me follaba el culo. Apoyando su cabeza en sobre mi hombro me susurraba toda clase de insultos y palabrotas, algunas de ellas no las había oído nunca. Aprovechando su posición empezó a chuparme el cuello.

En la posición que se encontraba me era bastante difícil moverme por lo que el dominaba los movimientos y tardo en correrse, por supuesto dentro de mi culo.

Aun quedaban Jose C y Pedro, fue el primero quien se puso detrás de mí desato mis piernas dejándolas libre y me sodomizo agarrándome de mis grandes muslos. Esta vez sí que estaba disfrutando con su rabo vía anal, lo hacía de manera activa pero no violenta. Me iba a correr emocionada por la delicadeza de su fluida penetración, cuando note que me desataban una de las manos, era Pedro que me metía su pene erecto y apunto de eyacular en mi boca agarrándome la cabeza. Efectivamente en menos de unos segundos y coincidiendo con mi orgasmo, se había vaciado en ella. Jose C seguía forzando mi culo, ahora de manera más violenta, incluso golpeándomelo.

¡Putaaaaaaaaa! Fue lo que dijo antes de descargarse dentro de mí.