Os quiero contar una de las experiencias más morbosas que me han pasado.
Hace unos años cuando tenía 22, conocí a una chica de 36 en un foro sobre
sexualidad, en una conversación sobre el tamaño del pene. Discutiamos sobre que
tamaño era el ideal, si circuncidado o no, si depilado, y todas esas variantes
que puede tener el pene.
Hasta que me hizo la pregunta del millón: y tú, cómo lo tienes?
Le conté que lo tenía circuncidado, de unos 18 cmts, color sonrosado y aunque no
lo depilaba totalmente si le recortaba el vello púbico.
Entre risas y bromas, me dijo que a ver si algún día se lo mostraba, que me
tomara una foto y se la enviara.
Y aunque al principio dudé, al final me desnude, agité mi miembro hasta que se
puso duro y tenso, tomé una foto y se la envié.
A los dos días, cuando volvímos hablar, comentamos el tema de la foto y me dijo
que no creía que esa foto fuera mia, y presa de la impotencia, lo único que se
me ocurrió decirle fué: como no quieras que te la muestre por web cam?
Ella rió, pero acepto de inmediato, quedando yo confuso por el problema en el
que me acababa de meter.
Conectamos la cam y nos vimos, y tras saludarnos (ella era una chica normal, con
el pelo castaño claro, largo y rizado, se veia guapa), comenzamos a charlar.
Aunque en aquel momento me arrepentía de haberle dicho de mostrarle mi pene por
cam por pura vergüenza, si no lo hacía ella creeria que la foto era falsa, así
que no me quedó más remedio que bajarme el pantalón y el boxer.
Ella reia y me decia cosas como si yo fuera un stripper, cosa nos hizo reir y
relajó a ambos.
Finalmente enfoqué mi miembro a la cámara, aunque estaba completamente encojido
e irreconocible para mi amiga.
Obviamente ella me dijo que en ese estado no podía reconocerlo, y yo asentí
mientras llevaba la mano a mi pene y comenzaba a menearlo. Pase la otra mano por
debajo de los testículos y los agarré, posición que suele darme mucho placer al
masturbarme.
Mi pene no tardó en crecer, en parte por la masturbación, en parte por la
excitación de tener una testigo que miraba fijamente mi pene y mis movimientos.
Estuve unos cinco minutos agitándolo, hasta que mi miembro estuvo ya totalmente
duro, momento en el que lo solté, quedando libre y mostrandose orgulloso y
bamboleante frente al objetivo de la cam. Ella seguía mirándolo callada hasta
que me reconoció que ciertamente mi pene era el de la foto.
En su cara se veia una mezcla de asombro y excitación, pues se mordisqueaba el
labio inferior con cierto nerviosismo.
- Y ahora qué? Lo vas dejar así? No vas a terminar? - preguntó
Sin yo decir nada, volví a coger mi pene y comencé a estimularlo de nuevo. Esta
vez ya no me iba a detener, comencé a gemir y mi cuerpo a tensarse, mi pene
palpitaba bajo la rápida acción de mi mano y el glande no dejaba de hincharse.
Mi amiga no decía nada y seguia mirando fijamente, aunque se habia llevado un
dedo a la boca y mordisqueaba su uña. Cuando noté que me venía, alcancé un vaso
que suelo tener en la habitación para beber y lo puse en la punta de mi pene,
intenté corregir el ángulo para que mi amiga pudiera verlo todo, y con un
suspiro comencé a eyacular en su interior, con espamos ritmicos que fueron
llenando el vaso hasta casi un tercio con mi semen. Al terminar, mostré el vaso
a la cámara, y mi amiga me sonrio con los ojos y la boca bien abierta, supongo
que en cierto estado de excitación.
- Ha sido genial - me dijo - lástima que por web cam se vea todo tan pequeño y
borroso. Hubiera sido genial haberlo visto más cerca y con más detalle.
- Pues como no quieras que vaya a tu casa y te lo enseñe jaja - le repliqué.
Ambos sabíamos que viviamos en la misma ciudad, pues lo habiamos comentado días
atrás, pero se lo dije de broma, sin esperar que me dijera: Bueno, tal vez. Me
lo pensaré...
Se acercaba el fin de semana y la siguente vez que hable con ella, me comentó
si me habia pensado en lo de ir a su casa, aunque fuese a cenar y conocernos.
Tras hablar un rato y ponernos de acuerdo, acepté y quedamos para cenar el
sábado. Obviamente ambos sabíamos lo que podía pasar, aunque no hablaramos del
tema en ese momento.
El sábado por la noche llegué a su casa, un bonito apartamento con una terraza
llena de plantas y flores. Preparó pasta para comer y bebimos vino. De postre yo
llevé una especie de pastelitos helados de nata y chocolate y pasamos la velada
charlando de mil temas y disfrutando de la compañía.
Al terminar la cena, pasamos al sofa y ella me preguntó si de verdad me iba a
masturbar para ella. Me sorprendió mucho su pregunta porque no habia salido el
tema en todo el rato, y no la creia capaz de ir tan directa al asunto, aunque la
verdad, me excitó mucho la pregunta.
Nerviosamente sonreí, e intentando aparentar calma le dije que ya me habia visto
el pene y masturbarme, que no me importaba que me viera al natural, y que de
hecho esa habia sido la idea. Ella con una sonrisa pícara se deslizo a un lado
de habitación y apagó las luces del comedor, dejando la estancia suavemente
iluminada por la luz que entraba por el balcón. Luego se colocó en una butaca
que presedía la habitación y se hundió en ella, quedando en una postura algo
cómica. Tan solo susurró: Cuando quieras...
Me levanté del sofa, recuerdo que el corazón me iba a mil por hora, y mientras
me retiraba los zapatos, pensaba si los nervios no me jugarían una mala pasada
con la erección. Seguí desnudandome quitandome los pantalones y luego los boxer,
quedando vestido únicamente de cintura para arriba. Comencé a masturbarme bajo
su atenta mirada. Transcurrido un par de minutos, mi pene ya crecido apenas se
empezaba a endurecer, me dijo que me acercara a ella.
Fuí avanzando hasta quedar frente a ella, con mis piernas abiertas y
masturbandome vigorosamente. Ella se reclino en el asiento acercando mucho su
cara a mi pene y exhaló su caliente aliento que pude sentir en mi miembro. Eso y
ver su boca abierta tan cerca de la punta de mi pene, bastó para que la
excitación fuera tan grande que mi pene se endureció rápidamente (incluso
juraría que cuando exhaló su aliento parte del capullo quedó por unos instantes
dentro de su boca, aunque no me llegó a rozar con los labios el pene). Mi amiga
volvió a su posición inicial, aunque me hizo un gesto con los dedos, muy
lentamente para que me acercase más.
Estaba de pié con las piernas abiertas tocando ya su butaca, sus piernas
quedaban por dentro de las mias mi pene se agitaba a un palmo de su cara. El
dedo indice de su mano izquierda estaba ya en su boca y lo mordia con afán, sus
piernas se apretaban, sus mejillas se habían sonrojoado notablemente y sus ojos
bien abiertos no se apartaban de mi pene.
- Ahora más lento - me dijo - para que bajase el ritmo y pudiese admirar bien mi
miembro. El glande estaba completamente hinchado, y de la punta asomaba una
pequeña gota que brilló al impacto de la tenue luz que se filtraba en la
estancia. Estás a punto? Me vas a dar tu leche? - dijo con voz entrecortada.
- Si, no tardaré - le contesté, y comencé a acelerar mis movimientos nuevamente.
Mi mano agitaba ahora con fuerza mi pene que estaba a pocos centimetros de la
cara de mi amiga que tenía la boca completamente abierta y sacaba a veces la
lengua jugando, como si quisiera darle un lametón furtivolo, y me miraba
fijamente mientras se contorsionaba en la butaca. Ignoro si también se estaba
tocando pues desde mi posición no podía verlo.
Me empecé a tensar y notar un inmenso placer que nacia en mis testículos. Eché
la cabeza hacia atrás y cerré los ojos, reservando mis últimas fuerzas para
avisar que me venía. Ella con un rápido gesto alcanzó un vaso que tenía en la
mesita y lo colocó en mi punta. Al notar el frío del vaso, giré la cabeza para
mirar y descubrir el plan de mi amiga de recoger el semen igual que habia hecho
yo la noche anterior. Empecé a eyacular directamente al vaso mientras mi amiga
se encargaba de que nada fuera desperdiciado (ni que le manchase el butacón,
claro jaja)
Tras unos instantes, terminé, ella retiró el vaso y con una mano cogió mi pene
en semi erección y le dió un beso en la parte superior, cerca del vello púbico.
Luego lo soltó y yo pude recular hasta el sofa para dejarme caer allí rendido.
Volvió a encender las lucer, parecía muy feliz. Se recostó en el sofa conmigo,
me dió las gracias por semejante experiencia y estuvimos hablando un rato más.
Cuando llegué a mi casa, me conecté a internet y allí estaba ella conectada.
Como ya veniamos haciendo, conectamos las web cams, y nos pusimos a chatear.
Ambos coincidimos que nos había gustado mucho aquella "aventura", y que habia
sido muy excitante.
- Sabes, me ha encantado tu semen - me dijo
- Qué quieres decir? - pregunté. Ella me mostró el vaso donde habia eyaculado,
pero estaba vacio. - Dónde lo has tirado?
- No lo he tirado, le he dado un sorbito, pero como sabia muy suave, lo he
estado saboreando traguito a traguito hasta terminarlo jaja
- Te has bebido mi semen??? Me hubiera gustado verlo!
- Ah, no lo pensé. Bueno, si hay próxima vez me lo bebo delante de ti.
Que decir cabe que, tras ese comentario, aquella noche cayó otra paja xD