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Torrido verano con mi prima y su amiga

en Amor filial

torrido verano con mi prima y su amiga

Recuerdo un verano especialmente movido de mi juventud en cuanto al sexo. Yo habia tenido alguna novia a mi 20 años, pero mi prima de 18 era bastante curiosa aunque inexperta en el plano sexual. Como nos teniamos un gran cariño y confianza, soliamos hablar muchas veces, y ella me pedia consejo con los chicos o me preguntaba cosas directamente relacionadas con el sexo, ya que a su edad su cabeza estaba llena de dudas. Influia mucho que ella fuese de un pequeño pueblo, dodne la gente era más cerrada y en un época donde no habia internet con lo que no podias investigar y resolver dudas por tu cuenta o simplemente charlar de sexo en foros y chats como se suele hacer hoy en día.

Como os decía, aquel verano, me fuí de vacaciones al pueblo, a casa de mi stios. Mi prima y yo, que ya habiamos acabado el curso, pasábamos solos gran parte del día, mientras mis tios trabajaban. Alguna veces íbamos por el pueblo a dar vueltas, pero al ser una pequeña localidad del interior, estaba bastante desierto y sin muchas opciones de ocio. Así que con la calor que hacia, muchas veces pasabamos las tardes en casa.

Se nos juntaba una amiga de mi prima, que no se habia ido de vacaciones. Si mi prima  era más bien menuda, delgada, con unos pechos pequeños pero puntiagudos y con el pelo largo, castaño claro, su amiga Carla era más voluptosa, con más curvas, unos pechos algo más grandes, un culo más redondito y un pelo moreno igualmente largo. Realmente las dos estaban tremendas a sus 18 primaveras.

La verdad es que ambas sentian cierta fascinación por mi, ya que vivia en una gran ciudad, era mayor que ella, habia salido por discotecas, cosas que en su pequeño pueblo eran inalcazables para ellas. Asi que muchas tardes se la pasaban preguntandome cosas sobre vivir en capital, la ropa que allí lleva la gente cuando se arregla, modas o salir por la noche.

Todo fue normal, hasta el día en que mi prima, hablando de las cosas que yo hacía en la ciudad, le comentó a Carla que ya no era virgen, que lo habia hecho con una chica que habia sido mi novia. Aquella tarde la conversación y todas las preguntas, fueron hacia el sexo, si le dolio a ella en su primera vez, si habiamos tenido problemas, si me habia gustado, no os podeis hacer una idea de la de preguntas que me hicieron.

- Y te costó metérsela? - Preguntó Carla que era la más curiosa

- Al principio si, hasta que encontré la posición y el sitio jaja

- Y te corriste rápido? - proseguia Carla que no parecia tener fin con sus preguntas

- Tarde unos minutos, supongo que porque estaba nervioso, pero no tarde mucho no - iba respondiendo

- Y te la chupo? - preguntó de nuevo

- Si, un poco al principio, aunque ya me la habia chupado antes otras veces

- Te gusta que te la chupen?

- Si, da mucho gusto, la verdad

- Joder tia - le dijo Carla a mi prima - y nosotras que no hemos visto ni una polla! - mi prima se rió con una carcajada.

Una brillante luz apareció en los ojos de Carla cuando se volvió a girar hacia mi, y con una gran sonrisa y una mirada traviesa me soltó: Oye, nos la enseñas?

Me quedé muy sorprendido, y a juzgar por la cara que puso mi prima, ella también, sin embargo me miró, como esperando que diera una respuesta. En aquel momento, después de estar hablando de sexo tanto rato, y teniendo en cuenta que Carla estaba tumbada a mi lado de forma que podía ver más allá de su escote en canalillo entre sus pechos y que llevaba unos pequeños pantalones, y que mi prima iba con un top de bikini, estaba con el pene bastante tieso, que acabo de endurecer al oir tan osada petición.

Lo único que se me ocurrió fue decir - va en serio?

Si, déjamos verla, no ves que aquí apenas hay chicos para ligar, y la mayoría tienen novio! - Intenaba convencerme Carla

Tú que dices - le pregunté a mi prima

Yo también tengo curiosidad - dijo mientras se acercaba a nosotros

Joder, que locas estais, dije mientras me ponia de pie, y comenzaba a desabrochar mi pantalon. Cuando estos cayeron al suelo, ambas pudieron adivinar la forma de mi abultado pene, que se marcaba en mi calzoncillos.

- Pero si la tienes dura - soltó Carla de un grito

- Claro, si llevamos rato hablando de sexo, cómo quieres que la tenga

Cuando bajé mis boxers, y mi pene quedó libre, a su vista, y apuntando hacia ellas, se quedaron muy sorprendidas. Ambas permanecieron  muy quietas observandolo con todo detalle durante unos morbosos instantes.

Carla hizo un movimiento de aproximación para acercarse más, y puso su cara a un escaso palmo de mi polla, que estaba completamente dura e hinchada.

- Qué grande - dijo Carla - te duele? qué sientes? - las preguntas se arremolinaban en su cabeza.

- Pues cuando la tienes asi sientes excitanción, te palpita más rápido el corazón, no sé explicarte, pero es agradable.

- Oye, y ahora se te baja sola o te tienes que pajear?

- Depende, si me relajo, en un rato se baja sola, y sino, pues me la pelo y ya se queda tranquila - contesté

- Ostrás, pues masturbate que quiero verlo - me dijo medio rogando

- Joder tia, que corte - realmente me daba tanto morbo como corte por lo inesperado de todo aquello, digamos que no estaba ni remotamente mentalizado

- Vaaaa, por favor - suplicas a las que se unieron las de mi prima

- Ok, pero que esto quede entre nosotros, ok? - ambas respondieron asintiendo con la cabeza

Cogi mi pene con una mano, y con la otra la pase por debajo de mis testículos, sujetándolos firmemente, postura que suelo adoptar al masturbarme. Empecé a pajearme, y vi como ellas alternaban la mirada entre mi polla, la mano que manoseaba mis testículos y mi cara de placer que de vez en cuando soltaba algún pequeño suspiro.

- Mira como se hincha - apuntó Carla que estaba sentada justo a mi lado, con mi polla a la altura de su cara, a un escaso palmo y medio, y que sonreia mientras miraba como mi mano se deslizaba velozmente por mi pene.

- Tienes un clinex? - le pregunté a mi prima, mientras detenia la paja, ya que sentía cercano el orgasmo

- Si claro - dijo mientras se volteaba y alcanzaba un paquete de un cajón de su cuarto. Sacó uno y me lo dió. Lo abrí y lo puso deltante en el suelo.

- Y eso? Es el semen? - Dijo Carla que veía como la punta de mi pene estaba ya humedecida

- No, bueno, es líquido preseminal. Es para lubricar y sale antes del semen - le expliqué

Proseguí con la paja con ambas chicas a mi lado, la verdad es que nunca me habia hecho una paja así, con gente mirando, que lejos quedaban aún las sesiones de cybersexo con webcam que llegarían más tarde con internet. Un gemido más intenso, anunció mi descarga de leche. Apunté hacia el clinex y comencé a eyacular. Mi prima y Carla soltaron varios tipos de exclamaciones como: "Huala!, fíjate, ostrás" y risas varias, mientras veian mi semen brotar de mi polla y caer hasta el clinex.

Como suelo eyacular abundantemente, seguí pajeandome hasta asegurar que sacaba las últimas gotas que todavía caían. Cuando paré, Carla miraba mi polla con toda la punta chorreando de semen, mientras mi prima estaba más preocupara de que hubiera manchado el suelo, y con otro clinex, comenzó a limpiar las gotitas del suelo que veia.

Sin previo aviso Carla, pasó un dedo por la punta de mi pene para recoger unas gotas de semen que quedaban en mi punta. Tenia una sonrisa en su rostro, y los ojos fijados en su dedo con los restos de mi semen, que acercó a su cara. Primero lo olió, y tras mirarme se lo metió en la boca para sacarlo limpio de semen, segundos después. Lo paladeo, mientras, por su expresión, parecia identificarlo con algún sabor, para finalmente decir - sabe medio dulce...jaja - rió algo avergonzada por lo que acaba de hacer, ya que se puso como un tomate. Que Carla probara mi semen me dió mucho morbo, pues antes, solo una vecina con la que me enrrollé lo habia hecho, y al ver a Carla saborear aquellas gotas de mi leche me excitó bastante.

Tras recoger, mi prima y Carla me dieron las gracias, dijeron que habia sido alucinante, ya que nunca habian podido ver algo así y que les tenía que explicar y enseñar más cosas.

Al día siguiente, creo que Carla ya habia aprendido la lección y que si me ponía cachondo, sería más fácil que accediese hacer a realizar cosas para ellas. Así que cuando se vino a casa por la tarde, después de merendar, ya empezó a bromear conmigo. Merendamos leche con galletas típicas del pueblo de mi prima, pero Carla me bromeo:

- Está buena la leche de vaca, pero no sabe tan dulce como la tuya - Mi prima y Carla rieron, al tiempo que yo me ponía rojo. A partir de ahí, volvieron las preguntas sobre sexo, que si has hecho un 69, que si como te gustan las chicas, que si tetas grandes o pequeñas, etc. Carla además, se habia visto una camiseta de tirantes bastante olgada y sin sujetador, con lo que según la postura en la que estábamos, le veia ligeramente bambolear los pechos.

Carla me iba mirando el paquete, para ver si se me ponía dura con toda la conversación y el juego que estábamos teniendo. Finalmente preguntó: Se te ha puesto dura? - yo que me hice el loco, le contesté: No, no sé - pero me dijo - a ver...levanta... - y de pie, fue imposible ocultar el incipiente bulto que tenía entre las piernas y que mi pantalón corto no disimulaba nada.

Mi prima y Carla rieron - Venga sácatela, dejanos verla - dijo Carla

- Ya la visteis ayer - respondí

- Si, pero nos gusta verla - dijo bromeando. Quise resistirme un poco, aunque la situación me ponía, me daba un poco de corte todo aquello pero Carla, me insistió diciendo - Y si hoy te la pajeamos nosotras? - Mi cara de alucine debió ser de órdago - pero ambas chicas me miraba, como esperando mi aprovación. Estoy seguro de que ambas habian hablado a solas para ponerse de acuerdo. Estaba claro, que aquella propuesta no podía dejarla escapar.

Esta bien - dije mientras me ponía de pie, y me desabrochaba panatalón y me lo quitaba junto con el boxer. Me volví a sentar, al tiempo que Carla se colocaba entre mis piernas. La verdad es que estaba completamente excitado, y tenía el pene completamente duro. Me la agarró toscamente, a lo que preferí colocarle yo las manos, una sujetando mis testículos, y la otra sobre la mitad del pene. Le hice yo los primeros movimientos de vaivén, para que supiera un poco, cuanto estirar y hasta donde daba juego la piel de pene.

A mi me gusta así, pero bueno, tú investiga y juega lo que quieras - le dije

Comenzó a pajearme dulcemente, con una gran sonrisa en los labios que se entremordía, y sus ojos negros brillantes, posados en mi pene, como hipnotizada, totalmente concentrada en lo que estaba haciendo.

- Que suave y calentita es - comentó, aunque yo pensaba lo mismo de sus suaves y calentitos dedos que agarraban mi polla. A veces jugaba, estirando o aprentando más mi miembro entre sus manos, al tiempo que me miraba para ver mi reacción.

- Lo hago bien? - preguntaba

- Si, me encanta - atiné a contestarle

- Ten prueba tú, le dijo, ofreciendole el pene a mi prima

Ambas intercambiaron los puestos, colocandose ahora mi prima entre mis piernas. Trataba de imitar los movimientos que le habia enseñado a su amiga, y también me masturbó durante unos minutos. Se fueron turnando cada poco rato para pajearme. Carla animaba a mi prima diciendo entusiasmada que tenían que conseguir sacarme la leche.

Fué en manos de ella, de mi prima, que comencé a correrme, le dije que no parase, mientras mi vientre y sus manos se llenaban de semen. Con los ojos cerrados, retorcido de placer en aquel butacón, oía a Carla reir, mientras mi prima seguía sacando los últimos estertores de leche de mi interior. Cuando mi prima soltó mi pene con sus manos ahora pegajosas, fué Carla quién lo cogió para manchárselas también. Me masturbó un poco más, comentando el hecho de que con el semen, su mano resbalaba mejor, y al ver salir unas últimas gotas por mi punta, siguió masturbandome hasta asegurarse que no quedaba más por salir.

Mi semana de vacaciones en el pueblo estaba por terminar, apenas me quedaban tres días de estancia antes de regresar. Todos eramos conscientes, Carla aún más si cabe, que había encontrando en mi su juguete sexual, así que muy seria aquella tarde me dijo que yo no me podía ir sin dejar que ella me la chupase.

Asiq ue cuando subimos a la habitación de mi prima aquella tarde, comenzó a decirme que me la queria chupar, que tenia muchas ganas de ver como era, y que incluso esa noche habia tenido un sueño erótico donde lo hacia. A estas alturas, tampoco me tenía que insistir tanto, pues me excitaba mucho la idea de que me la chupase la amiga de mi prima, pero supongo que ella pensaba que igual yo no quería llegar tan lejos.

Tras hacerme un rogar un poco, para calentar algo el ambiente y aumentar su deseo y ansiedad, comencé a desabrochar mis pantalones. Cuando mis boxers cayeron, mi pene se liberó erectó ante la cara y atenta mirada de las dos muchachas. Ver el deseo reflejado en sus rostros cuando me la miraban me daba un morbo increible.

Apenas me sentaba de nuevo que Carla ya se habia colocado entre mis piernas y en cuanto me la pudo coger con una mano, la apuntó hacia su boca que acercó a mi miembro, justo para engullirlo de un bocado. Mientras con una mano sujetaba la base de mi pene y con la otra se abrazaba a mi muslo, comenzó una mamada frenética, muy ansiosa. Tanto es así, que no tarde en decirle que fuera un poco más lento, ya que por unos instantes me hizo daño.

Pese a mi comentario, Carla apenas bajó el ritmo y siguió mamando intensamente mi polla, mientras gemia, y su boca se hacia agua a juzgar por la cantidad de saliva con la que mojaba mi miembro. Creo que si hubiera podido, me la hubiera arrancado de un  mordisco y se la hubiera tragado entera.

En un momento dado, paró, y completamente exahusta se giró hacia mi prima y le preguntó: Tú quieres? - a lo que mi prima contestó que no, que yo era su primo, y eso ya era medio incesto. Carla asintió, y con sus mejillas completamente sonrosadas, volvió a engullir toda aquella carne dura, palpitante y sabrosa que tanto anhelaba, sabiendo que era toda para ella, y que se la iba a poder comer enterita sin más interrupciones. Toda para ella.

En un momento dado, el brazo que se agarraba a mi pierna, se liberó y lo llevo hacia abajo. No estaba seguro, pero Carla estaba tan excitada que supuse que habia llevado esa mano a su entrepierna para masturbarse, y comencé a imaginar como sus muslos debían estar mojados y como su cristalino flujo resbalaba entre ellos. Se me hizo la boca agua, para que negarlo.

Mi prima, sentada a nuestro lado, observaba atentamente toda la escena. Tenía los ojos puestos en la forma en que su amiga chupaba el pene de su primo, y se morsdisqueaba el labio inferior, o a veces se los relamia. Entiendo que no quisiera chuparmela por ser familia, pero se notaba que ardia en deseos de tener una en su boca.

Aquella mamada primeriza y ansiosa a partes iguales consiguió llevarme al climax, avise a Carla que me venía, pero está siguió como una posesa chupando mi polla. Empecé a correrme dentro de su boca con lo que sentí un placer inmenso, pero pronto Carla se vió desbordada y se apartó tosiendo, medio ahogada con el semen. La verdad es que fué muy divertido y nos pusimos todos a reir.

- Dios mio, no esperaba tanta leche - decía riendo todavía con los labios y la barbilla manchadas

Cuando se levantó para ir a limpiarse, me levanté yo también y la cogí por la muñeca de la mano derecha. Subí su mano, acercandola a mi cara, para poder ver sus dedos. Sonrei al comprobar que estaban húmedos y brillantes. Ella se quedó sorprendida, momento que aproveché para llevarlos a mi boca y chuparlos. No sé si se corrió ahí mismo, cuando vió como chupaba sus dedos mojados por su flujo, pero por la cara que puso y como temblaba bien pudo ser.

Así pasamos los tres últimos días. Cada tarde, y bajo la atenta mirada de mi prima, Carla me hizo una felación completa hasta hacerme eyacular en su boca. El último día incluso logró que no se le escapase nada de la boca y pudo tragarse la corrida entera. Ese mismo día, sabiendo que ya me iba, me la chupo dos veces, teniendo en cuenta que quién sabe cuando podría volver hacerlo.

Nunca más hablé del tema con mi prima, supongo que por corte y la siguiente vez que volví al pueblo Carla ya tenía novio, así que apenas la vi, pero lo ocurrido aquel verano es algo que nunca podré olvidar y más ahora que lo he plasmado en este relato. Un saludo a todos.