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Trio con mi amiga y su novia

en Dominación

Hace unos años salí con una chica llamada Sandra, que era muy salvaje en la cama, casi no tenía límites y aunque la relación sólo duro unos meses de intensa pasión, luego guardamos una buena amistad.

Tiempo después nos encontramos, y fuimos a tomar algo a un bar. Me contó que se iba a pasar el fin de semana con su novia, pues Sandra era bisexual, y comentando que yo nunca había estado, me dijo que por qué no me apuntaba. Y así fué. El sábado por la mañana nos encontrabamos los tres en el aeropuerto donde me presentó a su novia, Clara.

Clara, era una chica de unos 19 años (Sandra tenía 25 y yo 27 en aquel momento), y era rubia, ojos azules, muy blanquita de piel y muy aniñada en general, delgada, pocas curvas y con un aire inocentón que hacía que me preguntara como había podido acabar saliendo con Sandra, que era una morena con una pinta de vicio que te revolucionaba las hormonas nada más verla. Sandra me comentaría más tarde, que aquella inocente muchacha, era muy sumisa y curiosa sexualmente, y que por eso hacían buenas migas.

Cogimos el vuelo, llegamos a Paris, y pasamos el día visitando algunos de sus rincones, ya sabeis, la Torre Eiffel, Notre Dam, etc. Al caer la noche, fuimos a cenar a un sitio muy "cuco" y tranquilo, con sus velitas y sus camareros encorbatados. Durante la cena, Sandra comentó:

- Pues aquí Clara, donde la ves, es un encanto de niña y una maravillosa y dulce amante, me encanta como me come el coño - en ese momento Clara rió y yo casi me atragando con la comida, porque hasta ese momento no se había insinuado nada de tipo sexual.

Sandra prosiguió.

- Pero sabes, la niña no ha catado varón y ya que vamos a dormir todos en la misma habitación, había pensado que... - en ese momento se giró hacia Carla y le preguntó - te gustaría desvirgarte aquí con el amigo?

Carla me miro con su sonrisa de rostro angelical, y dijo suavemente - Bueno...

Si os digo la verdad, no recuerdo mucho más de aquella cena, sólo sé que yo comí a toda prisa y en menos que nos dimos cuenta estábamos en la habitación del hotel. En mi vida había hecho un trio o algo parecido y aquello prometía y mucho.

Nos comenzamos a desnudar los tres, y Sandra deshizo la cama. Luego ayudo a terminar de desnudarse a Clara y la hizo tumbarse en el centro de la cama. Yo ya estaba desnudo y con un empalme considerable ante las dos chicas.

Sandra, tomó la iniciativa y empezó a relamer todo el cuerpo de la "inocente" Clara, que seguía tumbada, especialmente su sexo, en el que hundió su lengua y comenzó a lamer con intensidad a juzgar por los gestos que hacia Clara.

Opté por tumbarme al lado de las dos chicas, momento en el que Sandra estiró su mano y agarró mi polla para comenzar a masturbarme mientras seguía lamiendo a Clara. Pocos instantes después Sandra dejó el sexo oral con su amante y fué mi polla lo que llenó su boca, ya que comenzó una frenética mamada. Me encantó reencontrarme con los labios de Sandra en mi pene, que tantas veces me habia mamado en nuestra época de novios. Como vió que ya la tenía más dura que un mastil, me dijo:

- Ven, quiero que desvirgues a mi putita, fóllatela como tú sabes - la verdad es que me encantaba su forma de hablar tan agresiva. Pienso que ese momento estaba muy excitada, al igual que Clara que mi miraba sonriente, totalmente entregada y masajeandose los pechos. Sin dudarlo demasiado me puse en posición, sobre ella y encaré mi pene al sexo de la dulce Clara, que no había probado nunca una polla, sólo habia tenido sexo lésbico con mi amiga Sandra.

Cuando empecé a penetrarla, Sandra también se subió sobre Clara, pero sentada por debajo de su pecho, la cogió por las muñecas y comenzó a decirle:

- Quiero verte y orite gritar putita. Quieres que te meta la polla, verdad? Quieres sentir una polla enterita dentro de ti, a que si?

- Siiiii - es lo único que susurraba Clara una y otra vez, mientras ya debía estar notando como mi polla se abría paso dentro de su sexo. Aunque tenía la vagina algo apretada, ya fuera por nervios, o por otro motivo, estaba tan húmeda que mi pene se deslizó hasta el fondo sin muchos problemas.

Comencé así un mete saca lento y placentero, al ritmo de los gemidos de Carla. Sandra tras haber disfrutado unos minutos viendo la cara de placer de su novia, optó por sentarse ahora sobre la boca de Carla, ahogando así sus gemidos al obligarla a realizarle sexo oral.

Algo después decidí subir las piernas de Carla sobre mis hombros, facilitando así que la penentración fuera más profunda. Me estaba follando a placer a aquella virginal criatura. Notaba su vagina estrecha, lo que aumentaba la presión sobre mi pene y me daba mucho placer. Para evitar correrme todavía, cambiaba de ritmo y se lo estaba haciendo más despacio de lo habitual, también por ser su primera vez. Mientras la follaba a mi ritmo, ella lamía y relamía el sexo de su novia que estaba sentada sobre su cara.

En un momento dado Clara comenzó a convulsionarse y a gemir con más fuerza, no cabía duda que se estaba corriendo. Sandra se giró y me dijo - No pares, quiero que te la folles bien follada - así que seguí penetrándola a placer. A veces se la mentía entera y la dejaba allí unos segundos para luego proseguir con los embites.

Sandra se levantó y ordenó a Clara que se pusiera de cuatro patas, para que me la siguiera follando de esa forma. Aquí, hay que reconocer que aumenté un poco la velocidad de la penetración. Sandra pasaba de Clara a mi, besándonos los pezones, mordiéndonos el cuello, metiéndonos mano por todas partes e incluso aprovechó para sacar alguna foto con su móvil.

Luego se acercó a nosotros y comenzó a jugar con un dedo sobre el culo de Clara que, mientras yo me follaba a cuatro patas, le quedaba bastante...a mano. Cuando el dedo de Sandra comenzó acariciar aquel culito, Clara gimió de manera más intensa, asi que sin pensarlo dos veces, Sandra se acercó a su maleta y volvió con un consolador finito y un lubricante.

Tras embadurnar el pequeño consolador con aquel aceite, lo colocó en la entrada de su culo, y comenzó a jugar con él, apretando cada vez más y más, mientras yo la penetraba vaginalmente desde la postura del perrito. Finalmente el pequeño dildo entró, y comenzamos una doble penetración que hizo retorcerse a Clara de gusto. Sus gritos y gemidos alcanzaron un nuevo nivel.

- Te gusta sentirte llena, verdad zorra? - Las frases que le lanzaba Sandra caldeaban aun más el ambiente. Yo estaba en la gloria, follándome aquel coño tan humedo y suave, mientras miraba a Sandra, especialmente salvaje y excitada, y a la "pobre" cría retorciéndose de gusto ante nuestros embites.

En aquella situación Clara no tardó en correrse y convulsionarse al ritmo de unos gemidos especialmente intensos. Yo la seguía penetrando, intentando alargar su placer, y Sandra hundió lo máximo que pudo el consolador en su trasero. Tras el orgasmo, Clara cayó rendida.

- Me toca - me dijo Sandra, mientras se tumbaba boca arriba y cogía mi polla que dirigia a la entrada de su sexo - Fóllame como tú sabes cabrón - me retaba con esa boca tan sucia que tiene cuando se excita. Nos acoplamos en la postura del misionero y nos dejamos llevar, mientras Clara reposaba a nuestro lado en la cama, saboreando aún su excelente orgasmo.

Sandra no era virgen, al contrario, una viciosa con mucho tiempo de experiencia, así que pude soltarme y follarla a placer, con más fuerza que a Clara. Sandra estaba completamente empapada, ya que debía ser tan excitante desvirgar a su compañera para ella como para mi. Estuvimos un buen rato follando, y cambiando entre diversas posturas, en las que tuvo un par de orgasmos. Sólo cuando quedó satisfecha, me hizo parar.

- Espera, quiero que reserves tu leche para Clara, al fin y al cabo es su estreno - Me dijo Sandra. Así que me hizo acercar hacia Clara, que permanecía tumbada, acariciando su cuerpo - Quiero que le llenes la boquita de leche a esta zorra - dijo sin pestañear

Me acerqué caminando de rodillas sobre la cama, hacia las almohadas, donde Clara ya me esperaba con una sonrisa y mirando fijamente mi pene. Al llegar a ella, abrió la boca y me miró, mientras yo introducía mi pene en ella hasta la mitad. Entonces ella cerró los labios y pude notar la calidez, la humedad y la presión de su boca sobre mi pene. Clara me agarró por la base y comenzó a tirar de mi mientras succionaba rítmicamente. Por mi parte comencé un movimiento pelvico de mete-saca muy suave, mientras la miraba. Tenía los ojos cerrados, y parecía un ángel.

- Quieres que te llene la boca de leche, verdad zorrita? - Le susurraba Sandra al oído que estaba junto a nosotros siguiendo toda la escena

- Uhú - gemía Clara con la  boca llena de mi polla

- Quiero que te la tragues toda, y no desperdicies ni una gota. Quiero que se la estés chupando hasta que no quede nada, quiero que toda esa corrida pase por tu garganta - Seguí diciendo Sandra para incitarla

Era muy placentero notar toda la polla ensalivada que entraba y salía deliciosamente de la boca de Clara, que cada vez chupaba más ansiosa. Finalmente no pude aguantar más y me dejé ir en aquel torrente de placer que escapó por la punta de mi pene, y que llenó la boca de Clara. Fué tremendamente delicioso eyacular sobre su lengua, mientras notaba sus succiones y chupeteos. Aún corriendome noté como empezaba a tragar, por los gestos y ruidos de su boca y garganta.

- Eso es, traga, trágatelo todo - le indicaba Sandra que estaba al tanto de mi corrida por mis gemidos.

Clara no dejó de chupar, hasta que notó que mi pene perdía dureza, y aún así lo relamió, obediente a su ama, para no dejar restos de semen por tragar. Este encuentro fué el primero de varios que tuvo aquel fin de semana en el hotel de Paris.

En la siguiente ocasión lo hicimos los tres en la bañera, que llenamos de agua tibia y jabón, y fué extremadamente morboso. El último día, lo celebramos con una botella de Champagne con la que brindamos, vertimos sobre nuestros cuerpos y nos relamimos luego unos a otros, e incluso ellas llenaron dos copas, y me hicieron correrme en ellas, que luego bebieron tomando mi semen mezclado con la bebida.

Fué un fin de semana tremendamente morboso. Sabiendo esto, es fácil entender porque cuando oigo nombrada la ciudad de Paris a mi se ponga en dura en tres segundos.