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Obligado a violar a su propia hija tercera parte

en No Consentido

Nombre: Juan, pero me dicen “el rana”

Edad: 25 años

Estado civil: Juntado

Con quién vive: Con mi vieja

Porqué estaba en la casa del denunciante: Porque me debe una lana y me dijo que me iba a pagar.

Porqué tuvieron sexo grupal con la agraviada: Pos porque el Papá nos dijo que así nos pagaría y ella estuvo de acuerdo

Cuente lo sucedido:

El sábado fuimos mis cuates y yo  a cobrarle a este güey porque nos dijo que nos iba a pagar; entonces tocamos y nos abrió; entramos pero él nos dijo que no tenía la lana, pero que si queríamos podíamos cogernos a su hija y así nos pagaría, entonces yo le dije: “pos deja ver a la morra, porque qué tal si es una vieja gorda bizca y fea, así no me conviene”.

Entonces nos dijo que fuéramos a su cuarto de él y llamó a su hija; la morra entró y vimos que la neta si está bien buena, yo nunca antes la había visto, es una chavita más o menos morena, de pelo largo y negro, con buenas tetas y un culito bien sabroso que la neta si se antoja. Traía un shorcito azul y una playerita blanca de esas sin mangas y movía bien chido las nalgas.

Entonces el güey ese le dijo: “Hija, le debo una lana a estos señores y como tú eres bien puta, vas a tener que coger con ellos para pagarles”; entonces ella sonriendo luego luego se encueró y se quedó desnuda frente a nosotros y dijo: “pos órale” y entonces se acostó en la cama con las patas abiertas y nos dijo: “órales, a ver quién va a ser el primero”; entonces yo me apunté porque a mi es al que le debe la lana su papá y pos la neta si me la cogí bien rico y luego siguió otro de mis cuates y así uno por uno hasta que nos la cogimos todos y entonces el Papá que estaba ahí nos dijo: “pos yo también me la voy a coger, al fin diario lo hacemos” y también se la cogió con nosotros viéndolos y luego nos invitó a que nos la cogiéramos por el culo al mismo tiempo que él se la cogía por la panocha y pues la puta esta estuvo cogiéndonos de a tres”.

(Intervención del agente del M.P.): A ver, a ver, a ver; ¿Usted dice que ella lo hizo con ustedes por su propia voluntad y que el Papá de ella lo consintió y además fue como un pago?

(El Rana): Si, la neta si, así fue.

(Agente): Pues sus cómplices, la chica y el señor dicen otra cosa.

(El Rana): No les crea, esa vieja es bien pinche puta, yo he visto como mete cada rato hombres a su casa y creo que le pagan al Papá.

(Agente): Ah, Usted ha visto como mete hombres a su casa, pero… ¿No había dicho usted que nunca antes había visto a la agraviada?

(El Rana): Esteeee… bueno, no sé si ella, pero es que siempre hay una vieja ahí que sale a la puerta y los mete, pero no se alcanza a  ver la cara.

(Agente): Ah… oiga, ¿y que sabe del video y las fotos que tomaron sus amigos?

(El Rana): ¿Video, cual video?

(Agente): Pues uno que encontramos en la casa y que grabaron varios de ustedes y en el cual se ve claramente lo que hicieron y me parece que Usted no nos está contando la verdad. Mire, le voy a dar la oportunidad de que vuelva a empezar y me cuente como pasaron las cosas en verdad, porque yo ya vi el video y si no me dice la verdad será peor; ¿qué dice?

(El Rana se queda pensativo y después de un minuto dice): Ya está bien, les voy a contar la neta, pero si se les para no es mi culpa.

La verdadera neta es que este güey ya nos tiene hartos con sus pinches chismes, siempre nos anda acusando en la colonia y con la Poli que hacemos una cosa o la otra y la verdad es que queríamos darle una lección, porque nosotros ni somos gachos ni nos metemos con él; la verdad es que ni lo pelábamos, pero un día nos hartó y pos quisimos desquitarnos.

Serían pasadas las 11 y media de la noche cuando llegamos a la casa de este güey; mi cuate el Farolas abrió la puerta con unas ganzúas y nos metimos en silencio, queríamos agarrarlo en su recámara;  llevábamos lámparas, pero un güey no vio algo en el piso y se tropezó, haciendo mucho ruido. Nos quedamos quietos tantita para ver si el Papá se  despertaba y si escuchamos que bajaba las escaleras; nos escondimos mientras el Farolas abría los cajones de la cocina para que este menso creyera que solo era un ladrón y se la tragó todita, iba a pegarle a nuestro cuate cuando le caímos, el gorila le dio un madrazo en la cabeza con un tubo y se cayó desmayado; primero creímos que estaba muerto, pero luego vimos que respiraba; entonces en chinga lo cargamos a su recámara, lo sentamos en una silla y lo amarramos bien chido para que no pudiera moverse y también le tapamos el hocico.

En lo que amarrábamos a este güey, uno de mis compañeros me llamó al pasillo; cuando salí me dijeron: “mira lo que nos encontramos”; me dijeron que la hija salió de su cuarto, nomás iba vestida con una camiseta blanca y un short azul y entonces le cayeron tres de mis cuates; le taparon la boca y le dijeron que no hiciera ruido.

Yo dije: “chido, ahora nuestra venganza será mejor” y le dije a mi compañero: “Tráela, ya mero se despierta el Papá”; la putilla esta no dejaba de resistirse, entonces mi cuate le dijo: “¡Que te estás quieta te digo, si no quieres que te ponga unos madrazos!”; como ella seguía forcejeando, uno de mis amigos le pellizcó una teta, ella gritó, pero mi amigo le tenía bien tapado el hocico para que no se oyeran sus quejidos.

 “¿Te vas a estar quieta?” dijo mi amigo y ella movió la cabeza diciendo que sí, entonces ya no le pellizcaron las tetas, pero empezaron a acariciárselos con una mano diciendo: “que ricas tetas mamita, necesitan una chupadita”, luego le metieron una mano al short y le dijeron: “Este chochito también necesita su lamida”. El que la agarraba le dijo: “¡Espérate hasta que se despierte el viejo!”; el otro, le quitó las manos de encima y le dijo: “pero ya me tocará mi turno putita y verás cómo te voy a hacer gozar”. Entonces la chava empezó a llorar, pero todavía ni le hacíamos nada.

Luego me llamaron de nuevo a la recámara del ruco y vi que ya había despertado, entonces les dije que trajeran a la chava; mis amigos la metieron al cuarto y la aventaron al piso frente al viejo; entonces le dije al ruco que lo que íbamos a hacer era por meterse con nosotros y por chismoso.

Entonces le dije a la chava: “A ver, desvístete”. El Papá pataleó, pero “el jetas” le dio n madrazo y le dijo: “¡Quieto perro, o te calmas o le ponemos una madriza a la putita de tu hija!”; entonces él se calmó un poco.

La putilla esta era medio rejega, no quería encuerarse y empezó de chillona a pedir que no le hiciéramos nada, entonces le dije que si no se encueraba ella, primero le pondríamos una madriza y luego de todos modos la íbamos a encuerar y a cogérnosla.

Como la chava seguía sin obedecer, les dije a los de la banda: “¡Como esta puta no obedece, madréense al Papá mejor!” y pos de inmediato se lo empezaron a madrear gacho; hasta que ella gritó: “¡No, ya, está bien, cogeré con ustedes todo lo que quieran, pero ya no le peguen, al fin que me encanta!”. Entonces ya no lo madreamos y le dije a la vieja que si era obediente ya no le pegábamos, pero si no, le pegaríamos mientras ella cogía con nosotros. Ella se paró y empezó a desvestirse, pero la neta se veía que estaba excitada, porque sus pezones estaban levantados y como que si tenía ganas de coger con todos a la vez; nosotros también nos empezamos a encuerar; vi que varios de mis cuates ya tenían la verga parada y se empezaban a masturbar.

Ella se quitó la camiseta y el short, quedando solo en tanga, una tanguita blanquita con un moñito rosa adelante bien bonita; la neta es que está bien sabrosa esta putilla; tiene unas tetas bien redondas, medianas, pero bien formaditas, con un pezoncito rosa que se antoja chupar; a través de la tanga se le notaba el vello y su rajita bien formada; las nalgas también son de ensueño, me le quedé viendo, con la verga ya bien parada, varios de mis compañeros estaban hasta babeando; le dije que se quitara la tanga y ella obedeció sin protestar, por eso digo que si tenía ganas; aunque se tapó las chichis y el monte con las manos.

Yo quería que todos la vieran, así que me puse atrás de ella y le jalé los brazos para ponérselos atrás y se los detuve con una sola mano y con la otra empecé a acariciarle las tetas mientras le dije: “Que sabrosas tetas mamacita, están para darles una chupadita”. Luego bajé la mano y ella entendió; abrió las piernas para que yo le acariciara el chochito; empezamos a dar vueltas para que nos vieran; le dije: “Estás bien sabrosa, desde la primera vez que te vi te me antojaste” y entonces ella gemía y me dijo: “Si, quiero ser tuya y que me cojan todos tus amigos frente al puto de mi padre”.

Luego le metí un dedo en la panocha y lo empecé a mover; le dije: “Anda puta, esto te gusta, y mi verga te va a gustar más, ya lo verás, además hoy vas a tragar tantas vergas que serás feliz todo el año, vas a ser nuestra puta hasta que te dejemos la pucha y el culo bien aguados ”, ella me respondió: “si, si, sigue así, métemelo más, quiero coger con todos y que me metan todas sus vergas en la panocha y el culo” y se movía gozando de mi dedo. Ahí fue cuando uno de la banda se puso a tomar el video.

Al seguir tocándola ella quedó hincada frente a su Papá y yo le dije: “¿Todavía crees que esta puta es virgen cabrón?”. Él dijo que si moviendo la cabeza y le dije a la chava: “¿A poco todavía eres virgen?”. Ella no dijo nada y entonces fue cuando la empujé sobre su Papá y le dije también: “¡Eres una puta, que vas a ser virgen!”. Luego les pregunté si ya habían cogido entre ellos; él lo negó, pero estoy seguro que se la coge cada noche que están juntos y hasta le dije: “pero bien que se te antoja, ¿verdad pendejo?”. El siguió negando y me dio risa.

Entonces para comprobar le dije a la putilla: “¡Saca la verga de tu Papá y mámasela!”; como se quedó como pendeja sin hacer nada, uno de mi banda se quitó el cinturón y le dio un cinturonazo en la espalda, eso sí le dolió a la puta, porque empezó a chillar otra vez; y como me molesta mucho que chillen, me enojé, la tomé de las greñas y le grité de frente: “¡Cuando yo te ordene algo me obedeces pinche puta!”; ella dijo: “si, si está bien, ya, haré lo que diga”.

La chava le bajó los pantalones y los boxers al Papá y sacó su verga flácida; luego empezó a acariciarlo y lo metió en su boca, pero casi de inmediato lo sacó, entonces vimos que el güey ya tenía la verga bien parada y el gorila dijo: “¡mira este cabrón, ya le urge cogérsela!, ¿no que no?”. Ella volvió a meter la verga de su papa en la boca sin que nadie le dijera nada y empezó a mamarlo con los ojos cerrados, se notaba que le gustaba a la puta esta.

La chava lamía con la lengua la verga de su Papá y le chupaba también los huevos mientras lo masturbaba con una mano; le dijimos que solo usara la boca y no las manso, y ella volvió a meter la verga en su boca, y vimos cómo le empezaba a escurrir líquido por los lados de la boca, entonces ella se sacó la verga dela boca y se limpió con una mano y con la otra seguía masturbando al viejo; entonces uno de mis amigos le dijo que no quería que usara las manos y entonces se las amarraron con cinta atrás y le dijimos: “¡Sigue mamando puta, nadie te permitió parar!”.

Uno de mis cuates la levantó de la cadera, pero ella seguía mamando la verga del Papá; mi cuate le acarició la panocha y ya le iba a meter la verga cuando otro de la banda le dijo: “Pérate cabrón, mejor vamos a hacer que su papito la desvirgue, ¿cómo ves?” Entonces mi cuate como de mala gana la soltó y se hizo para atrás; la putita se sacó la verga de su Papá de la boca y dijo: “¡No, no, espérense eso no, no por favor no lo hagan; Papá, no dejes que nos hagan eso; con  ustedes sí, pero con él no!”. El papá se retorcía, pero no podía hacer nada; ya tenía la verga bien parada y se veía que tenía hartas ganas de cogerse a la puta de su hija.

Entonces entre dos de la banda la cargaron, haciendo que abriera las piernas y la hicieron que se clavara en la verga de su Papá; mientras la cargaban ella se resistía y gritaba: “¡No, no, no lo hagan, desgraciados!” y cuando la hicieron clavarse si gritó de que le dolió y hacía como que lloraba, pero luego estaba bien feliz brincando en la verga de su papá

Mis compañeros le dijeron: “¡anda puta, muévete, goza a tu papito!” y a él le decían: “¡Esto te gusta, bien que querías cogértela, ¿verdad cabrón?!” o “A ver, ¿desde cuándo tenías ganas de cogerte a la putota de tu hija cabrón?, deberías agradecer que te estamos ayudando, pendejo jajajaja”.

El tipo estaba bien colorado, yo sabía que lo estaba disfrutando el güey, porque con esa vieja tan sabrosa quien no lo iba a gozar, ni que fuera puto; mis amigos le seguían diciendo de cosas a la chava: “¡Muévete cabrona, gózalo, eres una puta que coge con su propio padre, pinche zorra; muévete!”. Ella subía y bajaba metiendo y sacando la verga de su Papá de la panocha sin decir nada, pero se notaba que le gustaba un buen.

Le quitamos al papá la cinta que tenía en la boca y sin decir nada y sin que nadie le dijera nada, el cabrón sacó su lengua y empezó a lamerle y darle mordiditas a los pechos a su hija; ella empezó a gemir: “¡si, si papito, sigue, sigue así me encanta lo que haces, lámeme las tetas papi como te gusta a ti!”.

Mis cuates daban órdenes como: “¡No pares puta!” o: “¡trágate sus tetas cabrón!” , pero yo creo que ellos ni las necesitaban, estaban cogiendo bien rico, pero nos gustaba burlarnos del güey ese: “ahora si se le hizo al güey este cogerse a la puta de su hija”, “¿a poco crees que no se cogían todas las noches?, con una vieja así, yo me la cogería aunque fuera mi hija, mi hermana o mi madre y si no quisiera, hasta la violaba”; “debería de agradecernos, hasta le estamos haciendo un favor al güey”, “me cae que esta puta también está encantada de cogerse a su papi, se ve que le gusta, mira”, “ojalá se apure, porque ya me anda por cogerme a esta vieja sabrosa”.

La neta es que ya todos estábamos bien firmes y con hartas ganas de coger con la vieja que se ve que lo hace bien sabroso; mientras nos echábamos unas chelas, pero mis cuates seguían grabando y tomando fotos.

La putilla siguió cogiendo un buen rato con su padre, brincaba y brincaba e la verga de él y él seguía chupándole las tetotas que tiene, porque no sé si ya la vieron, pero la chava esta tiene unas chichotas que…. Este, perdón.

 Bueno, después de buen rato el papá gritó: “¡aaaahhhh, aaaaahhhh, aaaahhhh me vengo, me vengo, me vengoooooo!” y se vino dentro de la puta de su hija. Un amigo le dijo: “¡ándale putita, trágate toda la leche de tu papá!”. Vimos que la leche el güey este hasta escurrió por las  piernas de ella y no sé por qué, pero ella se puso a gritar como loca: “¡noooo, noooo, yaaaa, suéltameee, suéltenmeeeee, noooo!”, pero sucedió ni siquiera intentó sacarse la verga de su Papá y se puso a llorar, pinche vieja loca.

“¡Ya acabó el cabrón!” dijo el sebas y entonces la jaló del pelo haciendo que se levantara y la vimos con las piernas bien abiertas y con el semen todavía escurriéndole; alguien dijo: “¡mira cabrón, la puta de tu hija no era virgen!, nada de sangre ¿ves? Jajajaja” dijeron señalando su panocha, y era cierto, nada de sangre, ella bajó la cabeza tratando de evitar la mirada de su Papá, luego seguimos diciéndole: “¡ahora si vas a ver cómo nos cogemos y hacemos gozar a la putita de tu hija; se va a comer tantas vergas como para varios años!” Y pues nos reímos porque ya nos la íbamos a coger.

Ahora si estábamos bien emocionados de cogernos a esta puta tan sabrosa, yo ya o aguantaba las ganas de meterle la verga y cobrarme las que su Papá me había hecho.

Sin soltarla del pelo, el sebas la hizo agacharse y le ordenó: “A ver puta, límpiale la verga con la lengua a tu Papá,”; el Papá gritó: “¡ya estuvo, déjenos en paz, llévense lo que quieran, pero ya déjenla a ella y lárguense!”. La neta eso si me encabronó, porque el güey primero se coge a su hija y bien que la goza y cuando ya ve la de a de veras, que nosotros nos la íbamos a dar, se pone de mamila, entonces si le di un trancazo en la jeta y luego le grité en la cara: “mira pendejo, nos vamos cuando se nos pegue la rechingada gana y cuando terminemos de cogernos a esta puta las veces que queramos, a ver si así aprenden a no meterse con nosotros y mejor cállate si no quieres que te cojamos a ti también”. Luego le dije a la puta: “¡órale cabrona, haz lo que te ordenaron puta, límpiale la verga a este cabrón!”; ella se empinó y chupó la verga de su Papá  sin hacerla de jamón.

Como la putita quedó empinada, se le veía todo: la panocha y el culo se le veían todos y entonces uno de la banda la tomó de la cadera y sin avisar ni nada le clavó la verga con fuerza hasta el fondo, ella gritó, pero el tlacuache la agarró del pelo para que siguiera chupando la verga de su papá y le dijo: “¡cállate y chupa pinche puta!”.

Le dije a mi amigo que se la cogía que no se la fuera a meter  por el culo porque ese lo quería estrenar yo y él me dijo que no había bronca.

Se veía chido y me excitó como uno de mis cuates se la cogía y el otro la tenía agarrada del pelo y la jalaba para todos lados para que le limpiara a verga al Papá.

Pasó un rato y de repente el tlacuache la hizo levantarse jalándola del pelo y al otro de la banda se le salió la verga de u panocha, entonces el tlacuache la jaló hacia la cama  y le dijo a ella: “Ya acabaste aquí perra, vamos a seguirle”, el otro le reclamó: “¡oye, no he acabado!” y el tacuache le dijo: “¡ahorita acabas, vente!” y la aventó sobre la cama del ruco; ella gritó: “¡Ya desgraciados, déjenme en paz o llamaré a la policía!”. La neta me dio risa y le dije: “Diles, ni quien te crea, todos saben que eres bien puta y que coges con tu Papá”. Entonces ella se puso mansita y me dijo: “¡no, por favor, no, deténganse, ya no haremos nada, por favor, por lo que más quieran, ya déjenme, no le diremos a nadie!”, esto excitó más al tlacuache y le dijo: “eso es, me encanta cuando suplican, sigue así mamacita”. Ese cuate si está bien loco, le gusta violar a las viejas, la otra vez nos contó que violó a una chava que iba pasando por afuera de su casa nomás porque no le hizo caso. Bueno, pero ese es otro pedo.

La putita estaba tirada en la cama con las nalgas para arriba y las manos amarradas atrás; entonces me subí a la cama, la levanté un poco y le puse una almohada abajo para que se le parara más el culo; la hice abrir las piernas y ya le dije: “¡Ahora si vamos a estrenar este culito, espero que de ahí si seas virgen putita!”. Ella otra vez se puso a gritar como loca: "¡No, noooo por favor, noooo, soy virgen de ahí, no lo haga, no, se lo suplico por favor!”, pero como el tlacuache le metió la verga en la boca ya no pudo seguir gritando. Pero neta que está loca esa vieja, si es bien puta y le re encanta coger, no sé porque se puso toda loca.

La neta a mí me valió madres, ya estaba ahí y no iba a desaprovechar la oportunidad, desde cuando quería comerme ese culito apretado; la bronca fue que como yo tengo la verga muy larga y muy ancha, no pude metérsela a la primera.

El tlacuache no dejaba que ella se moviera, porque no le soltaba la cabeza y le metía la verga hasta la garganta y decía: “¡aaaahhhh que rico chupas puta, eres una experta mamadora!”; por eso yo digo que sí es bien puta, como el tlacua ya sabía que ella sabía mamarla.

Pero yo tenía otro pedo, no podía entrar en el culito de la puta esta, escupí en su hoyo pero seguía sin podérselo meter y como si quería metérselo por ahí me encabroné otra vez y dije: “¡Chingada madre, está demasiado pequeño, pero ahorita te lo agrando puta!”. Entonces le metí un dedo en el ano y empecé a meterlo y sacarlo del culo y les dije al Sebas: “Ve al cuarto de esta puta y tráeme algo que le pueda meter en el culo”, luego le dije a otro: “tu busca en otras partes de la casa que le podemos meter” y a otro le dije: “tu busca aquí a ver que encuentras”. Ella se empezó a mover, yo creo que porque le estaba gustando como le metía yo el dedo en su pequeño ano, porque empecé a mover con más fuerza mi dedo, lo movía en círculos para agrandarle el culo; después de un rato metí dos dedos y le dije: “ahí la llevo puta, no te desesperes, ya va creciendo, jeje no te la vas a acabar, este culito será mío y luego de mis amigos”. Se notaba que empezaba a gustarle a la vieja.

En eso llegó mi cuate y me trajo un pepino, un plátano, una zanahoria y un rodillo, “¿está bien esto?” me preguntó y yo le dije que estaba bien, entonces saqué mis dedos y traté de meterle el pepino en el culo, pero era muy grueso y no pude, entonces tomé la zanahoria y esa si le entró chido y aunque ella se agitó no pudo hacer nada, le dije: “ándale cabrona, ya te cabe esto, dentro de poco será mi verga” y como ella trataba de voltear a cada rato, el tlacuache no la dejaba y le dijo: “¡sigue mamando puta, ¿Qué quieres ver? ¡De todos modos te vamos a chingar!”. Como vi que le gustaba tener la zanahoria dentro, tomé el pepino y se lo metí en la panocha y empecé a meterlos y sacarlos mientras le dije que si eso le gustaba y ella movió la cabeza diciendo que sí. El tlacuache me hizo señas de que la puta estaba llorando, incluso oíamos que gemía, pero yo creo que era porque le encanta tener vergas o lo que sea adentro. En eso, el tlacuache se vino y no la soltó del pelo, la hizo que se tragara su leche, que se le escurrió hasta las chichis; mientras él gritaba: “¡aaaaaaahhhhh, sí puta, me vengoooo me vengoooo si putaaaaa siiiiii!” Cuando el tlacua sacó su verga de la boca de ella, ella tosió y como que trataba de escupir, pero no salía nada.

De nuevo la puta empezó con sus chillidos: “¡Ya Por favor, ya déjenme, les prometo que no diré nada, pero ya no sigan por favor, se los suplico por lo que más quieran!” Sin dejar de mover el pepino y la zanahoria yo le dije: “¡Espérate puta, que apenas estoy metiendo esto, todavía te falta tragarte muchas vergas y que yo te la meta por el culo!”; en eso, el porky la agarró del pelo con una mano y con la otra puso su verga frente a la boca de ella y le dijo que se la mamara; quien sabe porque la puta ya se estaba poniendo muy mamila y no quería hacer nada, entonces cerró la boca con fuerza y eso encabronó al porky, que está muy gordo y mide como dos metro y le dijo: “¡ah con que rejega la niña ¿eh?, ahora verás!” y vi que metió una mano entre ella y la cama , no sé qué hizo, creo que le estaba pellizcando las chichi, porque ella se quejó, pero no abrió la boca; luego empezó a llorar del dolor, pero no abría la boca la muy pendeja, entonces el porky con la otra mano le apretó la nariz mientras le dijo: “Con que te crees muy lista pinche puta, pues a ver como haces para respirar” y entonces la putita a huevo tuvo que abrir la boca para poder respirar y el porky aprovechó para meterle la verga hasta el fondo y le dijo: “¿No que no, putota?, ¡ahora trágatela toda cabrona y ni se te ocurra morderme porque te corto las chichis desgraciada!”, le agarró con las dos manos la cabeza y la hizo que se la mamara. El porky se reía y se burlaba de ella y de repente le tapaba la nariz para que no pudiera respirar y ella se agitaba y él se reía más y le decía: “¡ándale puta, por rejega te pasa esto!”.

Yo me divertía viendo como entraban y salían la zanahoria y el pepino de los hoyos de la vieja esta, los giraba, los metía despacio y luego los sacaba lento o se los metía con fuerza y los sacaba igual; varios de mis cuates estaban ya alrededor viendo lo que yo hacía y se masturbaban excitados. Ella se agitaba y estiraba los brazos, pero estaba bien amarrada y yo le detuve los brazos para que no siguiera con esas jaladas.

Cuando vi que su culo ya estaba agrandado, saqué la zanahoria y les dije: “Ya está lista la putita para que me la coja por el culo y tu verás como la estreno y que le va a encantar” y le dije al morochas que estaba junto al Papá: “agárrale bien la cabeza y que no cierre los pinches ojos, si los cierra le pones una patada en los huevos”; me acomodé y de un sopetón le metí la verga en el culo hasta el fondo; ella se sacó la verga que tenía en la boca y se puso a gritar: “¡AAAAAAAAYYYYYYY NOOOOOOOOOO, NOOOO POR FAVOOOR, ME DUELE, DUELE MUCHOOOOO AAAAHHH, NOOOO!”. La neta no sé porque, pero me excitó más que se pusiera así la puta; de inmediato el porky la agarró del pelo y le dijo “cállate” mientras le metía la verga otra vez hasta la garganta.

Yo se la metía y se la sacaba con fuerza, ese culo estaba aún apretado y me hacía sentir bien rico, me apretaba la verga bien chido, yo creo que si era virgen de ahí. El tlacuache se puso a mover el pepino adentro y afuera de su panocha y el porky la jalaba duro del pelo para que se tragara toda su verga.

Así nos la pasamos un buen rato, yo escuchaba que ella gemía, no sé si de placer o de dolor, pero seguía haciendo ruido; el papá no, él estaba quieto muy atento viendo todo lo que hacíamos y yo creo que la neta hasta lo disfrutaba. En eso el pijas me dijo que estábamos desaprovechando la panocha y que él quería metérsela por ahí; entonces le hice señas al porky y los dos nos salimos al mismo tiempo y le saqué el pepino de la panocha; de volada me tiré en la cama boca arriba con mi verga bien parada; entre cuatro tomaron a la putita y la voltearon para que cayera de nuevo su culo en mi verga, y la hicieron clavarse con las piernas abiertas, ella gritó, pero le taparon la boca con una mano y uno de la banda le gritó: “¡Cállate ya puta o madreamos a tu Papá!”. Luego el pijas se subió a la cama le clavó la verga de un golpe por la panocha y el porky se acomodó para que se la siguiera mamando y ella abrió la boca para chuparla; él le dijo: “anda puta, termina lo que empezaste”.

Aprovechando que estaba yo sintiendo bien rico, le dije algunas cosas a la putita, para que ella también estuviera a gusto, igual mis amigos también le decían cosas: “sabemos que te encanta putita, se nota que lo estás gozando”; "de seguro después nos irás a buscar para que te demos más”; “siempre te me antojaste mamacita, con esas pinches falditas que usas, hasta que se me hizo”; “ah que buen culo tienes, se me antoja cogerte por ahí toda la vida”; “por fin tu Papá te conocerá como la putota que eres”, etc.

Yo varias veces sentía que me iba a venir, pero quería disfrutar mucho tiempo del culo de esta vieja tan sabrosa, pues de estas no hay todos los días, entonces cuando ya sentía que me venía me salía y me aguantaba; ya que más o menos sentía que se me había pasado, se la volvía a meter con fuerza.

Oí que el morochas le gritaba al ruco: “¡abre los ojos cabrón o le cortamos los pinches pezones a tu putita!” y al voltear vi que le daba una patada en los huevos; el güey abrió los ojos pero se puso a chillar del dolor.

El porky se vino primero y le echó toda la leche en la cara y el pelo y luego se limpió la verga en las tetas de la vieja, pero al echársela en la cara me salpicó a mí también, lo que me hizo encabronar; tuve que empujar a la chava que estaba encima de mí y también empujé al pijas; le dije el pinche porky: “¡fíjate pendejo, me llenaste de tu puerca leche!”, el tarado solo me dijo: “perdón, es que se la eche a la vieja, fue sin querer!”; me salí encabronado de la recámara para ir a limpiarme al baño.

Cuando regresaba me encontré al Sebas que llevaba un maleta pequeña en la mano y le pregunté que era, él me dijo que eran “los juguetes de la niña” y le dije que me los enseñara; entonces el abrió la maleta y vi que había consoladores, esposas y otros juguetes sexuales; le dije al Sebas: “Cachonda la niña, ¿eh?, te dije que es bien puta, vente, vamos a enseñárselos al ruco”.

Cuando entramos, el pijas estaba debajo de la puta cogiéndosela por la panocha, el Santos se la metía por el culo y el Loco estaba frente a ella metiéndole la verga en la boca para que se la mamara. Ella se movía con ellos, por eso creo que le estaba gustando un buen, además de que ellos la pellizcaban, la nalgueaban y la mordían, creo que eso es lo que le gusta a esta vieja.

Le dije al Sebas: “enséñale a este pendejo los juguetitos que encontraste en la recámara de su princesita”; entonces el Sebas puso la maleta en el suelo y empezó a sacar los juguetes sexuales de la puta; lo primero fue un consolador gigante, muy largo y grueso; le dije al ruco: “¡Imagínate güey, cuando tu princesita se mete esto en la noche, como la goza mientras tu duermes en el cuarto de al lado!”.

Seguimos sacando cosas: unas esposas, bolas, lubricantes, látigos, más consoladores y varios juguetes que tenía ahí la putita esta; le dije al ruco para burlarme de él: “¿Con quién crees que usaba esto tu niñita cuando te ibas a trabajar imbécil? ¿Conoces a su noviecito o algo así? ¿O las usa contigo? ¡Tu hija es una puerca, eres un idiota!”.

Le dije al Sebas que me prestara el consolador grandote y me quedé viendo como mis tres cuates se cogían a la puta, esperando a que acabara alguno para metérselo.

El Santos que se la cogía por el culo gritó: “¡aaaahhhhh yaaaaa, yaaaaa ahhhhh!” y se vino sin salirse de la puta, luego sacó su verga y se limpió en las piernas de ella; que hizo más gemidos, algo así como: “¡MMMMNNNNGGGHHHH!”

Entonces le dije: “a ver puta, vamos a darte lo que te gusta” y le metí el consolador gigante en el culo; ella se quejó y le dije: “cállate, cállate, no te hagas la inocente que bien que te gusta esto puta, si no ¿por qué lo tienes en tu cuarto?, has de pasar horas jugando con esto”.

Entonces le metí el consolador hasta el fondo y le dije: “¿Ya ves putita?, ¡ya tienes el culo gigante y ahora viene lo mejor!”. Y sin sacar el consolador, traté de meterle también la verga por el culo; me costó mucho esfuerzo, pero poco a poco pude metérsela y empecé a cogérmela; ella se quejó otra vez, pero por la verga que tenía en la boca no se le entendía ni madres. Luego le pedí al chacal que metiera y sacara el consolador; cuando lo hizo el placer que sentí fue grandioso, les aconsejo que alguna vez lo hagan… este, olvídelo.

Le dije a la putita: “¡Mira ya todo lo que te cabe puta; de seguro te metes todas esas cosas al mismo tiempo!, ¿verdad puerca?”; “¡Has de ser la más puta de toda la escuela y por eso tienes todo listo para que te vengan a coger, ¿verdad?!”; “¡Ya estás acostumbrada a que te amarren y de seguro te coges a varios cabrones al mismo tiempo o si no, te lo haces tú sola por todos tus agujeros pinche putota marrana!”.

Estuvimos así un buen rato, pero luego el chacal le sacó el consolador y me dijo: “a ver si le caben dos vergas”, se subió a la cama, y trató de meterle también la verga por el culo también, pero nos estorbábamos; en eso, el pijas gritó y se vino también adentro de ella y casi al mismo tiempo el loco también se vino  y ella se tragó todo el semen gustosa, hasta le escurría y ella sacaba la lengua para tragárselo.

Le sacamos la verga y me tumbé en la cama de nuevo boca arriba, mis cuates entendieron luego luego y entonces la voltearon y la hicieron que se clavara de culo en mi verga; yo le jalé las piernas bien arriba para que las tuviera muy abiertas y entre dos se las detuvieron así, entonces el chacal se la clavó también por el culo y de inmediato también el Ruso estaba frente a ella metiéndole la verga en el hocico, por lo que no pudo gritar.

Mi boca quedó junto al oído de ella y se me ocurrió decirle: “puta, tienes un culo fenomenal, te lo voy a meter por ahí hasta hartarme y también mis amigos; vamos a acabar contigo, te vamos a coger hasta reventarte y tu papito va a ver todo”. Ella solo se quejaba: “¡Mmmmmnnnnggghhh!”.

Me encantó cogérmela así y al mismo tiempo le agarraba y le apachurraba las tetas, ella se movía feliz de ser cogida por verdaderos hombres.

El Ruso su verga y le echó el semen en la mi cara y las tetas; ella empezó a gritar como loca otra vez “¡Ya no, ya no por favor, ya basta, me duele, se los suplico, ya déjenme, por piedad!”, eso me extrañó, porque a ella le encanta coger, por eso le dije: “Apenas estamos empezando puta, deja de quejarte que no servirá de nada, mejor flojita y cooperando para que tu papi vea lo puta que eres”. Ella siguió gritando: “¡Papi, por favor, ayúdame, dales dinero o lo que quieran pero ya que me dejen por piedad, ya no puedo más papá, haz algo!”, pero el ruco no hizo nada.

El chacal le dijo: “¡anda, muévete puta, que vea tu papito como la gozas cerda!”; y ella empezó a moverse riquísimo, le digo que le encanta a esta puta; a mí me provocó mucho placer, por eso le dije: “¿Ves cabrón, como le encanta a esta puta?, ¡mira cómo se mueve la cabrona!”; en eso el Ruso trajo un consolador y se lo metió en la boca; empezó a meterlo y sacarlo y dijo: “anda, traga puta, lo que tanto te gusta”, luego creo que le metieron el consolador gigante en la panocha porque empecé a sentir en mi verga como vibraba; alguien dijo: “¡Trágatelos puta, es lo que te gusta, con esto te has de consolar todas las noches, ¿verdad puerca?!”

Le desaté las manos a la puta y le dije que masturbara a los dos que le metían los consoladores en la panocha y la boca; ella lo hizo sin quejarse ni nada, estaba encantada con que dos la cogiéramos por el culo, un consolador en la boca y otro en la panocha y masturbando a mis dos compañeros; ella se seguía moviendo gozando todo.

Era muy intenso el placer que sentía, yo no le soltaba las tetas y eso a ella le gustaba; estuvimos un buen rato así, hasta que el chacal se vino y le echó su leche encima; ella empezó a moverse como loca y supe que estaba teniendo un orgasmo, hasta el chacal lo dijo “¡Mira la puta, creo que hasta un orgasmo está teniendo!”

Seguí cogiéndomela y un ratito después me vine dentro de su culo, también mis amigos a os que ella chaqueteaba le echaron toda la leche encima.

Tuve que sacarle el consolador que tenía en la boca, porque ella seguía con él muy contenta y también con el que tenía en la panocha; le puse mi verga frente a su cara y le dije: “¡Anda puta, chupa la verga que estuvo en tu culo, hasta que me la dejes reluciente!”; ella sin decir nada tomó mi verga con una mano y la metió en su boca. Medio tanto placer que puse las manos detrás de mi cabeza y le dije: “¡aaaahhhh que rico me la chupas puta, sabía que eras una gran mamadora!”; luego se acercaron dos de mis cuates y ella agarró sus vergas con las manos, sin que nadie le dijera nada y empezó a masturbarlos; el loco tomó el consolador grande, lo prendió y se lo metió en el culo de ella hasta el fondo y ahí lo dejó. Luego se paró junto a mí y ella mamó las dos vergas al mismo tiempo; luego cambiaba, le mamaba la verga a uno de los que masturbaba y a mí me lo hacía con la mano, y cambiaba otra vez, dándonos placer a los cuatro, masturbándonos y mamándonosla por turnos. De repente el tlacuache ya estaba debajo de ella, cogiéndosela por la panocha, él la tomó de las caderas y ella empezó a brincar de nuevo en su verga.

El loco terminó y le soltó todo el semen en la cara, cuando se quitó, otro tomó su lugar; luego otro de mis amigos también terminó y otro tomó su lugar, luego yo y otro tomó mi lugar y así íbamos cambiando para que nos la mamara y nos masturbara a todos, cuando se vino el tlacuache dentro de ella también otro tomó su lugar y ella seguís brincando, mamando y masturbando feliz se notaba que le encantaba a la puta esta. Ya estaba llena de semen y seguía y seguía bañándose de leche. Además seguía con el consolador en el culo, si se le salía lo levantaba y se lo volvía a meter ella sola.

Cuando me recuperé volví a pasar, pero esta vez me metí debajo de ella y se la clavé en la panocha, todavía la tenía rica y se movía delicioso; le agarré las tetas redondas y se las pellizqué como a ella le gusta; también varios de mis compañeros pasaron dos o tres veces y ella seguía cogiendo con todos nosotros sin ningún problema.

Me bien otra vez dentro de ella y quedé bien cansado, me tiré en la cama a ver como la puta seguía cogiendo con mis amigos, que también uno a uno fueron quedando agotados y tirados por todo el cuarto.

Al final, solo quedaba el Gorila, el más alto y fuerte de todos nosotros; él estaba debajo de ella cogiéndosela con sus manos en la cadera de ella y ella brincaba en su verga feliz; escuché que él le dijo: “¡anda puta, muévete que sé lo mucho que te gusta!” Ella lo hacía, gozando con la cogida que le daba el gorila, pero se hacía la santa y decía “¡ya por favor, ya déjeme, me arde y me duele todo, por favor, se lo suplico!”; algunos de la banda animaban al Gorila: “¡Acábatela gorila, dale, dale, dale, métesela toda, pártela en dos!”

El Gorila se la metía hasta el fondo, me pareció oír que ella decía: “¡así, así papacito, métemela toda, párteme en dos, sigue sigue!” y se agarraba del pecho de él; que continuaba diciéndole: “¡síguete moviendo puta que no he acabado!” y ella se seguía moviendo. Ambos estaban frenéticos y seguían y seguían.

De repente el Gorila se levantó sin sacarle la verga y la cargó, la recargó contra la pared y se la cogió así parados los dos; ella tenía una pierna en el piso y otra levantada, de repente dijo: “Ya por favor, ya no”, y el gorila le tapó la boca con su manota y le dijo: “ya cállate puta, voy a dejar de cogerte cuando yo quiera y si quiero luego te cogeré otra vez y otra vez y otra vez hasta que revientes pendeja; ahora cállate y muévete”.

El gorila siguió cogiéndosela así y le agarraba las tetas y las nalgas, ella ya no hacía nada, solo se dejaba coger; después de mucho tiempo el Gorila la aventó al piso, yo creí que ya había cavado, pero no, la vieja cayó de rodillas y se oyó muy duro el golpe, pero ella de inmediato se colocó en posición de perrito, esperando al gorila, que sin más ni más se la clavó por el culo con fuerza; ella gritó: “¡¡¡AAAAAAYYYYYYYY!!!”; entonces les dije a mis compañeros:: “Tápenle el hocico a esa pinche puta o alguien la va a oír”. Entre dos la amordazaron con cinta y asunto arreglado.

Entonces el gorila empezó a cogérsela por el culo, era impresionante ver ese animalón entrando y saliendo del culo de la puta esta; ella tenía todo el pelo sobre la cara, se detenía con una mano del suelo y movía el otro brazo para atrás como intentando detenerlo, pero no alcanzaba a darle; él se la detuvo y entonces elle trató de pegarle con la que antes se sostenía, pero él también se la atrapó y con una mano se las agarró y se la cogió como si fuera una yegua mientras ella gemía: “¡MMMFFFFF, MMMFFFF, MMMFFFFFF!”.

El gorila de dijo: “Tenías razón, esta puta está muy sabrosa y el culo le va a quedar súper aguado cuando acabe”; “te lo dije”, le respondí.

Como les decía, era todo un show ver como el gorila se la cogía por el culo; me levanté para ver desde un mejor ángulo; me pasaron la cámara y me puse a grabar como el garrote del gorila masacraba ese culo que antes era pequeñito, pero ahora se veía gigante.

De ver como el gorila se la cogía, se me empezó a parar de nuevo y también a varios de mis amigos; yo deseaba que el gorila acabara pronto para volverme a coger a la putita esta, porque usted no lo sabe, pero si alguien se interpone cuando el gorila está cogiendo, ese güey se lo agarra a madrazos y no lo suelta hasta dejarlo medio muerto, por eso todos nada más estábamos esperando a que acabara para nosotros seguirle; pero el gorila es de larga duración, de repente sacó su verga del culo de ella y yo creí que ya se iba a venir, pero no, él con toda facilidad la cargó y la aventó sobre la cama, dejándola boca arriba; de inmediato se subió sobre ella sentado sobre su estómago; le pidió al Santos las esposas de la puta ; él se las pasó y el gorila la esposó a la cama con los brazos arriba; ella como que protestaba, pero al gorila le valía madres.

Entonces el gorila le agarró las tetas y puso su verga en medio de ellas y empezó a moverse, chaqueteándose con las pinches chichotas de la puta; le dijo que si le estaba gustando y ella movió la cabeza diciendo que sí; la vergota del gorila le llegaba hasta la boca a la puta.

En eso, el loco se subió a la cama, le abrió las piernas y sin decir ni agua va que le mete la verga por la panocha hasta el fondo; ella de nuevo gimió de placer: “¡MMMNNN!”; el loco empezó a darle de nalgadas mientras se la cogía; yo pensé que el gorila le diría algo, pero no, él siguió masturbándose con las tetotas de la vieja.

El loco se vino rápido sin sacar su verga de ella y al bajarse volteó a ver al ruco y dijo: “¡Miren, este cabrón está excitado!”; volteamos a verlo y vimos que de nuevo tenía la verga parada el cabrón; ¿pues no que estaba muy enojado porque nos cogíamos a su hija?; ¡si él también ya quería de nuevo cogérsela!

Le dije al güey: “¡ándale cabrón, con que te sigue gustando lo que le hacemos a tu hijita!, si bien que te la has de coger cada que viene, ¿verdad pendejo?, no te hagas güey”.

En eso, el gorila se vino soltando un gritote: “¡AAAAAAHHHHH, SI PUTAAAAAA!” y llenó a la puta de leche en la cara, cuello, pelo y las tetas

Entonces desatamos y al cabrón y entre varios lo llevaron a la cama; él se resistía, pero no pudo hacer nada, la puta también se agitaba y gritaba, pero la cinta impedía que se escucharan sus quejidos.

Entonces empujamos al güey para que quedara en posición para cogérsela, en medio de sus piernas con la verga parada; entre el tlacuache y el Santos la hacían  abrir las piernas y el gorila empujaba al Papá y le ordenó: “¡Métesela cabrón!”. Él se resistía y trataba de hacerse para atrás, pero el Loco le dijo: “¡mira cabrón, o te la coges en este momento o le cortamos los pezones y el clítoris a la puta de tu hijita y luego hacemos que el gorila te coja a ti!”. El gorila estaba detrás de él desnudo y el papá volteó a verlo, entonces se calmó. Volteando a vernos a todos, el pendejo agarró su verga con una mano y se la clavó a su hija; primero despacio, pero poco a poco empezó a moverse más rápido; la puta de la hija también empezó a moverse, se notaba que los dos la estaban gozando chido. Luego el cabrón se quitó solito la mordaza, se empinó más y empezó a lamerle las tetas.

Se notaba que los dos cogían con gusto, ambos se movían y gemían de placer; incluso el Loco le quitó la cinta de la boca a la puta y les dijimos que se besaran; ella como que al principio no quería, pero el cabrón del Papá sin decir nada le metió toda la lengua en la boca, puso los brazos alrededor de ella y se la siguió cogiendo así esposada y besándola con muchas ganas, los dos se movían gozando un buen la cogida, hasta cerraron los ojos como olvidándose de todos los que estábamos ahí.

El Santos dijo: “Mira este cabrón, bien que le gusta cogerse a su pinche hija puta”; “se me hace que los fines de semana bien que le entran al mete-saca los pinches incestuosos jajajaja”. Pero a ellos les valió madres, los dos siguieron cogiendo y besándose bien rico, hasta envidia me dio el cabrón; de repente, el Papá solo dijo: “¡aaaaahhhh, aaaaassssshhhhh, aaaaahhh!” y se vino sin sacar su verga de la puta de su hija, le digo que ya todo les valía verga.

Entonces le dije al Papá: “¡Límpiale todo el cuerpo con la lengua!”; el cabrón sin decir nada y con gusto empezó a lamer el sabroso cuerpo de la puta, empezando desde abajo, por las pantorrillas y luego por los muslos y después le metió la lengua en la panocha; la puta cerró los ojos y se mordía los labios, pero luego empezó a gemir: “¡mmmmmhhhh si papi, mmmmmhhhh!”

El cabrón del Papá empezó a lengüetear el clítoris y luego la panocha; el tlacuache me dijo: “¡Mira la puta, le encanta, a hasta se está moviendo!” y de verdad la puta se movía como loca, pero lo oyó y haciéndose la santa dejó de moverse, se quedó quieta y abrió los ojos.

El Santos grababa todo en video, le dije que le grabara la cara de placer que tenía; ustedes tienen el video, pueden verlo y verán que ella estaba bien contenta cogiendo con su papito.

Como yo ya estaba muy excitado, me paré frente a ella y le dije: “¡abre la boca puta!” y ella obedeció sin decir nada y empezó a mamármela sin quejas. Estábamos ya rodeados de mis amigos que empezaron a masturbarse esperando su turno. La tomé de la cabeza para que me la mamara bien rico y después de un buen rato me vine en su boca y ella se tragó todo mi semen; cuando saqué mi verga el Sebas se la metió también en la boca y ella siguió mamando; luego de un rato se vino el Sebas echándole el semen en la cara y entonces el Pijas tomó su lugar y le metió la verga en la boca a la puta esta.

El pendejo del Papá estaba lamiéndole el coño y como que se volvió loco; se levantó de repente y que empieza a madrearse al Pijas; nos tomó por sorpresa, pero luego reaccionamos y entre varios lo agarramos; el Pijas se levantó todo madreado y que le suelta un patadón en los huevos.

El tlacuache se encabronó y gritó: “¡Ahora si ya valieron madres!”; tiraron al piso al Papá y entre varios empezaron a madrearlo a patadas y puñetazos; la puta de la hija gritó: “¡déjenlo por favor, haré lo que quieran, seré su puta si quieren pero ya no le peguen!”.

El gorila le puso un cachetadón a la putita y le dijo: “Ya eres nuestra puta, pendeja, cállate o también te madreamos”. En eso, el Pijas se subió a la cama y le dijo a la puta: “¡ahorita ya no tienes quien te defienda pinche puta, toma!”, puso las piernas de ella en sus hombros  y le clavó la verga hasta el fondo; ella gritó ahora si con dolor: “¡AAAAAYYYYYYYYGGGGGHHHH!”, entonces el Pijas se desesperó y le puso las manos en el cuello y empezó a ahorcarla, mientras le decía: “¡te ordenaron que te callaras, pinche puta!”. Yo no sabía qué hacer, pero no quería que los mataran, así que le dije al Pijas: “¡no mames, no la mates cabrón, vamos a seguir cogiéndonosla!” y así el la soltó; vimos que no abría los ojos, pero si respiraba, entonces el Pijas se la volvió a coger de nuevo mientras los demás seguían madreándose al Papá.

Yo fui con ellos y les dije: “¡Ya cabrones, párenle, párenle no lo vayan a matar; hay que seguir cogiéndonos a la hija y que él lo vea!” Mis cuates medio se calmaron, pero ya el güey estaba todo sangrante y madreado.

Levantamos al güey y lo sentamos en la silla, pero no reaccionaba; pude ver que el pijas ya había soltado a la putita y la había volteado y se la estaba cogiendo por el culo.

En eso, el Loco entró gritando: “¡la tira cabrones, córranle!”; todos intentamos correr, pero estábamos desnudos  no pudimos escaparnos, porque ya los polis estaban adentro de la casa y nos agarraron. Pero como usted podrá ver, yo ni hice nada, la puta fue la que quiso coger con nosotros y el Papá también se la cogió y ella bien que lo disfrutó, así que no se haga pendeja y que diga la neta; si no, pregúntenle a mis amigos y verán que digo toda la verdad.

(Agente del M.P.): ¿Eso es todo lo que tiene que decir?

(El rana): Si, esa es la mera neta.

(Agente): Mmmmm no sé por qué pero se me hace que Usted miente; la chica y el señor dicen otra cosa, que ustedes los obligaron todo el tiempo y que a ella la violaron multitudinariamente.

(El rana): No, pues usted piense lo que quiera así fue como yo le dije es la neta, es mi palabra contra la de ellos.

(Agente): Pues la palabra de ellos y del video, que yo ya lo vi y es una prueba que se presentará el juzgado; le di la oportunidad de confesar la verdad, pero usted la desperdició, ahora aténgase a las consecuencias.

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