CAPITULO 5

ISRAEL:

Habían pasado ya 3 semanas desde que Vero había desaparecido sin dejar rastro, estaba muy preocupado, no se había comunicado con nadie y la policía para ser sincero solo tomaba su café mientras mi amiga quizás estaba muerta, me encontraba en una parte alejada de la secu dibujando (me gusta dibujar, sobre todo escenas románticas), cuando sentí que alguien se dejo caer sobre mí lo que ocasiono que rayara el avance del dibujo que apenas había comenzado, antes de decirle una barbaridad volteé a ver y vi la cara de Sebas, con el era imposible enojarme, después de todo siempre me sacaba las mejores sonrisas en los momentos que más las necesitaba.

-Amor, que lindo está tu dibujo-dijo guiñando el ojo.

-Estaba bonito hasta que alguien me movió-le respondí mientras acomodaba mi cabeza en su pecho.

-Claro que no, está más bonito ahora-rió mientras decía eso.

-Solo porque te quiero no te mato ahora-le dije con un beso, que hice los más romántico que pude.

-Jajaja ya lo sé y pues yo no te quiero ¡te amo!-dijo mientras me agarraba de la barbilla y me obliga a ver sus ojos que mostraban la sinceridad de sus palabras.

-Yo igual te amo-le di un abrazo después de eso.

-Sabes he buscado una canción que creo te gustará-después de decir eso saco su celular con sus audífonos y me los puso, comenzó a correr la canción “A tu lado-Amaia Montero”, cuando termino la canción le di un nuevo abrazo y lo bese.

-Gracias, está muy bonita mi amor-le dije mientras lo volvía a besar.

-Sabía que te iba a gustar, por cierto hoy se van mis papás ¿por qué no vas a mi casa a las 6?

-Claro que iré, solo por estar contigo-terminé de decir mientras sonaba el timbre que indicaba que era hora de regresar a clases.

Desde las 5:00 pm empecé a arreglarme para ir a la casa de mi querido novio, me puse unos jeans blancos algo ajustados, una playera igual blanca y sencilla por que había mucho calor y unos converse igual blancos, parecía un angelito pero jajaja quien me conociera sabía que era una gran farsa, llegué en punto de las 6 a su casa.

-Hola Isra pasa-me dijo mientras abría la puerta y la cerraba después de que pase para darme un rico beso.

-Oye mis papás tampoco están, regresan hasta dentro de 2 días ¿te importa si me quedo a dormir aquí?-le pregunté poniendo carita de niño bueno.

-Jajaja claro, sabes que te puedes quedar aquí mientras mis papás no se enteren-me contestó y me empujo hacia el sofá.

SEBASTIAN:

Mis papás recién se habían ido cuando llegó Isra a mi casa, quería que pasara la mejor tarde de su vida, a veces me preocupaba mucho que Isra solo de encerrara en su casa y no saliera, todo desde que desapareció Vero, Isra y yo nos estábamos besando cuando la puerta se abrió, nunca me fijé que mi mamá había dejado su celular, al entrar lo único que hiso fue gritarme por mi nombre.

-¡Sebastián!, ¿qué, qué es esto?-dijo con una cara que demostraba confusión.

-Má, mira lo que pasa es que…-antes de que pudiera terminar mi excusa me interrumpió.

-Sebas, ya lo sé, me había dado cuenta de tus mensajes, y sabes algo, no me importa que seas gay, eres mi hijo y seas como seas te voy a querer siempre, pero lo único que me decepciona es que no hayas tenido la confianza necesaria para decírmelo, tu papá igual lo sabe y así te queremos-dijo mi mamá mientras una lagrima salía de sus ojos.

-Gracias má, es que te juro que si te iba a decir pero no sabía cómo, creo que tenía miedo a que me rechazaras-le dije mientras la abrazaba fuerte.

-No te preocupes hijo, te comprendo, sabes, estoy contenta de que Isra sea tu novio ¿Por qué lo son no?-preguntó su mamá mientras miraba a Isra.

-SÍ, lo somos, nos queremos mucho y creo que nunca cambiará-le contestó Isra mientras la veía un poco confundido por la escena.

-Bueno pues siendo así me quedo tranquila hijo, solo regresamos por mi celular, cuando regrese platicamos, cuídate-le dijo mientras le daba un beso-Isra me lo cuidas, ve que no haga nada malo-le dijo a mi novio mientras salía de la casa.

Nos quedamos en la sala de mi casa viendo la tele por un rato, hasta que dio la hora de la cena y pedimos una pizza para comer entre los dos, Isra no se imaginaba lo que en mi cuarto había preparado.

DANIELA:

Toda la tarde me la había pasado en mi casa, hubiese querido salir con Isra, pero creo que era buena idea que estuviera solo con Sebas en la tarde, después de todo eran novios y no estar juntos se me haría muy raro, además no me tenía que preocupar Isra estaba en buenas manos y Sebas jamás jugaría con sus sentimientos, ambos se querían y mucho, por lo que era imposible no verlos cariñosos cuando andaban conmigo o con Ale, recibí una llamada como a las 7 de la noche.

-¿Dani?-preguntó Rosa, supe identificar rápido su voz.

-Sí, ¿Rosa verdad?-pregunté ya que quería confirmar que en verdad era Rosa.

-Sí, oye Dani me acaban de informar dónde está Vero, creo que Vero no está como quisiéramos que esté-Rosa empezó a contarme todo lo que sabía, cada que me decía algo que no podía creer lo único que alcanzaba a decir era “¿cómo?”, terminó de decirme todo y nos despedimos, tenía que ver a Isra, pero por otra parte no creo que era lo más importante, quizás tenía que contarle primero a Sebas y a los padres de Isra y de último a él.

Lo primero que hice fue llamar a los padres de Isra, no quería ser chismosa pero era lo mejor, todos teníamos que ser fuertes por Isra, no solo por nosotros…

SEBASTIAN:

Después de cenar y de que haber terminado la película era momento de mi gran sorpresa para Isra, le dije que me acompañara a mi cuarto, a lo que él accedió con un poco de berrinches (típico de él), al llegar pudo observar la sorpresa que le tenía, en medio de la cama había hecho un corazón de rosas con nuestra iniciales en el centro I&S, creo que no fue una gran sorpresa pero por lo menos era lo mejor que le podía dar a mi novio.

-Sebas ¿es para mí?-preguntó mientras me volteaba a ver, sus ojos brillaban, supongo de la felicidad.

-Sí, te dije que hoy solo seriamos tú y yo-le contesté dándole el primer beso de la noche.

-Sí, lo recuerdo pero, no sé si estoy listo para esto-me contestó con una cara de inocencia que si no fuese porque lo conocía bastante bien me la hubiese creído completa.

-No te preocupes, esperaré a que estés listo pero, ¿lo harías hoy conmigo?

-Supongo, solo que si no me siento a gusto lo dejamos por la paz ¿sí?-me preguntó con la misma cara de inocencia.

-Claro mi amor, todo a su tiempo, esperaré por ti todo lo que tú necesites para estar seguro y convencido.

Le tomé del brazo y lo dirigí a la cama, con un beso apasionado lo fui acostando hasta quedar encima de él, le empecé a besar el cuello como nunca antes lo había hecho, quería darle todo el placer a él, a la única persona que era mi vida, que significaba todo para mí, seguí con mi juego de besos y mordidas, le saque la playera y yo hice lo mismo con la mía, al ver descubierta e indefensa la parte superior a la cintura lo único que hice fue reír.

-¿Por qué te ríes?-me pregunto Isra.

-Nada más, nunca creí que este momento llegara y que sea con la persona que se ha convertido en mi vida entera. Al terminar de decir esto le di un beso en los labios y me separé, pude ver que había quedado rojo y eso me dio a entender que lo que estaba haciendo le estaba gustando, empecé a morder su pecho y con cada mordida escuchaba un ligero gemido que apenas era perceptible para mí, seguí con mis mordidas hasta quedar a la altura de su ombligo y en ese lugar cambie las mordidas por lamidas, lamí su ombligo y empecé a recorrer el caminito de vello que se escondía bajo su pantalón.

Le baje el pantalón y quedo en calzoncillos, eran de color blanco igual que toda su ropa, creo que estaba traumado con el color blanco o no sé que le pasaba, pero estaba completamente de blanco, le baje el calzoncillo y pude ver por primera vez su pene, tendría como 17 cm, aunque quizás no estaba muy grande era perfecto para mí, antes de seguir mi trabajo, me despoje de la ropa que aun llevaba, empecé a lamer el glande de Isra, él simplemente gemía de placer y eso a mí me excitaba cada vez más, seguí lamiendo su glande un buen rato hasta que seguí con el tronco de su pene hasta llegar a sus bolas, metí una por una a mi boca e intente darle el mayor placer de su vida a mi novio, escuchaba sus gemidos de placer y eso me garantizaba que iba por un buen camino.

Tras terminar mi trabajo en sus partes “íntimas”, volví a su cara y le di un beso que él correspondió enseguida, me acerqué a su oído y le dije “espero sigas disfrutando”, tomé un pote de vaselina que se encontraba en mi mesa de noche y empecé a lubricarlo, metí un dedo dentro de él, luego 2 y terminar en 3, al quedar 100% seguro que estaba bien lubricado, me puse un condón e hice presión en la entrada del ano de Isra, este solo gimió de placer y empecé a meter poco a poco mi pene en su trasero, cuando mis bolas chocaron con sus nalgas y supe que ya estaba dentro de él me quede quieto un rato para que su culo se acostumbrara, esperé como 2 minutos y empecé una vaivén lento y que poco a poco fui aumentando la intensidad, con cada envestida pude escuchar como gemía y empezaba a gritar de placer, pude sentir como se vino en mi estomago, no tarde y yo también me corrí, terminado eso me acosté a su lado y nos dimos un beso tierno, nos quedamos abrazados los dos y nos dormimos juntos.

El teléfono de la sala sonó como a las 3 de la mañana, no tenía ganas de contestar pero, me levanté lo más cuidadoso que pude para no despertar a Isra que dormía como un angelito en la cama, salí del cuarto y levanté el teléfono, eran los papás de Isra, les comenté que él estaba bien y que se había quedado a dormir conmigo y que no había ningún problema en eso, pero después de eso me comentaron algo que me heló la sangre, Isra se iba a destrozar cuando se enterara……..

Espero les guste el relato, quize tener listo este capitulo antes de que empezara la semana ya que estarpe muy agitado, espero les guste y me gustaria saber si les gusto la escena sexual, es la primera vez que escribo una así que me gustaría saber su opinión, comenten y valoren :), un abrazo.