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Un domingo casual

en Gays

EL RENCUENTRO

Bueno, las vacaciones terminaron.

¡Qué fastidio regresar a la universidad! 

Bueno, a decir verdad no es un fastidio regresar a la universidad; en realidad no quiero afrontar a Sebastián. Ya dos putos años en los que he intentado demostrarle mi afecto y mis ganas de formalizar una relación de manera terca dado que él fue muy específico en los términos que puso al iniciar nuestra ‘amistad’.

Como sea, debo afrontar las cosas y dejar mi mentalidad provinciana, debo retomar mi autocontrol y autoaprecio. 

¡Güey! La maleta ya está lista. Solo falta poner la alarma.

En la mañana me levanté antes que la alarma y bueno, me alisté y desayuné un sandwich que me había preparado en lo que mi familia se terminaba de alistar.

Mamá, papá y mi hermanito ya se encontraban listos y partimos al aeropuerto, en el camino papá no dejaba de contar sus historias raras y cómicas de la vida, a veces pienso que se inventa mucha de sus historias. Mamá por otro lado solo se reía y regañaba a mi hermanito respecto como usaba en exceso el teléfono celular y por supuesto, mi hermanito alegaba que no era cierto y que aún si fuera cierto no le iba mal en la escuela como razón para ser merecedor de un castigo. 

¡uff! Llegamos y documenté la maleta y al gato, ya todo está listo: boleto, credencial de elector, ticket para reclamar a Zeus (el gato). 

Mamá compró unos panes tradicionales para que comiera en la capital. Le agradecí y abordé. Llegando a la capital me tardé más de lo esperado en el aeropuerto y llegué pasado las ocho de la noche al departamento. Me recorría una sensación extraña ya que Sebastián venía a verme…, bueno pasará lo que tenga que pasar.

¡Está aquí! ¿Me veo bien? ¿Se nota mi trasero con esta bermuda? Sí y sí, bajemos a buscarlo.

¡Diablos! Está más guapo de que lo recuerdo…, JAJAJAJA llegó EBRIO Y DROGADO.

-Me bañaré, ponte cómodo y hay marihuana ahí si gustas-comenté.

-Claro, tómate tu tiempo-respondió mientras se paraba para darme una nalgada.

Mmmm anda muy cariñoso el morro. 

¡Ufff! El agua está deliciosa. Todo debe estar limpio para evitar accidentes. 

Parece que ya quedó, salgamos.

Al entrar sonaba Leave a message de gnash.

Diablos, mi pene experimenta el famoso bombeo de sangre por sus venas, tengo una erección bien firme. 

Sebastián me agarra de la mano y me acuesta, está besando mi cuello (el perro sabe que me vuelve loco sentir su barba en él). ¡Aaaaaaaaaah! Dios mío este hombre ‘DÓNDE APRENDIÓ A COGER’. 

Cada lamida, cada que metía su lengua en mi boca es un elixir de felicidad para mí, mi hora de hacerle un oral ha llegado, le bajo lentamente el bóxer y me topo con un pene erecto de unos 19 cm que me empeño en lamer, en metérmelo a lo más profundo de mi boca para que al voltear los ojos y verle la cara pueda apreciar una cara de excitación y completa satisfacción.

Me hace la señal, es hora de hacer un sesenta y nueve.

¡Este hombre sabe cómo lamerme el culo! Diaaaaaablos que hermoso le sale el precum del pene, este hombre me tiene, sabe que me tiene y por eso mismo se aprovecha.

Listo, todo lo que empieza debe terminar, y es hora de que me la meta.

Siento bien la cabeza de su pene, como “intenta” penetrarme solamente para que me desespere y le pida su verga a gemidos. Esta vez no pasará, no te pediré nada.

Su cara, se está desesperando, lo diré: ¡Cógeme!

Sólo esa señal necesitaba, metió toda su verga de un golpe y ¡ah! que rico, se queda dentro un rato pues ya sabe que me gusta sentir su verga dentro sin hacer nada después de que me la mete de golpe. 

¿Cuándo desarrollamos esta conexión sexual? Ni idea, pero es única.

Listo, ya empezó a moverse, ¡no chingues güey! Que puto rico se siente SU verga en el ano, el esfínter disfruta cada que saca su pene y diablos.

-Más fuerte si es que puedes-reto.

Me mira, me da un beso y empieza a darme más fuerte, su excitación está llegando al máximo, me voltea mientras nalguea y aprieta fuertemente a cada nalga. Me la mete de golpe de nuevo, me aprieta la cabeza para que arquee mi espalda y sienta que tiene el control. Le sigo el juego.

-Me encantas… en serio me encantas… ¡ufff! Me encanta como te comes mi verga, toda hasta los huevos- dice mientras gime y nalguea la nalga derecha.

Me levanta y apoya contra la pared, empieza a bombearme fuerte mientras me agarra de la cintura.

-Si vieras lo rico que te ves así, por esto me traes loco cabrón- menciona para posteriormente tirarme a la cama.

Nos vemos a los ojos y entiendo que pronto se vendrá.

-Me encanta cogerte-exclama.

-Entonces cógeme- le respondo mientras le guiño el ojo.

Entienda y procede a meterme su miembro viril fuertemente. Siento que su verga empieza a crecer mientras se detiene un rato, está evitando eyacular, y este ciclo continua una y otra vez: mi turno de hacerlo eyacular llegó, en cada metida aprieto un poco el esfínter: una, dos y ¡NO MAAAAAAAAAAAAAAAMEEEEEES1 Sentir su semen caliente inundar mis entrañas mientras su pene palpita. Me trae loco el maldito.

Nos abrazamos un rato, me levanto por agua y le pregunto si quiere. Dijo que sí. Voy a la cocina y regreso con el agua. Ambos bebemos y en el aleatorio de Spotify se pone una canción que pone seguido Sebastián y que por ende, en cada encuentro nocturno la he escuchado. Young Dumb & Broke de Khalid. Empieza a cantarla mientras lo veo, al darse cuenta me da un beso y continua cantando.

Le comento que ya se hacer un porro decente de marihuana, me dice que quiere ver y armo uno.

-Nada mal, tienes buenas manos artesanas- comenta mientras sonríe y evalúa el porro. 

Lo prende y fumamos un poco, toma la Mac y pone bob esponja en netflix, le cambia el idioma a inglés y recuesta la cabeza en mis piernas. 

Pasamos ya cuatro capítulos, abraza mi pierna izquierda y dice que le realice un masaje, acepto y se lo hago, lo disfruta, yo sé que sí.

-¿Quieres uno?

-Si es gratis sí- respondo mientras me mira con cara de ¡Este vato!.

Realiza el masaje, nos acostamos en forma de cucharita.

Se acerca a mi oido.

-Extrañaba tus nalgas.

¡Pendejo! 

Espero sus comentarios.