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Perdiendo el control con Enrique.

en Gays

Aquellos años de la universidad fueron los mejores de mi vida si bien mi timidez me limitaban son muchos los recuerdos que tengo de aquellos tiempos en donde todo empezó a  cambiar. Era un chamo de contextura normal, trigueño, de ojos color miel y de 1.70m de altura. Solía ser uno de los mejores estudiantes de mi salón gracias a eso conseguí habitación en la residencia en la que viví tan grandes momentos. Fue un día en el que Carlos y yo coincidimos para un informe de física desde ese momento me hice su amigo.

A mis 19 años aún era virgen mis panas siempre se burlaban y decían que se notaba demasiado cada vez que hablábamos de sexo, yo era el más tímido y se notaba que estaba mintiendo o estaba muy inseguro cuando me refería sobre el tema. Siempre acordaban al final de la charla buscarme a una chama que me hiciera el favor.

Desde chamito siempre supe que me gustaban los hombres al igual que la mujeres mis pajas eran dedicadas sin distinción de género solo hormonas, el homenajeado(a) y mi mano, pero hasta ese punto nunca me atreví a saciar esa sed de sexo con alguien.

Mi estancia en la residencia era de casi un año en el 2004 había tenido problemas con la señora de mi antigua residencia y por eso todo se dio para la mudanza al apartamento de Carlos el tipo mas suertudo del maldito mundo su tío le regalo el apartamento a los 21 años y con un índice académico patético era uno de los peores estudiantes que había conocido aunque no podemos negarlo se le daba lo económico hizo negocios con las habitaciones y ahora tiene bastante dinero extra a costillas de nosotros.

En un principio no salía mucho de mi cuarto así que no socializaba con los demás pero a medida que pasaban los meses fui integrándome y ahora todos son como los hermanos que nunca tuve.

Mi habitación era cómoda tenia una cama familiar, un gran closet, peinadora y lugar para la mesa de mi computadora y aún así podía moverme libremente en ella. No podía negar que mi cuarto olía a hombre al igual que las otras 4 habitaciones. Siempre estaba desordenada como la residencia en general y amaba fumar sentado en el borde de la ventana.

Nunca faltaban chicas en las habitaciones y gemidos eso era la costumbre de alguna forma yo estaba celoso de todos ellos aunque esas veces aprovechaba para hacerme una paja y disfrutar, era normal que al estar reunidos hablaban de cómo estuvo todo con las chamas y bla bla bla…

Los toqueteos y chalequeos (bromas) era pan de cada día había confianza y en realidad todos era bastante alegres aunque no me sentía en total confianza cuando algunos me agarraban de las tetillas y me decían en plan de hacerme sentir incomodo “esas tetas” o “ese culo” mientras sonaba tremenda palmada y literalmente se cagaban de la risa. Enrique especialmente sabia como hacerme sentir incomodo muchas veces cuando me iba a decir algo se acercaba demasiado a mi cara y me ponía nervioso así que trataba de evitar que se acercara cada vez que hablábamos, ya era costumbre maldecirlo internamente mientras ocurría eso y me lanzaba su sonrisa mas picara. No era sorpresa que yo siempre fuera medio cortado y tímido aunque obviando esa parte eran mis verdaderos y únicos amigos en esos tiempos.

Todos nos ayudábamos, era bueno en cálculo y más de una vez amanecí explicándole a cualquiera de ellos, Enrique de 21 años sabia mucho sobre informática y por él comencé a fumar siempre me invita a un cigarro, Miguel de 23 años era pila con algunas materias teóricas por los que nos ayudaba a los informes y otras vainas es el típico estudiante de humanidades un loco de mierda, Carlos de 22 años nos daba chance de cancelarle el dinero de las habitaciones unos días mas y siempre tenia alcohol debajo de la cama jaja y por ultimo José Carlos de 24 que era buen cocinero y el osito de la resi y el que a cada rato andaba celebrando que una novia lo había botado. No éramos perfectos pero nos complementábamos y era mejor estar en la residencia que en nuestras casas en mi caso. No faltaba la botellita, las cartas, las porno, la comida chatarra y la frase “Luisito vamos a salir a rumbear no seas pajuo (corta nota o aburrido)”.

Luego de la fiesta del viernes en casa de julio muchas cosas habían cambiado en mí, tenia inseguridades como todo ser humano pero sentía de cierta forma menos carga aunque hubiera una pequeña tormenta interna.

En la residencia todo estaba normal el único tenso era yo, Enrique me picaba un ojo de vez en cuando y yo me ponía mas tenso, los toqueteos entre panas fueron aumentando por parte de él obviamente estaba jugando conmigo, no entiendo porque soy así a veces deseo eliminar esa pequeña parte de mi que me cohíbe de vivir relajado.

Un día entra Enrique a mi cuarto y me despierta con un masaje en mis hombros (si que lo sabia hacer bien) y un leve beso en el cachete para luego decir cualquier barbaridad. Sin abrir los ojos y con la voz tipo muerto le contesté coño déjame dormir estoy fuera de combate, oí su carcajada y me dijo al oído no es para tanto levántate vago.

Sentí su peso en mi espalda sujeto mis manos y empezó a besar mi cuello mientras restregaba su paquete en mis nalgas lentamente. Ese movimiento me agarro desprevenido pero por ser la primera vez que despertaba de esa manera me gusto y me deje hacer nada como la realidad de un beso y un chupón para comenzar el día y mucho mejor por primera vez. Todavía me dolía mi agujerito así que tuve que decirle que se calmara aunque no hacia nada para impedirlo. Yo en bóxers sentía como el caliente de Enrique hacia de las suyas sobre mi y yo cada vez le iba agarrando el gusto a las caricias tan ricas y extrañas que me hacían suspirar suavemente y retorcerme por los escalofríos que causaba en mi. Mis nervios se esfumaron ya estaba a su merced.

Su lengua hacía estragos en mi oreja cuando pasaba su lengua y chupaba de forma suave, el escalofrió me fue inesperado esos pequeños mordiscos y su respiración caliente que fueron desde el cuello hasta mi oreja no dejaban que existiera inocencia en mi, ser dominado por ese macho que de vez en cuando buscaba mi boca para besarla de forma sensual era mi deseo. Levanto sus manos para directamente bajar mi bóxers y su pantaloncito, moría de excitación ahora sentía como restregaba su verga en mi raja directamente ese líquido era esparcido por mi raja mientras seguía susurrándome "así te gusta que te caliente tú macho yo se qué quieres que la meta yo se qué eres una perra tú culito casi virgen grita que te la meta, dime que la quieres dentro que la deseas con todas tus ganas", yo gemía muy bajo sí papi hazme lo que quieras que rico se siente, nunca imagine que la frase “que culo tan apretao que rico estuvo lo de anoche quisiera repetirlo yo se que tu también disfrutaste Luisito quiero cogerte de todas las formas posibles que goces con mi verga horas y horas” tuviera tanto efecto en mi luego de lo que paso en la fiesta porque si bien me encanto una de las primeras cosas que pensé en algún momento fue no lo repetiré .

Yo estaba más que caliente aunque con un poco de corte por los demás compañeros de residencia, ya chamo está bien le decía y el sólo hacia lo contrario disfrutaba dominarme quería volverme loco nunca en mi vida había perdido tanto el control como en esa semana tan caliente.

No dejo de torturarme con los bóxers por las rodillas, mi camiseta algo arriba y caliente por culpa de Enrique, que no dejaba que me arrepintiera de lo que hacia solo me guiaba por donde el quería y yo obedecía como nunca lo había hecho.

Enrique solo traía un pantaloncito tipo jugador de básquet y por lo pude sentir y ver sin nada debajo aquel bárbaro de mi amigo tan suelto y seguro que no dejaba de contarme infinidades de veces como se cogía a las chamas me tenia como el quería, yo era su último polvo en lo que va de día.

Vi cuando estiro el brazo para alcanzar una de las cremas en mi mesa de noche y dice “ahora es que viene lo bueno”, cuando volteo a verlo estaba de rodillas en la cama entre mis piernas abiertas y empezó a echar la crema fría en mi culo, fue masajeando mis nalgas con sus dos manos lentamente bajando a mis muslo y luego subiendo a la parte baja de mi espalda y así estuvo por poco tiempo no aguanto mas y uno de sus dedos fue entrando con bastante facilidad, echo mas crema y el dedo fue acompañado de otro, salió un gemido de mi boca suave pero con sentimiento, y siguió masajeando mi agujerito, yo desinhibido le decía así Rique lento aff así así me gusta. Pasado un tiempo me dio un beso corta respiración y me dice “no aguanto mas ese culito es mío y lo quiero ya” yo no respondía yo solo me dejaba hacer. Coloco su glande en la entrada y fue entrando muy suave, me dolía aunque era soportable, mi respiración estaba agitada no recordaba esa sensación cuando una verga te esta reventando el culo. En voz muy baja le decía que lo hiciera lento eso lo repetí una y otra vez hasta que estuvo toda adentra y se calmo, mi espalda y cuello recibieron sus respiraciones que me excitaban. Enrique causaba en mi corrientes, el me gustaba como besaba, como me hacia todo. Empezó un lento mete y saca, y lo único que podía decirle era “así lento rique lento así” en una voz baja unido con mis aun bajos gemidos

Estuvimos un rato disfrutando uno del otro, su pecho contra mi espalda, el sudor, las ganas de más, nuestros gemidos y sus caricias a la parte baja de mi cuello. Bajo el ritmo de mete y saca que nos tenia loco y con agilidad hizo que nos volteáramos para quedar en la posición de cuchara, sus labios buscaron los míos y nos perdimos en otro beso apasionado, con su mano busco acomodarse bien y posiciono mi pierna de la forma mas cómoda y comenzó a embestirme de nuevo. Perdido en las sensaciones empecé a masturbarme y el acelero sus movimientos no me quedo mas que cerrar los ojos y centrarme en mi culo, esa nueva forma de placer si que me tenia loco y no pude aguantar mas, cada contracción me llevaba a estar mas cerca de un desmayo sentía que perdía mis fuerzas que las energías que fluían por mi cuerpo con cada espasmo me dejaban desolado me dejaban en otro mundo. Mientras mi amante seguía dándome mas duro yo seguía retorciéndome estaba siendo demasiado intensa esa forma de acabar y a Enrique le sucedió lo mismo pego un grito y me abrazo con fuerte mientras se contraía y terminaba en mi culo y así nos quedamos los dos unidos y dormidos.

Cuando desperté estaba solo en mi cama arropado y en total oscuridad. Comencé a reflexionar sobre lo que había pasado y de tanto dar vueltas admití a mi mismo que esto que había hecho me gusta y lo volvería hacer, lo único que no quería es que se enterara alguien mas, se que no estaba preparado para asumir al mundo lo que realmente soy solo faltaban hablar con el señor que me pervirtió...

Más tarde fui a bañarme y a quitarme el olor que quedaba de sexo y fiesta. Estaba en toalla afeitándome la cara cuando entra Enrique al baño, ¡upa Luisito! que sexy dijo a todo volumen. Fue directo a besarme el cuello y luego morder mi oreja ya sabia como actuar conmigo, hey nos van a pillar que te pasa le tuve que decir, Nada Luisito disfrútalo, Este maldito hacia lo que quería conmigo aff y yo siempre terminaba a sus pies, era un pasao ya mi toalla estaba en el piso y yo desnudo con la verga parada sus manos se habían adueñado de mi pene, no pude más me separe y salí del baño el cual quedaba casi frente a la sala donde todos se encontraban en ese momento, mi amigo-amante grito desde el baño “Luisito está cabilla” todos empezaron a echarme vaina "upa cachete", "Esa carpa está para semana santa", "esoo papi" yo camine más rápido con mi mano tapando mi gran bulto hasta que llegue al cuarto y me encerré uno de mis momentos mas vergonzoso de mi vida, me acorde de la madre de Enrique muchas pero muchas veces.

Lo que quedaba de sábado transcurrió con casi todos en la sala y una botella de ron donada por Carlos y otra por Miguel que consiguió una de vodka por la mitad solo faltaba una persona del grupo José Carlos que se había perdido con una chica. Todos en la sala viendo tv y hablando sobre cualquier vaina como si no hubiesen bebido nada ese mismo día en la madrugada, yo no aguante y me fui a dormir tuve que pasarle seguro a la puerta no quería mas sorpresas.

Lunes: 9 am.

Desperté como siempre con la verga a reventar,  saqué mi amiguito por un lado y comencé a darle suave mientras pensaba en lo poco que recuerdo de mi madrugada caliente y lo del baño; tuve que dejar de hacerlo porque necesitaba mear urgente, la flojera estaba a mil así que conseguí un envase de gatorade sin necesidad de levantarme de la cama y… alivie.

Después de lo sucedido en la fiesta no había tocado el tema en serio con Enrique me dispuse a hablar con el creo que todo estaba fuera de control de alguna forma me sentía desprotegido e inseguro por mi forma de actual nunca había estado sin pensar cada pasó que daba en la vida, un beso me ponía loco y eso no podía seguir así.

Mensajes de texto

-Yo: Epale Rique tenemos que hablar fuera de la cueva ¿En que andas?.

-Enrique: tranquilo Luisito no diré nada, sabias que hablas cuando duermes? jaja Ando d vago. dnd stas?.

-Yo: Estoy en la cueva me desperté hace poco.

No aguante y le envié otros mensajes mas de forma seguida.

-Yo: Chamo en serio tenemos que hablar. (No podía negar que me gustaba un poquitín la forma en la que Enrique me estaba tratando pero al mismo tiempo estaba cortado por lo que pensarían los demás “yo no soy asi” me dije).

-Enrique: tómatelo con calma chamin ya sabemos lo que cada uno quiere.

 No sabía que contestarle así que no respondí.

-Enrique: Sal dl cuarto q t dje 1 sorprsa busca en el mueble. Me llego un mensaje como 5 minutos después.

No había aguantado la converacion y tuve que dejar de medio pajearme, con ansias me coloque un bóxers y fui rápido en busca de la sorpresa. Cuando veo estaba el caliente masturbándose sentado en el mueble, Me quede mudo cuando vi su cuerpo de gym moreno sudado y esa sonrisa de malote que me pone a tope y para completar ese piercing en el lóbulo izquierdo que siempre me atrajo no me ayudaron a disimular nada me quede inmóvil mirándolo de arriba abajo creo que con los ojos bastante abiertos.

El me saco del asombro diciéndome tranquilo no seas tan cagao, Carlos y Miguel tienen parcial y José Carlos esta trabajando, vente que yo se lo que quieres y estamos solo.

Me dijo todo eso acostado con las piernas abierta totalmente desnudo para provocarme, no se cual fue mi cara al mirar aquello por segunda vez, perdí el control e hipnotizado fui y lo bese ya el típico chamito tímido se iba perdiendo cada segundo que pasaba hasta ya no existir ahora se había convertido en un animal salvaje que metía la lengua en la boca de su compañero de residencia como si fuera la ultima vez que lo haría como si su saliva fuera el tesoro mas preciado en ese instante y estuviera destinado a que fuera suyo, mi mano no dejo de masturbarlo en todo el largo descontrol con su boca. Cada vez que sus manos recorrían mi espalda, mi cuello y culo me desataba más. El besaba con esmero, mordía mis labios, fue demasiado cuando sentí especie de una cosquilla placentera quería mas sensaciones no quería que esto terminara. Beso la parte del cuello debajo de mi oreja y como loco fue dándome pequeños besos y chupones hasta llegar a mi oreja que fue victima de su lengua y de pequeños mordisco que originaban corrientes en mis hombros y luego se extendían por mi cuerpo. Enrique dijo en un susurro que me pareció de lo mas sexy “mamamela Luisito anda”.

Me coloque entre sus piernas sentado en el piso y agarré su verga de nuevo que estaba desde hace rato totalmente firme, empecé a masturbarlo con mi cara a muy pocos centímetros de la fuente de ese olor tan exquisito, con esa visión tan cercana no podía salir de mi hipnosis. No pasó mucho tiempo hasta que saqué mi lengua y lamí el líquido preseminal que se encontraban esparcidas en su glande y parte de mi mano, apretaba el tronco para sacar más de ese sabroso liquido ese saladito me encanto y se lo demostré porque chupe su agujerito buscando mas pero no pude conformarme con esto, introduje su cabeza completa en mi boca para succionarla y jugar con mi lengua en su huequito en ese momento “Afff” salió de su boca, cerró los ojos y recostó la cabeza "ahhh dale así métela todaaa" yo fascinado era la primera vez que mamaba una verga y no pensaba que tendría ese efecto en Enrique El don Juan mas caliente de la residencia.

Comencé a introducirme lo que faltaba de su verga en mi boca pausadamente mi lengua hacia dibujos por su verga. Me la saqué y empecé a succionar la base y los guevos estaba tan excitado que no aguante mas me la metí en la boca completa con fuerza pero me dominó una arcada, tosí, y aprendí a ser mas paciente fui lentamente chupando y acariciando mientras pasaba el sofoque para luego comenzar de nuevo a intentar introducir toda su verga pero no fue hasta varios intentos que logré meter un gran trozo sin llegar a meterla completa. El mete-saca se hizo mas rápido yo iba a agarrando mas técnica con esa verga en mi boca, bajaba y subía rápido por un momentos y luego descansaba con su glande en mi boca nada mas, mientras los succionaba con fuerza. Me excitaba cuando escuchaba cada vez más alto “¡OHHH! Luisito asi jaaaaa chamito que rico chupa asi”. El llevaba rato acariciando mi cabeza con sus manos hasta que no pudo aguantar mas y empezó a empujar mi cabeza para que me la comiera completa así estuvimos un rato yo luchando con su verga en mi garganta mientras me masturbaba y el gimiendo “sí que rico luisito dame así toda que rica boca ahhh Afff dale Afff aggg”.

El agarraba mi cabeza para hundir su miembro más y más yo solo quería satisfacerlo y sabía por su expresión y su palabras "así dale perra métela así Afff que bien lo hace" que lo estaba haciendo bien, el tiempo paso muy rápido cuando con sus dos manos me hundió la cabeza completa en su miembro y término en mi garganta. No fue uno de mis momentos preferidos pero no me desagrado del todo esa jugada y el sabor de su leche, solo que tuve que luchar con él para que me dejara respirar luego de poco tiempo. Lamí sus bolas subí por su tronco suavemente y fui absorbiendo con mi boca toda su leche, no obvie el mueble todo lo quería para mi.

Desnudo como estaba me senté sobre el que permanecia en la misma posición con la respiración todavía agitada y bastante sudor. Puse mis manos en su cuello para después lanzarme a besar sus labios gruesos de nuevo. El meneaba su lengua la cual era un prodigio dentro de mi boca de una forma salvaje casi no me dejaba respirar pero igual yo seguía excitado con ese machote, con una de su manos masajeaba mi espalda y nalgas con la otra masturbaba mi miembro estaba en el cielo nunca imagine que terminaría de estas formas con Enrique aquel dueño de mis muchas pajas ahora subía y bajaba su mano rápido por mi miembro. No dure mucho con un grito acabe en la mano y el pecho de mi amante mientras seguía ahora muy despacio acariciando mi verga y yo con la respiración agitada, segundos después llevo su mano a mi boca que recogió mas de una vez mis restos y que con gusto la deje limpia.

El moreno me agarro firme por la espalda y movió su cuerpo en forma tal que quedáramos acostado yo sobre el en el sofá. Nos dábamos besos muy suaves mientras conversábamos de lo bien que había estado todo.

… de repente se abrió la puerta y se escucho ¡Mierrr lo sabia! Sabia que ustedes dos tenían algo estaban muy raros.

Espero que les haya gustado mi segundo relato. Se que el primero no estuvo a la altura pero espero ir poco a poco mejorando.