El entrenamiento de Vegeta y Gohan (versión 1)

Nunca se habían encontrado solos, pero por fin había llegado ese momento. Gohan siempre había admirado a Vegeta por su gran poder y fuerza física y desde que llegó por segunda vez a la Tierra y se unió a ellos con el fin de proteger el planeta era como su segundo padre.

Vegeta, que siempre había despreciado a los humanos, vio el resultado de la unión entre una terrícola y un súper guerrero y la gran fuerza de este, su gran poder. Sin duda llegaría a ser más fuerte que él y eso no le gustaba en absoluto. Cuando Vegeta miraba a Gohan, ahora que este se había hecho mayor, podía ver a Goku, ¡se parecía tanto a él!

Desde que este se marchó de nuevo al reino de los muertos, Vegeta lo había echado mucho de menos y sobre todo, los momentos que había pasado con él en su casa. Allí había descubierto de verdad lo que sentía por él y ahora mirando a su hijo, no podía ocultar lo que empezaba a sentir por él también.

Estaban en casa de Goku, en el salón y decidió lanzarme. Se acercó a él rápidamente. De un golpe le derribó y se tumbó sobre él en el suelo.

-¿Qué haces Vegeta?- preguntó muy sorprendido Gohan- si quieres entrenar, este no es el lugar, tenemos que…

Vegeta seguía encima de él, ahora con una pierna a cada lado de su gran cuerpo. Se inclinó sobre él y le besó apasionadamente en la boca, haciéndole callar.

-Vegeta, yo no sabía que sentías esto por mí- contestó gimiendo en bajo.- Te oí la primera vez que estuviste con mi padre, en su habitación. Y desde entonces deseé estar contigo.

De repente Gohan les dio la vuelta y cuando se colocó encima le besó apasionadamente, metiéndole la lengua en su boca, hasta que estas se encontraron. Se quitó la camiseta rápidamente y le arrancó la suya a Vegeta, saltando así todos los botones.

Empezó a chuparle el cuerpo, sus perfectos pectorales, sus marcados abdominales… hasta llegar al pantalón. Allí se detuvo y se lo quitó tirando hacia abajo rápidamente y comenzó a mordisquear el gran bulto de sus apretados bóxers.

De un mordisco de pasión y desenfreno le arrancó los calzoncillos y dejó al aire el gran pollón de Vegeta que empezó a meterse en la boca. Este no paraba de gemir de placer, empujando con la mano la cabeza del otro para que se la metiera entera en la boca.

Pero ahora era el turno de que Vegeta tomase el control y este se puso encima del otro e hizo lo mismo que él antes. Hasta que Gohan estuvo a punto de correrse por culpa de su lengua, así que pasó a penetrar su precioso culo prieto con ella.

Gohan que estaba a cuatro patas, jadeaba del placer que sentía, teniendo que agachar la cabeza por ello. Pero decidió que era el momento de empezar a follar de verdad.

Con rapidez volteo a Vegeta y le hizo ponerse a cuatro patas.

-Ahora sentirás mi verdadero poder –dijo riéndose.

Y acto seguido se transformó en SS, por lo que su polla aumentó de tamaño. Vegeta que vio las intenciones del otro también se convirtió en SS, esperando que el otro le penetrara. Pero Gohan quería darle más placer, por lo que se convirtió por segunda vez en su vida en SS2. Su polla creció hasta llegar a unos increíbles 30 cm que inmediatamente metió en el culo de Vegeta, de golpe.

Vegeta lanzó un grito de gran dolor, pero Gohan siguió con el movimiento, sin detenerse. Vegeta sabía que el dolor desaparecería para pasar a un gran placer.

Gohan estuvo mucho rato así, aumentando el ritmo hasta que se oía un constante mete y saca mientras Vegeta se movía adelante y atrás para aumentar el placer y con su mano se pajeaba rápidamente.

Gohan buscó la boca de Vegeta. Cuando se encontraron, sus lenguas se encontraron en su interior. Los dos estaban sintiendo un gran placer, pero estaban también ansiosos de acabar, por lo que Gohan cogió a Vegeta por la cadera y empezó a embestirlo sin piedad.

-¡Me voy a correr! –dijo Gohan.

-Lo quiero en la cara.

Gohan sacó su gran miembro del interior de Vegeta y se lo puso a unos centímetros de la cara mientras se pajeaba rápidamente.

-¡AHHH!

El blanco líquido salpicó la cara de Vegeta mientras este se metía la polla en la boca para no perder ni una gota del sabroso semen. Cuando hubo acabado, se tumbó para vaciarse el también sobre su abdomen que se llenó del líquido blanco.

Gohan lamió este y besó apasionadamente a Vegeta, saboreando la mezcla de los dos semen. Cuando acabaron se tumbaron en la cama, exhaustos de tanto ejercicio.

-Te amo –dijo Vegeta sobre el pecho de Gohan.

-Y yo a ti –le contestó Gohan mientras se fundían en un cálido beso.