El afecto del maestro supersaiyan

-¡Ataca más fuerte! –gritó Gohan desde el aire.

-De acuerdo. Te vas a arrepentir de esto –contestó Trunks lanzándose sobre él a toda velocidad.

En un instante los dos súper saiyans estaban peleándose en el aire, apenas visibles para cualquier humano que estuviese mirándolos. Estuvieron ahí varios minutos, confundiéndose entre golpes mutuos y bolas de energía hasta que Trunks cayó al suelo haciendo un gran agujero en el suelo.

-Veo que sigues siendo más fuerte, Gohan.

-¿Qué te habías creído, pequeño? –le contestó poniéndose encima de él y sujetándole contra el suelo por los brazos.

Los dos estaban sudados a causa de la pelea y con el cuerpo magullado y sucio de tierra.

-Vamos a tu casa. Por hoy hemos terminado. ¿No te parece? –dijo Trunks.

-Tengo una idea mejor. Sígueme. –dijo el otro.

Y los dos se marcharon de allí volando. Gohan le llevó a una apartada cueva donde se oía el rumor del agua.

-Esto es mucho mejor que la ducha de casa. Ya verás.

Entraron en la cueva y se quitaron la ropa sucia, dejándola en un montón a la entrada. Hacía mucho tiempo que Gohan llevaba enseñando a luchar a Trunks. Casi tanto que no se habían dado cuenta de que entre ellos estaba surgiendo algo. Y ahora con sus musculosos cuerpos sudados al descubierto se dieron cuenta de ello.

-Vamos al agua, hay una pequeña cascada ahí detrás –animó Gohan.

Los dos se metieron en el agua fría, bajo una oscuridad casi completa. Una catarata de agua fría caía con fuerza a su lado, moviendo el agua, que les llegaba a ambos por la cintura.

-Trunks, ¿sabes que te has vuelto muy fuerte estos años? –dijo acercándose a él. –Tu padre estaría orgulloso de ti.

-No soy tan fuerte como tú. –dijo el otro acercándose otro poco sin darse cuenta.

En unos instantes estaban el uno junto al otro, tan cerca que podían tocarse al mínimo movimiento.

-Quiero que sepas que te aprecio mucho Gohan. Pero esto no está bien. No deberíamos…

-Trunks –susurró Gohan mientras le acariciaba el brazo. –Somos dos personas que se aprecian. No hay nada de malo en esto.

Gohan ya había pasado algunos momentos con su padre y Vegeta y ahora que ninguno de los dos estaba ahí, no tenían a nadie más que a él.

-Trunks… Los súper guerreros siempre nos hemos apoyado y es bueno que nos queramos entre nosotros y estemos más unidos. Solo déjate llevar. Disfruta de esto.

Y entonces Gohan se agachó hasta besarle, cogiéndole del cuello con cuidado. Al principio el pequeño se resistió, pero al final acabó entregándose al beso. Se besaban con pasión, casi rozando la violencia, mientras acariciaban sus cuerpos desnudos e iban saliendo del agua.

Gohan empujó a Trunks al suelo quebrando un poco las rocas.

-He deseado muchas veces esto, pequeño.

Y lentamente empezó a recorrer su cuerpo. Comenzó besando su pecho, lamiendo lentamente sus pezones mientras le tocaba la cintura. Bajó por cada uno de sus abdominales con la lengua, haciéndole jadear.

-¡No sabes cómo se siente esto Gohan!

Este miró hacia arriba y sonrió. Entonces bajó hasta su entrepierna y comenzó a lamer la base del pene mientras con las manos le acariciaba los huevos. El pequeño ahora no paraba de gemir.

-¿Te han hecho esto alguna vez, pequeño? –preguntó Gohan.

-No. Ninguna de mis novias ha querido hacerlo.

-Pues espera que llegue la mejor parte. –contestó mientras se metía aquellos 18 centímetros de carne enteros en la boca.

El pequeño empezó a gemir más fuerte, agarrando la cabeza de Gohan y empujándole en cada mamada. Este lo hacía con gusto mientras con una mano le recorría el cuerpo y con la otra le masajeaba los huevos. 

Entonces el mayor se retiró un poco y se tumbó encima de Trunks para poder besarle. Este le tocaba la espalda y la cabeza sin poder dejar de desear su cuerpo.

-Te deseo tanto Gohan –suspiró Trunks.

Se voltearon hacia un lado, y otra pequeña grieta se formó en el suelo debido a su fuerza descontrolada por la pasión. Ahora el pequeño estaba arriba y quiso imitar lo que le había hecho Gohan anteriormente.

-Ahora quiero hacerte gemir yo a ti –le susurró mientras se deslizaba hacia abajo.

Y entonces empezó a recorrer el cuerpo de su maestro con los labios, la lengua y los dedos. Pasó por todos y cada uno de los grandes músculos de Gohan, provocando en este, pequeños gemidos de placer.

-Sigue así pequeño –le dijo.

Trunks miró hacia arriba y no pudo evitar ponerse de nuevo a la misma altura y besarle con fuerza. Pero de nuevo se colocó más abajo hasta llegar a la altura de la polla de Gohan. Empezó masturbándole con las manos mientras le tocaba los huevos.

-Pruébala –le dijo Gohan. –Te gustará mucho.

Le miró a los ojos y entonces se decidió a hacerlo. Primero la recorrió por la lengua, probando su sabor.

-Me gusta tu sabor –susurró el pequeño Trunks.

Y acto seguido se la metió en la boca. Poco a poco fue moviendo su boca arriba y abajo como si le estuviera masturbando.

-Me gusta este sabor a hombre.

Y entonces la cogió con la mano y empezó a chuparla con más ahínco, provocando que el otro se estremeciera de arriba abajo.

-Para… o harás que acabe demasiado pronto –medio gimió el mayor.

-Quiero tu polla –contestó el otro mientras le miraba lascivamente.

-Pues la tendrás dentro de ti.

Entonces Gohan se sentó y puso a cuatro patas al otro.

-¿Qué vas a hacer? –le preguntó Trunks con algo de temor, aún sabiendo de sobra la respuesta.

-Voy a darte mucho más placer –dijo mientras acercaba su cara al apretado culo del otro –solo relájate y disfruta de esto.

En ese momento Gohan empezó a pasar la lengua por la raja del otro, taladrándole de vez en cuando con ella.

-Me encanta tu culo Trunks. Lo tienes sin ningún pelo.

-A mis novias no les gustaba, así que me lo he depilado.

Gohan asintió y siguió lamiéndosele provocando en el otro una serie de pequeños gemido y que empezara a mover instintivamente el culo y a la vez a relajar la presión que hacía sobre él.

Al notar esto, el otro empezó a echar saliva en la abertura e intentó meter un dedo. Como entró sin problemas, lo intento con dos, y después con tres, sin que al otro apenas le doliera. Al ver esto, se retiró un poco y echó una buena cantidad de saliva sobre el culo  y su propia polla.

-Al principio te dolerá pero luego sentirás mucho placer – le dijo acariciándole la espalda. – Lo haré despacio tranquilo.

Entonces se colocó de rodillas detrás de él, buscando sus labios con los suyos. Y mientras estaban besándose empezó a metérsela poco a poco. Trunks jadeaba, aguantando casi sin dolor la polla del mayor.

-Quiero sentirte dentro completamente –le susurró.

Gohan siguió avanzando despacio por su interior mientras sus cuerpos se iban acercando cada vez más, hasta que su pecho quedó unido a la espalda del otro y sus 21 centímetros de polla estaban dentro de su culo. Fue en ese instante cuando notó como Trunks contraía el culo y buscaba desesperadamente que le besara.

-Me duele mucho –medio gritó Trunks.

-Espera un poco y ya verás cómo no querrás que pare.

Y entonces Gohan empezó un lento mete saca que hacía doblarse al otro supersaiyan que instintivamente se empezó a masturbar con fuerza. Poco a poco empezó a acelerar el ritmo y ahora no era él solo el que se movía sino que Trunks también lo hacía, meneando el culo en pequeños círculos.

-Me encanta tenerte dentro de mí –gimió este.

Y siguieron con el movimiento unos instantes más.

-Quiero verte –le dijo Gohan mientras sacaba su miembro y se apartaba un poco.

Los dos se besaron de nuevo mientras se movían hacia un pequeño escalón natural de la cueva. Trunks se sentó en él y miró hacia arriba.

-Déjame probar otra vez a qué sabes –le dijo mirándole con ojos lujuriosos.

-Pues aquí la tienes toda –contestó el otro mientras se la ponía en la cara.

Trunks no se lo pensó dos veces y la cogió con las dos manos y se la llevó a la boca. Le agarró del culo y empezó a mover su cabeza adelante y atrás y a utilizar la lengua para darle más placer. Gohan gemía de placer, por los hábiles movimientos de la lengua del otro y todo su cuerpo vibraba con el movimiento de la mamada.

-Para, o harás que me corra demasiado pronto –le susurró a Trunks, mientras se apartaba un poco.

El pequeño se tumbó boca arriba, mirando al otro a los ojos. Con las manos agarró la polla de Gohan, y fue introduciéndosela dentro de él con leves gemidos. El escalón de la cueva, era perfecto para la altura de Gohan y este empezó a moverse dentro y fuera del pequeño, embistiéndole cada vez más fuerte. Por toda la cueva, se podían oír el rítmico golpeteo de los cuerpos de ambos y sus altos gemidos de placer descontrolado.

-Transfórmate en supersaiyan y sentirás el doble de placer.

Y acto seguido los dos se transformaron, volviendo más grande todos y cada uno de sus músculos y por supuesto, también sus pollas, que crecieron varios centímetros.  Trunks empezó a gemir más alto, sintiendo más dolor que antes, pero Gohan calló sus gemidos con sus labios, mientras empezaba a moverse adelante y atrás con más rapidez.

Poco a poco se separó de él y, cogiéndole de las piernas para ayudarse, fue aumentando el ritmo de las acometidas, haciendo vibrar a la cueva entera, de la fuerza de sus movimientos.

- ¿Te gusta, pequeño? – le preguntó mientras le acariciaba su musculado cuerpo.

- Adoro todo tu cuerpo –le contestó el otro, levantándose un poco hacia arriba y tentando los labios de Gohan. – Pero te necesito más dentro de mí. Quiero sentirte todavía más cerca.

- Así lo tendrás entonces.

Y dicho esto, Gohan cogió a Trunks de las caderas y le alzó sobre él, sujetándole por la espalda mientras seguía penetrándole de pie. El otro se agarró fuerte a sus hombros y mientras se sujetaba con las piernas al cuerpo de su maestro, le besó con pasión. Poco a poco, Gohan empezó a aumentar las embestidas soltando gemidos aún más alto.

- Me voy a correr –medio gritó este.

-Hazlo, quiero sentir tu líquido dentro.

Y con un gran grito, folló con más violencia el culo del otro, mientras una pequeña aura amarilla los rodeaba y los dos aumentaban su fuerza increíblemente, provocando que la roca cercana se agrietara.

-¡¡¡¡AHH!!! –gritaron ambos mientras se corrían casi al mismo tiempo.

Entonces los dos se tumbaron en el suelo y Trunks se sacó el miembro de Gohan de su interior, pero permaneciendo muy cerca el uno del otro. Se tumbó encima de él, de vuelta a la normalidad, al igual que Gohan, mientras le besaba tiernamente en la boca.

- Te amo Gohan –le susurró mientras le acariciaba la mejilla muy despacio- No quiero separarme de ti.

- Estaremos juntos, mi pequeño –le contestó este mientras se volvían a fundir en un ardiente beso. – Te lo prometo.