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Gotenks: La fusión que les unió más todavía

en Parodias

La fusión que les unió más todavía

Por aquel entonces Goku estaba en el reino de los muertos y los pequeños Trunks y Goten practicaban la fusión para destruir al malvado Buu. Después de derrotar al malvado, los dos se siguieron fusionando para luchar juntos contra los enemigos y cada vez eran más inseparables.

Pasaron los años, hasta llegar el momento en el que Trunks cumplió los 17 años y Goten los 16. Eran adolescentes y a esas edades lo único en lo que pensaban era en el sexo. Los dos habían pasado tanto tiempo juntos, al principio peleándose como niños, pero luego se llegaron a gustar, de una manera más fuerte que solo dos amigos, se llegaron a desear, pero nunca habían dicho nada al otro.

-Goten, hay algo que quiero decirte…

-Sí yo también.

-Quería preguntarte si te apetecería…

-¿Sí?

-Practicar un poco la fusión, hace mucho que no la hacemos.

Goten se entristeció, porque pensó que le iba a confesar lo que sentía.

-De acuerdo.

Y los dos se pusieron a hacerla.

-Fuuuu…

-…sión.

-¡¡Yaaa!!

Como siempre pasaba, se produjo un fuerte resplandor y cuando desapareció solo se hallaba en el lugar  una persona: Gotenks.

Los pensamientos de los dos súper guerreros se juntaron en uno solo. Los dos intentaron pensar en otra cosa para que el otro no descubriera sus sentimientos, pero eso era imposible y al final los dos conocieron todo lo que pensaba el otro. Supieron cuanto se deseaban y como ansiaban tener al otro.

Ansiosos por pasar tiempo el uno con el otro, dejaron pasar los treinta minutos que duraba la fusión entrenando en el templo del cielo. Cuando acabó el tiempo los dos volvieron a aparecer.

-¿Por qué no me dijiste nada? –preguntó Trunks.

-Por la misma razón que no me lo dijiste tú.

-Tienes razón. Somos unos idiotas.

-Ya.

Y acto seguido los dos guerreros se acercaron el uno al otro y muy despacio, temerosos al principio, juntaron sus labios. Goten puso una mano en el pelo de Trunks y le atrajo hacia sí mientras Trunks agarraba a Goten para no dejar ningún espacio entre ellos.

Los dos estaban muy excitados y no esperaron a llegar a una cama si no que se tiraron al suelo, agrietando las duras baldosas de piedra. Goten se quitó su camiseta e hizo lo mismo con la de Trunks.

Ambos tenían un cuerpo espectacular, unos duros y marcados pectorales y abdominales y unos grandes y musculosos brazos fibrosos. Ninguno tenía nada que envidiar al otro, pues siempre habían entrenado juntos y los dos se habían desarrollado por igual a pesar de la diferencia de edad.

-Estamos igual de musculados –dijo Trunks.

-Siempre hemos ido juntos y hecho los mismos entrenamientos. Es normal que estemos al mismo nivel.

-Tendré que comprobar que eso es verdad –respondió Trunks con una sonrisa.

Trunks empezó a recorrer el cuerpo de su amigo con sus labios hasta llegar a los pantalones que le arrancó de un golpe. Dejando a la vista unos ajustados y mojados bóxers blancos que escondían una enorme polla. Se los arrancó de golpe, dejando al aire el gran miembro.

-Mi turno –dijo Goten.

Repitió lo que hizo Trunks hasta dejar al descubierto la otra polla. Decidió que era el momento para probarla y así lo hizo. La chupó y se la metió entera en la boca. Trunks se retorcía de placer.

-Déjame que lo haga a la vez que tú.

Y en breve estuvieron haciendo un 69, chupando el miembro del otro como si fuera el suyo propio. Gozando el uno del otro. Los dos como si se leyeran los pensamientos se juntaron otra vez cara a cara, besándose otra vez juntando sus lenguas a mitad de camino. Deseando estar lo más cerca el uno del otro.

-No sabes lo mucho que siempre te he deseado –dijo Trunks separando un poco sus labios.

-Y yo a ti. He soñado muchas veces con esto –contestó Goten apresuradamente juntando sus labios con fuerza otra vez.

Goten bajó por el cuerpo de su amigo hasta parar en su culo y lamer su agujero. Trunks se retorcía de placer mientras el otro se lo hacía.

-Quiero sentirte dentro de mi ya, Goten.

-Así lo tendrás –contestó este.

Y entonces se acercó a Trunks despacio y empezó a meterle su polla. Trunks se retorcía de placer y tuvo que agacharse para aguantar el dolor. Pero enseguida el dolor dio paso al infinito placer que ellos sentían.

-¿Te gustaría gozar el doble? –preguntó sonriendo Goten.

-Claro que sí –contestó Trunks adivinando ya sus intenciones.- Yo también lo haré.

Y entonces los dos se transformaron a la vez en súper guerreros. Haciendo que sus músculos y (por supuesto) sus pollas crecieran mucho de tamaño. Trunks volvió a sentir mucho dolor, pero aguantó disfrutando del momento que estaba pasando con su caliente amigo.

Ahora Goten aumentó el ritmo de sus embestidas cogiendo al otro por la cadera y empujando más fuerte. Trunks gemía y jadeaba, igual que Goten, mientras se masturbaba a la vez. Los dos estaban gozando mucho por el otro.

-Creo que ya ha llegado mi turno –aventuró Trunks.

-De acuerdo –añadió Goten a regañadientes.

Y así el uno y el otro cambiaron sus posiciones. Trunks lamió un poco el culo de su amigo hasta que estuvo preparado y entonces sin pararse mucho le penetró. El pene ya grande de Trunks entró de golpe en su amigo, causándole mucho dolor.

-Trunks, ten cuidado. Duele mucho –casi gritó Goten.

-Espera y verás el placer que te haré sentir –contestó el otro.

Sin poder esperar, aumentó el ritmo más y más, golpeando si piedad a su amigo que, como el antes, se masturbaba rápidamente.

-¡Oh sí! Trunks sigue, lo hace genial –gimió el pequeño.

Y el otro siguió, casi haciendo arrodillarse a su amigo por la fuerza de los movimientos.

-Goten, creo que me voy a correr –jadeó el mayor.

-Yo también –contestó Goten- hagámoslo fuera Trunks.

Así Trunks salió de su amigo y los dos se pusieron de pie, masturbándose con las pollas juntas, de modo que los dos agarraban la polla del otro.

-Son iguales –dijo Trunks.

-Y eso que soy un año más pequeño –sonrió Goten.

Él otro no dijo nada y siguieron pajeandose más rápidamente hasta que los dos a la vez (o casi) gritaron y se corrieron en el cuerpo del otro.

-¡AHH!

Entonces, exhaustos como estaban, se sentaron en el suelo, el uno al lado del otro, abrazándose mientras se besaban. Se tumbaron en el suelo de piedra, agradeciendo el contacto frío que bajaba la temperatura de sus cuerpos sudosos.

-Goten. Hace tiempo que te he querido decir algo.

-Sí, yo también.

-Te amo.

-Y yo a ti.

Y volvieron a mezclar sus salivas en un cálido beso, juntando otra vez sus cuerpos y llenándose del sudor del otro.

-Tenemos que volver a hacer esto –dijo Trunks.

-Ya estoy ansioso por ello –contestó Goten mientras se tumbaba en el pecho desnudo de su amigo.