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La intrusa

en Sadomaso

LA INTRUSA (Archibald, de noche)

-Archie...

Siempre sucede igual: una mujer llorando en el suelo, con los labios entreabiertos y un lado de la cara aplastado contra las baldosas, intentando respirar. Boqueando como una trucha fuera del agua mientras se le corre el maquillaje y vuelve  a ser vulgar, una puta recogida en la calle en un día de lluvia. Una golfa cocainómana capaz de follar con quien quiera que la lleve a casa, premio para los taxistas que normalmente las cosechan como uvas, un extra laboral.

Me cansan las puercas que no se preocupan de si su mierda de pintura se quitará o no del suelo, porque ellas ya hicieron bastante viniendo tan monas, creyendo que iban a seducirme. A conmoverme y ganar un poco de status a mi costa, con sus tutoriales de Youtube, sus peluqueras y sus estúpidas maquilladoras.

He visto puertas menos barnizadas.

-Archie...por favor...

La bautizo con el disolvente: un vino del 87 vertido directamente sobre la nariz y la boca. ¿La marca? Ni la sé, ni me importa. La botella ni siquiera es mía. Todo lo de este Palazzo está hecho para ser tomado prestado. Especialmente las mujeres.  Sólo tengo cuidado en no mancharme el zapato con el que le aplasto su mejilla de esposa trofeo, mientras se atraganta.

Mientras se convierte en un gimoteante montón de mocos y babas que objetivamente no debería de interesar a ninguno, pero ¿para qué engañarnos? En este lugar su cara no importa, lo que codician es su culo. Se mueren por verme meterle el vidrio en la raja.

Desde sus elegantes sillones, bajo todas esas máscaras, se relamen y se palpan las braguetas mientras desato poco a poco mi cinturón. Sé lo mucho que les gusta ver el contraste del cuero en mis manos de muñeca. De hombre femenino e imberbe, insultantemente joven.

Puedo percibir lo que sienten mientras me limpio la suela con las pestañas y las cejas de otra de tantas lectoras de Grey. Es hermoso, joder. No sé si justicia poética, pero desde luego sí literaria.

No podrá levantarse mientras yo esté sobre su pelo. Si tira, las horquillas de todos esos postizos le arrancarán su propio cabello. Me encanta su indefensión. Cómo todos los trucos baratos se vuelven en su contra.

Bella, bellísima idiota. Siliconada, repintada, nacida de y para la cría selectiva, cruce de beta rico y miss gilipollas. Futuro útero al servicio de un viejo, para parir otra bonita basura más. No sé por qué no entienden aún que las desprecio. Por qué siguen viniendo, fiesta tras fiesta, a mí.

Deberían huir en dirección contraria.

Supongo que no pueden resistir el reclamo de mi fama, todo este glamour de Amo frívolo y duro que no se apiada de los coños ni de las almas. Esta bobada de príncipe de cuento que maltrata a las otras, porque simplemente espera a la adecuada. (Que son ellas, por supuesto, las más duras, las más sufridas y sacrificadas)

Guapo, adinerado y maldito, ¡oh, sí! Ese es el combo ganador, lo que les encanta. Nadie podría culparme por aprovecharme de ello...

La hebilla, grande y plateada, se ciñe a su cuello cuando le anudo el cinto alrededor y tiro para semi-incorporarla. Sería muy fácil ahogarla. Bastaría con apretar un poco más y el cierre se le clavaría en la nuez...

Las uñas con las que se araña y que se le parten una tras otra, -clack,clack,clack- contra el metal no podrían hacer nada

-Escucha... Escu... Esto no es lo que yo...

Nadie tendría que escuchar su voz de mosca muerta nunca más. Sería una traqueotomía precisa y ejemplar, una mejora corporal, abriéndole  otro agujero en el cuerpo. Los amantes de los apetitos extremos están salivando ya ante la posibilidad.

Puedo oír a muchos rechinar los dientes para contener el deseo cuando mi presión le revienta finalmente  el collar de atrezzo, liberando todas esas perlas falsas. Blancas como gotas de  una eyaculación, resbalando y rebotando sobre su pecho y la espalda. Sobre las rodillas dobladas y las baldosas, rodando y desparramándose por la sala, hasta chocar con las paredes.

Alguien recoge un par y las desliza en su copa, brindando hacia mí. Le hago la venia con una sonrisa. No se puede negar que se divierten.

-LLevan 120 días esperando verme- le susurro, casi íntimamente, arrodillándome y enrollando la correa alrededor del puño- A mí, puta. No a ti.

Soy breve, pero me gustaría decirle mucho más.

"Bienvenida a mi mundo, donde no vales nada. Donde ninguna persona va a defenderte. Una noche cada cuatro meses donde los más fuertes mandan y la morralla obedece. Aquí sólo eres carne. No nos importa lo que quieres. No vamos a darte nada a cambio.

Míralos, desnudos o vestidos de época; gordos, viejos, altos o calvos... Lo único que necesitan es que te haga daño. Te están despiezando mentalmente como a una vaca, saboreando ya cómo van a consumirte y olvidarte en el acto. Mañana sentirán que ni siquieras has existido.

No pienses que hay algo de especial en una aprendiz de sumisa. Mantras, tantras o amores secretos. Viajes, portadas o regalitos. Que esas tetas gordas les enamorarán. Esto ni siquiera es tu típico BDSM, cielito.

Yo soy Archibald y esto es RACK."

Si tuviera una mínima idea -o una realista- de lo que le espera, estaría temblando ya. Pero estas Barbies ridículas son simplemente idiotas. Coleccionistas de experiencias con las que retarse unas a otras. Lo mismo les dan azotes que drogas, si eso las sitúa un punto más allá de las demás. Una herida por encima.

Si alguien desconsiderado (digamos, por ejemplo... yo) las matase, sería pura selección natural. Pero no vamos a ir tan lejos. ¿Cierto?

Sólo voy a arruinarle el pecho y la cara a esta puta pija. A golpearle entre las piernas, sin descubrírselas (como ella necesita, como ansían los demás) , hasta hacerle desear una ablación. Como haría su mamá si supiera que ha echado al mundo semejante guarra.

No, cariño, esto no es excitación. Mis temblores, mis sudores  son pura rabia. Cuando les pego, siento que vivo hasta la punta de la vara. Soy la Ira de Dios. Infinitamente más justo y más cruel que cualquiera de los que esperan verme rajarla. Ellos aún sienten piedad, porque necesitan que esté en condiciones para follársela.

Yo no.

Sólo quiero arruinarlas, volverlas inútiles para su propósito. Romperlas y que nunca más puedan ser exhibidas, quitarles lo que la vida le daría sin esfuerzo a mujeres como estas, tan imbéciles y  aburridas  de ser bonitas  que quieren ser perversas también.

No pueden dejar escapar ni un segundo de atención.

Mierda, eso es lo que es.

Lo que el resto son.

Cuando termine con ella, no va a quererla ningún hombre respetable. Ningún Master aceptará a una zorra permanentemente marcada por otro. La habrán disfrutado con los ojos, podrán usarla (los menos escrupulosos), pero no se la quedarán.

Cada vez que la miren, lo único que verán será "propiedad de Archie" escrito por todo su puto cuerpo, cicatriz tras cicatriz.

Buena suerte en Fetlife con eso.

Dos golpes en los tacones hacen que pierda los zapatos.  Una docena de varazos en la planta del pie y se acabaron las botas fetichistas para ti, pequeña. Ese talón va a generar sí o sí un espolón calcáreo.

LLorará cada vez que se ponga de puntillas. ¿Qué coño? YA está llorando. Y gimiendo. Y rogando que por favor, for favor...

-...Archie, me duele. Esto no me ¡AH! gusta... ¡Haré lo que tú quieras...!

Su "diosa interior" se retuerce de dolor.

Apuesto a que esta parte no aparecía en sus porno-novelas. ¿Por qué no se habrá limitado a sacarse fotos desnuda, como todas las otras furcias, comprando fama e interés a golpe de teta? ¡Pero no! ¿Quién ha sido una putilla tonta? ¡La nena! A quien no le bastó exhibirse en páginas como una ternera, esperando que alguien la comprase...

Quería jugar al coñito transgresor, tener su minúscula y sucia vida secreta en la que abstraerse y pensar cuando le resoplase encima algún empresario de mediana edad, de menor entidad que cualquiera de los que asisten a esta fiesta.

Te garantizo que tras estar conmigo nadie volverá a pagarle un bolso o un vestido. Va a aprender por las malas un poquito de dignidad. Dios le dijo a Eva que se ganase la vida con el sudor de su frente, no con fluido vaginal. Pero antes...

-Mira cómo está el suelo, perra. ¿No te da vergüenza desperdiciar un buen vino? ¡Si no limpias, nadie te volverá a invitar!

Tiro del cinto, y vuelve a darse de bruces contra el suelo mojado, entre un coro de risas. De rodillas, restriega el hocico, los labios rotos, hinchados, mientras apoyo la punta del bastón contra su cuello, empujando cada vez que quiere pararse a respirar. Es de buena calidad, flexible como la varilla de un paraguas o una antena de radio; con forma de rapier, como conviene a mi disfraz.

Porque la verdad es que hay mucho más de lo que sospechan bajo esta tela barroca, y si puedo evitarlo, nadie lo sabrá jamás. Al menos, no por mi boca...

Venecia y sus sociedades son cosa de hombres, y yo sólo soy Archie... por esta noche. Tres veces al año, nada más. Un travestismo divertido, pero temporal. Mañana, cuando se quiten las máscaras y lleguen las ambulancias y las góndolas, todos se preguntarán, como siempre, cómo han dejado escapar ilesa a una pelirroja.

Lo mejor de todo es que ni mi víct...mi compañera me reconocerá.

Y es que si el hombre es un lobo para el hombre, una mujer puede ser una zorra para otra.

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Como siempre, agradeceré los COMENTARIOS, porque las valoraciones anónimas no valen gran cosa. (No, los "terribles" tampoco, pero aun así estoy segura de que me caerán :) )

 

Absténganse por favor de "enseñarme" todos los "entendidos", que son Masters sólo por lo mucho que les gusta dar lecciones. Si ese es tu caso, tienes como doscientos relatos antes del mío que "corregir" para volver "más realista y acorde a lo que es la escena BDSM". Creo que los lectores deberían saber ya que esto es sólo ficción.

Sé que es un relato un poco distinto y más crudo de lo que viene siendo habitual en mí, pero que me apetecía compartir con vosotros.