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Historias compartidas y un Gin Tonic.

en Gays

Me deslizaba a gran velocidad por una de las pistas rojas de "La Masella", Miguel y Javi apenas podían seguir mi ritmo, no había otro deporte que me gustara más y provocara en mi más sensaciones que el esquí. Después de una estresante semana de trabajo, poder disfrutar de la nieve en compañía de mis amigos era lo mejor que me podía pasar.

Habíamos llegado esa misma mañana desde Barcelona y tras cambiarnos en el bungalow que habíamos alquilado y pertrecharnos con los esquís, disfrutábamos como críos pista abajo.

-Uhhh...Ya llegaís...Llevo aquí casi 5 minutos esperando, casi me duermo, menos mal que las vistas son buenas- dije mirando en dirección al monitor de esquí

-Joder, te aseguro que si llego a bajar más rápido me parto los sexos.- dijo algo contrariado Javi

-Los sexos? No sabía que tenías más de uno...-comentó irónico Miguel que dirigió también su mirada hacia el monitor y añadió- si llego a saber que teníamos a tal ejemplar aquí abajo me había tirado rodando. Creeís que puedo pasar por un niño de 10 años? Porqué yo con ese aprendía hasta arameo.

-Está muy bueno sí- dije yo - se llama Pau y tiene novia, lo sé porqué le conozco, ya sabeís que vengo casi cada semana, así que ya podeís ir cambiando de objetivo.

-Bueeeeno, torres más altas han caído jeje.-sonrió de forma pícara Javi

-Te digo yo que no, que llevo viniendo años y el cabrón se ha follado a todas las pijas de Sarrià....-"Ay Pau, com es fa per no caure?" (dije imitando a la pija de turno)...-Y el Pau les metía unos refregones mientras les daba los consejos de rigor, que más de una mojó las bragas, las botas y hasta el forfait. Seguro que más de una al llegar al hotel, se metió los bastones por el coño.

-Pues espero que no sean éstos que me han dado esta mañana, que se resbalan un montón- añadió en tono jocoso Miguel- Coño! Viene hacia aquí....

-Ey, que pasa Manel?! Ya estas por aquí? -preguntó estrechando mi mano.

-Hola Pau, sí, ya ves como cada semana, todo bien? Mucha gente verdad?

-Sí, afortunadamente llevamos una buena temporada. A ver si luego tengo tiempo y nos hacemos unas "negras"...Voy a seguir con los peques...Me alegro de verte - dijo mientras se alejaba

-Negras también? -preguntó travieso Miguel- qué vicio tiene el cabrón

-Sí, tirarse por una negra es lo mejor del mundo.-dije siguiendo el doble sentido de Miguel

-Pues yo, preferiría tirarme a por un negro- intervino Javi con la mirada perdida en el horizonte- Eso si que tiene que llenarte...el espíritu me refiero.

-Pues el negro para ti, que yo me quedo con el rubiales éste del Pau, menudos ojazos verdes tiene...ahora entiendo yo Manel tu afición por el esquí...si llego a saber que el "noruego" éste estaba por aquí los fines de semana, ahora esquiaba yo como Alberto Tomba.

-Anda, vámonos a comer, que culo veo, culo quiero, nunca mejor dicho.

Nos fuímos a comer unos bocatas al "Pla de Masella" y allí estuvimos charlando animadamente, poniéndonos al día después de un par de semanas sin vernos.

Miguel y Javi eran mis mejores amigos desde que nos conocimos en la Universidad cuando teníamos 18 años, pero ya lo dice el dicho, lo que la microeconomía y econometría han unido, que no lo separe el hombre. Y ahí seguíamos 20 años después, más unidos que nunca y llenos de vivencias compartidas.

No me averguenza decir que Miguel era el más inteligente de los 3, no solo por todos los excelentes que sacó en la facultad, sino porqué derrochaba talento en todo lo que hacía, lo cogía todo al vuelo y también tenía esa clase de inteligencia emocional tan de moda ahora, que en su caso, era innata. Tenía el pelo castaño claro , ojos azules, y una nariz prominente aunque recta que le daba un aspecto muy masculino, muchas veces en lugar de llamarle Miguel, Javi y yo lo llamábamos Michael porque nos recordaba mucho al mítico Michael Laudrup y lo cierto es que tenía la misma elegancia y porte que el danés.

Javi era moreno de pelo y de piel y tenía unos ojos color miel que eran su mejor carta de presentación. Le gustaba peinarse con ralla al lado y continuamente atusaba su flequillo con la mano para que no le cayera por la frente. Era el más reservado de los 3, con él nunca sabías si había algo o alguién más en su vida, todo quedaba siempre dentro de su parcela más íntima, quizá por esa misma razón se podía confiar en él de forma total, cualquier cosa que se hablara sabías siempre que quedaba entre los 2, sin duda valía más por lo que callaba que por lo que contaba, algo no muy común hoy día. En su contra hay que decir que también podía llegar a ser muy absorbente y eso aveces te dejaba exhausto. Daba mucho sí, pero también exigía. No importaba, lo queríamos igual.

Javi se había mudado recientemente a Sabadell, Miguel vivía en Mataró y yo era el único que seguía en Barcelona, así que no quedábamos tan a menudo como antes, por eso habíamos acordado que almenos un fin de semana al mes era para nosotros 3 y lo estábamos cumpliendo. éste era uno de esos fines de semana que tocaba y yo me sentía eufórico.

-Qué vamos a hacer después de comer hermosos?- preguntó Javi mientras abría una botella de agua

-No sé, yo había pensado esquiar un poco más aprovechando el buen tiempo y luego nos vamos a cenar fuera...-contesté yo

-Para que preguntas Javi, si sabes que Manel y el esquí son

-Perdonad nos podeís dar un poco de agua? Se han acabado las botellas en el bar y mis amigas están sedientas - nos dijo una preciosa chica morena señalando la mesa de al lado después de haber dejado a Miguel con la palabra en la boca.

-Sí, si coge, tenemos otra botella- contesté yo mientras guiñaba un ojo y le pasaba la botella. La chica volvió a su mesa y no pude evitar fijarme en su trasero.

-Ya la has liado Manel, es que no podemos salir contigo eh, que las das hijo de la gran chingá!!!- preguntó Javi en voz más alta de lo que aconsejaba el lugar.

-Amor.- contesté torciendo mi boca mientras dibujaba una pícara sonrisa.

-Sí amor, porque sexo...con lo que te gusta a ti encular a un morenazo...-saltó Miguel mientras movía sus brazos adelante y atrás.

-Oye, que yo si me gusta una tía también me animo, ya lo sabéis...Y con esa me animaba...Vaya que sí...Venga di esa frase tuya Javi...

-Cúal? La de le ponía una manzana en la boca y le comía el coño hasta que echara sidra...?

-Esa, esa...un litro de sidra le sacaba yo a la nena... Y luego brindábamos.

-Pues las nenas, como tú dices, no nos quitan ojo, se han bebido la botella y yo para mi que siguen sedientas.-apostilló Miguel

-Si es que al final no tener nada de pluma solo trae inconvenientes, los gays no nos entran y las tías quieren que las pene-entremos.-añadió Javi.

-Qué hacemos- preguntó Javi mientras revolvía en la mochila- Le llevamos esto?- preguntó sujetando una botella en la mano - O esto?- sujetando una manzana en la otra

-Ja,ja -reímos los 3

-Vamos a bajar alguna vez más por la pista y ya veremos-concluí yo

Se nos pasó la tarde volando, remonte arriba, pista abajo, cuando nos dimos cuenta eran las 6 de la tarde y anochecía. Dimos por concluida nuestra jornada de esquí mientras las nubes cubrían el cielo.

-Dios, estoy hecho polvo, tengo las rodillas destrozadas- se quejó Miguel

-La verdad Manel, nos has dejado derrengados, necesito urgente un sofá.

-Panda mariquitas, venga va, vámonos para casa y ya descansamos... Si quereís, ya que sois dos viejas de 70 años, podemos comprar algo de cenar en el súper y alguna botellita de algo y en lugar de salir, hacemos noche hogareña.-contesté sacudiendo la nieve de mis botas

-De coña- contestó Miguel mientras me abrazaba por la espalda y añadía- vaya peazo espalda estás echando entre el esquí y la natación...Y continuó añadiendo -Morenito del esquí, ojos negros profundos...Anda deja ya la empresa de trasnporte y pásate a vendedor del Corte Inglés que te va más...

Y subimos al coche y nos dirigimos al súper y al bungalow.

Al llegar a casa encendimos la estufa de leña y dejé a Miguel y Javi cocinando mientras me daba una ducha. Con una toalla atada a mi cintura como única prenda, atravesé el salón camino de la habitación mientras escuchaba los silbidos de mis amigos.

-Qué estaís preparando?

-Pues, para entrar en calor crema de calabacín de esa que hemos comprado hecha, un poco de mozarella con tomate, y salmón aliñado con limón y eneldo.- respondió Miguel que era un máquina de la cocina.

-Venga, pues ya podeís ducharos otro y me quedo yo aquí ayudando...

-Tanquilo Manel, si esto ya está y calabacín tampoco hace falta más, verdad Miguel?

-No calabacín no, pero algún cacahuete...

-Y un par de ostias bien dadas no os hacen falta?- pregunté con la mano abierta

-Quita, quita, esta es una comida laica...-sentenció Javi

Tras acabar de preparar la cena y haber pasado los 3 por la ducha, nos sentamos cómodamente alrededor de la mesa y comenzamos una agradable velada. Tras llenar el estómago, preparé unos gyn tonic con hielo y limón y nos desparramamos por los sofás junto a la estufa.

-Entonces que Manel, lo del tío ese que conociste hace un mes en la empresa, como ha quedado?- inquirió Miguel

-De momento en nada, además para mi que es activo y dos gallos en un corral...

-Claro, tú necesitas mejor una gallina vieja...Que esas hacen buen caldo...-intervino Javi

-No, mejor una "pollita" tierna, que para gallina vieja siempre estoy a tiempo.-le respodí- Y hablando de pollas, sigues sin llevarte ninguna a la boca Javi?

-No, demasiado trabajo... También he estado con mis sobrinos...He tenido que pintar en casa y... (respondiendo de forma un tanto vaga)...NO, NADA DE NADA (aclaró finalmente de forma contundente)- Y tú Miguel?

-Nada. Yo para mi, que cuando nací, el médico le dijo a mi madre, enhorabuena, ha tenido ud. un soltero...Tranquila de mayor se le quitará...Pero ahí sigo, con la enfermedad...-dijo medio riendo mientras bebía de su vaso

-Bueno, tal vez por eso seguimos tan unidos como el primer día. Aveces lo pienso y me pregunto que pasaría si alguno de nosotros tuviera pareja...Me refiero, si todo seguiría igual...

-Hombre Manel, eso depende solo de nosotros.

-Sí Miguel, en teoría, pero lo que dice Manel es verdad, hay cada mete mierda por ahí que al final las amistades dejan de ser lo que eran...

-Bueno, mejor no hablemos de eso- cortó tajante Miguel- Hablemos de cosas verdaderamente importantes...como lo de tu afición por el esquí, de donde te viene? Siempre me lo he preguntado.

-Ya estamos...Pero si lo sabéis de sobra tarugos...Mira que os gusta dar por culo...

-Yo soy más de recibir-soltó Javi como si hablara para él mismo.

A Javi y Miguel les gustaba siempre preguntarme lo del esquí porqué decían que me ponía muy pesado contándoles mis historias de la mili en Cerler, en pleno Pirineo oscense, pero lo cierto, es que de ahí provenía mi afición al esquí y allí fue donde aprendí a esquiar verdaderamente.

-Pues ahora por mamones, no os voy a contar lo de Juan Ramón, que eso nunca os lo he contado

-Ya estás contando con pelos y señales lo del Juan Ramón ese, que siempre has contado que era un maromazo del copón...Pasó algo que no sepamos?- preguntó Javi incorporándose del sofá

-Y quién te ha dicho a ti que lo que voy a contar este relacionado con el mariconeo y no con las guardias? ...-Se hizo una pausa- Qué bien me conoceís so cabrones...

Octubre  1994

Conocí a Juan Ramón en el tren, nada más salir de la estación de Sants rumbo a Aragón. Nos caímos bien enseguida y esa amistad estaba más que consolidada tras unas duras primeras semanas de instrucción.

Juanra era un líder nato, sin él proponérselo, era una de esas personas a los que los demás seguían y admiraban. Era muy bueno esquiando y en la instrucción ya fuera para correr, hacer flexiones o subir una montaña, siempre estaba entre los de delante. Su físico llamaba la atención, no importaba que fueras gay o hetero, su casi 1,90 y su musculatura no pasaban desapercibidas. Entre el uniforme ajustado marcando piernas, las botas y aquella espalda tan ancha imponía lo suyo realmente. Sus ojos negros y su pelo al uno le daban un aire totalmente marcial. Sin embargo, luego hablabas con él y parecía como si su físico y su caracter no coincidieran, era un tío de esos que se interesan continuamente por sus compañeros, todo amabilidad. Allí todos sabíamos que Juan Ramón estaba para lo que hiciera falta...y esa frase se convirtió casi en una premonición. Y aquí llega la parte que nunca os he contado.

Cuando nos dieron el primer permiso, casi todos los de Zaragoza se fueron a su casa, pero Juanra, yo y algunos chavales más de Barcelona y de Madrid decidimos bajar a Jaca y pasar el fin de semana de fiesta. Para entonces, Juan Ramón ya se había convertido en una obsesión para mi, éramos amigos, pero para mi, él era mucho más, no sentía amor por él, pero me moría por hacer algo con él.

Ese sábado por la noche, recuerdo ir todos bastante pedo en una discoteca de cuyo nombre no quiero acordarme (bueno, es que no me acuerdo) y entrando a saco a todas las chavalas.

-Dios, que estrechas son las tías de éste pueblo- me dijo Juanra mientras se dejaba caer junto a mi en una especie de butacón

-Qué? No te he oído con la música.

-QUE AQUI NO HAY QUIÉN LIGUE!!!- me contestó acercando su boca a mi oído tanto que podía sentir su respiración.- Huyen de mi como la peste, qué pasa que huelo mal o qué?

-Nada de eso... Lo que pasa que éste uniforme les repele, ni Tom Cruise vestido de piloto triunfaría aquí. Ellas se lo pierden...

-Sí, ellas se lo pierden, pero yo estoy más caliente que el empaste de un dragón- y nuevamente acercó su boca a mi oído para que la música no apagara su voz.

Miré a la pista donde algunos compañeros bailaban como zombis, vaso en mano y cigarro en la otra mientras se les iba la vista detrás de las chicas que allí había...Me fui hacia la barra, pedí un par de cubatas y volví con Juanra.

-Toma, te invito.

-Gracias, tenía ya el vaso vacío, vaya pedo llevo...Tú Manel, veo que eres un tío práctico...No pierdes el tiempo con las zorras éstas...

Animado por el alcohol y un tanto inconsciente le solté -Si es que yo soy más de zorros...

Juan Ramón me miró fijamente como si estuviera viendo un bicho raro y yo continué hablando con la cabeza mirando al suelo

-Me gustan los tíos, lo sé hace años, no te he dicho antes nada, porqué es algo que no quiero que se sepa aquí...Se cebarían mucho conmigo, pero a ti si quería contártelo, aunque hasta ahora no había encontrado el momento oportuno.

-Bufff...

-No te lo esperabas, verdad?

-Lo sé desde hace tiempo.

-Lo sabes?

-Quiero decir que de algún modo lo sospechaba. Te he visto más de una vez observándome en las duchas y también como mirabas a otros, era muy sutil, pero a mi no se me escapa nada. No me importa en absoluto. No soy de esos cenutrios de mente estrecha...Y estate tranquilo, nadie más lo sabrá.

Comencé a reir de una forma tonta y un tanto descontrolada

-De que te ríes?

-Nada, es solo, que yo venga a disimular y tú lo sabías...Me siento afortunado de haber dado con alguién como tú, en un sitio como éste.

 

-Bueno y que...Qué pasó?- preguntó lleno de curiosidad Miguel.

-No tengas prisa amiguito. Esa noche no pasó nada. Sin embargo...

Habían pasado tres meses desde aquella noche en la discoteca, después de pasar la Navidad con nuestras famílias habíamos vuelto al cuertel donde las instrucción de las primeras semanas había dado paso a la más soporífera rutina. Juan Ramón y yo habíamos estrechado más nuestra amistad, entre nosotros ya no había secretos, bueno, casi, porqué yo seguía bebiendo los vientos por él. Y entonces llegó otro fin de semana en Jaca, otra vez en la discoteca y otra vez rehogados en alcohol...

-Te juro que es la última vez que salgo en uniforme- se quejó Juanra

-Anda pide algo para los dos, que estamos con el vaso vacío, ya que no follamos por lo menos bebemos...

Y lo ví alejarse hacia la barra enfundado con sus piernas prietas y su culo duro. Verdaderamente no se en que pensaban las chicas de aquella discoteca, si había allí alguién follable, ese era Juan Ramón, en ese pensamiento andaba, cuando vi acercarse a él a dos chicas de unos 18 años. Naturalemnte no podía oir la conversación, pero los 3 reían...Estaba claro que flirteaban. Me puse celoso como si Juanra fuera mi novio, era absurdo, pero así me sentía. Los vi acercarse hacia mi...

-Este es Manel. Manel, ellas son Clara y... Cómo te llamabas tú?

-Marga.

-Encantado- contesté mientras les daba dos besos.

Empezamos a hablar con ellas de lo típico, que eramos de Barcelona, que estábamos en Cerler, que si era verdad que ese cuartel tenía fantasmas...y demás "insustancialidades". Cuando quise darme cuenta Juan Ramón estaba besándose con Clara y acariciaba los pechos de la chica con su enorme mano.

-Vaya, tu amigo no pierde el tiempo, eh? -dijo Marga mirándolos

Tentado estuve de contestarle: - claro chata, normal siendo tu amiga una ramera barata, qué esperabas... Pero como iba a culpar a la chica de quererse enrollar con un tío como Juanra, si era lo que yo estaba deseando, así que totalmente despechado, me incliné y empecé a besar a la srta. Marga sin quitar ojo a las evoluciones de mi amigo.

Me puse como una moto, comencé a masajear los pechos de la chica y la entrepierna se me llenó de sangre. Era algo nuevo para mi. Desde entonces si la chica me atrae y tiene arte en la cama, también puedo interactuar con mujeres. Pero volvamos a la historia. Enfrascados estábamos los cuatro, cuando una tercera chica apareció y gritó:

-Marga, Marga, que tu madre está ahí fuera.

Fue oir eso y las 2 se levantaron como un resorte y sin apenas despedirse desaparecieron por el pasillo que daba a la entrada, mientras Juanra y yo nos mirábamos con cara de poker.

-Qué hija de puta! - exclamó Juanra

-La madre o la hija?

-La hija, la puta es la madre, por aparecer cuando no debe. Menudo dolor de huevos- dijo mientras se acomodaba el bulto

-Si te sirve de algo, te diré que con esa chavala no ibas a hacer mucho más de lo que estabas haciendo...

-Sabrás tú...Oye, por cierto y qué hacía tu tocándole las tetas a esa nena?

-Pues ya ves, uno también tiene sus necesidades y a falta de plátano, pues higo.

-Jajaja, que cabrón eres Manel, tú si que sabes, ampliando mercados...

-El caso, es que nos hemos quedado compuestos y sin plátano, ni higo, ni peras,  ni "na de na"...

-Sí. Ahora cuando lleguemos a la pensión una ducha fría, por que otra cosa...

A Juan Ramón no era el único que no se le escapaban las cosas y esa última frase y su entonación parecían invitar a que yo dijera algo más. Sin pensarlo demasiado y antes de poder arrepentirme, le solté:

-Pues, por qué tú no querrás, que yo te dejaba ir a dormir bien contento.

-Estás borracho Manel, no digas tonterías.

-Estoy muy borracho sí, pero tonterías no digo- y me acerqué a su oído y casi en un susurro le dije - como yo la mamo, no te la han mamado nunca.

Juanra giró su cabeza, se rio nervioso y rascó su coronilla.

-No sé tío. No creo siquiera que se me ponga dura. No soy gay.

-Mira Juanra, duro ya estás, tú te mueres por desfogar y yo por desfogarte, esto es algo entre tú y yo, nadie más se va a enterar. Los dos ganamos, nadie pierde.

Te aseguro que después de correrte, van a continuar gustándote las chicas, eso ni yo, ni nadie, puede cambiarlo. Y además, si no te sientes agusto, siempre podemos dejarlo.

Pasó su mano por la barbilla como reflexionando acerca de mis palabras y mirándome me dijo -Vámonos para la pensión...

Fue decir eso, y no pude evitar que un escalofrío recorriera mi espalda.

-No, espera...-exclamó repentinamente

-Qué?

-Espera tío, espera, no puedo pasar por la pista así...A ver si se me baja ésto un poco...

Llegamos a la pensión media hora después, tras decirles a otros compañeros que nos largábamos a dormir. Apenas hablamos por el camino, hasta que Juanra rompió el hielo.

-Por qué te gusta chupar penes? Es pensarlo y se me revuelve todo - me soltó mientras su aliento a alcohol me llegaba

-No lo sé, por qué te gustan los chochos?

-Ummm, me has pillado. Y por qué dices que como tú lo haces, nadie lo hace?

-Bueno, dígamos que le pongo ganas y eso es el todo en chupar un pene o cualquier cosa que hagas en la cama. Estoy seguro que lo vas a disfrutar.

No sé si de forma inconsciente, observé que Juanra aceleraba el paso.

Nos desnudamos en la habitación y quedamos ambos en calzoncillos de color kaki, de  esos que te daban en el ejército junto con el resto de ropa. Se podía apreciar la excitación en el bulto que marcaba Juanra.

-Bueno, que tengo que hacer?

-Tú en realidad estirarte en la cama, relajarte y poco más. Vamos lo que harías con una chica en este caso.

Juanra se tumbó en la cama y apoyó su cabeza en la almohada. A pesar de la suave luz que entraba de la calle a través de la ventana, vi como entornaba sus ojos. Separé sus piernas y empecé a masajear sus muslos, eran firmes y prietos como los había imaginado. Poco a poco deslicé mis manos hacia arriba buscando su paquete, me notaba excitado y mi pene también lo estaba. Masajeé sus pelotas a traves de la tela del slip y Juanra emitió un leve suspiro, seguí con el masaje y pasé mi otra mano por todo su mástil, tenía un buen tamaño, 17-18 cm, gruesa y rígida como el hierro. Eso de que igual no trempaba estaba de más, Juanra venía ya así de la discoteca.

Suavemente posé mis labios en sus huevos y comencé a mojar la tela que los separaba de mi boca mientras con mi mano seguía acariciando su estaca. Pasé después mi boca a su rabo recorriéndolo con la lengua y mi mano de nuevo a sus cojones.

Si había alguna duda de que el trabajo le gustaba a mi amigo, las disipó cuando él mismo tiró con sus dos manos del calzoncillo hacia abajo y su polla saltó como un resorte.

Le hubiera dicho que me parecía una tranca imponente, pero no quería asustarlo, así que yo mismo extraje sus calzoncillos y reanudé el trabajo, vuelta la mano a sus huevos y mi lengua recorriendo su mástil, ésta vez sin tela de por medio.

Mientras la punta de mi lengua se desplazaba a lo largo de su tallo, acumulaba saliva en mi boca, esperando el momento justo de metérmela entre mis labios y ensalivarla por completo.

No pasaron más de 30 segundos, cuando así lo hice. Juanra volvió a suspirar, esta vez menos tímidamente y puso la palma de su mano sobre sus ojos.

Inicié un leve vaivén de cabeza introduciendo su abultado glande en mi boca y rodeándolo con mi lengua mientras mi mano seguía aferrada a sus huevos acariciándolos, notando en mi palma los vellos que los surcaban.

Puse mi lengua rígida y le dediqué un par de minutos al frenillo, incrementé la velocidad y sacando la lengua todo lo que pude y asiendo con la mano que tenía libre su pene lo hice golpear sonoramente contra mi lengua, 3 o 4 toques, no más. noté que se volvía híper rígido...Sin nisiquiera mirar, Juanra habló por primera vez.

-Para, para...Para tío...espera un poco, dame un minuto.

Aproveché para de nuevo acumular saliva en mi boca y tras un instante de descanso reanudé la felación. Esta vez con mi mano derecha firmemente sobre sus testículos, abrí la boca todo lo que pude y me introduje su polla hasta que mi barbilla dio en sus huevos, era algo que yo sabía hacer y que pocos personas pueden hacer. Estoy seguro que nunca antes se lo hicieron a él y seguramente tampoco después.

-Ostia!!! Buffff....-dejó ir como hablando él solo mientras veía como me miraba a través de sus dedos entreabiertos.

Conocedor de que mi colega estaba disfrutando de lo lindo, me dediqué a subir y bajar mi boca a lo largo de aquella preciosa polla en lentos y profundos movimientos a la vez que cachondos sonidos salían de mi boca.

Tras descansar de nuevo para evitar su corrida, me bajé a sus huevos y los lamí, chupé y succioné como si fueran el mejor manjar del mundo, eran redondos y suaves, si él disfrutaba, yo también lo estaba haciendo, pasé mi mano a su ensalivada chorra y asiéndola fuertemente la giré de derecha a izquierda a la vez que la subía arriba y abajo, arriba y abajo. A la vez, uno de sus huevos seguía en mi boca, paladeándolo con mi lengua.

Ahota todo su paquete estaba empapado en saliva, incluso la sábana bajo su culo empezaba a mojarse. Juanra volvió a hablar.

-Dios que bueno, no voy a aguantar mucho...

Su glande volvió a ocupar mi boca mientras mi lengua volvía a enroscarse alrededor y me centraba especialmente en el frenillo. Mi mano derecha que seguía asida a su trabuco, fue ahora también acompañada por la izquierda, las hacia girar en sentido contrapuesto y siempre sin abandonar el movimiento de arriba a abajo y de abajo a arriba, movimiento que también acompañaba con mi cabeza. Como mis manos son grandes y su pene aunque importante tampoco era gigante, mis últimos 3 dedos estaban en contacto permanente con sus huevos. La abundancia de saliva hacía que todo deslizara de forma fluida...Incrementé el ritmo. Su polla estaba como el hormigón.

-Ufff...Uffff...

Sentí sus manos presionar ahora sí mi nuca y supe que Juanra había llegado al punto de no retorno.

-Ouffff...Buufff

Como si quisiera penetrar en lo más hondo de mi boca, noté un trallazo espeso al principio de mi garganta, seguido de tres o cuatro más, superpotentes... Fueron llenando mi boca, estaba ardiendo, era espeso y abundante. Juanra seguía gimiendo y no soltaba mi cabeza, observé en sus muslos que tenía la piel de gallina. Se notaba su excitación y sus días sin descargar, su orgasmo fue super largo y aún soltó un par de fogonazos más. Tenía la boca repleta de semen. Había sido un lefazo de los antológicos. Y era todo para mi, no para la guarrilla esa de la discoteca.

Juanra quitó las manos de mi cabeza y le entró una especie de risa irrefrenable. Saqué poco a poco su falo de mi boca y me tragué toda su descarga. Era dulce, como él. Jugué un rato más con ella entre mis labios y acaricié una vez más sus testículos.

No quise decir nada, no quería romper ese momento. Fue él quién habló.

-Qué barbaridad...No sabía que te podían comer la polla así...

-Te ha gustado?

-Para decírtelo claramente, la madre de la tía con la que estaba no es una puta, es una santa...bendita sea en el momento que apareció por la discoteca.

-Jaja..

-Te puedo preguntar una cosa?...Te lo has tragado?

-Sí.- contesté algo avergonzado

-Es la primera vez que alguién se traga mi semen. Pues te has dado un buen atracón, porqué he notado, como si soltara un litro de leche...Creo que nunca me había corrido tanto.

-Ha sido impresionante sí, yo tampoco había visto nunca nada igual. Enhorabuena por la parte que te toca.

-Te ha gustado?

-Mucho, y a ti?

-Creo que se ha notado...Pero Manel, de esto ni una palabra a nadie eh?

-Tranquilo, yo tengo más que perder... Me he zampado una polla, soy un peazo maricón, tú solo has dejado que una boca te la coma, eres un machote.

-Vamos a dormir, me has dejado kao...Eso sí, la mar de relajadito.

-Ok, durmamos.

 

 

-Joooder...peazo mamadón te curraste cabrón- dijo Javi mientras palmeaba mi pierna- con lo que presumes de activo.

-La verdad es que cuando era jovencito mamé algunas zanahorias y de echo, yo creo que con Juanra acabó esa etapa, ahora solo ofrezco nabo fresco.

-Qué calladito te tenías lo del Juan Ramón, que si era mi mejor colega de la mili, que si estaba super cachas, pero han tenido que pasar 20 años para enterarnos de que te metiste su cipote hasta el gaznate...-me reprochó Javi

-Yo, si me permitís me voy al baño a pelármela como un mono- dijo divertido Miguel

-Anda, anda, no exageres- le contesté

-Y hubo más veces?-preguntó Javi curioso

Hice un largo silencio y rei tímidamente...

-Que pedazo de puta- rió a carcajadas Miguel.

-Y eso que decía que no era gay- intervino Javi

-Y no mentía, 5 años después se casó con una chica de Premià de Mar, estuve en la boda y hace unos años me lo encontré de casualidad en un bar del Eixample y me dijo que seguía con ella y tenían 2 hijos. Yo creo que aquello fue algo muy puntual, yo me aproveché de los calentones que pillaba y él del "peazo" comidas que le hacía yo. Lo que pasa que no sé por qué, de todas las mamadas que le hice, la que más recuerdo fue esa primera, tal vez porqué fue la corrida más brutal de todas las que tuvo. El caso es que en Cerler se quedó todo, o en Jaca, mejor dicho. Todo el mundo tiene sus secretos supongo. Seguro que vosotros podeís contar también algo que no sepamos el resto. Por ejemplo, tú, Miguel, una vez me dejaste caer algo también de un hetero hace muchos años, pero nunca lo llegaste a explicar. Que pasó?

-Uy, me da mucha vergüenza contarlo, es que es un poco fuerte.

-Manel, ponle otro gyn tonic al chaval, como que me llamo Javi, que éste acaba contándonos aquí hasta el tercer misterio de Fátima...

-Nada, fue hace años ya,  el primer año en la facultad. Yo, solo os conocía de vista...

Como os pasaba a vosotros, yo ya sabía que me gustaban los hombres, no tenía demasiada experiencia. Como pasivo que soy, había tenido algo de oral con algunos tíos, pero nunca penetración.

Por aquella época me veía muy delgado,así que me apunté a un gimnasio cerca de mi casa y empecé a practicar con las pesas. Imaginad, 18 años y aquello lleno de cuerpazos,  tenía las hormonas a 200 todo el día...

Al poco de apuntarme conocí a Aitor, él era mayor que yo, 25 años creo recordar y llevaba ya unos años haciendo pesas. Estaba tremendo, pero no solo de cuerpo, estaba tremendo de todo, era guapo y cuerpazo, todo en uno. Tenía el pelo como yo, ojos marrones y la barbilla partida y acostumbraba a llevar barba de 3 días. Llamaba la atención, como pasaba con el Pau éste de la mañana, pero en otro estilo...

Octubre 1995

-Perdona, te importa ayudarme en ésta serie? Voy muy forzado.

-Eh?! Vale, pero, no sé muy bien como hacerlo, es que me he apuntado hace poco.

-Nada, intentaré hacer 6 series en el press inclinado y si ves que no llego, me echas una mano tirando de la barra hacia arriba suavemente.

-Ah vale, ok.

Aquellas fueron las primeras palabras que intercambiamos Aitor y yo, pero no serían las últimas. Yo ya lo tenía más o menos fichado de otros días, pero a partir de aquellas pocas frases, no sé como, empezamos a hablar más y cuando cogí algo de forma, empezamos a entrenar juntos. En pocos meses, gané 5 kg de masa muscular, pero es que no había día que yo faltara, cuando me quise dar cuenta Aitor, se había convertido en una total obsesión para mi, algo realmente curioso teniendo en cuenta que no le conocía fuera de aquel entorno, hablábamos de muchos temas y ya ambos sabíamos bastantes datos del otro, pero siempre todo dentro del gimnasio.

Lógicamente al entrenar juntos, también nos duchábamos juntos, un momento siempre excitante, pero también violento cuando alguién te gusta.

-Y qué, calzaba bien? -preguntó Javi ávido de información -O la tenía enana y tuviste que dejarlo?

-Qué superficial eres tío -le dije mirándole- Ni que el tamaño del pene lo fuera todo...-Bueno va...Habla... La tenía grande o no?

Cuando nos desnudamos la primera vez, me di cuenta que Aitor tenía un trozo espectacular, por lo menos en reposo, él no medía más de 1,75 pero lo había acumulado todo allí abajo, larga, gorda y pendulona. Los tíos que había allí, con los que tenía más confianza, siempre le hacían algún comentario al respecto.

-Pepino fresco hacia la ducha!!!

-Culos a la pared, que llega Aitor, alias trabuco...

-Anda Aitor, puedes estar tranquilo que tu novia no te va a dejar nunca...

Ahí fue cuando me enteré que Aitor tenía novia, él nunca me había hablado de ella, ni yo le había preguntado y fue también cuando me dije...Hala Miguel...Ya la has "cagao", te has ido a fijar en el hetero con novia del gimnasio...

De hecho, unos días después la conocí al salir del gym, ni que decir tiene, que era un pibonazo, y ahí ya me hundí en la miseria. Tenía que dejar de ir a entrenar con él, lo mío con ese tío no iba a llegar a ninguna parte...

-Estás muy callado Miguel? No has abierto la boca.-me dijo Aitor enseñando su perfecta dentadura

-No tengo un buen día, acabemos las elevaciones éstas de hombros y hacemos unos abdominales.

-Pero...no te encuentras bien, o qué?

-Me duele un poco la cabeza, no es nada -contesté en un tono que no daba margen a alargar aquella conversación

Entonces, como si le hubieran puesto un muelle en el culo, Aitor se levantó del banco y se fue directamente hacía un tío que estaba sentado en la máquina del peck-deck.

-Qué pasa tío? Te gusto o que coño miras? O es que te pone mi amigo? Córtate un poquito anda, que me tienes hasta los huevos esta tarde bujarra.

-No, no, yo no te estaba mirando...-dijo el chaval con la cara roja como un tomate

-Pero de que vas? Te piensas que soy gilipollas? Una cosa es una miradita y otra es qu me comas con los ojos desde que te has sentado en la puta máquina y ya me estás haciendo sentir incómodo. Anda, pírate sarasa!

Creo que aquel fue uno de los momentos más violentos que he vivido nunca, todo el gimnasio estaba mirando, el chaval se fue prácticamente llorando y Aitor volvió donde yo estaba, se sentó, cogió las pesas y continuó entrenando como si nada. Me sentí arder por dentro, recogí mi toalla y excusándome en mi dolor de cabeza me fui hacia el vestuario, cuando entré el chico en cuestión estaba llorando en un rincón mientras cerraba su mochila.

-Eh perdona a mi amigo, el no querí...

-Déjame en paz - y apartándome de un manotazo abandonó el vestuario

Desde aquel día las cosas cambiaron, me venía una y otra vez el recuerdo de esa escena, con Aitor encolerizado, y entonces en lugar de sentirme cómodo junto a él, empecé a despreciarle, me seguía atrayendo, porqué el tío seguía estando igual de bueno, pero ya no le veía de la misma forma. Sin poder evitarlo por más tiempo, un día le dejé caer...

-Oye Aitor, me parece que se te fue un poco la pinza el otro día con el chaval aquel...

-Qué chaval? - me preguntó él como si no supiera de lo que le hablaba.

-Al que le montaste el pollo porqué te miraba.

-Ah ese, se lo tiene merecido por mariconear con quién no debe.

-Bueno, igual no sabía que tú no lo eres.

-Pues que hubiera preguntado. Me hizo sentir incómodo, me desnudó con la mirada...

-Júrame que tú nunca lo has hecho con una chica.

-No es lo mismo.

-Claro que sí.

-Se supone que a las tías les gustan los tíos y viceversa.

-Se supone, pero hay otras opciones más allá de esas que también son igual de válidas y respetables. Simplemente el chaval se equivocó...Un "no estoy interesado, gracias" hubiera sido más que suficiente.

-Oye tío, que pasa? Eres un abanderado de los maricones o algo así?

-No. Soy un abanderado de la justicia. Lo que no está bien, no está bien, es así de simple.

-Mira yo respeto a todo el mundo, pero cada uno en su sitio, no me van los tíos, él se lo buscó...

Después de aquella conversación, las cosas se enfriaron mucho entre nosotros, Aitor no sabía muy bien que pasaba, pero notaba que yo lo evitaba, ya no acudía tan frecuentemente a entrenar como antes y por aquella época precisamente fue cuando empecé a conoceros más a vosotros.

El caso es que cuando lo veía tenía sentimientos encontrados, mi polla decía una cosa y mi cabeza otra, el tío estaba impresionante, con un pollón imponente, pero por otra parte me parecía un auténtico patán. Me ponía y a la vez lo despreciaba y además, toda esa situación me estaba trastocando en demasía, pero entonces sucedió algo con lo que no contaba...Fue durante un entrenamiento.

-Joder Miguel, tengo un problemón...

-Que te pasa? - pregunté sin demasiado interes

-El coche...Ha "petao". Volvía el otro día del trabajo y me dejó tirado.

-Bueno, dicho así, no suena tan grave, no?

-Ya, pero es que resulta que con el coche hago todas las visitas a los clientes y eso no me lo pone la empresa.

-Que te lo arreglen en el taller.

-Ahí está la cosa. Me piden 400.000 ptas. Por lo visto tienen que cambiar el motor entero, importarlo de la Volkswagen de Alemania y no sé que rollo más y no tengo ni un duro.

-Y tus padres? O tu novia?

-Mi padre está jubilado, me ha dicho que puede dejarme 300.000 pero Laura no trabaja. Lo peor es que el coché solo tiene 15 meses y aún lo estoy pagando, y sino lo arreglo me quedo sin coche y por añadidura sin trabajo. Aún me faltan 100.000 pelas y estoy desesperado.

-Pues tienes un buen marrón, sí.

-Ya te digo, como no me prostituya...

Todas las alarmas saltaron en mi cabeza, era perfecto. Yo le deseaba y a la vez lo despreciaba, y ahora podía tenerlo comiendo en la palma de mi mano, puesto que yo tenía en mi cuenta, gracias a mis padres, mucho más dinero que las 100.000 ptas que él necesitaba. Mi padre se ganaba muy bien la vida y no teníamos estrecheces precisamente. Si jugaba bien mis cartas iba a matar dos pájaros de un tiro. Aitor no era maricón, pero iba a conocer el sexo conmigo.

-Oye Aitor, creo que tengo una solución para tu problema, si quieres ahora a la salida tomamos algo y te comento.

-Que dices tío, de verdad? Me harías el hombre más feliz del mundo- y a la par pasó su ancho brazo por mis hombros y me estrechó contra él mientras sonreía como un niño pequeño.

-Estoy alucinando Miguel, nunca pensé que pudieras ser tan perverso- comentó Javi - Y yo enganchado a juego de tronos...

-Que coño perverso, le esta bien empleado al chulito ese por listo. Entonces, como acabó la cosa?

-Si os calláis os lo cuento.

Tal y como propuse nos fuimos a un bar cerca del gimnasio,  nos pedimos dos cervezas y nos sentamos en una mesa algo apartada del resto.

-Bueno, díme Miguel, como puedo salir del problema.

-Verás yo tengo las 100.000 pelas que te faltan.

-Dios, que buenoooo, lo sabíaaaa-gritó eufórico Aitor levantando los brazos y mirando hacia el techo como si la virgen se le hubiera aparecido- Te lo devolveré, hasta la última peseta. Te lo juro.

-Te creo, pero no quiero que me lo devuelvas.

Aitor me miro extrañado, no entendía lo que estaba pasando.

-Verás- continué - Lo mío no es un préstamo, es una contraprestación, tu quieres algo que yo tengo y tú tienes algo que yo quiero.

-Tío, sigo sin entend...espera un momento...ni hablar.

Ahí supe que entendió la propuesta...O no...

-Ni de coña, Laura es intocable, olvídate mamón. A mi novia no le tocas tú ni un pelo...

Joder, pensé, esto va a ser más complicado de lo que creía...

-A ver Aitor, que no, que no van por ahí los tiros, en absoluto.

-Pues tío, habla de una puta vez, que me estás poniendo nervioso.

-Vale, cállate ya, escucha y no me interrumpas. Hay una cosa que tú no sabes de mi, tampoco es que tengas por qué saberla, tampoco tengo por qué oculatarla, el caso es que despues del incidente con el gay del gimnasio ya no me vi con la confiaza para hablarte de ese tema. Está en tu mano conseguir las 100.000 ptas que te faltan, pero no por estar yo con Laura, sino por tener un refriegue contigo. No soy abanderado de los maricones...Soy maricón. A ver si te enteras de una puta vez.

-Me voy

-Siéntate- y agrrándolo del brazo le obligué a sentarse- No he acabado. Este es el trato: quedar una mañana de 10 a 12 donde decidamos, durante esas dos horas te pajearé y te comeré el rabo como se me antoje y tú como mínimo te correrás una vez, a cambio llegadas las 12 tu desaparecerás cual Cenicienta, eso sí, con tus 100.000 pelas y nosotros nunca más volveremos a vernos. Mamada y 100.000 ptas. Un trato inmejorable para ti.

-Quieres comerme el cimbrel y encima pagarme. es el mundo al revés, tío tu estás enfermo. No hay trato...Que te den. Maricón!

Y Aitor se levantó y me dejó solo en el bar.

-Encima tuviste que pagarle la cerveza? - preguntó escandalizado Javi.

-Calla anda...Sigue Miguel.

Tenía que intentarlo, pero fracasé. Nunca he odiado a nadie, pero en ese momento le odiaba. Volví al gimnasio y me dí de baja. No podía soportar la idea de volver a verle, me moría de vergüenza. Os acordais el fin de semana que fuimos a montar a caballo? Pues fue justo esa época cuando pasó toda esta movida.

Una semana después de aquella conversación y justo cuando empezaba a hacerme a la idea de que Aitor formaba parte ya de mi pasado...

-Miguel, te llaman al teléfono.

-Quién es papá?

-No sé, no he preguntado.

-Diga.

-Hola Miguel, soy Aitor.

-Quién te ha dado mi número de teléfono?

-Lo he pedido en el gym.

-Ya...(parece que la protección de datos no llegaría hasta el s. XXI)

-Oye...Mira...Quería disculparme por lo del otro día, no debí insultarte, tú no me has hecho nada, al contrario siempre nos hemos llevado bien y me has propuesto una solución, en mi mano está después aceptarla o no...Lo que pasa es, que bueno, todo ha sido muy de sopetón y he tenido que asimilarlo...No es fácil para mi.

-No pasa nada Aitor, te entiendo. Sin embargo, te agradecería que fueras al grano. Has llamado para disculparte o para algo más?

-La verdad es que necesito la pasta y la necesito ya. Sigue en pie tu propuesta?

-Sí

-Pues nada... Que por 100.000 pelas puedes inflarte a polla. Vamos que me dejo. Supongo que permitir a un tío tocar y mamar mi chorra, no es tan gay como poner el culo o chuparla, por ahí si que no paso... puedes prometerme que no habrá nada más?

-Totalmente.

-Y que nadie se enterará?

-Absolutamente.

-Me alegra escuchar eso, porque si alguién se enterase juro por Dios que te corto los huevos, literalmente, aunque me enchironen.

-Tengo el mismo interés que tú en que nadie se entere. Por cierto, yo también tengo un par de peticiones, ya que te voy a soltar una pasta por hacerte disfrutar: una, ya puestos, vente con los huevos llenos, nada de pajas previas, dos, ponte slips blancos, fetichista que es uno.

-Eso es fácil. Cuenta con ello. Y lo de que voy a disfrutar ya lo veremos, mucho tendrás que esmerarte.

Acordamos finalmente que sería un sábado por la mañana en su piso de alquiler. Recuerdo que vivía no muy lejos del gimnasio. Llegué puntual a mi cita de las 10 y nervioso como un flan.

-Buenas.

-Anda pasa, empezemos cuanto antes. Supongo que has traído la pasta, no?

-Sí aquí está - y extraje de mi bolsillo 10 billetes de 10.000 ptas.

-Perfecto - dijo mientras una medio sonrisa se dibujaba en su cara y tomaba los billetes en su mano. - Vamos al salón si no te importa, no quiero hacerlo en el mismo sitio en que lo hago con mi novia.

-Ok, pero si no te importa, me gustaría antes de empezar que tomáramos una ducha.

-Eso no entraba en el trato.

-Acaso te molesta la higiene?

-Anda, vamos a la ducha- dijo con voz resignada. 

Aitor se quitó sus zapatillas Nike ayudándose de sus pies, quedó descalzo puesto que no llevaba calcetines. A continuación deshizo la hebilla de su cinturón y se bajó la cremallera para acabar bajándose los pantalones hasta los tobillos. Se deshizo de ellos en un segundo y se quitó también la camiseta blanca que llevaba. Se quedó solo en calzoncillos, era un hombre de palabra, blancos y tipo slip.

-Tu te vas a duchar vestido?- preguntó con una mueca de desconcierto

-No, solo estaba contemplando que has cumplido tu parte.

-Sí, yo siempre cumplo lo que prometo, tampoco me he pajeado como me pediste, así que vengo con el depósito lleno, mejor, porque igual sino no trempo.

-Pues más te vale que sí, porque sino dudo que puedas correrte y sin corrida no hay trato.

-Pues espero que se te de bien- dijo mientras accionaba el agua- yo voy a intentar pensar en una buena jamelga, pero espero que tú seas bueno comiéndo rabo porque sino no vamos a llegar a ningún sitio.

Me situé frente a él y pasé mis manos por su culo, lo tenía prieto como el acero, dio un breve respingo hacia atrás, pero pasado el estupor inicial me dejó hacer. Pasé sus manos de atrás adelante y masajeé su polla por encima del calzoncillo, esa polla que tantas veces me había imaginado y que dado su tamaño siempre presentaba un aspecto semi morcillón. Me agaché, vi su chorra marcada hacia la derecha  y bajé sus slip muy lentamente. Los saqué por sus pies.

-Vamos adentro - le dije 

Entramos y vertí una buena cantidad de gel en mi mano, me acuerdo como ahora mismo, era Sanex, de ese neutro, sin más demora lo llevé a su entrepierna y comencé a lavarle a conciencia los bajos, le metí bien la mano por debajo de la huevera y los subí y bajé, enjabonándolos a base de bien. Dios que gordos los tenía. Me pongo cachondo solo recordándolo. Con la otra mano y en sentido inverso, comencé a palparle el nabo de forma lenta pero contínua, descubriendo el glande y enjabonándolo a saco. Así me entretuve un buen rato, hasta que Aitor me sacó de mi ensimismamiento.

-Miguel, tío me los vas a dejar relucientes- dijo sonriendo por primera vez de forma relajada.

-Perdona tío, es que es impresionante el bultazo que tienes ahí.

-Te gusta?

-Es una pasada.

-Anda vamos a terminar de ducharnos y vamos al sofá.

No había muchos muebles en aquel salón, los justos diría yo, pero lo que quedó grabado en mi memoria fue el sofa, era de tela y de color azul. Los dos en bolas nos dirijimos a él. Aítor se sentó en el centro y yo me coloqué de rodillas delante de él.

Su verga caía morcillona sobre el sofá y sus huevos realzaban el conjunto de forma majestuosa.

Apoyé cada una de mis manos en sus cuádriceps y solo ayudado por mi lengua comencé a lamer sus abultadas pelotas, aún sabían a jabón. Aitor había cerrado los ojos supongo imaginando alguna escena de porno duro o a su propia novia comiéndole los bajos.

Le dije que se dejara caer un poco más en el sofá para acceder mejor así a sus bolas, giré sobre mi mismo y metí la lengua por la parte de atras del escroto mientras mi nariz se frotaba por todo su perineo. Ahí me deleité un buen rato. Giré de nuevo sobre mi mismo y volví a la carga con los testículos, comencé a lamerlos, chuparlos y me introduje alternativamente uno y otro en la boca de forma muy suave, les di pequeños tirones mientras con mi mano aguantaba su pene hacia arriba para que no molestara mi labor. Cuando me hinché de lamerle los cojones deslicé mi lengua hacia arriba y comencé a pasarla a lo largo de su troncho de arriba a abajo y de abajo a arriba, a pesar de que estaba dando lo mejor de mi, su polla seguía sin reaccionar, ni siquiera se había descapullado, lucía eso sí imponente, blanda pero imponente. Había que esmerarse.

Pasé al plan de ataque dos, y me metí la polla en la boca de una tacada, Aitor no lo esperaba y se removió en el asiento; aunque debía tener sus buenos 14 cm, su estado de flacidez me permitía engullirla en su totalidad, fue dentro de mi boca, donde acabé descapullándola y ahí ensalivándola y manteniéndiola húmeda, la sentí crecer por primera vez. Miré a Aitor, seguía con los ojos cerrados. Seguí a lo mío, moviendo mi cabeza arriba y abajo con su verga dentro de mi boca y mis manos acariciando sus pelotas. No sé decirlo con exactitud, pero pasaron bastantes minutos de ésta forma, mi saliva acabó encharcando la totalidad de sus genitales y su polla ya no presentaba la flacidez del principio, ahora lucía en una especie de estado semi erección que no me dejaba engullirla con la misma facilidad. Pensé que una estimulación extra con mi mano en la base del tronco acabaría con las reticencias de la verga de Aitor. La agarré fuerte y siempre sin abandonar de mi boca el extremo superior me dediqué a pajear la parte inferior, gracias a mi saliva aquello deslizaba que daba gusto, mientras, mi otra mano seguía acariciando sus cojones. Arriba, abajo y girando levemente mi mano a lo largo de todo el tallo. Por vez primera Aitor emitió un suspiro... Bingo! La tranca de Aitor lucía ahora rígida, había costado bastante, pero no había duda, Aitor estaba trempado y de que manera. Tal y como se esperaba viéndolo en reposo, el trabuco del señor era un auténtico obús, unos 20 cm y grueso como un bote de espuma de afeitar. El glande a juego of course.

Me di cuenta que si quería seguir trabajando esa herramienta iba a tener que dar lo mejor de mi mandíbula; iba a atacar de nuevo el armamento del nene, cuando hizo algo que no esperaba, se incorporó del sofá, se puso de pie y me golpeó la cara con toda su tranca repetidas veces

-Saca la lengua zorra- me ordenó

Y agarrándose el cipote me sopló otros tantos mamporros en la lengua. Chas, chas, chas...

Ni que decir tiene que a esas alturas yo tenía mi polla a reventar, si me hubiera tocado, me hubiera corrido en 5 segundos.

-Abre la boca- me dijo siguiendo con su tono autoritario 

Y agarrando mi cabeza con sus manos me la endiñó entera en la boca y empezó embestirme como si fuera un coño. Yo no estaba preparado para ese calibre, ni ahora, ni mucho menos entonces, empecé a sentir arcadas y los gag hicieron acto de presencia: GAG,GAG,GAG,GAG.

Lejos de cortarse, Aitor pareció que se animó más y me penetró con más fuerza.

TOMA PUTA, TOMA!!!

Como pude me deshice de él mientras tosía y escupía babas por mi boca y por mi nariz. Casi sin tiempo a recuperarme me tumbó de espaldas en el sofá y dejó colgando mi cabeza. A pesar de mi juventud ya sabía lo que venía. Quise levantarme pero Aitor lo impidió con facilidad.

-Ni se te ocurra. Querías polla y te vas a hinchar. Siempre he querido follarme una boca y ninguna tía se deja, mira por donde hoy me voy a estrenar y tu vas a ser el afortunado.

Agarró mi garganta con ambas manos y me la metió a sacó bombeando de adentro a afuera. Sentí que su capullo me dilataba la garganta y sus huevos rebotaban en mis ojos y mi nariz, creí que me asfixiaba, no podía respirar y apenas veía nada salvo sus huevos, con mis manos intentaba separarlo, pero era mucho más fuerte que yo y seguía dándome tralla buscando su total satisfacción. Finalmente la sacó para tomarse un respiro, y yo también y además  de forma literal, tosí como un poseso y sin tiempo a más volvió a follarme la boca como si no hubiera un mañana.

-Mi novia nunca me deja correr en la cara, dice que es de putas, supongo que tú no tendrás tantos prejuicios. Abre la boca que vengo lleno, te voy a soltar 5 millones de Aitorcitos...

Fue decir eso y empezar a sentir espesos trallazos de lefa sobre mi barbilla, en el interior de mi boca , la nariz, los ojos...Me puso completamente "chirriando" de leche. Se escurría por mi cara hacia el suelo, atraído por la fuerza de la gravedad. Al observarlo, Aitor asió su polla con la mano izquierda y me restregó todo el capullo por la cara, dejándolo todo pegajoso y metiéndomelo de nuevo en la boca

-Ahí tienes lo que querías, mi polla y mi leche solo para ti. Que te aproveche!

Me sentía aturdido y con la garganta destrozada, sin embargo seguía excitado. No sabía que hacer, por una parte quería quedarme, pero Aitor era un bestia del copón, no se si era así siempre, o más bien, como imaginaba, me puteaba para castigarme por mi condición sexual y me trataba como una puta sabiendo que su novia no le dejaba hacer todas esas guarradas. No tuve que decidirlo yo. No me dio tiempo.

-No soy maricón, pero debo confensar que esta ha sido con diferencia la mejor mamada que me han hecho nunca, así que no vamos a desaprovechar la oportunidad de una segunda comida, no? Al fin y al cabo son las 11,15 y me has pagado un buen dinero. Te advierto que éstos dan para otra buena descarga- dijo mientras se sopesaba los huevos con su mano derecha. Venga amórrate al pilón, que lo haces muy bien y seguro que me pones al palo otra vez.

-Joder Miguel, el que va a tener que pelársela ahora en el baño soy yo- le dije interrumpiendo su historia.

-Y como acabó la cosa- demandó Javi tocándose la entrepierna de forma inconsciente.

Aitor se sentó de nuevo en el sofá, le comí una vez más las pelotas a saco (eso le encantaba) y me puso las manos en la nuca las veces que quiso para marcar el ritmo a su antojo, nunca me ha dolido tanto la mandíbula como ese día, pero él parecía incansable y venga  y dale...Como buscaba su segunda corrida, ésta vez se demoró más la cosa, acabó pelándosela delante de mi cara y metiéndomela en la boca justo en el momento que eyaculaba, me lleno la boca de semen y me obligó a tragarlo cerrándome la boca con sus manos. Miré el reloj, era la una de la tarde. Nos vestimos ambos y me encaminé hacia la salida.

-Eh Miguel...

Me volví a mirarle.

-Gracias.

-Por el dinero?

-Por todo. Si alguna vez tienes sed, apuntate a la fiesta.

-Qué fiesta?

-La que te va a dar ésta! Y se sujetó la polla con firmeza a través del pantalón.

-Lo pensaré.

-Eso sí, no olvides venir con 10 de los del príncipe...

-Cabronazo hasta el final- exclamó Javi

-Un hetero en el sentido más clásico de la palabra- añadió Miguel

-Pedazo de historia la tuya- le dije a Miguel- Nunca hubiera dicho que un tío como tu le pagara 100.000 ptas a un maromo por comerle el paquete. Estoy alucinando. Lo volviste a ver?

-Jamás, al poco nos mudamos de allí,  de La Sagrera nos fuimos a la Villa Olímpica y nunca más le vi. Bueno son cosas, que ni yo mismo me reconozco, de hecho, nunca más he actuado de esa forma. Tampoco me arrepiento. Lo disfruté, me trató como a una zorra, pero lo disfruté, el chaval estaba de toma pan y moja y tenía un cañón entre las piernas. No he vuelto a vivir algo tan excitante en cuanto a morbo, por lo menos enlo que a mamar se refiere.

-Y creía yo que lo del Juanra era fuerte, tócate los huevos! Tú que dices Javi? Vas a sorprendernos?.

-Imposible superar el momento chapero de Miguel, pero si pones 3 cubatas más os contaré algo que nunca he contado a nadie...

(Continuará con una segunda y última parte)

PS: Para la gente de fuera de España que pueda no saberlo, decirles que "10 de los del príncipe" hace referencia a los antiguos billetes de 10.000 pesetas que circulaban antes del euro y donde venía la efigie del príncipe, ahora Felipe VI.