miprimita.com

Historias compartidas y un Gin Tonic II

en Gays

    Tras servir 3 Gyn Tonic más, nos acomodamos en nuestros respectivos asientos y nos dispusimos a escuchar la historia de Javi. Allí solo nos faltaban las palomitas.

-Pues nada, ni siquiera sé muy bien como empezar, es algo que pasó hace muchos años, siempre he sabido que me atraían los chicos, ahora sabeís que soy versátil, pero hasta llegar aquí tuve mis movidas internas,  yo por aquel entonces no sabía ni siquiera lo que era activo o pasivo solo se que me sentía atraído por algunos chicos de mi edad, sin embargo, uno fue el que marcó el inicio de mi sexualidad, curiosamente nunca lo he hablado con nadie, es algo muy mío, muy interior...

-Bueno, sabemos Javi que eres muy reservado, pero tú también sabes que ninguno vamos a decir nada de lo que aquí se ha contado esta noche. De hecho, como se entere Aitor que sabemos que le folló "el hocico" a Miguel, viene y le corta los huevos, así que desembucha...

Verano 199X

Sabeís que al tener mis padres un apartamento en Calella, todos los veranos los pasábamos allí. A mi, al principio, no me gustaba mucho ir, pero luego compró el apartamento de al lado otro matrimonio de Barcelona y fue cuando conocí a Héctor, el hijo de la pareja.

-Guauuu Héctor, me lo acabo de imaginar como Eric Bana en Troya - dijo entornando los ojos Miguel

-Bueno, no tanto, Eric Bana son palabras mayores...Y yo te estoy hablando de dos adolescentes que empezaban a descubrir el mundo.

-Se acabó Eric Bana. Sigue Javi.

Héctor y yo nos hicimos súper colegas y no solo nosotros, mis padres y los suyos también congeniaron súper bien. Las dos famílias salíamos juntas a comer, íbamos a la playa, nos íbamos de fiesta por la noche. Supongo que Héctor era lo más parecido a un primo hermano.

A medida que pasaron los años fuimos dejando atrás la inocencia de la niñez y nuestras hormonas empezaron a despertar. Como os decía, yo era bastante inocente y no conocía ni lo que era ser gay, ni hetero, ni nada de eso; lo que si sabía es que me sentía muy agusto con Héctor, más de lo que pudiera estarlo con nadie, pero simplemente lo achacaba a nuestra maravillosa amistad.

Sin embargo, jugueteando con "mis cosas" y una vez descubrí el placer que daba la masturbación, más de una vez, en plena "faena",  venía a mi mente la imagen de Héctor...Yo era ingenuo, de acuerdo, pero tonto tampoco...Fue ahí cuando empecé a darme cuenta, que él para mi se estaba convirtiendo en algo más que un amigo.

Aquel año, mi abuela se puso enferma, finalmente falleció en primavera y en agosto de ese mismo año, volvimos a Calella después de unos 13 meses sin pisar por allí.

Cuando vi a Héctor, casi no lo reconocí, había pegado un estirón bestial y sus músculos también se habían desarrollado, se había hecho en definitiva un hombre, aunque en su mente aún no lo fuera. Había cambiado también su pelo que ahora peinaba hacia arriba y le hacía destacar más el mentón, hasta los ojos se los veía más verdes. Francamente me impresionó.

-Joder Héctor, como has cambiado desde el año pasado!

-Sí, ya ves Javi, mi madre que me ha dado mucho Cola Cao. Tú también has crecido eh...

-Bueno sí, pero al lado tuyo parezco un teleñeco. Tío y estas piernacas?- afirmé, más que pregunté, a la vez que ponía mis manos en ellas

-Me apunté a fútbol el año pasado y se me han desarrollado una pasada.

-Pues, me voy a tener que apuntar contigo, a ver si se me ponen así.

-Venga coge la toalla y vámonos a la playa.

Fue dicho y hecho, nos fuimos los 2 a playa "Garbí" y ahí, viendo a Héctor en bañador, pude ratificar su espectacular cambio físico de un año para otro. No sólo sus piernas se habían musculado, también el tronco superior, los brazos...Yo para mi que le había crecido hasta el nabo, porque al salir del agua se le marcaba todo el trozo y no recordaba yo haberle visto así antes.

Como suele ser típico también en esos pueblos costeros en los meses de verano, empezaron a llegar las turistas a los hoteles y ahí me percaté que Héctor se interesaba por ellas mucho más de lo que antes nunca lo hiciera.

-Nen, has visto como esta la rubia esa? - me hizo notar Héctor señalando con su mirada la toalla a unos 10 m de nosotros.

-Esta buena si.

-Menudas tetas tiene la colega. Esa las coge un bebé y se empacha. Y la morena de al lado también esta que cruje. Las he pillado antes cuchicheando y mirándonos. Podíamos jugar a las palas y que les "caiga la bola sin querer"...

-No sé tío, estoy cansado.

En realidad no lo estaba, pero era como si en mi interior no quisiera compartir a Héctor con nadie y menos con dos extranjeras buenorras que desviaran la atención de mi amigo.

Finalmente Héctor se salió con la suya, como no podia ser de otra manera, y su plan salió a la perfección, palas, un par de jugadas y pelotazo que fue a dar en todo el tetamen de la rubia.

-Sorry - dijo Héctor en un inglés macarrónico, cuyo conocimiento se militaba a esa palabra, hello, thank you y poco más.

-Estás perdonado.

-Sois españolas?

-Tu que crees?

-Son españolas Javi.- me dijo sonriendo como si fuera la mejor noticia del mundo

-Ya, ya me he dado cuenta.

-Pensaba que eraís holandesas o francesas o cualquier cosas acabada en esas.

-Pues mira por donde, no te has equivocado,  somos barcelonesas. Nosotras tampoco estábamos seguras de donde eráis, como ahora hay tanto extranjero por aquí, le he dicho a mi amiga igual son italianos, así tan morenos de piel y pelo y tan majetes...

Héctor me miró como diciendo, "hemos triunfado"...Acabamos pasando la mañana con ellas en la playa, no voy a mentir, las chicas que se presentaron como Ana y Mónica eran atractivas, pero claro, yo a estas alturas, a Héctor lo quería para mí solo.

No sabría explicar como pasó, pero a los 2 días Héctor estaba saliendo con Ana y yo con Mónica. Íbamos a la playa, salíamos por la noche a tomar algo y bailar, en fin, lo típico de esa edad.

Una noche que volvíamos sobre las 3 a casa me di cuenta que me había olvidado las llaves. Juro que no fue intencionado.

-Joder Héctor, no encuentro las llaves, creo que me las he dejado en casa.

-Espera, se me ocurre una cosa.- dijo abriendo la puerta de su apartamento y saliendo al instante con una hoja y un bolígrafo.

-Qué coño haces?

-Te vienes a dormir a casa y este papel lo vamos a meter por debajo de la puerta de tu casa, por si se despiertan tus padres que sepan que estás conmigo...

Si lo hubiera hecho a propósito no me había salido mejor la jugada, iba a dormir con Héctor en su habitación. Me sentí el puto amo del universo.

Como hacía muchísimo calor, Héctor abrió la ventana de su cuarto y ambos nos quedamos en slips, grises los suyos y blancos los míos (como a ti te gustan Miguel). Ni que decir tiene que yo no podía apartar mi vista de su torso, sus piernas, su culo... Que seguí con la mirada hasta que desapareció camino del baño.

Hacía calor fuera, sí, pero más tenía yo en mi interior.

Héctor volvió del baño y ahora me ofreció a la vista su paquete, un bulto más que apetecible.

Ambos acabamos tumbados en su cama, casi rozándonos, pues el colchón era de eseos que medían 1,05 m. Héctor se puso de lado, de cara a mi, con sus piernas cruzadas haciendo destacar más el bulto y comenzó a hablar.

-Como lo has pasado esta noche Javi?

-Bien, bien...Genial. Y tú?

-Súper. Ha estado muy bien. Estoy muy contento.

-Por qué lo dices?

-Yo que sé Javi, estoy saliendo con una tía por primera vez y encima mi mejor amigo sale con su mejor amiga...Yo que sé...Todo esperfecto.

- .......

-Te quedas callado. No opinas lo mismo Javi?

-No sé Héctor, supongo que tienes razón, no sé...

-Qué estás pensando? Venga, dilo! Que soy tu colega.

-Me gustaría ser como tú Héctor. Eres un tío seguro de ti mismo y con un físico que te cagas, todas las tías te miran..

-Pero que dices tontorrón.... Sabes qué ha pasado esta noche cuando nos hemos ido a pasear por la playa Ana y yo?

-Me lo imagino.

-No tienes ni idea... Hemos estado hablando de ti tontín. - dijo mirándome y abriendo más sus ojos -No sabes como te ha puesto Ana, que si su amiga está loquita por ti, que qué buen tío que eres, que eres súper guapo...Me he puesto celoso y todo.

-Tonterías, no soy súper guapo.

-Vaya que sí. Si yo fuera una tía, estaría coladita por ti.

-De verdad?

-Por supuesto. Mónica tiene buen gusto, sin duda.

-Pues anda que Ana...

Un ángel pasó por la habitacón...Tras unos segundos en silencio.

-Sabes qué Javi?

-Qué?

-Esta noche nos hemos enrollado por primera vez Ana y yo. Justo después de toda esa conversación que traíamos, me he acercado a ella y la he besado y al final nos lo hemos montado, le he pasado la mano por dentro de la blusa...que peras tiene la amiga...Me he puesto palote y todo...Pero espérate, que cuando menos lo esperaba, ahí donde la ves tan fina, me ha empezado a sobar la polla y los huevos por encima del pantalón...ufff...que calentón he pillado, me ha puesto a cien la niña. He seguido morreándome con ella y tenía los pantalones para reventar, he pensado como siga esto así, me corro en los calzoncillos...

-Pues se ve que te duran los efectos porqué estás to burro ahora mismo...- le solté mientras dirigía mi mirada a su entrepierna y la señalaba con los dedos. Los detalles del encuentro con Ana habían puesto a Héctor brutísimo.

-Jajaja...Perdona tío, me he entusiasmado mucho recordando la escena...Joder, estos calentones no pueden ser buenos para la salud. Esta noche, si no te llegas a quedar en mi casa, había caído pajote fijo. Dios es que me duelen hasta los huevos.- y a la vez que lo decía se estiraba de ellos hacia abajo- Coño Javi! Pero si estás igual que yo peazo cabrón! Qué pasa que la Moni te ha dejado igual a ti?

-Ssssi, sssi...-mentí. Era evidente que las palabras de Héctor y su erección me habían puesto también a mil, pero antes morir que reconocerlo, sentí que mis mejillas se llenaban de sangre...

-Eh tranqui Javi, no te pongas colorado, es normal lo que nos pasa, pero bueno, éstamos entre colegas, no tienes por qué avergonzarte. Bueno, vamos a dormir que es muy tarde.

-Dios que tensión sensual Javi- intervino Miguel pausando mi relato

-Me tienes enganchadísimo - repliqué yo mientras apuraba mi gyn tonic.

Héctor apagó la luz, pero allí no había quién durmiera...Nuestros cuerpos sudorosos no hacían más que rozarse dada la estrechez de la cama, hubo un momento en que pude percibir todo "el armamento" de Héctor en mi culo y su aliento en mi nuca.

-Perdona tío, ha sido sin querer, es que no me duermo, entre el calor y ésto que no se baja, estoy "atacao".

-Vamos a cascárnola- solté sin pensarlo

-Qué dius?!- exclamó escandalizado Héctor

-Tío, así no vamos a pegar ojo, vamos a descargar...

-No seas mariquita. Cómo vamos a pelárnosla aquí uno al lado del otro.

-A ver si te piensas que voy yo pajeándome por ahí con los tíos...Esto es entre tú y yo.

-Que coño! Venga, que estoy que estallo! Siendo tú, no me importa...

Nos sacamos la chorra a un tiempo, pese a que la luz seguía apagada, la claridad que entraba por la ventana era más que suficiente para ver perfectamente todo lo que allí acontecía. Recuerdo que mi pierna derecha y mi hombro estaban pegados a su pierna izquierda y su hombro. Naturalmente dirigí mi mirada a su polla y eso me excitó si cabe más aún. La tenía durísima y bien cabezona. Era más grande que la mía, más larga y más gorda, sin duda la tranca más grande que yo había visto hasta entonces, estaba impresionado francamente. Lo que se estaba perdiendo la tetuda de "la Ana"...

Los 2 iniciamos la paja a un tiempo moviendo nuestras manos respectivas a buen ritmo.

-Que gusto tío, como lo necesitaba - musitó Héctor

-Y que lo digas... Tío, tú te echas saliva para pelártela? -le pregunté en medio de "la faena"

-Saliva? No.

-Prueba! La mano resbala y da muchísimo más gusto

-A ver...- y escupió en su mano y reanudó la tarea.- Coño! Hace ruido ahora. Anda que como entre mi madre...Menuda escenita...

-A qué mola más?

-La verdad, no noto casi la diferencia.

-Eso es que te has hechado poca, espera - y como si no fuera conmigo la cosa y jugándome el tipo, ensalivé bien mi mano y la puse sobre su rabo

-Ehhhh tío para, qué haces?! - exclamó sorprendido Héctor.

-Pues, decirte como va ésto!

-Javi que me estás pajeando - me dijo mirándome y en voz baja

-Qué? Mejor? A que da mucho más gusto? - le pregunté desentendiéndome de lo que me decía.

-Joooderrr, mucho mejoooor...Para Javi, no me toques más el nabo, ésto es muy raro.

-No pasa nada, quiero hacerlo.

-Tío, pero eres gay o qué?

-No.

Y no mentía, yo no sabía lo que era en ese momento, solo sabía que en ese instante era el tío más feliz del mundo haciéndole una gallarda a mi amigo Héctor. él no insistió más y puso sus manos tras su nuca y dejó que yo siguiera.

-Venga tío, si tanto te gusta darle a la zambombra, sigue, que me está dando un gusto de la ostia...

Ahí ya me solté, volví a echarle saliva a la mano y lo pajeé con todas mis fuerzas, al minuto se le subieron los huevos y empezó a salir leche en todas las direcciones. se pringó todo, sábanas, su pecho, mi mano, el suelo.

-Joooooderrrr, que corridón...esto es muchísimo mejor que cuando se lo hace uno mismo. Madremía, a ver como explico yo éstas manchas mañana.

-Ya se nos ocurrirá algo.

-Tío, tú aún no te has corrido? Eso hay que arreglarlo.

Y entonces Héctor me sorprendió totalmente, vertió saliva sobre su mano como me había visto hacer a mi y la puso sobre mi pene. Está claro, Héctor era un tío generoso en la cama. No quiero ser exagerado, me corrí en 10 segundos, Héctor alucinaba.

-Dios, si que estabas caliente, en mi vida he visto cosa igual.

-Gracias.

-Qué gracias, ni qué coño. No te ibas a quedar tú ahí con la trempera después del pajote que me has hecho. Somos amigos por encima de todo.

-Sí, somos amigos

Y ambos caímos dormidos.

Creo recordar que después de aquello, pasaron otros cuatro días. La rutina diurna siguió entre nosotros y las chicas: cine, helados, playa, pub...Y llegó otra noche clave.

-Bueno Héctor hasta mañana.- me despedí mientras intentaba abrir la puerta de casa

-Hasta manaña Javi. Javi...Quieres quedarte a dormir como la otra noche?...Estoy solo en casa.

Habían sido sólo 12 palabras, pero creerme si os digo que me entró un sudor frío por todo el cuerpo. Iba a preguntarle si quería de veras que me quedara, pero qué demonios, si me invitaba a quedarme es porqué la idea le gustaba.

-Esta noche parece que refresca un poquito más? - dije mientras me quitaba los pantalones y me quedaba en slip azul marino (lo siento Miguel)

-Menos mal, la otra noche casi nos cocemos - contestó Héctor haciendo lo propio y quedando en slip blanco (que suerte Miguel)

-Qué tal con Ana?

-Pues ya has visto, nos hemos perdido una hora después del cine, me he puesto tibio...pero no he rematado la faena, no se deja...Vamos que ya estoy como la otra noche.

Como se puede interpretar ese discurso? Que alguién me lo diga, porqué yo no quería tener la mente sucia, pero es que le faltaba decir: Ven para acá y pelámela de una puta vez...

Y eso fue lo que acabó pasando, empezamos cada uno con la suya, pero ésta vez fue Héctor quién sugirió que trabajara su cipote.

-Oye Javi, te importa hacérmela tú? Si quieres eh...Es que da un gusto que te cagas, no he podido quitármelo de la cabeza,..Hazlo como la otra noche.

No me hice de rogar, salvo que esta vez fui yo el que se corrió primero y ya pude dedicarme totalmente a su verga, yo para mi que la tenía hasta más hinchada que la última vez. Me puse perpendicular a su cuerpo y empecé a pajearlo lento, sobando todo el mástil y los huevos; ésta vez tenía un primerísimo plano de la tranca de Héctor, a un palmo de mi cara, casi podía olerla, puse mi boca encima de su glande y dejé caer saliva, aquello iba como la seda y Héctor se retorcía y gozaba como estoy seguro nunca había gozado, él era hetero, Ana me lo ponía a 1.000 y después yo remataba la faena. Así de simple. Y no nos engañemos, Héctor estaba encantado. Era evidente que la reticencia inicial había desaparecido y ahora era un hombre que disfrutaba de lo que yo le hacía sin plantearse nada mucho más allá de eso.

-Te la han chupado alguna vez? - me atreví a preguntarle aprovechando su excitación.

-Que va? Eso solo lo he visto en una porno que vi con mi primo una vez en su casa. La escenita me la puso como una piedra.

-Me dejas que te lo haga?

-Estás seguro? No tienes que hacerlo sino quieres...

-Quieres que te lo haga o no?

-Pues claro que quiero joder, como no va a querer un tío que le coman el cimbrel... Venga, dale!

Y si para él fue su primera boca, para mi fue mi primer pene. Desde luego, no fue mi trabajo más fino, pero creo que nunca le he puesto tantas ganas a una mamada, allí salía saliva por todos los sitios, tosía, la sacaba, volvía a metérmela, le lamía los huevos, para ser un novato, era una mamada de lo más guarra. Me gustaría decir que aquello duró sus buenos minutos, pero a pesar de mi falta de habilidaes, Héctor me duró poquísimo, el pobre, ya venía más que apunto desde el trabajo manual...

-Me voy, me voy...Arrrggghhhh...

Fui a sacarla de mi boca, pero para mi sorpresa no me dejó. Héctor era un portento corriéndose, de esos tíos que empiezan a soltar y soltar y no paran, en plan fuente. Me hinchó los carrillos y noté toda la boca llena se semen ardiente. Lo miré como diciendo: Qué hago?

-Trágatelo!

A falta de otras opciones lo engullí y me quedó todo el paladar con un regusto agridulce super intenso.

-Perdona Javi, es que no quería que se pusiera perdido todo como la otra noche, por eso te lo he soltado en la boca.

-Ya, no ha sido por que te gustara verdad?

-Bueno, la verdad es que me ha encantado...El momento de correrme en tu boca ha sido...guauuu...No tengo palabras. Ha sido el mejor orgasmo de mi vida, con diferencia. Mamas de vicio. Lo has hecho más veces?

-Qué dices tío. Yo solo he hecho éstas cosas contigo, que te piensas...

-Ya, pues como yo, nunca lo haría con otro tío, contigo es diferente, me siento cómodo. Dormimos?

-Sí. Buenas noches.

-Buenas noches.

El mes de Agosto seguía adelante y nuestro día a día también, aunque sin grandes cambios, eso sí cada día estábamos más morenos con tanta playa de por medio, parecíamos italianos, pero como mínimo de Sicilia, seguíamos enrollándonos con nuestras chicas por el día, pero la noche nos pertenecía, llegábamos a casa "empitonados" pero sabíamos como desfogarnos, a medida que pasaban las noches los roles iban definiéndose más, al final prácticamente Héctor ni me tocaba, pero yo le hacía unos pajotes y unas mamadas de infarto. Había comenzado sin saber muy bien como chupar, pero gracias a la polla de Héctor me iba a doctorar en la materia. Conocía aquel trabuco como la palma de mi mano, él por su parte había abandonado cualquier tipo de prejuicio que pudiera quedarle y gozaba como un animal. No sé si por la edad o por ser el despertar sexual de los dos, nunca he encontrado después un activo que gozara de forma tan salvaje como él lo hacía. El mes llegaba a su fin y aunque ninguno lo decía, sabíamos que en el aire flotaba lo único que nos quedaba por hacer : la penetración.

-Ay va mi madre...Te desvirgó Héctor- pregunté a Javi - Siempre pensé que fue aquel guaperas de la facultad...Como se llamaba? Alex, no?

-Callaos que voy a mear al baño, no quiero perderme ni una sola coma, ahora vuelvo...dijo Miguel mientras se perdía a toda velocidad camino al servicio

-Ya os he dicho, que lo de Héctor nunca lo he contado a nadie, es la primera vez que estoy recordando toda esta movida.

-El 2 nos volvemos para Barna

-Que putada, que pronto se acaba lo bueno - contestó Héctor. - Han sido las mejores vacaciones de mi vida, con diferencia.

-Para mi también.

-Las "noies" creo que se van también el día 2. Mis padres y yo, creo que nos quedamos una semana más...

Ambos nos quedamos mirando hacia la playa sentados en nuestras toallas. Héctor reanudó la conversación.

-Eh tío, por qué no le dices a tus padres que te quedas otra semana, total las clases todavía no empiezan. Siendo en mi casa, seguro que te dejan. Luego te vuelves con nosotros la semana que viene.

-Vale, pero me acompañas, a ver si entre los 2 convencemos a mi madre, que es la más dura.

-Que sí mamá, que tendré cuidado de todo, no te preocupes, que siiiii...que la madre de Héctor ya me ha dicho que coma allí.

-Venga hijo, dos besos y cuidadito con todo eh, que no me tenga que llamar Pilar (la madre de Héctor) a contarme ninguna trastada. Venga Héctor, pasadlo bien. Hasta la semana que viene...Ah se me olvidaba, toma las llaves de casa por lo que pueda surgir...

Y surgió, vaya si surgió. Ana y Mónica también se habían vuelto ya a Barcelona y aquella misma noche salimos los dos solos por Calella. Ninguno lo decía, pero se podía oler en el aire. Sabíamos que aquella noche iba a pasar algo más entre nosotros, quizá por eso mismo Héctor bebió más de la cuenta, aunque sin pasarse de ese puntillo que le hacía estar especialmente gracioso esa noche.

-Sabes Javi, ni el más tonto de los ratones se escondería en la oreja de un gato, pero ni el más listo de los gatos buscaría en su oreja un ratón...

-Pero que dices Héctor...Se te va la olla.

- Sí, sí, se me va la olla, pero con p...jajaja.

-Que hablas de gatos y ratones...

-Pues que aveces no nos damos cuenta de las cosas más evidentes, las tienes ahí delante, pero no las ves.

-Y que es eso tan evidente?

-Pues que ésta noche te voy a reventar el ojete

Evidentemente el alcohol había desinhibido totalmente a Héctor, en otras circunstancias jamás me hubiera soltado tal cosa aunque pudiera pensarla.

-Venga, vámonos para tu casa, que esta noche es tu inauguración - me soltó con total descaro Héctor mientras palmeaba mi trasero.

En realidad era la primera vez de ambos, a mi no se me ocurría mejor persona para desvirgarme, sin embargo yo sabía que no era el caso de Héctor, el se iba a estrenar conmigo porque su novia no le había dejado y estaba siempre calentorro y porque habíamos alcanzado un grado tal de complicidad que para Héctor ejercer conmigo de activo se había convertido en una rutina, una deliciosa rutina que le servía para aliviarse y que no le suponía ningún replanteamiento de su sexualidad. A él le gustaban las chicas y eso no iba a cambiar por 100 mamadas que yo le hiciera.

Llegamos a mi casa, sugerí una ducha para quitarnos el calor y ya de paso despejarnos. A pesar de conocer perfectamente el rabo de Héctor y haberlo tenido muchísimas veces en mi boca en los últimos días, me daba vergüenza ducharnos juntos, no me pregunteís por qué, pero me parecía muy gay, que iba a pensar Héctor...Patético verdad? Así que esperé fuera.

-Qué haces Javi que no entras a ducharte? -asomó Héctor tras la puerta con una toalla anudada a la cintura

-Quieres que nos duchemos juntos?

-Pues claro coño!

Lo mejor de Héctor no era su físico (que también), era su naturalidad, estaba viviendo todo ésto con absoluta normalidad, estoy seguro que en ningún momento, salvo al inicio, se planteó si lo que hacía era correcto o incorrecto, si era gay o hetero, para él simplemente estaban siendo las mejores vacaciones de su vida y además con dos parejas, una por el día y otra por la noche y a follar, a follar, que el mundo se acaba...Ojalá yo fuera así.

Héctor se tendió en mi cama, le dije que se diera la vuelta, era una noche "especial", así que me encremé las manos e inicié un masaje.

-No te duermas...

-Tranquilo, aún tenemos que hacer muchas cosas tú y yo...

Después de trabajar su espalda y sus piernas, le pedí que se diera la vuelta...Tenía una erección de caballo y su glande expulsaba precum...

-Joder nen, que burro estás.

-Ni que lo digas. Venga tío mámala que no aguanto más.- y me miró con una cara de vicio que me temblaron las piernas.

Aquella noche, no sé que nos pasaba, pero estábamos desatados, iba a ser mi primera vez y en ningún momento sentí miedo pensando en el dolor ni nada por el estilo; al contrario, únicamente sentía excitación y no digamos Héctor...

-Eso es, métetela toda en la boca. Joder...Cada día lo haces mejor.

Cogí sus manos y las puse sobre mi cabeza, quería que él marcara el ritmo a su antojo, flexionó sus rodillas sobre la cama e impulsándose en sus pies me metía y sacaba la polla de la boca a un ritmo endiablado, era casi un "face fucking".

Cuando se tomó un respiro, inicié una mamada lenta y profunda, húmeda y sensual, estimulando a su vez sus pelotas con mi mano. Héctor iba directo al orgasmo.

-Para Javi, o se va a acabar la fiesta antes de tiempo. Para tío. Date la vuelta.

Había llegado el momento, giré y dejé mi culo expuesto. Héctor paso su badajo por la raja de mi culo haciendómela notar, la aferré con mi mano y yo mismo la encaré a la entrada de mi ano.

-Despacio Héctor.

-Tranqui, que controlo, si te duele me avisas...Sigo?

-Sí.

Fue fantástico, Cero dolor, todo placer. No se como sucedió, pero así fue. Héctor me culeó como los dioses, suave, pero firme, sin prisa, pero sin pausa. Le sentía moverse detrás mío con sus manos agarradas a mi cintura mientras su chorra entraba y salía de mi culo sin problemas, sin darme cuenta empecé a gemir y llevé mi mano a mi pene, me corrí rapidísimo, al notar mis espamos y comprender Héctor el motivo que los originaba, aceleró su ritmo para que resultara más intenso. Creí que él también iba a correrse, pero me equivoqué. La sacó y se estiró en la cama.

-Siéntate sobre mi.- me dijo casi susurrando

Y así lo hice. Mientras él sujetaba firmemente su trozo con la mano, yo me dejé caer sobre él y no me detuve hasta sentir sus pelotas en mi culo, mientras ambos nos mirábamos a los ojos, para no perder detalle de nuestras reacciones. El reflejo de la luz que entraba por la ventana daba directamente en su mirada haciendo que el verde de sus ojos brillara en la penumbra.

Uhhhh-gemí sin darme cuenta

-Vamos Javi, cabalga!

Cualquier cosa que me mandaba Héctor, ahí estaba yo para cumplirla. Cabalgué como si estuviera en un pura sangre, me moví salvaje arriba y abajo, en círculo, adelante y atrás, fue brutal. Me detuve cuando él me lo pidió porqué sentía que de nuevo llegaba su orgasmo. Volvimos a cambiar de posición, ésta vez piernas en los hombros.

Me dio con todo, ahí si sentí dolor y así se lo hice saber.

-Cuidado Héctor, que la tienes a tope y la noto muy adentro, muévete más suave por favor.

-Perdona, es que me entusiasmo.

Al momento se le olvidó lo que le había dicho y de nuevo me folló a lo bestia metiéndome el trabuco hasta los huevos. En lugar de decirle nada, me dejé hacer y enrosqué mis piernas alrededor de su cintura, a la vez que mis manos se aferraban a sus glúteos.

-Dame fuerte campeón, dame fuerte.

-Toma, toma, toma...argghhhh...argggggg...Te voy a llenar el culo.

No vi su corrida, pero a tenor de lo que luego me salió en el baño, fue de las que no se olvidan, ni a él, ni a mi. Curiosamente, mi primer polvo, acabó resultando uno de los mejores de mi vida, sino el mejor.

-Plas, plas, plas...-aplaudió Miguel...de cum laude. Ojalá yo hubiera debutado así.

-Tío, nos has dejado encandilados con tu historia. Estoy flipando. Flipando e intrigadísimo, casi me da miedo preguntar...Qué pasó con él?

Nunca más sucedió nada entre nosotros. Héctor se hizo futbolista profesional, no al más alto nivel, pero sí para vivir, lo fichó un equipo de Croacia y se fue para allá, por lo menos eso me contó su madre, que sigue teniendo el apartamento junto al mío. Héctor vive con una chica croata en Split y tiene un niño de 5 años. Pilar me enseño la foto. Es clavadito a él. Me gustaría tanto verle...He pensado muchas veces en él. Buenísima gente...

-Lo que son las cosas -dije con la mirada perdida- la vida esta llena de ángeles y demonios, de Aitores y de Héctores, y según con quién das tu vida es un infierno o un paraíso...

-Brindemos por los angeles -propuso Javi

-POR LOS ANGELES! - gritamos los 3

-POR NOSOTROS!

-POR NUESTRA AMISTAD!

-Y digo yo...-reflexionó Miguel -Vosotros creeís que el Pau éste habrá hecho la mili en algún pueblo del Pirineo?

-No sé, pero apuesto que estuvo años haciando pesas en el gimnasio de su barrio...-respondió Javi.

-De hecho, creo que sus padres tenían un apartamento en Calella- concluí yo

FIN