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Bea y Raquel, Menudo trio

en Amor filial

Era un lunes cualquiera... como cualquier lunes, yo ensayaria con mi grupo, en el cual yo era teclista. Como era habitual yo, me dirigia a comer con Bea, la guitarrista del grupo. Bea era una chica de 1’70, delgada, de curvas finas y pechos medios. Su culo era moderadamente duro. Sus ojos color verdedibujaban una mirada morbosa e inocente a la vez. Pecosa, y blanca de piel, se remataba con una melena a la altura de los hombros de color castaño claro.

Su voz, dulce y algo aguda, no hacia mas que excitarme. Durante la comida, yo percibia algo extraño. La notaba extrañamente en celo. No dejaba de tirarme fichas encubiertas y piropos. No fue hasta el postre  en el momento en el que agarro un platano y con la lengua comenzo a imitar la felacion de un pene. No lo negare. Debajo de la mesa, una parte de mi cuerpo apuntaba hacia la chica.

De repente se comio el platano y mi ensoñacion fantasiosa se pincho como si de una burbuja se tratara. Fue entonces que yo, aun aturdido, me dispuse a bajar con ella a la sala donde ensayabamos. La sala era un espacio no muy grande, con un piano a la entrada, una bateria al lado del teclado, enfrentados a un sofa de piel negra. Detras de la puerta un armario con guitarras que en la puerta tenia pegado un condon para emergencias. Al lado del sofa, una banqueta alta para sentarse los guitarristas.

Segun entramos, me sente en el sofa, con ella a mi lado, apoyada sobre mi hombro. Estabamos comodos y relajados en el sofa, esperando a la hora del ensayo. sin previo aviso, Bea se tumbo y apoyo su cabeza sobre mi pierna, notando al instante la enorme ereccion que yo tenia en el momento. Se giro y me pregunto rapidamente si era por ella.Yo, timidamente asenti. Sin ninguna verguenza, ella comenzo a besarme... yo aun descentrado respondi agarrando su cabeza y tumbandonos en el sofa.

En aquel eterno beso con lengua, se concentraban unos deseos sexuales muy profundos. Rapidamente, empece a desabrochar su camisa, revelando un pecho firme, sujeto por un sujetador verde de lenceria fina. Ella, a la par, me quitaba la camisa a gran velocidad. Seguiamos besandonos aasionadamente. Rapidamente baje su falda y pude observar aquella maravilla de la humanidad ante mi en ropa interior. Fue ella la que se quito el sujetador y las bragas poniendomelas en la boca.

Despues de degustarlas, me las quite y mientras esta se apoyaba en el taburete de guitarristas, comence a lamer su cuerpo. Recorriendo desde las piernas, pasando por su jugosa vagina y su dulce ano, hasta la espalda y la nuca, mientras con las manos jugueteama con sus pezones. 

Inesperadamente, entro por la puerta Raquel, la bateria del grupo. Raquel era una chica de la misma estatura que Bea, unos pechos ligeramente mas grandes y unas curvas mas pronunciadas. Una concentracionde pecas sobre una tez palida, rematada con unos ojos azules claro y una melena rubio oscuro. Para mayor colmo, Raquel, era la hermana pequeña de Bea.

La reaccion de Raquel era increiblemente incierta, estando boquiabierta. Yo, cortado por la situacion me detuve y Bea, me empujo al sofa, ignorando a su hermana, bajandome los pantalones y poniendome el condon. Bea comenzo a chupar y lamer mi pene, poco apoco y variando las velocidades, mientras, enfrente de mi, Raquel se bajo sus pantalones y sus braguitas negras mostrandome su depilado chochito mientras se tocaba. Yo, desde mi sofa la oia gemir. Asi seguimos durante aproximadamente 10minutos, hasta que Raquel se levanto de su asiento, y poniendose sobre su hermana y delante de mis narices. De repente de su coño broto un liquido transparente que entro de lleno en mi boca. Se trataba de mi primer squirt. desde entonces me he vuelto adicto a su dulce sabor.

Raquel se quito su camiseta delante de mi, dejandome ver las venas marcadas en su pecho, el cual yo comence a chupar. 

Ya que raquel se hallaba sobre mi, Bea dejo de chupar y condujo mi pene hacia el coñito rosado de Raquel. Aquella vagina jugosa y humeda... su bia y bajaba sobre mi duro miembro, activando mis mas profundos placeres. Sus pechos rebotaban ante mis ojos, como dos pelotas. Comence entonces a saborear uno de sus dulces pezones. Que delicioso manjar.

Al poco cambiamos de postura. Bea se poso sobre la banqueta ofreciendome su vagina. Yo comence a penetrarla mientras raquel lamia mi ano. Aquel otro chochito era incluso mas estrecho que el de Raquel. Los gritos de Bea eran agudos y fuertes. Le estaba encantando. Raquel, por su parte, estaba penetrando mi ojete con su lengua.

Cuando Bea tuvo su gran orgasmo, Raquel vio que por el tiempo que quedaba y el que habiamos estado, yo debia correrme rapido. Comenzo a lamer toda mi entrepierna, desde los testiculos hasta el ano. Rapidamente me corri dentro de Bea en un orgasmo mas largo de lo habitual.

Saque me pene y tire el condon a la basura. me vesti y mientras ellas se vestian fui al baño a echar la tipica meadita postcoito. Al volver escribi una nota donde informaba que la semana siguiente repondria el condon de la puerta y la firmamos los tres.

Ensayamos tranquilamente y la tarde circulo con normalidad, aunque yo aun estaba algo anonadado de los hechos acontecidos. Fue al llegar a casa y abrir la mochila, cuando encontre una nota que ponia “Nuestro regalo para ti”. Justo despues encontre dos braguitas usadas, de color verde y negro. Las olisquee... olian a sus coñitos. Las saboree y pude distinguir un ligero sabor a hierro en la de Raquel. La observe mejor. Tenia restos de menstruacion, lo que me causo otra ereccion, que palie con la mano y los recuerdos de aquella maravillosa tarde.