miprimita.com

El jardín perfumado (4)

en Erotismo y Amor

"El jardín perfumado" (4)

Hola, soy Caro, profesora de historia. Nuevamente con ustedes para brindarles la continuación de "El Jardín Perfumado para el disfrute del espíritu", al que se considera como el tratado más completo sobre el amor carnal escrito dentro de la cultura árabe. Fue escrito en la segunda mitad del siglo XIV por un juez de la ciudad de Túnez llamado al-Nefzaqui. Si desean mayores precisiones lean "El Jardín perfumado" (1), (2) y (3).

A fuer de parecerles repetitiva deseo advertirles que el texto no me pertenece.

Continuación.

Sobre los diversos nombres del pene.

<Debes saber, oh, visir, que el pene tiene muchos nombres, entre los cuales figuran los siguientes: miembro viril, órgano de la generación, fuelle del herrero, paloma, cascabel, indomable, liberador, sastre, extintor, huracán, aldaba, nadador, intruso, fugitivo, tuerto, calvo, monóculo, tropezador, cabeza rara, cogotudo, peludo, desvergonzado, tímido, llorón, movedizo, anexionista, escupidor, chapoteador, rompedor, buscador, frotador, fofo, explorador, descubridor>

<Los dos primeros no presentan dificultades y, por tanto, no necesitan explicación>.

<Fuelle del herrero>.

<Así llamado porque se hincha y se deshincha alternativamente>.

<Paloma>.

<Así llamado porque, después de hincharse, al volver a su estado de reposo se asemeja a uuna paloma que empollara sus huevos>.

<Cascabel>.

<El nombre deriva del ruido que produce el pene cada vez que entra o sale de la vulva>.

<Indomable>.

<El nombre deriva del hecho de que cuando el pene se hincha y se pone erecto, mueve la cabeza buscando la entrada a la vagina y, entonces, la penetra con brusquedad e insolencia>.

<Liberador>.

<Así llamado porque, cuando entra en la vulva de una mujer divorciada, la libera de la prohibición de volver a casarse con su anterior marido>.

<Enredadera>.

<Recibe su nombre porque cuando el pene ve una vulva voluptuosa y se introduce entre los muslos de la mujer, frotándose contra las piernas y el pubis, continúa encaramándose hasta que toma posesión de ella. Una vez confortablemente instalado, la penetra y eyacula>.

<Excitador>.

<Es el pene que excita a la vulva con sus repetidas entradas y salidas>.

<Burlador>.

<Su nombre deriva de los juegos y triquiñuelas. Cuando desea copular, se dice: Si gracias a Dios consigo entrar en una vulva, jamás saldré de ella. Pero cuando encuentra una, se satisface pronto y se hace aparente su presunción al mirarla con desesperanza, puesto que se había jactado de que una vez en el interior jamás saldría. Al acercarse a una mujer, se eriza y parece que diga a la vulva: "Hoy saciaré mis deseos contigo". Y la vulva, al verle erecto y rígido, se sorprende de su tamaño y parece replicar: "¡Quién pudiera dar acogida a un miembro así!" Por toda réplica, el miembro sitúa su cabeza a las puertas de la vulva, fuerza la apertura de sus labios y se sumerge en ella. Al empezar a moverse, la vulva se burla de él, diciendo: "¿Qué movimiento tan engañoso!" Tan pronto está dentro como fuera. Los dos testículos parecen decir: "Nuestro amigo está muerto. Ha sucumbido después del placer, la extinción de su pasión y la eyaculación". Entonces, el miembro se retira precipitadamente de la vulva y trata de levantar de nuevo su cabeza, pero cae flácida e inerte. El miembro protesta: "De eso nada". Pero la vulva exclama: "¿Por qué te retiras? Embustero, dijiste que una vez entraras jamás volverías a salir">.

<Dormilón>

<Así llamado por su aspecto engañoso. Cuando entra en erección, se alarga y endurece de modo que parece que nunca tuviera que volver a ablandarse, pero cuando abandona la vulva después de aplacar la pasión, cae dormido>.

<Abrecaminos>.

<Debe su nombre al hecho de que cuando se encuentra con la vulva que no le permite entrar de inmediato, se abre paso con la cabeza, rompiéndolo y desgarrándolo todo como una bestia en celo>.

<Sastre>

<Así llamado por no entrar en la vulva hasta haber maniobrado a su entrada, como una guja en la mano de un sastre>.

<Extintor>.

<Se da este nombre a un miembro grueso y fuerte que tarda en eyacular. Este tipo de miembro satisface totalmente los deseos amorosos de la mujer ya que, después de haber conducido al cenit, la sacia mejor que ningún otro. Cuando desea entrar en la vulva y la encuentra cerrada, se lamenta, implora y hace promesas respaldadas por juramentos: "Oh, querida amiga, déjame entrar... No estaré mucho rato". Pero cuando logra su propósito, incumple su palabra y no se retira hasta haber eyaculado y apagado su ardor a fuerza de entrar y salir, subir y bajar, e ir de izquierda a derecha. La vulva se queja: "¿Qué hay de tu promesa, embustero? Has dicho que sólo estarías un momento". Pero él responde: "No me retiraré hasta que te haya acariciado por completo, pero cuando lo haya hecho te prometo que me retiraré". Al oír estas palabras, la vulva siente compasión y comprime la cabeza del miembro para darle satisfacción completa>.

<Huracán>.

< recibe este nombre porque llega a la vulva con urgencia, llama a la puerta, se revuelve y se abre paso desvergonzadamente, mientras investiga a derecha e izquierda, delante y detrás, y de repente se introduce hasta el fondo de la vagina para eyacular>.

<Aldaba>.

<Así llamado porque, al llegar a la puerta de la vulva, llama sutilmente y, si la vulva responde y abre la puerta, entra. Pero si no recibe respuesta, vuelve a llamar hasta que le abren. Por llamar a la puerta nos referimos a frotar el pene contra la vulva hasta que ésta se humedece. La producción de este fluido representa la apertura de la puerta>.

<Nadador>.

<Es aquel que, al entrar en la vagina, no permanece quieto, sino que se vuelve a derecha e izquierda y va de adelante a atrás, aunque principalmente se queda en el centro y nada con el esperma que eyacula y el fluido secretado por la mujer como si, temiendo ahogarse, luchara por salvar la vida>.

<Intruso>.

<Así llamado porque, cuando llega a la puerta de la vulva, ésta le pregunta: "¿Qué deseas?" Él responde: "Quiero entrar". La vulva replica: "Eso no es posible. No puedo recibirte a causa de tu tamaño". El miembro pide permiso para introducur la cabeza y promete no penetrarla completamente. Se acerca a la vulva, frota la cabeza dos o tres veces entre los labios de ésta hasta provocar la secreción y, entonces, cuando la vulva está bien lubricada, da un salto repentino y se entierra en ella completamente>.

<Fugitivo>.

<Así llamado porque, cuando se acerca a una vulva que se ha visto privada durante mucho tiempo de la cópula y a la cual quiere acceder, la vulva le dice (bajo la violenta influencia de su deseo amoroso): "Sí, pero con una condición: que si entras, no saldrás hasta que hayas eyaculado varias veces". El miembro responde: "Prometo no retirarme hasta que lo haya hecho tres veces más de las que pides". Una vez en el interior la intensidad del calor de la vulva activa un placer sin igual. El pene se mueve de arriba abajo, en busca del placer perfecto que proporciona este movimiento de frotamiento alternativo contra la vulva y el útero. Cuando se produce la eyaculación, el miembro intenta retirarse y la vulva exclama: "Embustero, ¿por qué te retiras? Deberías llamarte fugitivo mentiroso">.

<Tuerto>.

<El motivo de este nombre es obvio>.

<Calvo>

<Igual que el anterior>.

<Monóculo>.

<El nombre deriva del hecho que le pene tiene un solo ojo sin pupila ni pestañas>.

<Tropezador>.

<A veces, cuando el pene trata de penetrar, tropieza arriba y abajo como quien tropieza con una piedra del camino, hasta que los labios de la vulva están lubricados y, por tanto, puede entrar. Entonces, la vulva le pregunta: "¿Qué te ha hecho tropezar tanto?" "Ay, amiga mía, había una piedra en mi camino", responde>.

<Cabeza rara>.

<Recibe el nombre porque su cabeza es distinta a las demás>.

<Cogotudo>.

<Se llama así porque su cuello es corto, grueso y voluminoso por detrás. Su cabeza está pelada y el vello púbico es grueso>.

<Peludo>.

>No necesita explicación>.

>Desvergonzado>.

<Este nombre tiene su origen en el hecho de que cuando el pene se alarga y se pone erecto, nada le importa. Sin pudor, levanta la vestimenta de su amo, sin preocuparse por la vergüenza que pueda sentir éste. Actúa del mismo modo con las mujeres. Levanta sus ropas y deja sus muslos al aire. Su dueño puede sentirse avergonzado por esta conducta, pero ello sólo consigue aumentar su rigidez y ardor>.

<Tímido>.

<Este miembro, tal como ocurre en algunos individuos, siente vergüenza y timidez al encontrarse ante una vulva desconocida y tarda un tiempo en levantar la cabeza. A veces, tiene tantos problemas que se encuentra impotente, especialmente cuando hay desconocidos cerca>.

<Llorón>.

<Así llamado por las lágrimas que derrama. Tan pronto como se levanta, empieza a llorar. Si ve cara hermosa, llora. Si toca a una mujer, llora. Incluso a veces llora con el simple recuerdo>.

<Movedizo>.

<Así llamado porque, al entrar en la vulva, se mueve hasta que consigue extinguir su ardor>.

<Anexionista>.

<Recibe su nombre porque, cuando entra en la vulva, empieza a moverse, pero al mismo tiempo se adhiere al vello púbico e intenta incluso introducir los testículos>.

<Escupidor>.

<Ha recibido el nombre porque, al acercarse a la vulva o simplemente al recordarla, o cuando su dueño toca a una mujer, juega con ella o la besa, su saliva comienza a fluir. Esta saliva es particularmente abundante después de una larga abstinencia y, en ocasiones, llega a empapar la ropa. Este miembro es muy común: muy pocos son los hombres que no lo poseen. El líquido vertido de este modo se llama medi, cuya descarga puede deberse incluso a pensamientos lascivos. En algunos hombres es tan abundante y llena la vulva de tal manera, que muchos llegan a creer que proviene de la mujer>.

<Chapoteador>.

<Así llamado porque produce un sonido semejante al chapoteo cuando entra en la vulva>.

<Rompedor>.

<Es un miembro vigoroso que se alarga y endurece como una vara o un hueso. Rompe fácilmente la virginidad>.

<Buscador>.

<Su nombre obedece a que, una vez en la vulva, comienza a moverse como si estuviera buscando algo. Busca el útero y no descansa hasta encontrarlo>.

<Frotador>.

<Recibe su nombre por no entrar en la vagina sin antes haberse restregado contra la vulva varias veces. A menudo se le confunde con el siguiente>.

>Fofo>.

<Es el que nunca consigue penetrar por ser demasiado blando y, por tanto, debe contentarse con frotarse contra la vulva hasta que eyacula. No proporciona placer a la mujer, puesto que sólo inflama sus pasiones y no logra saciarlas>.

<Explorador>.

<Así llamado porque penetra en lugares inusuales, toma nota del estado de las vulvas y sabe distinguir sus buenas y malas cualidades>.

<Descubridor>.

<Así llamado porque, al endurecerse y elevar la cabeza, levanta las ropas que lo ocultan y traiciona así a su amo, poniendo de manifiesto su desnudez. Tampoco teme exponerse ante vulvas desconocidas y levanta la ropa de la mujer impunemente. Es por completo inmune a cualquier sentimiento de vergüenza, no respeta a nadie y está absolutamente familiarizado con todo lo que respecta al coito. Conoce perfectamente la humedad, frescura, sequedad, estrechez, calidez y, en general, el interior de las vulvas. Hay otras vulvas, exteriormente perfectas, rollizas y de buen aspecto, cuyo interior dista de ser satisfactorio y no proporcionan placer a causa de su excesiva humedad o falta de calidez. Este miembro debe su nombre a la costumbre de buscar todo lo que pueda añadir placer al coito>.

<Éstos son los principales nombres que recibe el miembro viril según sus cualidades distintivas. Es lícito que los que encuentres esta lista insuficiente busquen otros nombres, aunque creo que éstos serán suficientes para satisfacer a la mayoría de mis lectores>.

Sobre los órganos femeninos

<Los siguientes son los nombres más usuales: pasillo, vulva, libidinosa, primitiva, estornino, grieta, encrestada, chata, erizo, taciturna, absorbedora, importuna, regadera, deseosa, bella, infladora, arrogante, dilatable, giganta, glotona, pozo sin fondo, bilabial, giba de camello, tamiz, movediza, anexionista, acomodadora, auxiliadora, arco, extensible, duelista, predispuesta, evasiva, resignada, húmeda, obstruida, abismo, mordedora, chupadora, avispa, calentadora, deliciosa>.

<Pasillo>

<recibe este nombre (el feuj) porque se abre y se cierra como la vulva de una yegua en celo>.

<Vulva>.

<Es un órgano rollizo que sobresale en toda su extensión. Tiene los labios largos, la abertura grande, los bordes separados y perfectamente simétricos, y el centro prominente. Es suave, seductora y perfecta en todos los detalles. Es, sin duda alguna, lo más agradable y mejor de todo. ¡Que Dios nos conceda una vulva así! ¡Amén! Es cálida, estrecha y seca hasta el punto que uno podría creer que acabará ardiendo. Su forma agraciada y de olor suave. Su blancura hace resaltar el carmín del centro. En una palabra, es perfecta>.

<Libidinosa>.

<Nombre atribuido a la vulva de una virgen>.

<Primitiva>.

<Nombre aplicable a cualquier vulva>.

<Estornino>.

<Aplicable a la vulva de una morena>.

<Grieta>.

<Es como una grieta en la pared, poco carnosa>.

<Encrestada>.

<Está provista d una cresta como la de un gallo que se eriza en el momento del placer>.

<Chata>.

<Tiene los labios delgados y una lengua minúscula>.

<Erizo>.

<Tiene la piel dura y el vello encrespado>.

<Taciturna>.

<Es la parca en palabras. Aunque un miembro la penetrara cien veces en un mismo día, ella no diría nada. Se contentaría con mirar>.

<Absorbedora>.

<Así llamada por la forma de exprimir el miembro. Inmediatamente después de la penetración, empieza a absorberlo y lo hace con tanto gusto que, si pudiera, absorbería también los testículos>.

<Importuna>.

<Esta vulva no desprecia ningún miembro. Si alguno pasara cien noches con ella y la penetrara cien veces cada noche, no se mostraría cansada ni satisfecha, seguramente pediría más. Con ella los roles se invierten: el miembro es el que se defiende y ella la que ataca. Sin embargo, se da con muy poca frecuencia, y sólo se encuentran en las mujeres que son de llama y fuego>.

<Regadera>.

<Cuando orina produce un murmullo fuerte>.

<Deseosa>.

<Existe sólo en unas cuantas mujeres. En algunas se trata de un don natural y en otras, del resultado de una abstinencia prolongada. Su rasgo distintivo es que busca el miembro y, cuando lo encuentra, se niega a liberarlo hasta que su fuego se ha extinguido>.

<Bella>.

<Seda este nombre a la vulva voluptuosa y blanca, redondeada como una cúpula. El ojo no puede apartarse de ella y el miembro no puede resistirse>.

<Infladora>.

<Así llamada porque, cuando un miembro llega a su entrada, se hincha y se eriza de inmediato. Procura una enorme satisfacción a quien la posee y, en el momento del placer, produce movimientos intermitentes>,

<Arrogante>.

<Está coronada por un pubis que recuerda a una frente imponente>.

<Dilatable>.

<Así llamada porque, al acercarse el miembro, parece cerrada e impenetrable, tanto que parece imposible introducir el dedo meñique, pero cuando el miembro la frota con su cabeza se ensancha considerablemente>.

<Giganta>.

<Es tan larga como ancha y se extiende en ambas direcciones, de lado a lado y desde el pubis hasta el perineo. Es la más hermosa que los ojos hayan podido contemplar. ¡Que Dios, en su bondad, nunca nos prive de una visión como ésta!>.

<Glotona>.

<Es la que tiene la garganta ancha. Si se ha visto privada del coito durante cierto tiempo y un miembro se le aproxima, lo deglute entero, como un hombre hambriento que se arroja sobre la comida y la traga sin masticar>.

<Pozo sin fondo>.

<Se aplica a la vagina que se prolonga indefinidamente. Requiere un miembro muy largo, puesto que ningún otro puede satisfacer sus deseos>.

<Bilabial>.

<Se aplica a la vulva de una mujer excesivamente fornida>.

<Giba de camello>.

<Está coronada por un monte de Venus que sobresale como la giba de un camello y se extiende entre los muslos como la cabeza de un becerro. ¡Que Dios nos permita gozar de una vulva así! ¡Amén!>.

<Tamiz>.

<Cuando esta vulva recibe un miembro, comienza a moverse de arriba abajo, de derecha a izquierda y de atrás hacia delante hasta quedar completamente satisfecha>.

<Movediza>.

<Cuando recibe el miembro, comienza a moverse violentamente y sin interrupción hasta que el pene llega la útero. No encuentra reposo hasta que la operación concluye totalmente>.

<Anexionista>.

<La vagina que, al recibir el miembro, lo apresa fuertemente como si quisiera absorber los testículos>.

<Acomodadora>.

<Este nombre se aplica a la vagina de la mujer que ha sentido el deseo de copular durante un tiempo. Satisfecha al ver un pene, le ayuda en los movimientos recíprocos. Ofrece servicialmente su útero y no podría ofrecer nada mejor. Si el miembro trata de visitar alguna parte en concreto, ella lo ayuda de buena gana de modo que ningún rincón quede sin explorar. Cuando llega el momento del goce y el miembro desea eyacular, la vagina atrapa su cabeza y le presenta el útero. Entonces, succiona el miembro empleando todos sus poderes para extraer el esperma destinado a fluir por el interior de su útero expectante. Y ciertamente, para una mujer con tal vagina, el placer es incompleto si el semen no inunda el útero>.

<Auxiliadora>.

<Esta vulva se llama así porque ayuda al miembro a entrar y salir o a moverse de arriba abajo. Mediante esta ayuda la eyaculación es fácil y el goce completo. Esta vulva vence incluso al hombre de eyaculación tardía>.

<Arco>.

<Es una vulva de gran tamaño>.

<Extensible>.

<Este nombre se aplica a pocas. Esta vulva se extiende desde el pubis hasta el ano. Se alarga cuando la mujer está tumbada o de pie, y se acorta cuando se sienta. Esto es lo que la diferencia de la redonda. Se asemeja a un magnifico pepino extendido entre los muslos. A veces, cuando la mujer se inclina, se adivina a través de las ropas ligeras>.

<Duelista>.

<Es la vulva que, una vez tiene el miembro en su interior, se mueve con él por temor a que se retire antes de que le disfrute sea completo. No siente placer a menos que succiones con fuerza y atrape el miembro férreamente. Algunas vulvas, animadas por un violento deseo de coito, ya sea por tendencia natural o como resultado de una prolongada continencia, avanzan hacia el miembro con la boca abierta como un niño hambriento hacia el pecho de su madre. Así se mueve esta vulva ante la cercanía de un miembro y, acto seguido, ambos se enfrentan hábilmente en un duelo. Mientras uno se lanza contra el adversario, el otro fintea para esquivar el ataque. El miembro puede entenderse como símil de una espada y la vulva como un escudo. El primero en eyacular es el vencido y, ciertamente, se trata de un encarnizado combate. ¡Así combatiría yo hasta la muerte!>.

<Predispuesta>.

<Se da este nombre a la vagina de una mujer apasionadamente encariñada con el miembro viril. Es aquella que, lejos de sentirse intimidada por un pene duro y rígido, lo trata con desprecio y reclama uno más duro. Es también aquella que, en lugar de sentirse atemorizada o avergonzada cuando alguno levanta las ropas que la cubren, da al miembro la más calurosa bienvenida, le permite reposar en su cúpula y, no contenta con haberle brindado asiento en el pubis, lo introduce y entierra completamente hasta que sus testículos exclaman: "¡Oh, qué desgracia! Nuestro hermano ha desaparecido. Se zambulló atrevidamente en este golfo y tememos por él. Tiene que ser el más valiente de entre los valientes para lazarse de este modo a una caverna". La vagina, al escuchar estos gritos y deseosa de aliviar estos temores por la desaparición de su hermano, exclama: "No temáis por él, aún vive y escucha vuestros lamentos". Y ellos replican: "Si lo que dices es cierto, déjalo salir para que los veamos". "No lo dejaré salir con vida", replica la vulva. Entonces, los testículos le preguntan qué crimen ha cometido y por qué debe ser condenado a muerte... ¡¿Acaso no bastaría con la cárcel o unos azotes? La vulva replica: "Por Aquel que ha creado los Cielos os digo que sólo muerto saldrá de aquí". Luego, dirigiéndose al miembro, le pregunta: "¿Oyes a tus hermanos? Apresúrate y muéstrate ante ellos, porque tu ausencia les aflige". Tan pronto como eyacula, el miembro, reducido a la mínima expresión, se presenta ante sus hermanos, pero ellos se niegan a reconocerlo, diciendo: "¿Quién eres tú, fantasma raquítico?" "Soy vuestro hermano y estaba enfermo – responde él -. ¿No habéis visto en qué estado me hallaba antes de entrar? Llamé a todos los médicos para consultar con ellos, pero ¡vaya médico encontré ahí dentro! Trató mi dolencia y me ha curado sin necesidad de examinarme". Los testículos replican: "Oh, hermano, nosotros sufrimos tanto como tú, puesto que somos parte de ti. ¿Por qué Dios no nos permitió seguir el mismo tratamiento?" Puesto que el semen fluye por ellos y aumenta su volumen, desean ser tratados también de su dolencia y dicen: "Oh, querido amigo, apresúrate y llévanos al médico para que nos cure. Él sabrá qué hacer, ya que conoce todas las enfermedades">.

<Evasiva>.

<Es el órgano de la mayoría de las vírgenes que, al no estar familiarizado con el miembro, cuando ven que se aproxima hacen todo lo posible para mantenerlo a raya, sobre todo si éste se insinúa entre sus muslos con intención de abrirse paso>.

<Resignada>.

<Es aquélla que, tras haber recibido el miembro, soporta pacientemente cualquier movimiento que éste quiera realizar. Es también la que puede sobrellevar con resignación las cópulas más prolongadas y violentas. Aún después de cien veces continúa resignada y, lejos de quejarse, da gracias a Dios. Muestra la misma resignación cuando la visitan varios miembros diferentes sucesivamente. Por lo general, se encuentran en mujeres de temperamento ardiente. Si pudieran hacer lo que les place, el hombre nunca conseguiría retirarse>.

<Húmeda>.

<El nombre habla por sí solo. Una secreción excesiva va contra el goce>.

<Obstruida>.

<Se presenta en raras ocasiones. El defecto que la caracteriza es a veces el resultado de una circuncisión mal realizada>.

<Abismo>.

<Es la que está siempre con la boca abierta y cuyo fondo queda más allá de la vista y de todo alcance>.

<Mordedora>.

<Es la que, una vez penetrada por el miembro, arde con tal pasión que se abre y cierra sobre él. Especialmente en el momento de la eyaculación, el hombre siente su miembro atrapado por una fuerte succión que lo atrae como un imán y lo vacía de esperma. Si Dios con su poder decreta que la mujer debe concebir, el esperma se concentrará en ella; de lo contrario, será expulsado>.

<Chupadora>.

<Es la vagina que, dominada por el ardor amoroso resultante de la continencia p las caricias frecuentes y voluptuosas, agarra el miembro y lo chupa con una fuerza capaz de drenar su semilla, del mismo modo que un niño mama del pecho de su madre>.

<Avispa>.

<Esta vulva se conoce por la fuerza y dureza de su vello púbico. Cuando el miembro se acerca, sufre un aguijonazo como el de una avispa>.

<Calentadora>.

>Ésta es la vulva más ligera de alabanza. El placer del coito se mide por el grado de calor que genera>.

<Deliciosa>.

>Tiene fama de proporcionar un placer inigualable, sólo comparable al que experimentan las bestias salvajes y las aves de presa, capaces e luchar hasta la muerte. Y si esto ocurre con los animales, ¡qué no ocurrirá con los hombres! Las guerras no tienen otra causa que la búsqueda de la voluptuosidad proporcionada por la vulva y que constituye el placer supremo de la vida. Es un anticipo de la felicidad que nos aguarda en el paraíso y sólo la visión del propio Dios la sobrepasa>.

<Es posible encontrar otros nombres aplicables al órgano femenino, pero el número citado me parece suficiente>.

Diversas observaciones útiles para el hombre y la mujer.

<Debes saber, oh, visir, que la información de este capítulo es de gran utilidad y que sólo podrás encontrarla en este libro. Sin duda, es preferible saber a ignorar. El conocimiento puede resultar nocivo, pero aún peor es la ignorancia>.

<La información que aquí presento concierne a asuntos que desconoces sobre las mujeres>.

<Había una vez una mujer llamada Moarbeda, una filósofa a quien se consideraba la persona más sabia de su época. Un día le plantearon varias cuestiones, algunas de las cuales enumero junto a sus respuestas:>

< - ¿En qué parte del cuerpo reside la mente de la mujer?>

< - Entre sus muslos –respondió ella>.

< - ¿Y dónde reside el placer?>

< - En el mismo lugar – contestó>.

< - ¿Y el amor y el odio por los hombres?>

< - En la vulva – dijo -. A los hombres que amamos, les entregamos nuestra vulva, pero rechazamos a los que odiamos. Compartimos lo que poseemos con el hombre al que amamos y nos contentamos con lo poco que él nos pueda ofrecer; si no tiene fortuna, lo aceptamos tal como es. Pero nos mantenemos a buena distancia de aquel a quien odiamos, por mucho oro que nos ofrezca>.

< -¿En qué parte de la mujer se encuentra el conocimiento, el amor y el gusto?>

< - En el ojo, en el corazón y en la vulva – respondió<.

<Cuando le pidieron que explicara esta respuesta, replicó:>

< - El conocimiento reside en el ojo, ya que con él juzgamos la belleza de las formas y el aspecto. Mediante este órgano, el amor penetra en el interior de la mujer y se instala en su corazón. Una mujer enamorada persigue el objeto de su amor y trata de asirlo. Si lo consigue, el ser amado se encuentra con su vulva. La vulva lo saborea y reconoce su sabor dulce o amargo. En realidad, es la vulva quien distingue por el gusto lo bueno de lo malo>.

< - ¿Qué clase de miembros viriles prefieren las mujeres? ¿Qué mujeres son más dadas al coito y cuáles lo detestan? ¿Qué tipo de hombres prefieren las mujeres y a cuales detestan?>

<A todo esto ella respondió:>

< - No todas las mujeres tienen la vulva del mismo tipo y también difieren en su manera de hacer el amor, así como en su amor y su aversión por las cosas. Las mismas diferencias existen en los hombres, tanto en lo que se refiere a sus órganos sexuales como a sus gustos. Una mujer de vulva carnosa y útero bajo buscará un miembro corto y grueso, que le llene por completo la vagina, sin estrellarse contra el fondo. Un miembro grueso y largo no la complacería. Una mujer con la matriz hundida y la vagina larga sólo deseará un miembro largo y grueso, de grandes proporciones, para que pueda llenarle la vagina por completo>.

<Esta mujer despreciará, por tanto, al hombre de miembro delgado, ya que no podrá satisfacerla>.

<Según sus temperamentos, las mujeres se dividen en los siguientes tipos: hipocondríacas, sanguíneas, flemáticas y mixtas. Las de temperamento hipocondríaco o melancólico no son muy dadas al coito y sólo les gusta practicarlo con hombres de su misma naturaleza. Las sanguíneas y las flemáticas adoran el sexo en exceso y, si encuentran un miembro, jamás lo dejarían salir de su vulva. Con ellas, también es necesario que el hombre sea del mismo temperamento para satisfacerlas, ya que, si una mujer de este tipo se casara con un hipocondríaco o un melancólico, estarían condenados a una triste cohabitación. Por lo que respecta a los temperamentos mixtos, no muestran una marcada predilección o rechazo por el coito>.

<Se ha observado que, bajo cualquier circunstancia, las mujeres pequeñas tienen un apetito sexual más pronunciado que las de dimensiones mayores. Sólo se contentan con miembros largos y potentes, en los que encuentran las delicias de su existencia y de su lecho>.

<También hay mujeres que adoran el coito que se realiza a las puertas de la vulva. Cuando el hombre que las monta quiere introducir su miembro en la vagina, ellas lo expulsan con la mano y lo dejan entre los labios de sus partes naturales>.

<Tengo razones para creer que esto sólo ocurre con las jóvenes o las mujeres que no están acostumbradas a estar con hombres. Ruego a Dios que nos libre de estas mujeres y e las que no pueden entregarse a los hombres>.

<Hay mujeres que se doblegan ante los deseos de su esposo para satisfacerle con el voluptuoso placer del coito sólo cuando éste les pega o las maltrata. Alguna gente atribuye esta conducta a la aversión de la mujer ya sea al coito en sí o a su marido, pero no tiene nada que ver con eso. Es tan sólo cuestión de temperamento>.

<También hay mujeres que no dan importancia al coito porque todos sus pensamientos se centran en la grandeza, el honor personal, las ambiciones y otras cosas del mundo. En otros casos, esta diferencia responde, como no podría ser menos, a la pureza de corazón, a los celos, a una marcada tendencia a perderse en otros mundos o, finalmente, al recuerdo de violentos pesares. Además, los placeres que sienten con el coito no dependen sólo del tamaño del miembro, sino también de la configuración particular de sus partes naturales. Entre estas mujeres, destaca la vulva conocida como morteba, por su forma cuadrada, o mortafa, por su protuberancia. Esta vulva se proyecta hacia fuera cuando la mujer está en pie y cierra las piernas. Arde en deseos sexuales, su orificio vaginal es estrecho y se lo conoce como keulihimi, el presionado. La mujer con esta vulva desea sólo miembros grandes que no tarden demasiado en ofrecerle el orgasmo. Aunque esta característica la comparten otras mujeres>.

<Sobre las ansias del hombre por copular, debo decir que también son adictos al acto, aunque en mayor o menor medida, de acuerdo con sus diferentes temperamentos, que también son cinco, como en el caso de la mujer, con la diferencia de que la atracción de la mujer por el miembro suele ser más fuerte que la del hombre por la vulva>.

<A la pregunta: ¿Cuáles son los defectos de la mujer?, Moarbeda respondió:>

< - Lo peor de todas las mujeres se encuentra en la que empieza a chillar cuando su esposo quiere tocar su cuerpo para satisfacer sus necesidades. En la misma línea está también la que divulga los asuntos que su marido quiere mantener en secreto>.

<Al preguntarle: ¿Hay aún más mujeres malas?, ella añadió:>

< - Está la mujer celosa y la que alza la voz para tapar la de su marido. También la que provoca escándalos; la que riñe, y la que siempre desea alardear de su belleza ante los hombres y es incapaz de permanecer en casa. Añadiré también que la mujer que ríe mucho y se deja ver constantemente a la puerta de su casa, puede considerarse una prostituta errante>.

<Pero también hay mujeres que se entrometen en lo asuntos de los demás: mujeres que siempre se están quejando; mujeres que roban a su marido; mujeres cuyo temperamento es desagradable y despótico; mujeres que no quieren compartir el lecho conyugal; mujeres que incomodan a sus maridos haciéndose con demasiado espacio en la cama, y, finalmente, mujeres inclinadas a la mentira, la traición, la calumnia y la difamación>.

<Existen también mujeres que se sienten desgraciadas en todo lo que hacen; mujeres que siempre están dispuestas a criticar y censurar; que sólo invitan a sus esposos a ejecutar el deber conyugal cuando les conviene; que hacen ruido en la cama. Finalmente, se encuentran las que carecen de vergüenza, las estúpidas, las charlatanas y las curiosas>.

<He aquí los peores especimenes femeninos>.

Sobre lo que hace placentero el acto de generación

<Debes saber, oh, visir, que las cosas que tienden a desarrollar la pasión por el coito son seis: un amor ardiente, la abundancia de esperma, la propincuidad de la persona amada, la belleza del rostro, una dieta adecuada y el contacto>.

<El placer extremo que se origina en una eyaculación impetuosa y abundante depende de una circunstancia: es imperativo que la vagina sea capaz de succionar. En tal caso, se aferra al miembro y succiona el semen mediante una atracción irresistible, sólo comparable a la de un imán. Una vez la succión atrapa al miembro, el hombre no puede evitar la emisión de semen y el miembro continuará fuertemente apresado hasta que haya sido completamente drenado. Sin embargo, si el hombre eyacula antes de que la succión se produzca, el placer llegará, pero será más bien escaso>.

<Ha de saber que hay ocho cosas que favorecen el coito: salud, sosiego, ausencia de preocupaciones, ánimo alegre, dieta generosa, riqueza y variedad en los rasgos y complexión de la mujer>.

<Donde la obra termina>

<Haz de saber, oh, visir, que este capítulo contiene toda la información de mayor utilidad para que un hombre de cualquier edad pueda aumentar su potencia sexual>.

<Escucha lo que el más sabio y erudito jeque ha de decir a los hijos del Altísimo>.

<Aquel que, después del ayuno, cada día coma yemas de varios huevos, hallará en este alimento un enérgico estimulante de su potencia sexual. Lo mismo puede decirse de una dieta de yemas de huevo y cebolla picada durante tres días>.

>Aquel que hierva unos espárragos y los fría luego en grasa, añadiéndoles algunas yemas y condimentos, y coma estos todos los días, verá sus deseos y potencia considerablemente fortalecidos>.

<Aquel que pele unas cebollas y las ponga en un cazo con condimentos y especias aromáticas, y luego fría esta mezcla con aceite y yemas, si come esto durante varios días, adquirirá un vigor para el coito que sobrepasará toda expectativa>.

<Si se bebe habitualmente leche de camella mezclada con mirra, canela y pimienta verá crecer el vigor de sus erecciones y su capacidad para copular>.

<Su miembro permanecerá tan túrgido que dará la impresión de no poder volver nunca a su estado de reposo>.

<Aquel que desee estar activo durante toda la noche y, dada la inmediatez del deseo, no haya podido realizar los preparativos mencionados, puede recurrir a la fórmula siguiente: freirá un buen número de huevos en grasa y mantequilla frescas y, una vez listos, los mezclará con miel. Si come tanto como pueda, junto con un trozo de pan, podrá consolar y confortar durante toda la noche>.

<Existen además otras bebidas de excelente valor entre las que figura la siguiente: mezclar una medida de jugo de cebolla con dos medidas de miel clarificada. Calentar a fuego lento hasta que el jugo desaparezca y sólo quede la miel. Retirar la mezcla del fuego y dejar enfriar. Reservar hasta el momento de su uso. Mezclar una onza del preparado con tres onzas de agua y remojar garbanzos en la mezcla durante veinticuatro horas. Esto se bebe en invierno y por la noche, justo antes de irse a la cama. Basta con una pequeña dosis. Durante esa noche, el miembro del hombre que lo tome no encontrará reposo. Si se toma una dosis durante varios días consecutivos, el miembro permanecerá rígido. Un hombre de temperamento ardiente no debe emplear este remedio, ya que podría provocarle un acceso de fiebre. Es desaconsejable tomar este remedio más de tres días seguidos, a menos que se trate de un anciano o de un hombre de temperamento frío. En ningún caso debe tomarse en verano>.

 

<Al escribir este libro,

ciertamente he pecado.

De tu perdón, Señor,

estoy más que necesitado,

por si el último día me has de absolver,

que todos mis lectores me sigan

con un sonoro...¡AMEN!

Ficha bibliográfica:

al-Nefzaqui - "El jardín perfumado" - Ediciones B S.A. – Barcelona - 2005