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Supergirl y la Dama Negra

en Parodias

Supergirl y la Dama Negra

 

El cuarto permanecía en la semioscuridad proporcionada por una única bombilla que pendía del techo. En el centro, una silla de madera. En la silla, una musculosa, alta y hermosa mujer negra de treinta y pocos años. Frente a ella, una rubia de, aparentemente, veinte y tantos años. Pero solo aparentemente. La rubia, también muy hermosa, también muy musculosa, es ni más ni menos que Supergirl, la más famosa y poderosa heroína jamás conocida. Supergirl está vestida con un delicioso uniforme de superheroína que enfatiza su belleza: sus muslos – duros y musculados – al aire, sus piernas de rodillas hacia abajo, cubiertas por unas botas rojas de medio tacón; una falda muy corta, azul, que amenaza con descubrir lo que hay debajo al menor movimiento. Luego, el vientre, plano, muy musculoso, desnudo, en el cual brilla con luz propia un maravilloso ombligo. Al fin, los pechos, unos pechos grandes y rotundos, firmes y muy apetecibles, cubiertos por una ajustada malla azul que termina justo debajo de los mismos y que se prolonga por toda la superficie de los brazos, hasta terminar en las muñecas. La famosa S de Supergirl brilla escarlata en medio de los pechos de la superheroína, que no usa máscara, dejando al descubierto su bello rostro de ojos azules enmarcado en una cabellera rubia que se derrama sobre los hombros con indolencia.

Supergirl sonríe un poco.

Frente a ella, se encuentra una famosa delincuente, o más bien, una famosa supervillana de oscura piel negra, la bellísima Dama Negra. La Dama Negra lleva un uniforme de color negro oscuro, una malla de látex que se ajusta como una segunda piel a su atlético cuerpo, dejando adivinar unas piernas perfectas, fuertes y musculosas, un vientre plano y tan musculoso – o más – que el de Supergirl y unos pechos grandes, muy grandes, más grandes que los de la superheroína. El hermoso rostro de ébano, ataviado con una larga cabellera negra, no deja traslucir ninguna emoción. Unos ojos negros y profundos brillan en él , mirando con dureza a la rubia superheroína.

Supergirl piensa que ha sido una suerte que sus compañeras, un grupo de superheroínas que llevaba tiempo detrás de la Dama Negra, la hayan al fin capturado, pues es una pieza difícil de cazar. Y allí está ella, custodiándola, como un favor a sus amigas, que se han ido a capturar al resto de la banda de la Dama Negra. No es problema para Supergirl. En primer lugar, ella es la chica de acero, la superheroína invencible, y en segundo lugar, la Dama Negra está atada. Lleva las manos atadas fuertemente a la espalda, con una cuerda que parece ser muy fuerte. Le va a resultar muy difícil salir de allí.

Los ojos de la Dama parecen querer perforar el cerebro de Supergirl, que, a pesar de su poderío, no puede evitar sentirse molesta, intimidada casi, por aquella mirada.

Supergirl pasea de un lado a otro, intentando evitar la mirada penetrante de la malvada, pero no puede. Aquella mirada la traspasa, la domina, la insulta.

-¿Estás nerviosa, Supergirl?- le pregunta la Dama Negra, con un matiz helado en su voz aterciopelada. La superheroína se vuelve hacia la atada supervillana y nota que aquellos hermosos ojos negros la miran ahora con indisimulada sorna, casi con pena. Supergirl aparta de sí esos pensamientos.

-¿Nerviosa? Te recuerdo, Dama Negra, que estás atada. Y que yo soy Supergirl. Este es tu fin y no puedes hacer nada para evitarlo. Tu malvada carrera ha llegado a su final.

-¿Estás segura?- inquiere la Dama Negra. Y a la vez que hace esa pregunta, en su boca, apretada entre sus labios aparece una brillante pepita verde. Una luminosa, hermosa y brillante pepita…de kriptonita, el único material capaz de eliminar los superpoderes de Supergirl..

La valerosa superheroina tarda en comprender. Y se acerca demasiado a la atada y aparentemente dominada malvada. Ésta sonríe, con la pepita en la boca. Y entonces, Supergirl, aterrorizada, entiende la terrible verdad: aquella pepita brillante y verde es kriptonita. La Dama Negra quería ser capturada, suponía que tendría una oportunidad de enfrentarse a solas con Supergirl y de sacar la pepita…y entonces…ah, entonces. Supergirl retrocede, pero es demasiado tarde. La hermosa rubia empieza a sentirse mareada, las fuerzas la abandonan.

-¿Te sientes mal, Supergirl?- le pregunta la Dama Negra, escupiendo la pepita y lanzándola al suelo, más cerca aún de la deliciosa superheroína en faldita.

-¡¡Ohhhh…nooo…es kriptonita…eso es…ahhhh…malvada…malvada…Dama Negra…es…ahhhh!!- gime Supergirl, retrocediendo, asustada.

El mineral cumple su cometido. Supergirl, ahora, no es más que una joven musculosa y entrenada, pero no es invencible. La Dama Negra se levanta. Y Supergirl constata que su enemiga es muy fuerte, muy musculosa y alta.

-¡Quieta!- le dice Supergirl a la Dama Negra- Aún estás atada y aunque yo ya no sea invencible, todavía soy muy fuerte para ti…así que quédate dónde estás y no te muevas. Será mejor para ti.

-¡No me digas, Supertonta!- exclama la Dama Negra, lanzándose al ataque. Aún con las manos atadas a la espalda, la hermosa luchadora negra sorprende a Supergirl y consigue darle una fuerte patada en el estómago.

-¡Aaauuugghhh!- grita la chica de acero, doblándose por la cintura.Supergirl pierde el aliento, nunca había sido golpeada de aquel modo. Intenta recuperarse, es fuerte y sabe como combatir, pero la Dama Negra es rápida y muy, muy fuerte. Rauda como el viento, la malvada supervillana vuelve a golpear a Supergirl, dándole otra patada - potentísima - en el culo. Supergirl es proyectada en el aire y vuela unos metros, hasta estrellarse brutalmente contra una pared.

-¡¡Aaaargggghhh!!- grita Supergirl. Se ha dado un terrible golpe en la cabeza, y el dolor es insoportable. Supergirl intenta incorporarse.

-No...no podrás...conmigo...soy...Super......¡¡aaauuggghhh!!-

La Dama Negra golpea de nuevo, sin dificultad. Esta vez, patea a placer la cara de Supergirl, no una, sino dos veces, haciendo que un reguero de sangre brote de la boca de la hermosa rubia. Supergirl está casi fuera de combate, con la mente paralizada por el hecho de haber sido golpeada repetidas veces por una mujer atada...o casi, porque la hermosa malvada ha conseguido desatarse, aprovechando el movimiento y el hecho de estar en pie y libre. Ahora, la Dama Negra tiene las manos libres y Supergirl traga saliva: si casi la ha derrotado del todo con las manos atadas...¿ qué no hará ahora que tiene las manos libres?

-Voy a por tí, Superboba- dice la Dama Negra. Y dando un salto se planta ante Supergirl. La superheroína intenta golpearla con todas sus fuerzas, pero es inútil: las patadas recibidas la han dejado sin fuerzas y sin eficacia y yerra el golpe. La Dama Negra contraataca y le propina un fuerte puñetazo en pleno estómago a Supergirl.

-¡¡Aaaauuuuugggghh!!- exclama la golpeada superheroína, sintiendo que los ojos se le nublan. Nunca había recibido tal paliza, nunca habría creído que eso fuera posible. Pero lo era. Aquella bella mujer negra la estaba golpeando a placer. Supergirl cae de rodillas, casi sin aliento. La Dama Negra espera, sonriente. Luego, la superheroína se incorpora, poco a poco, y mira, desafiante, a su enemiga:

-Soy...soy...Super......¡¡aaaaagggghhhh!!- no puede terminar. La Dama Negra le da dos puñetazos seguidos en toda la cara. Supergirl ahora sangra por la nariz y la boca y la vista se le nubla aún más. La Dama Negra está ardiendo de deseo, aquella hermosa rubia está a su merced. ¡ La más famosa superheroína, vencida y postrada ante ella! Supergirl pierde fuerzas, las rodillas se le doblan. La Dama Negra no pierde el tiempo y abofetea a la derrotada superheroina, una y otra vez, lanzando la cabeza de Supergirl a un lado y a otro, como si fuera de goma.

-No...por favor...no...ahhh...ahh..ay...¡ay!- grita Supergirl. La Dama Negra contempla su obra. Ha vencido a Supergirl, la ha derrotado del todo. La propia Supergirl lo sabe y mira aterrada a su enemiga. Si, la superheroína reconoce que ha perdido, que le han dado una paliza. No puede con aquella mujer, es demasiado fuerte para ella. Debe rendirse antes de que la mate a golpes.

-Por...por favor...me...me rindo...Dama Negra...me rindo...no me ...mates, por favor...no me pegues más...no me pegues más...- balbucea Supergirl, llorosa, temblando de miedo, sin casi tenerse en pie. La Dama Negra admira la belleza de la derrotada rubia unos instantes. Luego, se acerca más a ella y le lame la cara, un lametón largo y untuoso.

Slurp.

-Hummm- dice- sabes muy bien, Supergirl...

La superheroína está empezando a recuperarse, su fortaleza física es impresionante. Pero no la moral. Se siente totalmente derrotada y sobre todo, sabe que si vuelve a luchar, aquella mujer la vencerá facilmente. El lametón de la Dama Negra la ha cogido por sorpresa. Asustada ante tamaño atrevimiento, Supergirl retrocede, un tanto asqueada. La Dama Negra le da una bofetada, potente, sorpresiva, inapelable.

-¡Aaayyy!!- grita Supergirl- No...por favor...no me pegues más....por favor...

-¡Zorra!¡Puta!- exclama la Dama Negra, con fuego en los ojos-¿Como te atreves a rechazarme?¡Como te atreves!¡Te he vencido, estúpida!¡Te he derrotado fácilmente, no he necesitado ni cinco minutos para ponerte a mis pies!¡Y me rechazas!

-No...yo...yo...por favor...yo- tartamudea Supergirl, sin saber qué hacer ni qué decir. La Dama Negra se abalanza sobre ella, y de un tirón le sube la parte superior del uniforme hacia arriba, dejando a la superheroína con las tetas fuera.

-¡Ooooohhh...noooo!!- grita Supergirl, un segundo antes de taparse las tetas con ambas manos.- No...qué...qué...haces...

La Dama Negra no se detiene. Excitada, le baja la faldita a Supergirl.

-¡¡Ooooohhhh, noooo, por faavoor!!- grita la vencida cazadora de criminales. La Dama Negra, cachonda, contempla las finas y estrechas braguitas que lleva Supergirl, unas braguitas de color blanco.

-Ya estoy harta de tus gritos y de tus tonterías, Superpayasa- le dice la Dama Negra, realmente enfadada. Y antes de que Supergirl pueda prepararse, la potente supermalvada se lanza sobre ella y le da cuatro puñetazos seguidos en plena cara.

-¡¡Aaauuuggghh!!¡¡Aaaayyyyy!!¡¡Aaaaaargggh!!¡¡Ayyyy!!- grita la golpeada Supergirl, que intenta, sin exito, parar los terribles golpes. Al hacerlo, sus brazos se  mueven y se separan de sus desnudos pechos, por lo que ahora, la Dama Negra puede admirar las tetas de su derrotada enemiga.

La Dama Negra se retira unos pasos. Supergirl, tambaleante, intenta caminar, hacer algo, pero tropieza en su propia faldita, que estaba arremolinada en torno a sus pies, y se cae estúpidamente al suelo.

-¡Aaayyy!- grita de nuevo Supergirl, sangrando aún más por la nariz y por la boca, con los ojos amoratados por los golpes recibidos. Intenta de nuevo incorporarse y solo logra quedarse a cuatro patas, como una perra.La Dama Negra se sitúa tras ella y le agarra las bragas con una mano.

-¡No...por favor, Dama Negra, las bragas no...las bragas noooo- gime Supergirl, mientras avanza un poco a gatas por el suelo, en un patético intento por escapar de las garras de la Dama Negra. Pero es inútil. La musculosa malvada aprisiona por la cintura a Supergirl, la detiene con facilidad y luego, en un instante, le quita las bragas, bajándoselas por todas las piernas hasta despojarla de la más íntima prenda.

-¡Oh, no , me has quitado las bragas!¡Malvada!¡Malvadaaa!¡Malvaummpfffgggg!- Supergirl no puede seguir gritando. La Dama Negra le ha metido las bragas por la boca, para hacer que se calle , cosa que consigue. Luego, arrastra a la superheroína agarrándola por el pelo, se sienta en la silla y se pone a Supergirl sobre las rodillas, boca abajo.

-Nommmpffff...popmmmf fapppommmpf....- gime Supergirl, ahogándose con sus propias bragas metidas en la boca. La Dama Negra sonríe satisfecha, admirando el espléndido culo desnudo de la superheroína, que ahora solo lleva encima sus botas rojas y la parte superior de su uniforme, remangado por encima de sus grandes tetas.

-Bonito culo, puta- le dice. Y luego, alzando la mano derecha, la deja caer con violencia irresistible, azotando sin piedad el culo de la derrotada superheroína.

-¡¡Aaammmpfff!- grita Supergirl. La mano de la Dama Negra es fuerte e implacable y desciende una y otra vez con fuerza inaudita sobre las desnudas nalgas de Supergirl, que gime de dolor, con el culo enrojeciéndose más y más a cada golpe.

-¡Toma, zorra, toma esto!¡Y esto !¡Y esto!¡Ja, ja, ja, ja!- grita la Dama Negra, excitada, caliente, con la mano también enrojecida a causa de los azotes que le está propinando en el culo a Supergirl, que no deja de gemir.

-¡Nooommmpffffpofavoommmpfff!- la pobre superheroína apenas puede hacerse entender, puesto que tiene la boca ocupada con sus propias bragas. De todos modos, sus protestas son inútiles. La Dama Negra continúa golpeándola sin piedad, dándole un azote tras otro, más fuerte cada vez, hasta que a Supergirl el culo le arde de dolor.

-¡Plaf!¡Plaf!¡Plaf!- se oye en la habitación, el gomoso ruido que hace la mano de la Dama Negra al estrellarse contra las nalgas enrojecidas de Supergirl. Poco a poco, no obstante, los golpes se van espaciando. La Dama Negra está cansada y le duele la mano. Así pues, en un momento dado deja de azotarle el culo a Supergirl, que suspira con alivio.

-¡Mmmmpfff!-

-No te hagas ilusiones, puta, que todavía no he terminado contigo- le dice la Dama Negra. Luego, le quita a Supergirl las bragas de la boca. La pobre superheroína respira hondo, con ansiedad, cuando su boca se ve libre de aquella prenda.

-¡Aaahhh!- gime Supergirl. Pasan los minutos. La Dama Negra no actúa y Supergirl sabe que debería hacer algo, luchar, levantarse siquiera. Pero no se decide. Aquella hermosa negra es demasiado fuerte para la rubia superheroína y ésta lo sabe. Así pues, sintiéndose, por vez primera en su carrera, total y absolutamente derrotada, no hace nada. Nada de nada. La Dama Negra, por su parte, si lo hace. Estaba esperando la reacción de Supergirl, pero al ver que no se produce, comprueba que la superheroína no va a luchar y que se considera derrotada. Entónces, agarra el uniforme de la bella rubia, que aún le cubre los brazos, y tira de él hacia arriba, con fuerza, sacándoselo de un golpe.

-¡Oh, no, por favor, no, no me quites el uniforme!- suplica Supergirl, agitando sus piernas en el aire, sin moverse siquiera. El uniforme le daba cierta sensación de pudor, de que aún no estaba desnuda del todo. Pero sin él, la sensación desaparece. La Dama Negra le quita el uniforme y contempla por un momento la S de Supergirl grabada en el mismo. Sonríe. Luego, sin pausa, empieza a quitarle las botas a Supergirl.

-¡Oh, las botas...por favor, no me quites las botas, es lo único que me queda!- suplica Supergirl, casi llorando, pues si pierde las botas, lo perderá todo.

-Oh, no seas llorona- le dice riendo la Dama Negra. Y con un elegante movimiento de sus brazos, le quita las botas a Supergirl.

-¡¡Oooohh!!- exclama Supergirl, que ahora está totalmente desnuda. La Dama Negra se regodea, contemplando la belleza de la desnuda Supergirl. Contemplando las piernas hermosas y musculosas de aquella invencible mujer, contemplando su deliciosa espalda, contemplando su magnífico culo, enrojecido por los azotes recibidos. Supergirl ya casi no sangra y los golpes recibidos en la cara no se le notan demasiado. Asi, su rostro aparece atractivo y apetecible para la supervillana, que empieza a relamerse con antelación.

Supergirl está casi bloqueada mentalmente. Nunca antes la habian derrotado, y por supuesto, nunca antes se había encontrado en una situación como esta, desnuda sobre las rodillas de una hermosa mujer. Es una situación extraña, y su cuerpo reacciona de forma extraña también, pues la verdad es que se está poniendo ligeramente cachonda. La superheroina nota que su sexo empieza a temblar de deseo, a hacerla sentir bien. La Dama Negra separa los muslos de Supergirl y así puede ver con más detalle el coño de la superheroína.

-¡Hummmm!- gime la Dama Negra, relamiéndose- Bonito chocho el que tienes, Superboba- le dice, mientras acaricia los labios exteriores del sexo de la superheroína.

-¡Oooohhh...noooo...que haces...no me toques...ahí...ahhhh!!- suplica, inútilmente, Supergirl. El contacto de sus labios vaginales con los dedos de la Dama Negra es electrizante y Supergirl apenas puede disimular la excitación que empieza a embargar a su cuerpo largo tiempo dormido. La Dama Negra acerca su cara aún más al sexo de su vencida contrincante. El coño de Supergirl es grande, de hermosos labios y un color rojizo claro muy atractivo.

-Humm...veamos- susurra la Dama Negra. Y mete un dedo en el coño de Supergirl, mientras con otro dedo le frota el clítoris a la superheroína.

-¡No...ahhh...noooohh...no me hagas esto, por favor...no...puedes hacerlo...ahhhh...!- gime Supergirl, con el coño mojándose más y más por momentos. El clítoris de la superheroína se pone duro en cuestión de segundos. Es un clítoris grande y bastante grueso, que hace las delicias de la Dama Negra.

-¿Te gusta...puta?- le dice la Dama Negra- Claro que te gusta , zorra, estás toda mojada. Y eso que todavía no he hecho casi nada, solo meter mi dedito en tu chochito.

-Ohh....no...sigas...ahhh...por favor...te lo suplico...me has derrotado...estabas atada y me has vencido facilmente....¿no es suficiente para tí, malvada?...ahhh...noooo- gime Supergirl.

-No, no lo es- dice la Dama Negra, con voz repentinamente dura. Y entónces, la supervillana se levanta de un golpe. Supergirl cae al suelo con estrépito.

-¡Ay!- grita la superheroína. La Dama Negra se pone en pie y, ante los atónitos ojos de Supergirl, empieza a desnudarse.

-¡Oh, no, no lo hagas, no te desnudes!- le pide, llorosa, Supergirl, que intuye lo que vendrá a continuación. Pero es inútil, claro. La Dama Negra no tarda nada en despojarse de su malla negra y ajustada y pronto la hermosa, musculosa y atlética mujer negra se muestra totalmente desnuda ante su derrotada enemiga. Supergirl, tragando saliva, contempla a aquella bellísima mujer, sus potentes piernas, sus musculos a la vista, sus enormes y voluptuosas tetas, más grandes que las de ella misma, y sobre todo, su acerado rostro, de mirada glacial, que la domina desde las alturas. La Dama Negra se da la vuelta un instante para recoger su uniforme y ponerlo bien plegado sobre la silla. Supergirl puede así verle el enorme y potente culo, y la superheroína siente un ardiente temblor en el sexo que casi la vuelve loca. La Dama Negra vuelve a situarse de cara a Supergirl, que no se ha atrevido a levantarse y permanece en el suelo, casi a cuatro patas, como una perra derrotada...y asustada. La supervillana, despacio, se sienta en la silla, y separa sus piernas, mostrando toda la esplendidez de su gran coño desnudo, recubierto en la parte superior por una ligera capa de vello púbico. Supergirl ve el chocho de su enemiga, ve que es grande y enrojecido, de largos labios y con un clítoris también grande y jugoso.

-Creo que ya sabes lo que quiero- dice la Dama Negra, con voz fría. Supergirl retrocede impulsivamente. Luego, se detiene, y permanece a cuatro patas, algo alejada de su enemiga, que está ante ella, sentada, abierta de piernas y mostrándole el sexo abierto y mojado.

-No me hagas repetírtelo, Supergirl, no te gustaría, creeme.- le dice la Dama Negra, mirándola con sus ojos negros, atravesándola con la mirada. Supergirl, entónces, se siente dominada por completo, rota hasta en lo más profundo. Sabe qué es lo que la Dama Negra le está pidiendo. Sabe que es algo abominable, innombrable, obsceno y antinatural, pero sabe tamibién que va a hacerlo, porque le tiene miedo a aquella poderosa, hermosa y musculosa mujer negra, que la sojuzga tan solo con la mirada. Abochornada, destruida por aquella su primera y total derrota, Supergirl avanza despacio, a cuatro patas, cimbreando su delicioso y atlético cuerpo desnudo, hacia la Dama Negra, que la espera, abierta de piernas.

-Vamos, así, muy bien, Superboba-  le dice su enemiga. Supergirl avanza un poco más, e introduce su cabeza entre los muslos de la Dama Negra. Ahora puede oler a fondo el aroma que desprende el voluptuoso y mojado sexo de la malvada, que sonríe, ansiosa. Supergirl no se atreve ni a mirar a su enemiga. Derrotada, sintiéndose por vez primera en su carrera totalmente humillada, saca la lengua y empieza a lamer la apetitosa raja de la Dama Negra.

-¡Aaahhhhhh!¡Siiii!¡Asiii...ahhh...mmmhh...más adentro, Supergirl, más adentroooo...ahhhh...!- gime la Dama Negra, meneando el cuerpo en medio de increibles oleadas de placer. Supergirl, casi llorando de rabia y de humillación, introduce su lengua dentro del coño de la Dama Negra.

-Slurrp...slurp...mmhh...slurp- lame Supergirl, metiendo bien adentro su lengua, sin olvidarse de darle varios lametones al clítoris endurecido y abultado de la Dama Negra.

-¡¡Oooohhh...siii...ahhh...sigue...ahhh...siguee...PUUUTAAAA!- exclama la Dama Negra, cerrando los ojos, gimiendo de placer, babeando casi, mesando con sus manos los rubios cabellos de Supergirl. La superheroína está estupefacta. Algo no va bien del todo, puesto que sus propios pezones se han endurecido, y su mismísimo sexo está mojándose mucho más de lo debido. El olor , el sabor de aquel sexo de mujer, el hecho de estar humillada por completo, desnuda y a cuatro patas, con la cabeza entre los muslos de su contrincante, todo ello junto, hace que Supergirl se esté poniendo, muy a su pesar, cachonda.

-Slurp...slurp...slurp....mmmmhhh...ahhh...- Supergirl se está llenando la boca con los jugos que la Dama Negra ha empezado a derramar. La superheroína saborea, obligada, aquella cremosidad que invade su lengua y nota que eso la excita aún más. Demasiado abrumada y humillada, cree que es su deber mostrarse digna ante su enemiga. Deja de lamer, alza el rostro hacia la Dama Negra y suplica, con voz quejumbrosa, una sombra apenas de la poderosa voz de la superheroína invicta que era hasta no hace ni una hora:

-Oh, por favor, Dama Negra, no me obligues a seguir...ya me has derrotado...me has humillado...déjame ir, te lo suplico, no le diré nada a nadie, y tú también te podrás ir, nadie sabrá esto y...

La Dama Negra, enfadada, le suelta una terrible bofetada a Supergirl.

-¡¡PLAAAF!!-

-¡Aaayyy!- gime Supergirl, dejando escapar una lágrima y frotándose la mejilla recién golpeada con una mano.

-¿Cómo te atreves, estúpida?¡Te tengo dominada, y harás lo que yo diga y lo que yo quiera!¡Puta barata!¡Sigue chupando, si no quieres que te de otra bofetada!- ordena la Dama Negra, poniendo sus pies desnudos sobre la espalda de la musculosa superheroína. Supergirl, sin esperanzas, vuelve a meter la cabeza bien adentro, entre los muslos oscuros de la Dama Negra ; saca la lengua y penetra con ella en el sexo caliente de su enemiga, la cual empieza a gemir de placer.

-¡Aaaahhh...sii...siguee...puutaa...ahhh...mmmhhh...siiguee...tienes una lengua tan, pero tan sucia, Supertonta...ahhhh....!- jadea la Dama Negra, con su escultural y musculoso cuerpo desnudo vibrando de gusto y de excitación. La superheroína, humillada, intenta no pensar y mete la lengua hasta el fondo, lamiendo a conciencia el coño de la mujer que acaba de vencerla. Supergirl tiene la nariz llena con el aroma del coño de la Dama Negra. Sin poderlo evitar, la joven y atractiva rubia empieza a ponerse más que cachonda, sintiendo que el sexo se le moja cada vez más. No quiere que eso suceda y se siente muy mal por ello, pero es algo inevitable: se está excitando. Y así, excitada, Supergirl lame el clítoris endurecido de la Dama Negra. Lo lame y lo chupa, una vez y otra y otra, con gran rapidez y habilidad, sobre todo teniendo en cuenta que es novata en esto del amor lésbico. Pronto la malvada no puede más. A la excitación de la lucha, a la excitación de ver a Supergirl completamente desnuda y humillada ante ella, se une ahora esto, los largos y deliciosos lametones que la superheroina le está dando en el coño. No puede más. Lo intenta, pero es inútil resistirse.

-¡¡¡Ooooohhh....PUUUUTAAA....ME COOORROOOO...AHHHH...MMMMHH...PUUTAA...AHHHH!!- gime la Dama Negra, corriéndose a borbotones sobre y dentro de la boca de Supergirl, que no tiene otro remedio que tragar como puede la avalancha cremosa y olorosa que invade su garganta.

-Slurp...mmm...glug, glug, glubs...ahhh...mmmhh....slurp...-

La Dama Negra se corre durante largo rato. Lanza chorros y más chorros de ardiente cremosidad dentro de la boca de la humillada superheroína, mientra arquea su cuerpo y sus potentes piernas aprisionan a su víctima por los costados.

-Aahhh...ahhh...al fin...ha sido increible- dice la Dama Negra, cuando el orgasmo termina, dejándola con cara de satisfacción y felicidad, mientras mira a Supergirl. La luchadora caza criminales aún está a cuatro patas, como una perra, con la mirada fija en el suelo. Tiene la cara y los labios manchados con los jugos recién derramados por la Dama Negra, y es evidente, por la rotunda coloración escarlata de su rostro, que se siente avergonzada por lo que ha hecho. Sabe que nada volverá a ser igual en su vida. A veces había pensado vagamente en como se sentiría si alguien lograba derrotarla algún día. Ahora, ese día ha llegado, y no solo ha sido derrotada por otra mujer, sino que además, esa mujer la  ha humillado de un modo increible, que jamás había imaginado. Por eso, Supergirl ni se atreve a mirar a la cara a la Dama Negra; se siente doblegada, vejada, dominada por completo. Su espíritu de lucha ha cedido y ahora no sabe lo que va a pasar. Pero la Dama Negra si que tiene una idea.

- Superboba- le dice, tocándole la cara a la superheroína con un pie- Vamos, levántate, y túmbate sobre el suelo, boca arriba. Ah, y separa tus piernas. Quiero verte el chochito.

Supergirl, aturdida, no duda en obedecer. Se tumba boca arriba sobre el suelo y se abre de piernas, mostrándole el coño a la Dama Negra.

-Hummm...es magnífico- dice la malvada, relamiéndose de gusto por anticipado, mientras contempla el sexo desnudo de Supergirl, un coño que aparece claramente mojado y algo brillante, con unos labios vaginales gruesos y un buen clítoris, bastante grande. Supergirl, por su parte, está devastada mentalmente. No solo ha sido humillada, sino que ahora está tumbada en el suelo, abierta de piernas, mostrándole a su enemiga su intimidad más escondida. Dama Negra se levanta y se pone a cuatro patas, reptando hacia Supergirl.

-Ohh...Supergirl...tienes un buen coñito...y también un buen par de tetas. Me gustan las tetas, sobre todo esas que tienes, son de buen tamaño, firmes...y...uhhh...apetitosas.- susurra la Dama Negra, mientras acaricia con ambas manos las tetas de la superheroína.

-Ohh...no, por favor, no sigas tocándome....las...tetas....ahhh....- balbucea Supergirl, notando la erección imponente de sus propios pezones. Pero la hermosa y  negra supervillana continúa manoseando las tetas de la desgraciada superheroína, que cada vez está más excitada. La Dama Negra lo nota, en la respiración entrecortada y los gemidos que emite Supergirl. Y pasa a la acción. Con un suave movimiento de su escultural cuerpo, la hermosa negra se acuesta directamente sobre Supergirl, aplastando sus propias y enormes tetas contra las tetas de la superheroína.

-Oh, Dama Negra...¿qué haces? Yo...yo...ahhh- jadea Supergirl, sintiéndose más desnuda que nunca. La Dama Negra restriega sus grandes melones contra las tetas de la rubia. Las potentes, magníficas y negras tetas de la supervillana aplastan y dominan por completo las blancas tetas de Supergirl, que siente como sus pezones son acariciados una y otra vez por los pezones de la Dama Negra.

-Ummmhhh- gime la malvada- Estás buenisima, Superboba. Me encanta tu cuerpo, me encantan tus tetas, la suavidad de tu piel....y me encanta tenerte dominada.

-Aaaahhhhmmm- es todo lo que Supergirl puede contestar. La Dama Negra sonríe y desliza una mano hacia abajo, hasta alcanzar el coño de la superheroína. Luego, le mete un dedo bien adentro. Supergirl gime, incontrolada.

-¡¡Aaahhhmmm!!¡No, no me metas un dedo...ahí, por favor!-

Pero es inútil y lo sabe. La Dama Negra sigue con su dedo bien metido en el coño de Supergirl. Luego lo saca. Un dedo mojado, muy mojado.

-Oh, puta, puta, puta. Estás mojada, Superzorra- le dice a la devastada superheroína, que solo puede mirarla con los ojos muy abiertos y jadeando sin parar. La Dama Negra vuelve a sonreir y le mete otra vez el dedo en el coño a la superheroína. Ahora, el dedo se  menea rápido,  muy rápido. Supergirl gime de placer, sin poder contenerse.

-Te gusta...¿no es así, puta?- le dice la Dama Negra. Supergirl gime y jadea de placer, derritiéndose de gusto, mientras el dedo invasor penetra en su coño. La superheroína sabe que no debe correrse, que por nada del mundo debe correrse, pero es inútil. Un par de minutos más tarde, Supergirl se corre. Un torrente de jugos sale disparado de su coño ultrajado, entre un mar de gemidos de placer. La superheroína ha sido total y absolutamente derrotada. Se ha corrido en los brazos de la malvada mujer que la ha vencido.

-Aaahhh...me...corro...no puede...ser...ahhhh....ahhh...me coorrooo- jadea Supergirl, vencida por completo. La Dama Negra saca su dedo del coño mojado de Supergirl. La superheroína permanece tirada en el suelo, boca arriba, despatarrada, con el coño totalmente a la vista, y la mirada perdida. La Dama Negra se incorpora, admira su obra y luego, se sienta a horcajadas sobre la cara de Supergirl.

-¡¡Aammmpfff!!- gime la superheroína,  que casi no puede respirar, pues tiene el coño de la Dama Negra en las narices.

-Quiero que me lo chupes de nuevo, Supertonta- le dice la Dama Negra. Supergirl está tan derrotada, que no opone resistencia, ni siquiera verbal. Así pues, saca la lengua y empieza a lamer el oloroso coño de su contrincante.

-Ooohh...siii...siii...siguee...puuutaa...ahhh...que bien lo haces, puta...puta...ahhh...- gime la Dama Negra, casi cerrando los ojos, meneando su culo a un lado y a otro de la cara de Supergirl, restregando su coño sobre la superheroína, humillándola por completo. La escena es maravillosa. En el suelo, desnuda, una atlética y blanca rubia, hermosa y de grandes tetas, superheroína  para más señas. Encima de ella, directamente sentada sobre su cara, una potente negra desnuda, musculosa, muy musculosa, de enormes tetas y culo poderoso. La negra, supervillana, menea el culo a un lado y a otro mientras gime de placer, restregando su coño sobre la cara de la humillada rubia, que saca la lengua para lamer el sexo de su enemiga.

-Siii...¡puuutaaa!...ahhh...me corro...ahhh...ahhh...puta, puta, puta....ahhhh...¡PUUUTAAAA!- exclama la Dama Negra, corriéndose por segunda vez sobre la cara de Supergirl. La superheroína recibe un auténtico baño de jugos femeninos en la cara y en la boca, tragando bastante. Después, la Dama Negra se pone en pie y contempla su obra: una Supergirl total y absolutamente humillada. Aunque le falta un toque, piensa la Dama Negra.

-Levántate y ponte de rodillas- ordena la malvada. Supergirl, destrozada, obedece sin rechistar. La Dama Negra se pone delante de ella, de espaldas, con los brazos en jarras, y una expresión despectiva en su hermoso rostro.

-Ahora, Supergirl, quiero que me lamas el culo con tu sucia lengua de puta barata- vuelve a ordenar. Supergirl siente que la humillación la domina. La Dama Negra está ahora de espaldas a ella, demostrándole así lo poco que la respeta. Y ni aún así, ella, la más famosa superheroína, se atreve a hacer nada. Doblegada, sumisa, repta hasta la poderosa y atlética negra, contempla un instante el potente culo de la mujer que la ha vencido y, simplemente, saca la lengua y empieza a lamerlo.

-¡OOOhhhhh!- gime la Dama Negra, que jamás pensó que Supergirl cayese tan bajo. - ¡Siii...siii....siento tu lengua por todo mi culo, puta....ahhh...sii...no eres más que una puta, Supergirl!

Supergirl, ultrajada, lame toda la superficie del negro culo de aquella negra, hermosa y potente mujer.

-Slurp...slurp..slurp...- lame y lame sin parar el culo de la Dama Negra. Las impresionantes y negras nalgas de la supermalvada se ven pronto llenas con los brillantes rastros de la saliva de Supergirl, que desliza su lengua por todo el culo de su enemiga. Luego, en un momento dado, y sabiendo que eso es lo que desea la Dama Negra, Supergirl le mete la lengua en el ano, penetrando todo lo que puede en el negro agujero. Lame sin pensar, dejando que su lengua actúe por sí misma casi. La malvada arquea su cuerpo y se inclina más hacia adelante, para facilitar la labor a Supergirl.

-¡Oh, si, puta...puuutaaa....!- gime la Dama Negra, excitada. Está tan cachonda, que pronto comienza a mojarse. Supergirl lo nota y lame aún más rápido, pensando quizá que todo terminará antes si aquella mujer se corre de nuevo. Pero eso no sucede. Sin más, la Dama Negra detiene los lametones de Supergirl.

-Basta, puta, basta ya- dice. Supergirl, algo contrariada, se para en seco.- ya es suficiente. Ya sé lo que quería saber. Déjalo ya, tus amiguitas vendrán pronto y no quiero que me vean aquí. Pero antes, todavía hay tiempo para un detallito final...

Supergirl traga saliva. ¿Qué querrá decir la Dama Negra con esas palabras? Pero pronto lo averigua. La Dama Negra se sienta en la silla, cruzando las piernas, e inclinando los pies hacia adelante, apuntando con ellos a Supergirl.

-Vamos, puta, ven aquí y lame mis pies con tu lengua. Limpiame los pies con tu sucia lengua de puta barata, vamos, ven, no me hagas enfadar.- susurra la Dama Negra, sonriente, tensando su musculoso cuerpo. Supergirl mira, fascinada, a la hermosa negra, todo músculo y belleza, con aquellas potentes piernas, aquellas grandes tetas y aquel rostro tan atractivo. Y luego, la superheroína se pone a cuatro patas y, como una perra vencida, repta hacia su ama. Alcanza enseguida los pies de la Dama Negra. Supergirl saca la lengua y empieza a lamer, a la vez que se impregna la nariz con el aroma a pies sudorosos de su enemiga.

-¡Hummmm...asi...ahhh...jamás pensé que lo harías, pero lo estás haciendo, Supergirl!¡me estas limpiando los pies con tu lengua!¡Es fantástico!...ahhh...y tan erótico...me estoy poniendo cachonda, y eso no es bueno ahora, que tus amigas están al llegar.- dice la supervillana.

Supergirl no escucha. Simplemente, lame los pies de aquella bella y musculosa negra, sintiéndose total y absolutamente humillada.

-Slurp...slurp...slurp...-

Una deliciosa rubia de piel blanca, desnuda, a cuatro patas, sumisa, lamiéndole los pies a una poderosa y bella negra , también desnuda , es una imagen dificil de olvidar y de ignorar.

-Oh...sigue...sigue...puta...puutaa....- gime la Dama Negra.

Y así terminamos, entre los gemidos de la Dama Negra y los lametones de Supergirl. La famosa superheroína ha sido derrotada y humillada, por completo. Está desnuda, y así, desnuda, la encontrarán más tarde sus amigas. Para entónces, la Dama Negra ya hará tiempo que se habrá ido, no sin antes dejar atada a Supergirl, atada de pies y manos, sentada en la silla, y con sus propias bragas metidas en la boca.

Fin.

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