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Promesas del Este (4)

en Bisexuales

El día siguiente pasó sin novedad. Me levanté descansado y le quité importancia a todas esas ideas tontas de la noche anterior. Para la noche, cuando fuimos a cenar, ya se me había olvidado del todo. Como esa noche no tenían mucho trabajo y acabaron de recoger pronto, conocimos a Hakim, otro primo de Karim, que había venido a pasar unos días. Hablamos un poco con él en esa subespecie de inglés que hablamos todos los que no lo tenemos como lengua materna y que crea una especie de solidaridad sin fronteras. No se parecían mucho, los dos eran delgados, pero el chico tenía el pelo y la piel más claros y era más menudo. Tenía 20 años, según nos dijo Karim, pero aparentaba algunos menos, la verdad. Era algo tímido, y pronto se levantó y haciendo gestos de que le disculpáramos, se marchó hacia la cocina. Charlamos un ratito más con Karim y nos marchamos. Esa noche Sara no se quedó haciendo fotos, porque dijo que estaba agotada, así que subimos los dos al hotel.

- "Parece majo el primo de Karim, ¿no?", dije, mientras dejábamos las mochilas en el sillón. "Un poco tímido, pero majo, aunque bueno, supongo que es el idioma. ¿Has visto cómo miraba a Karim cuando hablaba con nosotros en español?"

- "Anda", respondió Sara, "y cuando no hablaba en español también. O no me digas que no te has fijado… si no le quitaba ojo, por Dios. Pero vamos, que sí que es un chico simpático".

- "¿Qué quieres decir con eso?", le pregunté yo, extrañado.

- "No nada", contestó, "que sí que me parece simpático…pero vamos, que no estoy yo segura de que sean primos… más bien algo más".

Se echó a reír al ver mi cara.

- "Venga, no digas tonterías… ¿no me dirás que crees que Karim? Y lo de la señora de Barcelona que nos contó…", dije yo.

- "Vamos, hijo, no seas inocente… esas miradas no son solo cosa de familia… Además, yo no digo que le vayan solo los chicos, las tías también, de eso estoy segurísima también…" Y mientras decía eso se levantó de la cama y se dirigió al cuarto de baño, quitándose la ropa.

Yo me quedé sentado, pensando. Escuché su voz desde el baño: "Oye, nene, pon a cargar la cámara, que si no mañana nos quedamos sin batería… y en el museo nos va a hacer falta". Rebusqué en la mochila pero no la encontré. "Sara, no la encuentro. ¿Dónde la has puesto? En la bolsa de la cámara no está…", dije, levantando la voz para que me oyera por encima del agua de la ducha, que había empezado a correr.

- "Mira bien, anda, nene…que tiene que estar ahí, en la bolsa amarilla de…", y se interrumpió, un momento, antes de seguir hablado: "¡Mierda! ¿No hay ninguna bolsa amarilla, no? Me la he dejado donde Karim, en el respaldo de la silla. ¿Puedes bajar a por ella?"

- "Bah, bajo mañana, que yo también estoy muy cansado y me quiero acostar…", protesté, dispuesto a no ir de ninguna manera…

- "Venga, porfi… baja a por ella…que mañana quiero hacer fotos…", contestó ella, con esa voz melosa que ponía siempre para convencerme de algo…Gracias, nene".

Pufff, joder… al final me toca ir a por la puta cámara… "Venga, ahora subo, ¿vale?" Pensé dar un portazo, pero ni siquiera lo hubiera oído desde la ducha, y como mucho conseguiría machacar más todavía la puerta de la habitación que resistía en un equilibrio milagroso sin caerse y ya casi se abría de un soplido. Bajé corriendo las escaleras con la intención de volver lo más pronto posible… si es que hasta el de la recepción estaba dormido… En fin, crucé la calle en un par de zancadas y me planté en la puerta del kebab… Menos mal, la verja no estaba bajada del todo, el paseo no iba a ser para nada. Golpeé el cristal de la puerta, pero pasaron unos segundos y nadie salía a abrir, aunque había luz dentro. Empujé la puerta y me di cuenta de que no estaba el cerrojo echado, así que entré. La bolsa estaba donde me había dicho Sara, en nuestra mesa al lado de la ventana, colgada de la silla. Iba a irme, pero pensé que sería mejor avisar, no fuera que hubieran visto ya la bolsa y pensaran que se la habían robado. "Hey Karim, soy yo", dije, "he venido a por una bolsa que nos habíamos olvidado ¿vale?". No obtuve respuesta, aunque oí murmullo de voces en la cocina, así que fui hacia allá. Pero la cocina estaba también vacía, igual que el comedor. El ruido venía de la habitación del fondo, que era un poco de todo por lo que Karim nos había contado: medio almacén, medio habitación para comer o descansar cuando no había mucho jaleo en el local. Pensé que a lo mejor era el primo de Karim, que dormía allí. La puerta de la habitación no estaba cerrada del todo, y de ella salía una rendija de luz amarillenta, de no mucha potencia. Me acerqué, y estaba a punto de darle un toque a la puerta para avisar de mi presencia cuando me quedé parado. Ahora el sonido que se escuchaba desde lejos era perfectamente identificable… eran gemidos. Picado por la curiosidad me pegué a la puerta lo más posible y eché una ojeada al interior por la rendija… lo que vi terminó por dejarme completamente parado… Claro que eran gemidos… y no de dolor precisamente… El primo de Karim estaba sentado en un sofá, apoyado en el respaldo… solo con la camiseta puesta… y a su lado… a su lado estaba Karim… masturbándole… El chico tenía la cabeza echada hacia atrás, los ojos cerrados y cada caricia de Karim le arrancaba un gemido… la tenía completamente tiesa… y la verdad es que el chaval no tenía una polla demasiado pequeña, no muy gruesa, pero de un tamaño apreciable. Recuerdo que pensé… "tengo que ir y contarle esto a Sara…", pero no me moví. En ese momento Karim se inclinó sobre él… y se la llevó a la boca… Joder, no podía creer lo que estaba viendo… se la estaba chupando. Al final Sara tenía razón… "ya verás cuando se lo cuente…", volví a pensar, pero seguía sin moverme de allí. No podía apartar los ojos de aquello. La polla del chico desaparecía dentro de la boca de Karim…que la llenaba de saliva y después llevaba su mano arriba y abajo… con un ritmo lento pero constante… El chaval se agitaba nervioso en su asiento, y ponía su mano sobre la cabeza del otro, mordiéndose los labios. Sin dejar de pajearle en ningún momento, Karim se incorporó y le dijo algo al chico, que inmediatamente se quitó la camiseta y se quedó completamente desnudo. Sonrió un instante y bajó la vista hacia su polla… y Karim volvió a echarse sobre ella… Pasaba la lengua a lo largo del tronco…recorriendo el capullo…bajando hasta los huevos… se la metía entera en la boca y la aguantaba allí un momento, consiguiendo arrancarle al chico gemidos cada vez más fuertes, casi jadeos. Después volvía a repetir la operación, moviendo su mano cuando estaba arriba… En un momento dado su mano bajó un poco más… el chico abrió los ojos, como con algo de aprensión… pero la caricia no se detuvo… y él se echó un poco más atrás levantando un poco las piernas… En esa postura su culo quedaba completamente abierto… y eso era lo que debía querer Karim, porque enseguida empezó a jugar con su entrada… pasando el dedo alrededor, haciendo círculos… haciendo amago de entrar pero sin llegar a hacerlo… y todo eso mientras seguía mamándosela al chico… que la tenía cada vez más dura… con el capullo hinchado y enrojecido… En uno de los movimientos…el dedeo de Karim se deslizó dentro del chico…que soltó un pequeño grito, que ahogó mordiéndose los labios…

… igual que tuve que hacer yo… Entonces me di cuenta de lo excitado que estaba, y de que tenía la mano metida debajo del pantalón y me acariciaba la polla, que estaba tan dura o más que la del chico… Sentí que mi cara se enrojecía…

Karim se levantó, se quitó la camiseta y se desabrochó el pantalón… sin querer me acordé de las fotos que había visto…y me excité aún más… Dio un paso al frente y se puso delante del chico, sin hacer nada más. ¿Por qué no se quitaba el pantalón? ¿A qué esperaba? Me sorprendió el pensamiento… ¿es que acaso quería ver su polla…? Qué tontería… La idea se perdió sin llegar a formularse del todo. Karim se había desabrochado del todo l pantalón y se había bajado los boxer granates que llevaba. Su polla saltó como un resorte del interior. Me quedé hipnotizado mirándola… era como la del chico de larga, pero algo más gruesa…y de un color más oscuro… Se me hizo eterno el tiempo que tardó el chico en acercarse a ella y empezar a lamerla… yo….yo no hubiera podido resistir tanto… Dios, ¿qué me pasaba? Ya no me acariciaba por debajo de la ropa, me la había sacado y mi mano corría sobre ella sin descanso… sin poder apartar los ojos de la escena. El chico lamía la polla de Karim, se la tragaba… abría los ojos cuando le llegaba hasta el fondo… le estaba follando la boca…dulcemente…pero lo estaba haciendo… su mano descansaba en la cabeza del muchacho y le ayudaba a mantener el ritmo… mientras su respiración se iba haciendo más intensa…

De repente, en un movimiento algo brusco… giró al chico y lo echó sobre el sofá… éste miró hacia atrás… pero no hizo ademán de quitarse… sino que llevó las manos hasta sus nalgas…y las separó lo más que pudo… Karim sonrió y humedeciendo dos dedos con su saliva… los acercó… jugando un poco con él antes de hacerlos desaparecer dentro… me sorprendió ver lo fácilmente que habían entrado… "Tiene que haberlo hecho más veces", pensé… y sentí una pequeña punzada de… ¿envidia? Karim empezó a mover los dedos adelante y atrás… más y más deprisa cada vez… follándole con ellos… mientras el chico jadeaba, y movía sus caderas hacia atrás, buscando que le llegaran mas dentro aún. Entonces se los sacó… se acercó un poco más con la polla en su mano y la apoyó en su culo… pasó las manos por su espalda…acariciándolo… agarró después sus caderas con fuerza… y empezó a empujar… El chico gimió con fuerza, y se dejó caer sobre el respaldo del sofá. Le vi morderlo a medida que Karim empujaba… y cuando empezó a bombear… lo hacía lentamente, pero con movimientos firmes… Imaginé su polla abriéndose paso en su interior… llegando hasta el fondo… sintiendo como el culo de aquel chico se aferraba a ella, la apretaba… Karim le follaba con fuerza, y los gemidos eran ya jadeos roncos… que se sucedían unos a otros sin pausa… Vi su mano agarrando la polla del chico…y cómo empezaba a pajearle, también con fuerza, al ritmo de sus embestidas…

Eso hizo que me tapara la visión… y al moverme para intentar recuperarla…la puerta crujió… y vi a Karim mirar hacia la puerta. Me eché hacia atrás rápidamente. ¿Me habría visto? Esperé un momento, sin atreverme siquiera a respirar. Volví a mirar por la rendija…y allí seguían los dos… aunque Karim no dejaba de mirar hacia la puerta… Me pareció ver que una sonrisa se dibujaba en sus labios y huí, no quise quedarme allí por más tiempo… Crucé corriendo la calle, y subí los escalones de tres en tres. Recé porque Sara estuviera ya dormida… y afortunadamente lo estaba… Entré en el baño… aún con la respiración agitada y el corazón queriendo salírseme del pecho. Me remojé la cara y salí. Me quité la ropa y me metí en la cama. Sara se abrazó a mí. Cerré los ojos y respiré hondo… pero no podía quitarme de la cabeza lo que acababa de ver… por mi cabeza desfilaban rápidamente las escenas… la cara de aquel chico, gimiendo, con los ojos cerrados mientras Karim se la chupaba… la ansiedad que había sentido antes de ver su polla… los dedos clavándose en el culo de Hakim… y después la imagen de Karim follándole… y sus ojos mirando hacia la puerta… era como si me miraran a mí… como si me estuviera diciendo… ¿esto es lo que querías…? Así estuve durante un largo rato…sin atreverme a acariciarme para no despertar a Sara, aunque notaba la excitación contenida a punto de estallar…

No recuerdo cuando me dormí.