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La primera vez de Sandra

en Hetero: Infidelidad

Se que no os importa mi nombre ni mi aspecto, se que solo queréis saber como es mi novia y que fue aquello que hizo, pues estáis de suerte, os lo contaré todo, rápido, directo y solo con los detalles que se que no queréis que olvide.

Mi novia Sandra, es una chica de 27 años, de estatura media y delgada, pero con unas buenas curvas que incitan a meterle mano. Tiene el pelo negro y muy largo, hasta más de media espalda, justo donde acaba su pelo comienza un tribal que lleva tatuado sobre el hermoso y duro culo que adorna el fin de su espalda.

Ojos azules claros, y unos labios carnosos y sensuales, hacen de su cara una delicia para todos los sentidos.

Ese gran espectáculo de mujer que es mi novia, es la protagonista de mi historia.

Tras 5 años de relación, aún no había habido sexo completo entre nosotros. Aunque parezca mentira, solo habíamos tenido sexo oral, no por ningún tema religioso, solo es que a ella le dolía demasiado y no era imposible hacerlo.

Con el tiempo llegamos a practicar el anal, pero muy distanciadamente, aunque a ella le gustaba bastante parecía que no toleraba cosas demasiado gordas en su interior, y eso que la mía es bastante normalita.

El caso es que, con estos 5 años a cuestas, nuestra relación no estaba nada bien, no por el sexo, había muchos motivos, quizás que empezamos muy jóvenes, o tal vez, que necesitábamos espacio, o simplemente la cosa se había enfriado. Fuera lo que fuera, el caso es que dejamos nuestra relación.

Apenas había pasado un mes y echaba de menos a Sandra más de lo que hubiera imaginado, y la verdad es que a ella le pasó algo parecido, ya que a los dos meses de haber cortado, estábamos de nuevo juntos y más enamorados que nunca.

Al sexo no volvimos inmediatamente, ¡tardamos casi un día entero!

Una vez más, tras dos meses, volvíamos a estar juntos en la cama. Yo no había estado con nadie en ese tiempo, así que para mí la emoción era doble, tanto por volver a estar con Sandra, como por volver a follar.

Ella bajo la luz por su timidez que no ha perdido en todos estos años, se quitó lentamente la ropa y casi sin luz aún podía ver que iba completamente depilada como siempre, mis manos me lo confirmaron. Nos echamos desnudos sobre la cama y comenzamos a besarnos.

Sandra se colocó sobre mí, aunque no había penetración a ella le gustaba rozar su coñito con mi polla, y después si había suerte se la metía en el culo mientras se acariciaba el clítoris.

Empezó a moverse sobre mi polla hasta ponérmela completamente dura, entonces la tomó en su mano y levantó un poco su cuerpo para colocarla en la entrada de su coño.

Frotó mi glande por sus labios llenándolo de sus jugos vaginales, yo pensé que lo lubricaba para meterlo en su culito, pero mi sorpresa fue que sin avisar se la metió completa de un solo movimiento en el coño.

-Joder-, dije sorprendido y entusiasmado por lo que había hecho, ella simplemente sonrió pícaramente mientras comenzaba a cabalgar mi polla.

Yo estaba extrañado, no quería interrumpir el momento preguntando, pero no pude evitarlo.

-Sandra, ¿Cómo es que ya no te duele? ¿Has ido al ginecólogo para que te diera algo?- le pregunté. Ella volvió a sonreír sin parar de follarme y con más cara de guarra que de pícara.

Yo aunque estaba muy excitado, comencé a distraerme con el tema, y no dejaba de preguntarle una y otra vez, pero ante su silencio, la paré y la eché a mi lado.

-Puedes responderme, por favor-, insistí. Ella miró a otro lado y respondió,-No lo estropees ahora, déjalo para otro momento. Yo no estaba dispuesto a atrasarlo, quería saber que pasaba,-Dime lo que sea Sandra, dilo.-

Sandra tomó aire me miró a los ojos y me dijo,-Ya no soy virgen.- Me quedé petrificado, no podía creer lo que acababa de oír. En cinco años de relación ella se había mantenido virgen y en menos de un mes sin mi había dejado de serlo.

-¿Cómo que ya no eres virgen?- pregunté alterado. Sandra evitaba mi mirada mientras respondía –Solo, pasó, no lo planeé, pero bueno piensa que da igual, ya es parte del pasado y ahora estamos juntos de nuevo, además podemos disfrutar de esto más que antes.-

Yo aún incrédulo y sin saber si tenía derecho a enfadarme dije algo que, aunque piensas que prefieres no saber, es inevitable preguntar.

-¿Cómo fue?, ¿Con quién?- Sandra levantó un poco la mirada y respondió, -No fue nadie importante, un ligue de una noche en un bar, nada más.-

Rápidamente repliqué –Así que te pasas cinco años conmigo y nada, te duele y no puedes, pero conoces a un tío en un bar una noche y no tienes problema ¿no?- la miré con cierto odio y ella a mi con arrepentimiento-No fue así exactamente.- dijo Sandra.

–Cuéntame entonces como fue, explícamelo.- le respondí. Sandra me miró suplicante –No quieres saberlo, eso no te hará bien a ti ni a nosotros, por favor, olvídalo.- dijo con los ojos húmedos. Pero yo no podía dejar el tema como si nada, quería saber como pudo hacerlo, que pasó para que por una noche no fuera la Sandra que yo conocía, -Quiero que me lo cuentes todo, con todo detalle, si quieres que estemos juntos esa es la única forma, no se si lo podré soportar, pero sin no me lo cuentas estoy seguro de que no podré seguir con esto.-

Sandra se quedó callada unos segundos, pensativa y algo nerviosa, tomo aire y al fin habló de nuevo.

-Esta bien, pero por favor, no me interrumpas a menos que sea para que me calle, nada de preguntas, nada, solo escucha hasta que decidas si quieres o no estar conmigo de nuevo, entonces párame y no lo menciones nunca más.- Yo asentí con la cabeza, entonces Sandra volvió a tomar aire y comenzó su historia.

-Cuando cortamos lo pasé muy mal, no quería salir ni hacer nada, estuve una semana sin salir de mi habitación. Mi madre se preocupó bastante y llamó a mis amigas para que hicieran lo posible por sacarme de casa, así que el segundo sábado después de que rompiéramos, María y Eva vinieron a mi casa por la tarde y con ayuda de mi madre me obligaron a salir esa noche.- Cuando Sandra me contaba esto no podía evitar pensar que en tan solo una semana y unos días sucedió todo, quería hablar y decir mil cosas, pero sabía que Sandra cumpliría su amenaza y dejaría el tema para siempre, así que reprimí mis ganas.

Sandra seguía contándome, -Salimos por el centro, como siempre, estuvimos en un bar y en otro y bueno, bebimos un poco de todo, ellas intentaban hacerme reír todo el tiempo para que no me diera la depre con tanto alcohol, y la verdad que lo consiguieron, por un rato me olvidé de todo y solo quería bailar y beber.

En ese momento apareció un chico, no dejaba de mirarme y María y Eva me decían que me acercara a él. Yo no quería, pero al final él se acercó a nosotras.- Sandra me miraba como esperando que la parara, pero en ese momento era lo último que pensaba, quería saber toda la verdad, asentí con la cabeza indicándole que continuara.

-El chico se llamaba Felipe, nos invitó a unas copas y bueno, una cosa llevó a la otra y no se como terminamos los dos solos. Cuando me di cuenta de que María y Eva ya no estaban, Felipe me dijo que si quería me llevaría a casa, yo le dije que no, pero que me acompañara a coger un taxi, él me acompaño, pero cuando íbamos hacia la calle principal pasamos por un portal y me dijo que él vivía allí, así que me ofreció tomar una última en su piso, yo le dije que no, pero en ese momento se lanzó sobre mi y me dio un beso.- Sandra volvió a hacer una pausa larga esperando mi reacción, pero al no decir nada volvió con su historia.

-Al darme el beso no se que me pasó, pero me gustó, no en sentido emocional, era más bien…- Sin poder evitarlo se me escapó decir –Vamos que te pusiste cachonda.- con un tono no muy amable. Sandra me miró con mala cara y por un momento pensé que no hablaría más, pero puse cara de lo siento y baje la mirada arrepentido, ella pareció perdonarme la interrupción ya que siguió contándomelo todo.

-Pues sí, para que negarlo, me puse cachonda.- Me miró desafiante al decirlo, pero pude contenerme porque no quería que se quedara la cosa así. -Así que subí a su piso, y bueno imagínate el resto.-

Con la parada en seco de Sandra sabía que no pensaba contar nada más, pero en aquel momento no me sentí satisfecho con lo que había contado. –Quiero saberlo todo, tal cual, no quiero imaginarlo, quiero la verdad con todo detalle.- Sandra me miró con cara de pocos amigos, -Creo que ya he contado más de lo que debía, no voy a seguir.- dijo malhumorada. –Sandra, así no puedo seguir contigo, necesito saberlo, saberlo todo, si me quieres de verdad me lo dirás.- le dije como ultimátum, ella respondió .Precisamente porque te quiero no quiero contarte más de eso, olvídalo por favor.-

Dentro de mí algo se revolvió, -No puedo olvidarlo, quiero saber si eres una puta o la Sandra que yo conocía, quiero saber si a pesar de lo que me digas sigo queriendo estar a tu lado o prefiero mandarte a la mierda, solo quiero saber eso.- grité con fuerza.

-Está bien,- respondió Sandra enojada, -¿Quieres saberlo todo? Pues te lo diré absolutamente todo, pero ahora si que no digas ni una sola palabra o seré yo quien te mande a la mierda.- Ambos callamos unos segundos y entonces ella continuó.

-Subí con Felipe a su piso, y sin pasar ni por el salón fuimos directamente a su habitación, allí nos echamos sobre la cama besándonos sin parar.

Felipe empezó a meterme mano por todas partes y no pude evitar ponerme aún más así que me dejé llevar. Él comenzó a desnudarme, y a quitarse ropa también, casi me arrancó el tanga de un tirón, y sin darme cuenta estábamos los dos desnudos sobre su cama.

Entonces él acercó su polla a mi cara y yo empecé a chupársela.-

Sandra me miró fijamente a los ojos mientras decía esto, no se si lo hizo desafiándome o para que la parara, pero la sorpresa fue que al decir lo que decía, en la forma que lo decía, y mirándome a los ojos, mi polla se puso durísima en tan solo un segundo, y, por la proximidad que había entre los dos, chocó contra el muslo de Sandra. En ese momento Sandra miró hacia abajo viendo mi polla de nuevo dura y vigorosa rozando su piel, me miró con cara de zorra y siguió con su historia.

-Se la chupé lo mejor que sabía, mientras él me tocaba las tetas y el coño. Entonces se giró sobre mí haciendo un sesenta y nueve, y clavó su lengua en mi coño. Me encantó sentirla mientras tenía toda su polla en mi boca.- Sin duda Sandra quería ver cual era mi reacción al escucharla contar la historia de una forma tan explícita y morbosa, y para sorpresa de ambos, o al menos mía, yo me estaba poniendo muy cachondo, lo cual ella podía notar por los espasmos de mi polla y el líquido preseminal que salía a borbotones de ella.

-Entonces Felipe se dio media vuelta y se colocó para follarme, pero yo le dije que esperase y me puse a cuatro patas, le dije que me dejara el coñito, pero que me follara bien el culo. A él le entusiasmo la idea, así que pasó su mano por mi coño cogiendo mis jugos para lubricar mi culo y empezó a meter su enorme polla en él.- Mientras Sandra decía esto llevó su mano a mi nabo y comenzó a acariciarlo, a lo cual mi polla respondió engordando aún más si es que eso era posible.

-Mientras me follaba el culo me preguntó que por qué no quería que me follara el coño, y sin pensarlo le dije que lo tenía virgen. Felipe se puso como una moto al oírlo, y me dijo que eso había que solucionarlo, así que sacó su polla y me echó completamente en la cama boca abajo, bajo la punta de su churra hasta la entrada de mi coño, notaba la punta contra mis labios y la presión que poco a poco aumentaba. Le dije que parara, que me iba a doler, pero él dijo que estuviera tranquila, yo estaba nerviosa y notaba que el coño se me cerraba a pesar de lo caliente que estaba, pero en ese momento entró en la habitación Pablo.-

Me quedé atónito al escuchar que un segundo chico aparecía en escena, no quería decir nada porque quería oír la historia completa, pero ahora por otros motivos. Sandra seguía masajeándome y notó una clara convulsión de mi polla al mencionar a Pablo. Una sonrisa se dibujó en sus labios, su tono de voz se volvió más morboso y comenzó a tocarse mientras me tocaba a mí.

-Pablo se disculpó, porque no sabía que Felipe estaba con compañía, pero este le dijo que no pasaba nada, se quitó de encima mía y me preguntó si me importaba tener espectadores, yo me quedé desnuda ante los dos tíos que me miraban deseosos, de repente note que mi coño se empapaba más y se volvía a abrir de nuevo, y sin pensarlo dije vale.

Felipe le dijo a Pablo que se acercara, y este se puso muy cerquita de la cama mientras Felipe volvía a follarme el culo a cuatro patas. Pablo se quedó impresionado de que me dejara follar el culo y se lo dijo a Felipe, y él le dijo que lo que no me dejaba era el coño porque era virgen, y que me ponía nerviosa si lo intentaba.

Que los dos hablaran de mí como si no estuviera delante mientras Felipe me follaba el culo me estaba poniendo más guarra aún. Entonces Felipe dijo a Pablo que lo quería intentar otra vez pero que para que no se me bajara el calentón me metiera la polla en la boca. Yo no me negué a nada, así que Pablo se acercó y puso su polla en mi cara, yo empecé a chupársela mientras Felipe volvía a colocar su nabo en los labios de mi coño.-

No podía creer lo que oía y aún menos podía creer lo que me excitaba oírlo, ya llevaba un rato aguantándome para no correrme y poder escuchar la historia completa, Sandra la seguía contando entre los gemidos que ella misma se producía con sus dedos, esto me daba más morbo ya que pensaba que se estaba masturbando pensando en como esos dos tíos la follaban y por alguna razón me ponía más cachondo.

-Felipe empezó a empujar y entró más de lo que me había entrado la tuya nunca, pero aún así me dolía. Decidió cambiar de postura y se echó él en la cama boca arriba, me dijo que me pusiera sobre él y así lo hice. Pablo se colocó detrás y me metió un dedo por el culo mientras Felipe volvía a poner su polla en mi coño. Entonces Pablo me ayudó a moverme sobre la polla de Felipe, poco a poco la notaba entrar, pero aún dolía. Pablo se colocó de rodillas sobre la cama y sin avisarme me clavó su verga en el culo, la apretó con todas sus fuerzas, casi me corrí solo de sentirla, en ese momento Felipe aprovechó para levantar el culo y metérmela hasta el fondo, chillé como una perra al sentir esas dos enormes pollas dentro de mi a la vez. Entonces empezaron a follarme al unísono entre los dos, nunca había sentido tanto placer.-

Mi polla estaba a punto de estallar, mi novia me contaba como la desvirgó otro tío y yo casi me corría solo de pensarlo. Sandra se metía tres dedos en su coño de forma violenta mientras apretaba con fuerza mi polla recordando aquel momento. No sabía si sería capaz de aguantar.

-Cuando estaba a punto de tener un orgasmo impresionante, Felipe me la sacó de golpe y le dijo a Pablo que me estrenara el también el coño, y este cambió de mi culo a mi coño en un segundo, me envistió tres o cuatro veces y entonces noté como un líquido hirviendo salía de mi coño, se corrió dentro de mi sin miramientos.-

La historia de Sandra ya había tomado unos matices que nunca hubiera imaginado, no solo se la había follado un tío por el coño, si no dos, y a la vez, y encima uno de ellos se había corrido dentro de ella.

-Felipe se rió al sentir el semen caliente de Pablo sobre sus pelotas, y dijo que él también quería, así que me la metió de nuevo en el coño y empezó a bombear buscando correrse. Me dijo que me corriera yo también, y Pablo puso su granito de arena metiéndome su polla, aún dura, en el culo otra vez.

Noté que Felipe se corría dentro de mí también, y entonces comencé a tener un orgasmo espectacular con esas dos pollas dentro de mí.-

Junto con sus palabras Sandra estaba teniendo un orgasmo en ese mismo momento, estrujo mi verga en su mano y provocó que yo tuviera uno simultáneo. Ambos nos corrimos con la historia de cómo la desvirgaron unos días antes entre dos tíos sin ser yo ninguno.

Durante unos minutos se hizo el silencio entre nosotros.

Sandra dijo, -¿Crees que podrás seguir conmigo?- yo la miré unos segundos y le respondí, - Pero solo si vuelves a acostarte con otros tíos.- Ambos sonreímos al decir yo esta frase, entonces nos perdimos en un beso hasta quedar dormidos en un abrazo.

Los días pasaron y pronto descubriríamos una sorpresa fruto de aquella noche loca de Sandra, sorpresa que trajo un nuevo morbo a nuestra pareja, pero esa es otra historia que espero poder contaros algún día.