miprimita.com

Historia de un verdadero amor 1

en Lésbicos

Historia de un verdadero amor.

Historia novelada de un hecho histórico, el amor entre una judía y una mujer aria en la Alemania nazi. En este capítulo la protagonista descubre su lesbianismo con una compañera de trabajo. Puede parecer invención mía pero esto ocurrió y yo solo he dotado a la historia de sus pasajes eróticos. Si no lo creéis revisad los siguientes enlaces, aunque no os lo aconsejo porque os perderéis la tensión de la trama al saber de antemano el desenlace.

http://www.inescapablemente.es/la-verdadera-historia-de-felice-schragenheim-y-elisabeth-%E2%80%9Clilly%E2%80%9D-wust/

http://www.elpais.com/articulo/agenda/Aimee/ha/muerto/elpepigen/20060419elpepiage_7/Tes/

 

Berlín, 15 de noviembre de 1941

Querido diario:

Esta tarde al salir de la oficina estaba lloviendo. He llegado a casa empapada pero la lluvia no ha conseguido limpiar la vergüenza que siento. Soy una judía trabajando en una publicación nazi. Me doy asco.

Por salvar mi vida, estoy traicionado a mi religión y a mi raza. He cambiado mi apellido para ocultar mi origen, me he pintado el pelo para parecerme a los asesinos de mi pueblo, pero no he podido dejar de recordar en sueños el día que la Gestapo se llevó a mi abuela y a Aaron, mi hermano de quince años. Sus fantasmas no me dejan en paz cuando sin ningún recato escribo esos panfletos ensalzando al Fuhrer. Malditos nazis, he aprendido a disimular la repugnancia que siento al saludar cada mañana a mi jefe con el brazo en alto.

La guerra está siendo ganada por mi país, Alemania y eso significa que estoy condenada a pasar mi vida escondida tras una identidad que no es la mía.

 

 

Berlín, 1 de diciembre de 1941.

Querido diario:

Hoy mi jefe, un maldito, se ha intentado sobrepasar conmigo. Para él, soy solo una muchacha de campo, recién llegada a la ciudad que no tiene familia. Esta tarde al terminar el horario laboral, me ha llamado a su despacho. Nada más entrar, ha posado sus grasientas manos en mi trasero y me ha besado.

Ha sido asqueroso. Sentir como me acariciaba y me susurraba a oído lo mucho que me deseaba, me ha dejado paralizada. No le ha importado mi ausencia de respuesta. Sus garras se han apoderado de mis senos y estrujándolos, ha baboseado lascivas palabras de amor, mientras posaba su duro sexo contra mis nalgas.

Gracias a Dios Todopoderoso, cuando ya había desabrochado los botones de mi uniforme de secretaria y ya preveía mi desgracia, ha llegado a nuestros oídos la sirena que avisa de un bombardeo inminente, sino sé que hubiera forzado mi virginidad. El señor Hass, subiéndose los pantalones, ha salido corriendo.

Tengo veintidós años y soy virgen. El único contacto que he tenido con un hombre hasta ahora fue hace un año con Jacob, un amigo de la infancia, que al salir de la sinagoga me robó un beso tras un arbusto.

 

 

 

Berlín, 15 de diciembre de 1941.

Querido diario:

No te imaginas la tortura que he pasado durante estas dos semanas. Por mucho que he intentado no quedarme sola con él, no he podido. Todos los días, ha aprovechado que hay mucho trabajo para obligarme a hacer horas extras e irremediablemente, cuando mis compañeras se han ido, el Sr. Hass me ha manoseado y declarado su amor.

Está casado, es un nazi convencido y me da repulsión.

He tenido que vencer las ganas de vomitar, cada vez que he sentido su lengua en mi boca. Sé que para el soy un mero objeto de su lujuria. Me ha forzado a masturbarle pero ha respetado mi virginidad al inventarme un novio capitán del ejército.

No tengo ni idea de que voy a hacer cuando se entere que no existe.

He pensado incluso en mandarle un anónimo a su mujer pero no me conviene que se monte un escándalo, si alguien empieza a indagar es seguro que la policía descubriría que soy una impostora.

 

 

Berlín, 20 de diciembre de 1941.

Querido diario:

Hoy se ha abierto un pasillo a mi esperanza. El Sr. Hass ha sido llamado a filas. Le han comunicado que su destino en el frente ruso. Espero que una bala bolchevique acabe con su vida. Se tiene que presentar mañana en la estación. No me ha dado ninguna pena cuando se ha despedido totalmente, sabe que se va a incorporar a la división con más bajas de todo el ejército alemán y no todas producidas por el enemigo. El general Invierno que venció a Napoleón está haciendo de las suyas con los nazis.

Deseo que muera congelado en las estepas rusas.

Para celebrarlo, he quedado con Ilse, una compañera de trabajo. Vamos a ir a la ópera. Uno de los distribuidores de la revista le regaló a dos entradas y me ha pedido que le acompañe.

 

 

 

Berlín, 22 de diciembre de 1941.

Querido diario:

Estoy hecha un lio. No sé si ayer fue la mejor noche de mi vida o por el contrario la constatación de lo bajo que he caído.

Necesito contarte que es lo que me ocurrió. Me urge ponerlo por escrito, no me atrevería a confesárselo a nadie que no fueras tú, mi amado diario.

Me encontré con Ilse en la puerta del teatro. Desde un primer momento me di cuenta cuan diferente era mi compañera fuera de los adustos muros de la oficina. La trabajadora seria y eficiente ha resultado ser una mujer encantadora y divertida que conoce a todo el mundillo musical de nuestra ciudad.

La obra, "el holandés errante", me encantó aún sabiendo que es la preferida de Hitler. No pude resistir las lágrimas cuando Senta, la protagonista, muere para salvar a su amado. Me sentí sobrecogida por su amor. ¡Ojalá! llegue algún día a conocer a alguien que se merezca que de la vida por él.

Al salir de la representación estaba lloviendo, fui incapaz de coger un autobús para volver a casa, era tan tarde que mi compañera me invitó a dormir en la suya y todavía no me creo lo que ocurrió.

Como llegamos empapadas y ateridas de frio, lo primero que hicimos fue cambiarnos de ropa, Ilse me prestó un delicado camisón de seda. Mientras me cambiaba, observé con fascinación que ella se había puesto uno transparente. Mi cara de sorpresa le obligó a preguntarme que me pasaba, a lo que le respondí que era la primera vez que veía a una mujer casi desnuda.

-¿Quieres que me lo cambie?-, me contestó con una sonrisa.

Cortada, fui incapaz de decirle que prefería que se pusiera uno más recatado, quizás me dio miedo pensar que si se lo cambiaba iba a verla totalmente desnuda o por el contrario me gustaba verla de esa guisa.

-Hace frio, ¿te apetece un snaps para entrar en calor?-, me dijo mientras cogía una botella de la cómoda de su habitación.

La idea de consumir alcohol era atrayente, además de estar helada, necesitaba una inyección de valor. Estaba incomoda. No podía dejar de mirar de reojo su escote. La desvergonzada abertura me daba una visión clara de sus pechos y la leve tela me dejaba entrever sus oscuros pezones. Hasta anoche, jamás se me había pasado por la imaginación que alguien se pudiera poner algo tan poco correcto sin ser una prostituta.

Ilse se mostraba encantada de la reacción que su desnudez provocaba en mí. Esta mañana me confesó que encendió la luz de la mesilla para que su cuerpo se transparentara, dejándomelo ver en su totalidad.

Asustada por sentir que me atraía una mujer, me bebí de un solo trago la copa. Ahora sé porque mi compañera se ocupó en rellenar inmediatamente, me ha reconocido entre risas que quería emborracharme. Según ella, al conocerme se enamoró de mí y esperaba que el alcohol, facilitara las cosas.

No hizo falta, no sé si siempre he sido lesbiana y no lo sabía, pero contra lo que la estricta educación que me dieron mis padres dicta, no pude resistir acariciar sus pechos por encima de la tela y acercar mi boca a la suya, esperando aterrada que no me rehusase. No sé si hubiera podido soportar la vergüenza del rechazo.

Ilse sonrió al ver mis labios tan cerca de los suyos y cogiendo mi cabeza entre sus manos, me besó. Fue un beso sensual y excitante, lento, profundamente cariñoso, muy alejado de ese beso casto de mi infancia y en las antípodas de esos con los que mi jefe me torturaba todas las tardes hasta que se fue. Sentir su lengua introduciéndose en mi boca fue maravilloso, pero aún más el notar sus pechos posándose delicadamente contra los míos.

Debería estar avergonzada pero la excitación me dominó cuando su mano, posándose en mi trasero, obligó a mi pubis a pegarse contra su sexo. No hizo falta que nadie me dijera que era contranatura, no necesité que mi rabino me recordara que iba contra la ley de Yavhe, sabía que estaba pecando pero aún así me dejé llevar a su cama.

Nunca había osado ninguna mujer en besarme en la boca y menos recorrer con su lengua mi cuello en dirección a unos pezones que endurecidos esperaban con ansía su llegada. No pude reprimir un suspiro cuando sentí la humedad recorriendo mis aureolas. Deseaba experimentar hasta el final esas sensaciones totalmente nuevas para mí, aunque al día siguiente me odiara por caer en la tentación.

Con la delicadeza de una madre, Ilse fue desabrochando los botones de mi camisón. En su mirada pude descubrir su deseo, deseo puro tan brutal como el que emanaba del sr. Hass pero a la vez dulce y tierno. Lentamente, fue retirando los tirantes, dejándome desnuda de cintura para arriba.

-¿Es tu primera vez con una mujer?-, me preguntó susurrándome al oído.

-Es mi primera vez-, le respondí dejando claro que era virgen.

Su cara mostró su extrañeza, con toda la dulzura del mundo me comentó que creía que yo ya había conocido varón. Llorando le confesé los abusos a los que había sido sometida por nuestro jefe y que afortunadamente gracias a una mentira piadosa había conseguido que me respetase.

-Pobrecilla-, me dijo mientras mascullaba una serie de insultos todos ellos referidos al sr. Hass, tras lo cual me preguntó que porqué no le había denunciado.

-Tuve miedo, no conozco a nadie y ese tipo tiene muchos amigos-, le respondí sin reconocerle la verdad de mi origen. "No sé si puedo confiar en ella" pensé al recordar que Ilse podía ser lesbiana pero trabajaba, como yo, para una publicación nazi.

-Maldito hijo de perra-, me contestó enfadada,-los hombres son una basura. Te juro que yo no te voy a forzar. Si quieres lo dejamos-.

-No, te deseo-, le respondí asombrada conmigo misma. La mujer, que sobre esas sabanas yacía, no era yo. Jamás ni en mis sueños más pecaminosos se me hubiere pasado pensar que algún día iba a estar en una situación semejante y que encima fuera yo quien tomara la voz cantante.

No se hizo de rogar, levantando mi trasero, me despojó del camisón dejándome totalmente desnuda. El olor a mujer necesitada inundó la habitación, nuestros sexos rezumaban de humedad cuando quitándose ella su braga de encaje, se acostó a mi lado. Libre de prejuicios mi boca se apoderó de sus pechos. La suavidad de su piel de niña, el suave aroma a jabón que despedía me convenció: La necesitaba.

-Hazme tuya-, alcancé a implorar al reparar que sus dedos se iban acercando cautelosamente a mi sexo.

-¿Seguro?-, me preguntó.

No esperó a mi respuesta, separando mis piernas fue bajando por mi cuerpo deteniéndose brevemente en mi ombligo. Su lengua entretuvo jugando con él mientras sus dedos separaban los labios de mi sexo, dejando mi botón al descubierto. Todo era nuevo para mí, en mis veintidós años jamás había osado a traspasar esa frontera visible y auto impuesta que delimitaba mi vello púbico, nunca las yemas de mis dedos habían acariciado el prohibido clítoris. Por eso cuando la punta de su lengua se aproximó a mi preciado secreto, me entraron las dudas y suspirando le pedí que tuviera cuidado.

Sonriendo, me miró comprendiendo mis reparos y con una exasperante lentitud se fue acercando. Durante una eternidad lo único que sentí fue su aliento. Con los nervios a flor de piel, gemí deseosa y horrorizada que tomara posesión de su feudo. Forzando su acción acerqué su cabeza a mi sexo, pidiendo con un grito ahogado que me hiciera sentir eso tantas veces vedado.

Ya completamente convencida de mi deseo, Ilse recorrió mis pliegues concentrándose en mi ya erecto botón. El efecto de sus caricias fue inmediato, retorciéndome en la cama el placer me subyugó y, como si fueran los estertores gozosos de la muerte de mis antiguos prejuicios, me corrí salvajemente. Sorprendida por la violencia de mi orgasmo, mi amante se bebió mi flujo como si fuera el néctar que tanto requería su femineidad para sentirse completa. Su insistencia, en evitar que nada se escapase de su boca, prolongó mi placer en un éxtasis continuado que me volvió paranoicamente hambrienta de más. No sabía el que era eso que necesitaba y llorando le supliqué que siguiera.

Fuera de sí y con las hormonas de una hembra en celo, Ilse entrelazó nuestras piernas pegando mi torturado sexo al suyo. Fue el banderazo de salida a un cabalgar mutuo. Ella se convirtió en mi caballo, mientras que yo era su silla y enloquecidas por la fuerza de nuestra pasión nos lanzamos al galope. No sentí ningún reparo en compartir su humedad con la mía, al contrario recibí con mis piernas abiertas el abrazo de Lesbos. Mi ya adorada compañía uso sus manos sobre mis pechos para forzarme a acelerar mis movimientos. No pude seguir, estaba tan desbocada que anegándome por segunda vez en la noche, me desplomé entre sus brazos.

-¿Te ha gustado?-, me preguntó posando su cabeza al lado de la mía sobre la almohada.

-Si-, le respondí, -me gustaría devolverte el placer que me has dado-.

-Mejor otro día, debemos dormir sino mañana se nos notará en el trabajo, pero no te preocupes dejaré que me uses como si fuera tu perra judía-.

-¿Cómo dices?-, le pregunté asustada al creerme descubierta.

-Es broma, no he querido ofenderte o compararme con una de esas sucias. Es una forma de hablar, estoy totalmente enamorada de ti, quiero ser tuya, cuidarte y obedecerte sin pedirte nada a cambio-.

-Cómeme otra vez-, le exigí a esa mujer.

Ilse se acababa de caer del pedestal al que la había encumbrado, jamás podría enamorarme de ella, pero no por ello iba a dejar de aprovecharme del placer que me podía dar esa recién estrenada relación.

Querido diario, durante toda la noche le obligué a darme placer. Orgasmo tras orgasmo me corrí en su boca, usé una porra que un antiguo novio de Ilse dejó abandonada en su casa para penetrarla, disfruté teniéndola a mi merced…

…. pero me negué a que ella me desvirgara.

…. puedo ser una sucia lesbiana…..

…. puedo ser una sucia judía….

…. pero la mujer que rompa mi himen será mi holandés errante… mi verdadero amor.

Mas de golfo

Todo comenzó por una partida de póker

No son dos sino tres las putas con las que me casé

Mi mejor alumna se entregó al placer

Mi secretaria. cara de niña y cuerpo de mujer 5

Me llamo Rebeca. Soy una puta, casada e infiel.

Mi secretaria cara de niña y cuerpo de mujer 4

Mi secretaria tiene cara de niña y cuerpo de mujer

Mi secretaria tiene cara de niña, cuerpo de mujer2

Mi secretaria tiene cara de niña y cuerpo de mujer

¿Me darías un azote? Descubriendo a mi sumisa

Una nena indefensa fue mi perdición 4

Una nena indefensa fue mi perdición 3.

La puta de mi cuñada

Una nena indefensa fue mi perdición 2.

Una nena indefensa fue mi perdición

Yo, cazador

Mi prima preñada y su dinero, mis mejores afrodisi

Herederas de antiguos imperios

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 6

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 5

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 4

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 3

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos 2

Descubrí a mi tía viendo una película porno 7 FIN

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos

De loca a loca, me las tiro porque me tocan

Mi tímida e inocente amiga me entregó su culo

Me compré una bella esposa asiática por internet.

Mis enormes tetas fueron mi perdición.

La dulce e ingenua doctora que se volvió mi puta 2

Robando la leche de su madre al hijo de mi criada.

La dulce e ingenua doctora que se volvió mi puta

Descubrí a mi tía viendo una película porno 6

Descubrí a mi tía viendo una película porno 5

Mi prima mi amante, mi puta y ante todo mi mujer 2

Mi prima, mi amante, mi puta y ante todo mi mujer

Duelo de divas en la gran manzana.

Mi hermano me heredó a una diosa virgen

La huésped del hotel . Una ninfómana insaciable.

La huésped del hotel.Una tarde sin parar de follar

Mi cita a ciegas resultó muy puta 2.

Mi cita a ciegas resultó muy puta.

Descubrí a mi tía viendo una película porno 4.

Mi hermano me heredó a sus mujeres. (LIS)

Borracha y semidesnuda esperó mi jefa en el portal

Descubrí a mi tía viendo una película porno 3.

Las tortuosas vacaciones dela inocente jovencita 2

De la cama de mi esposa a la de mi cuñada (2 de 2)

De la cama de mi esposa a la de mi cuñada (1 de 2)

La suegra de mi hijo me entregó su culo.

Me comí el culo de mi abogada, una madura infiel.

Las tortuosas vacaciones de una inocente jovencita

La ingenua alumna que resultó muy puta

Mi nuera me preguntó si podía hacerme una mamada 2

La ex esposa de un amigo nos folló en un congreso.

Mi caliente vecina y yo nos follamos a mi mujer

Pillé a mi vecina recién divorciada muy caliente

La ex esposa de un amigo me abordó en un congreso.

Una diosa MUDA me salvó la vida en la montaña.

Descubrí a mi tía viendo una película porno 2

Mi nuera me preguntó si podía hacerme una mamada.

Descubrí a mi tía viendo una película porno

Dos gemelos me follaron en mitad de un parking

Una amiga me ayuda con el cabrón de mi vecino.

Enculando a la malcriada y a su amiga por zorras

Descubro que mi madre es tan puta como yo.

Mi esposa se compró dos mujercitas por error 2

Mi esposa se compró dos mujercitas por error.

Desvirgando a la super soldado

Me pone super cachonda el cabrón de mi vecino.

De super soldado asexuada a puta sin remedio.

Me follé a la enfermera de mi madre y a su gemela

Educando a una malcriada, la hija de un amigo

Preñé a mi madrastra durante una noche de verano.

Pillé a mi suegra con otro y por eso me la follé

Pillé a la puta de mi suegra con otro.

Mi prima venía a preñarse y la cedí a otra mujer

La enfermera de mi madre y su gemela.

La enfermera de mi madre resultó muy puta

El ídolo 5: Vendo a mi sumisa por dinero.

El ídolo 4: la hija del jefe resultó ser una diosa

El ídolo 3: la profesora y mi compañera, mis putas

El ídolo 2: Las nalgas de la profesora fueron mías

El ídolo 1: Mi compañera no es puta, es ninfómana.

Seducido por la niñera de mis hijos, una exmonja2

Seducido por la niñera de mis hijos, una ex-monja

Mi prima venía a preñarse y salió con el culo roto

Mi jefe me entrega a una jovencita como esclava

Aunque me costó: ¡Por fin me follo a mi mujer!

Mi tía y su amiga me mandan a tomar por culo.

Marina, una perroflauta con la que me casé

Mi tía me regala otra fantasía: una PONY GIRL

Mi tía, su transformación en puta y su amiga 2

Mi tía, su transformación en puta y su amiga

Las enormes tetas y el culo de mi tía, la policia

Las enormes tetas y el culo de mi Tía, la policía

Diario secreto de una suicide girl

Rubia teñida, gorda y obsesionada por el sexo

Sexo inesperado con una negrita en la playa.

Conseguí que mi marido me follara como a una puta.

Sustituí a un amigo con su madre y su esposa

De compañera de trabajo a novia sumisa en 1 noche

Pillé a la puta de mi esposa con otro.

Mi prima me folló gracias a Alonso, un prostituto.

Mi jefa es una hija de puta con su hermana también

La esposa del narco y su hermana. ¡Menudo par!

Mi jefa es una hija de puta con tetas.

La esposa de un narco y su hermana. LA HERMANDAD

La esposa de un narco y su hermana son mis vecinas

Al conocer a mi hija, recuerdo el amor de su madre

¿Me deja adiestrar a la puta? me rogó Susana

Di por culo a la puta de mi cuñada y a mi mujer 2

¿Aceptarías como sumisa a mi amiga? me rogó Susana

Di por culo a la puta de mi cuñada y a mi mujer

¿Me atarías a tu cama? me rogó Susana

¿Me darías un azote? me rogó Susana

La viuda de mi hijo y su madre son mis putas 2

La viuda de mi hijo y su madre son ahora mis putas

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa 3

Mamá descubre que mi tío y yo tenemos una sumisa.

Mi tío me entrega para mi placer a una sumisa.

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa 2

Para salvar a Johana, me follo a Ivanka Trump. 2

Para salvar a Johana, me follo a Ivanka Trump 1

Mi prima, mi criada y yo somos una extraña familia

Ayudo a la inquilina a follarse a mi puta esposa

Entre mi esposa y yo, nos follamos a la inquilina.

El culo de mi compañera de trabajo fue mi manzana

Consolando a mi vecina, madre joven y recién viuda

¿Te follarías a una embarazada? me soltó mi cuñada

¿Qué te parecen las nuevas tetas de tu secretaria?

¿Me romperías el culito? me dijó un día mi sobrina

¿Harías un trío con un par de putas como nosotras?

¿Te parecería una puta si te pido que me folles?

¿Te follarías a mi madre?: preguntó mi esposa

La cuñada de mi hijo resultó que no era tan puta

Puta, casada y culona era la hija de mi vecina

¡Qué culo tiene esa mujer! La entrego a una amiga

¡Qué culo tiene esa mujer!: acepta su sumisión

Historia de un político corrupto: Doña Leonor

¡Qué culo tiene esa mujer!: La esposa de un amigo

Sustituí a su esposa en la cama de mi tío.

El cambio de mi vida: De auditora a puta

La decente profesora es ahora nuestra puta esclava

Doce noches 4 mi prima y su amiga se emborrachan.

Su alumna pilla follando a la decente profesora

Mi profesora no era decente sino muy puta

Infiel a mi mujer con la hermana de mi amigo

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa

Caí entre las piernas de mi “ingenua” secretaria

La puta de mi mujer metió en mi cama a su amiga

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla 3

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla 2

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla

Preñé a la hermana de mi mujer con su permiso

Prostituto Una clienta me confesó que era lesbiana

Seducido por ella, desvirgué a la amiga de mi hija

Fui infiel a mi marido con su padre, mi suegro

Prostituto 20 Correos obscenos de una puta preñada

Mi cuñada, además de princesa, resultó muy puta 2

Mi cuñada, además de princesa, resultó muy puta

Cómo conseguí convertirme en la esclava de mi jefe

Prostituto 19 Esther es mas puta que yo

Prostituto 18 Follando en el Central Park

Prostituto 17Un perro se folla a mi clienta virgen

Prostituto 16 La modelo obsesionada con la leche

Prostituto 15 Dina quiere ser violada

Prostituto 14 Mi novia me traiciona con un abuelo

Prostituto 13 La mulata se entrega a mí por placer

Prostituto 12 Ayudo a Zoe a vengarse de su gemela

Prostituto 11Una policía y su gemela me chantajean

Prostituto 10 Semental para una pareja de lesbiana

Secuestrado, atado y humillado por mi ex suegra.

Prostituto 9 La mamá contrata y su niña me folla

Prostituto 8 Yuko una japonesa insaciable me folla

La taxista, su amiga y un pintor. Trío inesperado

Prostituto 7: Bob, un marido cornudo y mirón

El diablo hecho mujer. Ilse, una morena cachonda

Prostituto 6: Carol, una flaca de enormes pezones.

Prostituto por error 5: Betty, una mamá lactante

Prostituto por error 4:Ann y su criada negra part2

Prostituto por error 4:Ann y su criada negra part1

Prostituto por error 3: La ejecutiva tetona

Prostituto por error 2:Helen, enculando a la gorda

Prostituto por error: Ángela, la azafata buenorra.

Soy la puta de don Fernando, mi nuevo jefe.

Mi obsesión por el culo de la profesora de mi hija

De discreta vecina a puta desorejada.

¡Un cura me obliga a casarme con dos hermanas! 2.

¡Un cura me obliga a casarme con dos hermanas!

Al ayudar a la novia de mi hijo, la hice mi mujer

Animando 2... mi prima embarazada me busca novia.

Animando a mi prima hermana, una hembra necesitada

La tara de mi familia 1

Cinco días con la perturbada viuda de mi amigo

Asediado por mi ahijada, la hija de mi mejor amigo

Acosado por mi jefa, la reina virgen.

Me follé a la puta de mi jefa y a su secretaria 1

Me follé a la puta de mi jefa y a su secretaria 2

Historia de ...6 (Soy promíscua)

Historia de...5 (mis amantes son unas zorras)

Historia de un verdadero amor 4

Historia de un verdadero amor 3

Historia de un verdadero amor 2

La noche que conocí a Sonia

Tengo miedo (Vudú )

¿Violación o deseo?. Luna

¿Quién es Ella?

Dos mujeres y La espada de Damocles

Adiestrando a las hijas de mi jefe (3)

Atraído por... 3, Mi negra me trae otra criada.

Atraído por... 2, Cadenas de sumisión

Atraído por mi nueva criada negra.

Ana, mi secretaria, está embarazada

Adiestrando a las hijas de mi jefe (2)

Adiestrando a las hijas de mi jefe (1)

Madre de alquiler o hembra hambrienta de sexo

La tara de mi familia 8: la dulce Wayan

La tara de mi familia 7: Inseminación forzada

La tara de mi familia 6: Sometiendo a Thule

La tara de mi familia 5: venciendo a Makeda

La tara de mi familia 4: Lucha por el dominio

La tara de mi familia 3: Dos hermanas chinas

La tara de mi familia 2: El sacrificio de mi...

La tara de mi familia 1: Mis primeras experiencias

Saqué a la puta que había en su interior (2)

Saqué a la puta que había en su interior

En mi finca de caza (4: Patricia se confiesa)

En mi finca de caza (3: Trio con iniciación anal)

En mi finca de caza (2: María consuela a Patricia)

En mi finca de caza (1: Con la ex de mi amigo)

Libertad es lo que perdí esa noche

Descubrí a mi secretaria en mi jardín.

Gracias al padre 5, con la hija y sus amigas

Gracias al padre 4, con la hija y sus amigas

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre 3

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre 2

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre

Sentí sus manos recorrer mi cuerpo

Luna azul mejor que el viagra

Amanda (2: Bárbara, la castiga suavemente)

Amanda