miprimita.com

El diablo hecho mujer. Ilse, una morena cachonda

en Sexo Anal

Aunque parezca imposible, con  cuarenta y siete años y una larga experiencia en mujeres, estaba nervioso. Había quedado con una fan de mis relatos y eso era nuevo para mí. En todo el tiempo que llevaba escribiendo, nunca había llegado más allá de unos intercambios de correos más o menos picantes con mis lectoras pero, en el caso de Ilse, todo fue diferente.

Todavía recuerdo que estaba en la oficina cuando leí el email que me mandó a mi cuenta de Hotmail. El título no tenía desperdicio, esa muchacha  sin cortarse lo más mínimo al escribir a un desconocido, escribió como encabezado de su correo “Mira que rico”.

Extrañado por esa sugerente frase, lo abrí temiéndome que fuera publicidad de una página porno, pero en contra de lo que había imaginado, me encontré con dos fotos del trasero de una joven trigueña. Me hubiese encantado el haberos anexado las imágenes para que también vosotros pudieses disfrutar de la visión de semejante monumento pero mi querida amiga me ha pedido que no lo haga y que las mantenga para mi uso personal. Solo puedo deciros que esa cría tiene un par de preciosas y poderosas nalgotas. Se nota a simple vista que Ilse ha modelado esas dos bellezas a través de largas horas en el gimnasio y que, en las dos instantáneas que me mandó, un tanga amarillo realzaba la sensualidad de esa mujer.

“Quien fuera su dueño”, pensé al observar con detenimiento ese trasero.

Incapaz de controlarse, mi pene no necesito nada más para alzarse inquieto bajo mi pantalón.

“Que buena que está”, me dije mientras veía las fotos en pantalla completa para no perderme detalle de esas maravillas.

Queriendo agradecer a mi fiel lectora el obsequio la contesté y esa muchacha que solo me conocía por medio de mis relatos, me regaló en otro correo otras dos fotos de su culo ataviado con una escueta minifalda contra un fregadero.  Al recibir su segundo email, todos los reparos a iniciar un diálogo por internet con esa desconocida desaparecieron y completamente alborotado, decidí que ese culo tenía que ser mío. Ningún hombre con su sexualidad bien definida podía ser inmune a los encantos de esa mujer y por eso tras unas cuantas conversaciones e intercambio de imágenes mutuas, decidimos vernos en persona.

El problema residía que ella vivía en México D.F. y yo en Madrid, por lo que tuve que tomar un avión y cruzar el charco para disfrutar de esa preciosidad. Al llegar a al aeropuerto Benito Juárez, sabía que Ilse me iba a estar esperando en la sala de espera y por eso al recoger mi equipaje, me sentía como un caballo de carreras en espera que dieran la salida.

Los trámites de la aduana mexicana son al menos curiosos para una mentalidad europea, lo creáis o no, hay un semáforo aleatorio que decide si los policías deben revisar o no tus maletas. Si os preguntáis la razón de ese despropósito no es otra que evitar la corrupción consiga que un individuo tenga asegurado que no lo van a registrar y por otra parte, también sirve para limitar los abusos sobre turistas inocentes. Aun sabiéndolo, no pude evitar ponerme tenso al tocar el botón que iba a determinar si pasaba sin revisión. Afortunadamente, me salió verde y por eso cogiendo mis bártulos me dirigí hacia la salida.

Nada más traspasar los controles de seguridad, la vi esperando. Saludándome con el brazo estaba mi amiga cibernética y lo que vi, no me defraudó en absoluto.  Las fotos no le hacían justicia, en persona esa chaparrita era todavía más atractiva. Saltando para asegurarse que la viera tras el montón de gente que esperaba a los viajantes, se la veía super sensual. Sus pechos botando y rebotando sin descanso, eran motivo suficiente para no perderse a esa monada.

Al comprobar que la había visto se tranquilizó, pero no sé qué fue peor porque se puso a escuchar la música de sus cascos y sin darse cuenta, empezó a bailar contorneando su cintura siguiendo el ritmo. La sensualidad que esa criatura trasmitía, dejó embobados a todos los presentes. Yo no fui una excepción, completamente absorto, fui recorriendo los metros que me separaban de esa joven de piel morena con la que tanto había soñado.

Mientras me acercaba no pude evitar el recordar las noches que me había liberado sobre mis sábanas, pensando en ese momento. Aunque me había preparado mentalmente para no parecer un payaso cuando la tuviese enfrente, os tengo que confesar que me resulto difícil porque esa cría era un peligro.

Era la lujuria hecha mujer.

Si el diablo hubiera decidido crear un ser que llevara a la perdición a todos y cada uno de los habitantes de la tierra, la hubiese tomado como modelo.

En un momento dado, ese portento  luciendo una sonrisa, se agachó para recoger su bolso y se acercó a mí. Si tenía alguna duda de que era Ilse, desapareció al observar su trasero. Era ella, ese culo perfecto era único y por eso, impaciente esperé que llegase a mi lado.

-¿Fernando?- preguntó un tanto indecisa.

Sus ojos color miel dejaban entrever una mezcla de curiosidad y de miedo. No en vano, nunca nos habíamos visto y la única información que tenía de mi carácter era la que relato tras relato había dejado caer.  Interiormente, Ilse sabía que lo que le había atraído de mí era mi carácter dominante. En sus mensajes, me había confesado que estaba cansada de las medias tintas y que lo que realmente la excitaba era la idea de ser la compañera de un hombre que la sedujera y consiguiera controlar su carácter pero aun así temía dejarse llevar por su pasión y ser incapaz de estar a mi altura.

Siendo consciente de su estado, la sonreí mientras pasaba una mano por su cintura y la atraía hacía mí:

-Eres preciosa- le solté mientras le daba un suave beso en los labios.

Ilse  no pudo reprimir una carcajada y pegando su cuerpo contra el mío, me dijo:

-Tú en cambio eres enorme. Me siento una muñeca en tus brazos-.

Tenía razón. Aunque llevaba unos tacones de aguja de más de trece centímetros, con dificultad me llegaba a los hombros. Quizás nunca había estado con un tipo de uno noventa como yo y por eso, deseando descubrir nuevas sensaciones me abrazó mientras me decía lo mucho que había deseado que llegase ese momento.  Su proximidad hizo que mi sexo se irguiera protestando por el encierro por lo que no deseando que todo el mundo se diera cuenta que estaba empalmado, agarré del brazo a la muchacha y sin darle opción, la llevé por los pasillos de la terminal hasta el Snack Bar. Ya dentro del local, nos sentamos en una mesa un tanto apartada, ubicada  en un rincón.

Se la veía encantada con mi presencia y caballerosamente, le pregunté si quería algo de tomar.

-Una coca cola- respondió sin dejar de removerse inquieta de su silla.

Llamando al mesero, pedí que le trajera su consumición y para mí, ordené una cerveza. Con la tranquilidad que da la edad, aguardé a que volviera con nuestras bebidas y entonces cogiendo la mano de la mujer, le dije:

-Espero que te hayas puesto las pantaletas que te pedí-.

No debía esperarse que mis primeras palabras fueran acerca de su ropa interior y poniéndose colorada, me confesó que me había hecho caso y que esa mañana se había colocado  las braguitas de encaje blanco que tanto me habían gustado cuando me mandó una instantánea de ella en el cuarto de su casa.

-¿Y qué esperas para enseñármelas?- le solté mientras apuraba mi chela.

Avergonzada porque estábamos en un sitio público, se debatió durante unos instantes sobre la conveniencia de mostrármelas pero el saber que si no me complacía podía enfadarme e irme sin más, la obligó a, mientras disimulaba, levantarse la falda y demostrarme que había cumplido con mi pedido. Para lo que tampoco estaba preparada fue que, aprovechando que había separado sus rodillas, llevara mis manos a su entrepierna y sin cortarme en lo más mínimo por estar en un lugar tan concurrido, le empezara a acariciar el sexo. Como accionada por un resorte, Ilse intentó cerrar sus piernas pero se lo impedí diciendo:

-¿Qué haces? ¿No has jurado que era mío?-

Humillada pero excitada a la vez, la chilanga estuvo a punto de llorar pero en vez de hacerlo, puso su bolso en sus piernas para ocultar al público que atestaba el lugar que la estaba masturbando. Con las mejillas ruborizadas y el sudor recorriendo el collar que rebotaba en su escote, la muchacha se dejó hacer mientras miraba a su alrededor, temiendo en cada instante que alguien se percatara de lo que estaba sintiendo. Sé que me porté como un verdadero cabrón pero os tengo que reconocer que disfruté de cómo su angustia se iba transmutando en deseo y el deseo en placer. El primer síntoma de su calentura fue que a tenor de mis caricias a la muchacha le contaba respirar.

-¿Te gusta?- susurré a su oído mientras mis dedos separando sus labios, se habían apoderado de su clítoris.

No pudo contestarme, pegando un grito ahogado se retorció al sentir que jugaba con su botón y removiéndose indecisa en el sillón, cerró los ojos para evitar que me diera cuenta que estaba a punto de venirse. Desgraciadamente para ella, al cerrar los parpados, se magnificaron sus sensaciones y sin poderse reprimir, se corrió calladamente entre mis yemas.

Sabiendo que estaba en mis manos, sintió que las cadenas que su educación había instalado en su mente iban cayendo una a uno rotas por la acción de mis dedos, de forma que cuando el orgasmo le nubló su razón, unas nuevas ataduras estaban firmemente anudadas en su cerebro pero curiosamente se sentía libre. El saber que esa noche, ese gachupín cuarentón iba a tomar posesión de todos sus agujeros le alegró y por eso una vez recuperada, me miró sonriendo, mientras me decía:

-¿Qué quieres que haga?-

-Vete al baño y mastúrbate mientras me  esperas-

No sabiendo a ciencia cierta cómo actuar, Ilse se levantó y sin protestar se dirigió hacia el servicio ubicado al final del local. Apurando mi copa, la observé mientras se marchaba.  Sus pasos eran inseguros, su mente protestaba por mi trato pero al sentir que la humedad anegaba su cueva, la mujer comprendió que deseaba con locura entregarse a mi juego y por eso, al cerrar la puerta se puso a cumplir mis órdenes sin más. Buscando ahondar su excitación, la dejé unos minutos sola y cuando comprendí que había llegado el momento, me acerqué donde estaba y tocando en su puerta, le exigí que me abriera.

Al ver sus ojos inyectados con una lujuria sin límite comprendí que estaba dispuesta. Sin hablar me bajé los pantalones y sacando mi miembro de su encierro, di la vuelta a la muchacha y comencé a jugar con mi glande en su sexo. Ilse estuvo a punto de venirse al sentir mi verga recorriendo sus pliegues. Agachada sobre el lavabo, solo podía imaginarse lo que ocurría a su espalda.

Me alegró comprobar que estaba empapada y por eso cogiendo un poco de su flujo, embadurné su esfínter. Ella misma me había escrito en sus mail que solo en dos ocasiones había tenido sexo anal pero que aunque le dolió, era algo que le encantaba y por eso no me extrañó que sin tenérselo que pedir, esa cría separara sus nalgas con sus manos para facilitar mi labor. No había metido ni medio dedo en el interior de su ojete cuando escuché sus primeros gemidos. Incapaz de contenerse, Ilse moviendo su cintura buscó profundizar el contacto. Al sentir su entrega, llevé otro dedo a su interior y durante unos instantes, recorriendo sus bordes relajé sus músculos.

-Cógeme, por favor- gritó fuera de sí.

No tuvo que repetírmelo dos veces, acercando mi glande lo puse sobre su entrada trasera y forzando con una pequeña presión de mis caderas, lo fui introduciendo lentamente a través de ese rosado ano.  Poco a poco, mi extensión fue desapareciendo en su interior mientras Ilse apretando sus mandíbulas hacia verdaderos esfuerzos para no gritar.

-Ufff- exclamó a sentir que finalmente había terminado -¡Es enorme! Creí que no iba a caberme-

Contra toda lógica, el culo de esa morena había absorbido tanto el grosor como la longitud de mi miembro sin quejarse y felicitándola con un pequeño azote, le pregunté si podía empezar a moverme.

-Papito, dame fuerte-

Ni que decir tiene que la hice caso. Moviéndome lentamente en un principio, fui incrementando el ritmo mientras la muchacha no dejaba de susurrar en voz baja lo mucho que le gustaba. Os tengo que reconocer que no me había dado cuenta que mientras metía y sacaba mi pene de su estrecho conducto, Ilse se las había ingeniado para con una mano masturbarse sin perder el equilibrio.

-Más duro- me pidió dando un grito.

Fue entonces cuando comprendí que esa mujer necesitaba caña y por ello aceleré mis caderas, convirtiendo mi tranquilo trote en un alocado galope. Ilse al sentir mis huevos rebotando contra su sexo, se volvió loca y presa de un frenesí que daba miedo, buscó que mi pene la apuñalara sin compasión.

-Me vengo- chilló al sentir que la llenaba por completo y antes de poder hacer algo por evitarlo, se desplomó sobre el lavabo.

Al caer, me llevó con ella, de manera que sin quererlo, mi pene forzó más allá de lo concebible su trasero. Ilse aulló al notar que su esfínter había sobrepasado su límite pero en vez de apartarse, dejó que continuara cogiéndomela sin descanso.  Afortunadamente para ella, no tardé en sentir que se aproximaba mi propio orgasmo y por eso sabiendo que tenía una semana para disfrutar de ese cuerpo, me dejé llevar  derramándome  en el interior de su culo.

Tras unos minutos durante los cuales estuvimos besándonos como si fuéramos novios mientras descansábamos, nos acomodamos la ropa y disimulando, salimos del servicio. Se veía a la legua que Ilse estaba encantada porque al recorrer los pasillos en busca de su coche, me cogió de la cintura y pidiéndome que bajara la cabeza, me susurró al oído:

-Eres un cabronazo, me da miedo pensar cuando tenga que ir al baño-

Solté una carcajada al oírla y muerto de risa, la besé mientras le decía:

-No te preocupes, cuando me vaya, te costará incluso andar-

-----------------------

-----------------------

Os aconsejo revisar mi blog:

http://pornografoaficionado.blogspot.com.es/

En él, encontrareis este y otros relatos ilustrados con fotos que me gustan.

Mas de golfo

Todo comenzó por una partida de póker

No son dos sino tres las putas con las que me casé

Mi mejor alumna se entregó al placer

Mi secretaria. cara de niña y cuerpo de mujer 5

Me llamo Rebeca. Soy una puta, casada e infiel.

Mi secretaria cara de niña y cuerpo de mujer 4

Mi secretaria tiene cara de niña y cuerpo de mujer

Mi secretaria tiene cara de niña, cuerpo de mujer2

Mi secretaria tiene cara de niña y cuerpo de mujer

¿Me darías un azote? Descubriendo a mi sumisa

Una nena indefensa fue mi perdición 4

Una nena indefensa fue mi perdición 3.

La puta de mi cuñada

Una nena indefensa fue mi perdición 2.

Una nena indefensa fue mi perdición

Yo, cazador

Mi prima preñada y su dinero, mis mejores afrodisi

Herederas de antiguos imperios

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 6

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 5

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 4

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 3

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos 2

Descubrí a mi tía viendo una película porno 7 FIN

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos

De loca a loca, me las tiro porque me tocan

Mi tímida e inocente amiga me entregó su culo

Me compré una bella esposa asiática por internet.

Mis enormes tetas fueron mi perdición.

La dulce e ingenua doctora que se volvió mi puta 2

Robando la leche de su madre al hijo de mi criada.

La dulce e ingenua doctora que se volvió mi puta

Descubrí a mi tía viendo una película porno 6

Descubrí a mi tía viendo una película porno 5

Mi prima mi amante, mi puta y ante todo mi mujer 2

Mi prima, mi amante, mi puta y ante todo mi mujer

Duelo de divas en la gran manzana.

Mi hermano me heredó a una diosa virgen

La huésped del hotel . Una ninfómana insaciable.

La huésped del hotel.Una tarde sin parar de follar

Mi cita a ciegas resultó muy puta 2.

Mi cita a ciegas resultó muy puta.

Descubrí a mi tía viendo una película porno 4.

Mi hermano me heredó a sus mujeres. (LIS)

Borracha y semidesnuda esperó mi jefa en el portal

Descubrí a mi tía viendo una película porno 3.

Las tortuosas vacaciones dela inocente jovencita 2

De la cama de mi esposa a la de mi cuñada (2 de 2)

De la cama de mi esposa a la de mi cuñada (1 de 2)

La suegra de mi hijo me entregó su culo.

Me comí el culo de mi abogada, una madura infiel.

Las tortuosas vacaciones de una inocente jovencita

La ingenua alumna que resultó muy puta

Mi nuera me preguntó si podía hacerme una mamada 2

La ex esposa de un amigo nos folló en un congreso.

Mi caliente vecina y yo nos follamos a mi mujer

Pillé a mi vecina recién divorciada muy caliente

La ex esposa de un amigo me abordó en un congreso.

Una diosa MUDA me salvó la vida en la montaña.

Descubrí a mi tía viendo una película porno 2

Mi nuera me preguntó si podía hacerme una mamada.

Descubrí a mi tía viendo una película porno

Dos gemelos me follaron en mitad de un parking

Una amiga me ayuda con el cabrón de mi vecino.

Enculando a la malcriada y a su amiga por zorras

Descubro que mi madre es tan puta como yo.

Mi esposa se compró dos mujercitas por error 2

Mi esposa se compró dos mujercitas por error.

Desvirgando a la super soldado

Me pone super cachonda el cabrón de mi vecino.

De super soldado asexuada a puta sin remedio.

Me follé a la enfermera de mi madre y a su gemela

Educando a una malcriada, la hija de un amigo

Preñé a mi madrastra durante una noche de verano.

Pillé a mi suegra con otro y por eso me la follé

Pillé a la puta de mi suegra con otro.

Mi prima venía a preñarse y la cedí a otra mujer

La enfermera de mi madre y su gemela.

La enfermera de mi madre resultó muy puta

El ídolo 5: Vendo a mi sumisa por dinero.

El ídolo 4: la hija del jefe resultó ser una diosa

El ídolo 3: la profesora y mi compañera, mis putas

El ídolo 2: Las nalgas de la profesora fueron mías

El ídolo 1: Mi compañera no es puta, es ninfómana.

Seducido por la niñera de mis hijos, una exmonja2

Seducido por la niñera de mis hijos, una ex-monja

Mi prima venía a preñarse y salió con el culo roto

Mi jefe me entrega a una jovencita como esclava

Aunque me costó: ¡Por fin me follo a mi mujer!

Mi tía y su amiga me mandan a tomar por culo.

Marina, una perroflauta con la que me casé

Mi tía me regala otra fantasía: una PONY GIRL

Mi tía, su transformación en puta y su amiga 2

Mi tía, su transformación en puta y su amiga

Las enormes tetas y el culo de mi tía, la policia

Las enormes tetas y el culo de mi Tía, la policía

Diario secreto de una suicide girl

Rubia teñida, gorda y obsesionada por el sexo

Sexo inesperado con una negrita en la playa.

Conseguí que mi marido me follara como a una puta.

Sustituí a un amigo con su madre y su esposa

De compañera de trabajo a novia sumisa en 1 noche

Pillé a la puta de mi esposa con otro.

Mi prima me folló gracias a Alonso, un prostituto.

Mi jefa es una hija de puta con su hermana también

La esposa del narco y su hermana. ¡Menudo par!

Mi jefa es una hija de puta con tetas.

La esposa de un narco y su hermana. LA HERMANDAD

La esposa de un narco y su hermana son mis vecinas

Al conocer a mi hija, recuerdo el amor de su madre

¿Me deja adiestrar a la puta? me rogó Susana

Di por culo a la puta de mi cuñada y a mi mujer 2

¿Aceptarías como sumisa a mi amiga? me rogó Susana

Di por culo a la puta de mi cuñada y a mi mujer

¿Me atarías a tu cama? me rogó Susana

¿Me darías un azote? me rogó Susana

La viuda de mi hijo y su madre son mis putas 2

La viuda de mi hijo y su madre son ahora mis putas

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa 3

Mamá descubre que mi tío y yo tenemos una sumisa.

Mi tío me entrega para mi placer a una sumisa.

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa 2

Para salvar a Johana, me follo a Ivanka Trump. 2

Para salvar a Johana, me follo a Ivanka Trump 1

Mi prima, mi criada y yo somos una extraña familia

Ayudo a la inquilina a follarse a mi puta esposa

Entre mi esposa y yo, nos follamos a la inquilina.

El culo de mi compañera de trabajo fue mi manzana

Consolando a mi vecina, madre joven y recién viuda

¿Te follarías a una embarazada? me soltó mi cuñada

¿Qué te parecen las nuevas tetas de tu secretaria?

¿Me romperías el culito? me dijó un día mi sobrina

¿Harías un trío con un par de putas como nosotras?

¿Te parecería una puta si te pido que me folles?

¿Te follarías a mi madre?: preguntó mi esposa

La cuñada de mi hijo resultó que no era tan puta

Puta, casada y culona era la hija de mi vecina

¡Qué culo tiene esa mujer! La entrego a una amiga

¡Qué culo tiene esa mujer!: acepta su sumisión

Historia de un político corrupto: Doña Leonor

¡Qué culo tiene esa mujer!: La esposa de un amigo

Sustituí a su esposa en la cama de mi tío.

El cambio de mi vida: De auditora a puta

La decente profesora es ahora nuestra puta esclava

Doce noches 4 mi prima y su amiga se emborrachan.

Su alumna pilla follando a la decente profesora

Mi profesora no era decente sino muy puta

Infiel a mi mujer con la hermana de mi amigo

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa

Caí entre las piernas de mi “ingenua” secretaria

La puta de mi mujer metió en mi cama a su amiga

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla 3

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla 2

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla

Preñé a la hermana de mi mujer con su permiso

Prostituto Una clienta me confesó que era lesbiana

Seducido por ella, desvirgué a la amiga de mi hija

Fui infiel a mi marido con su padre, mi suegro

Prostituto 20 Correos obscenos de una puta preñada

Mi cuñada, además de princesa, resultó muy puta 2

Mi cuñada, además de princesa, resultó muy puta

Cómo conseguí convertirme en la esclava de mi jefe

Prostituto 19 Esther es mas puta que yo

Prostituto 18 Follando en el Central Park

Prostituto 17Un perro se folla a mi clienta virgen

Prostituto 16 La modelo obsesionada con la leche

Prostituto 15 Dina quiere ser violada

Prostituto 14 Mi novia me traiciona con un abuelo

Prostituto 13 La mulata se entrega a mí por placer

Prostituto 12 Ayudo a Zoe a vengarse de su gemela

Prostituto 11Una policía y su gemela me chantajean

Prostituto 10 Semental para una pareja de lesbiana

Secuestrado, atado y humillado por mi ex suegra.

Prostituto 9 La mamá contrata y su niña me folla

Prostituto 8 Yuko una japonesa insaciable me folla

La taxista, su amiga y un pintor. Trío inesperado

Prostituto 7: Bob, un marido cornudo y mirón

Prostituto 6: Carol, una flaca de enormes pezones.

Prostituto por error 5: Betty, una mamá lactante

Prostituto por error 4:Ann y su criada negra part2

Prostituto por error 4:Ann y su criada negra part1

Prostituto por error 3: La ejecutiva tetona

Prostituto por error 2:Helen, enculando a la gorda

Prostituto por error: Ángela, la azafata buenorra.

Soy la puta de don Fernando, mi nuevo jefe.

Mi obsesión por el culo de la profesora de mi hija

De discreta vecina a puta desorejada.

¡Un cura me obliga a casarme con dos hermanas! 2.

¡Un cura me obliga a casarme con dos hermanas!

Al ayudar a la novia de mi hijo, la hice mi mujer

Animando 2... mi prima embarazada me busca novia.

Animando a mi prima hermana, una hembra necesitada

La tara de mi familia 1

Cinco días con la perturbada viuda de mi amigo

Asediado por mi ahijada, la hija de mi mejor amigo

Acosado por mi jefa, la reina virgen.

Me follé a la puta de mi jefa y a su secretaria 2

Me follé a la puta de mi jefa y a su secretaria 1

Historia de ...6 (Soy promíscua)

Historia de...5 (mis amantes son unas zorras)

Historia de un verdadero amor 4

Historia de un verdadero amor 3

Historia de un verdadero amor 2

Historia de un verdadero amor 1

La noche que conocí a Sonia

Tengo miedo (Vudú )

¿Violación o deseo?. Luna

¿Quién es Ella?

Dos mujeres y La espada de Damocles

Adiestrando a las hijas de mi jefe (3)

Atraído por... 3, Mi negra me trae otra criada.

Atraído por... 2, Cadenas de sumisión

Atraído por mi nueva criada negra.

Ana, mi secretaria, está embarazada

Adiestrando a las hijas de mi jefe (2)

Adiestrando a las hijas de mi jefe (1)

Madre de alquiler o hembra hambrienta de sexo

La tara de mi familia 8: la dulce Wayan

La tara de mi familia 7: Inseminación forzada

La tara de mi familia 6: Sometiendo a Thule

La tara de mi familia 5: venciendo a Makeda

La tara de mi familia 4: Lucha por el dominio

La tara de mi familia 3: Dos hermanas chinas

La tara de mi familia 2: El sacrificio de mi...

La tara de mi familia 1: Mis primeras experiencias

Saqué a la puta que había en su interior (2)

Saqué a la puta que había en su interior

En mi finca de caza (4: Patricia se confiesa)

En mi finca de caza (3: Trio con iniciación anal)

En mi finca de caza (2: María consuela a Patricia)

En mi finca de caza (1: Con la ex de mi amigo)

Libertad es lo que perdí esa noche

Descubrí a mi secretaria en mi jardín.

Gracias al padre 5, con la hija y sus amigas

Gracias al padre 4, con la hija y sus amigas

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre 3

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre 2

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre

Sentí sus manos recorrer mi cuerpo

Luna azul mejor que el viagra

Amanda (2: Bárbara, la castiga suavemente)

Amanda