miprimita.com

Mi secretaria cara de niña y cuerpo de mujer 4

en Dominación

 

Nada más probar los platos que habían preparado, comprendí que además de estar buenas y ser muy putas, esas dos mujeres me iban a conquistar por el estómago.

-¡Coño! ¡Está cojonudo!- exclamé impresionado.

Azucena que había llevado el peso de la cocina, sonrió al escuchar mi exabrupto y mirando a su hija, la ordenó que sirviera el vino. La joven obedeció al instante y descorchó un reserva, para acto seguido airearlo en un decantador de cristal que tenían preparado. Tras unos minutos en lo que se mantuvo oxigenando, lo probé y confirmé que ese tinto podía competir de tú a tú en calidad con la cena.

-¿A qué se debe este homenaje?- pregunté extrañado que en esa casa se cenara con ese tipo de caldo.

-Estamos celebrando la primera sesión de María como sumisa- contestó su madre, dando por sentado que era firme mi decisión de ser su dueño.

Recordando el consejo que me había dado y mientras saboreaba el vino, pregunté a la aludida que es lo que había sentido. La muchacha, bajando su mirada y poniéndose totalmente colorada, susurró:

-Me he sentido plena.

Azucena asumiendo que debía forzarla a ser más elocuente ya que como amo novato, yo sería incapaz, le dijo:

-¡Explícate! ¡Dile al amo lo que has experimentado en cada momento!- y alzando la voz, insistió:-¡No te guardes nada!

Muerta de vergüenza, María nos describió como la habían reconcomido los celos al escuchar cómo me volvía a tirar a su vieja, cuando creía que era su turno de disfrutar.

-Sé que no tengo derecho- casi llorando comentó- pero no lo pude evitar. Menos mal que usted me puso en mi lugar y me enseñó la primera regla de una sumisa, que es saber esperar.

Inconcebiblemente al recordar el castigó al que la sometí, esa morena no pudo evitar que sus areolas se vieran afectadas y contra su voluntad, pude comprobar a través de su camisa que se le habían puesto duras.

Su progenitora no ocultó sus ganas de dirigir ese interrogatorio al decir:

-Fue entonces cuando nuestro amo te corrigió.

-Sí – contestó la cría. – aunque miles de veces había soñado con que mi dueño me aleccionara ante un error, para mí fue una sorpresa que me pusiera en sus rodillas y más que levantando mi falda, me regalara una tunda de azotes.

-¿Te dolieron?- actuando como un investigador avezado la cuarentona preguntó.

-Mucho pero aún más el saber que había fallado.

Ya intrigado quise saber más y con voz sería le pedí que se explayara:

-Al principio no puedo negar que me escocieron mis nalgas con los golpes pero tras el tercero o el cuarto me di cuenta que me los tenía merecido y fue entonces cuando empecé a sufrir por si usted no me aceptaba a su lado.

«¡Qué cosa tan curiosa!», medité en silencio, «me está diciendo que le dolió más el haberme enfadado que esas duras nalgadas».

Todavía no había tardado en asimilar tan extraña información cuando Azucena exigió a su retoño que nos narrara lo que había pasado por su mente cuando olvidado su afrenta, había comenzado a untar crema sobre su adolorido culito.

-¡Que no me lo merecía! Es más todavía ahora, sé que fue un regalo inmerecido y que solo la bondad de nuestro amo explica que en vez de dejarme tirada cual sucia puta, me consolara con sus caricias- respondió mientras la mera evocación del placer que había experimentado provocó que juntara sus rodillas en un intento de ocultar su excitación.

Mi bisoñez en esos temas era total y por ello os tengo que reconocer que me confundió el hecho que tanto el dolor como el placer estuvieran tan unidos en la mente de esa muchacha.

«La excitan de igual manera», pensé.

Menos mal que la rubia, más experimentada que yo en esos temas, me sacó de mi error al preguntar a su chavala que era lo que había sentido con mis toqueteos.

-Amor, confianza, cuidado, entrega y libertad- respondió con lágrimas en los ojos – sentí que mi dueño me acepta como soy y sabe lo que deseo. Supe que siempre estaría allí para apoyarme y que junto a él, aprendería a dar.

-No te entiendo- intervine diciendo.

La morenita, arrodillándose ante mí y llorando a moco tendido, contestó:

-Me enseñó que, a pesar de mis fallos, reconocía en mí a una mujer necesitada y tras castigarme, no dudó en complacerme sin buscar su placer...- os confieso que no comprendía nada, por desconocimiento creía que eso era una función única de las sumisas y no de los amos. Pero entonces ella misma me lo aclaró diciendo: -Le agradezco haberme mostrado el camino y ahora que sé que puedo confiar en que mi dueño no vacilará en hacerme feliz.

Satisfecha por la elocuencia de su hija, Azucena se acercó a mí y murmurando, me dijo:

-Amo, creo que esta putita está lista para aceptar su regalo.

Debí de preguntar qué era eso del regalo pero esa manipuladora no me dio oportunidad de hacerlo y sacando de un cajón un collar de esclava, me lo puso en las manos. A pesar de mi sorpresa no pasé por alto la desfachatez de esa mujer y atrayéndola hacia mí, mordí su oreja mientras le decía:

-Recuérdame que esta noche te ponga el culo rojo.

La muy cabrona, riendo a carcajadas, respondió:

-No dude que se lo recordaré. Desde que vi como azotaba a mi niña, estoy deseando que lo haga.

Su descaro me hizo gracia y aunque en ese instante me apeteció dar inicio a su castigo, comprendí que primero tenía que ocuparme de María.

Revisando el collar, me satisfizo leer que llevaba grabada la siguiente inscripción:

“Propiedad de mi amo Manuel”.

Al levantar mi mirada y fijarme en la que lo iba a usar, vi que se había desnudado completamente y que todavía arrodillada, llevaba sus manos a la espalda mientras depositaba en mis rodillas una rosa que llevaba en la boca. A mi espalda, su madre me comentó:

-La rosa es la señal de su inocencia.

-Ahora ¿qué digo?- pregunté en voz baja.

La mujer sin perder ni pizca de solemnidad, susurró:

-Desnuda vienes a mí, mostrando tu fidelidad.

-Desnuda vienes a mí, mostrando tu fidelidad- repetí.

-Muéstrame que tu voluntad también está desnuda e inclínate hacia mí para recibir este collar como muestra de tu entrega.

-Muéstrame que tu voluntad también está desnuda e inclínate hacia mí para recibir este collar como muestra de tu entrega- coreé.

María respondiendo a su parte en ese ritual, alargó su cuello y dejó que cerrara el collar a su alrededor. Os juro que viendo el brillo de felicidad con el que recibió esa argolla, me arrepentí de no haberlo hecho con anterioridad.

Acto seguido y siguiendo con la ceremonia, la muchacha me soltó:

-Usted es mi señor, mi amo y mi dueño. Yo soy su esclava, su amante y su puta. Mi cuerpo, mi boca, mi sexo son suyos. Mi corazón, mi placer y mi voluntad dependen de mi amo. Daré placer a su cuerpo, obedeceré sus palabras y eternamente le serviré.

Todos los vellos de mi cuerpo se erizaron al escucharla. Indignado comprendí que la guarra de su madre me había engañado y que el significado real de ese ritual era más profundo de lo que me había imaginado.

«¡Es una especie de enlace nupcial entre amo y sumisa!», exclamé para mí.

Quizás en ese instante tenía que haber rechazado esa unión pero viendo la felicidad de María no pude y anotando esa afrenta en el cuaderno de castigos a dar a su madre, la agarré entre mis brazos y sin decir nada la llevé hasta mi cama. Depositándola sobre las sabanas, me la quedé mirando: con su pelo recogido y con ese collar en su cuello, esa preciosa mujercita no parecía haber cumplido los dieciocho.

«¡Que belleza!», dije para mí sin darme cuenta que inconscientemente ese adorno con el que declaraba ser de mi propiedad la hacía estar más bella.

La mirada expectante de la muchacha me confirmó que tras esa máscara, María no era más que una niña inexperta deseando convertirse en mujer y por eso sentándome a su lado, la abracé diciendo:

-Estás preciosa.

Confundida por mi piropo, buscó mi boca con sus labios. Decidido a que esa primera vez fuese inolvidable, dejé que me besara mientras mi mano acariciaba uno de sus pechos. Traicionándola, sus pezones se contrajeron en virtud de la excitación que comenzaba a nacer en su interior y deseando incrementarla, acerqué mi boca hasta uno de ellos.

-Quiero que me haga mujer, necesito ser suya- suspiró con la respiración entrecortada.

La belleza de su cuerpo y su dulce sonrisa, hicieron que mi pene se alzara presionando el interior su entrepierna. Mi erección incrementó sus miedos y sabiendo que ya era parte de mi vida, me rogó que fuera bueno con ella.

-Lo seré- respondí mientras empezaba a acariciar su cuerpo.

Durante largos minutos, fui tocando cada una de sus teclas, cada uno de sus puntos eróticos hasta que conseguí derretirla. Tiritando de placer y sumida en la pasión, nuevamente me imploró que la desvirgara.

Tanteando el terreno, la obligué a ponerse a cuatro patas y me coloqué sobre ella. María creyó que había llegado el momento pero en vez de forzar su virginidad, acariciando los duros cachetes que formaban su culo incrementé su turbación a base de lentos y suaves besos. Todo su cuerpo tembló al sentir mi lengua jugando con su trasero.,

-Ummm- gimió presa del deseo.

Convencido de su entrega y mientras toqueteaba los bordes de su ojete, hundí mi cara en su sexo, tomando al asalto ese último reducto con mi boca. La morenita al experimentar como la punta de mi lengua se entretenía jugando con su clítoris, sintió que su cuerpo colapsaba y sin esperar mi permiso, se corrió.

-Lo siento- masculló asustada al darse cuenta que podía castigarla.

Entendiendo sus miedos, sonreí y mirándola a los ojos, le dije:

-Córrete todas las veces que quieras, hoy es tu día- tras lo cual proseguí con mi lengua recorriendo los pliegues de su sexo hasta que incapaz de contenerse me gritó que no aguantaba más y que la follara. Para entonces, el sabor juvenil de su coño ya impregnaba mis papilas y olvidando que debía ser suave, llevé una de mis manos hasta su pecho pellizcándolo. Esa ruda caricia prolongó su éxtasis y gritando de placer, María buscó moviendo sus caderas que me percatara que estaba lista.

-Amo, lo necesito- imploró mientras intentaba asir mi pene con sus manos.

Complaciéndola, acerqué mi glande a su excitado orificio. La mujercita, ya totalmente excitada, me pidió nuevamente que la tomara. Decidido a que esa noche disfrutara como nunca, me entretuve rozando la cabeza de mi pene en su entrada, sin meterla.

-¡Fólleme!- rugió olvidando su papel mientras como una perturbada se pellizcaba los pezones.

Al verla tan entregada, decidí que era el momento y forzando su himen, fui introduciendo mi pene en su interior. María gritó al sentir como su tela se rompía y que de pronto, mi pene la llenaba por completo. Yo, por mi parte, estaba ansioso de comenzar a moverme pero antes de hacerlo, le di tiempo para que se relajara.

-¡Madre mía!- sollozó de gusto cuando su cuerpo vibró al notar que lentamente iba metiendo y sacando mi pene de su interior.

La muchacha que hasta entonces se había mantenido expectante, me pidió que acelerara el paso mientras con su mano, acariciaba su botón del placer. Su urgencia por ser tomada y sus gemidos de placer me hicieron incrementar la velocidad de mis embestidas y sin piedad, comencé a apuñalar su interior con mi estoque.

El dolor por su pérdida había desaparecido, sustituido por el placer. María al verse zarandeada de esa manera, sintió que su cuerpo colapsaba y disfrutando cada uno de los asaltos de mi pene, se corrió dando gritos mientras me rogaba que siguiera haciéndole el amor.

Apabullado por su devoción, lo que terminó de excitarme fue verla pellizcando sus pezones sin misericordia.

-¡Te gusta que te folle! ¿Verdad, putita?-, pregunté al sentir que por segunda vez, la muchacha llegaba al orgasmo.

-Sí- aulló alegremente – me encanta ser toda suya.

Deseando culminar, agarré sus pechos y acelerando el ritmo de mis caderas, forcé su cuerpo hasta que mi pene chocó con la pared de su vagina.

-¡Dios! ¡Cómo me gusta!- berreando, me pidió que la usara sin contemplaciones.

La exclamación de la que ya consideraba mi sumisa provocó que olvidara cualquier precaución y convirtiendo mi cuerpo en una ametralladora, martilleé con fiereza a esa mujer. Ella al sentir mis huevos rebotando contra los pliegues de su sexo, alborozada me soltó:

-Amo, voy a correrme por tercera vez.

-Hazlo pero antes dime, ¿quién eres?

-¡Su puta!- respondió echa una loca.

Su rendición fue la gota que necesitaba mi vaso para derramarse, y cogiéndola de los hombros, regué mi siguiente en su interior, a la vez que le decía:

-No solo eso, eres mi puta, mi amante y mi mujer- tras lo cual caí rendido sobre las sábanas.

María, sonriendo, me abrazó y poniendo su cabeza en mi pecho, esperó que descansara en silencio porque aunque ese momento no lo supiera al desvirgarla y hacerla mía, por fin, se sentía una mujer.

Al cabo de cinco minutos, ya repuesto, levanté su cara y dándole un beso en los labios, pregunté cómo se sentía.

-Feliz-, respondió y ejerciendo el papel que había buscado a través de los años, me soltó: -¿Qué tal se ha portado su esclava?

-Muy bien-, contesté sin caer en la cuenta que con ello aceptaba totalmente que pasase a ser de mi propiedad.

Mi amada sumisa, poniéndose a horcajadas sobre mí y soltando una carcajada, murmuró un tanto indecisa:

-¿Lo suficiente para que mi adorado amo me rompa el culito?

Descojonado por su descaro, acaricié ese trasero, que tanto deseaba estrenar mientras le decía:

-Te juro que lo haré pero ¡primero tengo que castigar a tu madre!

María no pudo evitar un leve gesto de disgusto pero recordando la lección aprendida y que debía saber esperar, imprimiendo un tono pícaro a su voz, replicó:

-¿Necesita ayuda para aplicar los ánimos de esa zorra?...

 ------------------------------------------

-------------------------------------------

-------------------------------------------

Después de años escribiendo en INTERNET y haber recibido casi 11.200.000 de visitas, HE PUBLICADO VARIAS COLECCIONES Y UNA NOVELA EN AMAZON si queréis descargaros alguna de ellas podéis hacerlo en el siguiente link:

Libros para descargar de GOLFO EN AMAZON

El último libro que he publicado está teniendo una gran aceptación entre los lectores. Con  más de 100 páginas de alto contenido erótico lo puedes encontrar en:

Mi nuera se convierte en mi mujer

 Y como siempre, os aconsejo revisar mi blog:

http://pornografoaficionado.com/

En él, encontrareis este y otros relatos ilustrados con fotos de las modelos que han inspirado mis relatos. En este caso, se trata de UNA CRIATURA DEL DEMONIO VESTIDA DE CUERO NEGRO  (solo por ella merece la pena entrar) llamada:

GEORGIA JONES

 

Mas de golfo

Todo comenzó por una partida de póker

No son dos sino tres las putas con las que me casé

Mi mejor alumna se entregó al placer

Mi secretaria. cara de niña y cuerpo de mujer 5

Me llamo Rebeca. Soy una puta, casada e infiel.

Mi secretaria tiene cara de niña y cuerpo de mujer

Mi secretaria tiene cara de niña, cuerpo de mujer2

Mi secretaria tiene cara de niña y cuerpo de mujer

¿Me darías un azote? Descubriendo a mi sumisa

Una nena indefensa fue mi perdición 4

Una nena indefensa fue mi perdición 3.

La puta de mi cuñada

Una nena indefensa fue mi perdición 2.

Una nena indefensa fue mi perdición

Yo, cazador

Mi prima preñada y su dinero, mis mejores afrodisi

Herederas de antiguos imperios

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 6

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 5

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 4

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisiacos 3

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos 2

Descubrí a mi tía viendo una película porno 7 FIN

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos

De loca a loca, me las tiro porque me tocan

Mi tímida e inocente amiga me entregó su culo

Me compré una bella esposa asiática por internet.

Mis enormes tetas fueron mi perdición.

La dulce e ingenua doctora que se volvió mi puta 2

Robando la leche de su madre al hijo de mi criada.

La dulce e ingenua doctora que se volvió mi puta

Descubrí a mi tía viendo una película porno 6

Descubrí a mi tía viendo una película porno 5

Mi prima mi amante, mi puta y ante todo mi mujer 2

Mi prima, mi amante, mi puta y ante todo mi mujer

Duelo de divas en la gran manzana.

Mi hermano me heredó a una diosa virgen

La huésped del hotel . Una ninfómana insaciable.

La huésped del hotel.Una tarde sin parar de follar

Mi cita a ciegas resultó muy puta 2.

Mi cita a ciegas resultó muy puta.

Descubrí a mi tía viendo una película porno 4.

Mi hermano me heredó a sus mujeres. (LIS)

Borracha y semidesnuda esperó mi jefa en el portal

Descubrí a mi tía viendo una película porno 3.

Las tortuosas vacaciones dela inocente jovencita 2

De la cama de mi esposa a la de mi cuñada (2 de 2)

De la cama de mi esposa a la de mi cuñada (1 de 2)

La suegra de mi hijo me entregó su culo.

Me comí el culo de mi abogada, una madura infiel.

Las tortuosas vacaciones de una inocente jovencita

La ingenua alumna que resultó muy puta

Mi nuera me preguntó si podía hacerme una mamada 2

La ex esposa de un amigo nos folló en un congreso.

Mi caliente vecina y yo nos follamos a mi mujer

Pillé a mi vecina recién divorciada muy caliente

La ex esposa de un amigo me abordó en un congreso.

Una diosa MUDA me salvó la vida en la montaña.

Descubrí a mi tía viendo una película porno 2

Mi nuera me preguntó si podía hacerme una mamada.

Descubrí a mi tía viendo una película porno

Dos gemelos me follaron en mitad de un parking

Una amiga me ayuda con el cabrón de mi vecino.

Enculando a la malcriada y a su amiga por zorras

Descubro que mi madre es tan puta como yo.

Mi esposa se compró dos mujercitas por error 2

Mi esposa se compró dos mujercitas por error.

Desvirgando a la super soldado

Me pone super cachonda el cabrón de mi vecino.

De super soldado asexuada a puta sin remedio.

Me follé a la enfermera de mi madre y a su gemela

Educando a una malcriada, la hija de un amigo

Preñé a mi madrastra durante una noche de verano.

Pillé a mi suegra con otro y por eso me la follé

Pillé a la puta de mi suegra con otro.

Mi prima venía a preñarse y la cedí a otra mujer

La enfermera de mi madre y su gemela.

La enfermera de mi madre resultó muy puta

El ídolo 5: Vendo a mi sumisa por dinero.

El ídolo 4: la hija del jefe resultó ser una diosa

El ídolo 3: la profesora y mi compañera, mis putas

El ídolo 2: Las nalgas de la profesora fueron mías

El ídolo 1: Mi compañera no es puta, es ninfómana.

Seducido por la niñera de mis hijos, una exmonja2

Seducido por la niñera de mis hijos, una ex-monja

Mi prima venía a preñarse y salió con el culo roto

Mi jefe me entrega a una jovencita como esclava

Aunque me costó: ¡Por fin me follo a mi mujer!

Mi tía y su amiga me mandan a tomar por culo.

Marina, una perroflauta con la que me casé

Mi tía me regala otra fantasía: una PONY GIRL

Mi tía, su transformación en puta y su amiga 2

Mi tía, su transformación en puta y su amiga

Las enormes tetas y el culo de mi tía, la policia

Las enormes tetas y el culo de mi Tía, la policía

Diario secreto de una suicide girl

Rubia teñida, gorda y obsesionada por el sexo

Sexo inesperado con una negrita en la playa.

Conseguí que mi marido me follara como a una puta.

Sustituí a un amigo con su madre y su esposa

De compañera de trabajo a novia sumisa en 1 noche

Pillé a la puta de mi esposa con otro.

Mi prima me folló gracias a Alonso, un prostituto.

Mi jefa es una hija de puta con su hermana también

La esposa del narco y su hermana. ¡Menudo par!

Mi jefa es una hija de puta con tetas.

La esposa de un narco y su hermana. LA HERMANDAD

La esposa de un narco y su hermana son mis vecinas

Al conocer a mi hija, recuerdo el amor de su madre

¿Me deja adiestrar a la puta? me rogó Susana

Di por culo a la puta de mi cuñada y a mi mujer 2

¿Aceptarías como sumisa a mi amiga? me rogó Susana

Di por culo a la puta de mi cuñada y a mi mujer

¿Me atarías a tu cama? me rogó Susana

¿Me darías un azote? me rogó Susana

La viuda de mi hijo y su madre son mis putas 2

La viuda de mi hijo y su madre son ahora mis putas

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa 3

Mamá descubre que mi tío y yo tenemos una sumisa.

Mi tío me entrega para mi placer a una sumisa.

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa 2

Para salvar a Johana, me follo a Ivanka Trump. 2

Para salvar a Johana, me follo a Ivanka Trump 1

Mi prima, mi criada y yo somos una extraña familia

Ayudo a la inquilina a follarse a mi puta esposa

Entre mi esposa y yo, nos follamos a la inquilina.

El culo de mi compañera de trabajo fue mi manzana

Consolando a mi vecina, madre joven y recién viuda

¿Te follarías a una embarazada? me soltó mi cuñada

¿Qué te parecen las nuevas tetas de tu secretaria?

¿Me romperías el culito? me dijó un día mi sobrina

¿Harías un trío con un par de putas como nosotras?

¿Te parecería una puta si te pido que me folles?

¿Te follarías a mi madre?: preguntó mi esposa

La cuñada de mi hijo resultó que no era tan puta

Puta, casada y culona era la hija de mi vecina

¡Qué culo tiene esa mujer! La entrego a una amiga

¡Qué culo tiene esa mujer!: acepta su sumisión

Historia de un político corrupto: Doña Leonor

¡Qué culo tiene esa mujer!: La esposa de un amigo

Sustituí a su esposa en la cama de mi tío.

El cambio de mi vida: De auditora a puta

La decente profesora es ahora nuestra puta esclava

Doce noches 4 mi prima y su amiga se emborrachan.

Su alumna pilla follando a la decente profesora

Mi profesora no era decente sino muy puta

Infiel a mi mujer con la hermana de mi amigo

Di por culo a la puta de mi cuñada en una playa

Caí entre las piernas de mi “ingenua” secretaria

La puta de mi mujer metió en mi cama a su amiga

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla 3

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla 2

Doce noches con mi prima y su amiga en una isla

Preñé a la hermana de mi mujer con su permiso

Prostituto Una clienta me confesó que era lesbiana

Seducido por ella, desvirgué a la amiga de mi hija

Fui infiel a mi marido con su padre, mi suegro

Prostituto 20 Correos obscenos de una puta preñada

Mi cuñada, además de princesa, resultó muy puta 2

Mi cuñada, además de princesa, resultó muy puta

Cómo conseguí convertirme en la esclava de mi jefe

Prostituto 19 Esther es mas puta que yo

Prostituto 18 Follando en el Central Park

Prostituto 17Un perro se folla a mi clienta virgen

Prostituto 16 La modelo obsesionada con la leche

Prostituto 15 Dina quiere ser violada

Prostituto 14 Mi novia me traiciona con un abuelo

Prostituto 13 La mulata se entrega a mí por placer

Prostituto 12 Ayudo a Zoe a vengarse de su gemela

Prostituto 11Una policía y su gemela me chantajean

Prostituto 10 Semental para una pareja de lesbiana

Secuestrado, atado y humillado por mi ex suegra.

Prostituto 9 La mamá contrata y su niña me folla

Prostituto 8 Yuko una japonesa insaciable me folla

La taxista, su amiga y un pintor. Trío inesperado

Prostituto 7: Bob, un marido cornudo y mirón

El diablo hecho mujer. Ilse, una morena cachonda

Prostituto 6: Carol, una flaca de enormes pezones.

Prostituto por error 5: Betty, una mamá lactante

Prostituto por error 4:Ann y su criada negra part2

Prostituto por error 4:Ann y su criada negra part1

Prostituto por error 3: La ejecutiva tetona

Prostituto por error 2:Helen, enculando a la gorda

Prostituto por error: Ángela, la azafata buenorra.

Soy la puta de don Fernando, mi nuevo jefe.

Mi obsesión por el culo de la profesora de mi hija

De discreta vecina a puta desorejada.

¡Un cura me obliga a casarme con dos hermanas! 2.

¡Un cura me obliga a casarme con dos hermanas!

Al ayudar a la novia de mi hijo, la hice mi mujer

Animando 2... mi prima embarazada me busca novia.

Animando a mi prima hermana, una hembra necesitada

La tara de mi familia 1

Cinco días con la perturbada viuda de mi amigo

Asediado por mi ahijada, la hija de mi mejor amigo

Acosado por mi jefa, la reina virgen.

Me follé a la puta de mi jefa y a su secretaria 1

Me follé a la puta de mi jefa y a su secretaria 2

Historia de ...6 (Soy promíscua)

Historia de...5 (mis amantes son unas zorras)

Historia de un verdadero amor 4

Historia de un verdadero amor 3

Historia de un verdadero amor 2

Historia de un verdadero amor 1

La noche que conocí a Sonia

Tengo miedo (Vudú )

¿Violación o deseo?. Luna

¿Quién es Ella?

Dos mujeres y La espada de Damocles

Adiestrando a las hijas de mi jefe (3)

Atraído por... 3, Mi negra me trae otra criada.

Atraído por... 2, Cadenas de sumisión

Atraído por mi nueva criada negra.

Ana, mi secretaria, está embarazada

Adiestrando a las hijas de mi jefe (2)

Adiestrando a las hijas de mi jefe (1)

Madre de alquiler o hembra hambrienta de sexo

La tara de mi familia 8: la dulce Wayan

La tara de mi familia 7: Inseminación forzada

La tara de mi familia 6: Sometiendo a Thule

La tara de mi familia 5: venciendo a Makeda

La tara de mi familia 4: Lucha por el dominio

La tara de mi familia 3: Dos hermanas chinas

La tara de mi familia 2: El sacrificio de mi...

La tara de mi familia 1: Mis primeras experiencias

Saqué a la puta que había en su interior (2)

Saqué a la puta que había en su interior

En mi finca de caza (4: Patricia se confiesa)

En mi finca de caza (3: Trio con iniciación anal)

En mi finca de caza (2: María consuela a Patricia)

En mi finca de caza (1: Con la ex de mi amigo)

Libertad es lo que perdí esa noche

Descubrí a mi secretaria en mi jardín.

Gracias al padre 5, con la hija y sus amigas

Gracias al padre 4, con la hija y sus amigas

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre 3

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre 2

Gracias al padre, estuve con la hija y la madre

Sentí sus manos recorrer mi cuerpo

Luna azul mejor que el viagra

Amanda (2: Bárbara, la castiga suavemente)

Amanda