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Primera parte Como se enamoró

en Erotismo y Amor

Aquel día, apenas había podido dormir. Algo en su interior no marchaba como debía, y ella lo sabía. Esa misma noche, salió de casa para despejarse, y quedo con unos amigos.

Allí, en ese mismo instante, fue cuando le vio por primera vez, pero ella aun no estaba preparada para aquello, ni siquiera era consciente de lo mucho que aquella noche cambiaria su vida.

Sus amigos y ella, quedaron en el lugar de siempre. Al llegar allí, observo la presencia de un chico nuevo, el cual le presentaron de inmediato, se llamaba Christian.

Ella a penas le miró un instante, se presentó y volvió a quedarse absorta en sus pensamientos.

Su cabeza, seguía dándole vueltas a otro asunto, a otro chico que no estaba aquella noche, el cual, le hacía caso omiso, pero ella no quería ver la realidad y se chocaba una y otra vez contra la misma pared.

Esa noche sus amigas intentaron por todos los medios dejarla sola con aquel chico nuevo, y ella les repetía una y otra vez que no quería, pero finalmente y sin apenas recordar cómo, allí se vió, entre sus brazos, envuelta en miles de besos y caricias.

A la mañana siguiente, tumbada sobre la cama, recién levantada, pensó en aquello detenidamente, y por un momento sintió algo parecido a rechazo por aquel chico, mientras ella estaba absorta en sus pensamientos, él, le mando un mensaje, que decía algo así:

"Que tal has dormido? Yo genial! Sabes qué? Mi madre me ha visto el chupetón de anoche jeje, en fin un besazo preciosa."

Ella cogió el móvil, lo leyó, y sin apenas inmutarse, lo volvió a dejar en la mesilla.

Siempre había querido, que un chico se acordase de ella a la mañana siguiente, pero sin saber porque, un sentimiento de agobio la invadió por completo.

Para ella, esa noche fue tan solo eso, una noche más, y no quería, ni podía alargar eso a algo más serio. No deseaba volver a verle, y en el fondo se sentía mal por ello, porque sabía, que merecía la pena.

Su sorpresa fue, que al llegar al bar donde siempre quedaba con sus amigos, allí le vio, sentado entre ellos, como uno más. Él la miro sonriente al verle llegar, y ella le sonrío falsamente sintiéndose incomoda al encontrarlo allí.

Sin saber cómo, ni porque, con el tiempo, sus encuentros terminaban por hacerles alejarse del grupo para comerse a besos por los rincones. Pero eran solo eso, besos.

La atracción entre ellos era evidente, pero ella no quería llegar a nada más con él, y seguía sin comprenderlo. Mantenía la distancias en todo momento, intentaba comportarse distante con él, fuera de esos encuentros banales. Sus besos no decían nada más allá de lo físico, y así quería que fuese siempre.

Chiristian, con el tiempo, comenzó a formar parte del grupo, y sin darse cuenta, cada vez estaban más cerca el uno del otro. Ya no eran solo esos encuentros, sino que también comenzaban a conocerse, a tener largas charlas, y hacerse buenos amigos. Y cuando ella, parecía que comenzaba a dejar que se acercara, entonces fue él, el que sin saber porque, le cerró la puerta en las narices.

Sus besos furtivos, sus encuentros alejados de la multitud, se resumieron en unas palabras:

"Creo que es mejor, que solo seamos amigos"

Ella se quedo petrificada, y no comprendía nada. Se sentía enfadada, molesta, utilizada, y todos esos sentimientos, le hacían estar más confusa todavía. No comprendía porque le molestaba tanto aquella distancia, puesto que ella la había estado marcando desde que le conoció, pero ahora era diferente.

Él era el que había decidido alejarse de ella, y en ese preciso momento, cuando tuvo miedo de perderle por primera vez, fue en ese instante, cuando se enamoro de él.