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Cuarta parte: Cuando se enamoró

en Erotismo y Amor

Su amiga, le había prestado una habitación, y ella la había ambientado con velas, y se había puesto un conjunto de lencería muy bonito, para darle una sorpresa. Ella, le llamo, pero él le dijo que tenía cosas mejores que hacer, y que no pensaba ir, discutieron, y ella dio por sentado que no vendría.

A las horas, llamaron al timbre de la casa, y abrió la puerta una de sus amigas.

Ella, sentada en el sofá, observaba la puerta con detenimiento, y entonces le vió, tan guapo como siempre, sonriente, con los rizos bañándole el rostro, y se quedo embobada por un segundo

Acto seguido, se levanto, se dirigió hacia Christian sonriente, mirándole fijamente y ambos se fundieron en un profundo abrazo, diciendo lo mucho que se habían echado de menos.

Todos se sentaron en el sofá. Él, ella y sus amigas, comenzaron diversas conversaciones muy amenas, en las cuales él contaba con todas las chicas que había estado durante su estancia fuera de la ciudad, y ella no se sentía molesta, sino que le comenzó a contar el encuentro que le había preparado a su novio, y la reacción de este.

En ese momento, cuando ella le contaba lo enfadada que estaba, y le enseñaba con total confianza el conjunto que se había puesto, el timbre sonó nuevamente.

Sus amigas, por un momento, la miraron con miedo, y ella misma se dirigió hacia la puerta, la abrió con temor, y allí estaba, su novio había cambiado de opinión, y había decidido presentarse allí.

Ella, se quedo mirándole petrificada, deseando que la tierra se tragase a alguno de los dos, pero como sabía que no pasaría, decidió meterse en la habitación, y esperarle allí.

Él llego, la miró y la dejo marcharse sin decir una palabra.

Mientras ella esperaba en la habitación, todos intentaron convencerle que no merecía la pena estar enfadado, y que después que ella le había preparado la habitación, lo menos que debía hacer, es entrar allí con ella. Christian, insistente le decía:

"No seas tonto, entra, ella te está esperando"

De ese modo, él entro a la habitación con ella, se miraron, y sin mediar palabra comenzaron a besarse. La tumbó sobre la cama, se deshizo de ese conjunto tan bonito sin prestarle demasiada atención, y ella, sobre él, comenzó a hacerle el amor.

Ella no le miraba a los ojos, tenía la mirada perdida, su cuerpo se movía de forma mecánica, a penas sentía placer, tan solo quería que ese momento se esfumase cuanto antes, así que se esmero en ello, y lo consiguió.

Una vez terminaron, ella salió de la habitación sin decir una palabra, abrió la puerta del baño, entro en él, y rompió a llorar con gran intensidad. Sus lágrimas brotaban de sus ojos con fuerza, y sus sollozos quedaban ahogados por la gran tristeza que sentía. Se sentía abatida, agotada, ya no era capaz de seguir fingiendo ni un segundo más.

Aquellos instantes en la cama con su novio, sabiendo que Christian estaba en la habitación de al lado, la hicieron venirse abajo por completo, y en su mente solo existía un pensamiento, acabar su relación con ese chico.