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Tercera parte: Como se enamoró

en Erotismo y Amor

Así que después de un año, ella comenzó una relación con otro chico. No estaba mal, era guapo, tenia buen cuerpo, pero nada más allá.

Ella se sentía agusto cuando estaba con él, y esta la trataba bien, no podía pedir más. Pero sabía que no podría llegar a quererle del mismo modo. Aun así, sus ganas de seguir, de olvidar a Christian, la hicieron intentarlo.

Comenzó como algo banal, sin importancia, pero a cada encuentro que tenían, ella se sentía a salvo, y de ese modo formalizaron su relación. Ella estaba con otro chico, y dejo de escuchar a su corazón por un tiempo.

Como buena amiga, se lo conto a Christian, y este a penas se inmuto, más bien se alegro por ella, y esto acabo por hundirla un poco más. Pero había llegado a un punto que le daba igual, se había vuelto fría como el hielo, y su corazón, se había quedado congelado, parado en aquel instante en que perdió toda esperanza de ser feliz a su lado.

Así pues, se dejo querer por aquel chico, ahora su pareja. Lo que comenzó siendo un paño de lágrimas, resulto ser, la forma de cicatrizar sus heridas.

Todos la veían contenta, se alegraban de que por fin hubiese sido capaz de pasar página, pero ella sabía que esa página, todavía seguía releyéndose en su mente, una y otra vez.

Ella mantenía bien diferenciada su vida, por un lado, su nuevo novio, y por otro sus amigos, entre los cuales se encontraba Christian. Tan solo intentaba evitar su encuentro, el momento en el que ambos estuviesen juntos, pero fue inevitable.

Una tarde, estando en el bar de siempre, con sus amigos, su novio apareció por allí. Contento, sonriente, se acerco a ella y la beso delante de todos. Ella se sintió observada, humillada, se sintió fuera de lugar, pero sus amigos ni siquiera le presentaron atención.

Así pues, esa misma tarde, su novio y Christian comenzaron a hablar, a conocerse, y ser simpáticos el uno con el otro, mientras ella les observaba y escuchaba, absorta en sus pensamientos. Por un momento el tiempo se detuvo, y su corazón helado, comenzó a deshacerse poco a poco.

Sabía que ese encuentro entre ambos, que ella había intentado evitar, marcaria un antes y un después, y así fue, ella de nuevo, comenzó a sentirse mal, comenzó a compararlos a ambos y no entendía, ni comprendía que estaba haciendo con aquel chico.

El verano se acercaba, y ella seguía mintiéndose a si misma día tras día, ahora le era más fácil, pues Christian trabajaba fuera de la ciudad y solo volvía los fines de semana, y ella se encargaba de tener cualquier plan, lejos de él, de su presencia.

De este modo, pasaron sin verse casi un mes, tiempo suficiente, para que la relación con su novio comenzara a desvanecerse poco a poco, y a comenzar a agotarla profundamente.

Una mañana, estando con sus amigas, en casa de una de ellas, hablaron con Christian vía internet, y este les dijo que acababa de llegar a la ciudad, que ya tenía vacaciones. Ella, sin pensarlo dos veces le grito a su amiga, ansiosa por verle, que le invitara esa misma tarde, y esta aceptó.

Pero fuera de toda esta emoción, de las ganas repentinas de volver a verle, paso por alto un detalle, y es que había quedado con su novio, esa misma tarde, es esa misma casa.