miprimita.com

Su inherente corazón

en Erotismo y Amor

Sin quererlo volvía a verse invadida por aquel lugar, como si el tiempo se hubiese parado por fin, como ella había deseado una y otra vez…

Caía en el averno exhausta, pero conseguía sostenerse con su propia soledad y así recababa nuevamente su imagen, la que había dibujado en sus pensamientos cada noche.

Los luceros le mostraban el camino hacia aquel abismo, ese, que creía haber sorteado hacía ya dos primaveras.

Su vida se había entrelazado con esa agonía constante, con ese “querer y no poder” y aunque se aferraba con fuerzas a esa existencia distorsionada, una parte de ella había desaparecido fugazmente.

Sus labios decían palabras que su alma no pronunciaba, y de sus ojos emergían las ilusiones, que su corazón ya no alcanzaba.

Dominaba solo su parte coherente, realista, o eso pensaba; quizá ya no controlaba aquello que la iba rasgando por dentro.

Sumergía sus gritos en lágrimas heladas, que morían con aquellas sonrisas desgastadas.

Soñaba con aquel mundo, que ahora le parecía más real que su propio día a día, buscándose entre aquellas sábanas ahora, ya tan vacías.

Ansiaba escribir aquello que anhelaba sin medida, pero la tinta solo plasmaba, cuando su corazón se desgarraba sin control; y su mano, a penas sin fuerza, era capaz entonces de estampar con letras compungidas, los llantos de su inherente corazón.