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Karin, mi hermana y mi profesora. Lección no.1

en Amor filial

No había pasado una noche tan increíble como aquella, con Karin cualquiera se divertía y más aun yo que recordaba aquellos días de gloria que pasaba junto a ella. Me sentía en la cima del mundo pues estaba saliendo con una mujer hermosa que me quería pero quedaban cenizas de culpa pues nuestra relación de hermanos a los ojos de todos era desconocida.

Nuestra relación de hermanos había mejorado bastante, ella ya me prestaba más atención pero por algún motivo me sentía mal por lo que en el día a día la evitaba todo lo que podía hasta tal punto, que prefería estar fuera de casa el mayor tiempo posible, desde aquel día no la podía ver a los ojos, tenía miedo de volver a mirarla como una mujer en vez de cómo mi hermana, maldita moral…

Los días pasaron y aunque podía evitarla, sabía que tarde o temprano ella me vería y realmente no sabría que hacer por lo que busque ayuda en revistas, amigos y foros en la web, sé que no debería pues esas son mis peores opciones pero eran las únicas que tenía a mano y que realmente no me interesaban si me juzgaran o no.

Con la entrada de información mi cabeza cada vez estaba mas y mas clara sobre lo que haría con mi hermana si las cosas seguían, realmente cuando empecé a entender las cosas me sentía mejor y finalmente decidí que era mejor continuar las cosas pues las ansiaba con todo mi corazón.

Ella seguramente se sentía mal pues después de todo lo que había sucedido, seguro pensaría que no me agrado o que no la quería, a lo que decidí que hablaría con ella lo más pronto posible.

Vi la hora en el sitio en el que estaba escondido, estaba anocheciendo por lo que decidí tomar camino a mi casa, durante el camino mi mente estuvo pensando en lo que había pasado entre mi hermana y yo, estas ideas me estaban excitando mas cada vez pero sabía que debía concentrarme en llegar a mi hogar antes de que tuviera una erección en plena calle.

Después de un milagroso recorrido sin ningún contratiempo llegue a mi casa, pude notar que uno de los vehículos no estaba en la marquesina de la casa por lo que uno de mis padres debía estar ausente, me acerque a la puerta de mi casa y toque el timbre.

Cuando me abrieron la puerta me lleve una grata sorpresa al darme cuenta de que la persona que me había recibido era mi Karin, al verla mi corazón se puso a mil, nuestros ojos se cruzaron y quede hipnotizado por aquellos ojos dorados. Lo primero que hice fue lanzarme encima de ella  para abrazarla y besar esos labios tan apetitosos que volvían locos a todos los hombres.

-Pensé que te había asustado, pensé que ya no me querrías ver-ella estaba llorando.

-Eso nunca, solo necesitaba un poco de tiempo para adaptarme a la idea, aparte tu eres la persona que amo-le di otro beso pero como el que nos habíamos dado en nuestro primer encuentro.

-Te dije que conmigo debes dejar la timidez-decía esto mientras tomaba mis manos y las llevaba a aquellas nalgas que me ponían tonto.

Al hacer esto, entre en pánico pues sabía que alguno de nuestros padres debía estar en la casa en estos momentos y el temor a ser atrapado me hizo separarme violentamente de ella.

-Qué pasa?

-Nuestros padres están aquí, nos pueden atrapar.

-Mama y papa se fueron a una reunión y llegan hasta tarde, dejaron el coche solo para emergencias.

Al escuchar esas palabras, solté un suspiro de felicidad al saber que nada peligraría en lo que Karin y yo estábamos haciendo.

Con mi cabeza tranquila pude darme cuenta que Karin estaba vestida con nada más que un short sumamente pequeño y una camiseta color rosado, no se por que pero el color rosado en una mujer me excita de una manera extraordinaria.

-Quieres ver una película conmigo?

-Está bien Yuri, pero más te vale que  sea una de tu colección-dijo riendo.

No sabía cómo diablos ella se había enterado de mi amplia colección de películas pornográficas pues yo realmente las mantengo sumamente escondida.

-Veo que en mi ausencia no perdiste tu tiempo e hiciste tu tarea.

-Para eso estamos las hermanas-sonrió- te gustan mucho: Phoenix Marie, Sophia Rossi y Rachel Roxxx.

-Te prefiero a ti antes que a ellas.

-Escoge tu favorita, te estaré esperando en el sofá.

Entre a mi habitación y busque en mi colección privada una que levantara muertos, después de un minuto de meditación decidí que la más apropiada seria: Sophia Syndrome.

Cuando llegue al cuarto lo primero que note fue que la ropa de Karin había desaparecido, quedando ella solo con un pequeño sujetador que hacía tiempo que seguro no le ajustaba bien y unas pequeñas bragas  ambas a juego, de color negro transparente.

Iniciamos la película y Karin inmediatamente se pego a mi pecho de tal forma de que su espalda quedara recostada sobre mi pecho y que yo la pudiese rodear con mis brazos, en la pantalla salió a escena una chica con pechos grandes que le estaba mamando la verga a otro sujeto.

-No sé por que Yuri, pero todas las actrices que tienes en tu colección tienen atributos parecidos a los mis.

-Siempre te he tomado como un modelo a ser para todo.

Los minutos pasaban cada vez más lentos, mi respiración estaba bastante agitada y yo ya estaba muy caliente, mis manos subían lentamente del vientre de mi hermana para llegar a sus dos bellas montañas, Karin no tardo en reaccionar a mis estimulaciones por lo que se llevo una mano a su coñito.

Ya no le estábamos prestando atención a la película, ahora era nuestro turno de recrearla y valla que estábamos perdidos pues la excitación y la situación se juntaban en una sola haciendo que el momento fuese glorioso. Karin tenía sus manos en mi paquete que ya hacía mucho estaba formado, mientras yo seguía tocando sus pechos, ambos estábamos en el paraíso disfrutando las sensaciones que nuestros cuerpos nos brindaban.

-Yuri, no seas tan burdo, mis pechos son muy delicados, masajéalos suavemente que no soy de las que le gusta que se las retuerzan.

Acate la orden Karin e inmediatamente se noto la diferencia pues ambos salimos ganando, Karin por su lado se sentía más a gusto con unas caricias más suaves y yo por sentir que me hacía más experimentado. Desesperadamente arranque su sujetador, dejando expuestas esos grandes pechos con pezones rosados.

Quite una de mis manos de sus pechos y la baje lentamente rosando su cuerpo hasta llegar a sus bragas, cole mis dedos dentro de ellas para notar que su sexo estaba totalmente depilado, su sexo estaba mojado totalmente, con mis dedos tome sus labios vaginales e hice un movimiento vaivén de abrir y cerrar.

-Toca mi clítoris.

Como perro obediente frote su clítoris para iniciar una serie de espasmos en su cuerpo, sus gemidos se escuchaban mas y mas fuertes a medida que aumento las estimulaciones, a este punto mi verga estaba a poco de explotar y esto Karin no lo tomo desapercibido.

-Veo que mi hermanito está bien armado- decía manoseaba mi paquete por encima de mi pantalón.

Karin no aguanto más las ganas y empezó a desabrochar mi pantalón, lo hizo muy torpemente pues la posición en la que estábamos no era la más cómoda, después de esforzarse en quitarme el pantalón, lo había logrado y empezó a bajarlo bruscamente quedando en mis tobillos y yo solo con mi ropa interior.

Ella se quito de encima mío para agacharse y agarrar mi paquete por encima de mi ropa interior, lentamente fue agarrando los elásticos de mi bóxer para bajarlo lentamente hasta dejar expuesta mi verga, debo decir que no soy un actor porno pero ella estaba impresionada por su grosor.

Lentamente tomo mi verga lentamente y la acaricio desde la base hasta mi glande suavemente mientras que con su otra mano masajeaba mis testículos con su debido cuidado, ella estaba logrando su objetivo, volverme loco, que nunca olvidara nada y por ultimo darme unas lecciones.

-Te gusta?-dijo ella con una sonrisa picara.

-Dios, esto me encanta, no pares-dije con los ojos cerrados de tanto placer.

Ella ya se estaba empezando a tomar enserio el trabajo, por lo que con sus dos manos tomo mi verga y empezó a masturbarme de una manera fuerte y rápida, estaba gozando y quería que ese placer aumentara mas y mas.

-Dios Karin, esto se siente increíble.

-Quieres que te la mame?

Cuando ella dijo esa frase mi piel se erizó pues jamás pensé que algún dia esa dulce chica estuviese en mis pies pidiendo mamar mi verga. Sin esperar alguna respuesta mía, ella beso y succiono mi glande, con su lengua lamia el tallo de mi falo y luego engullo mi verga.

Me resultaba un espectáculo placentero y agradable ver como mi hermana subía y bajaba su cabeza mientras chupaba mi polla, ella cada vez mas aumentaba el ritmo y la succión, su lengua jugueteaba con mi glande enérgicamente hasta que tome la iniciativa y me levante para follarle la boca de una manera brutal, Karin abrió su boca todo lo posible pero aun asi el ritmo que yo llevaba era muy alto.

Ella estaba oponiendo resistencia a la felación empujando mi cuerpo hacia atrás, aunque no me gustaba tratarla mal, no quería detenerme ya que sentía como mi eyaculación estaba cerca, tome un ultimo impulso y aumente la velocidad hasta que sentí que ya no podría aguantar, saque mi verga de su boca e empecé a masturbarme hasta correrme. Ella por su parte no le desagrado la idea porque puso su cara en disposición de recibir la corrida y abrió su boca para poder probar mi lefa.

Sentí como mi lefa salía volando directo al rostro y boca de Karin, la gran mayoría de mi corrida fue a parar a su boca y la otra parte a su barbilla, la muy zorra empezó a jugar con mis espermas con su lengua para luego tragar todo con una sonrisa.

-Tiene un sabor bastante agradable, me podría acostumbrar.

-Yo tengo mucho, no te preocupes que yo diariamente te puedo suplir.

Yo ya estaba satisfecho pero sabía que aunque ya hubiese acabado, Karin debía estar como una fuente de agua hirviendo y seguro querría mas, bese su cuello y fui bajando lentamente alrededor de su cuerpo, primero sus senos, luego sus senos hasta llegar a sus bragas, tome mi tiempo en esa zona, bese sus muslos lentamente hasta llegar a su sexo, tome los elásticos de sus bragas y lentamente las fui bajando para descubrir ese sexo totalmente depilado que había tenido el placer de tocar.

-De ti hasta tu conejito se ve bien.

Lleve mi boca hasta sus labios vaginales y empecé a estimular con mi lengua su clítoris mientras metía un dedo en su interior, aquel dedo entro fácil pues ella estaba bastante lubricadas por su gran cantidad de flujos, ella la estaba pasando bien pues a cada minuto sus gemidos aumentaban cada vez mas y mas.

-Te gusta estar comiéndole el coño a tu hermana?

-No pares Yuri!

Ya me estaba empezando a doler la mandíbula, pero no quería parar, quería que Karin disfrutara de nuestra primera experiencia juntos, cambie de táctica y empecé a follarme su coño con la lengua, metía mi lengua dentro de su coño, yo me estaba deleitando con el sabor de sus flujos y las formas que tomaba su cara por el placer que estaba obteniendo.

Yo empecé a insertar el segundo dedo dentro de ella mientras tomaba uno de su senos y masajearlo mientras alaba su pezón, a esta altura ella ya estaba gritando del placer.

-Yuri sigue!, me voy a correr.

Aumente el ritmo de la penetración hasta que pude sentir una serie de espasmos dentro de su coño, ella se habia corrido y al mismo tiempo liberaba una serie de jugos de su interior, ella empezó a acariciar mi cabeza mientras aun seguía en sus piernas, ambos estábamos cansados y satisfechos.

-Felicidades, pasaste la primera lección: Dar Y Recibir sexo oral y masturbación.

Continuara…