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Karin, mi hermana y mi profesora. Lección 3

en Amor filial

Pido perdon a tod@s por el retraso del  relato, tuve algunos problemas personales que no me permitieron dedicarle tiempo a la continuacion de la serie.

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Se recomienda leer los capitulos anteriores para mejor comprensión de la historia:

Capitulo.1: http://www.todorelatos.com/relato/85196/

Capitulo.2: http://www.todorelatos.com/relato/85309/

Capitulo.3: http://www.todorelatos.com/relato/86056/

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Puedo asegurar que nunca había tenido una experiencia tan grata como aquella. Hacía solo segundos había perdido mi virginidad y además con mi dulce hermanita Karin, mi hermana, y, hasta ahora, mi profesora en las artes amatorias.

Mi hermana estaba acostada conmigo en la cama; ella se había dormido pero por mucho que lo intentara yo no lograba conciliar el sueño, mi mente estaba repleta de imágenes de lo que acababa de hacer. El cuarto estaba tenuemente iluminado por la luz de la luna; volteo mi mirada y veo la espalda de Karin. Como un reflejo me acerco a ella hasta pegar mi cuerpo totalmente y abrazarla; huelo su cabello que desprende un aroma sumamente agradable y acaricio su cara con mi mano.

-Muchas gracias Karin, te quiero mucho y espero que tengas dulces sueños -susurro a su oído.

Permanezco despierto lo más que mi cuerpo me permite hasta que recuerdo que el tiempo que tendría con ella era muy largo, caigo dormido con una sonrisa en mi rostro de felicidad y satisfacción.

Despierto a la mañana siguiente sintiendo mi cuerpo como si fuese nuevo. Karin seguía a mi lado durmiendo y se veía muy tierna durmiendo mientras la luz del sol le daba en la cara. Sin hacer ruido cerré las cortinas y fui a la cocina a preparar un buen desayuno para los dos.

A la hora, mi hermana se despertó, nos sentamos y desayunamos. Karin parecía que tenía bastante hambre pues si hubiera sido comestible se hubiese comido la mesa.

-Que te causa tanta gracia?-me sonrió.

-Parece que tienes mucha hambre…

-Quieres que te coma a ti de paso?

Esa frase tenía más de un solo significado que ambos entendimos rápidamente y no reímos a carcajadas.

-Yuri, en serio, esa fue tu primera vez o solo me estas tomando el pelo?

-No te miento, la que me estrenó fuiste tú anoche.

-Pues para tu primera vez lo hiciste de maravilla, no todos los hombres con los que he estado han podido complacerme y ser tan tiernos hasta el final.

-Como hasta el final?

-Puede que no seas mi primera vez, pero te aseguro que eres el primer chico que duerme conmigo y me prepara el desayuno en la mañana, todos se van desde que acaban.

Me sentí realmente triste al escuchar eso, realmente pensé que mi hermana tenía de sobra cariño pero veo que no todo lo que brilla es oro.

-Que quieres hacer el día de hoy Karin?

-Te tengo una sorpresa para esta tarde-sonrió.

Me dejo con la duda de qué podría ser, típico de ella, pero era de esperar que fuese algo bueno pues sus sorpresas nunca decepcionan a nadie y vaya que nunca lo hacen. Mientras esperaba a que Karin se decidiese a finalmente decirme qué era la sorpresa decidí matar el tiempo ordenando la casa y hablando trivialidades.

A la hora de iniciar la limpieza de la casa que ya estaba más que reluciente pues ni Karin ni yo hacíamos desastres de alta categoría, miré y miré el reloj desesperado porque llegara la hora para que ella me mostrara la sorpresa; se podía ver que ella estaba disfrutando mi sentimiento.

Después de una pequeña negociación, ella y yo llegamos a un acuerdo en el que me diría qué era la sorpresa que tanto me tenía en incógnita a cambio de una serie de masajes por lo que quedaba de mes. La curiosidad mató al gato y en este caso le resultó cara.

-Bueno, te acuerdas de aquella banda de música que tanto querías ver y que viene precisamente el día de hoy pero no puedes ir porque nuestros padres sencillamente no querían que fueras?

-Sí, su nombre es Blink 182 y hasta el día de hoy sigo maldiciendo como marinero.

-Pues adivina que...

Acto seguido tomo su bolso, sacó dos brillantes entradas y me las dio. Puedo asegurar que eran para ese concierto y que por mi madre nunca esperé que mi hermana me diese esa sorpresa. De la emoción me tiré encima de mi hermana, la abracé y besé incontables veces hasta que me parecieron suficientes.

-Hermanita, me has hecho el hombre más feliz de la vida!

-Eso, que aun siento que me debes amor, viste la categoría que la compre? Special Guest, me costaron un dineral así que espero que esos masajes lo valgan.

Besé a mi hermana y luego nos fuimos a cambiar. Para ‘agilizar’ el paso tomamos la ducha ambos, el agua caliente corriendo sobre nuestros cuerpos nos hacia estremecernos y unirnos más. Tomé el jabón y lo pasé lentamente por encima de su piel, comencé con sus brazos y cuello hasta que los llené de espuma, tomé la manguera de la tina y la pasé por encima de su piel, bajé hacia el área de sus pechos, en este lugar presté más atención que a las demás, derramé el jabón por encima de ellos y los froté hasta que tuviesen espuma para repetir el proceso. Seguí la ruta hasta que me encontré con un vientre plano, con ambas manos empecé a acariciar cada centímetro de aquellas tierras. Ya había llegado a la última parada de mi travesía, encontrar aquel monte de Venus fue una odisea para mi vista, ver la perfección que tenía aquel sitio me hacia estremecer al instante; tomé de una solución especializada para aquel lugar y la difuminé dentro del hasta que quedó tan limpio como una patena.

De repente sonó una alarma que nos avisaba que solo quedaba una hora para estar en el concierto a tiempo. No me había dado cuenta que con esto habían pasado más de 2 horas

-Karin, me devuelves el favor esta noche, vete a cambiar mientras yo termino solo pues ahorraremos tiempo de esta manera.

A ella no le hizo gracia mi idea, pero sabía perfectamente que era la mejor solución que podíamos tener con relación al tiempo; me hizo caso y se fue. Realmente odio las duchas cortas pero sin más remedio hice todo de forma exprés, tomé mi toalla, me sequé rápidamente y me cambié.

Yo usaba una camiseta con el nombre de la banda, unos vaqueros, calzado deportivo y un montón de artículos promocionales de la banda.

Ella como toda mujer se tomo su tiempo pero como siempre, se veía deslumbrante en aquella minifalda jean y en aquella blusa sin mangas.

-Nos vamos?-pregunte sarcásticamente.

-Que frio eres!-grito-No me vas a decir que me veo bien?.

-Te ves tan bien que me dan ganas de comerte pero no tenemos tiempo ahora-dije mientras salía de la casa.

Entramos al vehículo, mi hermana lo encendió y empezó a conducir hasta que llegamos al estadio para aparcarlo.

Ya cuando llegamos pasamos la inspección y entramos hacia aquella sala privada en la cual presenciaríamos el evento. Aquel sitio era una joya, para empezar no había nadie y las ventanas que daban hacia el escenario estaban polarizadas, los sillones estaban tapizados en piel y las comidas eran gratuitas entre otros lujos claro está.

-Dios Karin, como pagaste esto?!-estaba alarmado-No me digas que estas vendiendo narcóticos!.

-Tranquilo hermanito, el padre de una de mis amigas fue quien organizo todo esto, aunque igualmente me costaron un riñón.

Cuando escuchamos que todo estaba a punto de empezar ambos nos acomodamos en nuestros respectivos lugares para escuchar la música.

Estaba muy distraído con aquella música que servía como éxtasis para mis oídos hasta que sentí como unas manos agarraba fuertemente mi entrepierna causándome un gran dolor al instante.

-Yuri, no se te olvide que yo te debo un favor a ti y que mejor lugar que este?

-Eso me encanta de ti Karin, siempre estas de humor para una sesión rápida de sexo.

-Sabes, me siento de un muy buen humor, creo que es hora de darte una nueva lección.

Karin a se estaba haciendo cada vez mejor en quitarme los pantalones pues ni me había dado cuenta y ya los tenía en el piso dejando mi falo al aire libre.

Ella lo tomo con una mano y empezó a hacer lo que le vino en gana con mi miembro, su excitación debía estar en los cielos pues ella me estaba haciendo mucho daño.

Con un solo escupitajo ella se arrimo encima de mi y con un suave movimiento, corrió su ropa interior y se enterró mi verga como si fuese solo un consolador mas. Yo estaba en la gloria sintiendo ese roce en seco que genero el contacto de nuestros genitales. Ella empezó a cabalgarme con una velocidad descomunal, lo cual me preocupo pues a ese paso no duraría nada.

-Karin, según continúes a esa velocidad no durare nada.

-Está bien Yuri.

Ella me dio solo unos segundos de gracia para que yo me recompusiera y pudiese recuperar el control de mi mismo.

-Esta vez iré más suave.

Al momento en que comenzó un movimiento suave y pacifico, yo tome sus nalgas para poder moderar los movimientos que ella hacía. Ella lentamente fue aumentando sus movimientos.

De repente ella se detuvo, se enderezo y me pidió que me quitara de aquel sillón, luego ella se acomodo a cuatro patas y puso su trasero en pompa.

-Ahora abre mi culo y lentamente métemelo en el ano, se gentil Yuri, nunca le he dado mi culo a nadie.

En ese momento me sentí sumamente privilegiado pues en esta ocasión quien está a punto de estrenarse no soy yo, sino mi hermana. Derrame mi saliva por los alrededores de su ojete y lentamente empecé a introducir la cabeza de mi miembro dentro de ella.

Mi hermana tenía cara de dolor, a cada centímetro que yo entraba su cara ponía cada vez muecas más espantosas y una que otra lagrima corría por sus mejillas pero yo sabía que si me detenía solo sería peor para ella.

Ya cuando llegue hasta el final, le anuncie que había entrado toda ha lo que ella puso cara de tranquilidad. Espere unos cuantos minutos antes de moverme para que ella se acostumbrara mejor a tenerla dentro. Pasado este tiempo empecé el clásico movimiento de vaivén pero con dulzura y cariño. No podía describir lo que estaba sintiendo en aquel momento pues aquel calor era muy diferente a aquel que había sentido antes.

Karin poco a poco le empezó a gustar aquel tipo de estimulación, sus gemidos de placer eran cada vez más y más sonoros.

Los minutos corrieron para hacer cumplir mi sentencia, vacié todo mi contenido dentro de aquel conducto y al sacarlo de ahí, pude ver como mi lefa salía desparramada.

Con unos paños desechables limpiamos todo lo que pudimos de nuestros cuerpos y de los muebles que sufrieron las mayorías de las salpicaduras. Nos reincorporamos y nos dimos cuenta que ya el evento ya había culminado.

Nos reímos y besamos para luego irnos a vestir y buscar el vehículo.

-Yuri, tienes mención de honor en mi tercera lección: Sexo Anal.

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P.D del autor.

Muchísimas gracias a tod@s por leer mi relato, los exorto a que comenten y valoren. Escuchare con oido de aprendisaje que ustds consideran que deberia cambiar en mi relato.