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Justicia o Venganza 16

en Lésbicos

Justicia o Venganza 16 “situaciones”

Sirina se ha recuperado, solo quedo una pequeña cicatriz en su pierna.  al darme cuenta que soy un demonio en potencia esperando ser liberada para destruir el mundo, me tiene la cabeza hecha un sudoku y no creo que Ady sea capaz de detenerme soy la venganza de los demonios…tendrá razón en decir que soy inocente ya que no entiendo muchas cosas que últimamente he empezado a sentir, ha pasado una semana y dentro de poco iré a encontrarme con Amudiel para buscar la entrada donde se encuentra encerrado el cancerbero.

Estoy dispuesta a liberarlo para dar un paso mas para nuestra venganza que es mi destino, las chicas confían más en mí después de haberlas salvado y yo fácilmente les daré la espalda cuando ya no las necesite…

Me he vestido con ropa de verano porque donde iremos hace calor, Ady y las chicas están en su mundo así que del que yo salga de casa no es muy notorio o sin importancia. Mientras me dirijo a casa de Amudiel comienzo a tener una visión…esa misma calle destruida agrietada, el camino esta solo mientras sigo avanzando veo cadáveres calcinados. No hay señales ni de ángeles ni demonios soy solo yo.

Cierro los ojos y al abrirlos todo a desaparecido y me encuentro frente a la casa, el portero me deja pasar camino hasta la entrada. Estoy a punto de tomar el pomo de la puerta para abrirla pero esta se abre con Amudiel del otro lado…

-pensé que no aparecería señorita Aileen! –Se acomoda su corbata-

-Disculpa vine caminando…ya estás listo?

-siempre estoy listo! Y tú? –Enarquea la ceja-

El vestía de traje como de costumbre y yo con ropa ligera…estaba a poco de trasportarnos a Egipto donde considero se encuentra la entrada.

-Amudiel pon tu mano en mi hombro solo serán unos segundos!

-que don mas magnifico el que tienes…me encantaría poder aparecer donde yo quisiera!

-no seas envidioso –reí-

Comenzamos a desvanecernos lentamente y el paisaje ante nuestros ojos estaba cambiando. El sol me molestaba la vista de tan fuerte que esta, el viento cálido que arrastra la arena…nos encontrábamos a 10 metros de la esfinge de Giza a la cual nos dirigimos su altura era como de unos 20 metros de altura y una longitud de 50 metros! Es una fortuna que los humanos la hayan desenterrado es curioso que su cuerpo parezca la de un felino o canino.

He observado la esfinge detalladamente y no tiene nada fuera de lo común...

-y ahora? Donde se supone que es la entrada…

-pues no estoy segura…debes evitar que los ángeles nos vean!

-eso es fácil!

Amudiel tiene un don distinto a los míos, es capaz de hacer que los ángeles no puedan ver la presencia de los demonios y eso nos ayudara a evitar muchos problemas. He tomado mi forma demoniaca y siento una gran cantidad de maldad a unos cuantos metros lejos de nosotros, en esa dirección se encuentra la esfinge.

Nos terminamos de acercar y apuesto que este es el punto, pero para abrir la puerta necesito una cantidad más grande de poder y la mía no es suficiente.

-Amudiel golpéame!

-eso ayudara en algo?

-necesito enojarme ocupo más poder…

-el tuyo no es suficiente…

-si fuera así, no te pediría que me golpees!

La forma demoniaca de Amudiel es muy diferente, es un ogro de barro eso le da la ventaja en una pelea, mide 5 metros y su cuerpo es corpulento. Una de sus manos me toma y comienza a estrangularme pero mi cuerpo lo resiste, así que decide cambiar de idea y como su cuerpo es de barro este empieza a expandirse por todo mi rostro impidiéndome respirar, estaba por desvanecerme cuando el barro comenzó agrietarse y pude ver la luz del sol. Caí contra el suelo y mire a Amudiel alejarse de mí.

-qué rayos es eso! –su expresión era de sorpresa-

Y observe que a mí alrededor estaba aquella sombra o neblina negra que comenzaba a tener forma de manos y estaba por atacar a Amudiel. Se detuvieron.

-aun no sé que es…pero aparecieron y son de gran ayuda…

Aquellas manos pasaron a través de la arena bajo nuestros pies, buscaban algo y se detuvieron unos metros…la arena comenzó a desplazarse y se agitaba muy rápido. Me aparte un poco y una abertura se abrió, divise que había gradas. Amudiel me miro y seguí el camino, el me seguía a pocos metros.

Minutos después y habíamos llegado a un túnel sin salida, estábamos a 25 metros bajo tierra frente a una puerta de 20 metros y muy ancha…de ahí venia la maldad que sentía.

Las manos comenzaron a ejercer presión para abrir aquella puerta, pero por más que lo intente esta no se movió ni un centímetro. Cerré mis ojos un momento y vi aquel demonio dragón y sentí una extraña sensación dentro mío, al abrir mis ojos el tatuaje que va por mi brazo hasta parte de mi rostro estaba de color rojo fuego. Me dirigía hasta apoyar mi mano contra la puerta y cada abertura en ella se ilumino, la puerta comenzó a desplomarse por partes…una nube de humo evito que pudiéramos ver bien la entrada.

Se escucho un gran rugido proveniente del interior y Amudiel retrocedió, mire una gran sombra acercarse hasta donde me encontraba, unos ojos rojos provenían de aquel lugar y aquello era realmente grande. Un inmenso hocico con grandes dientes salió y le siguieron dos hocicos mas…el cancerbero estaba frente a mí, me observaba con la guardia alta, su pelo parecían púas negras esperando erizarse en cualquier momento y una niebla como la mía lo cubría, pero esta era de un color rojo sangre…su saliva caía de entre sus dientes y cuando tocaba el suelo se hacían pequeñas nubes de gas posiblemente toxico.

-Aileen aléjate de él! No sabes que puede hacer.

-realmente eres un gallina! Es solo un perrito.

-estás loca!

Me acerque lentamente a él y extendí mi mano para tocar su fría nariz, se quedo quieto un momento para luego recostarse en el suelo ante mí.

-mira Amudiel! Te dije que solo era un perrito… -lo seguí acariciando – y obedecerás todo lo que diga, mientras seguirás aquí hasta que yo te diga que ataques.

-QUE!? Aun no atacaremos a los ángeles?

-no, aun no…dentro de un tiempo, no seas impaciente Amudiel.

Después de salir de ahí y cerrar la entrada del túnel, cada quien regreso a su respectivo lugar. Al llegar a casa las chicas seguían mirando tv y comiendo. Cuando pase por la sala Ady me siguió con la vista hasta que entre a mi habitación, me recosté ya que sentía mucho cansancio usar esa niebla negra me agota mucho…falta poco para cumplir una parte del plan.

-en ese momento recordé: “yo perdí este juego”.

No entiendo a que se refiere con que perdió? Podrá matarme o no? me alegro de que Ady aun este viva después de lo que ha pasado con los demonios que han aparecido. Terminare destruyendo el mundo y eso me hace sentir diferente, matare a todos.

-alguien golpeo la puerta de mi habitación- pase –grite-

-era Ady- que quieres?

Ella andaba el pelo suelto que caía sobre sus hombros, usaba una blusa blanca sin mangas y unos jeans negros ajustados en conjunto con unas zapatillas, se miraba linda.

-las chicas y yo iremos a una fiesta…y como tú debes cuidarnos es tu deber ir con nosotras.

-esas cosas no me gustan –refunfuñe-

-dudo que quieras que vuelvan a intentar matarnos!

-Bien! Pero me vestiré como yo quiero, no usare nada de vestidos ridículos.

-bueno si la gente te mira mal es tu problema! La fiesta empieza a las 8 y son la 1.

-a las 8, tengo tiempo para dormir…ahora ya puedes irte.

-gracias. –y cerró la puerta-

Regrese a la cama y sin pensarlo me quede dormida, pero tuve otro sueño…mi padre baphomet está tirado en el suelo frente a mí, desangrándose su cuerpo esta partido en dos y tenía sus extremidades quemadas. Lo tome en mis brazos.

-padre, yo hice todo esto?

-si –respondió mientras de su boca salía sangre-  yo pensé que podría controlarte y todo se me fue de las manos…tener miedo no es una debilidad. Nunca tuve miedo pero ese fue mi error.

-como detengo esto padre?

-no puedes detenerlo, eres un demonio sin control…

-yo no quería esto! No quería matar a nadie.

-ya es muy tarde Aileen…ya no ángeles, ni demonios, ni lobos, ni vampiros y mucho menos humanos. Ahora solo eres tú.

Cerró sus hijos y murió…

Desperté con el corazón agitado y observe el reloj 7 pm, me quede recostada un rato. Como es que un sueño es corto y al levantarte han pasado horas? Cosas inexplicables de la vida.

Me duche y trate de vestirme un poco decente, un jean negro, tenis all star una camisa gris con cuello en V.

-Aileen estas lista? –Grito Ady-            

-sí, ya salgo.

Cepille mi cabello y Salí de la habitación, Ady estaba en la sala junto a jesse y Sirina. Ella vestía una blusa negra que dejaba al descubierto uno de sus hombros, un jean blanco y unas zapatillas en conjunto.

-te ves más o menos decente!

-gracias Ady, tú te ves muy bien –al escucharme decir eso se sonrojo-

-bueno si estamos listas, vámonos!

Salimos de la casa y cerrando bien la casa, nos subimos al auto de Jesse. Sirina iba de copiloto, Ady y yo íbamos en la parte trasera del auto…en el transcurso del camino nadie intento hacer platica, el camino no sería muy largo solo una media hora hasta llegar a nuestro destino. Me dedique a ver el paisaje era lo más entretenido de todo.

Tal vez la fiesta me ayudaría a relajarme por el dia de hoy, los minutos transcurrieron lentamente. Me distraje tanto en el paisaje que no me di cuenta que habíamos llegado, hasta que el carro se detuvo en un vecindario muy bonito. El sonido de la música se escuchaba a poca distancia de nosotras, bajamos del auto y caminamos hasta una gran casa que por fuera parecía tranquila pero el sonido de la música decía lo contrario…Jesse toco el timbre y momento después un joven apareció al abrir la puerta frente nuestro.

Al pasar a la casa, había una gran multitud de jóvenes todos del colegio. Junto a la sala mire a Paulina una de las populares del colegio, un chico paso con una bandeja con copas de champan.

Sirina y jesse desaparecieron rápidamente era evidente que buscaría a sus respectivas novias, Ady seguía junto a mí y yo decidí beber un gran sorbo de la bebida.

-decidí hablar primero- este…me iré a la terraza, no sé que harás tu. –y me aleje de ella-

Pase entre toda aquella multitud hasta llegar a las gradas, las cuales subí hasta el tercer piso y llegue a una pequeña sala donde una pareja se besaba felizmente. Pase a lo lejos de ello cruzando la sala hasta encontrarme en la terraza…tenía una buena vista a la primera planta donde se encontraba la piscina, había pocas personas nadando en ese momento. La música era movida posiblemente tekno y ya había terminado mi bebida, pero el chico con las bebidas pasó otra vez y me serví una vez más.

Ya que no soy muy sociable decidí dedicarme a tomar porque tampoco bailaba, Jesse hablaba con Camyl a la orilla de piscina tenía los pies sumergidos y se veían felices. Después de una hora me había dado hambre así que baje a la cocina un momento y estaba lleno de diferentes comidas, tome un plato y me serví un poco de todo hasta llenar 2 platos, regrese a la terraza donde me sentía muy cómoda. Estaba tranquila no escuchaba ningún pensamiento de Ady y me agradaba esa sensación.

Cuando eran eso de las 11 ya no sabía cuántas copas había bebido perdí la cuentas horas atrás, unos chicos dormían en unos sofás al lado contrario de donde yo me encontraba, yo me recosté en una de esas sillas para tomar sol y me quede fijamente mirando las estrellas, el alcohol me había relajado más que la fiesta.

-Aileen donde estas? –Escuche la voz de Ady retumbar en mi mente-

-en la terraza –dije sin pensarlo- necesitas algo?

-no, solo quería saber dónde te encontrabas…

-estas bien? –pregunte-

-claro.

Cerré mis ojos ya que el clima está fresco y se sentía bien, una pequeña brisa se venía por momentos. Nunca antes me había sentido tan relajada que estaba a punto de dormirme, pero escuchaba los gritos de las chicas y chicos por el concurso de camisas mojadas que pasaba al lado de la piscina…reí un poco por la forma de diversión de los humanos.

Minutos después sentí una mano apoyarse en mi hombro, al voltearme para ver, mire a Ady para junto a mí con una sonrisa en su rostro. Acerco la otra silla y se acomodo en ella.

-que forma de pasarte una fiesta…

-no soy mucho para este tipo de cosas, solo he comido y bebido.

-cuanto has tomado? –se notaba curiosa-

-creo que más de una docena, no sé. –Acomode mi cabello-

-no sé si pensar que eres alcohólica –ríe- o tienes resistencia a la bebida, yo apenas he tomado 4.

-tú eres bien pulcra –dije divertida-

-quien habla! La inocente que no ve la respuesta aunque este ante sus ojos!

-pude ser…

-Aileen me gustaría hablar contigo, pero en un lugar más privado –le note nerviosa-

-pues para mí está bien aquí!

-de verdad es muy importante…

-suspire- eres muy terca! Bien iremos hablar.

Cuando nos levantamos de las sillas, ella tomo mi mano y la seguí casi sin poder controlar mi cuerpo, el efecto del alcohol ya era obvio me siento indefensa y mas con ella cerca. Bajamos al segundo piso y cruzamos un gran pasillo hasta que nos detuvimos frente a una habitación, Ady abrió la puerta y yo le seguí.

No me fije mucho en donde estábamos los colores eran pasteles y la decoración era muy sencilla, Ady cerró la puerta tras ella y su mirada se encontró con la mía. Intente romper el silencio.

-de que quieres hablar? -no tomo importancia a lo que dije, se acerco lentamente a mí y coloco su mano en mi abdomen, dejándome caer en la orilla de la cama-

-quiero saber que sientes?

-sabes que los demonios no sentimos nada! Así que es una pregunta estúpida!

-estás segura –enarqueo la ceja y me sonrió-

Mi ritmo cardiaco se estaba acelerando y no tenía la menor idea del porque, tampoco se que responderle. Ella hace que no pueda razonar.

-realmente no se dé que hablas!

-bien! No sabes –termina de acercarse a mí y pasa su dedo lentamente por mi barbilla-

-en ese momento tengo un nudo en la garganta y no sé cómo reaccionar-

-sabes…te ves muy linda cuando no sabes que hacer.

Su rostro estaba a pocos centímetros del mío, sentía su respiración golpeándome y no podía moverme me encontraba en shock.

-no tengas miedo Aileen, no te hare daño…

Sus labios se posaron contra los míos, cerré los ojos y puse mi mano sobre su cuello para acercarla más a mí. Correspondí a su beso lentamente e involuntariamente sonreí, sus brazos me rodearon por el cuello y sentir esa cercanía me gustaba. Su aroma era agradable, el beso cada vez se ponía más intenso y apasionado…termine de recostarme en la cama y Ady quedo sobre mí, sus manos acariciaban mi abdomen mis manos hicieron lo mismo. Ella se detenía por momentos para tomar aire, su mano acaricio mi rostro y comenzó a besar mi cuello en ese momento mi corazón se detuvo no por la sensación sino que los sentimientos de las personas que se encontraban en esa casa y sus pensamientos estaban apoderándose de mi…cerré los ojos encontrándome con aquel demonio dentro de mí y volví a la realidad, me aparte de Ady rápidamente.

-lo siento! No sé qué esperas de mí…

-ella me miraba con tristeza en sus ojos- entiendo…

-deja de hacer cosas así…no me salvaras ni nada, me mataras!

-aunque pueda hacerlo, no quiero… -sus ojos se llenaron de lágrimas-

-no llores! –inexplicablemente la abrace-

Apoyo su cabeza en mi hombro y sentía como mi camisa se empapaba de sus lagrimas, nos sentamos en la cama ella no dijo nada solo nos quedamos ahí.

P.D: si os ha gustado valorad y comentad, perdon por haberme tardado no tengo internet por el momento...espero traer la continuacion de este pronto, saludes desde honduras besos y abrazos atte. Ale.