Ámame ciclista, te lo pido

y llena de dulzura mis mañanas,

sigue con ese amor que me regalas

mientras mi corazón se bendice con el tuyo.

Ámame ciclista, te lo imploro

y no me dejes sin soñar en tu mirada,

dale a mi ser esos ojos sevillanos

que estremecen mi ser y mi confianza.

¡Ámame, por Dios! Yo te lo ruego

que ya no puedo vivir sin tus palabras,

ámame ciclista en la distancia,

que no podrá haber mar que me detenga.

Ámame y, por favor, no te me vayas

y sigue haciendo de mis miedos polvo,

vivo de tu vida y de tus besos

y me muero por estar entre tu arropo.

Ámame y también dame tu lujuria

sigue llenando mi ser de tus caricias,

que mi vientre se estremece si te piensa

y mis manos tiemblan de deseo.

¡Mírame ciclista!, ya no puedo,

el deseo está comiéndome los días,

tócame y dame vida de tu cuerpo

toda la miel que prometes y que inspiras.

Ámame y deja que tus manos

bendigan mi cuerpo con su magia,

que mi vientre explote entre tus dedos

y te bañe mi alma en su agonía.

Ámame y deja que tu miembro

se meta a mi cuerpo en un instante,

vibra entre mis besos, amor mío,

y sigue deshaciéndome los labios.

Que tu virilidad, amor, me haga pedazos,

que penetre cada espacio y cada beso,

ámame y, mi vida, haz que olvide

las caricias que frías me lastimaron.

No hagas nada amor, que ya te tengo,

sólo sigue amándome, mi vida,

sigue así colmándome de dicha,

y llenando con tu amor cada mañana.

Sigue, corazón, que hasta en la arena,

haz dejado plasmada tu dulzura.

Te amo a ti, ciclista, y sólo pido,

quédate, mi amor, toda mi vida.

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Esto, amor, es para tí, mi ciclista, gracias por todo,

hoy celebro que hace un mes tuve la dicha de conocerte,

que hace un mes tuve la suerte de que me leyeras por primera vez, 

gracias mi querido EyaculadorFeroz, mi vida, ¡te amo!